Gloria Sánchez Grande junto al matador de toros Joselito
Llegar a ser figura... con Manuela Carmena de alcaldesa A la entrada de la Escuela Taurina de Madrid -inaugurada en 1981 por el Ayuntamiento socialista de don Enrique Tierno Galván-, un cartel reza: "Ser torero es muy difícil. Llegar a ser figura... un milagro". Gracias a Manuela Carmena y sus secuaces de Ahora Madrid (Podemos) este milagro ha alcanzado el calibre de la resurrección de Lázaro. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido retirar la ayuda de 61.200 euros anuales (el 0,0013% del presupuesto total) que recibía la Escuela ya que, según dicen, las actividades allí realizadas "no son compatibles con los derechos de los animales". Es decir, que los "derechos de los animales" priman sobre el derecho de los 38 alumnos que, de media, reciben clases de manos de los maestros Joselito, Fundi y Bote. Que desde el consistorio de la capital le pregunten a José Miguel Arroyo "Joselito" lo que la Escuela de Madrid ha hecho por su vida... y lo que podría seguir haciendo por docenas de chavales. Él mismo reconocía en una entrevista: “Las clases en la Escuela Taurina suponían un cambio drástico con el ritmo de vida que llevaba: de andar suelto por Madrid, haciendo lo que me daba la
gana, a reunirme con gente más mayor y sin poder hacer ni una tontería, porque rápidamente te leían la cartilla”. Porque en esta Escuela no sólo se forjan toreros y se enseña un oficio, sino que también -y por encima de todo- salen hombres con valores y principios que, por supuesto, Ahora Madrid se pasa por el forro. Valores tan humanos como el respeto, la admiración por los mayores, la capacidad de sacrificio, la recompensa del esfuerzo y el compañerismo. Posiblemente, a un consistorio como el de Manuela Carmena, que se define democrático cuando prohíbe dictatorialmente, no le interesa que la juventud tenga esos principios ni capacidad crítica. Una sociedad borrega resulta más sencilla de dirigir, incluso de llevar hasta el precipicio. Gloria Sánchez-Grande
La Escuela Taurina de Madrid