Lo que es bueno para la sociedad pero no tanto para los ciudadanos (2)

Cuando se viven momentos de especial trascendencia histórica, no viene de más analizar qué dicen los titulares de los medios de comunicación por si a algún prócer de la patria, o a alguna mente preclara se le ocurriera acertar con alguna idea para solucionar la situación.

Y hete aquí que en estos días he encontrado tres enunciados que, manifestados por distintos personajes más o menos de nuestra vida pública, me han hecho darme cuenta de que la que hay liada es parda pero si dependemos de según quienes y quienas vamos listos y lo que te rondaré morena…o moreno.

El primero pronuciólo Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional; a saber: "el número de visitas a páginas piratas ha crecido en nuestro país en un 10.000%. España es uno de los países donde más se piratea y este hecho está haciendo más daño que la propia crisis económica". Para arrancar con carne cruda, vamos.

Luego se nos tiró al ruedo la Conferencia Episcopal hecha carne en su Vicesecretario para Asuntos Económicos que, imagino, se quedaría muy tranquilo al soltar eso de: “La Conferencia Episcopal afirma que cobrar el IBI a la Iglesia perjudicaría a los ciudadanos”, expresión que va lógicamente en la línea de lo que también había vomitado Rouco Varela cuando negó sin que se le cayera el rostro al suelo que la Iglesia cuente con privilegios en España.

La guinda del pastel la colocó un señor que es el Presidente de la Asociación Española de la Banca, Miguel Martín, sin duda ampliamente aplaudido en su casa a la hora de cenar, cuando sin rubor, vergüenza, extrañeza o tic nervioso alguno espetó para mayor gloria del mundo refiriéndose a las cláusulas suelo de las hipotecas que: “No se ha valorado en la sociedad ni en los tribunales”, ha reflexionado, que estas cláusulas “son sólo un mecanismo para evitar la variabilidad de los tipos de interés, y como tal es un producto beneficioso para la sociedad, la banca, los prestatarios y todo el mundo”. Y aunque nos parezca extraño ha conseguido mejorar su discurso para acabar en faena de aliño al aseverar que “cómo se han convertido en un producto tóxico es una gran incógnita”. Y también que “El Supremo no ha dicho que las cláusulas son malas, sino que la comercialización ha sido mala”.

Es decir que nosotros, ciudadanía de a pie, tendríamos que dejar de una vez de apretarnos el cinturón para pagar los platos que no rompimos para ponérselo al cuello (en sentido figurado) a alguno de los defensores de lo indefendible y que todas esas líneas rojas que nunca tendríamos que haber destrozado como sociedad, la Educación, la Sanidad, las Prestaciones Sociales, la lucha contra el Paro, les estallen en los hocicos a tamaños impresentables sofistas, manipuladores de la palabra y trileros de la vida.

Y como no quiero seguir por la vía de lo tremendo, una nota de humor para ver que la lógica es extraña y nos hace parecer cierto lo que no lo es. A saber: existe una perfecta correlación entre el aumento de temperaturas del planeta y la disminución de piratas (de los de pata de palo y parche) desde el año 1820 hasta nuestros días.

Y quien sea capaz que lo refute que sería bueno para la Sociedad.