más de cuatro años en cartel, más de 10.000 espectadores y excelentes comentarios de crítica y público avalan el éxito cosechado por “Mi madre, Serrat y yo”. Llegados a este punto toca pasar página e investigar sobre la otra cara de la moneda: los padres. En esta ocasión, el icono de la música popular contemporánea de referencia es Joaquín Sabina. Entendemos que parte de la aceptación que tuvo el montaje anterior responde a su mirada lúcida, crítica y al mismo tiempo divertida y poética en relación al vínculo entre madres e hijas. Por esa razón encontramos en “Mi padre, Sabina y yo” la posibilidad de indagar ahora sobre los vínculos entre hombres. ¿Es la paternidad una decisión moral o un hecho biológico? ¿Supone una dificultad extra para los hijos crecer sin figura paterna? ¿La libre elección de la sexualidad de los hijos es un escollo en las relaciones con sus padres? ¿Existen en la actualidad otros modelos de familia? ¿Qué actitud tenemos hacia lo diferente? ¿Tiene algún sentido negar que los padres han consumido alcohol, drogas y han caído en excesos, por lo menos en su juventud? ¿Tienen las personas la posibilidad de decidir el modo en que quieren morir? Estas y otras preguntas encuentran respuesta a lo largo de la obra gracias a una magnífica puesta en escena. ¿Por qué Joaquín Sabina? La proyección musical y poética de Joaquín Sabina en el ámbito internacional es muy potente. Su perfil contestatario y “políticamente incorrecto” le han convertido en un faro de ideas para amplios sectores de sociedades de habla hispana. Más allá de su vertiente artística, como personaje público, Sabina ha calado muy hondo en la sociedad, que lo siente como algo suyo. Creemos que el interés teatral recae, más allá de en sus canciones, en el “modo de vida” apasionado y desbocado que sugiere su imagen pública, aún cayendo en los tópicos de los mitos del rock. Este espectáculo no es un musical al uso. Es una obra teatral en la que el personaje protagonista tiene a Sabina como ídolo, guía, como líder imaginario. No se trata de un concierto con sus ‘greatest hits’, sino de una exploración creativa de la vida de aquellos que siguen sus pasos, que lo admiran y viven en la estela y en la trama como feligreses de ese sacerdote de lo profano que es Joaquín Sabina.
Sinopsis Jaime (25 años, cantante) protagoniza la comedia dramática ‘Mi padre, Sabina y yo’. A través de las canciones del artista español narra cómo conoció a su progenitor. A caballo entre el teatro musical y el convencional, el guión se estructura en una serie de flash-backs que nos guían a través de la trama. Las letras de Sabina matizan los momentos más emotivos de la función. Joaquín (60 años) es un ‘tiro al aire’, mujeriego, algo canalla, sediento de vida. Experto chef con tres estrellas Michelín, su debilidad son las mujeres de todo tipo, edad y color. Tanta actividad requiere de mucha energía, que él consigue a través de las drogas y el alcohol. Un 28 de diciembre, en medio de una de sus habituales fiestas con chicas, la sorpresa golpea a su puerta. Un chaval de 25 años, Jaime, se presenta como su hijo. Joaquín lo niega pero el chaval amenaza con no irse hasta tener los resultados de la prueba de ADN. Jaime aporta como evidencia fotos de su madre, a la que Joaquín reconoce, y se instala en su casa. Son polos totalmente opuestos. El joven, que acaba de dejarlo con su novia, está preso de la necesidad de certeza y lleva una vida absoluta y provocadoramente sana. Todo lo contrario que su padre. Mientras esperan los resultados de los análisis de ADN, las vidas de ambos cambian. Sus respectivos mundos estallan en conflictos que desnudan las fortalezas y las debilidades de cada uno. Casi sin darse cuenta se van convirtiendo en padre e hijo antes de saber si realmente lo son. Varias son las mujeres que pasan por la casa, las mismas que siempre han pasado por la vida de Joaquín, pero ahora todo es distinto, se resignifican. La imagen de la mujer entra en una nueva dimensión. Llegan los resultados. Hay dos secretos que sólo el espectador conocerá y que le dan una magnitud más emotiva y plena a los personajes que se desgarran en divertidas peleas pero que por dentro viven un tsunami de emociones.
Carlos De Matteis
José Luis Lozano
Oriundo en Buenos Aires, actuó y escribió para teatro y televisión en Uruguay y Argentina donde obtuvo diversas menciones y premios por su excelente labor. Trabajó como profesor adjunto de la Cátedra de Guión de Cine y TV en la UBA. Reside en Madrid desde 2001 donde dirige la formación de actores y guionistas de la Escuela de actores y compañía teatral PLOT POINT. En 2009 publicó su segundo libro para intérpretes: “Cuando Stanislavsky conoció a Buda”. Es autor y director de más 20 espectáculos, algunos de los cuales han superado ya las 500 funciones.
Concluidos sus estudios en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga continuó su formación en Madrid donde amplió sus horizontes como dramaturgo y director. Entre sus últimos trabajos se encuentran: “Macbeth” del Teatro Cervantes de Málaga e Interpretación y dirección del montaje “Teatro en Andaluz”. Actor en la obra “Roberto Zucco” Participación en series televisivas como Aída o películas como Camarón y ROL.
Verónica Pérez Diplomada en Magisterio por la Universidad de Zaragoza, amplió sus estudios en distintos centros de formación teatral y audiovisual. Destaca por sus conocimientos en las técnicas de Lecoq y es especialista en formación de poblaciones especiales. Entre sus últimos trabajos se encuentran “La Biciclown”, “Érase una vez la mujer”, “La última mirada”, ”Don Juan”, “Te Odio” o “Una serie de dichosas desdichas”, entre otros.
Ficha Artística Texto y dirección
Carlos De Matteis
Actores (por orden alfabético)
Carlos de Matteis José Luis Lozano Verónica Pérez
Producción Arreglos Musicales
PLOT POINT Gonzalo García Baz Pedro De Matteis
Escenografía
Mert Clavero
Vestuario
PLOT POINT
Diseño de luces Ayudante de dirección Diseño Gráfico Casting
Carlos De Matteis Carmen Rivas Tomás De Matteis Marina Skell
La compañía Plot Point Los integrantes de la compañía son responsables de los montajes de teatro musical: “¿Y si Dios fuera mujer?” con más de 1000 representaciones en toda España; “Diosas, Divinas y Peligrosas”, estrenada en 2007, llenando salas durante cinco años y participando en Festivales Internacionales; “De poetas y de locos, todos tenemos un poco” estrenada en 2008; En 2009 abordan con el mismo equipo de actrices, director y autores un emprendimiento más ambicioso, “Mi Madre, Serrat y Yo”, un montaje que contó con el apoyo de la Comunidad de Madrid; En noviembre de 2011 la compañía se enbarca en un proyecto de interés social y gran actualidad, sobre un texto teatral de José Pablo Feinmann: “Cuestiones con Ernesto Che Guevara“.
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