Argentina: El Efecto Reina Roja o la urgencia en implementar la Gestión de Riesgos y Seguridad Juan Moratto
La Reina Roja, en Alicia en el País de las Maravillas, le dice a Alicia: “Ahora, aquí, es preciso correr mucho para permanecer en el mismo lugar”.
Esto significa que los sistemas de gestión de riesgos, piedra angular de los sistemas de seguridad, deben ser evolutivos de manera constante dentro de un modelo de Planificar-Hacer-Verificar-Actuar o método Deming de Mejora Continua. Caso contrario, las empresas seguirán administrando riesgos que dejaron de existir y son ciegas a los nuevos riesgos que deben enfrentar. Si bien la ISO 31000:2018 es bastante explícita en este sentido, son pocas son las empresas que podrán salir airosas de la crisis total que sufre la Argentina. Sin embargo, el Efecto Reina Roja que ha producido este gobierno puede ser paliado en la medida en que las empresas introduzcan, muchas por primera vez, el concepto de “Gestión de Riesgos” dentro de sus estrategias empresariales. La ISO 73 define “riesgo” como el “efecto de la incertidumbre sobre la consecución (alcance) de los objetivos (empresariales u organizacionales)”. Y esta definición es, de
por sí, excelente ya que no se fundamenta en las causas originales del riesgo ni evalúa si el riesgo puede ser positivo o negativo sino que “produce un grado de incertidumbre sobre los resultados” es decir: trabaja los efectos del riesgo y no las causas. Por otra parte, la seguridad es “la ciencia que abarca todos aquellos incidentes no deseados y perjudiciales contra las personas y bienes, causados intencionalmente por el hombre para dañar a las personas o apropiarse de bienes ilegítimamente”. La seguridad se atiene a los riesgos que atentan contra los planes estratégicos de las empresas y no contra aquellos que los favorecen, ya que pueden existir riesgos positivos que mejoren la posición empresarial o estratégica, pero ellos no son analizados por la seguridad (para ello está el Director de Finanzas o el de Marketing). Las empresas están sufriendo un contexto extremadamente hostil donde los principales adversarios son el Estado Nacional, la Corrupción y los actores internacionales. Todo esto evidenciado a través del aumento de los costos de insumos productivos, combustibles, transporte, etc, en forma unilateral. Mayor carga impositiva. Empréstitos al país en plazos que superan un siglo. Achicamiento del mercado interno e imposibilidad de competir en el mercado externo. Libre acceso de China a los mercados lationamericanos gracias a sus interesados apoyos financieros. Sindicalización total de los trabajadores provocando la quiebra inexorable de aquellas empresas incapaces de solventar semejantes desbalances; y docenas de inconvenientes que traban la actividad productiva de un país: desde la fractura social, inaccesibilidad al crédito, la seguridad respaldando al Estado y escasamente a la ciudadanía hasta los estamentos jurídicos garantistas y los estamentos políticos polarizados. Dentro de esta realidad, interviene la gestión del riesgo y la seguridad. Para aquellos que siguen pensando que la seguridad empresarial consiste en un guardia en la puerta, un control de acceso y una docena de cámaras de vigilancia lamento romperles el mito: están completa y definitivamente equivocados, dejen de ver Netflix por un par de días. La gestión integral de la seguridad y la gestión empresarial del riesgo van de la mano. Vincular, como ya he mencionado en otro artículo, la seguridad al riesgo es un proceso natural y como tal, las estrategias deben mitigar el grado de incertidumbre y falta de protección. La seguridad es holística. Como bien sabemos, el trabajo del especialista en seguridad consiste en analizar los riesgos, las vulnerabilidades, las amenazas y las consecuencias de cualquier tipo de incidente: interno –en su relación con todos los departamentos vinculados-, externo – en su relación con lo que hacen sus adversarios “delincuentes”, “competencia” cualquiera sea y así poder encarar estrategias acertadas de gestión de riesgos.
Todo especialista en seguridad maneja el concepto de “gobernabilidad” del riesgo. Sin una visión en perspectiva, bien estructurada que integre: la alta dirección, finanzas, legales, recursos humanos, seguridad ocupacional (safety), informática y seguridad, no es posible mitigar los riesgos que enfrenta la organización. En síntesis: nadie desea sufrir el “Efecto Reina Roja”, pero las circunstancias actuales así lo ameritan. Llegó la hora que los empresarios argentinos hagan lo que hacen sus pares de todo el mundo: desarrollar una perspectiva estratégica para la gestión de la seguridad y ajustar las medidas de gestión del riesgo al contexto real por el que se está transitando –y se está por recorrer-, al menos, si quiere ser protagonista y no desaparecer en el intento. Algunos, y para terminar, dirán: eso se hace en otros países, en el nuestro no funciona. Al contrario: justamente, como no lo hemos hecho aún en nuestro país estamos en una crisis de la cual somos co-partícipes. Si hubiéramos interpretado con claridad los conceptos de gestión de riesgos y gestión de la seguridad, el impacto indudablemente sería mucho menor. Ahora ya lo sabe, el futuro de SU empresa está en sus manos: estructure un Sistema Empresarial de Gestión de Riesgos y una inteligente Gestión de la Seguridad.
Si no, como dijo el famoso gato de Alicia: si no le importa adonde quiere llegar tampoco importa mucho el camino que tome.
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