La seguridad no se improvisa, se planifica
Análisis objetivo y centrado en la seguridad, un evento deportivo que puso en evidencia graves falencias en los conceptos de seguridad que posee Argentina y que nos hizo tristemente famosos en todos los diarios del mundo.
Sintéticamente, los hechos de la final de fútbol River-Boca ponen en evidencia la ausencia de múltiples componentes imprescindibles en toda gestión de seguridad para el adecuado desarrollo de una actividad deportiva con asistencia masiva de público: más de 60.000 personas. En primer lugar, se usó la denominación “operativo de seguridad” a las acciones preventivas de las Fuerzas de Seguridad designadas. Dicha denominación no es la adecuada para este tipo de eventos ya que la misma, obedece a un despliegue de seguridad efectuado con el fin de atrapar delincuentes, realizar decomisos producto de actividades ilegales o cualquier otro tipo de operación táctica. En los eventos deportivos abiertos al público no existen “operativos”, lo que existe, fundamentalmente es un “Plan de Seguridad” cuyo fin es del de proporcionar seguridad a la totalidad de los presentes. Como puede verse en las fotografías adjuntas, ninguno de los efectivos policiales y de prefectura que intervinieron estaba preparado para cumplir con ese fin sino todo lo