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CÓMO LOGRAMOS SER ORGANIZACIONES ÁGILES?

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PENSEMOS

PENSEMOS

¿CÓMO LOGRAMOS

SER ORGANIZACIONES ÁGILES?

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STIBENZÓN CAÑAS SÁNCHEZ GERENTE GENERAL DE CEIBA SOFTWARE

A lo largo de mis más de 20 años trabajando en el mundo de la tecnología, me he encontrado con diferentes formas de abordar las problemáticas de mis clientes, y los retos en las organizaciones de las cuales he hecho parte.

A lo largo de mis más de 20 años trabajando en el mundo de la tecnología, me he encontrado con diferentes formas de abordar las problemáticas de mis clientes, y los retos en las organizaciones de las cuales he hecho parte. En la búsqueda de lograr solucionar las necesidades del mercado vía tecnología, comencé a escuchar sobre marcos de trabajo ágil, y es allí, donde hace unos 11 años, quise incursionar en este tema, en primera instancia con un interés profesional, el cual luego trascendió a un nivel más personal.

El proceso de aprendizaje y adaptación me ha llevado a experimentar, a aprender a desaprender, pero sobre todo, a darme cuenta que no es un tema de moda, es una manera de pensar y de actuar, que hace que las personas y las organizaciones pueden ser competitivas en entornos VUCA.

La agilidad debe ser vista como esa capacidad que tiene toda organización para aportar velocidad y adaptabilidad a un estilo que ya funciona - podría llamarse estructurado o tradicional - estable -. La Agilidad funciona en ciclos rápidos de aprendizaje, donde todas las personas de una organización se mueven por un objetivo y/o propósito en común; generar valor.

No quisiera extenderme explicando que es agilidad, sus métodos y prácticas; quiero contarles cuál ha sido mi experiencia como persona y como organización con la agilidad, y para esto, he enmarcado 7 aspectos según mi punto de vista, que son relevantes trabajar o potenciar para seguir impulsando la velocidad, sin perder la estabilidad en las organizaciones. ¿Cómo logramos ser organizaciones ágiles?

1. Personas: las organizaciones necesitan de las personas para poder existir, y por tanto es fundamental el cambio de mentalidad en cada individuo cuando hablamos de incorporar agilidad. Es necesario que todas las personas estén atentas e involucradas en la generación de valor. Así que si queremos una mentalidad ágil, lo primero es tener una estrategia organizacional clara y a los equipos conectados con ella. Se hace entonces indispensable trabajar en las habilidades esenciales, características y comportamientos de las personas. 2. Liderazgo: la agilidad nos invita a tener estructuras más fexibles, donde tengamos equipos empoderados, así entonces la responsabilidad de la generación de valor de los productos y servicios, es de todos. El liderazgo permea a cada individuo de la organización con roles y responsabilidades claras, donde lo que importa es el conocimiento y experiencia, no necesariamente la posición en estructura organizacional (Jerarquía).

3. Comunicación: aunque esta característica nos parezca obvia, es una de las características que más debemos trabajar en las organizaciones y las personas, pues es importante promover la transparencia y construir entornos de confianza que permitan la interacción entre individuos, equipos y por tanto la organización.

4. Experimentación: al vivir la agilidad, comenzamos a hablar mucho de la experimentación, y el entendimiento frente a esta experimentación podemos simplifcarlo en “fallar”: al fallar rápido, se aprende rápido y se mejora rápido. Se toma cada experimento como un aprendizaje. Ahora, es importante que experimentemos con bajo riesgo, así nuestras reacciones y capacidad de atención son más rápidas y nos permiten aprender y por tanto a trabajar en la mejora continua. Cada error, cada falla, cada experimento, deberá ser siempre para mejorar.

5. Ego: quiero hacer énfasis en el “ego” como un problema en la organización, especialmente en la resistencia al cambio y la pérdida de “control”, mi objetivo en este punto no es entrar a hacer juicios personales, hablaré entonces, de qué tanto afecta el ego en las dinámicas de equipos empoderados y organizaciones ágiles. La Agilidad nos lleva a trabajar en equipo, a co-crear, a estar todos encaminados en mismo propósito en pro de la generación de valor, mientras que el ego en primera instancia suele llevarnos a querer tener siempre la razón, y a que no perdamos nuestra posición de control y de seguridad. Es entonces importante trabajar el ego, para que nos impulse a conseguir los objetivos del equipo, que trascendamos

y veamos el éxito de los resultados y aprendizaje, que el foco esté en la creatividad, la colaboración y la mejora continua.

6. Cultura: los 5 aspectos anteriores se podrán trabajar gestionando la cultura de la organización, aún así, para mi es muy relevante poderlos separar y que cada uno constituya un foco, un proyecto, o una estrategia; que nos permita movilizar a las personas, los procesos y las prácticas, por tanto, a la organización. Entendiendo entonces que cada punto se conecta para poder afrontar los desafíos propios de una transformación ágil.

La cultura en las organizaciones, se debe gestionar, ¿qué tipo de líderes queremos?, ¿cómo necesitamos que se comporten nuestros equipos?, ¿qué características son propias de nuestra cultura?, son tan solo tres preguntas que debemos responder. En una cultura organizacional ágil, las personas son el centro.

7. Emerger: la agilidad no es un framework o un método de trabajo, es una forma de pensar, una “flosofía”, es una manera de estar mejorando, de estar aprendiendo, de estar cambiando constantemente para encontrar la generación de valor para cada interesado del producto o servicio, de manera tal que impacte en el mercado.

Quisiera resumir los 7 aspectos que antes les mencioné como entrega continua de valor, considero que es la mejor defnición de qué es ser ágil, más allá de velocidad, más allá de moda. Lo anterior no podrá suceder si como organizaciones no tenemos foco en las personas, en la cultura.

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