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LA INTEGRACION, LA DIFERENCIA
LA INTEGRACION,
LA DIFERENCIA
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FERNANDO OTOYA FUNDADOR, ACCIONISTA Y EXPRESIDENTE SIESA
Los sistemas ERP en el mundo de los negocios puede ser en realidad el mayor desarrollo en el uso corporativo de la tecnología de la información desde los años 90
FERNANDO Y PABLO E. OTOYA, HERMANOS Y SOCIOS DE SIESA
Permanentemente me he preguntado qué fue lo que hicimos en Siesa para diferenciarnos en los mercados, desde cuando llegaron los primeros mini-computadores a Colombia por allá en los comienzos de la década de 1980 y hasta los inicios de este siglo? Igual, me pregunto que hemos hecho relevante después para mantenernos vigentes todos estos años?
Con la llegada de los minis se olvidaron los “mainframes”, las tarjetas perforadas y las cintas magnéticas. Pasamos de programar sistemas contables utilizando metodología TPS (Batch) a desarrollar sistemas transaccionales almacenando datos y actualizando los ya existentes en línea. El uso de discos duros como medios de almacenamiento de los datos y uso de las pantallas como medios de entrada de datos al ordenador, generaron grandes posibilidades para ampliar y enriquecer los diseños de los sistemas de información empresarial accesibles ahora en tiempo real.
Arrancamos rehaciendo un sistema contable por cuentas y centros de costo, luego desarrollamos los primeros sistemas de cartera, de cuentas por pagar y de activos fjos. ahí empezamos a entender la necesidad de “mantener cuadrada” la información detallada en esos módulos con las cifras globales que refejaba el sistema contable. Esto nos obligó a salirnos de los estándares que ofrecía el mercado y comenzamos a innovar. Fue cuando osadamente incorporamos dentro del sistema contable un nuevo segmento que denominamos “terceros”, haciendo referencia al mundo de las personas naturales o jurídicas con las que una empresa se relaciona. Introducimos también el concepto de documento de cruce y esto nos permitió, dentro del mismo sistema contable, manejar también la cartera por cobrar, la cartera por pagar, los activos fjos y toda la información tributaria relacionada con ingresos y gastos acumulados por tercero. Los “descuadres entre módulos” quedaron en el pasado. Ahí nació el Sistema UNO y a este gran componente hoy le denominamos la Suite Financiera. Esta versión se implementó en grandes compañías de la época y gustó mucho; sin embargo, para cada marca de mini computador nos tocó iniciar un desarrollo desde cero pues el código no era portable entre ellas. Solo hasta la llegada de los micros con el sistema operativo DOS y más tarde con Windows, logramos tener una única versión en adelante.
Para complementar esta Suite fnanciera, nos atrevimos más adelante a sacar un sistema para el manejo y el costeo del inventario abarcando desde la planeación de la producción, las compras, la manufactura y hasta los procesos de ventas y facturación. En su desarrollo se incorporó el modelo MRP (Material Requirement Planning) y luego el MRP II (Manufacturing Requirements Planning). A este gran componente se le denominó la Suite Comercial y durante los primeros años funcionó independiente del Sistema UNO; se utilizaban procesos de interfase para contabilizar los transacciones ahí registradas. Solo al principio de este siglo logramos consolidarlo dentro del Sistema UNO operando junto al Financiero en una sola base de datos y actualizando la contabilidad en línea.
Posteriormente el sistema POS pasó a ser otro gran componente del sistema UNO por los volúmenes de información que ahí se puede llegar a manejar. El POS desde su concepción comparte todas las tablas y funcionalidades del Sistema UNO y hoy opera en forma directa (línea) o desconectada (requiere sincronización), características que lo hacen muy diferente y atractivo. Un proceso automático se encarga de la actualización defnitiva del inventario y de la contabilización de los movimientos registrados en cada punto de venta.
Cumplimos nuestro sueño y realmente fuimos pioneros cuando salimos al mercado con una solución que integra totalmente el negocio en un solo sistema. Para esa época, primeros años de la década del 2000, a ese tipo de sistemas se les identifcó con la sigla ERP, (Enterprise Resource Planning). Sin embargo, un sistema ERP poco tiene que ver con la planifcación de los recursos, tal como su nombre indica. El término ERP proviene de los sistemas denominados MRP. Al fnal, de ahí nos valimos para bautizar las versiones más modernas del sistema UNO y lo denominamos Sistema UNO Enterprise. La participación de Luis Fernando Plaza como socio y Director de la Fabrica, fue muy importante para consolidar este sueño.
A pesar de que el crecimiento de Internet y la transformación digital ha recibido la mayor atención de los medios en los últimos años, la inclusión de los sistemas ERP en el mundo de los negocios puede ser en realidad el mayor de-
sarrollo en el uso corporativo de la tecnología de la información desde los años 90.
De otro lado, en Siesa, con mi hermano Pablo Enrique quien fue el Director comercial por 30 años, entendimos que el negocio de una compañía desarrolladora de software es generar ingresos recurrentes. Al comienzo los clientes adquirían la solución, se implementaban y en adelante se veían prácticamente obligados a pagar anualmente por un mantenimiento o soporte y así garantizar el derecho a una asistencia permanente y a una actualización del software adquirido.
A partir de la segunda década del siglo I, el concepto PaaS (Plataforma como un Servicio) se incorporó como un componente adicional a nuestra solución ERP revolucionando el modelo de negocio que traíamos y nos llevaron a exponenciar esos ingresos recurrentes. Ahora no solamente recibimos ingresos por el uso del Software y los servicios de soporte sino por el uso y administración del hardware en donde lo alojamos. Para ello nos valimos de Partners como IBM y Azure.
Y que nos depara el futuro De seguro será imperante contar con nuevas funcionalidades que permitan evolucionar la contabilidad hacia su forma electrónica. No sólo se contabilizarán facturas de forma electrónica, sino la mayoría de los documentos propios de la empresa sin intervención humana. Igual, se vuelve mandante facilitar el desarrollo de tableros de control “que hablen” y la posibilidad de adaptarlos a las necesidades de los usuarios de manera fácil y amigable.