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Diócesis de Alexandria, Louisiana -- Ministerio Hispano
Septiembre, 2013
La juventud latinoamericana se dirige a llevar la iglesia a las calles, después de los eventos de las Jornadas Mundiales de la Juventud Por Lise Alves Catholic News Service
SAO PAULO (CNS) – Los peregrinos que alcanzaron cerca de 3 millones y que llenaron las playas de Copacabana durante las celebraciones de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que duraron seis días, ya han regresado a su respectivo hogar, a principios de agosto con “instrucciones claras” que les fueron dadas por el papa Francisco. “Marchen contra corriente”, le dijo el papa Francisco a la muchedumbre, en varias ocasiones, durante los seis días de celebraciones. “Les pido que sean revolucionarios. ... Vayan más allá de los muros de la iglesia. ... Vayan a las calles, vayan a las comunidades de los pobres. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a todos los rincones de la vida, hasta los confines de la sociedad, incluso los que parecen estar más apartados”. Barbara Maciel Ferreira da Silva, chica de 16 años, perteneciente a la diócesis de Jundiai en Sao Paulo, comprendió el mensaje. “No podemos continuar olvidándonos del mundo externo. Tenemos que llevar a Cristo a cualquier parte que vayamos”, dijo Silva, una joven del grupo de siete que habían sido escogidos para recibir un regalo del papa
El coro canta mientras los peregrinos se preparan para la misa de cierre de de la jornada de la juventud mundial en rio de janeiro. El coro canta mientras los peregrinos se preparan para La Misa de Cierre con el Papa Francis en Copacabana beach en Rio de Janeiro, Julio 28. Durante el servicio, el Papa comisionó a un aproximado de tres millones de participantes como misioneros sin fronteras. (CNS photo/Paul Haring) Francisco en la celebración de la Misa de clausura, el 28 de julio. Ni siquiera la llovizna que cayó en Río de Janeiro los primeros tres días de las Jornadas Mundiales de la Juventud fue suficiente para desanimar a los millones de jóvenes que habían acudido para escuchar al papa Francisco en su primer viaje oficial a ultramar.
El papa Francisco les dirigió la palabra cerca de 20 veces a los peregrinos, autoridades y religiosos durante su viaje por medio de discursos, homilías y actos litúrgicos. Y cada vez, atrajo más admiradores. “No se puede negar que el papa Francisco tiene una enorme natural simpatía”, dijo Brenda Carranza,
perteneciente a la Facultad de la Pontificia Universidad Católica de Campinas. “El papa utilizó un lenguaje de palabras sencillas, y tiene un discurso persuasivo, más social que moral, que atrajo a los jóvenes”. Para el obispo Pedro Luiz Stringhini, de la diócesis de Mogi das Cruzes en Sao Paulo,
la celebración demostró que los jóvenes buscan un ideal a seguir o una causa que abrazar. “Los jóvenes están menos politizados de lo que nosotros estábamos en la década del 1970, pero aún así necesitan sentir que son agentes de cambio, aunque sea de algo, en el mundo de hoy”, dijo. Y si los peregrinos de las Jornadas Mundiales de la Juventud necesitaban una causa que abrazar, la palabra del papa Francisco en verdad los inspiró. “Quiero que la iglesia salga fuera a las calles”, dijo el papa en un encuentro con jóvenes argentinos. “Quiero que resistamos todo lo que sea mundano, todo lo que esté estático, todo lo que sea confortable, todo lo que tenga que ver con el clericalismo, todo lo que nos haga encerrarnos en nosotros mismos. Las parroquias, las escuelas, las instituciones están hechas para ir afuera. ... Y si no lo hacen, simplemente se convierten en una buena empresa descentralizada, que no pertenece al gobierno y la iglesia no puede ser eso”. “Los jóvenes ven faltas en donde quiera, pero al ver lo humilde que es él, que dejó todos los lujos solamente para estar con nosotros, nos demostró que quizá pueda haber cambios,... que podemos lograr la realización de cosas diferentes en el mundo”, dijo.
El papa despeja camino a canonizaciones de Juan Pablo II, Juan XXIII Por Cindy Wooden Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El papa Francisco firmó un decreto despejando el camino para la canonización del beato Juan Pablo II y también ha decidido pedirles a los cardenales del mundo que voten sobre la canonización del beato Juan XXIII, aun en ausencia de un milagro. Después que el papa Francisco se reuniera el 5 de julio con el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación Para las Causas de los Santos, el Vaticano publicó una lista de decretos que el papa aprobó relacionados con la canonización del beato Juan Pablo II y otras 11 causas de santidad. Al publicar los decretos, el Vaticano también dijo: “El sumo pontífice aprobó el voto favorable de la sesión ordinaria de cardenales y obispos-padres respecto a la canonización del beato Juan XXIII (Ángelo Giuseppe Roncalli) y ha decidido convocar un consistorio que también involucrará la
Papa Juan XXIII
Papa Juan Pablo II
canonización del beato Juan Pablo II”. Normalmente, después que un papa firma un decreto reconociendo el milagro necesario para la canonización, el papa consulta a los cardenales de todo el mundo y llama a un consistorio -- reunión a la que asiste cualquier cardenal que quiera y pueda --
donde los presentes expresan su apoyo a la decisión del papa de proclamar un nuevo santo. Una fecha para la ceremonia de canonización es anunciada formalmente solamente durante o inmediatamente después del consistorio. Los cardenales y arzobispos miembros de la congregación
de los santos se reunieron en el Vaticano el 2 de julio y votaron a favor de que el papa reconociera como milagro la curación de Floribeth Mora Díaz, costarricense que sufría de un aneurisma cerebral y se recuperó después de oraciones mediante la intercesión del beato Juan Pablo II. Los miembros de la congregación, según informes noticiosos, también evaluaron la causa del beato Juan y votaron a favor de pedirle al papa Francisco canonizarlo sin requerir un milagro. Según las normas eclesiásticas, establecidas por el papa y sujetas a cambios por él, un milagro es necesario después de la beatificación para hacer un candidato elegible para la canonización. El padre jesuita Paolo Molinari, durante mucho tiempo director del Colegio de Postuladores, o promotores de causas de santidad, ha explicado que en el proceso de canonización los milagros son “la confirmación de Dios de un juicio hecho
por seres humanos” de que el candidato verdaderamente está en el cielo. Pero padre Molinari también ha dicho que durante décadas los teólogos han explorado la posibilidad de que dicha confirmación podría venir por medios distintos a alguien experimentando una curación física. Por ejemplo, el beato Juan Pablo II beatificó a Victoire Rasoamanarivo en Madagascar en 1989 después de aceptar como milagro el caso de un incendio forestal esparcido por el viento que se detuvo al borde de una villa cuyos habitantes invocaron la intercesión de ella. “Como todos muy bien sabemos, Juan XXIII es una persona querida en la iglesia. Estamos en el año del 50 aniversario de la apertura del Segundo Concilio Vaticano, que él convocó. Y creo que ninguno de nosotros tiene duda alguna de las virtudes de Juan XXIII “, dijo el portavoz. “Por lo tanto, el Santo Padre está mirando hacia su canonización”.