Escrito y pintado por Joan Palacios
+5 AÑOS
Érase una vez una mañana de primavera cuando Felipe el tucán se hallaba perdido y encontró una granja dónde vivía una gallina y sus pollitos.
Pero los pollitos no hicieron lo mismo, al contrario ellos se burlaban del pico muy grande que tenía Felipe el tucán.
Hasta que un día mamá gallina necesitaba ayuda porque uno de sus pollitos se calló en un agujero y nadie lo podía alcanzar, es ahí donde Felipe el tucán logra sacar al pollito, gracias a su pico largo y grande.
Desde ese día los pollitos entendieron que Felipe podía tener un pico grande, pero eso no lo hace diferente, al contrario este defecto se puede convertir en una ventaja.