Corresponsal
Miércoles 31 de mayo de 2006
Por Janeth Patricia Franco
C
omo el amor que invade el alma de una joven enamorada, irrumpe en la Escuela de Letras de la Universidad de Sonora, donde más tarde se convertiría en una estudiosa de la Comunicación y defensora del Derecho. De carácter fuerte y personalidad enigmática, la pasión y entrega por el trabajo la caracterizan; se da a conocer entre las personas por la forma de apreciar y valorar lo que le ha brindado la vida y estar consciente del terreno que pisa en este mundo. Es de tez morena, estatura baja, de complexión llenita y cabello negro, lacio, casi hasta la cintura; sus ojos reflejan como estrellas el brillo interior de su alma. María Antonieta Castellanos Vásquez inicia en el ejercicio periodístico en la época de los setenta, etapa en la que llegan con fuerza una serie de comunicadores y periodistas al País. Empieza a colaborar en la Gaceta de la Universidad de Sonora y tiempo después en Radio Universidad, con la locutora Margarita Pasillas. Tiene la oportunidad de escribir para el periódico El Sonorense, donde publicó cinco artículos y fue corresponsal para el periódico Unomásuno. En este medio de ideas liberales publicó poemas sobre la mujer indígena inspirados en la masacre de la sierra de Guerrero. Castellanos Vásquez comenta que abordar temáticas sobre grupos revolucionarios de la época tuvo consecuencias, como invasiones a su hogar por parte de la Liga 23 de Septiembre, formada por personas en contra del sistema de Gobierno, quienes la despojan de objetos de valor cultural, como libros, recortes de periódico sobre la matanza del 68 y copias de obras que revelaban atropellos del Gobierno y el Ejército.
23/A
U n i v e r s i t a r i o
EL IMPARCIAL-Hermosillo, Sonora, México
SE GANA EL RESPETO DE ESTUDIANTES
Un estuche de monerías
Entre el
Periodismo Derecho y el
La maestra María Antonieta Castellanos es una legista de vocación que defiende temas controversiales y causas justas
Abogada del diablo
Un futuro promisorio FOTOS: Luis Manuel Moreno
El humanismo es una gran virtud que realza la idiosincrasia de un individuo y la proyecta ante el mundo, como alguien que se enfrenta a la lucha diaria de la vida en su proceder. Esta postura e imagen permite identificar a un sencillo y esencial ser humano como lo es María Antonieta. Egresada de Derecho en la generación 1985-1990 de la Universidad de Sonora y legista de vocación a quien apodan la “abogada del diablo” por defender temas controversiales que nadie se atreve a tocar, realiza sus prácticas profesionales en el ramo forense durante dos años. En primer semestre aplica sus conocimientos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) durante los fines de semana, desde muy temprano hasta el anochecer; en segundo semestre se encarga de 12 asuntos legales; el tercero y cuarto lo realiza en un sistema de brigadas comunitarias en diferentes pueblos de la sierra, del Mar de Cortés y de la Costa de Hermosillo. No cabe duda que la mayor enseñanza que la hizo reforzar su gusto hacia las leyes fue una experiencia que vivió en la práctica de las mismas. Gran asombro y sorpresa es lo que proyectaban sus ojos al inicio de su narración: “Aquello era una podredumbre, era una porquería”, en ese instante María Antonieta se refirió a unas granjas ubicadas en el pueblo de Mazocahui, las cuales eran un peligroso foco de contaminación debido a que funcionaban como cementerio de animales que ocasionaban la propagación de enfermedades. Ante tal situación, junto con sus compañeros y el apoyo de su maestro, lucharon por todas las vías sociales, jurídicas y penales habidas y por haber. Con una alegría
Como todo ser humano, Castellanos Vásquez es una mujer que tiene sentimientos y ama a su familia; aprendió a valerse por sí misma al divorciarse de su primer esposo y enseñó a sus hijos Iván, Jesús Manuel y Julio a salir adelante. Buena madre, amiga, hija, esposa, doctora y enfermera son los títulos que recibe por su gran labor en el hogar y por estar siempre al frente del cuidado de sus hijos. Tiene la sencillez impresa en su carácter y en su modo de actuar; es una mujer a quien no le importa el status social ni los lujos, no sufre de carencias, su vivienda es decorosa y cuenta con lo suficiente para un desarrollo físico e intelectual. Entre sus gustos resaltan: Los libros, las artesanías, coleccionar plumas membretadas; le encanta ser portadora de anillos, pulseras y collares tradicionales, debido a que venera la artesanía oriental, coreana, china, japonesa y hawaiana; sus atuendos los prefiere de grupos étnicos; y admira a la pintora Frida Kahlo por su temperamento y la manera de portar las vestimentas regionales. También otro de sus gustos es la playa y recolectar caracoles, su afición a éstos le surgió desde chiquilla porque al ser de condición humilde sus juguetes eran de madera. Castellanos Vásquez confiesa que entre sus pocas amistades están la escritora Norma Alicia Pimienta, autora del libro “Oficios varios”, “Con olor a tinta”, “Periodismo en Sonora”, ya que es una persona a quien aprecia mucho por su forma de ser. María Antonieta revela que ha tenido momentos buenos y malos a lo largo de su existencia y con una sonrisa y gran gusto revela que el mejor fue el nacimiento de sus hijos, pero lentamente la expresión que había en su rostro de alegría, cambia a tono sombrío al señalar que el peor instante ha sido la muerte de su madre.
desbordante que brotaba de su rostro comentó que triunfaron en el caso y lograron la cancelación de las granjas. Por este motivo, dice con satisfacción: “Todo lo que soy lo pongo a los pies de este pueblo porque por él aprendí a litigar, a hacer gestiones sociales, a conocer la obligación del abogado con la sociedad”, y agrega, “la comunidad de Mazocahui fue una escuela para mí, nuestro profesor un facilitador de protesta y la Universidad nuestro apoyo”. En el ejercicio de su abogacía, María Antonieta ocupa varios puestos administrativos y jurídicos dentro de la Dirección de Trabajo y Previsión Social; fue dictaminadora de laudos; es decir, daba resoluciones en la Junta de Conciliación y Arbitraje; inspectora y moderadora en la Secretaría de Acuerdos, y brindar asesorías sobre la Ley Federal del Trabajo en empresas es también parte de su labor. A mediados de los noventa brinda cursos de capacitación sobre ética y normatividad de medios, a periodistas y publicistas de los periódicos El Independiente y Cambio Sonora. María Antonieta, al ser conocedora de reglas constitucionales y estar en el am-
biente de los medios de comunicación, con una actitud de conciencia sobre los crímenes, ataques y hostigamiento a periodistas dice: “La principal enemiga es la delincuencia organizada porque ve en la denuncia del periodista un peligro de permanencia, de acuerdo a que han demostrado no tener miedo y han arriesgado hasta su vida y seguridad para denunciar”, y con gesto de consternación pone de ejemplo a corresponsales como Lydia Cacho y el desaparecido Alfredo Jiménez Mota. En la actualidad, es asesora de Derecho Laboral pero también se dedica a litigar sobre Derecho Familiar y Penal y al tener en cuenta la incidencia de altas estadísticas sobre divorcios, comenta con seguridad que las causas de este problema se deben a que no existe una preparación entre parejas para formar una familia, no conocen lo que es el contrato matrimonial y no se encuentran listos para convivir con una persona extraña y por esto surge una falta de comunicación. A principios de los ochenta se desarrolla como profesora de la materia Metodología de Investigación en todas las carreras de la Universidad de Sonora. Hoy imparte materias jurídicas en la Licenciatura
de Derecho y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sonora, y en la licenciatura en Periodismo en la Universidad Kino. María Antonieta, la profesora, es un ser que refleja su sabiduría al reforzar aportaciones de estudiantes sobre algún tema, al resolver dudas e inquietudes sobre aspectos diversos y por relacionar el contenido de su materia con los hechos del acontecer diario. Su atención y disposición en la enseñanza es tal que su mirada está fija hacia el educando, su mente en acción, confabulando una respuesta a brindar; sus palabras listas para salir como balas en defensa y su conocimiento en general un alimento que completa y hace crecer las ideas de quien la escucha. Durante su estancia en la Universidad de Sonora ha visto salir a muchas generaciones de Derecho y Comunicación, por ello se atreve a decir que los estudiantes reciben una buena preparación y enseñanza calificada que adquieren de la realización del servicio social y prácticas profesionales. Sin embargo, como recomendación para todos los alumnos ofrece la opción de la lectura para estar bien informados.
A pesar de las dificultades que se cruzan en su camino, a “la abogada del diablo” nada ni nadie le impide alcanzar sus metas. A sus 54 años de edad dice que entre los asuntos pendientes que desea realizar se encuentran un doctorado dentro de la División de Ciencias Sociales de carácter cualitativo, publicar un poemario de mujer indígena, escribir en un medio de comunicación y viajar por el mundo. Para María Antonieta no hay imposibles y sostiene que el “fracaso” es una palabra muy drástica, para ella nunca hay fracasos, sólo se cometen errores de los cuales se aprende y que el término está fuera de su léxico. Hija de Antonio Castellanos Olmos y Silvia Vásquez Morales, presume ser alguien que ama la vida. Desea que al llegar su vejez pueda disfrutar el resto de sus días en un asilo, porque siente que es un ambiente de calma y serenidad donde quiere compartir con otras personas los conocimientos y experiencias de su vida. Manifiesta que su ideal es que la Universidad de Sonora construya un asilo donde se pueda reunir con sus contemporáneos, para así no ser una carga en la familia: “La mayoría de las personas le temen a la palabra asilo…pero yo no”. Ése es su último objetivo y por tal razón, hoy en día los ahorros que tiene los reserva para cuando llegue el momento de marcharse a una casa de retiro, donde haya ancianos que amen la vida, rían y sean felices tanto como ella. * Entrevista ganadora del Tercer Concurso Estudiantil de Periodismo, convocado por el Departamento de Psicología y Comunicación de la Unison.