Sobre la sellillanisima Plaza de España, tan limpia como vacía. uno de los prototipos del Buchón. aún sin armamento, recorta su caracteristica silueta. Después de calOrce años de trabajo, después de lantas pesadillas con los mOlores Hispano-Suiza, se había conseguido, por fin, el Messer español
Vicisitudes de los Buchones y sus pilotos CARLOS PÉREZ SAN EMETERIO
E
L Comandante Isidro Comas viró su Messer sobre la sevillana Plaza de España. Momentos después pasaba a cerca de quinientos kilómetros por hora encima de la Recta de los Palacios, dejando atrás los eucaliptus, los últimos que quedaban ya en pie, por desgracia. Cierto que había pasado el tiempo y puede que ya no fuera el mismo chaval que en la Escuadra de Morato durante la Guerra, pero, el caso es que ... a pesar de todo, a pesar de la secuela que le había quedado en la pierna después de aquel accidente en Málaga ... seguía siendo " Bobito" , aquel piloto colosal que podía sacar chispas al Fiat y a cualquier avión que le pusieran en las manos; incluyendo, por supuesto, al Buchón, el HA-1 .112 M1 L en denominación de fábrica , el último descendiente del Messerchmilt Me-109, del que una Unidad de combate iba a comenzar a operar en breve bajo su mando : un avión quízá algo difícil de volar, pero, como gustaba de repetir su amigo Fernando de Juan Valiente, probador de La Hispano, "aunque el Messer sea un avión difícil, si el motor (el Rolls Royce Merlin) es bueno, el avión ha de salir bueno". Con el Guadalquivir a la vista, tomó tierra en Tablada, como tantas otras veces . Carreteó bordeando a algunos Heinkel (CASA C-2.111 H) del Ala 25, luciendo ya su nuevo color aluminio: frenó, dejó el avión en manos del personal de tierra, y, fínalmente, caminó hacia su despacho. Nada hacía pensar en aquella soleada mañana del invierno de 1957 que fuera a formarse en Tablada una Unidad dotada de Buchones, salvo el avión de Comas aparcado en cualquier parte, y el mecánico Francisco Marteache, recién destinado, que trataba de buscar su sitio. Había ido a presentarse al Coronel Jefe de la Base, Alfonso Carrillo, el cual, mientras le afeitaban , lo remitió a Bobito: "Ah , usted viene por lo de esa nueva Ala que van a crear ... pues nada , nada , vaya a ver al Comandante Comas, que tiene su despacho allá en Maestranza". Minutos después, el sorprendidísimo Teníente Mecánico encontró un desolado y espartano despacho, y a Bobito fumándose su sempiterno puro mientras contemplaba la mesa y el par de sillas aburridas que componían todo el mobiliario: "De manera que viene usted destinado al Ala de Messer ... Pues no sé a lo que viene, porque para lo que tenemos aquí. .. " 107