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DOMINGO
de os ón
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ANÁLISIS
POLÍTICA
La decisión de Santos de ser candidato para el próximo periodo presidencial, dispara las cábalas sobre el terreno electoral en el que deberá moverse.
in un respaldo popular contundente, según las últimas encuestas, pero con un as bajo la manga que será determinante en el proceso electoral de 2014 -los diálogos de paz-, el presidente Juan Manuel Santos decidió jugársela por buscar su permanencia en la Casa de Nariño, cuatro años más, en medio de una campaña inédita en la historia política del país. Aunque las apuestas estaban prácticamente cerradas y desde días antes de su anuncio definitivo era casi un hecho que el jefe de Estado le apostaría a su reelección, la expectativa por lo que pudiera pasar mantenía en el congelador las piezas del ajedrez. Reiteradas salidas en falso, un campo revolucionado exigiendo igualdad y el inconformismo generalizado de una buena porción del electorado, pusieron el botón de la reelección en rojo y tendieron un manto de duda sobre el futuro político del mandatario. Sin embargo, en cuestión de semanas, los números en favor de un segundo mandato de Santos cambiaron y hace tan solo unos días, por primera vez, las encuestas lo situaron como ganador, aunque no de manera sólida y superado, incluso, por el voto en blanco. No obstante este nuevo mensaje marcó el punto de partida para el anuncio que se conoció el pasado jueves, cuatro días antes de vencerse la fecha establecida en el calendario electoral. Ahora, ante este nuevo escenario electoral, ¿cuáles son las verdaderas posibilidades del presidente de salir victorioso en las urnas y qué camino le espera para conseguir el objetivo?
SAN JOSÉ DE CÚCUTA, 24 DE NOVIEMBRE DE 2013
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El camino de Juan Manuel Santos hacia su reelección ÓSCAR IVÁN ZULUAGA
CLARA LÓPEZ OBREGÓN
EN LA DELANTERA LUCY ARAQUE lucy.araque@ laopinion.com.co Ilustraciones: JOHN VELASCO
Si bien es cierto que el presidente Juan Manuel Santos no arranca la carrera por el nuevo mandato con un respaldo popular pleno, la condición de candidatopresidente lo sitúa en la mejor posición de la competencia y con una evidente ventaja para asegurar su
MARTHA LUCÍA RAMÍREZ CAMILO ROMERO
triunfo en los comicios de mayo de 2014. Mientras que los demás aspirantes deberán dar el todo por el todo para conseguir el reconocimiento del electorado, el jefe de Estado se mantendrá en la zona de confort que le ofrece su contacto a diario con los medios de comunicación y la presencia en los diferentes actos y actividades que reclamen su presencia, siendo así el protagonista de la campaña.
AUSENCIA DE UN CONTRINCANTE FUERTE
ANTONIO NAVARRO
JHON SUDARSKY
A pesar de que la campaña que ya encendió motores es única en el país, toda vez que el presidente encontró asegurada constitucionalmente su posibilidad de aspirar a un segundo mandato consecutivo y el debate no se dará propiamente contra un candidato presidencial sino frente a la cabeza de una lista al Senado (Álvaro Uribe Vélez), Juan Manuel Santos arranca la búsqueda de su reelección sin un contendor fuerte. Por los lados del uribismo, el exministro Óscar Iván Zuluaga no cuenta con un reconocimiento fuerte por parte de los colombianos y aunque las encuestas lo ubiquen detrás del mandatario, será necesaria la imagen del expresidente Álvaro Uribe para hacerle contrapeso a la candidatura de Santos y forzar una segunda vuelta. De ahí que el mismo movimiento ha reconocido que su principal objetivo será el Congreso de la República, desde donde podrán convertirse en un
mejor obstáculo para los intereses del presidente. Pero el jefe de Estado deberá en la campaña enfrentarse a un tercer candidato. Lo que aún no es claro es si ese aspirante surgirá de una coalición entre el Polo Democrático, la Alianza Verde y la revivida Unión Patriótica. Estas tres colectividades coinciden en apoyar el proceso de paz del presidente Santos, pero en los restantes puntos esta hipotética alianza de centro-izquierda no encaja en el proyecto de centro-derecha del uribismo, ni tampoco en el espectro centrista de la Mesa de Unidad Nacional que blinda al Gobierno. Sin embargo, cada uno de estos partidos (Polo Democrático, Alianza Verde y Unión Patriótica) se declara independiente en medio de algunas divisiones internas. La más visible es la que mantienen verdes y progresistas, por lo que no hay todavía un líder visible. Aun así, en un momento determinado de la campaña, estas fuerzas podrían juntarse para hacerle frente a la reelección y generar eco entre los electores. Otro escenario al que le apuestan algunos analistas y que podría forzar una segunda vuelta es que el exalcalde Enrique Peñalosa, de difícil ubicación en el espectro partidista, y el conservatismo, se suban al bus del uribismo. Mientras estas piezas se acomodan, el candidato-presidente deberá aprovechar el terreno ganado si lo que pretende es alzarse con la victoria en primera vuelta.
PROCESO DE PAZ, LA CARTA ASEGURADA Pero si hay algo que definitivamente va a marcar la elección o no de Juan Manuel Santos será el proceso de paz. Al igual que sucedió en 1998 durante la campaña que llevó a la Presidencia a Andrés Pastrana, en los comicios de 2014 las negociaciones que se terminarán incidiendo en la puja electoral. Con dos acuerdos firmados parcialmente, de una agenda de seis, Santos arranca la campaña con la certeza de que los colombianos respaldan una salida negociada al conflicto, aunque con algunas contradicciones, y la posibilidad de que un avance más en las conversaciones podría garantizar su triunfo en las urnas. Por eso, su principal bandera de campaña será, sin duda, el proceso, tal y como lo dejó entrever desde el discurso en el que anunció su intención de aspirar por un segundo periodo. No obstante, su dependencia de este tema, también podría llevar a poner contra las cuerdas la candidatura en caso de que la mesa falle de aquí a la fecha de las elecciones y se produzca algún hecho que dé por terminado el proceso.
AÍDA ABELLA JUAN MANUEL SANTOS
APOYO DE LOS PARTIDOS Un factor importante en la campaña del presidente-candidato es el apoyo con el que cuenta en busca de un nuevo mandato, por parte de los Partidos de la Unidad Nacional. Salvo el conservatismo, que aún no se define frente a si llevará candidato propio o se la jugará por la reelección del jefe de Estado, liberales, Cambio Radical y el Partido de la U, le han manifestado abiertamente su respaldo al proyecto político de Juan Manuel Santos. Un camino, aparentemente, despejado es el que empieza a caminar el presidente, pero en el que deberá ir corrigiendo los errores que le han costado un duro golpe a su popularidad en el último año, llevándolo a niveles históricos en las encuestas.