SUPLEMENTO ESPECIAL
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Día Mundial del Turismo
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martes 27-9-2016
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La ciudad de las cuatro culturas La singularidad de su patrimonio histórico y monumental, el encanto de sus calles y su atractiva oferta gastronómica hacen de Córdoba un destino ineludible para el viajero R. CANO
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ABLAR de Córdoba es hablar de un amplio y privilegiado patrimonio histórico y cultural, desde la Mezquita Catedral hasta los valiosos vestigios de Medina Azahara pasando por el imponente Alcázar de los Reyes Cristianos; de una gastronomía característica y admirada por sus visitantes, que lejos de anquilosarse en el tiempo crece y se desarrolla gracias a una nueva generación de maestros de los fogones que están reinventando la tradición local; de su tradición ecuestre, con las Caballerizas Reales como ejemplo más evidente; de su amplia oferta de museos. Hablar de Cór-
doba es todo esto y mucho más, es hacerlo de una ciudad que florece en el mes de mayo y que luce como pocas gracias a sus coloridos patios. Pero no se equivoquen, Córdoba es mucho más que un mes al año. Es la ciudad del embrujo en los agradables paseos nocturnos a través de su judería; la ciudad bañada por el Guadalquivir, que a su paso por la capital califal luce salvaje, natural y rico en biodiversidad; la ciudad de la belleza cotidiana a cada vuelta de esquina. Y es que Córdoba, no lo olviden, es la ciudad de las cuatro culturas. Cualquier visita a Córdoba que se precie debiera comenzar por su monumento más emblemático, la Mezquita Catedral, ubicada en pleno centro histórico de la ciudad y a escasos metros de la ribera del Guadalqui-
Patrimonio cultural Córdoba cuenta con una oferta monumental que prácticamente no encuentra parangón
vir. De camino a esta joya 3 arquitectónica, el viajero El Alcázar de los podrá disfrutar del paseo Reyes Cristianos entre las estrechas calle- visto desde uno juelas de la judería y sor- de sus prenderse con el colorido majestuosos de los patios encalados y patios. las engalanadas rejas de los balcones. La joya de la corona de la capital cordobesa es también el conjunto monumental más importante de la arquitectura islámica en España y vivo ejemplo del paso de las diferentes civilizaciones que ocuparon a lo largo de los siglos la ciudad. Al interior se accede a través del Patio de los Naranjos, nombre al que hacen honor los casi 100 frutales que están plantados en él desde el siglo XVIII. Una vez dentro, la riqueza de la ornamentación y la disposición de los arcos de herradura cubiertos de arcos de medio punto sobrecogen al visitante. Durante la noche, los alrededores de la Mezquita, y en especial su alminar, adquieren tonos mágicos con la cuidada iluminación de la zona. A apenas unos metros de la Mezquita Catedral se erige otra de las joyas monumentales de la ciudad: el Alcázar de los Reyes Cristianos, en el que conviven restos romanos y visigodos con los de origen árabe. Reconstruido a partir del siglo XIII, completó su estado actual durante el reinado de Alfonso XI, conservando un aspecto sobrio en su exterior y los tintes de un palacio real en su interior. Destacan sobremanera sus jardines y patios de inspiración mudéjar, que invitan a un relajado paseo ya sea durante el día o la noche. En su interior, alberga un patrimonio artístico envidiable. Además, la visita se completa con el acceso a los Baños
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Imagen del interior de la MezquitaCatedral.
Vista interior de la Sinagoga de Córdoba.
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Las claves
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‘Andalusian Soul’, imagen exterior común
EL DÍA
Córdoba forma parte activa de la marca ‘Andalusian Soul’, sello bajo el que la ciudad califal, Málaga, Granada y Sevilla han empezado a comercializar internacionalmente el nuevo producto del eje turístico andaluz, que se identifica con el alma común de estos territorios. El proyecto busca la unificación de esfuerzos entre las cuatro ciudades para crear un circuito que aúne las esencias y personalidades de cada una de ellas y refuerce la imagen andaluza en el exterior. Recientemen-
Califales, realizados durante el califato de Alhakem II y reconstruidos para su visita como museo desde el año 2006. Muy cerca de la Mezquita se encuentran también las Caballerizas Reales, edificio construido en el sigloXVI y hogar del admirado equino pura raza español. La Asociación Córdoba Ecuestre gestiona un edificio declarado junto a la Mezquita-Catedral y la judería como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en él se realizan espectáculos ecuestres abiertos al público. Para complementar la visita por el patrimonio monumental de la ciudad, el viajero debe adentrarse en el barrio de Santa Mari-
Atractivo gastronómico La cocina popular convive con una nueva generación de chefs que están reinventando la tradición
JOSÉ MARTÍNEZ
na y visitar el Palacio de Viana, declarado Bien de Interés Cultural en 1981. Además de sus majestuosos patios, el Palacio acoge en su interior numerosas colecciones de pinturas, vajillas, mosaicos, tapices o armas de fuego, así como una biblioteca con más de 7.000 volúmenes. También es de obligado paso la Sinagoga de Córdoba, la única que se conserva en Andalucía y la más antigua de España. Reconstruida en 2014, la sinagoga cordobesa luce en todo su esplendor a pesar de contar con más de 700 años de antigüedad desde su
te, la marca ‘Andalusian Soul’ presentó su proyecto en la Jata Tourism Expo de Japón, uno de los mercados emergentes que se pretende explotar de manera activa con esta unión de fuerzas, junto a otros como Estados Unidos, Canadá, China o el Golfo Pérsico. El proyecto es un ejemplo de colaboración público-privada entre las administraciones, las alcaldías, la Junta de Andalucía, el gobierno central y los empresarios y organismos del sector turístico.
construcción como templo judío. Y en el paseo por los puntos imprescindibles, no puede quedarse fuera Medina Azahara. Situada a unos ocho kilómetros de la capital cordobesa, en la falda de Sierra Morena, se encuentra esta ciudad que data del siglo X, cuando Abd al-Rahman III mandó edificarla para renovar la imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente. Su ubicación es estratégica, permitiendo el desarrollo de construcciones jerarquizadas, de manera que la ciudad quedaba dominada visualmente por las edificaciones de su Alcázar. Pese a los destrozos que sufrió durante las sucesivas guerras que asolaron Al-Andalus, Medina Azahara sigue siendo un lugar mágico del que se puede disfrutar a través de diferentes visitas guiadas. Y si atractiva es la oferta patrimonial de Córdoba, no lo es menos la grastronómica. La ciudad califal siempre ha destacado por su cocina popular: los flamenquines y el salmorejo está en el imaginario colectivo cuando se nombra Córdoba. Y lo cierto es que si por algo destaca la ciudad en el plano gastronómico es por la facilidad para disfrutar de su cocina a pie de calle. Las tabernas, bares y restaurantes ofrecen multitud de opciones a precios bastante asequibles. La cocina cordobesa, lejos de anquilosarse en el tiempo, está viviendo una de sus mejores épocas, gracias a una nueva generación de chefs que están reinventando la tradición para adecuarla a la alta cocina. En la ciudad se puede disfrutar de la cocina de Kisko García, estrella Michelín en su restaurante Choco, reconocimiento al que aspira Paco Morales –con Noor– y Celia Jiménez, con el establecimiento que lleva su nombre, aunque ambos ya lo tuvieron antes.
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Un sinfín de posibilidades se abre en la provincia El turismo activo y de naturaleza, así como el vasto patrimonio histórico y cultural ofrecen múltiples opciones para el viajero en los municipios cordobeses 7
Un ejemplar de Ciervo ibérico en Sierra Morena, en plena época de la berrea.
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OS pueblos de la provincia de Córdoba ofrecen un sinfín de posibilidades para el viajero más curioso. Desde el vasto patrimonio histórico y cultural hasta las grandes posibilidades de disfrutar del turismo activo y de naturaleza en zonas tan privilegiadas como el Valle del Guadalquivir, la Subbética, Sierra Morena, el Valle del Guadajoz, Los Pedroches o el Valle del Guadiato. El viaje por la provincia cordobesa puede arrancar en el Valle del Guadalquivir, que engloba los pueblos de Hornachuelos, Palma del Río, Fuente Palmera, Posadas, Almodóvar del Río, Encinarejo, Guadalcazar, La Carlota, La Victoria, Villafranca, Adamuz, El Carpio, Pedro Abad, Montoro, Bujalance, Cañete de las Torres y Villa del Río. Entre esta importante número de municipios se extienden gran cantidad de hectáreas de
terreno propicio para el disfrute de la flora y la fauna cordobesas. Un ejemplo claro es el Parque Natural de Hornachuelos, situado al oeste de la provincia y muy propicio para la práctica del senderismo, además de otras actividades como las ecuestres, cinegéticas, náuticas y de montaña, así como el cicloturismo. Además, el territorio es una oportunidad única para avistar aves como el águila real, el águila perdicera o el buitre negro. En cuanto al turismo patrimonial, esta comarca ofrece visitas muy interesantes como el Palacio de Moratalla, más conocido como el Versalles de Córdoba. En su origen fue una villa romana, pasó a ciudad árabe y más tarde se transformó en un gran cortijo que llegó a lindar con la provincia de Sevilla. Otra visita muy interesante es el Castillo de Almodóvar del Río, que puede visitarse a través de rutas teatralizadas, culturales o mediante almuerzos medievales.
Valle del Guadiato El contacto con la naturaleza se hace palpable en localidades como Cardeña o Montoro
Subbética La Cueva de los Murciélagos en Zuheros, una visita obligada para el viajero má aventurero
Si viramos la ruta hacia el Valle del Guadiato, el contacto con la naturaleza cobra un importante protagonismo. Así, la pequeña localidad de Cardeña es un lugar por descubrir en la época de la berrea para los amantes de la fauna ibérica. Con la llegada del otoño se reproduce este espectáculo imperial que provocan los ciervos en celo, una de los ceremoniales más emocionantes que nos regala la naturaleza. Y para el viajero más interesado en el patrimonio histórico, la recomendación pasa por los refugios de la Guerra Civil que se conservan en Villanueva de Córdoba y El Viso. Estos espacios se conservan prácticamente intactos y están abiertos al público para la celebración de distintas actividades durante el año. El viaje por la provincia cordobesa continúa por la campiña cordobesa, al Sur, y sus municipios de gran tradición olivarera y vitivinícola. Para los viajeros más interesados en el aspecto gastronó-
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Imagen de una de las galerías de la Cueva de los Murciélagos en Zuheros.
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mico, resultará toda una bendición la visita a Baena, localidad que da nombre a una de las Denominaciones de Origen más importantes del aceite de oliva virgen extra, el auténtico oro líquido cordobés. En tierras baenenses es aconsejable la visita al Museo del Olivar y del Aceite, así como un paseo por el Parque Arqueológico de Torreparedones o la Cueva del Yeso, para los más aventureros. A escasos kilómetros de una de las grandes cunas del aceite de oliva en Córdoba se encuentran Montilla y Moriles, los municipios que renombran la Denominación de Origen más importante de la provincia en lo que al vino se refiere. La ocasión es, por tanto, perfecta para sumergirse en la cultura vitinícola y disfrutar de algunos de los mejores caldos del país. Para los más golosos, la ocasión es perfecta porque muy cerca se encuentra la localidad de Rute, perteneciente ya a la comarca de la Subbética, que recibe al visitante con el típico aroma de sus afamados anises y dulces de navidad. También gozan de gran popularidad sus embutidos, junto a las comidas más tradicionales como las migas, el pizporrete o los flamenquines. Pero sin duda alguna la joya de la corona en la comarca de la Subbética es Zuheros. Este pequeño municipio de casas blancas esconde tesoros naturales sin igual, como su espectacular y reconocida Cueva de los Murciélagos. Declarada Monumento Natural y Bien de Interés Cultural, destaca por la belleza de sus formaciones calizas, sus pinturas rupestres y los restos humanos allí encontrados. El paseo por sus amplias galerías estremece incluso al visitante más experimentado en estas lides. Además, la visita a Zuheros no se completa sin pasar por su castillo, pasear por sus estrechas e intrincadas calles o, en el 7 caso de los más atreviImagen dos con el deporte, llepanorámica del var a cabo alguna de las yacimiento de múltiples rutas de senFuente Álamo, derimos que la Sierra de en la localidad la Subbética ofrece. de Puente Genil. Otra de las opciones más atractivas si se visita esta comarca cordobesa es la visita a la ciudad de Lucena, municipio que encierra multitud de experiencias que sin duda harán las delicias del viajero. La ciudad se presenta al visitante como como una fuente de rico patrimonio histórico y artístico, herencia de un importante pasado judío, árabe y cristiano que la hicieron un próspero enclave como ciudad de las tres culturas. Entre todos sus encantos patrimoniales, destaca por si singularidad la Necrópolis judía, puesta en valor en 2006 con el descubrimiento de un cementerio de época medieval andalusí y abierta al público para su visita un año después. En el lugar aparecieron más de 300 tumbas, que ahora se pueden visitar mediante visitas guiadas que muestran el legado judío en la localidad lucentina. Naturaleza y aventura, gastronomía y patrimonio monumental, cultural e histórico se dan la mano en las distintas comarcas cordobesas para ofrecer al viajero una rica y variada cantidad de opciones a la hora de elegir destino, que colmarán las preferencias de cualquier visitante. Y es que más allá del esplendor de la ciudad de Córdoba, hay múltiples tesoros por descubrir entre sus pueblos y sus parajes. Y todo ello, a una distancia mucho menor de la que parece.
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Un viaje a través de la antigua ruta del aceite La Vía Verde de la Subbética, que une el interior de Andalucía, ofrece una alternativa de naturaleza, deporte y gastronomía R. CANO
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través de las líneas ferroviarias en desuso de la Subbética, anteriormente utilizadas por el tren del aceite, se puede recorrer el interior de Andalucía en itinerarios cicloturistas y senderistas. Los bellos paisajes del Parque Natural de las Sierras Subbéticas se mezclan con la arquitectura ferroviaria conservada, formada por cuatro viaductos, cinco estaciones, un túnel de 139 metros, 13 edificaciones de viviendas repartidas entre casillas de paso a nivel (intersecciones de carreteras), casillas de obreros y viviendas de ferroviarios, encontrándose todas ellas en diferente estado de conservación. Además, existen un total de seis áreas de descanso durante la ruta. La historia de la creación de esta antigua ruta del aceite se remonta al 30 de Abril de 1875, cuando Jorge Loring –posterior Marqués de Loring– estampó su firma en el proyecto de construcción de la línea, en el enunciado de dicho proyecto. Bien conocida es la gran importancia agrícola de ciudades como Lucena, Cabra, Martos y Jaén, cuya principal riqueza es conformada por la exportación de aceite, granos y caldos y que sin embargo, más alejadas de las vías férreas sienten entor-
pañía, dirigió a los gobernadores de Córdoba y Jaén, sendos mensajes donde decía: “Tengo el honor de poner en conocimiento de V. E. que en el día de ayer, quedó abierta para su explotación, la totalidad del camino de hierro de Puente Genil a Linares”. La linea inició su primera crisis en los años cincuenta y la vía contempló el último paso del tren en 1985. Un total de cuatro viaductos componen el recorrido de esta vía verde. Los dos más importantes, producto de su longitud y la panorámica que proporcionan son el Viaducto de la Sima con 132,30 metros y el Viaducto de Zuheros, con 104 metros. Además, en el trazado de la vía verde de la Subbética se localizan dos zonas de deportes activos, que se ubican en el Puente de Zuheros y en el Puente de la Sima y están habilitadas para el desarrollo de actividades de escalada, rappel y puenting. El viajero que transite por esta vía natural dispone también de cinco estaciones y un apeadero a lo largo del recorrido. En la actualidad, dos de ellas están dedicadas a restaurantes (en Luque y en Doña Mencía). Por otra parte, la estación de Cabra alberga el Centro de Interpretación del Aceite. Este centro recrea una estación de
Un paraje idílico Las antiguas estaciones de Luque y Doña Mencía están convertidas ahora en restaurantes pecido su comercio por los tardíos y defectuosos medios de transporte. Esta vía palió el efecto radial de los trazados ferroviarios, que realizaron las más importantes compañías, la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces creada en 1877. Para ello se acometió la construcción de una variante más corta para unir Madrid con Al-
geciras y Málaga, prestando al mismo tiempo, servicio ferroviario a una comarca emergente, dando salida hacia ambos puertos, la metalurgia pesada de Linares y los productos agroalimentarios de Jaén y sur de Córdoba. De ahí nace El Tren del Aceite. El 22 de enero de 1893, el señor Contreras, ingeniero jefe de la nueva com-
ferrocarril de 1920-1930. En él se contemplan diferentes salas y ambientes. De esta forma, nos encontramos un ámbito dedicado a la historia del Tren del Aceite y a la recreación de un andén ferroviario; otro que tiene por objeto el olivar en la Comarca, y otra parte del museo hace referencia a la Vía Verde de la Subbética.
Lanaturalezaen estadopuro El Valle del Guadalquivir, una oportunidad ideal para el viajero que busca turismo activo
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L Valle del Guadalquivir discurre de este a oeste atravesando la provincia de Córdoba, desde Villa del Río hasta Palma del Río, con un protagonista de excepción, el río Guadalquivir, que ha dado vida a este bello lugar, configurando un territorio repleto de contrastes paisajísticos, historia, patrimonio, cultura, tradición y vida. El Valle del Guadalquivir en Córdoba está jalonado por dos espacios naturales de inigualable belleza, el Parque Natural de Cardeña y Montoro y el de la Sierra de Hornachuelos, complementos perfectos que sin duda permiten que este destino turístico, se convierta en un escaparate paisajístico, diferenciando de esta manera tres tipos de espacios: la Sierra, la Vega y la Campiña. Todo esto, unido al majestuoso patri-
monio histórico y natural, ha propiciado la generación de numerosos servicios y productos turísticos, que con la ayuda de la gastronomía, la agricultura y la tradición de sus gentes han proliferado en el desarrollo de establecimientos de elevada calidad, como casas rurales, restaurantes, hoteles, campings… Diversos servicios acompañan a estos establecimientos, dando vida a multitud de actividades como rutas de senderismo y culturales, actividades de turismo acuático, espectáculos ecuestres y visitas a monumentos. Además, el viajero que se adentre en esta zona podrá disfrutar con las maravillas de la gastronómia comarcal, caracterizada por la calidad de sus naranjas, de su aceite de oliva y de los frescos productos de su huerta.
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El sello propio de la excelencia La Denominación de Origen Protegida de Los Pedroches certifica mediante estrictos procesos la excelente calidad de cada pieza de jamón ibérico de bellota que produce R. CANO
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UANDO estamos delante de un plato de Jamón Ibérico Puro de Bellota de la Denominación de Origen Los Pedroches estamos ante unos cinco años de trabajos, cuidados y mimos, cuyo único objetivo es provocar el deleite final del consumidor y ante un producto que tiene, además de unas excelentes cualidades gastronómicas, unas extraordinarias capacidades desde el punto de vista de la preservación de la salud. El ibérico de bellota de Los Pedroches es un producto ligero, que aporta proteínas y con una composición en sus grasas ricas en ácidos grasos monoinsaturados que lo hacen muy sano y digestivo. El sabor del auténtico origen
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ORIGEN. Año tras año, al llegar el otoño, este bosque mediterráneo que es la Dehesa de Los Pedroches acude a su cita y brinda generosamente a los cerdos 100% ibéricos su principal sustento, bellotas en abundancia y pastos que sirven de complemento a su dieta. Es la fase conocida como Montanera y la que va a diferenciar la calidad de los jamones y paletas de la Denominación de Origen Protegida Los Pedroches, de su peculiar y untuosa grasa, de sus delicadas fragancias y matices.
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GARANTÍA DE CALIDAD. Una Denominación de Origen Protegida es un distintivo oficial que surge con el fin de ayudar a los consumidores en la identificación de los productos con una reputación acreditada y una calidad diferenciada ligados a un territorio determinado en el que se dan tanto la producción primaria como la posterior elaboración de los mismos. Es una herramienta que pretende defenderlos de imitaciones y abusos en la utilización del nombre protegido de Los Pedroches y ofrecerle una garantía de autenticidad.
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3SITUACIÓN. En el mejor lugar posible para la cría
del cerdo ibérico. Rodeados de naturaleza, entre encinas centenarias y con un tupido manto de hierba como alfombra. El clima, además, es cálido, en una zona de planicies o colinas poco elevadas de belleza serena. En plena Dehesa de Los Pedroches, el escenario ideal y el mejor ecosistema para que el cerdo ibérico viva en libertad y produzca calmada y suavemente la materia prima que da lugar a una de las mayores joyas gastronómicas que se conocen
SABOR. En cuanto al aroma, el jamón de bellota 100% Ibérico DOP Los Pedroches presenta olores intensos y persistentes que recuerdan a frutos secos tostados, corteza de pan y un caracterisitico “olor a curado”. La textura de su grasa proveniente de la bellota debe ser untuosa y suave al tacto con los dedos. El consumidor debe sentir como la grasa se funde en su boca cuando degusta este producto. En boca, la intensidad del punto de sal debe de ser baja, pues estamos ante un producto jugoso, intenso en sus sabores y con una persistencia alta en boca.
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3AUTENTICIDAD. Cada pieza, jamón o paleta,
amparada por la Denominación de Origen Protegida Los Pedroches sale al mercado identificada por este Consejo Regulador mediante un precinto inviolable y una etiqueta. Las piezas van además numeradas individualmente y en cada una de ellas se especifica su categoría. Este proceso se realiza pieza por pieza, porque cada uno es única. Cualquier pieza no identificada por este Consejo Regulador no puede acreditar ser de Los Pedroches.
3CATA. La degustación del ibérico de bellota de Los
Pedroches se debe de realizar con lonchas de un tamaño adecuado en boca, lo más finas posible, recién cortadas y a cuchillo. El elemento diferenciador de la bellota se encuentra en la grasa del jamón, por lo que todas estas lonchas deben tener una proporción adecuada de grasa. Suele presentar colores rojos intensos, la grasa debe de ser blanca o rosácea, con un brillo alto y uniforme y está infiltrada en el interior del músculo y muy desestructurada, lo que no le resta jugosidad.
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El mejor producto posible y al alcance de todos Villanueva de Córdoba celebra la XVI Feria del Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches R. CANO
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N año más, Villanueva de Córdoba se viste de gala para la celebración de una de las ferias agroalimentarias más importantes de Andalucía. Con la llegada del mes de octubre, la cita resulta ineludible con la Feria del Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches, que este año cumple su decimosexta edición y que se extenderá entre los días 6, 7 y 8 de octubre, quedando para la jornada final el día de la gran degustación. Este evento, organizado por el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, llega una vez más con la intención de impulsar la promoción y comercialización de un producto tan característico y tan exclusivo de la zona como es el jamón ibérico de bellota que se produce en la comarca de Los Pedroches. Una auténtica joya de la gastronomía que además en esta feria se puede disfrutar a precios bastante asequibles si se tiene en cuenta la gran calidad de un producto que cada vez es más admirado en el resto de España y el mundo. El gran jamón ibérico que se produce en Villanueva de Córdoba y el resto de los mucipios del Valle de Los Pedroches no se entiende sin la dehesa. Es ahí donde el cerdo ibérico se cría de manera libre y comiendo el equivalente a tres hectáreas de encinas por cabeza. Una mimada forma de crianza que tan sólo es posible en la mayor dehesa del mundo, la de Los Pedroches. 300.000 hectáreas de terreno conforman un ecosistema ideal para la cría del cerdo ibérico, que se alimenta de bellotas y se desarrolla en un entorno natural inigualable. Estos elementos diferenciadores son los que convierten al Valle de Los Pedroches en el mayor productor mundial de jamón ibérico del mundo.
300.000 hectáreas El Valle de los Pedroches posee la mayor dehesa del mundo, un ecosistema ideal para la cría del cerdo Y la Feria del Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches que se celebra en Villanueva es la ocasión perfecta para conocer todo ese proceso desde que el cerdo pasta libremente hasta que llega a la mesa convertido en un producto de primerísima calidad. Entender el entorno, el proceso de crianza, la posterior curación del producto, son conocimientos clave que uno puede adquirir rápidamente en esta feria agroalimentaria que es mucho más que una gran degustación de jamón ibérico. Porque el momento de probar el ibérico de bellota queda para la jornada final de la feria, el sábado, pero antes, el programa
1 Imágenes de la edición del año pasado,
durante el día final de la Feria, en el que los asistentes pudieron degustar el Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches.
del evento cubre prácticamente todos los ámbitos que están relacionados con la producción de este manjar. Así, entre los acontecimientos más importantes que se celebran se encuentran el Concurso de Cortadores de Jamón, homolago por la Asociación Nacional de Cortadores de España, el Concurso al mejor Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches, las Jornadas Técnicas, el Encuentro Nacional de Corta-
dores de Jamón, la elaboración de platos en directo a cargo de cocineros profesionales, la cata dirigida por la Denominación de Origen Los Pedroches y el ‘coworking’ entre restauradores, empresarios e industriales del sector. Así pues, durante tres días Villanueva de Córdoba se convierte en el epicentro de la gastronomía española con la celebración de la XVI edición de la Feria del
Jamón Ibérico de Bellota Los Pedroches, una cita que supone uno de los mejores escaparates para promocionar y degustar un producto tan emblemático, único de la gastronomía cordobesa y que cuenta con Denominación de Origen propia, además de haberse convertido poco a poco en un importante motor de desarrollo económico para la comarca de Los Pedroches.
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Cabra y el encanto de sus cuatro almas Su patrimonio, sus tradicionales fiestas, su gastronomía y el carácter abierto de sus gentes esperan en el centro geográfico de Andalucía
convento de la Orden. Por esta calle y haciendo esquina con la calle Cervantes, se ubica el Círculo de la Amistad. Volviendo a la Plaza Vieja, iniciamos otra vía de ese cruce de caminos. Nuestra mirada se deleitará ante el hermoso jardín que arropa la cuesta de la calle Mayor, que lleva hasta el Castillo de los Condes de Cabra, con su Torre del Homenaje. Construido sobre una fortaleza romana en época árabe, este castillo formaba parte de las antiguas murallas y albergó el Palacio de los Condes de Cabra. Al llegar arriba todo es diferente, un alma nueva de Cabra, una paz indescriptible, árboles inmensos, las palmeras, la puerta de Palacio, hoy Convento de las Madres Franciscanas que nos ofrece sus jardines mirando a la vega. La Parroquia de la Asunción ocupa el centro de la plaza de la Villa Vieja, construida por los Hermanos de Calatrava sobre una antigua mezquita. La Villa nos lleva al Cerro donde encontramos la Casa de Cayetano Muriel y sus típicas casas blancas, encaladas y engalanadas de flores, otra alma de Cabra diferente de las demás. En lo alto del barrio, la Iglesia de San Juan Bautista nos ofrece otra pequeña joya, enclavada en la plaza donde la Cruz preside la vida del barrio. Diferentes fiestas colman la vida de esta ciudad, destacando la Semana Santa por tratarse de la mayor muestra de arte religioso en las calles. Y, por supuesto, las fiestas en Honor de María Santísima de la Sierra, patrona de Cabra, del 3 al 8 de septiembre. Ambas fiestas son declaradas de Interés Turístico Nacional. El resto del año se complementa con celebraciones varias que van desde la Cabalgata de Reyes Magos pasando
Rica gastronomía La huerta y las carnes de la sierra se unen para proporcionar una riqueza culinaria sin igual JAVIER JIMÉNEZ MIGUELES
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N el centro geográfico de Andalucía y en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, se encuentra Cabra, ciudad con gran patrimonio monumental, tradiciones y fiestas, custodiada por sierras, manantiales y parajes naturales. Debido a su situación geográfica, y su red de alojamientos que van desde las más equipadas casas rurales hasta los hoteles de tres y cuatro estrellas, Cabra se convierte en un punto de partida inmejorable para conocer Andalucía. Situada sobre dos colinas y el resto sobre un llano que se extiende al norte y este de aquellas, descubrimos Cabra, a una altura de 448 metros junto a la sierra y en el fondo de un valle en forma de semicírculo. Quien pasa por Cabra ligero, de paso, no puede percibir el gran encanto de sus cuatro almas. Es necesario detenerse y perderse por sus calles. La parte más visible, la Cabra moderna, nos ofrece la imagen de una ciudad ajetreada. Edificios modernos conviven con el barroco más auténtico y son muestra del progreso y crecimiento que la ciudad viene experimentando. Prueba del avance es el nuevo centro comercial abierto, el cual, con la peatonalización de las calles más céntricas, ofrece un gran atractivo económico para la ciudad. Diversas empresas ubicadas en su periferia y en sus distintos polígonos indus-
triales nos hablan del avance en este sentido. La piedra y el mármol rojo son trabajados con la técnica y el oficio de los viejos canteros, arañando en el corazón de la sierra, dándoles forma en sus talleres, cubriendo demandas para nuevas construcciones y grabando con mano artesana: fuentes, balcones, balaustradas, columnas, portadas o trabajos de restauración de viejos edificios. Siendo la principal fuente de ingresos de la ciudad el cultivo del olivar, no es de extrañar que las almazaras den fe del buen quehacer aceitero egabrense, desde los procedimientos más sofisticados hasta las formas más tradicionales, del prensado en frío que mantienen intactas las cualidades del aceite virgen de oliva. El Museo del Aceite, se convierte en la escuela viva donde recordar esa tradición que sigue siendo la base de la economía de la ciudad. Las bodegas egabrenses cuentan con una vieja ascendencia, cultivan la vid con esmero para luego producir ricos caldos que van desde el vino fino hasta los afrutados pasando por el exquisito moscatel La Cabra señorial, barroca, nos ofrece sus balconadas recubiertas de madera acristalada. Los mármoles están presentes en la mayoría de las casas en forma de labrados dinteles y otros detalles de la construcción. Grandes puertas de madera con clavos dorados, y aldabones del mismo metal, guardan el zaguán o entrada de la casa, custodiada ésta por puertas de madera o reja.
Si nos damos un paseo por Cabra podemos ir desde el parque dedicado a Alcántara Romero, también conocido como Cabeza de Hierro por su gran tesón en conseguir mejoras para la ciudad, hasta la calle don Antonio Povedano que nos llevará a la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, que cuenta con un importante patrimonio pictórico. También podemos, tras beber agua en la fuente del parque, bajar por la calle Pepita Jiménez hasta la plaza de Aguilar y Eslava, muy animada gracias al ir y venir de los jóvenes estudiantes del Instituto. Centro fundado en 1679, en cuya biblioteca se conservan las obras donadas por Juan Valera. En dirección a la plaza de España muchas casas blasonadas nos salen al paso, por Santa Ana, Juan Valera, Enrique de las Morenas,… cualquiera de estas calles es válida para seguir encontrando estos detalles. En la calle Martín Belda destaca el edificio de la Casa de la Cultura, antiguo Banco de España, donde actualmente se ubican el Museo Arqueológico, la Sala de Exposiciones y la Biblioteca. Por la avenida José Solís llegamos a la casa natal de Juan Valera, donde hoy se encuentra el Conservatorio de Música. Si continuamos nuestro caminar por esta avenida, llegaremos hasta la Plaza Vieja, cruce de caminos e inicio de la parte más antigua de la ciudad. Desde ella divisamos la calle José de Silva que nos lleva a la Iglesia de San Juan de Dios, capilla del antiguo
por Carnaval, Romerías, Fiestas de Barrios, Corpus Christi, Feria de San Juan, … hasta llegar a la Navidad. El folclore egabrense nace al compás de las Mudanzas, baile típico que con una guitarra con aire de fandango se bailaba en las huertas al atardecer. Los mochileros en la Navidad tampoco pueden ser olvidados con sus letrillas y sones característicos. Este recorrido por la ciudad no podría realizarse sin una parada por la gastronomía egabrense. Los platos de nuestra cocina giran en torno a dos elementos clave: la tierra y el agua. La huerta y la sierra se unen para proporcionar una riqueza culinaria sin igual. De la huerta, frescas verduras nos servirán para elaborar empedrados, potajes, gazpachos o las típicas espinacas con garbanzos. De la sierra, sus sabrosas carnes y típicos adobos que se convierten en exquisitos manjares para propios y extraños. La mesa no quedaría completa sin dulces como los gajorros, pestiños, dulce de membrillo o gachas. Volviendo la mirada divisamos la relajante vista que preside el Picacho, donde se encuentra la ermita de la Virgen de la Sierra, patrona de Cabra. Envidiable lugar, sitio declarado de Interés Natural, en el que un día despejado podemos divisar desde Sierra Nevada hasta Sierra Morena. Una visita a Cabra no quedará completa si no disfrutamos del atardecer plácido con la ciudad a nuestros pies y la mirada perdida en el lejano horizonte de las Sierras Subbéticas.
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Vuelta a la esencia para degustar los mejores caldos La XVIII Cata del Vino de Moriles cumple la mayoría de edad abriendo sus fronteras a los municipios de la Denominación de Origen y reivindicando la cultura tradicional R. CANO
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A apertura del Centro de la Cultura del Vino permitirá que los visitantes de Moriles se introduzcan un poco más en el mundo de la enología, pero si además tienen la suerte de pasar por la localidad cordobesa durante los días 21, 22 ó 23 de octubre, podrán disfrutar de la XVIII edición de la Cata del Vino de Moriles, una celebración que este año cumple la mayoría de edad y que sigue creciendo como una herramienta perfecta para la promoción y la puesta en valor de los caldos de la Denominación de Origen MontillaMoriles. Este año, la fiesta de los vinos morilenses hace hincapié en la figura del vino como elemento de identidad del municipio y reivindica su producción artesana. Las instalaciones de la Caseta Municipal de Moriles volverán a acoger una cita en la que a partir de este año y por primera vez participará una bodega de otro municipio que pertenezca a la DO. En esta apuesta por la apertura a otras bodegas del marco, será Bodegas Delgado, de Puente Genil, la primera que ofrezca sus vinos en esta esperada celebración en Moriles. Esa es la principal novedad de una cita que este año espera igualar e incluso superar las cerca de 10.000 visitas recibidas durante la edición del año pasado, y que sigue apostando por la innovación y la creación de nuevos productos en torno al vino, relacionados con la industria agroalimentaria y con las nuevas tecnologías. En la presentación del cartel de la XVIII edición de la Cata del Vino de Moriles, la alcaldesa del municipio de la Campiña Sur, Francisca Carmona, explicó que “no sólo la Cata gira en torno al vino, sino que éste es la esencia de la misma, la esencia de nuestra propia cultura y de nuestras señas de identidad”. En la Cata, los bodegueros ponen en común sus nuevas pre-
sentaciones, las nuevas técnicas de comercialización en las que están trabajando, “por lo que es punto de encuentro de obligada puesta al día del sector”. Además, la alcaldesa destacó que la esencia “está presente en el sector bodeguero de Moriles, que ha sabido adaptarse a los signos de los nuevos tiempos, modernizando sus instalaciones y la maquinaria de molturación y fermentación, conjugando las interacciones con el consumido que propician las nuevas tecnologías de la comunicación, pero respetando siempre los tiempos y los procesos tradicionales que exige un producto de alta calidad”. Por todo ello, la primera edil del municipio morilense dejó claro que “para el Ayuntamiento es fundamental el apoyo al
El primer invitado Bodegas Delgado, de Puente Genil, abre la ronda de invitaciones a los pueblos de la DO sector productivo, como agricultores y bodegueros, pero también a las empresas auxiliares de nuestro entorno y que trabajan alrededor del vino desde hace muchos años”. En la edición del año pasado, un total de 13 fueron las empresas que participa-
ron en la Cata del Vino de Moriles, cifra que este año se superará, contando con la presencia de empresas del sector agroalimentaria de la localidad morilense, además de las bodegas y lagares. En los próximos días, desde el consistorio se completarán la programación y todos los detalles de una fiesta que incluirá ponencias y distintos talleres que giren en torno al vino, a su esencia y a su relación con Moriles, además de actuaciones musicales y otras enfocadas a los más pequeños. La Cata del Vino de Moriles pondrá el broche de oro un año más al proyecto La Vendimia nace en Moriles que este año además contó con el gran estímulo que supone la apertura del Centro de la Cultura del Vino.
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Morilesimpulsaelenoturismocon elCentrodelaCulturadelVino El espacio está pensado para la recepción de visitantes a los que introducir en la tradición vitivinícola de la comarca, además de acercar la producción al consumidor ma de caldo, así como las distintas y más apreciadas variedades que en la zona se producen. La visita se completa en los espacios dedicados al vino como fuente de inspiración –donde se ofrecen los mejores maridajes culinarios para los vinos de Moriles así como su aplicación cada vez más creciente a la cocina– y las catas, donde el visitante recibirá algunas nociones a la hora de identificar las distintas variedades y tendrá la posibilidad de probar los excelentes caldos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Entre todos ellos, destaca la joya de la corona, el Pedro Ximénez, un vino caracterizado por sus tonos ámbares y sus aromas dulces y suaves. Las especiales características climatológicas de la Campiña Sur son las que permiten la elaboración de vinos tan dispares como el fino, el oloroso o el Pedro Ximénez. Esta última variedad, necesitada de alcanzar una gran cantidad de
Calidad superior La especial ubicación geográfica de Moriles da a sus caldos unas características únicas R. CANO
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A Campiña Sur de Córdoba encierra entre sus campos el secreto de los mejores y más reconocidos vinos de la región. La Denominación de Origen Montilla-Moriles se ha encargado durante muchos años de difundir por España y el resto del mundo los encantos de los caldos cordobeses pero ahora la localidad de Moriles ha dado un paso más allá con la apertura del Centro de la Cultura del Vino, un espacio que pretende impulsar el enoturismo en la región y que propone al visitante un viaje a través de la cultura del vino, de su elaboración y de la forma en la que durante generaciones se ha transformado la uva en vinos de una calidad sobresaliente, obtenidos de la manera más tradicional. Ubicado en el lagar de El Monte, entre campos de verdes viñedos, el Centro de la Cultura del Vino se erige como un proyecto pensado para la recepción de visitantes, a los que acercar de primera mano la tradición vitivinícola de la comarca. Esta infraestructura cuenta con hasta ocho áreas bien diferencias, cada una de ellas pensada como un paso en este paseo por la tradición enóloga que la visita propone. Después de la recepción, los visitantes acceden a la zona de presentación de la Denominación de Origen, en la que se explican
las privilegiadas características naturales de la comarca para la producción del vino, caracterizadas por la calidad del suelo, el clima específico y la calidad de su vid. La visita continúa a través de la sala de viticultura, en la que se recoge la tradición vi-
tivinícola de Moriles, para dejar paso después a las zonas de embotellado, comercialización y labores del vino, en las que el visitante conocerá de primera mano el tratamiento que se aplica a la uva desde su recogida hasta que sirve en una copa en for-
azúcares en su maduración, encuentra en Moriles su hábitat ideal, proporcionando vinos con un alto contenido en alcohol de manera totalmente natural. La Denominación de Origen MontillaMoriles abarca actualmente más de 5.000 hectáreas de viñedos, repartidas entre 17 municipios de la campiña cordobesa. Además, cuenta con 2.147 viticultores y se estima que unas 7.000 familias dependen de la actividad vitivinícola en la zona, en la que hay hasta 55 bodegas. La producción de la Denominación de Origen superó el año pasado los 300.000 hectolitros de vino y supuso una facturación de 36 millones de euros. La apertura del Centro de la Cultura del Vino, cuya inauguración se produjo la pasada semana con la presencia de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, supone una ambiciosa apuesta por reforzar el turismo agroalimentario en Moriles y una atractiva invitación a todos los apasionados del vino o a los interesados en adentrarse en esta cultura para que conozcan de primera mano la elaboración de unos vinos con sello propio. Así que si tiene la oportunidad, no dude en deleitar su paladar con los caldos de Montilla-Moriles y de empaparse con la cultura vitivinícola de la región, que ahora está al alcance de todos con la apertura de este auténtico museo del vino.
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La ‘bella escondida’ espera con múltiples tesoros que mostrar Patrimonio histórico y cultural, gastronomía y naturaleza se dan la mano en Montoro R. CANO
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ICEN que Montoro es la bella escondida, porque el viajero que transita por la autovía sólo alcanza a ver un conjunto de casas que no llegan a sugerirle la riqueza patrimonial, arquitectónica, gastronómicaydenaturalezaqueescondeestapequeña localidad del Alto Guadalquivir. Y lo cierto es que así es, porque el viajero que detiene su camino para comprobar de primera mano las posibilidades del municipio montoreño no tarda en sorprenderse con la visita. Montoro aúna el sabor de los lugares con historia y un entorno natural envidiable, gracias a su privilegiada situación geográfica. Además, su cercanía con Córdoba capital –apenas unos 20 minutos por autovía– conectan esta coqueta localidad con los medios de transporte más rápidos y cómodos, como son los trenes de alta velocidad. Construida sobre cinco colinas y rodeada por un gran meandro del río Guadalquivir, Montoro está declarado Conjunto HistóricoArtístico desde 1969. A simple vista, su arquitectura llama la atención, caracterizada por la utilización de la típica piedra molinaza y el blanco de la cal que luce en las fachadas de sus casas. Un simple paseo basta para quedar maravillado con el entramado de sus calles, las casas solariegas con escudos heráldicos, sus acogedoras plazas. Además, el viajero más interesado en descubrir el patrimonio monumental de este municipio cordobés podrá disfrutar de edificios tan emblemáticos como el Ayuntamiento (que data del siglo XVI), la Parroquia de San Bartolomé, la Iglesia de Santa María de la Mota –que alberga el Museo Arqueológico Municipal–, las Tercias Catedralicias –con el Museo del Aceite–, la Capilla de San Jacinto –en cuyo interior se encuentra el museo del pintor local Antonio Rodríguez Luna, y un largo etcétera de edificios cargados de historia patrimonial. Pero la oferta de Montoro es mucho más amplia que la de su rico patrimonio monumental. La localidad del Alto Guadalquivir goza de una situación geográfica que le confiere una amplia y atractiva oferta de turismo activo y de naturaleza. La Sierra Montoreña, plagada de olivares centenarios, es una de sus principales bazas, así como el Parque Natural de Cardeña-Montoro, espacio protegido desde 1989, que constituye el último refugio de los robles melojos y del lince ibérico. En la Sierra Montoreña el visitante puede alojarse en molinos aceiteros y disfrutar de la típica gastronomía local, mientras se prepara para disfrutar con la variedad de actividades que diversas empresas ofertan al aire libre: desde piragüismo, paintball, iniciación a la escalada, rutas de senderismo –a pie o a caballo–, expediciones ornitológicas, gastronómicas, taurinas, etcétera. Uno de los aspectos más característicos de Montoro es el trabajo de sus artesanos, sobre todo el derivado de la forja, la piel, el esparto o la piedra molinaza. Los talleres, que pueden ser visitados, esconden verdaderos tesoros de la artesanía tradicional.
7 Arriba, bella imagen de la Semana Santa de
Montoro y el Imperio Romano con su peculiares trajes el Jueves Santo. Debajo el Parque Natural Sierra de Cardeña - Montoro. A la izquierda, la Plaza de España. Abajo en el centro, ruta a caballo por la localidad. Abajo a la derecha, característica fachada del Ayuntamiento.
En el plano gastronómico, Montoro destaca por la variedad de sus platos, influenciados además por la importante tradición cinegética del municipio. Así, los visitantes más proclives a degustar la comida típica del lugar que visitan, no deben perderse la ocasión de probar platos tan típicos como los faisanes (una variedad de setas), el ajo sopeao, las vinagreras o la carne de monte; todo ello cocinado con el rico aceite de oliva de la Sierra Montoreña, que forma parte de la Denomi-
nación de Origen Montoro-Adamuz. La tradición oleícola ha sido vital para Montoro desde siempre y por ello no es casualidad que la segunda feria más importante del sector del olivar en España se celebre en la localidad del Alto Guadalquivir. La Feria del Olivo de Montoro, de celebración bianual, supone la ocasión perfecta para la difusión de los excelentes aceites de la localidad. Para redondear todos los atractivos que posee la bella escondida, su calendario de
fiestas se convierte en una ocasión perfecta para mezclarse con sus gentes. Además de su reconocida Semana Santa, Montoro cuenta con un amplio programa festivo en el mes de mayo, gracias a las cruces y el Concurso de Patios y Fachadas Típicas, mientras que en verano son las verbenas las encargadas de dar ese toque festivo y cercano al municipio, como las celebradas en honor a la Virgen del Carmen, Santa Ana o San Bartolomé.
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Pozoblanco, un destino por descubrir en otoño El cambio de estación convierte a la localidad vallesana en un destino ideal en busca de naturaleza, cultura y gastronomía R. CANO
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OZOBLANCO y Los Pedroches encaran el otoño después de la feria de esta ciudad, que marca un antes y un después en la actividad de este territorio. Los días de diversión se cambian por los de la rutina otoñal, y el paisaje de las dehesas y de las sierras va cambiando. Las temperaturas se modulan y los campos y el municipio se abren al visitante. Es el mejor momento para visitar esta tierra porque las primeras lluvias traen la montanera del cerdo ibérico, y los encinares se cuajan de piaras de cochinos y de vida tras el largo verano. Es en este momento cuando se puede contemplar todo el ciclo natural de la elaboración de los jamones de Los Pedroches. Pero Pozoblanco es más que sus amplias dehesas, más que su sierra de olivar y monte con bosques de ribera. Pozoblanco ofrece un amplio abanico de actividades para quienes quieran acudir a una cita con la naturaleza, la gastronomía, el deporte y la cultura. Desde Pozoblanco salen múltiples rutas con las que se puede entender el variado paisaje de la zona central de Los Pedroches. Amplias llanuras, dehesas de encinar, olivares, manchas de profundo monte mediterráneo. Aparte, pronto comienza la temporada de caza y son muchas las batidas y cacerías que se organizan por la zona, lo que supone una opor-
Oferta cultural El Teatro El Silo se ha convertido en sus diez años de vida en todo un referente provincial
Naturaleza Pozoblanco ofrece al viajero diversas rutas cicloturistas y de senderismo
tunidad más para conocer esta tierra mediante la práctica de la tan arraigada actividad cinegética. Muy cerca de Pozoblanco se encuentra la Ciudad del Ocio. En este espacio se combinan múltiples actividades. De hecho, Pozoblanco cuenta con el primer campo municipal de golf de España y, dadas sus características, la práctica de este deporte se hace muy asequible en el parque de Cabeza Oliva. Este campo de golf tiene además la particularidad de estar enclavado en una densa dehesa de encinar, lo que le otorga una singular estampa que sorprende. Y si retomamos la variedad de rutas que se pueden realizar por este territorio, podemos optar por el senderismo o por la bicicleta. Pozoblanco cuenta con rutas para bicicleta de montaña y para bicicleta de carretera para todos los niveles y exigencias. Las zonas llanas son más cómodas, mientras que la sierra ofrece puertos de montaña, caminos y veredas duros, técnicos y exigentes para los más avanzados en el deporte de la bicicleta. En el plano cultural, ya se ha presentado la programación del Teatro El Silo, que este año ha cumplido diez años de existencia y que es uno de los referentes escénicos de toda la provincia de Córdoba. Qué mejor que disfrutar de una buena obra de teatro o concierto en un lugar emblemático. La programación de El Silo se puede consultar en la web www.pozoblanco.es o mediante llamada telefónica a la oficina municipal de turismo, al número 957132204. Allí le ayudarán a programar debidamente una escapada de lujo a Pozoblanco y a Los Pedroches. Porque además de aprovechar la naturaleza que Los Pedroches y Pozoblanco ofrecen, así como su vertiente más cultural, hay que comer bien y probrar todos los productos derivados del cerdo ibérico, el lechón, la repostería… Pozoblanco ofrece por tanto un paquete completo y amplio para cualquier fin de semana de otoño. Sea cual sea el perfil demandado por el viajero, en la localidad pozoalbense verá colmados sus deseos de naturaleza, cultura, deporte, gastronomía… Qué más se puede pedir.
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