capítulo 4
Es una sensación increíblemente emocionante que puede vigorizarlos, pero también puede resultar perturbador. Si no tienen cuidado, esta nueva sensibilidad les puede impedir ver el mundo que está fuera de la historia. Al estar tan en sintonía con una parte de la vida que no funciona bien, pueden perder el sentido de lo normal y olvidar que la sociedad de hecho suele funcionar bastante bien la mayoría del tiempo. Si sienten que les está sucediendo algo así, asegúrense de dedicar tiempo a pensar en otras cosas.
4. Duda y negación. Hace algunos años, cuando nos encontrábamos en la mitad de una investigación de cinco años de duración, caímos en la cuenta de que ciertas fuentes que nos caían bien, personas respetadas y encantadoras, eran culpables de un crimen, y que nosotros debíamos probarlo. Se trataba de personas poderosas, por lo que el prospecto era realmente atemorizante. En estos casos algunos periodistas se enferman físicamente. Además, estas crisis suelen aparecer en el momento exacto en que se están preguntando, como todo periodista honesto, si acaso disponen de todos los datos necesarios para demostrar su caso y si no habrán pasado por alto algo importante. Por un lado, han visto y oído suficiente como para sentir repugnancia; pero por el otro, una parte de ustedes todavía desea creer que están equivocados, y esto los lleva a pensar que nunca obtendrán datos suficientes. Recuerden: si no publican la historia se encuentran en una peor posición que si lo hicieran. Manténganse dentro de los límites de lo que han descubierto, pero sean respetuosos con su propio trabajo y revélenlo.
s %SCRIBAN CØMO SE SIENTEN Y QUÏ LOS CONDUJO a sentirse así. ¿Con quién hablaban? ¿Qué les dijo? ¿Qué pensamientos se les vinieron a la cabeza? s !L ESCRIBIR ACERCA DE SUS SENTIMIENTOS LOS están transformando en material que puede ser materializado y manipulado. s %STE MATERIAL COMO CUALQUIER OTRO PUEDE SER verificado. Utilícenlo para identificar patrones en sus interacciones con las fuentes y, especialmente, en los aspectos peligrosos de la investigación. La angustia o el temor suelen aparecer en momentos específicos: estas emociones podrían ser indicadores de la necesidad de investigar un aspecto nuevo, o de que el periodista se siente aislado, sin defensas. En cualquiera de los dos casos pueden hacer algo para resolverlo: buscando aliados o confirmando la información.
6. No olviden el día de mañana. A menudo los periodistas olvidan sus fuentes luego de que la historia ha sido publicada. No sean uno de estos periodistas. Si interrumpen el contacto luego de la publicación, la fuente los considerará traidores, pero si se mantienen en contacto comenzarán a construir una red de fuentes para futuras investigaciones. Si no son lo suficientemente inteligentes como para hacer esto último, entonces es probable que no sean suficientemente inteligentes para ser periodistas de investigación.
Un último punto: Nuestros estudiantes de periodismo a menudo preguntan: “¿Acaso no haré enemigos con este trabajo?”. Sin duda. Pero si hacen bien su trabajo y en su trato con la gente son respetuosos de sus derechos y de los propios, es probable que incluso logren el respeto de sus enemigos. Y lo que es más importante, ganarán muchos más amigos que enemigos, y probablemente los amigos sean personas mucho más valiosas.
5. Materialicen las emociones. El método más simple para manejar este tipo de reacciones emocionales es el de registrarlas en el curso de la investigación.
Descubrimos un tema. Elaboramos una hipótesis verificable. Buscamos datos de fuentes abiertas para probar la hipótesis. Buscamos fuentes personales. A medida que recolectamos la información la vamos organizando, para que sea más fácil analizarla, redactar la historia y chequearla. Colocamos la información en una secuencia narrativa y redactamos la historia. Hacemos un control de calidad para asegurarnos de que la historia es correcta. Publicamos la historia, la promocionamos y la defendemos.
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La investigación a partir de historias: Manual para periodistas de investigación
noticias, referencias que antes no habría advertido. Otro indicador es que su oído comenzará a cambiar: cuando ciertas palabras se mencionen, prestará atención a conversaciones que se mantienen en el otro extremo de la habitación (sí, ya nos ha pasado, y también les sucederá a ustedes).