LA COMUNIDAD CRÍTICA, ADS-ART Jordi Güell
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...en tiempo de cambios, nueva voz.
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Pero existe también por primera vez en la tradición occidental, y pienso que de manera mucho más inquietante, una incongruencia, un desfase, entre la verdad y la supervivencia humana, entre la búsqueda racional de la verdad y los ideales contrastantes de la justicia social. No se trata sólo de que la verdad pueda no hacernos libres, sino de que puede destruirnos. Nostalgia for the Absolute George Steiner, 1974
En una maquinaria infernal, una vez desencadenado el movimiento hacia la erradicación del mal, hacia esa realidad integral que es una suerte de purificación étnica de la realidad bajo el signo del bien, todo lo que se le resiste se convierte en terrorista y sucumbe al eje del mal. El juego del antagonismo mundial o la agonía del poder. Jean Baudrillard (conferencia pronunciada en la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro de la CBA. 23 de noviembre de 2005)
La antigua Biblia no estaba escrita más que a base de letras. La nueva entrará en el cráneo por el ojo... Hay que construir el libro en tanto que cuerpo lanzado al espacio y al tiempo, semejante a un bajorrelieve dinámico, en el cual cada página aporta nuevas formas. El Lissitzky De Rusia a la URSS. Los libros a la calle. Juan Manuel Bonet (cita atribuída por Juan Manuel Bonet a El Lissitzky, extraída del catálogo De Rusia a la URSS. Grafismo y Revolución). Galería A 34. Barcelona,15 de octubre de 2009
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Quiero destacar una lectura del presente texto orientada en la escena internacional. Desde un marco social de ciudadanía europea, en una UE obligada a posicionarse, dar voz y manifestar un análisis en clave internacional. Capaz de procurar el mantenimiento de los derechos y libertades conseguidos en el último siglo. Desde una de las sociedades con mayor responsabilidad, capacidad de influencia y poder de decisión, ante los retos que implica una nueva sociedad global en red hoy abandonada a decisiones que operan al margen de la democracia. Haré mención específica a particularidades de mi país, Catalunya, creo aplicables al resto de autonomías que completan hoy el Estado Español. Ante un escenario que atañe a todas las administraciones que le integran y le son parte. A toda una ciudadanía que debe sentirse responsable y partícipe de decisiones que desde el universo cotidiano, deberán estructurar urgentemente una nueva sociedad resistente a los nuevos retos internacionales. Hoy, ante claros e importantes desafíos para la práctica del análisis crítico y para el cuidado y defensa de principios de igualdad, libertad y derechos humanos. Con un debate capaz de actualizar y generar nuevos métodos de análisis crítico intercultural, que preserven el proyecto europeo de los últimos cincuenta años, y retomen principios que deben sus orígenes a la intelectualidad europea anterior a la II Guerra Mundial. Para dar respuesta a urgentes cambios, ante una nueva organización y redimensión socio-económica que ha desplazado su centro neurálgico, y que la ac-
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tual crisis certifica como un progresivo traspaso de poder hacia nuevas latitudes. Quiero dejar bien claro que ante la perspectiva internacional, toda mención al Estado Español incluye todas sus administraciones con poder parlamentario según práctica democrática, y todo tipo de sensibilidades y signos políticos. De un modo u otro, según decida cada electorado, partícipes e inevitablemente corresponsables dentro de la UE. Integrados en una misma mesa de diálogo dispuesta ante una nueva dimensión global en red. Donde debatir grandes cambios que ya anuncia el futuro inmediato. Utilizando dos acontecimientos, que recientemente se han mostrado determinantes en cuanto a su efecto sobre el nuevo futuro, divido el análisis en aspectos económicos y sociopolíticos. Estos son: i) las consecuencias de la globalización del sistema financiero internacional y de la actual crisis. ii) los cambios político-sociales que conlleva la implantación en el territorio de las nuevas tecnologías. El avance hacia una nueva dimensión global, causa última de ambos aspectos mencionados, nos advierte, a su vez, sobre un urgente cambio de paradigma socio-económico, en donde convergen dos fenómenos que les son resultado y desenlace. Estos son: i) la globalización del sistema financiero internacional, sin la aplicación de medidas previas de regulación interna-
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cional, fomentó prácticas que finalmente han sido invalidadas por los hechos, ilustradas con la fallida de Lheman Brothers el 14 de septiembre de 2008, con la crisis económica que a día 10 de noviembre de 2009 aún vivimos, y con el actual vacío ideológico sobre prácticas financieras globales. Hoy, podemos afirmar que la economía neoliberal se ha visto deslegitimada ideológicamente, una vez demostrado que principios de libre competencia y crecimiento a escala global no logran garantizar un sistema válido socialmente. Los hechos demuestran que la misma estructura del ciclo financiero aplicable a escala nacional, es inasumible en una economía globalizada y al margen de una renovada tutela pública de la economía. De hecho, el riesgo sistémico que conlleva la práctica de una economía neoliberal de libre mercado a escala global ha desarticulado la globalización. Sorprendentemente, esta falta de legitimidad ideológica no se traduce por el momento en una aplicación de medidas políticas claras y homogéneas sobre el sistema financiero internacional. Aparte de las recientes medidas adoptadas por UK, para la aplicación de tasas sobre beneficios financieros, que parecen secundadas por la UE y encuentran hoy aún la oposición de EEUU, China y del FMI, las noticias que se van sucediendo pronostican escenarios complejos y desiguales para la práctica legítima de la democracia, ante intereses financieros que persisten después del plan de rescate.
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Vemos cómo, una vez aplicado el paquete de ayudas, la crisis se está transformado en una descapitalización de facto del poder político de los estados más sensibles a la deuda, inhabilitados ante la dimensión del poder financiero. Véase la reciente recalificación de la deuda griega, BBB+, la más baja en una década, 12 de diciembre de 2009. O las actuales presiones de las agencias privadas de calificación del crédito sobre la calidad de la deuda española. Agencias que en su momento fueron cómplices para la calificación errática de la calidad de la deuda, de empresas como Lheman Brothers. Hoy, después del esfuerzo que ha supuesto el plan de ayuda al sistema financiero, mientras no se aprueban medidas de control y regularización sobre las primas, estados democráticos sufren la pérdida de credibilidad, ante estas mismas agencias privadas de calificación de deuda. ii) una inevitable crisis de valores emerge visible en rincones dispares de la geografía internacional. Ante la rápida transformación de las estructuras de control y administración de la información, divergencias políticas para la aplicación de los derechos humanos se muestran visibles y alarmantes. Mientras, intereses de mercado prueban de restar unanimidad internacional a su defensa, justifican desequilibrios en un mercado globalizado, y fomentan una aplicación a la baja de sus principios. La fallida de la sociedad de consumo augura también un descubrimiento, un trágico desvelo de consecuencias imprevisibles. En plena crisis, roto el control sobre la infor-
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mación, sobre los medios y la sociedad de consumo, es de prever que los efectos que ha provocado hasta hoy en el mundo prácticas irregulares del sistema neoliberal adquieran un nuevo acento, una nueva visibilidad mucho más trágica. A su vez, sin duda los esfuerzos por mantener el control sobre la información serán renovados, redimensionados y redefinidos, para de nuevo alcanzar su objetivo. Mientras, la libre circulación de la información empieza a evidenciar hoy dificultades políticas ante intereses económicos, para alcanzar acuerdos internacionales imprescindibles. A pesar de las claras dificultades que trascienden a diario, el resultado de la actual cumbre de Copenhague es de esperar confirme un primer cambio de orientación al respecto. Con la firma de un acuerdo internacional, para la aplicación de medidas orientadas a combatir los efectos del cambio climático y el fin de la era del petróleo, el llamado peak oil. De no cumplirse esas espectativas se agravará la crisis de valores occidental. Podemos interpretar otro foco de crisis a las afirmaciones de Barack Obama, del día 11 de diciembre de 2009, en la ceremonia de recepción de su premio Nobel de la Paz. Partiendo del Eje del mal espoleado por la administración de G.W. Bush, hoy observamos en la política internacional de EEUU la transformación relativamente cómoda de los argumentos que justifican la práctica de la guerra. Apelando a una legitimidad que, si se refiere a Afganistan e Irak,
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no queda probada, la guerra preventiva justificada con argumentos morales se ha convertido hoy en una guerra preventiva justificada en defensa de una práctica democrática, legitimada como verdad metafísica universal. Asumida la práctica de la erradicación del oponente, con premio Nobel incluido, los cadáveres para éste nuevo episodio suponen, ante una opinión europea laica, un coste político mucho menor y una mascarada mucho más cómoda. Evidentemente, ante el coste que pueden implicar planes de desarrollo seguimos hablando de la práctica de la guerra por motivos económicos. Un rumbo ya irremediable que pudo resolverse con inversiones y ayudas. La cita a Jean Baudrillard que inicia el texto, deja constancia de una deriva que lleva años gestándose. Con una irrefrenable y primitiva sed de seguridad, EEUU se ha desinhibido aplicando la guerra como respuesta legítima a cualquier acto violento. Añado la reacción de Obama al atentado fallido en Detroit, 28 de diciembre de 2009. Declaraciones que abren un nuevo frente en Yemen, y previsiblemente un nuevo foco de sufrimiento y muerte. Certificando con ello que todo occidente finalmente ha encontrado esta vez un cómodo alter ego para una práctica pública de la guerra. Erigidos como exclusivos usuarios de una verdad que legitima la muerte de miles de inocentes, que sufren al margen de decisiones políticas, y sin necesidad de análisis previo sobre las causas mismas del conflicto. En este escenario, el evidente desconcierto internacional en
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materia de derechos y libertades individuales empuja hoy a la sociedad contemporánea hacia el desasosiego, la pérdida de confianza en los principios de libertad y derechos individuales, y a una crisis de valores con efectos imprevisibles. Paralelamente, empresas como Facebook o Twitter se están transformando, progresivamente, en una réplica de la programación televisiva para el entretenimiento de masas y el imperativo de la diversión. Una plataforma que progresivamente se orienta hacia una sociedad lúdica on-line, para la distracción y vehiculación de comunicación políticamente aséptica. El Homo Ludens que George Steiner ya denunciaba en 1974, reproduce un acto de iconoclastia suicida sobre la propia libertad, ya practicado en el medio televisivo. Pudiendo ser un medio para la organización y creación de análisis y contenidos, las comunidades on-line están sirviendo ya de plataforma para el escarnio y linchamiento mediático de uno de los grandes mitos de la era moderna: la individualidad. Mito hasta hoy imprescindible para la pervivencia del análisis crítico, y que es hoy objeto de linchamiento público sin prever que se están vulnerando con ello, bajo el signo de la homogeneidad, principios de libre opinión, criterio o análisis individual. Nociones muy al margen del individualismo. Como ya he mencionado, en el nuevo escenario internacional, ambos fenómenos descritos se orientan con cambios importantes, hacia una red socio-económica global que ha visto trasladado el epicentro financiero hacia Chi-
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na. Una nueva superpotencia económica que emerge sin dar por el momento signos de abertura ni público apoyo a la libertad de expresión ni a los tratados de defensa de los derechos humanos. Por lo tanto, inhabilitado el individuo para la práctica de la crítica, en un nuevo marco de interdependencia entre potencias que de un modo u otro no garantizan libertades, el análisis crítico deberá elaborarse con nuevas metodologías. Para procurar la entrada del nuevo paradigma socio-económico que la crisis anuncia, y que el plan de rescate pretende acomodar y vehicular. Nuevas metodologías capaces de preservar y promover en la nueva escena internacional la reivindicación, el mantenimiento y la defensa de esas libertades y derechos alcanzados en el último siglo. Metodologías ante nuevos desafíos de futuro, que requieren de una nueva ciudadanía global. Que articule su crítica, su análisis, con nuevos lenguajes interculturales. Para la recreación de un universo simbólico intercultural, capaz de orientar con éxito una segunda globalización. Para una nueva sociedad global que deberá emerger después de la crisis, disponiendo ya de una ética de ciudadanía universal que responda con claridad a los retos hoy abiertos. Como hemos dicho, en plena crisis económica, la globalización del sistema financiero ha confirmado hoy vínculos políticos y económicos de interdependencia, que hace apenas dos años, aún dentro del status quo de la postguerra fría, parecían improbables. Léanse en esa línea las manifestacio-
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nes de Obama certificando un G-2 entre China y EEUU, en su reciente gira por Asia, noviembre de 2009. Afirmando su preferencia por el pragmatismo ante la pujanza China, para evitar que las diferencias sobre derechos humanos sean motivo de conflicto, temas abiertos en Tíbet o Taiwan quedan sorprendentemente apartados. Además, la aceptación de estas declaraciones deberán leerse con atención. En el plano internacional, como una propuesta de mutuo respeto y acuerdo de EEUU, ante la pujanza de la economía china. Ante las condiciones laborales del trabajador chino, una segunda lectura va dirigida a aquellas economías europeas que llevan consigo el coste del Estado del Bienestar, y compromisos en materia de derechos laborales. Implica una primera devaluación de la competitividad internacional de sus empresas, o bien una fuente de tensiones hacia una devaluación de las condiciones de trabajo en sus países. El acuerdo entre un nuevo G-2 que transforma el escenario internacional, desplaza a la UE más social y llega determinado por la voluntad de pervivencia del sistema financiero internacional, mediante el plan de rescate financiero, y a costa de la clase media. Siguiendo el análisis de los dos factores mencionados, por otro lado la implantación de las nuevas tecnologías permite avanzar hacia una comunicación rápida y global entre contextos socio-políticos distantes. Diluido como hemos dicho el control político sobre la información, es posible intercambiar globalmente análisis que ponen en evidencia la fragilidad en la aplicación de principios de igualdad y
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libertad del individuo a escala internacional. Ambos factores conjuntamente, en esa convergencia hacia un nuevo marco socio-económico global, plantean el nacimiento de un nuevo análisis en red, donde conclusiones que parecían válidas, legítimas y universales, vuelven a necesitar reflexión, amplitud, y una renovada lectura intercultural. Léase al respecto el debate sobre la identidad francesa, lanzado a la escena pública por Nicolás Sarkozy. Y el reciente referéndum sueco, con resultado contrario a la construcción de nuevos minaretes en el país. Impulsos hacia la protección de la identidad nacional que generan nuevas tensiones sociales y vulneran derechos que parecían inviolables. Un incremento del debate identitario que evidencia, dejando de lado una visión intercultural en un escenario de crisis, el interés renovado de las primeras economías por mantener una férrea tutela de su economía en clave nacional. Paralelamente, en lo referente al terrorismo internacional, no podemos persistir escondiendo el análisis sociológico bajo el signo de la legitimidad metafísica de la democracia. Es alarmante pensar que una indeseable falta de rigor en el análisis, de consecuencias históricas, sorprenda a Europa una vez más en el lado equivocado. Después de la fallida de la primera globalización es inviable una reacción proteccionista de la economía real. Temas como el cambio climático, la seguridad ante el terrorismo internacional y sus causas económicas, o la circulación del crédito internacional, son vestigios de una globalización di-
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lapidada, pero que crea aún una irrenunciable dependencia a una administración de alcance global. Por ello, el análisis crítico deberá reinventarse, capaz de generar un nuevo universo simbólico para una ciudadanía global. Protagonista de una segunda globalización, que lleve solventados los retos éticos que la crisis ha mostrado inexcusables. Retos que implican sustituir el sistema financiero de la primera globalización, basado en el crédito y en la economía expansiva, por un sistema financiero que valore inversiones según el cómputo de un PIB que incluya aspectos de sostenibilidad social y ecológica.
EL COMUNICADO CRÍTICO, ADS-ART Defino Comunicado Crítico a expresiones donde la defensa de la libertad del individuo oscila voluntariamente hacia la red. Métodos de análisis en red, que a modo de comunicados permiten fomentar una corriente de opinión latente, sin emisor, ni receptor, ni información u objeto estable. Desde una libertad que se articula on-line, capaz de vulnerar los cauces controlados por el stablishmen, dando voz a una nueva individualidad en red, para una nueva ciudadanía universal. Desde una comunidad crítica, que logre superar la contemporaneidad del análisis y pueda expresarse directamente ante las decisiones políticas u organizativas. En un ejercicio democrático capaz de generar un análisis
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internacional renovado, para una defensa de los derechos humanos actualizada en la nueva dimensión global. Ante los nuevos retos de una temporaneidad que tras la crisis habrá superado la escena posmoderna. Desde una embrionaria ciudadanía global participativa, que logre multiplicar la legitimidad democrática sobre estructuras de un poder financiero internacional, que ha demostrado logra arbitrar sin ideología.
todosconaminetu.blogspot.com Comunicado en defensa del regreso a Marruecos de Aminetu Haidar.
Con el Comunicado Crítico deberá afirmarse la comunidad crítica. Como un nuevo cuerpo de control, de examen y análisis participativo e internacional, para el refuerzo y sostén de las decisiones legítimas de la política. En la promoción de una ética de ciudadanía internacional, que ante intereses financieros logre afianzar y legitimar la democracia.
Siguiendo el modelo de las últimas elecciones de EEUU, con una clara influencia de la red on-line de contactos en el resultado electoral. O las recientes protestas de Irán, claramente secundadas y apoyadas internacionalmente por ciudadanos anónimos, desde los nuevos medios de comunicación on-line. Auguramos un nuevo formato para el análisis crítico. Oscilando voluntariamente hacia la comunidad
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crítica la noción de defensa de la libertad que hasta hoy se aplicaba al individuo. Son también ejemplo las últimas protestas en el Estado Español, del colectivo de blogueros contra la Ley de Economía Sostenible que pretende prohibir la libertad del link, y regular una aplicación sin juicio previo de sanciones a las webs de enlaces. Otro claro ejemplo es la publicación el día 7 de diciembre de 2009, de un artículo conjunto de 56 medios de prensa en 45 países de todo el mundo, con motivo de la actual reunión en Copenhague por el cambio climático.
Símbolos internacionales de protesta a la Invasión de Irak. 2003.
Las reacciones que está provocando en Internet el caso de Aminetu Haidar, ilustran a día 16 de diciembre de 2009, el nacimiento de la comunidad crítica. Más de 20.000 firmas de apoyo, la descarga de un comunicado cada 15 segundos, varios grupos en Facebook con decenas de miles de firmas, miles de correos electrónicos a instituciones y partidos, y el blog todosconaminetu.blogspot.com, escenifican la efi-
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cacia del comunicado crítico. Como ejemplo del cambio que implica la implantación de las nuevas tecnologías, para la aplicación del análisis crítico en red, desde el nuevo paradigma de red que podremos aplicar a la política y a la economía. Entiendo el término Comunicado Crítico como un nuevo instrumento de análisis, que toma el recurso de la reiteración e interpretación del relato oral. Capaz de incorporar matices y significados dentro del formato online y en busca de Catálogo De Rusia a la URSS. Grafismo y Revolución una mesa de ciudaGalería A 34. Barcelona,15 de octubre de 2009 danía global. Mediante una permanente transliteración de análisis que no requiere de autor ni identidad estable en el comunicado, y con un lenguaje transcultural que adopte nuevos formatos de visibilidad según contextos. Para la generación, como único objetivo, de una reflexión y análisis participativo en el medio de comunicación on-
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line. A modo de relato universal vinculado a la red e interdependiente, el Comunicado Crítico permite participar en la generación de un debate abierto, que busque una visión compartida de aquello que deseamos sea la vida humana en la tierra. Rehuyendo todo mesianismo o liderazgo ideoló-
Díptico de fotografía digital y polvo de mármol, resinas y collage sobre tela. 2009
gico, cerca de una ética internacional en red, en defensa de una libertad de expresión capaz de recrear un universo simbólico de alcance internacional, para la defensa y desarrollo de los derechos humanos, y de una economía sostenible ecológicamente. Podemos ver primitivos ejemplos para el término Comunicado Crítico en las siguientes simbologías utilizadas como protesta a la Invasión de Irak del año 2003. En estos casos
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la lectura del símbolo adquirió una eficacia inmediata, mediante su sencillez y claridad. Consiguiendo el propósito de comunicar un mensaje directo en el ámbito internacional, capaz de superar límites o diferencias culturales. Una mayor complejidad de éste lenguaje permite componer una sintaxis de comunicación para la narración de un relato crítico internacional. Creo que podemos encontrar en las vanguardias rusas recursos para el desarrollo de comunicados críticos complejos, de aplicación para el medio WebSite, con una sintaxis visual capaz de narrar un relato crítico. Del texto De Rusia a la URSS. Los libros a la calle, de Juan Manuel Bonet, extraigo la referencia a la siguiente afirmación atribuida a El Lissintzki, incluida a modo de cita al inicio del presente ensayo: La antigua Biblia no estaba escrita más que a base de letras. La nueva entrará en el cráneo por el ojo... Hay que construir el libro en tanto que cuerpo lanzado al espacio y al tiempo, semejante a un bajorrelieve dinámico, en el cual cada página aporta nuevas formas. (cita que se incluye en la introducción del catálogo De Rusia a la URSS. Grafismo y revolución, Galería A34, Barcelona 15 de octubre de 2009). Es sorprendente el evidente paralelismo que encierra la afirmación bajorrelieve dinámico con la estructura de enlaces dinámicos que forma una WebSite. Las páginas HTML quedan vinculadas entre ellas, como
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ventanas de narración espacial y temporalmente autónoma. Como figuraba El Lissintzki cada documento HTML logra aportar nuevas formas desde un espacio-tiempo interrelacionado. En la nueva dimensión socio-económica global, no es posible posponer y renunciar por más tiempo a una defensa internacional de libertades y derechos humanos. El nuevo paradigma para el siglo XXI, la red, implica profundas transformaciones que para el éxito de una segunda globalización deberán aplicarse socialmente, económicamente y políticamente. Beneficiando nuevos intereses que logren resolver las causas que han abierto la crisis. Las discriminaciones de clase, género u origen, en diferentes contextos políticos, o el aumento de las diferencias entre países, son realidades que la nueva permeabilidad informativa y los nuevos vínculos socio-económicos aproximan cada vez más y muestran, a una ciudadanía europea que precisa de valores y símbolos universales, una injusticia alarmante e insostenible económicamente y socialmente. Voy a mostrar brevemente el aspecto formal del Comunicado Crítico, según necesidades que se plantean en el presente ensayo. Utilizando el concepto identidad relativa, expuesto en mi anterior ensayo Interface: Un ruiseñor en la pantalla (2008), durante el año 2009 he trabajado primeramente en la disolución de la objetividad de la obra como elemento plástico. La perspectiva Interface me per-
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mite fragmentar el aspecto y concepto de una obra, con diferentes imágenes que vehiculadas entorno una emoción componen la observación. El resultado es una pieza que aún dentro de la dimensión física disuelve la identidad de la obra en conceptos dispares. Posteriormente, con mi ensayo Después del 2009: el producto inmaterial (2009), logro visualizar, integrando las fun-
Díptico de fotografía digital y tela con polvo de mármol, resinas y collage. 2009
ciones de la www.2.0, la naturaleza inmaterial de toda obra de arte. Toda documentación que socialmente genera una obra de arte, haciéndole referencia mediante analogías, es parte de la misma integrando, junto a la matriz original y a modo de derivadas visuales o narrativas, toda nueva información que el usuario ha podido elaborar. De ese modo queda superado el fetichismo del objeto único e indivisible,
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que en la modernidad y en las primeras vanguardias tubo un papel socialmente imprescindible. En una nueva sociedad que con nuevos protagonistas logró finalmente diversifar la simbología del poder según principios más sociales. Después, las segundas vanguardias han dado forma a una época marcada por los gustos de la clase financiera, y al margen de funciones sociales. Con la irrupción de las finanzas en la inversión artística se certificó el cambio de modelo, de cliente y de funciones. Con objetos únicos, que estéticamente delimitaban su especificidad, y con precios que a su vez establecían el status económico, se han sucedido estéticas, artistas y modas. Estos, conocedores de la función de su trabajo, y cada vez más capaces de utilizar las reglas del mercado a su favor, finalmente han marcado una época. Hoy, como primer paso, consciente de que la crisis escenifica la resistencia a los cambios estructurales de una economía liberada de la exigencia del crédito, ensayo unos primeros prototipos de arte con funciones propias de la www.2.0. Obras físicas, que formalmente diluyen su identidad hacia la Interface y socialmente hacia la inmaterialidad on-line. Posteriormente, ya en los últimos meses del año 2009, mientras relato el presente ensayo, La comunidad crítica (2009), entiendo que la dimensión inmaterial de la obra tiene plena justificación en una economía que deberá integrar el micro-pago en el cómputo de beneficios. E integro
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con ello plenamente las funciones de la www.2.0, a modo de advertising o lo que he llamado Ads-Art. Un traslado al espacio artístico de la función que establece GoogleAds para el beneficio en publicidad on-line de productos y empresas. Las siguientes imágenes son prototipos simples para el AdsArt. Imágenes que funcionan en red mediante el envío de emails, o a modo de advertising para WebSite. Objetos inmateriales, con identidad cambiante según el usuario, que toman el formato de obra de arte según la amplitud de su distribución en la red. A su vez, capaces de cumplir fielmente con la función social de análisis crítico, hasta el final de su ciclo, generando con ello beneficios económicos indirectos. Es de prever que en el nuevo formato e-book, en estado embrionario, po-
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drá desarrollarse éste nuevo lenguaje siguiendo las claves mencionadas, y cumpliendo con nuevas funciones para un nuevo cliente. Utilizando nociones de inmaterialidad e identidad relativa, que logran desprender al objeto artístico de una contemporaneidad obsoleta, el Ads-Art se dirige al usuario de la red, como nuevo cliente, mediante funciones y contenidos para la www2.0, y en un nuevo formato que abre nuevos mercados on-line, con una nueva interpretación del valor añadido. El formato Ads-Art que he descrito contempla e integra todos los ingredientes imprescindibles que definen un nuevo arte de aplicación on-line. En éste caso el comunicado crítico es sólo un primer esbozo que cumple con las funciones de análisis crítico que nos ocupa en éste ensayo. Análisis crítico que hoy requiere, siguiendo el relato del ensa-
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yo, un nuevo formato capaz de actualizar sus funciones en el ámbito global. Un nuevo marco internacional que deja en evidencia y constata cómo el mantenimiento de los derechos adquiridos en el siglo anterior merecen el ejercicio de un nuevo análisis crítico redimensionado a escala global. Para que sean de aplicación internacional, compartidos y conocidos por todos, derechos humanos y principios de libertad individual. Son ejemplo de urgencia en la defensa de los derechos humanos, continuos casos de muerte, maltrato o castigo a la mujer (Ciudad Real, España; viernes 06/11/2009), la condena a la homosexualidad (Human Rights Watch denuncia la persecución de homosexuales en Irak, 17/08/2009), o la persecución a minorías como la gitana (informe de la Comisión de Libertades Públicas del Parlamento Europeo ante el trato a la minoría gitana en Italia, setiembre de 2009). Todos casos que muestran un constante retorno al estigma del miedo y el enfrentamiento ante la diferencia, que podemos prever se acentuarán en un escenario de crisis económica. Los organismos oficiales no pueden ni deben sustituir a una ciudadanía universal encargada de velar, defender, promover y actualizar un discurso social sobre los derechos individuales. En la medida que seamos capaces de unificar el universo simbólico, las diferencias políticas serán diluidas, para convergir en una ciudadanía universal que comparta el símbolo de la libertad, dignidad, derechos e igualdad en-
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tre individuos. Podemos interpretar las últimas inversiones en arte contemporáneo efectuadas en Abu Dabi, Dubai, Beijing o Delhi, como un esfuerzo orientado a incrementar y expandir la influencia de las finanzas occidentales. Con un arte apartado de sus funciones socio-políticas, simplemente orientado a la inversión financiera y que da la espalda a una realidad económica internacional con claras diferencias sociales. Los objetivos son claros. Toda referencia a las dificultades económicas que provocan constantes migraciones y cifras trágicas en pérdidas humanas, son eliminadas del universo simbólico occidental, ocultadas o utilizadas como un valor especulativo que desactiva de facto su carga crítica. Hoy cerca de 17 millones de personas en la región de África Oriental padecen inseguridad alimentaria con necesidad de asistencia humanitaria (Famine Early Warning System Network, FEWS NET, 31/10/2009). Kenya, Etiopía, Somalia y Djibouti, zonas éste año gravemente afectadas por la sequía y el aumento de precios de los alimentos, suman 23 millones de personas que se enfrentan a una grave crisis alimentaria (British Red Cross, 06/11/2009). Efectos catastróficos sobre la supervivencia de millones de personas, que un mundo necesitado de simbología y de legitimidad no debiera dejar al margen de la estética por más tiempo. Si pretendemos evitar una decadencia socio-cultural definitiva, debe ser corregida la invisibilidad de esas muertes, y reelaboradas las funciones del arte, del individuo y del análisis.
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Mientras, el sistema político sigue mostrando fragilidad e indecisión ante primas millonarias a la élite financiera. Y ciertamente, no es posible combatir esos contrastes, en defensa de la libertad individual, con un análisis crítico inmerso y partícipe del mismo sistema. Por ejemplo, comparando las ayudas internacionales orientadas a combatir la pobreza y la falta de alimentos, con el gasto acumulado sumando las cerca de 20 reuniones llevadas a cabo por motivo del cambio climático, precisamente advertimos la complejidad de un sistema internacional superado por los acontecimientos. Cada acción, por lícita que sea, profundiza y aumenta la ineficacia del mismo sistema. Y las noticias siguen confirmando medidas para el control de los contenidos disidentes de la red. Con leyes para el lanzamiento del comercio de productos on-line, que oportunamente y de modo discreto restan libertad de expresión e información a los usuarios. Día 15 de diciembre de 2009: el Gobierno de Australia ha anunciado la creación de un cortafuegos para su red nacional de Internet, inspirado en el modelo chino, con la finalidad de bloquear páginas de contenido “delictivo”. El mismo día, el Gobierno chino censura Internet a todos los sitios web registrados a nombre de una persona. En un sólo día ha clausurado 530 páginas de intercambio P2P. El día 24 de diciembre de 2009, sin duda aprovechando la desatención que provoca la fecha, China ha aprobado una nueva ley que obliga registrar toda web que pretenda ser vista en el país.
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La decisión gira entorno un modelo financiero chino que evitando una dependencia del crédito con la inversión en deuda estadounidense ha mantenido intacta su independencia y capacidad para autorregularse y autogobernarse. Unas condiciones claramente diferentes son las que encontramos en la UE. Fuertemente dependiente de arbitrar en el sistema de crédito internacional y en un modelo que preserve derechos sociales y laborales. Esta tensión provocada con la entrada de nuevos protagonistas en la escena internacional, tampoco inquieta a EEUU, sin necesidad de costear los gastos del Estado de Bienestar que tiene la UE, y una vez China garantiza la compra de su deuda pública. En ese escenario la correspondencia entre China y EEUU ha desplazada por ahora a la UE a un segundo plano. Y precisamente, ante éste nuevo marco de red global, un nuevo análisis crítico fuerte está llamado a ser capaz de ensanchar espacios de libertad y concebir, mediante nuevos formatos de lenguaje para la red, discursos claros de reivindicación, análisis y creación de opinión crítica. Considerando un nuevo valor añadido los derechos que en clave social aplica la UE en su territorio. No sólo para la defensa de los principios que la definen. Ante el reto que supone para la UE el nuevo escenario internacional, es imprescindible lograr una ciudadanía europea responsable de administrarse y reorganizarse con renovada eficacia, ante los nuevos retos, buscando gestionar costes, diversificar inversiones y rendibilizar la compleja red de administraciones que hoy la forman.
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Para la creación de un discurso crítico deberán verse transgredidos antiguos límites hasta hoy considerados satisfactorios, aceptando la disolución de facto de conceptos desbordados por los hechos. Entre ellos, el esfuerzo más dramático será quizá reconocer que en los últimos años de crecimiento económico, se ha visto superada y devaluada la noción de libertad aplicada al individuo contemporáneo occidental. Una defensa de la libertad que deberá oscilar hacia una nueva comunidad crítica, capaz de innovar en métodos y formatos para la reivindicación, análisis y defensa de libertades. En busca de una ética ciudadana global. Desde un lenguaje transcultural que diluya el discurso identitario nacional. Hacia una interdependencia, una ciudadanía universal, con un comunicado crítico que a modo de texto universal oriente en red actitudes socialmente sostenibles. Actualizadas permanentemente por los mismos usuarios y que tengan a la UE cómo líder en la defensa, promoción, y gestión del coste y rendibilidad de los derechos sociales conseguidos.
DEL INDIVIDUO A LA COMUNIDAD CRÍTICA La conquista de espacios para la libertad individual ha orientado la crítica del siglo XX hacia la superación de barreras sociales de exclusión y sometimiento pre-modernas. Con argumentos que en su momento labraron la identidad
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fuerte de individuo frente tradición y poder, y la definición del espacio de libertad individual frente lo público, se logró romper con mecanismos sociales de miedo, amenaza e intimidación. Permitiendo imaginar la noción de libertad y dignidad para todo individuo, sin discriminación por temas de origen, género o clase social. Esa identidad fuerte de individuo que tubo origen en la ilustración, finalmente orientó un siglo XX marcado por el ejercicio de la Revolución. Y generó liderazgos de todo tipo, cada uno a su modo buscando la libertad ante métodos tradicionales de opresión, control y jerarquía. Consecuente a ese proceso de liberación, un nuevo individuo moderno surge, con un nuevo lenguaje adquirido en nuevos espacios de libertad, determinado a expresarse y a utilizar todas las herramientas a su alcance. La ideología se erigió como cima de la libertad racional del individuo moderno, creando un nuevo imaginario simbólico y una nueva realidad social. Las figuras de Nietzsche, Shopenhauer y Freud, pueden considerarse sin duda los padres de las nociones que han perfilado la mencionada identidad fuerte de individuo moderno. Finalmente, en la actual realidad contemporánea, surgida con las bases de ese nuevo mundo simbólico definido por la modernidad, vemos la noción de libertad individual desbordada e inhabilitada ante los acontecimientos. Hoy, la libertad aplicada a la identidad individual deja de sustentarse con solidez. La herida de la II Guerra Mundial aún
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justifica un nihilismo latente, que inhibe al analista crítico, y le amordaza cómplice de una posmodernidad deslumbrada por su carnavalismo, (término que tomo de Jean Baudrillard). Una sociedad presa de una contemporaneidad que inhibe la percepción del peligro o alarma social. Y que desde su suicidio ideológico ya no pretende transformar, ni defender, ni auxiliar su propia libertad, ni participar en la escena pública. Como consecuencia, el abandono de la actividad crítica convierte al mercado en único dinamizador social. De ese modo la contemporaneidad llega a traducirse en actualidad, que a su vez desborda el correr del análisis hasta situarnos en una paradójica post-historia. Un espacio post-temporáneo, atemporal, de información sobredimensionada que inhabilita al analista, disuelve el criterio del lector, y donde sólo esas pautas de mercado adjudican de forma exclusiva visibilidad, legitimidad, y libertad para el ejercicio y creación de opinión, información y símbolo. Además, la manipulación de los medios desmantela una opinión pública incapacitada para la discriminación de mentira y verdad. Ante los retos globales planteados, no es posible un cambio sustancial de paradigma siguiendo la estructura de liderazgo que sirvió a la modernidad. Es necesario un amplio compromiso, que rescate y recupere la noción de ciudadano. Los intereses de mercado, alimentados en cada una de esas nuevas zonas de expresión adquiridas, han logrado ocupar los espacios de libertad que el individuo ganó a las
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estructuras de poder pre-modernas. Y precisamente, sirviéndose de esos espacios de libertad, sigue acrecentándose una economía de consumo dispuesta a crear consumidores. Un aforismo aplicado a un individuo contemporáneo que finge autorregularse, con decisiones supuestamente voluntarias, hacia necesidades y dependencias que el mismo mercado se encarga de satisfacer. Lo cierto es que bajo autoengaño el consumidor inhibe su capacidad de análisis. Mientras el control de mecanismos para la sugestión, la manipulación subliminal o la reiteración de sintaxis visuales, permiten al mercado dirigir pautas de conducta masificadas, y ocultar la riqueza y complejidad de la realidad humana. Por lo tanto, podemos concluir que la libertad individual hoy resulta ser una excusa para disfrazar de consumidor nuestra ciudadanía. Una ciudadanía determinada hacia conductas sociales homogéneas, de millones de personas, de países enteros. Disolviendo mediante un proceso natural de mímesis y gregarismo todo derecho a la diferencia. Una ciudadanía vehiculada, por medios afines a la industria, hacia el rechazo a la singularidad del ser, el libre albedrío o el libre pensar. Arriesgando con ello si cabe la integridad emocional o física de individuos, sociedades, o del mismo medio ambiente, se construye el paradigma del consumidor, con productos, necesidades, escenarios, comportamientos y actitudes ya previstas y reguladas. Será imprescindible desprendernos de esa máscara. Ese sistema ha hecho fallida. El sistema de crédito, incapaz de in-
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corporar el riesgo generado en los últimos quince años, ha optado por liquidar la deuda y forzar la participación del dinero público, arriesgando con ello la estabilidad económica de países enteros. Hoy, ante la severidad de la crisis, los estados afectados se han visto arrastrados a una deuda que les deja en evidencia. Mientras, las noticias económicas se suceden confirmando, una y otra vez, que gran parte de los créditos de los últimos diez años padecen el mismo mal: la mascarada de un sistema que se ha negado a ver su desnudez largo tiempo. Léase la reciente fallida del proyecto Dubai Worl. Ante ese desvelo, la incapacidad política para regular el mercado es ya hoy una advertencia. Ni tan sólo cabe la posibilidad de acomodarnos pensando en una súbita salida de la crisis. No, demasiado tarde. Una ética de ciudadanía global es de imprescindible aplicación ante temas como el coste de los hidrocarburos, el cambio climático o la inestabilidad internacional. Leamos el lunes 7 de diciembre 2009. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, advierte a los bancos ante la posible reincidencia en prácticas peligrosas para el sistema. Una amonestación, nada más. Que invoca a la responsabilidad de los propios agentes financieros ante la tentación de dejarse llevar por intereses particulares. Conocedor de la escasez de medidas de control posibles en el actual sistema financiero internacional, apenas logra acuerdos de alcance internacional, desde el seno de la UE.
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Por lo tanto, hoy, ante un mercado global sin ideología, en una red de comunicaciones global, definiciones de economía expansiva, de individuo, de libertad individual o de análisis crítico, se muestran evidentemente obsoletas y deben reformularse. Y no cabe ya la posibilidad de pensar, analizar y reivindicar la libertad, desde esa incipiente identidad fuerte de individuo, que bajo liderazgo sirvió en etapas de modernidad. Una tautología de la personalidad hasta hoy aplicada a movimientos sociales, ideologías políticas, intereses económicos. A la dimensión de la empresa, al imperio de las cifras de audiencia, público o beneficio. Al tamaño fálico de las sedes empresariales, o a una definición de individuo contemporáneo que, deberemos aceptar, ha fracasado, ha sido finalmente superada por los acontecimientos, y en parte es responsable de la crisis. Un fracaso que deberemos aceptar, para poder de ese modo reformular cuanto antes una noción de libertad aplicada a la responsabilidad de colectivos, a las sociedades, a las asociaciones ciudadanas, a comunidades con opinión libre y despolitizada. Mediante un compromiso que, lejos de ser fruto del esfuerzo, del liderazgo, o de una decisión premeditada, se llevará a cabo de modo inevitable marcado por acontecimientos que exigen la supervivencia de la libertad individual. Consecuente a los profundos cambios que se están produciendo, bajo la presión de los hechos, la noción de libertad individual se verá sustituida por los intereses de la comunidad. Que exigirá sea el interés general prioridad por encima del interés individual. Y en ese escenario sólo
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el comunicado crítico, como se ha definido en éste ensayo, garantizará la práctica de la emancipación individual ante corrientes dogmáticas que busquen la homogeneización de la especifidad individual. Una red de análisis, para la creación de contenidos, podrá vehicular democráticamente una sociedad on-line hacia esa transformación. La red, el nuevo paradigma para el siglo XXI. La utilización del comunicado crítico será imprescindible para garantizar la libertad, el mantenimiento de los derechos humanos, y la creación de un universo simbólico intercultural, donde la individualidad se expresará interrelacionada con el interés general de la comunidad. Con un nuevo discurso capaz de dar refugio y legitimar más que nunca a la política y las empresas, también llamadas a transformarse y a aceptar el nuevo paradigma. Una interdependencia, entre ese concepto de libertad moderna aplicada hasta hoy a un individualismo ya en colapso. Y una nueva libertad aplicada al análisis de la comunidad crítica, a la red de la que se forma parte. A su vez, redimensionado en el nuevo tamaño de red global. Ante un sistema financiero aún acomodado en el viejo modelo, que persiste dispuesto a posponer el cambio y busca para ello devaluar la aplicación de los derechos humanos. La noción de comunidad crítica se anuncia urgente e imprescindible. Ante la nueva escala socio-económica de dimensión global, espacios de derecho y libertad individual que parecían estables vuelven a necesitar ser atendidos y
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custodiados. Amplificando un lenguaje en su defensa más complejo y afín a los nuevos tiempos. Un lenguaje capaz de superar la contemporaneidad. Persiguiendo de igual modo la lucha por la libertad y el derecho democrático, en una nueva dimensión intercultural. Contra discriminaciones por motivos de clase, género u origen, el ciudadano está llamado a quitarse la máscara de consumidor, en el marco de una UE obligada a posicionar un discurso intercultural, para la utilización de su legitimidad democrática y libertad de análisis ante nuevos retos. Concretando, veamos por un lado cómo, económicamente, la redimensión de la red financiera global merece ya una especial atención. Aplicado a escala local, en Catalunya y en el resto de territorios del Estado Español, se definen efectos sobre los derechos del trabajador, sobre la libre competencia, y sobre los gastos públicos en el mantenimiento de los pactos laborales. Ante la dimensión de las finanzas internacionales los sindicatos carecen de capacidad de influencia en la medida que persistan rehuyendo una entente internacional. Mientras, la deslocalización de empresas hacia países con trabajadores sin derecho laboral, sometidos a la explotación, es ejemplo de distorsión del mercado laboral, que una administración pública inhabilitada ante las finanzas internacionales parece no poder remediar. En el plano socio-político, la lucha contra diferencias de clase, género u origen, que ha marcado el siglo XX, deja de ser satisfactoria en la medida que la nueva dimensión glo-
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bal muestra visibles, aproxima y pone en evidencia nuevos retos, ante la injusticia o la diferencia de trato entre individuos. La laicidad, la diferencia de género o clase, los derechos del trabajador, son temas que ante un contexto sociopolítico global vuelven a ser actuales. Además, deberán sin duda ser actualizados con un nuevo lenguaje intercultural. Que logre desvincularse de una visión posmoderna que se ha visto contagiada por corrientes de colonización débil. A estos retos mencionados se unen otros nuevos temas. Como la democracia participativa, la preservación del derecho a la intimidad ante las nuevas tecnologías, el cambio climático, el medio ambiente, las nuevas fuentes de energía ecológica, la economía sostenible, la regularización del sistema financiero internacional y el mantenimiento del Estado del Bienestar. Por lo tanto, muy a pesar de Francis Fukuyama podemos decir que tras la crisis, una vez el sistema neoliberal se ha visto ideológicamente deslegitimado, la historia aparece de nuevo y con una imperfección por corregir: aquello que debe relatar la historia no es la lucha ideológica, es la implementación de una ética universal. Por lo tanto, desde la nueva noción de comunidad crítica, el ciudadano global deberá articular un discurso crítico para una ética internacional, y para todas las sensibilidades que se unen hoy en la red global. Con capacidad de protesta ante injusticias en territorios dispares, que a pesar de su distancia geográfica afectan y distorsionan el mercado laboral y la competitividad de las empresas. Y ese debe ser el
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motor de identidad para una UE social que dé fiel respuesta a las cuestiones que hay sobre la mesa. Respondiendo a una lectura a la baja de los derechos humanos que aplica el sistema financiero internacional. Superada la noción de libertad individual para el análisis crítico, creo que deberán articularse nuevos métodos para la expresión de libertad, de protesta, de análisis y crítica en red. Ya que sin la noción de comunidad crítica toda intención de análisis cae en una antítesis que disuelve su voluntad crítica. Y la oscilación de la noción de libertad hacia la comunidad crítica es visiblemente imprescindible. Con miles de comunicados, en un red de contactos capaz de transformar y vehicular nuevas conductas social y económicamente sostenibles, siguiendo una ética de ciudadanía global generada por los mismos usuarios. Expresiones individuales de análisis crítico fuerte dejan como hemos dicho descrita una antítesis ontológica en cada una de sus formas de expresión. La crítica ejercida des del mismo sistema es una acción que significa, irremediablemente, una nueva parcela de crecimiento y extensión del mismo sistema y de los mismos desequilibrios. El análisis crítico, la creación artística, la crítica artística o el comisariado, se muestran de ese modo exponentes de esta crisis antitética de lo crítico. Formando parte finalmente de la economía de consumo que pretenden transformar. Todo análisis crítico realizado desde el sistema queda desle-
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gitimado y abocado a un discurso retórico. Cada vez que el sistema es capaz de incorporar la breve disonancia del análisis, una vez desactivada su carga crítica y vaciada de capacidad para la transformación y regeneración, el discurso u objeto crítico adquiere el formato de producto retórico, creando intereses de mercado. Por lo tanto, el espacio de red social para una comunidad crítica permite suspender la incorporación del comunicado crítico al mercado. En la medida que su generación es un hecho colectivo e interdependiente. Del que, como hemos dicho, no es posible reconocer una información estable u objeto comercial. Ni un creador, ni un emisor, siendo la misma usabilidad del comunicado aquello que le da identidad. Por lo tanto, con la noción de comunidad crítica se establece un nuevo actor para el análisis, la creación y la regeneración de la sociedad. Durante la primera mitad del siglo XX se sucedieron múltiples propuestas revolucionarias. Con nuevos espacios de libertad para la creación, crítica social y dinamización política. Después de la II Guerra Mundial, con las primeras vanguardias americanas y el Pop-Art, New York tomó el relevo como capital del arte contemporáneo. Y ya en 1948 el Congreso de EEUU aprobaba la ley Smith-Mundt, que hizo posible la creación de numerosos organismos de propaganda cultural como la USIE, U. S. Information & Educational Exchangementre, agencia encargada de promover el arte contemporáneo norte-americano. Desde ese momento el MOMA, el Guggenheim, el Whitney Troust, la Fundació Whitney, la Ford, la CBS, la revista Life, Time, inician
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una nueva etapa con un arte contemporáneo marcado por la inversión privada y el valor especulativo de la obra. En ese instante se articula una potente estructura capaz de dar una función económica a lo que hasta el momento tenía una función socio-política. Las bombas sobre Hiroshima y Nagashaki escenifican perfectamente la fallida definitiva del sistema moderno, sembrando el nihilismo que empuja al consumo, y que hemos descrito. Con el reciente arte contemporáneo chino se ha pretendido consolidar nuevas inversiones financieras, con un arte preso de esa antítesis de lo crítico que hemos mencionado. Numerosos trabajos de los artistas chinos giran entorno tres temáticas que al final de su ciclo comercial entran en clara contradicción: i) sobre la transformación traumática de grandes extensiones rurales en extrarradio de nuevas metrópolis. ii) sobre la presencia del otro, personado en un occidente que alarma la esencia oriental. iii) sobre un sujeto rural desmaterializado ante la abrumadora presencia de la ciudad contemporánea. Como hemos dicho el análisis crítico queda invalidado una vez se incorporan esos trabajos en el mercado, y sus autores asientan su residencia fuera del país. Implantándose como una estética inocua al sistema financiero internacional, la crítica queda presa de su antítesis. Como distintivo de una UE que debe integrar su voz crítica en la escena internacional, para favorecer y promover la aplicación en el cómputo económico de un nuevo creci-
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miento sostenible, es urgente liberar el análisis crítico del mercado financiero, para promover cambios socio-económicos que hoy urge la crisis. Cambios que económicamente fomentarán un nuevo valor añadido. Con un nuevo arte que contemple principios de sostenibilidad no damos la espalda al enriquecimiento legítimo. Paradógicamente, esos mismos cambios sociales proporcionarán beneficios indirectos, con el fomento de un nuevo activismo ético universal que genere una nueva economía. El cómputo de ese tipo de resultados, sobre el gasto aplicado a micro-pagos para la creación y consumo de información y productos con valor ético, es aquello que hará posible la implantación de una nueva economía, con valor de sostenibilidad y equilibrio económico y medioambiental. Financieramente, es de prever que el objetivo final sea la creación de unas finanzas2.0 para la segunda globalización. Una red de pequeños y medianos capitales que complemente a las grandes finanzas internacionales, dando mayor sostenibilidad al riesgo. Con cuentas on-line ubicadas en la red, que dispongan de funciones para el crédito, pago y ahorro, ante Bancos Centrales encargados de regular intereses, beneficios y subastas de crédito. Medioambientalmente, podemos prever una sociedad fuertemente sensibilizada ante prácticas insostenibles. Dispuesta a enfrentarse con garantías a una segunda globalización aplicando, esta vez, una ética de ciudadanía universal elaborada por los mismos usuarios, fuente de compromiso y ciudadanía. Una ética internacional donde añadir, complementar y ac-
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tualizar permanentemente un compromiso con prácticas para la preservación de los derechos humanos y del medio ambiente. Evidentemente estamos hablando de un lento proceso que requerirá 15 años de transformación. Y muy probablemente, una vez se consuman los efectos de la crisis a escala global, y una vez superada la posmodernidad, deberemos también hablar de nuevas funciones para el arte. Surgidas en una nueva dimensión histórica encargada de relatar la implantación de una ética intercultural. Nuevas funciones que deberán integrar en la obra a un nuevo espectador-usuario. Una ciudadanía crítica con los métodos social y económicamente insostenibles, que exigirá participar en la elaboración de su universo simbólico.
RETÓRICAS DE LO RADICAL EN EL ESTADO ESPAÑOL Después de la Transición, desde la Movida Madrileña de los primeros años de democracia hasta el movimiento okupa de los años 90 o las últimas manifestaciones contra la guerra de Irak, hemos visto sucederse pequeñas incursiones hacia el discurso crítico. Discursos llamados contraculturales que con poca aceptación de su entorno social han reivindicado y dinamizado el análisis crítico sobre aspectos como el respeto a la libertad individual, el retorno del es-
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pacio público, el derecho a la vivienda digna, las libertades y derechos de minorías, y el trato a la población llegada de otros países. Posturas todas como hemos dicho de gran valor dinamizador para la sociedad, y que han fomentado llegar hasta donde hoy nos encontramos. Propuestas creadas desde un descontento visceral, de un sector social que apenas mostró nunca interés en estructurar un discurso político capaz de intervenir. Aunque a menudo todas cargadas de sentidos y verdades, finalmente han sido desactivadas por el aparato del binomio publicidad-mercado, quedando entendido que el sistema es incuestionable. Los actuales años de democracia se han utilizado para expresar una libertad individual fundamentalmente ligada al crédito para el consumo de productos industriales de masa. Unos productos que en tiempos de dictadura llevaban implícito el significado de democracia, y que en tiempos de democracia no han alcanzado a ser útiles para la libre expresión de la libertad individual. Ante esta hegemonía del producto de masa la expresión de libertad individual finalmente ha quedado estigmatizada, derrotada y arrinconada. Podemos ver cómo, en estos momentos, la figura del autor intelectual ha perdido toda autoridad ética, como acicate ante la injusticia socio-política, y apenas forma parte de un aparato mediático oficial, determinado a la práctica de una ironía política estéril o bien centrada en el linchamiento de la individualidad.
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A su modo, todo el territorio del Estado Español ha adoptado el nihilismo occidental y la inhibición contemporánea que he descrito, entrando de lleno en el consumo de una actualidad que en pleno júbilo posmoderno, practica el linchamiento mediático de la individualidad. Una práctica dirigida por intereses económicos legítimos, que no evita el desmantelamiento de la diversidad, de la riqueza, del valor de la individualidad y de la complejidad de ser humano, y ve con buenos ojos una escenografía que entroniza la uniformidad de lo grotesco.
METODOLOGÍAS CRÍTICAS PARA LA RED EN CATALUNYA Prolongando la onda expansiva de lo radical, con el sano descontento que dinamiza y construye las sociedades contemporáneas, sin abandonar la necesidad de actualizar social y políticamente el país, creo que deberemos acordar un espacio histórico preeminente para la Revolución. Como herramienta política que mereció en el pasado un espacio dentro de la historia europea, y hoy debe reinventarse acomodando sus principios a las nuevas circunstancias, totalmente alejados de cambios sociales cruentos. Y pienso que Catalunya está ya en condiciones de fomentar un relevo generacional aún nunca llevado a cabo. Mediante una sana y constructiva expansión del cambio de paradigma econó-
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mico, político y social, que hoy las circunstancias demandan y las nuevas tecnologías anuncian. En estas circunstancias, antes de abordar el tema, deberemos acordar que será necesario afrontar la dificultad que supone una estabilidad política y económica breve en el tiempo. Para la elaboración de discursos capaces de reformar y provocar un cambio de rumbo económico y político, que abra una nueva etapa en la historia contemporánea del país, creo que un análisis cierto y ajustado de la salud actual del discurso crítico en Catalunya debe prever, como punto de partida, la inevitable juventud democrática del Estado Español, y la fuerte resistencia a los cambios estructurales. El Estado Español, es un país aún ligado a una estructura económica y política fuertemente vinculada a una agricultura premoderna, o a una pseudomodernidad llegada de la mano de industrias del textil o mineras, anteriores a la Guerra Civil. O a una industria automovilística y a unas primeras industrias del turismo de masas. Las primeras lograron sobrevivir a una cruda y sangrante Guerra Civil. Las otras se implantaron en el territorio mediante un tímido apoyo internacional que favoreció cierta pseudomodernización de la industria del país. Posteriormente, los primeros veinte años de democracia han venido marcados por la entrada en la UE y por las ayudas a la cohesión económica con Europa. Finalmente, el rápido crecimiento de los últimos quince años se ha materializado con un boom inmobiliario insostenible. La crisis finalmente ha dilapidado
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ya gran parte de los beneficios en borsa conseguido en el mismo periodo. Por lo tanto, en éste contexto, el aparato económico e industrial que conserva Catalunya apenas ha vivido el natural relevo generacional que podemos ver en otros países como EEUU, Japón, Dinamarca o Alemania, tremendamente avanzados. Países que se muestran evidentemente mucho más complejos y flexibles hoy a la implantación de los cambios que anuncian la crisis financiera y las nuevas tecnologías. Los primeros dos países mencionados, con una ejemplar complicidad entre fondos de alto riesgo y nuevas tecnologías. Los segundos, con un Estado del Bienestar mucho más y mejor desarrollado, a su vez aún capaz de garantizar un valor adquisitivo ejemplar para las rentas bajas y medianas. Esta falta de relevo generacional en las estructuras de poder es una de las causas directas que ha originado enormes carencias estructurales del sistema, que vale decir, quizá no sea ya posible reorientar con éxito ante la fuerte competitividad internacional que se avecina. La desorbitada inversión en construcción, el cómputo de un crecimiento irreal del PIB basado en la especulación sobre el valor de los inmuebles, el abandono estructural de las inversiones en I+D+i, y recientes reivindicaciones de la CEOE orientadas a pedir nuevas reformas de los pactos laborales como medida de competitividad y crecimiento, son reacciones que encuentran su origen en la ausencia de relevo generacional, y son
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parte del factor coyuntural de resistencia al profundo cambio de paradigma económico que las circunstancias exigen hoy. A modo de ejemplo tenemos el caso Air Comet, 24 de diciembre de 2009. Quedará por conocer el coste económico que ha supuesto la gestión de su fallida, valorado en índices de sostenibilidad con nuevos métodos de medición del PIB que contemplen la calidad de vida (propuesta presentada por Sarkozy el 14 de septiembre de 2009, incluida en un proyecto dirigido por el Nobel de Economía Joseph Stiglitz). Y es en éste contexto precisamente donde Catalunya debe articularse, democráticamente, con un discurso crítico de ciudadanía, mediante metodologías de crítica en red. Con capacidad a su vez de reunir y sumar el pasado inmediato a un presente que se agota, y que cada vez más forma parte del futuro de otros países. Con un discurso propio de encaje en la UE, que según desee su ciudadanía contemple arrastrar y liderar todo el territorio del Estado Español. Como hemos dicho, el análisis crítico deberá responder a los desafíos globales, utilizando la noción de comunidad crítica. Con el objetivo de orientar el cambio de paradigma económico y social necesario, desde un discurso llamado a implicar la complicidad de todos los actores sociales que forman el país. Desenmascarando al consumidor, para rehacer un renovado llamamiento a la noción de ciudadanía. A la corresponsabilidad de ciudadanía. Capaz de cambiar comportamientos, actitudes y prácticas en parte correspon-
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sables de la crisis. Para ello, abandono de antemano todo discurso revolucionario que fomente la rotura o encuentre su sentido en la mera animadversión hacia el sistema. La naturaleza de la comunidad crítica gira en torno la vehiculación de un análisis crítico, donde converger una ciudadanía llamada a participar. Es de prever que los recientes referéndums no vinculantes para la independencia de Catalunya lleven a la administración del país hacia una situación de colapso, que simplemente profundizará en el desasosiego y la frustración. De todos modos, de no ser así, la democracia deberá ser el método que sirva para decidir libremente cualquiera de las opciones que hay sobre la mesa. Y en cualquiera de esos escenarios, la creación de una comunidad crítica es un paso hacia adelante, mediante una herramienta social capaz de vehicular la democracia con efectividad, ante retos de dimensión internacional. Como parte de una generación que ha nacido en democracia, creo no equivocarme si afirmo que vivimos en un sistema democrático imperfecto, pero que debe ser utilizado y debe ser transformado. Lo cierto es que disponemos hoy de todos los elementos legales y políticos necesarios para construir un sistema complejo, capaz de integrar el análisis de una comunidad crítica partícipe y fuente de dinamismo socio-político, respetando la aritmética democrática, y utilizando nuevos medios para promover un relevo generacional aplazado e inevitable.
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Finalmente, será esta comunidad crítica apolítica, la encargada de generar opinión, análisis, información y material para la posterior creación del nuevo universo simbólico. Que servirá de dinamizador económico y social, creando nuevo debate, entorno nuevas pautas de conducta hacia un nuevo sistema económico. Un eslabón hacia la nueva sociedad post-crédito, de ciudadanos llamados a sustituir con nuevas prácticas sostenibles la economía del crédito. Aplicando al micro-pago el valor añadido de la ética. Un nuevo beneficio que deberá formar parte del cómputo empresarial, para completar el mantenimiento del sistema y replantear con profundidad la economía expansiva neoliberal. Creo que es posible articular un cambio social profundo, capaz de regenerar y recrear una sociedad contemporánea que ha vivido inhibida en la aceptación de una individualidad abandonada al nihilismo. Hacia una sociedad consciente ya de vivir una temporaneidad inconclusa, que ha demostrado debe autogenerar su seguridad y autorregular la justicia social. Hacia una ética universal, desde una imperfección advertida del sistema. Desde una nítida orfandad ideológica que desvela una nada prevista en el ensayo Interface: el ruiseñor en la pantalla, que más allá del valor ético inhibe y desmantela toda ideología o concepto, y que fuerza a una renovada corresponsabilidad ciudadana que incluye todos los segmentos sociales. Estamos hablando de nuevas funciones para la noción de individuo, de libertad, de democracia y de economía. En
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un nuevo pacto social bajo el término: sociedad integrada, que creo encaja perfectamente dentro del paradigma de la red.
LA SOCIEDAD INTEGRADA No puedo ni debo prever los efectos o conclusiones de un análisis autogenerado por una comunidad crítica. El análisis en una red de interrelaciones debe generar un relato crítico continuamente dinamizado y que escape de cualquier personalismo. Aunque sí es previsible concretar los aspectos que deberán dinamizarse socialmente, económicamente y políticamente, desde una perspectiva internacional. Por un lado la globalización económica plantea por ahora, para detallar con más claridad los temas abiertos: i) un fuerte aumento de la competencia y de la presión sobre los beneficios de los talentos financieros internacionales, sin regular aún, y que afecta directamente a la capacidad del sistema para redistribuir beneficios (leo en fecha 22 de diciembre de 2009, las acciones del mismo juez que supervisa la quiebra de Lehman Brothers, previstas para aprobar pagas de 50 millones adicionales a 230 traders, beneficios derivados de una cartera de 10.000 millones de dólares del banco). ii) la dificultad de los pactos laborales para acomodarse a la competitividad de un mercado laboral internacional y aún sin regular, ante la deslocalización hacia países sin de-
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rechos laborales adquiridos. iii) la fuerte dependencia de las familias a la carga que supone un excesivo gasto destinado a la vivienda, que a manera de tasa frena la creación de un tejido industrial complejo y diversificado de pequeñas y medianas empresas. iv) el peligro de perder, ante la fuerte competitividad internacional, garantías en prestaciones sociales que hoy dispone el Estado Español, en aras de una mayor competitividad. v) la necesaria e imprescindible creación de planes para el fomento y estímulo de sectores con nuevo valor añadido, frente a sectores agotados como el turismo o la construcción. Aparte, y en clave políticosocial, ante la llegada de las nuevas tecnologías se plantean a su vez: i) la fragilidad de los principios de libertad e igualdad adquiridos, ante la interacción con nuevos contextos sociopolíticos y la circulación de información intercultural. ii) la disolución de las diferencias sociales que definen idiosincrasia, identidad o nación, que desincentiva a gran parte de la población para formar parte de lo público. iii) el nuevo papel del usuario como creador de información, de producto, de comunidad y de identidad, y la disolución del discurso oficial o de los principios de autoridad sobre la educación infantil. iv) la utilización de las comunidades on-line como nuevo vehículo para el análisis y comprensión crítica de la realidad social. v) la obsolescencia del discurso académico ante la rápida transformación del medio on-line, y los nuevos métodos pedagógicos on-line. Para el fomento y creación de una ciudadanía global, podemos aplicar el término Comunicados Éticos. Me referiré con
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ello a un goteo permanente de contenidos digitales y análisis, expandidos hacia una comunidad crítica internacional. Que a su vez fomente una Sociedad Integrada en la responsabilidad de decidir y dirigir la información que idea e imagina cómo debe ser el mundo que la política administra. Un método de expresión para la democracia, vehiculada en red, capaz de crear una corriente de opinión autogenerada. Hacia pequeños cambios éticos en comunidad, que logren convertirse económicamente en un nuevo valor añadido, y que complementen una democracia de representantes hoy devaluada ante las nuevas dimensiones globales y la crisis de valores mencionada. Mediante la recuperación de la ciudadanía participativa, de una ciudadanía integrada, como parte fundamental del sistema, creadora y usuaria, y en oposición al consumidor inhibido en el crédito al consumo. A modo de ejemplo tenemos la noción de ecologismo, nacida después de los primeros efectos de la industrialización a gran escala. Una visión de la naturaleza hoy día imprescindible, pero evidentemente fruto de una realidad post-industrial que requirió elaborar esa percepción sobre el valor de la naturaleza. Un valor de la naturaleza que en una economía sostenible es previsible genere nuevo valor añadido, computable en beneficios para la red financiera. Los cambios en el cómputo de beneficios requerirá un acuerdo internacional, posible en el nuevo escenario de interrelación financiera que se abre tras la crisis. La necesidad generará de facto nuevos acuerdos para la valoración inter-
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nacional de cifras de beneficio, coste y rendibilidad. En ese marco la ética será nueva fuente de valor añadido. Y ante la generación de una ética económica quiero añadir, en mi opinión, que inevitablemente ante la nada ideológica todo acuerdo, verdad, concepto, idea o avance tecnológico, siempre viene previamente determinado por la necesidad de su existencia. Y nunca al revés. Toda verdad, capaz de cumplir con la demostración que preconiza, queda justificada y es considerada verdad, de modo arbitrario, durante el tiempo que dura su utilidad. La filosofía es una disciplina de procesos intelectuales legitimados de facto y nunca por su naturaleza metafísica, fuerza, resistencia o avance en su complejidad. La ética podrá sustituir perfectamente las funciones que hasta hoy cumplía la ideología. Por lo tanto, orientarnos hacia un relevo progresivo del sistema, que sirva para dar respuesta y generar una realidad afín al principio de supervivencia, es un proceso natural que de facto y sin resistencia posible será aplicado de progresivamente. Llevando las conclusiones un paso adelante, en cuanto cumpla su cometido, si decimos que es la comunidad crítica quién puede plantear dudas, hipótesis, y generar y actualizar respuestas, entonces estamos hablando de una filosofía2.0 para la segunda globalización. Mediante un nuevo lenguaje intercultural, capaz de transmitir respuestas internacionalmente válidas. Desprovistos de ideologías validadas por principios metafísicos, y ha-
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cia la actividad de una comunidad crítica que participe en propuestas que autogeneren análisis internacional. Para un cambio que permita reubicarnos en la nueva economía, fomentada desde y para el sistema, con todas sus partes implicadas, y utilizando todas y cada una de las herramientas que le conforman. Apostando por el nuevo valor añadido: el valor inmaterial. Afín a una de las generaciones mejor preparadas de la historia. Una generación perfectamente capaz de dar un paso adelante y abandonar el producto industrial y la historia contemporánea. Para entrar en una temporaneidad sin ideología, desde una historia encargada de relatar la implantación de una ética global. Creo que toda resistencia a éste cambio será una resistencia al correr natural de los hechos. Un correr del discurso histórico que vuelve a estar en marcha por un simple y claro motivo: al margen de ideologías o lucha de clases, las instituciones públicas siguen y seguirán obligadas a garantizar el bienestar de toda población que tenga entrada en la dimensión global. Y ello, con más complejidad, ante los nuevos retos que implican fenómenos actuales mencionados: la globalización de un sistema financiero que carece de ideología, y la implantación de nuevas tecnologías que nos permiten aproximarnos a injusticias hasta hoy ocultas. Por lo tanto, la creación, distribución y consumo de información y productos con valor inmaterial es la puerta a la nueva economía sostenible. Hemos descrito dos fenómenos que avanzan y se implan-
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tan irremediablemente, empujados por la inercia propia de unos hechos que en la historia convergen hacia una ética universal. Augurando hoy la necesidad de adoptar el nuevo paradigma económico y social: la red. Ante ellos, la comunidad crítica se erige como el nuevo agente social para el análisis crítico fuerte, capaz de extender contenidos con valor ético que fomenten la implantación de ese nuevo sistema económico y social.
IDENTIDAD RELATIVA Y PRODUCTO INMATERIAL En la medida que cada vez son más las personas que forman parte de un mismo sistema económico, la organización socio-política debe dotarse de respuestas y tecnologías con mayor complejidad para su red de transacción y venta, favoreciendo una mayor circulación de crédito para sus organizaciones económicas. La natural atracción del sistema neoliberal a la ampliación de su radio de influencia, que tiene origen en el principio de enriquecimiento ilimitado y de economía expansiva, fomentó la extensión de sus relaciones económicas hacia la dimensión internacional. En plena globalización, con una cifra total de crédito sin regular y una espiral de inversiones en productos de alto riesgo que las nuevas tecnologías facilitaron, se originó una
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percepción errónea de liquidez. En éste escenario el sistema neoliberal quedó deslegitimado. Tras las primeras noticias de alarma la contracción del crédito acabó revelando una cifra de deuda inasumible. Y hoy puede interpretarse, en plena crisis, que el enriquecimiento ilimitado, característica implícita al mismo sistema neoliberal, ha sido su razón de ser y el primer síntoma de su debilidad. Demostrando con ello finalmente que toda ideología está deslegitimada para la eliminación de la incertidumbre. Un hecho de gran trascendencia que abre el nuevo escenario de la nada ideológica, la ausencia de ideología. La conclusión que se extrae a la crisis demanda urgentemente reformular una economía capaz de administrar su crecimiento, controlar el riesgo de su deuda, y generar un nuevo valor añadido con crecimiento sostenible, retornando la economía al espacio de lo público. Ubicado en la postguerra fría, sin competidores internacionales y con plena libertad de expansión, el sistema capitalista se ha visto desbordado por sus propios principios de libre competencia, libre mercado y libertad de crédito para un sistema económico en permanente expansión. A tal extremo podemos afirmar hoy que en un contexto de globalización y expansión económica neoliberal, EEUU ha estado a punto de perder de facto la identidad nacional de su sistema financiero. Ante la muestra de hiperrealismo de la economía, en un escenario que de facto se ha engullido la ideología neoliberal, el Congreso de EEUU eligió mantener la identidad de su sistema financiero y firmó el Plan
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Paulson de rescate financiero. Una decisión histórica. La compra pública de bancos privados y la inyección de crédito en el sistema financiero ha sido la respuesta neocon, que buscó evitar la desnacionalización de las finanzas y la pérdida de autonomía financiera. Como consecuencia, esas últimas decisiones tomadas por el anterior gobierno de George W. Bush in extremis, determinaron decisiones para el resto de bancos centrales. Tras el plan de ayudas el sistema financiero internacional aún existe, aunque dejando unas finanzas públicas endeudadas, que hoy auguran una rápida subida de intereses. En un pasado inmediato la guerra fría sirvió al sistema para sacar dos conclusiones prácticas: i) la retirada de la escalada armamentística. ii) una necesaria internacionalización de la economía, que daba sus primeros pasos hacia la globalización. Recordando el reciente G-2 formado por China y EEUU, y que antes mencionamos, lejos de protagonizar una época dorada del libre mercado, esta última década se ha transformado en la antesala de la red de sistemas, la llamada multipolaridad. Y podemos afirmar, paradójicamente, que mientras el sistema capitalista se ha visto desbordado incapaz de sostener sus propios principios a escala global, los países afectados escenifican hoy un logro histórico: la interdependencia. La redimensión de la red económica y socio-política a escala global, tras la crisis, ha visto adelgazar los fondos de
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crédito financiero, pero sin romper con ello los lazos financieros que creó la globalización. Es decir, avanzando hacia la interdependencia, la red de comunicación y transacción sigue intacta, aunque el flujo de capital es mucho menor. Y es esta interdependencia lo que permite hoy superar la libre competencia como medida de control sobre la identidad legítima de las economías nacionales. Es decir, desde el punto de vista financiero, ahora todos somos parte de todo, y todos los intereses políticos forman cada vez más parte de todo el sistema. Des del paradigma de red estaremos hablando de interdependencia y de identidad relativa. El nuevo sujeto para la red, aplicado a nación, estado, individuo o producto, debe reformularse bajo clave de identidad relativa. Económicamente, la interdependencia de la identidad de las finanzas permite entender porque la enorme presión sobre los beneficios del sistema financiero internacional no ha originado una escalada hacia un escenario proteccionista. Y porque se ha logrado pactar una reacción unitaria, de todos los bancos centrales, para la firma de paquetes de ayudas al sector financiero, sin medidas proteccionistas que primaran beneficiar intereses nacionales. El encuentro entre Barack Obama y Hu Jintao, del 18 de noviembre de 2009, parece escenificar una inevitable entente entre EEUU y China. Dos estados que hasta el momento se habían mostrado claramente enfrentados. La traducción de estos gestos en materia socio-política es un síntoma que nos permite intuir un nuevo escenario político, sensible a
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la progresiva creación de una ética global. Como hemos dicho la ética de implantará según necesidades, y al margen de voluntades o decisiones premeditadas, en la medida que dé respuesta a una coexistencia interdependiente de sistemas. A su vez, hablar de interdependencia de sistemas nos permite visualizar, como hemos dicho, la creación de una ética de ciudadanía global. Objetivo que paulatinamente logrará reparar desequilibrios en materia medioambiental, social y laboral, que hoy distorsionan y restan validez al escenario internacional. La evolución hacia soluciones a esas preguntas será el relato hacia el capítulo de la segunda globalización. Un movimiento social que deberá llevar implícito un profundo cambio en la consciencia de supervivencia en el planeta. Con respuestas a temas medioambientales, sociales y políticos que hoy toman dimensión global y por lo tanto merecen una profunda transformación del papel que debe desempeñar una ciudadanía global. Por lo tanto, aplicado al escenario de interdependencia en la dimensión de red global, vemos repetirse el formato que hemos aplicado al individuo y a la noción de comunidad crítica. Creo que hablar de identidad relativa es acertado y sirve para definir: i) a un nuevo sujeto que asigna el ejercicio del análisis crítico a la comunidad crítica. ii) a la nueva interrelación económica y política entre estados interdependientes a una red global. iii) la fuente de valor añadido ético, para un producto con funciones social y medioam-
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bientalmente sostenibles. En éste último caso, esas funciones sociales y ecológicas de un producto con valor ético, sirven a su vez para concretar el concepto producto inmaterial que incluye el enunciado. Evidentemente vinculado a los cambios económicos que requiere la crisis, el producto inmaterial está llamado a aportar el valor añadido necesario para complementar una economía de crédito agotada. Ante un previsible aumento exponencial de productos puntocom, el concepto producto inmaterial incluye el valor ético como distintivo para una cartera de precios y tasaciones que diferencie su sostenibilidad. Según el valor del producto modifique y transforme una empresa, aportando beneficios en sostenibilidad, eficacia en el gasto e innovación. A su vez, esta empresa es tasada según beneficia todo el sistema económico, aportando valor ético a la economía, generando también mayor sostenibilidad, eficacia e innovación. La transformación, de valor añadido aplicado al producto industrial hacia valor añadido aplicado al producto inmaterial, queda detallada en el ensayo Después del 2009: el producto inmaterial (2009). La transformación que nos llevará a una segunda globalización exitosa requerirá tiempo, como hemos dicho quizá estemos hablando de 15 años de cambios. El mercado de productos on-line sigue hoy esperando la regularización internacional adecuada para el control del micro-pago, por
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acceso o descargas de datos. Una regulación que se está intentando sea lenta y pausada, para no provocar la reticencia del usuario actual. El valor ético dará respuesta a temas medioambientales, reuniendo todos los segmentos de la población hacia la sustitución del producto industrial, del crecimiento expansivo y de la economía de crédito, hacia valores de inmaterialidad, sostenibilidad y ética. Que a su vez tendrá su representación en lo social, tanto en actitudes sociales capaces de eliminar costes, como en actividades económicas sostenibles, que puedan verse favorecidas por primas a la sostenibilidad. La desaparición de la ideología remite a la misma columna vertebral del pensamiento occidental. La noción de verdad objetiva queda escriturada en Copernico, Kant, Heidegger. Y todos ellos conservan las resonancias que creímos ver en un Platón interpretado bajo la luz del monoteísmo. Tutelados siempre por un ser superior, una patria, una idea, tras la crisis quizá descubramos cómo la ética es aquello que nos separa definitivamente de la destrucción animal. Por éste y otros motivos, personalmente, creo que oriente está predeterminado a ser mejor valedor de una nueva era que requiere una noción fuerte de comunidad. Autores como Zuhangzi, Confucio o Lao Tsé entre otros, del 700 a.c., siguen determinando hoy a millones de orientales, alrededor de una disciplina y una ética ejemplar. El reto es inmenso.
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BREVE APÉNDICE El 18 de diciembre de 2009 la cumbre del Clima celebrada en Copenhagen se cerró en falso con un clamoroso fracaso. Un acuerdo al margen de la comunidad internacional entre China y EEUU, que consolida sus relaciones bilaterales con un nuevo G-2. La complicidad de Brasil e India, permite además a EEUU escenificar su autonomía ante la UE y las Naciones Unidas, con un pacto al margen de las votaciones. Con la firma del acuerdo EEUU arrebata a la UE un liderazgo sobre el cambio climático, que en los últimos 20 años ha llevado en solitario. 30 de diciembre de 2009 Jordi Güell
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Expresiones individuales de análisis crítico fuerte dejan como hemos dicho descrita una antítesis ontológica en cada una de sus formas de expresión. La crítica ejercida des del mismo sistema es una acción que significa, irremediablemente, una nueva parcela de crecimiento y extensión del mismo sistema y de los mismos desequilibrios. El análisis crítico, la creación artística, la crítica artística o el comisariado, se muestran de ese modo exponentes de esta crisis antitética de lo crítico. Formando parte finalmente de la economía de consumo que pretenden transformar.