Iglesia Nueva Apostólica
Servicio Divino en Merlebach, Francia Temas bíblicos: La vida, el temor y la fe
Regional
Llamados a la comunión
Por amor a Dios y a su Obra De la Biblia: Jacob gana con artilugios la bendición de la primogenitura
Iglesia Nueva Apostólica Sud América
[ Sep/20 ]
comunidad com unidad
Sumario Septiembre/2020 03 I EDITORIAL
¡Ven y sígueme! 04 I SERVICIO DIVINO
Merlebach, Francia. Texto bíblico: 1 Corintios 1:9 17 I TEMAS BÍBLICOS
La vida, el temor y la fe 20 I INFORME
Por amor a Dios y a su Obra Pocas frases con mucha sustancia Adelanto JNA 30 I DE LA BIBLIA
Jacob gana con artilugios la bendición de la primogenitura 32 I CONTRATAPA
“Si Dios con su paz…”
Retrospectiva con bendición ¡Seguimos aprendiendo!
Portada: Xxxxxx Comunidad regional Propietario: Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Inscripción en la Dirección Nacional del Derecho de Autor: Nº: 5275096. Año Nº 6. Fecha de publicación: Septiembre 2020. Editor: Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Director: Ing. Enrique Eduardo Minio. Coordinación general: Viviana Aloy, Alfredo Haberstroh. Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Registro Nacional de Cultos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto: Inscripción Nº 4 (Ley 21.745). Santiago del Estero 1568, C1136ABH Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel: 54 11 4363-9400 / Fax: 54 11 4363-9441. Email: comunidadregional@inasud.org Las páginas 3 a 14 fueron extraídas de “Unsere Familie” - la revista de la Iglesia Nueva Apostólica”, edición Nº 18/2020 (pág. 5) y edición Nº 16 (págs. 8 a 20). Las páginas 30 y 31 fueron extraídas de “Wir Kinder” - la revista para niños de la Iglesia Nueva Apostólica, edición Septiembre/2020 (págs. 2 y 3). Impreso en Argentina por: Mundial Impresos. Cortejarena 1862. C1281AAB. CABA. Todos los derechos reservados.
2
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
EDITORIAL
¡Ven y sígueme! Mientras todo va bien, esta invitación es fácil de seguir. Pero si hay problemas y el camino se vuelve sinuoso o empinado, el que indica el camino pronto es cuestionado: “¿Sigue siendo este el camino correcto? ¿No es el camino que yo conozco el correcto, el más rápido, el mejor, el más fácil para llegar a la meta?”. En nuestra vida espiritual seguimos a Jesucristo y puede suceder que se cuestione si el camino que Jesús antecede es realmente el correcto. Pero tengamos en cuenta que Cristo no solo conoce el camino: ¡Él es el camino! Seguirlo no significa decirle qué camino nos gustaría andar, sino dejar que Él nos preceda. Seguirlo es ir adonde Él nos lleve. Seguirlo significa no poner condiciones ni exigencias. Es seguir su ejemplo y permanecer fieles a Dios en todas las tentaciones. Sigamos a Jesús, sin importar lo que venga.
Foto: © alexandre zveiger - stock.adobe.com
De un Servicio Divino del Apóstol Mayor
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
3
Foto: NAC Francia
4 4
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020 l 2020 COMUNIDAD REGIONAL Septiembre
SERVICIO SERVICIO DIVINO DIVINO
SERVICIO DIVINO EN MERLEBACH/FRANCIA FECHA: 7 de junio de 2020 TEXTO BÍBLICO: 1 Corintios 1:9 HIMNO: “Nos gozamos de la hora” ACOMPAÑANTE: Apóstol Jeannot Leibfried OBSERVACIONES: Primer Servicio Divino presencial con Santa Cena después del receso por el coronavirus
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
5
Texto bíblico: 1 Corintios 1:9
Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Llamados a la comunión
M
is muy amados hermanos y hermanas en Cristo, estoy especialmente feliz por poder celebrar este Servicio Divino aquí con ustedes en Merlebach. Pero, ¿por qué estoy aquí en Merlebach? Hay dos razones: en primer lugar, la iglesia de Merlebach es una de las iglesias donde actualmente es posible efectuar este tipo de reuniones, porque dispone de dependencias con las dimensiones que se necesitan. Por otro lado, el Apóstol informa que la comunidad aquí ha tenido que sufrir particularmente mucho por la pandemia y que muchos hermanos
6
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
y hermanas están directa o indirectamente afectados. Por eso vine aquí. Estoy agradecido al amado Dios por hacer posible nuestra reunión. También estoy agradecido a los hermanos porque en el menor tiempo posible tuvieron que hacer los preparativos para el Servicio Divino. No estoy seguro de que todos se den cuenta del desafío que fue eso. Puedo imaginar que hubo mucho trabajo y muchas reuniones detrás, pero todo funcionó y podemos estar juntos aquí hoy. Un gran agradecimiento a todos los que hicieron posible estar celebrando esta reunión hoy bajo estas circunstancias tan especiales.
SERVICIO DIVINO
Para ustedes, y también para mí, es muy inusual experimentar un Servicio Divino en estas condiciones. Hay algunas cosas que aún no sabemos cómo hacer. Estoy bastante seguro de que hay cosas que me pasarán, que se supone que no se deben hacer. Todo debe seguir un orden y espero que para cuando todos nos hayamos acostumbrado a la nueva situación, se nos diga: “Pueden terminar con eso y volver a la normalidad”.
Fue Dios el que nos llamó, no al revés
Pablo escribió a los Corintios aquí: “Fiel es Dios”. Queridos hermanos y hermanas, esto es algo que en este momento difícil, en este momento de crisis, escuchamos a menudo: “¡Dios es fiel!”. Podemos confiar en Él. Esta es una parte esencial de la fe cristiana, algo fundamental: Un cristiano cree en la fidelidad de Dios. Dios es confiable. Él hace lo que dice; Él dice lo que hace. Y como Él es perfecto no hay diferencia entre lo que Él decide hacer y lo que pone en práctica. Esto no siempre es así con los seres humanos. Ellos no siempre se atienen a lo que dicen y no siempre dicen la verdad sobre lo que hacen. Incluso si tienen buenas intenciones de poner sus palabras en acción, no siempre lo logran, porque son débiles e imperfectos. Es diferente con Dios. Él es perfecto. Lo que decide, siempre puede ponerlo en práctica, porque es todopoderoso. Por lo tanto, siempre podemos confiar en el amado Dios. Él es fiel. Él es confiable. Pero hoy en día todavía tenemos que creer en la fidelidad de Dios. Lo que hace no siempre es visible para nosotros y la realidad que podemos percibir a veces parece decirnos más bien que Dios prometió esto o aquello, pero no lo cumplió. Entonces se necesita de nuestra fe para poder confiar en Dios. No todo lo que ha prometido, no todo lo que ha dicho ya se ha hecho realidad. Pero mucho de lo que Él ya hizo, es
invisible a nuestros ojos. Por eso debemos creer en que podemos confiar en Él. Esto ya sucedió con Adán y Eva. Dios les dijo una cantidad de cosas, pero entonces vino la serpiente y expresó: “No, cuidado: ¡Esto es muy diferente!”. Y cayeron en su trampa. El maligno intenta lo mismo con nosotros. Solo que tenemos una pequeña ventaja con respecto a los primeros seres humanos: nuestra experiencia. Cuando reflexionamos sobre ello, nos damos cuenta de que en el pasado pudimos experimentar muchas veces la fidelidad de Dios. Nos prometió algo y por un tiempo lo creímos. Después se hizo más y más difícil de creer, porque aparentemente no pasaba nada, pero luego en algún momento, nos dimos cuenta en retrospectiva de que Dios había hecho exactamente lo que prometió. Había cumplido su palabra. Esa es nuestra gran ventaja como hijos de Dios: ya hemos experimentado en muchas ocasiones y de muchas maneras diferentes en nosotros mismos de que Dios es fiel y podemos depositar nuestra confianza en Él. Por el momento también necesitamos de nuestra fe para ello, pero Dios nos lo hace fácil porque en el pasado ya dio pruebas de su fidelidad en muchas situaciones. ¿Y qué dice Pablo que ha hecho este fiel Dios? Él nos llamó. Eso significa, en primer lugar, que fue Dios el que nos llamó, nos eligió, no al revés. Esa es otra verdad fundamental de la fe cristiana, que siempre debemos recordar. Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). Pero, ¿por qué yo y no otro? Eso es un misterio. La elección de Dios no se puede explicar. Una vez más, debemos creer. Nosotros no la podemos explicar, no podemos entender por qué Dios eligió a algunos y a otros no. Como seres humanos nunca lo podremos
Dios nunca se arrepintió de haberte elegido y nunca se arrepentirá.
entender. Solo lo podemos concebir con nuestra fe. Dios nos ha llamado. En segundo lugar, significa que Dios no se nos impone. Él decide a quién llama, pero deja a cada uno la libertad
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
7
Hemos sido llamados a la comunión con nuestro Señor Jesucristo
para responder a ese llamado o no. Cuando el hombre dice: “No, no quiero”, entonces es así. Hasta el final Dios le deja a cada persona la libre decisión de seguir su llamado. Dios nunca se impone. En la Biblia podemos leer a menudo que Dios nos llama por nuestro nombre. Significa que Dios conoce bien a los que llama. No deja librado al azar a quién llama. Lo hace deliberadamente. Él dice: “Te llamo, exactamente a ti, por tu nombre. Me refiero a ti, a nadie más. Es a ti a quien quiero tener. Porque sé que puedes hacer lo que espero que hagas y eres capaz de ir por el camino que te enseño”. Otro elemento básico en nuestra fe. Dios nos llama; es nuestra decisión si seguimos el llamado o no, pero debemos recordar una cosa: el que nos llama es el Perfecto, el que lo sabe todo, el que nunca puede equivocarse. Cuando me llama para hacer algo, lo puedo
8
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
afrontar si estoy dispuesto a hacerlo. Sería una lástima si yo no estuviera dispuesto. Dios es fiel. Nos ha llamado y nunca cambiará esta elección. Eso también podemos deducirlo de esta palabra: Dios no se retracta de su llamado. No dice: “Bueno, te he llamado y no has venido. Lástima, hasta aquí llegaste”. Él mantiene su llamado hasta el final. Cuando Dios te elige siempre eres bienvenido a responder a su llamado cuando tú te decidas. Dios no se arrepiente de su elección. Incluso si la persona a la que ha llamado no se comporta como debería, el llamado de Dios todavía sigue siendo válido. A quien Dios elige, sigue elegido y hasta el final Él le da la oportunidad de ser salvado. Así que, querida hermana, querido hermano, no tengas miedo y digas: “Sí, el amado Dios me ha llamado a ser su hijo y a colaborar en su Obra,
SERVICIO DIVINO
pero tal vez con el tiempo cambió de opinión y se dio cuenta de que así no iba y me rechazó”. ¡No! Cuando el amado Dios te llama, sigue fiel a ese llamado y ya no lo cuestiona. Él nunca se arrepintió de haberte elegido y nunca se arrepentirá, incluso si cometes los mayores errores. Su elección es irrevocable y como Dios es fiel, si sigues su llamado, te dará exactamente lo que te ha prometido. Ni más ni menos. Pero, ¿para qué nos ha llamado Dios? Pablo dice que Dios nos ha llamado a la comunión con su Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Esto significa en primer lugar que hemos sido llamados a estar con Jesucristo eternamente. Él mismo dijo: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo” (Juan 17:24). Este es el propósito que hay detrás de nuestra vocación. Jesucristo quiere que estemos donde Él está. Y sabemos dónde está: en su reino con el Padre en su gloria. No obstante, ser llamado a la comunión con Cristo no solo significa estar con Él. También quiere que seamos como Él, que tengamos el mismo cuerpo que Él.
Jesucristo fue el primer hombre que entró en el reino de Dios. Por eso recibió el cuerpo de resurrección y quiere que también nosotros lo tengamos. Comunión significa además participación. Jesús no quiere solamente que estemos con Él y llegar a ser como Él, con el mismo cuerpo; también quiere que poseamos absolutamente todo lo que Él posee. Quiere compartir toda la gloria con nosotros. La victoria que logró sobre el mal y la muerte, nunca la lograremos nosotros solos, como débiles seres humanos. Pero Jesús nos dice: “He obtenido la victoria y lo que he ganado también te pertenece”. Esto significa la comunión eterna con Jesucristo, a la que hemos sido llamados: estar allí donde Él está, llegar a ser como Él y compartir su gloria. La comunión con Jesucristo, a la que Dios nos ha llamado, no solo se refiere al futuro y al día en que el Señor vendrá otra vez. Ya hoy fuimos llamados a la comunión de vida con Jesucristo. Esta decisión también nos corresponde a nosotros. Jesús nos llama: “Si quieres, podemos ir por este camino juntos; si quieres, siempre estaré
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
9
a tu lado para cargar contigo todos los desafíos de tu vida; si quieres, estaré y siempre me quedaré contigo”. Pero también aquí vale: Aunque Jesús es nuestro mejor amigo, no es un amigo que se nos impone. Si no lo queremos, nos dejará en paz. Él se ofrece a acompañarnos en nuestra vida personal y en nuestras relaciones; a estar con nosotros en alegrías y en aflicciones. Pero nosotros tenemos que decidir si queremos o no. Él nos llama: “Si quieres, estaré contigo”. Comunión de vida con Cristo. Pablo dice –y Jesús mismo también lo dijo– que los que quieren tener comunión con Cristo también deberían sufrir con Él. Por supuesto, esto en principio no suena tan bien. ¿Qué significa? Uno podría llegar a hacerse la idea de que “Jesús sufrió mucho. Las personas le hicieron mucho daño: lo traicionaron, lo torturaron, lo mataron. Si quiero ser como Jesús, debo pasar por las mismas cosas: yo también debo ser traicionado; yo también debo ser odiado; yo también debo ser perseguido y muerto; yo también debo sufrir”. ¡No, no en absoluto! Es al revés: el Hijo de Dios que estaba en el cielo, vino a la tierra para sufrir con nosotros. Por amor a nosotros asumió sufrir como los hombres, ser débil como los hombres, estar expuesto al maligno y a la maldad de la gente, como los hombres. Aceptó sufrir como hombre y morir como hombre. La comunión del sufrimiento con Jesucristo no significa, por lo tanto, que debamos sufrir porque Jesús sufrió. Él vino a esta tierra para compartir el sufrimiento con nosotros y vivir la misma vida que tienen que vivir los hombres. Como estamos expuestos a todas estas cosas, aceptó compartir nuestro sufrimiento. Cuando espera que compartamos nuestro sufrimiento con Él, significa otra cosa: Mientras era atacado por los hombres durante sus días más duros en esta tierra, vino el diablo a tentarlo y a aprovechar la situación para separarlo de su Padre. Jesús tuvo que luchar, contra el diablo y contra sí mismo, para permanecer fiel a Dios y a su misión. Lo que nos pide es que nosotros, como Él –a pesar de todo sufrimiento, a pesar de toda injusticia, a pesar de la maldad de las personas y a pesar de la muerte– siempre nos esforcemos en quedar fieles a Dios. Nos dice: “He venido a la tierra para compartir tu sufrimiento. Ahora te pido que también tú compartas mi sufrimiento y luches por ser fiel como yo he luchado por serlo”.
10
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
En los últimos días me di cuenta de algo de lo que antes no era consciente. Hasta ahora partía de la base de que el término francés “communion” siempre debe ser interpretado como estar unidos unos con otros. Pero estaba equivocado. El origen de la palabra latina significa algo muy diferente. En primer lugar, significa participación en lo común, trabajar juntos en algo compartiendo la carga. Si somos llamados a la comunión con Jesucristo significa que Jesús quiere que lo apoyemos en su misión y participemos en su Obra. Para eso hemos sido llamados. Y eso no es nuevo para nosotros, porque Jesús dijo que había venido para servir; y cómo Él sirvió a sus discípulos, esperó de ellos que se sirvieran unos a otros (cf. Marcos 10:45; Juan 13:14). ¿Cuál es para nosotros uno de los servicios que debemos prestar? El Señor Jesús lo expresó con mucha precisión: Debemos ser testigos. Hemos sido exhortados a anunciar el Evangelio, no solo con palabras, sino también con buenas obras. Ese es el sentido de nuestra elección. Hemos sido escogidos para servir junto a Jesús como reyes y sacerdotes en el milenario reino de paz, donde todos juntos ayudaremos a llevar a la consumación su Obra de Redención. Pero esto no solo es válido para el futuro, sino que ya lo es a partir de ahora.
SERVICIO DIVINO
Es Dios, es Jesucristo, el que nos llama. Esto ya es mucho para nuestra motivación.
Hemos sido llamados para servir a Cristo y anunciar el Evangelio haciendo el bien. Él mismo, Dios, nos ha llamado a hacerlo. Y una vez más, Dios no comete errores. Si Él nos ha llamado para eso, también sabe que somos capaces de llevar a cabo esta tarea. Sería un signo de falsa humildad si dijésemos: “No, no puedo hacer eso, soy demasiado pequeño, soy demasiado débil, no soy capaz de hacer eso”. Si realmente creo que fue el Dios perfecto el que me llamó, debo concluir que también soy capaz de hacer lo que espera de mí. No hay excusa para no anunciar el Evangelio haciendo el bien. La convicción de que es Dios quien nos ha llamado a la comunión con Jesucristo también resuelve definitivamente todas las cuestiones relativas a la paga y los motivos que nos impulsan para servir. Cuando Cristo me llama a trabajar con Él, sería indecente decir: “¿Qué provecho tendré? ¿Qué obtendré a cambio? Y si hago un poco más, ¿qué recibiré por ello?”. ¿Eres consciente de quién te llama a apoyarlo en su trabajo? Es nuestro Señor Jesucristo.
Él murió por ti, Él te quiere llevar a su gloria y compartir todo contigo. Creo que aquí la pregunta por nuestra paga está fuera de lugar y queda resuelta para todos los tiempos. No es una organización, ni un jefe, ni una entidad o cualquier otra persona que nos llama. Es Dios, es Jesucristo. Esto ya es mucho para nuestra motivación. Jesús quiere que sirvamos con Él en el reino milenario de paz. Quiere que nuestro servicio comience ya hoy y anunciemos el Evangelio haciendo el bien. Dios nos ha dado el don y no necesitamos preguntar por nuestra paga o nuestros motivos. Pensemos simplemente en lo que Él hizo por nosotros y encontraremos nuestra motivación. Eso también aclarará nuestras prioridades. Jesús fue muy exigente con sus discípulos en esta cuestión. Cuando le pidió a alguien que lo siguiera, este respondió: “Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre” (Mateo 8:21). Para un judío era una obligación muy importante enterrar al padre. Pero Jesús le contestó de forma un poco más ruda: “Sígueme; deja que los muertos
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
11
entierren a sus muertos” (Mateo 8:22). No es que Jesús fuera un desalmado. Solo intentaba dejar en claro la importancia de su llamado. Como sabemos que fue Dios quien nos llamó para servir, ese servicio se convierte en nuestra principal prioridad. Eso no significa que no debamos hacer otra cosa, que no tengamos preocupaciones. Comemos, trabajamos, cuidamos a nuestros hijos. Significa, simplemente, que no olvidemos en ningún momento cuál es nuestra misión; que nuestro primer pensamiento debe ser siempre cómo podemos ahora, en este momento, en esta situación, bajo estas circunstancias, servir al Señor; que siempre nos preguntemos: “¿Cómo puedo anunciar ahora el Evangelio haciendo el bien?”. Sé que no es fácil, pero Jesús nos pide que hagamos este esfuerzo. Nos dice: “Soy yo quien te lo pide. Siempre piensa primero en lo que he hecho por ti y lo que todavía hago por ti. Recuerda quién eres: Eres alguien que fue llamado por Dios para anunciar el Evangelio, hacer el bien, servir. Actúa en consecuencia, ¡aquí y ahora!”.
12
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
Dios nos ha llamado a la comunión eterna con Jesucristo; nos ha llamado a la comunión de vida y sufrimiento con Él. Debemos sufrir como Él sufrió, luchando por permanecer fieles a Dios bajo toda circunstancia. Hemos sido llamados para servir a Dios a través de nuestro amor a Él y anunciando el Evangelio haciendo el bien. Este es nuestro impulso; esta es nuestra prioridad. Si Dios nos ha llamado a la comunión con su Hijo, esto obviamente también representa una clara referencia a la comunidad. Dios no llama a un solo individuo. Siempre es un llamado a ser parte de la comunidad, la comunión de los hijos de Dios. Sigue siendo un elemento fundamental de la fe cristiana –y especialmente nuestra fe nuevoapostólica– el haber sido llamados como Iglesia, como cristianos y como hermanos y hermanas en Jesucristo a estar juntos y trabajar juntos. Esto es esencial. El propósito de la Iglesia es que los cristianos se reúnan para honrar juntos a Dios, para adorarlo juntos, para escuchar su palabra juntos y para celebrar la Santa
SERVICIO DIVINO
Debemos experimentar el Servicio Divino juntos –tan pronto como Dios nos lo permita– de nuevo como comunidad.
Cena. Por lo tanto, la Iglesia Nueva Apostólica nunca podrá ser una Iglesia virtual. Debemos experimentar el Servicio Divino juntos – tan pronto como Dios nos lo permita– de nuevo como comunidad. El objetivo de los cristianos es tener comunión entre sí y hacer actividades juntos, orar juntos, celebrar juntos y trabajar juntos. Esto es algo muy básico que no podemos dejar de lado así nomás, el estar juntos. No solo para trabajar y hacer actividades juntos, sino que es igualmente importante que estemos juntos para ser uno. Jesús quería que aquellos que creen en Él sean uno, como Él y el Padre son uno (Juan 17:21). Así que se trata de algo más que solo estar juntos y trabajar juntos, orar juntos y ayudarse unos a otros. Debemos ser uno y hemos sido llamados para consolidar la unidad entre los hijos de Dios. Dios es justo y es fiel. Él nos ha dado los medios para que tengamos esta unidad: nos ha dado la capacidad de perdonarnos unos a otros para que las cosas se puedan poner en orden; el amor de Dios ha sido derramado en nosotros y eso nos per-
mite amar a nuestra hermana y a nuestro hermano, así como los ama Jesús. ¡Tenemos este poder! Tenemos todo lo que necesitamos para lograr nuestro objetivo y tener esta unidad. Porque Dios es fiel. Cuando Él nos llama, también nos da los medios para que podamos realizar nuestras tareas. Para mostrarnos lo que podemos hacer para mantener la unidad nos puede ayudar pensar en el virus que nos está ocupando. Todos sabemos que el virus es muy peligroso. Es dañino: no se lo puede ver, pero puede causar un gran daño. ¿Qué hacemos contra él? Tenemos que adaptarnos a las medidas para la contención del virus. Hay cosas de las que hay que abstenerse porque pueden ser muy peligrosas. Así que tenemos que usar una máscara, observar las reglas de la distancia, lavarnos las manos y demás, para reducir el riesgo de contagio. Lo mismo sucede con el “virus” de la discordia y la división. Al diablo le encanta difundirlo. Este virus tampoco se puede ver, pero es horrendo y extremadamente contagioso. Dios nos apela a seguir ciertas reglas. Mencionaré solo algunas de ellas: evitemos participar en rumores; evitemos detenernos siempre en lo que sucedió en el pasado; evitemos señalar siempre los defectos de nuestro prójimo; hablemos más sobre lo bueno y menos sobre lo malo; dejemos claro que no nos gusta que se hable mal de nuestro prójimo y que no nos interesa. Hay muchas más reglas como estas. Pensemos en esto: para combatir el virus, con el paso del tiempo hemos entendido lo que hay que hacer para contenerlo y –gracias a Dios– todo el mundo se está ateniendo a ello. También cuando se trata de luchar contra el virus que amenaza la unidad del pueblo de Dios, deben observarse ciertas reglas y también aquí el bienestar de toda la comunidad depende de cómo se comporta cada uno. Hemos sido llamados a la comunión, a estar juntos, a realizar actividades juntos, a ser uno y el Señor espera
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
13
Por fin pudo volver a celebrarse la Santa Cena. Tanto en la Iglesia visible…
El pensamiento de que Jesucristo me da también a mí todo aquello por lo que luchó tan duramente, sin que yo lo hubiera ganado, me fascina.
aún más de nosotros. Nos dice: “También quiero que se sirvan unos a otros”. Es agradable estar y trabajar juntos, pero no puede ser que haya, por un lado, “proveedores de servicios” y, por el otro, clientes, es decir, que unos vengan a trabajar y otros solo a recibir. Cada uno debe servir al otro y nadie debe decir: “No sé qué puedo hacer”. Todos pueden contribuir al bien de la comunidad. Tomaré un ejemplo simple: Alguien que es muy tímido, muy reservado, puede hacer su parte superando su timidez y acercándose al prójimo para preguntarle: “¿Cómo estás?”. Cuando logramos aceptar al otro en sus diferencias, no importa cuáles sean, hacemos una contribución al servicio de la Iglesia. Todos estamos en condiciones de hacerlo. No todos lo quieren, pero ese es otro problema. Uno quisiera que la otra persona sea como uno mismo para poder aceptarla. Pero Jesús nos dice que es justo al revés: “Este aquí me encanta. Lo he integrado en mi Iglesia y espero de ti que lo aceptes”. Hemos sido
14
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
llamados a la comunión de los hijos de Dios. Depende de nosotros responder a ese llamado. Y el último punto: ser llamado a la comunión con Cristo también significa ser llamado a la comunión en la Santa Cena. Estamos muy contentos de que el Señor nos invita de nuevo esta mañana a esta cena y nos recuerda: “Has venido a la cena de las bodas del Cordero. Has recibido tu invitación el día de tu Sellamiento. Esto es válido para todos los tiempos y como un anticipo de esta fiesta, te doy hoy la Santa Cena”. En la Santa Cena, el Señor nos muestra que la comparte con nosotros. La celebramos recordando el sufrimiento y la muerte de Jesús; recordando que compartió todo lo que tenemos que pasar. Él ya ha pasado por todo esto antes que nosotros; tal vez en forma diferente, pero con la misma intensidad. Cuando celebramos la Santa Cena, el Señor nos recuerda que nos entiende; que también ha ido por este camino y venció; que hoy –en este momento– está con nosotros. A través
SERVICIO DIVINO
… como en la Iglesia invisible en la Santa Cena para los difuntos
de la Santa Cena, el Señor nos da las fuerzas para luchar como luchó Él. Nos muestra que todos pueden compartir el mismo pan, el mismo cuerpo y dice: “Yo te amo, lo amo a él y la amo a ella. Tú me amas, él me ama y ella también me ama. Tu prioridad es el reino de los cielos, la de él y la de ella también”. Cuando lo tomamos en serio, el festejo de la Santa Cena es un medio maravilloso para fortalecer la comunión fraternal. Hemos sido llamados a esto por el Señor y queremos aprovechar la Santa Cena de hoy no solo para permitir que el Señor nos dé su poder, para recordar que tenemos un lugar en su mesa y que ya hoy podemos estar en comunión de vida y sufrimiento con Él, sino también para fortalecer este sentimiento de unión: somos un solo cuerpo, el cuerpo de Jesucristo. En preparación para el perdón de los pecados y la Santa Cena, el Apóstol Mayor dijo: Este es hoy con seguri-
dad un festejo muy especial de la Santa Cena. Estamos felices de celebrarla; pero también sentimos un poco de tristeza porque no podemos dejar de pensar en todos nuestros hermanos y hermanas que siguen el Servicio Divino por teléfono y en todos aquellos que por buenas razones no pueden estar aquí. Eso me duele de corazón. En todo caso, deberíamos celebrar esta Santa Cena como una fiesta de gratitud. Nos da la oportunidad de agradecer al Señor desde el fondo de nuestro corazón porque se ha unido a nosotros en el sufrimiento. A Él, que estuvo en el cielo, en la gloria, en la perfección y que vino a esta tierra porque nos ama, para compartir nuestro destino y lograr la victoria. Gracias, Señor Jesús, porque has compartido el sufrimiento de los seres humanos, nuestro sufrimiento, para salvarnos. Gracias, por invitarnos a ser partícipes de tu gloria. Estoy lejos de ser un soñador, pero el pensamiento de que Jesucristo me da también a mí todo aquello por lo que
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
15
Fotos: INA Francia
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider y el Apóstol Jeannot Leibfried después del Servicio Divino
luchó tan duramente, sin que yo lo haya ganado, me fascina. Nos dice que deberíamos celebrar esta Cena hasta que Él venga y nos dice que será pronto. Gracias, Señor, porque nuestra invitación seguirá siendo válida eternamente y que nunca te arrepentirás o cuestionarás el habernos elegido. Gracias, Señor, porque nos das las fuerzas que necesitamos para poder servirte, fortalecer la comunión y alcanzar nuestra meta. Y añado un último gracias: Señor, por la comunidad. En los últimos meses, hemos visto muchos signos de solidaridad. Estoy verdaderamente agradecido de que las hermanas y los hermanos hayan hecho tanto para mantenerse en contacto con los demás y creo que este tiempo de distancia física nos ha hecho más conscientes de qué importante es la comunidad para nosotros. Tal vez en febrero todavía teníamos un problema con nuestra comunidad, pero hoy nos damos cuenta de lo importante que es la comunidad para nosotros. ¿Qué haríamos sin la comunión? ¡Gracias, Señor, por permitirme ser parte de mi comunidad! En la preparación de la Santa Cena para los difuntos, el Apóstol Mayor dijo: Amados hermanos y hermanas, es también una gran alegría para nosotros poder celebrar la Santa Cena no solo en la Iglesia visible, sino también con nuestros amados en el más allá. Pensamos muy especialmente en los hermanos que se han ido a casa en las últimas semanas y ahora tenemos la oportunidad de agra-
16
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
decerles; de agradecerles de lo profundo del corazón por lo que hicieron por sus familias, por lo que hicieron por la comunidad, por lo que hicieron por nosotros. Fueron hermanos y hermanas que colaboraron para la causa del Señor. Les debemos mucho y nos gustaría agradecerles, a todos y cada uno de ellos, en este día especial: Gracias por lo que han hecho en esta tierra. Gracias por seguir estando en el más allá al servicio de Cristo y su Iglesia. Gracias por seguir orando por nosotros. También pensamos en aquellos que no han logrado permanecer con Dios hasta el final de su vida, pero sabemos: ¡Dios es fiel! Él no cuestiona su elección y todavía los ama. Su invitación es válida y añadimos la nuestra: ¡No vacilen, hermanas y hermanos, vengan a celebrar la Santa Cena con nosotros! ■
PENSAMIENTOS CENTRALES Creemos en la fidelidad de Dios y seguimos su llamado. Dios nos llama: para la eterna comunión con Cristo; como Cristo, para resistir al que quiere separarnos de Dios; para anunciar el Evangelio haciendo el bien; para contribuir a la unidad de la Iglesia; para celebrar la Santa Cena.
TEMAS BÍBLICOS
GEDEÓN Y LOS MADIANITAS
La vida, el temor y la fe “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.” (Jueces 6:12)
E
l relato que abordamos está situado en el período de la historia de Israel llamado de los Jueces, es decir, el lapso comprendido entre la conquista de la tierra de Canaán y la instauración de la monarquía, aproximadamente unos doscientos años, desde comienzos del siglo XII a fines del siglo XI antes de la era cristiana. El concepto actual del juez no se ajusta a lo que significaba la figura en ese tiempo. Se trataba de un líder tribal, especialmente elegido por Dios, para restablecer el orden o tomar las armas ante la opresión de los enemigos. Es decir, básicamente atendían una situación coyuntural sin la pretensión de perpetuarse en el poder. n Entre los jueces calificados como liberadores, así llamados porque se destacaban más bien por sus acciones bélicas, cuenta Gedeón, del cual nos vamos a ocupar en lo que sigue. Israel fue durante
siete años asolado por incursiones de madianitas y otros pueblos que como inmensas nubes de langostas devastaban la tierra y no dejaban al pueblo judío con qué alimentarse; ni sus sembrados ni su ganado podían aprovechar. n Como la opresión era cada vez mayor el temor fue creciendo entre los hijos de Israel que se refugiaron en cuevas, cavernas y lugares fortificados. En esta situación se empobrecían cada vez más. n Entonces clamaron a Jehová.
Primera respuesta de Dios n Dios envía un profeta. El profeta es alguien que ha hecho propio el proyecto de Dios y juzga la realidad desde esa perspectiva. Denuncia la transgresión de
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
17
la voluntad divina y anticipa las consecuencias de ese proceder. El siervo, cuyo nombre no se menciona, cumple su cometido. Antes de atacar los efectos señala la causa: habían caído en la idolatría, es decir, hicieron lo malo ante los ojos de Jehová. Cuando Dios cura lo hace desde la raíz.
El llamado de Gedeón n El padre de Gedeón era probablemente el custodio del templo donde se encontraba el altar erigido en honor al dios cananeo Baal y una imagen de Asera junto a él. n Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar para esconderlo de los madianitas cuando se le apareció el ángel de Jehová y le dijo: “Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente”. n El contraste es enorme, decirle valiente a un hombre que está escondido por temor suena como una burla. Pero no eran sus paisanos los que dijeron estas palabras ni era seguramente la opinión que Gedeón tenía de sí mismo en esos momentos: era el ángel de Dios quien las manifestó. n Gedeón no se siente halagado sino que cuestiona a su interlocutor; si Jehová está con ellos, cómo explicar todos esos males, dónde quedaban todas las maravillas que sus padres les habían contado. Su actitud es como una confesión de la distancia que habían puesto con Dios y la explicación de la presencia de los ídolos entre ellos. Cuando nos alejamos de Dios nos alcanzan enseguida los dioses que fabricamos nosotros. n “Mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de las manos de los madianitas. ¿No te envío yo?”. Vale detenernos en esta imagen, la mirada de Dios: n ¿Habrá algo que permanezca oculto a esa mirada? ¡Cuánto más esa mirada penetra en el ser del hombre de lo que el mismo hombre puede saber acerca
18
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
de sí mismo! Dios le señala el don e inmediatamente lo asocia a una misión: liberar al pueblo. Además le da la clave que respalda el pedido: “¿No te envío yo?”. La distancia no se reduce. Ese respaldo de Dios no le conmueve y entonces pasa del reproche inicial a la excusa: es el menor en una familia pobre. No es el único varón que resistió el llamado con argumentos parecidos. Como desconfía pide una señal: traerá su ofrenda de alimentos; si el interlocutor la comiese confirmaría sus sospechas. Pero el ángel usó el cayado y el fuego consumió tanto la carne como el pan. El primer paso está dado. Se ha convencido de que no era una ilusión, confirmó a su interlocutor. Ahora había que empezar a ejecutar la misión. Primero lo más inmediato: eliminar la idolatría de su propia casa. Con un grupo de hombres de su confianza derribó el altar de Baal y cortó la imagen de Asera. Es significativo que todo esto lo haya realizado de noche, es posible que aún subsistiera en él algún temor y prefirió asumir los hechos consumados que provocar una disputa previa con su padre y los demás. Fue duro pero lo hizo. La primera prueba estaba concluida. La raíz estaba curada. Ahora había que encarar la batalla con los saqueadores, una empresa que en términos cuantitativos aparecía como irrealizable. n Entonces vuelve a pedir señales, lo hace poniendo sus condiciones en dos oportunidades, necesita confirmar el compromiso de Dios en la misión. Lo hace con humildad y de alguna manera su vacilar podría sugerir prudencia: si no era con el respaldo divino todo el propósito era imposible de lograr y las consecuencias, seguramente graves. n Lo que sucedió después podemos verlo en dos planos. Cuando llamó a tomar las armas respondieron unos 32.000 hombres. Aunque el enemigo era muy superior en número Jehová le dice a Gedeón que los reunidos son demasiados. Lo curioso es la regla que le menciona para separar a los que no debían permanecer: que se fuera el que tuviera miedo, Dios entregaría al enemigo. Miremos esto desde otro costado: los que se retiran lo hacen porque
TEMAS BÍBLICOS
confiesan su temor. ¿Habrían servido cuando comenzaran las hostilidades? Su desbande, ¿no habría arrastrado a los que verdaderamente estaban dispuestos a luchar? Son 22.000 los que se vuelven a sus casas. n Si antes eran insuficientes ahora el número parece insignificante. Una segunda sorpresa: para Dios siguen siendo muchos. Nuevo criterio para seleccionar: conducidos todos al río, sólo los que beben llevando el agua con la mano a la boca son elegidos. ¡Quedan únicamente 300 hombres para encarar la batalla! Si lo vemos desde otra perspectiva también resulta comprensible: la estrategia no podía apoyarse en lo numeroso de las tropas, esto era un suicidio, había que buscar alternativas, algo que no estuviera en las previsiones del adversario. El valor del factor sorpresa recorre toda la historia militar. n En esa instancia le pide Jehová que se acerque al campamento enemigo, no para que sea consciente de su magnitud sino para que escuche lo que dicen. Cuando percibió el estado de ánimo imperante entre ellos comenzó a entender el designio divino. Entonces adoró. Es claro que en las guerras modernas esto que hizo Gedeón lo llamaríamos espionaje, y el estado de ánimo del adversario sería el fruto de una eficaz acción psicológica que lo debilitó. n Dijimos que adoró. Ahora estaba seguro de la victoria. Nada de armas. Dividió a sus hombres en tres escuadrones y los equipó a cada uno con una trompeta y una antorcha dentro de un cántaro para mantener oculto el desplazamiento. Aprovecharon el momento del cambio nocturno de guardia y sorprendieron a sus enemigos con las luces y la estridencia de los sonidos creando tal confusión que en el temor del desorden se agredían unos a otros. Hay en la historia muchos ejemplos similares de militares que convencidos erróneamente de la superioridad del oponente destruyeron su propio arsenal. La lectura de los capítulos sexto al octavo del libro Jueces permitirá conocer toda la riqueza contenida en el relato. Una relectura de lo anterior es oportuna:
n En el primer encuentro Dios le menciona su carácter esforzado y valiente, no le agrega nuevas condiciones, “no añade un codo a su estatura”, solo le señala lo que ya existe en él pero que el temor anula. La respuesta de Gedeón deja clara la distancia de estas palabras con su propia valoración y sin duda la del entorno familiar y social que allí se describe. n Además Jehová le plantea una exigencia, un desafío, porque esos dones mencionados implican necesariamente una misión, que al atenderla beneficia a los demás y hace plena su propia vida, porque recién entonces hay fidelidad a sí mismo. n Es verdad que de acuerdo a su mirada se le propone una empresa gigantesca pero Dios le asegura su dedicación: “yo estaré contigo”. Es decir, lo bendice. n Gedeón es obediente y por eso el Señor le tiene paciencia. El cambio de la persona no es algo mágico, demanda su tiempo. Y en un camino que se descubre al andar sabemos que “el perro de la duda tiene el sueño liviano”. n Volvemos sobre el punto anterior. En cada fase del proceso Gedeón se acerca más a Dios y por ello sabe más sobre sí mismo. El momento culminante está dado cuando dice el versículo 15 del capítulo 7 “adoró”. Es la instancia en la que el hombre sustenta toda su vida en Dios. De la síntesis desarrollada extraemos una de sus muchas consecuencias: el temor anula los dones, por superlativos que sean, y como el protagonista de nuestra narración, es muy posible que no podamos superar esta situación con las fuerzas propias o las que tenemos a nuestro alcance. En esa condición quitamos espesor a nuestra vida y además privamos a otros de un servir que seguramente es valioso. Del relato aprendemos que, si nos decidimos, en la fe volveremos a escuchar las palabras: “yo estaré contigo”. Norberto Carlos Passuni, Apóstol de Distrito e.d.
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
19
DE NUESTRA HISTORIA
Retrospectiva con bendición Desde el año 2019 la Iglesia Nueva Apostólica Sud América está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, bajo la conducción del Apóstol de Distrito Enrique Minio. En este artículo recordamos a los siervos que a través de los años recibieron el encargo de Apóstol de Distrito para la atención en dichos países.
Godofredo Rüfenacht (1950-1957) Nació el 9 de enero de 1899 en Walkringen (Suiza). Emigró a Argentina y luego se estableció en Uruguay. En 1936 fue sellado por el Ayudante Apóstol Mayor Schlaphoff y, en el mismo Servicio Divino, fue ordenado como Evangelista de Distrito. En 1946 sería instituido como Apóstol para Uruguay y el 29 de octubre de 1950 recibió el encargo de Apóstol de Distrito para Sudamérica. A fines de 1956, el distrito había crecido a 160 comunidades, de las cuales 43 tenían iglesias propias. Falleció el 9.8.1985.
Federico Lewitus (1957-1974) Nació el 6 de diciembre de 1900 en Saaz (Yugoslavia). Más tarde se radicó en Uruguay. Luego de colaborar en varios ministerios, en 1957 recibió el encargo de Apóstol de Distrito. Su pase a descanso fue en 1974 en un Servicio Divino realizado en Montevideo, con 5.217 fieles congregados. “El fruto del trabajo de este siervo está a la vista en la cantidad de almas que aquí vemos reunidas”, expresaba el Apóstol de Distrito Martón en esa emotiva hora. El Apóstol Mayor Walter Schmidt le expresaba en una carta el agradecimiento por su “fiel, sacrificada y desinteresada entrega a los asuntos del Señor”. A partir de entonces Uruguay y Paraguay quedaron bajo la atención del Apóstol de Distrito de Argentina. Falleció el 23.12.1989.
Aureliano Martón (1957-1977) Nació el 16 de junio de 1914 en Vicuña Mackenna (Argentina). Luego se trasladó con su familia a Buenos Aires.
20
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
Después de varias ordenaciones ministeriales, recibió el encargo de Apóstol de Distrito para Argentina el 20 de octubre de 1957. Fue el primer Apóstol de Distrito nativo, algo que generó un cercano vínculo con los fieles. Solía expresar: “En mi vida tengo tres amores: la Obra de Dios, mi familia y mi trabajo”. Durante su actividad se hicieron frecuentes las inauguraciones de comunidades e iglesias, muchas veces construidas con la colaboración de los hermanos. Y en 1968 hubo una inauguración histórica: la iglesia central de Buenos Aires, que con los años sería testigo de numerosos encuentros especiales. Aureliano Martón falleció el 5.12.1977.
Pablo Bianchi (1977-1992) Nació en Buenos Aires (Argentina) el 24 de enero de 1922. Luego de servir en diversos ministerios, en 1966 fue ordenado Apóstol. Ante el fallecimiento del Apóstol de Distrito Martón, recibió el encargo de Apóstol de Distrito. Un año después se viviría un hito para la iglesia regional: la primera visita de un Apóstol Mayor a Sudamérica. Otro suceso destacado fue, en 1986, el primer Servicio Divino de Pentecostés vía satélite. En su período de actividad realizó numerosos viajes, con Santos Sellamientos y ordenaciones ministeriales. Creció la actividad coral, incluidos los conciertos del Coro General. También se celebraron Servicios Divinos anuales para la juventud junto a cientos de jóvenes (principalmente en Buenos Aires y Montevideo). En 1992 pasó a descanso ministerial. Falleció el 9.7.1999. “Su figura paternal, carismática y tan cercana a los sentimientos, había generado en los hermanos y hermanas lazos de amor perdurables” (del libro Pioneros en la Argentina, pág. 243).
INFORMES
Mario Fiore (1992-2006) Nació en Buenos Aires (Argentina) el 16 de enero de 1937. Activó por más de 50 años en distintos ministerios,
de ellos 29 como Apóstol, recibiendo el encargo de Apóstol de Distrito el 12.4.1992. También fue la primera visita de un Apóstol Mayor (Richard Fehr) a Chile y Paraguay. Durante su período de actividad se realizaron Servicios
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
21
Divinos anuales y jornadas recreativas para la juventud y Servicios Divinos en conjunto, denominados “Reuniones Regionales”. Cientos de fieles participaron del servir de los Apóstoles en estos encuentros. Los numerosos viajes y la tarea conjunta con siervos, hermanos y hermanas posibilitaron llevar el testimonio de la fe a nuevos lugares. Solo por nombrar un ejemplo, en 1993 se inauguró la iglesia “más austral del mundo”, Ushuaia (en Tierra del Fuego, Argentina). Otro evento destacado fue, en 1996, la realización de la primera Asamblea de Apóstoles de Distrito en Argentina. Mario Fiore pasó a descanso ministerial en 2006. Ese día, el Apóstol Mayor Leber en su alocución lo despedía agradeciéndole y describiéndolo como “un portador de bendición diligente y un hombre prudente y sabio.”
Guillermo Vilor (2002-2010) Nació el 11 de mayo de 1944 en Buenos Aires (Argentina). Colaboró en diversos ministerios, incluido el de Apóstol, recibido del Apóstol Mayor Hans Urwyler en 1984. Desde 1984 y hasta 2002, el noreste de Brasil fue atendido por la Iglesia regional Renania del Norte-Westfalia. Esto cambió cuando el 23 de junio de 2002 el Apóstol Mayor Richard Fehr le dio a Vilor el encargo de Apóstol de Distrito para Brasil, en un Servicio Divino realizado en la ciudad de Brasilia. Posteriormente recibió también el encargo para la atención de Bolivia. Para el encuentro con los hermanos y hermanas en las comunidades de ambos países, recorrió numerosos kilómetros de distancia y metros de altura (en algunos casos, más de 4000 sobre el nivel del mar). Su pase a descanso fue el 10.10.2010. El Apóstol Mayor Leber le dio las gracias “por su fidelidad y prudencia”.
Norberto Batista (2006-2008) Nació el 12 de marzo de 1951 en Banfield (Argentina). En el año 2000 había sido ordenado Apóstol. Cinco años más tarde, fue nombrado Ayudante Apóstol de Distrito y finalmente recibió el encargo de Apóstol de Distrito en 2006. Es recordado por su entusiasmo, por su dedicación a los confiados, por los impulsos dados a los jóvenes. También fortaleció la tarea de la Escuela de Música para niños. Algunas frases que repetía frecuentemente, todavía resuenan: “Aquí me quieren y me necesitan”, “Con Dios suma-
22
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
mos y seguimos” y un saludo que reafirmaba su agradecimiento: “¡Gracias, gracias, gracias!”. Norberto Batista falleció de forma repentina el 28.9.2008. “Era un hombre con un corazón grande y abierto (…) siempre estaba sonriendo. Sencillamente lo escucho reír y ese es un hermoso recuerdo”. Con estas palabras lo recordaba el Apóstol Mayor Wilhelm Leber.
Norberto Passuni (2008-2015) Nació en Avellaneda (Argentina) el 20 de enero de 1949. En 1970 comenzó a colaborar como maestro en las clases a los confirmantes; más tarde recibió varios ministerios hasta su ordenación como Apóstol en 1989. Años después, el 15 de octubre de 2008, ante el inesperado y repentino fallecimiento del Apóstol de Distrito Batista, recibió el encargo como Apóstol de Distrito. El Apóstol Mayor Leber le encomendó “ser una guía como motor para las comunidades, fomentar la unidad en el círculo de los Apóstoles y en toda el área confiada, y amar a todos los hermanos y hermanas”. En octubre de 2015, en la alocución de pase a descanso, al agradecerle por la tarea el Apóstol Mayor Schneider lo caracterizó como “un hombre de gran fe, obediencia y coraje, lleno de amor, compartiendo siempre la carga del prójimo”.
Raúl Montes de Oca (2010-2019) Nació el 21 de diciembre de 1953 en la ciudad de Nueva Helvecia (Uruguay). En 1971 recibió su primer ministerio y durante muchos años colaboró como maestro de la escuela dominical y de los confirmandos. Siguieron varias ordenaciones ministeriales, hasta que en febrero de 2003 el Apóstol Mayor Richard Fehr lo ordenó como Apóstol. Unos años después (con el pase a descanso del Apóstol de Distrito Vilor, en 2010) recibió el encargo de Apóstol de Distrito para Bolivia y Brasil. Han sido innumerables los kilómetros recorridos. Pero en su amor a los hermanos y hermanas, “ningún camino fue demasiado extenso, ningún sacrificio fue demasiado grande”, expresaría el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en la alocución de pase a descanso, en el Servicio Divino oficiado el 4.08.2019 en San Pablo (Brasil), y lo caracterizó como “un maravilloso pastor del rebaño de Cristo”.
INFORMES
COORDINACIÓN DOCENTE
¡Seguimos aprendiendo! En artículos anteriores hemos compartido un poco de la nueva modalidad de enseñanza, adaptada al contexto de la pandemia por coronavirus. Clases en línea, actividades para realizar en familia, videollamadas. Este mes el diálogo fue con los propios docentes, que nos cuentan cómo están viviendo la experiencia.
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
23
A
l igual que los Servicios Divinos, también las clases de enseñanza de religión debieron adoptar nuevas formas para seguir llegando a cada niño, a cada niña, a cada familia. En la primera mitad del año y donde fue posible, se fueron formando por ejemplo grupos de WhatsApp para seguir comunicados. Así las familias recibían algunas actividades para los más pequeños de la casa y mantenían el vínculo con docentes y siervos. Luego se fueron implementando las denominadas clases virtuales, con plataformas de videollamadas, a través de Internet. Ya era un paso más, ahora podían verse a la distancia y seguir aprendiendo. En el caso de preescuela y escuela dominical, en general los encuentros se plantearon semanalmente y por comunidad. En el caso de la escuela de religión y del año de Confirmación, las clases comenzaron de manera quincenal o semanal, según las posibilidades de cada lugar, en muchos casos por distrito.
Los docentes cuentan “Recibieron con mucha alegría y entusiasmo los vídeos con los relatos, las actividades, y los cantitos. Se pudo generar un lindo vínculo entre maestros y niños”, cuenta Mariana, coordinadora en uno de los distritos. También Deborah colabora como coordinadora y comenta: “Nos hemos acercado a familias no concurrentes gracias a esta hermosa tarea”. Verónica remarca justamente ese aspecto: cómo están participando las familias en la enseñanza. “La virtualidad involucró a las familias. Participan todos. Se suman abuelas y abuelos. O incluso los mismos chicos les cuentan lo que hacen y dan testimonio a partir de lo que viven. Por otro lado -agrega- aumentó la participación de niños que antes no concurrían regularmente”. Al respecto, una maestra contaba que había una familia que casi no escribía mensajes en el grupo compartido. Pero un día hubo una demora en enviar el contenido de la clase. Enseguida recibió mensajes de la abuela, porque su nieta estaba preguntando por el material. “Ahí se dio cuenta de que efectivamente las clases estaban haciendo efecto. En este sentido, el aislamiento acortó algunas distancias”, concluye Verónica.
24
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
Nuevas propuestas Además del material preparado para cada encuentro, también surgieron propuestas diferentes. Mariela relata que para Pentecostés, junto al Pastor dirigente de la comunidad (Francisco Solano N° 4, Buenos Aires) y a la hermana Silvia, multiplicadora del distrito, “se llevó adelante una historia bíblica, acorde a la fecha, narrada por todos los maestros de la comunidad, seguida de saludos y deseos de los maestros y los siervos para los niños. Fue presentado en formato video y enviado con mucha alegría a las familias. Seguimos buscando las mejores maneras de llegar a cada uno de nuestros niños y niñas”, resume.
Una clase especial “Empezaba la semana y tenía que organizar los tiempos para preparar la clase virtual, como todas las semanas. Pero esta sería especial, porque en el Año de Confirmación tendríamos una clase abierta en donde invitamos a participar a todos los años. Era una oportunidad, para vernos y encontrarnos todos, pero de una manera diferente: ahora lo haríamos desde la virtualidad. Se movieron tantas cosas… El armado de la clase, la presentación, una actividad, los ruegos, mensajes. También estaba la preocupación para que la tecnología nos acompañara.
INFORMES
Este encuentro generó que padres, abuelos, tíos, se comunicaran y recibieron el enlace de acceso. Llegó el día. Sabía que los hermanitos del Año de Confirmación se conectarían como lo hacen todos los sábados, pero cuando inició la reunión, ¡qué alegría! Comenzaron a conectarse todos los niños, incluso algunos que todavía no habían participado de las clases. La alegría de vernos no fue solo de los maestros y siervos, sino también de los niños que estaban muy entusiasmados y contentos, se percibía en sus miradas y expresiones. Así que activamos micrófonos y cámaras, nos presentamos por año, dimos la clase y realizamos una actividad. Fue una clase especial, donde el amor nos hizo creativos. Vivimos hechos de fe y compartimos una alegría que nos llenó el corazón. Si bien estuvimos cada uno en su casa, nos encontramos todos juntos unidos en mismo sentir.” (Verónica Rodríguez, iglesia La Plata 1)
¿Sin conexión? Nogoyá es una localidad de la provincia argentina de Entre Ríos. Posee una zona rural y sus habitantes se dedican principalmente a la producción agrícola-ganadera. En este lugar, las familias nuevoapostólicas no disponen de los medios necesarios para conectarse a Internet.
Esto fue un motivo de preocupación para Sandra, una maestra que colabora en dicha comunidad. Antes vivía en Buenos Aires, ahora reside en Nogoyá desde hace unos años junto a su esposo y sus dos hijos. Nuestra hermana está haciendo sus primeras experiencias en el área de enseñanza. Todo un desafío en sí mismo. Incluso a muchos de los niños no los conocía. Pero su deseo era que todos pudieran recibir el material de las clases. Entonces comenzó por hacer fotocopias de las actividades y su esposo las entregaba en cada domicilio, siguiendo todos los protocolos permitidos. Para aquellos hogares a los que era difícil acceder, las fotocopias eran dejadas en algún almacén de la zona y luego eran retiradas por las familias. Al principio Sandra sentía un poco de tristeza por la falta de respuesta de los niños. Pero, sin bajar los brazos y guiada por la enseñanza del Apóstol Mayor de que exitoso no es quien obtiene resultados sino quien hace la voluntad de Dios, poco a poco las cosas fueron mejorando. En una segunda instancia, las multiplicadoras le enviaron a Sandra por correo el material ya impreso sumando útiles escolares. Con el mismo amor, ella preparó unas cartucheras para entregar a cada niño. Actualmente, Sandra disfruta de preparar el material y más aún de ver cada trabajo terminado que los niños le entregan. Aunque el instante de intercambio sea breve y siempre respetando las normas de distanciamiento requeridas, hoy puede decir que conoce a cada niño, que la reciben con mucha alegría y que se ha logrado entablar un hermoso vínculo.
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
25
Por amor a Dios y a su Obra En el contexto mundial de pandemia que nos toca vivir, muchos usos y costumbres tuvieron que adaptarse a la nueva coyuntura, sin tener la certeza de cuándo retornaremos a la “normalidad”. Algunas de las actividades en nuestra Iglesia no han quedado al margen de esta situación y han tenido que adecuarse para poder continuar cumpliendo su principal objetivo.
L
a asistencia espiritual tiene el objetivo de ayudar a los creyentes para estar preparados para el retorno de Cristo. Los asistentes espirituales acompañan a los confiados en las más diferentes situaciones de la vida.” Así dice el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica (ítem 12.4). ¿Y cómo es posible en el contexto actual, cuando esta asistencia tiene forma de una visita al hogar de los her-
26
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
manos y hermanas? Aun así, esta tarea continúa vigente y activa a través de los medios de comunicación disponibles. Y se viven maravillosas experiencias de fe.
De la misma manera “Nos preparamos como si fuera una visita de asistencia espiritual en el hogar”, coinciden los siervos. Pero ¿qué significa esto? “Lo primero que hacemos es pedirle
INFORMES
a Dios que nos asista y ayude a poder preparar el alma y el corazón”, expresa Luis, un Pastor de nuestra Iglesia. “Al igual que en una visita presencial, vestimos saco y corbata. Además, siempre tenemos una Biblia a mano, en caso de que surja la lectura de algún texto”, cuenta el Pastor Hugo. Teléfono celular o computadora mediante, el diálogo con el hermano, la joven, el abuelo o la familia, es lo fundamental. “Queremos siempre escucharnos y colocar una palabra que nos pueda acercar”, explica Juan José, uno de nuestros siervos. “Y rogando a Dios que por nuestra boca prestada puedan ser vertidas las palabras necesarias, ni una más, ni una menos”, dice el Evangelista de Distrito Claudio. Hoy, la única opción que existe para recibir una visita de asistencia espiritual en nuestro hogar es a través de la tecnología. “Es por ello que este método es realmente beneficioso. Usándolo con el debido reconocimiento y cuidado”, expresa uno de nuestros Obispos.
Video-encuentro “En la mayoría de los casos se ha aceptado con mucha alegría, entendiendo la preocupación del Pastor para que nadie quede sin atención espiritual”, dice Claudio. “Hubo niños que dijeron `nos visita Dios por el celular`. ¡Cuánta fe y reconocimiento hay en ellos, es algo maravilloso!”, destaca Rubén. “Es una experiencia totalmente distinta. Nos permite concentrarnos con facilidad en lo más importante: lo espiritual. A los pocos instantes nos olvidamos de la pantalla que nos separa y estamos todos alrededor de una misma mesa, donde Dios nos sirve y está a junto a nosotros”, subraya Leonardo.
Algo se extraña... Las nuevas formas de comunicación son un sostén en este “mientras tanto”. No obstante, faltan esos detalles que forman parte de nuestro vínculo. “Lo que más extraño es la charla con mi Pastor o con el Diácono, mientras emprendemos el camino al hogar. Es una charla de amigos en Cristo”, expresa con nostalgia uno de los Pastores. “Es difícil reemplazar el vernos cara a cara, un saludo o abrazo al llegar o al despedirnos, arrodillarnos juntos a orar”, cuenta un Obispo. “El poder mirar a los ojos en la cercanía y extenderle la mano al hermano, realmente extraño todo”, comparte sus sentimientos el Pastor Hugo.
Manteniendo la comunión Siervos, hermanos y hermanas dan lo mejor de sí para mantener la unión. La comunidad se trasladó momentáneamente a otro ámbito, pero no ha dejado de ser. “Esto fue algo totalmente nuevo e impensado, un volver a empezar”, expresa el Pastor Juan José. “Amamos a Dios y su Obra y es por ello que vamos a utilizar siempre todos los medios a nuestro alcance para continuar unidos”, afirma el Pastor Hugo. La pandemia ha hecho emerger situaciones impensadas. La respuesta inmediata fue confiar en nuestro Padre celestial. “Donde veíamos una debilidad, ahora percibimos potencialidades. Orientados por el Espíritu Santo hemos encontrado salidas y soluciones”, apunta Rubén, Pastor en una de las comunidades del Gran Buenos Aires. “Seguimos rogamos al amado Dios para que pronto podamos reunirnos en su casa junto al altar de manera presencial y compartir palabra, perdón y Sacramento en una hermosa comunión con el altar y con la comunidad”, expresa Claudio.
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
27
Padre Nuestro
Pocas frases con mucha sustancia El Padre Nuestro tiene 2000 años y se considera la oración central de los cristianos. Ha conservado su lugar en las Sagradas Escrituras y en las comunidades cristianas de todo el mundo hasta el día de hoy. ¿Qué expresa esta oración?
L
as prédicas nuevoapostólicas de septiembre tratarán sobre los enunciados centrales y las peticiones del Padre Nuestro. La oración que Jesús enseñó a sus discípulos es, por así decirlo, un patrón para todas las oraciones: contiene el equilibrio entre alabanza, agradecimiento, petición e intercesión. Al mismo tiempo, es una oración anclada en la liturgia nuevoapostólica que toda la comunidad ora al comienzo del festejo de la Santa Cena. Además, cada creyente puede incorporar el Padre Nuestro en su vida de oración individual. Especialmente cuando le resulta difícil formular una oración.
¿Santificamos a Dios? “Santificado sea tu nombre”. Esta exclamación está al principio y es un reconocimiento y, al mismo tiempo,
28
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
un propósito. Cada creyente tiene el deber de honrar el nombre de Dios y utilizarlo con cuidado. Honra y alaba el nombre de Dios –en sus palabras y sus obras– expresando así su estrecha relación con Dios. Si Jesús en su momento nos advirtió que al orar no usáramos demasiadas palabras, ¡detrás de su llamado a mantener santo el nombre de Dios se resume en una sola frase la vida entera de una persona temerosa de Dios!
¿Ya está aquí el reino de Dios? La prédica del segundo Servicio Divino de septiembre tiene por objeto la petición: “Venga tu reino”. Este reino no es monosilábico, unicelular, sino que tiene varios horizontes de experiencias: A través de cada encuentro con Jesucristo se hace tangible el reino de Dios –la Iglesia de Cristo nos acerca el reino de Dios hoy– y el punto final
JUVENTUD NUEVOAPOSTÓLICA INFORMES
jna conectada del reino de Dios está oculto en la nueva creación. Experimentar ahora, prepararse para más adelante, estos son los polos del reino de Dios. Ya era así en tiempos de Jesús: Él vino y con Él se acercó el reino de Dios a los hombres. No muchos lo pudieron entender inmediatamente. Y predicó sobre el venidero reino de Dios y que la comunidad del Señor se preparara para él. “Mi reino no es de este mundo” y, sin embargo, ¡el reino terrenal de Dios y el reino eterno son uno en su orientación elemental!
¿Dios decide? “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, esto se puede orar rápidamente, en especial durante la ejecución de la liturgia. ¿Pero qué dice realmente? Dios gobierna el cielo y la tierra; el plan de redención se cumple de acuerdo con su voluntad. Y si le dejamos la voluntad a Él, expresamos con ello que sus mandamientos deben definir nuestros pensamientos y nuestras acciones. Es Él el que dice la última palabra, es Él el que decide. Espera de nosotros la fe en Jesucristo, que sigamos los mandamientos, que nos amemos a nosotros mismos y a nuestro prójimo. “¡Es así de simple!”.
¿Dios tienta? La prédica del último domingo de septiembre aborda la tristemente célebre petición de la oración del Señor: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”. Se han escrito infinidad de libros sobre esta frase. ¿Dios tienta al hombre o no? No, Dios no tienta, pero permite las tentaciones. Estas ocurren de todos modos en la vida del creyente. Jesús tuvo que vencerlas incluso antes de poder enseñar y predicar. Su desierto es nuestro desierto. El cristiano creyente también debe pasar por tentaciones y crecerá a través de ellas. Porque si Dios permite una prueba de fe, no es para hacer caer al hombre, sino para que la fe se acredite y así pueda fortalecerse. Esta petición del Padre Nuestro, por lo tanto, es una cuestión vital sin igual: Rogamos a Dios que las tentaciones no se hagan demasiado fuertes y que nos proteja en ellas. ¡Vivimos en la certeza de que Dios nos asiste en el peligro! Desde la perspectiva de Dios, la prueba de la fe tiene una función exclusivamente positiva. No se cancela por la intención negativa del diablo.
¿Por qué participar del Servicio Divino? ¿Qué significa el voto de Confirmación? ¿Una jornada de juventud virtual? La edición de septiembre incluye estos temas y más... Ya está disponible la publicación digital de JNA revista, edición septiembre 2020. Como cada mes, una palabra nos guía y, en este caso, ella nos habla de “cumplir el voto”. Por eso JNA revista nos ayuda a recordar y profundizar el significado del voto que hemos dado en la Confirmación. El artículo “¿Por qué participar del Servicio Divino?” comienza diciendo: “Seguramente es una pregunta que hemos pensado o expresado”, sobre esto ref lexiona el Obispo Leonardo Berardo (Argentina). Y también nos habla de “búsqueda, preguntas y respuestas”. Los coros de juventud siguen activos y comparten una muestra de su trabajo. También este mes todos recibimos una invitación especial. ¡No se la pierdan! Podrán acceder a la revista digital en nuestro sitio web www.inasud.org/juventud o bien copiando en el navegador el siguiente enlace: bit.ly/JNAconectada_Sep2020
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
29
Jacob
a
l s o i g u l i t r a gana con
bendición de la primogenitura 9-34 y 27
según Génesis 25:2 Esaú y Jacob son gemelos. Esaú, el mayor, es rubio y su piel es toda velluda, como un tapado de piel. Él es cazador y hombre de campo. Jacob tiene poco vello. Le gusta quedarse tranquilo en las tiendas. Isaac, el padre, ama especialmente a Esaú y le gusta comer de lo que este caza. Jacob, en cambio, es el hijo preferido de Rebeca, la madre.
Un día Jacob cocinó un guiso de lentejas, cuando su hermano Esaú volvía del campo. Estaba cansado y quería que Jacob le diese el guiso. Pero Jacob dijo: “Véndeme hoy tu primogenitura”. Esaú le respondió: “Me muero de hambre, ¿para qué me servirá la primogenitura?”. Menospreció así ser el primogénito. Esaú cambió la comida por la primogenitura y Jacob le alcanzó el pan y el 30
COMUNIDAD REGIONAL Septiembre l 2020
guiso de lentejas. Cuando Isaac envejeció y sus ojos se volvieron demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor. Isaac le dijo: “Ya soy viejo y no sé cuándo voy a morir. Toma tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme la caza. Hazme con ella un guisado como a mí me gusta, y tráemelo. Después de comer de él, te quiero bendecir”. Rebeca estaba oyendo esas palabras. Y cuando Esaú fue al campo para buscar la caza, Rebeca llamó a Jacob y le contó lo que había escuchado. Lo mandó donde estaba el ganado para traer dos buenos cabritos. Con ellos quería preparar las viandas para el padre, como a él le gustaba. Jacob se las tenía que llevar para que el padre lo bendijera a él y no al hermano. Jacob le dijo a su madre: “Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño. Cuando mi padre me palpe y note que lo quiero engañar, me maldecirá y no me bendecirá”. Y su madre respondió: “Haz lo que te digo”. Jacob trajo a la madre los cabritos
DE LA BIBLIA
y ella cocinó una comida como le gustaba al padre. Después le puso a Jacob los vestidos más preciosos de Esaú y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos; y le entregó el guisado y el pan. Jacob se los llevó a su padre. Él le preguntó: “¿Quién eres?”. Jacob contestó: “Yo soy Esaú, tu hijo primogénito. Hice como me dijiste. Ven, siéntate, y come de mi caza para que me bendigas”. Entonces Isaac dijo a su hijo: “¿Cómo es que hallaste tan pronto la caza, hijo mío?”. Y él respondió: “Porque el Señor, tu Dios, me la dio”. Isaac hizo acercarse a Jacob y lo palpó para saber si era realmente Esaú. “La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú”, dijo. No reconoció a Jacob porque sus manos eran vellosas como las de Esaú. Isaac comió y bebió. Abrazó a Jacob. Entonces olió el olor de los vestidos de Esaú y lo bendijo: “Mira, el olor de mi hijo es como el olor del campo que el Señor bendijo. Dios te dé del rocío del cielo y de las grosuras de la tierra y abundancia de trigo y de vino. Las naciones te servirán. Sé señor de tus hermanos y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren y benditos los que te bendijeren”.
Y aconteció que luego de que Isaac había bendecido a Jacob y apenas este había salido, que Esaú volvió de cazar. E hizo él también un guisado y lo trajo a su padre. “¿Quién eres tú?”, preguntó Isaac. Y él le dijo: “Yo soy Esaú, tu hijo primogénito”. Isaac se estremeció y le preguntó: “¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí recién antes de que tú vinieses y yo lo bendije? Él seguirá siendo bendito”. Cuando Esaú oyó esas palabras, clamó muy fuerte y se entristeció. Le dijo a su padre: “Bendíceme también a mí, padre mío. ¿No me puedes bendecir también a mí?”. Pero Isaac respondió: “Vino tu hermano con engaño y tomó tu bendición”. Jacob tuvo que huir de la ira de Esaú.
Septiembre l 2020 COMUNIDAD REGIONAL
31
“Si Dios con su paz…”
D iniciativa.
esde el año 2004, cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Oración por la Paz. Las comunidades de la Iglesia Nueva Apostólica también se unen a esta
En el año 2004 el Consejo Mundial de Iglesias, siguiendo una iniciativa de las Naciones Unidas para promover la paz, propuso conmemorar este día para todos los cristianos. Un año después, la Iglesia Nueva Apostólica se sumaba a participar. El entonces Apóstol Mayor Wilhelm Leber expresaba su deseo de que “nuestra Iglesia, y con ello todos los cristianos nuevoapostólicos, también contribuyan a la oración por la paz en el mundo”. Es en este contexto que hoy compartimos la historia del himno “Si Dios con su paz…” (Himnario Internacional, N° 295). Originalmente fue escrito en inglés (“It is well with my soul”) por Horatio Spafford en 1873 y su música fue compuesta por Philip Bliss. Hubo varios acontecimientos traumáticos en la vida de Spafford. El primero, la muerte de su hijo. Meses más tarde, perdió gran parte de sus bienes en el Gran Incendio de Chicago, en 1871. Planeó viajar a Europa en un trasatlántico, pero a último momento decidió enviar primero a su familia, porque debía solucionar aún problemas ocasionados por el incendio. Durante la travesía, la nave fue embestida por un buque y se hundió en apenas 12 minutos. Entre las víctimas fatales estaban sus cuatro hijas. Solo su esposa logró sobrevivir. Spafford tomó el primer barco y viajó a encontrarse con ella. Se dice que ese navío pasó por el sitio exacto donde se había hundido el otro barco. Su consuelo fue recordar el telegrama enviado por su esposa, que le había escrito: “ÚNICA SALVA. Pero estoy bien. Tengo paz en mi ser, gloria a Dios”. Con este sentir y la imagen de la tragedia en su mente, escribió los versos del himno. En el año 2018, en el primer encuentro de coros de juventud y jóvenes instrumentistas de la INA en Argentina, los jóvenes lo interpretaron hermosamente. Invitamos a disfrutar de este vídeo que se encuentra disponible en el canal oficial de YouTube/INASud, sección JNA.