Iglesia Nueva Apostólica Internacional
Ser uno El “ser uno” está fundamentado en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Jesucristo fue uno con su Padre, esta unidad también debe existir entre los Apóstoles y los creyentes. Un elemento importante del ser uno es que los creyentes tienen la misma orientación hacia el día de Cristo.
¿Qué significa ser uno? El ser uno es un concepto que se utiliza con frecuencia en nuestra Iglesia. No obstante, pocas veces se expresan las múltiples dimensiones que comprende. A menudo se entiende bajo ser uno, que se tiene la misma opinión en todos los aspectos o que uno adopta sin ningún tipo de cuestionamientos determinados pareceres o posiciones religiosas. Para poder entender realmente el contenido teológico del concepto de ser uno, es necesario hablar primero de la unidad del trino Dios. A partir de esta unidad, el ser uno recibe su amplio significado, convirtiéndose en un concepto clave de la fe, el cual hace referencia por un lado, a la relación con Dios y por el otro, a la relación de los creyentes entre sí.
La unidad del trino Dios en sí El ser uno está fundamentado en Dios, que es uno, y en su naturaleza. Desde un principio Dios no está solo, sino que es un Dios en tres personas. Esta tríada divina en sí no anula la unidad de Dios, puesto que cada persona divina o forma de manifestación es uno con la otra. Entre las tres personas divinas jamás hay diferencias. Las tres personas divinas obran en unidad, cada expresión de su voluntad o cada acto de una persona divina evidencia la voluntad del trino Dios en general. La creación, por ejemplo, no es sólo obra de Dios, el Padre, sino de las tres personas divinas en conjunto. Su forma y sus leyes son expresión de la única voluntad divina. La unidad de Dios en sí y hacia afuera se puede ver también en que las obras de las personas divinas hacia afuera básicamente no son asignadas a una única persona,
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Página 1 de 5 enero 2011