Exilio Tu pudor se aleja por senderos obscenos mientras, en la estación de la lujuria se anuncia la partida -rauda- de mis ganas por poseerte… Alimento la caldera con caricias rabiosas, que tu voz lasciva inflama. Efluvios carnales impulsan al émbolo chirriante que nos llevara a la próxima taquilla: el éxtasis… Tus uñas apuntalan las vías, jadeos que anuncian la pronunciada pendiente y el final del viaje es inevitable. Este viajero no carga valija y tu cadera es el andén donde espera la siguiente salida.