Bogotá, 13 de abril de 2019 Señores Premio Distrital de Estímulos PREMIO VIDA Y OBRA A LA CULTURA LOCAL
Soy Alfonso Torres Carrillo, profesor universitario e investigador social, especialmente dedicado al acompañamiento e investigación de procesos asociativos y de acción colectiva de los habitantes de los barrios populares de la ciudad de Bogotá. En ese contexto, he tenido la fortuna de conocer, aproximadamente desde 1986, al señor Jorge Ramírez, líder comunitario del suroriente bogotano desde ese entonces y sobre el cual me referiré a continuación, para documentar su larga y benéfica trayectoria al servicio de diferentes grupos de población humilde de esa zona de la ciudad. Cuando lo conocí, a mediados de la década de 1980, él formaba parte del equipo de educadores del Programa de Educación Para Adultos del Sur Oriente de Bogotá (PEPASO), organización comunitaria dedicada a la educación popular, con la cual nos relacionábamos desde el Proyecto de Educación de Adultos y Animación Cultural de la Universidad Pedagógica Nacional. Como PEPASO y la UPN, también hacía parte de la Coordinadora Distrital de Educación Popular, red de trabajo colectivo que funcionaba en torno a comités de trabajo voluntario. También recuerdo a Jorge trabajando activamente en uno de esos comités que era responsable de publicar el boletín trimestral Haciendo Camino. Supe también que entre 1986 y 1995 fue colaborador de COPRES (Corporación Prestadora de Servicios Sociales para el Desarrollo Integral de la Comunidad). La década de los noventa fue el inicio de la diversificación del trabajo comunitario. Jorge también fue uno de los pioneros en ello, al crear en 1990 la biblioteca Vamos a Leer, del barrio San Rafael Suroriental y en 1992 fundar el Club Juvenil Siglo XXI y, desde 1997, ser uno de los impulsores del Festival Cultural del Maíz de la Localidad de San Cristóbal (que continúa hasta la fecha). Ya en lo que llevamos de este siglo XXI, Jorge ha mantenido su ímpetu como generador de iniciativas comunitarias y como partícipe (como voluntario o como contratista) de diferentes propuestas y proyectos de promoción y acción comunitaria, tales como los Congresos Locales de Cultura, la animación para la reconciliación (Fundación Escuelas de Perdón y Reconciliación, ESPERE), la Federación de Juntas de Acción Comunal, la Semana del Arte, la Cultura y el Patrimonio en la Localidad Cuarta de San Cristóbal, Promoción de Derechos Humanos de la Fundación PEPASO y Consejero Local por bibliotecas. En todas estas acciones y procesos, Jorge se ha destacado por su compromiso personal y capacidad de trabajo, así como por su disposición para la reflexión y sistematización de las experiencias; de ello, dan muestra sus escritos en publicaciones como Haciendo Camino
(1988); Boletines del Suroriente (1989), San Cristóbal habla Fucha (2004), Construyendo Escuela Local para San Cristóbal (2005), Territorio y escuela en San Cristóbal (2005), Comportamientos políticos que impiden una participación efectiva en San Cristóbal (2007), Sujeto comunitario y formas de participación en San Cristóbal (2008) y la Revista Oteando Territorio (2008-2010). Por lo antes mencionado, y como justo reconocimiento de la dedicación de Jorge Ramírez a la construcción de comunidad y de cultura local, lo recomiendo como merecedor del Premio Vida y Obra a la Cultura Local.
ALFONSO TORRES CARRILLO Dr. En Estudios Latinoamericanos Profesor Universidad Pedagógica Nacional atorres@pedagogica.edu.co