8 minute read

LA NUEVA REALIDAD DE LOS MUSEOS

REDACCIÓN HORIZONTUM

Advertisement

De acuerdo con la UNESCO, 1 el COVID-19 obligó a que el 90% de los museos en el mundo cerraran sus puertas (nueve de cada diez, de un total de 85 mil), en consecuencia, la mayoría de ellos se enfrenta a retos difíciles en el corto plazo, como la protección y preservación de sus colecciones, el garantizar la seguridad y salud tanto del personal como de los visitantes, la resolución de problemas financieros y el mantenimiento del compromiso con el público.

Ernesto Ottone, subdirector general de Cultura de este organismo, ha señalado que en estos momentos en los que “miles de millones de personas de todo el mundo están separadas unas de otras, los museos pueden unirnos”. Sin embargo, la realidad es que se enfrentan a distintos desafíos sobre todo en materia financiera, ya que la mayoría depende de sus visitantes. De hecho, se teme que un 13% de los museos del mundo cierre sus puertas para siempre. Por ello, la UNESCO ha hecho un llamado a los gobiernos para rescatar sus museos, preservar sus colecciones y evitar el despido de sus empleados.

UNA VISITA GUIADA DESDE EL SOFÁ

Con el afán de mantener el contacto con su público, varios museos importantes en el mundo —cuatro de cada cinco— han mantenido ‘abiertas’ sus puertas de manera virtual, ofertando servicios digitales extremadamente creativos para llegar a sus audiencias. Gracias al uso de herramientas tecnológicas muchos museos comparten contenidos en redes sociales como Facebook o Instagram, videos en YouTube y organizan visitas guiadas virtuales por sus salas y colecciones. Y es que la crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa la necesidad de la digitalización del inventario de las colecciones, de elaborar contenidos en línea y el equipamiento de laboratorios de conservación.

Sin embargo, como ha mencionado Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO: “La pandemia nos recuerda que la mitad de la humanidad no tiene acceso a las tecnologías digitales”, por lo que instó a los gobiernos a promover el acceso a la cultura de toda su población, “especialmente a las más vulnerables y aisladas”. Por ejemplo, en África sólo el 5% de los museos han podido ofrecer contenidos digitales

Gracias al uso de herramientas tecnológicas muchos museos han podido compartir contenidos en línea, organizando visitas guiadas virtuales por sus salas y colecciones.

mientras se encuentran cerrados. En contraste, hay casos como el Museo de Berlín que puso a disposición del público objetos para descubrir desde casa historias, entrevistas y galerías de imágenes con infinidad de obras de artistas importantes. Por su parte, el Louvre de París organizó recorridos virtuales permitiendo la entrada a las salas del antiguo Egipto y un recorrido por la Galería de Apollon; además, permitió el acceso a objetos en exhibición. También, el Museo Getty en Los Ángeles invitó al público a recrear sus obras de arte de forma original, mientras que otros tantos desarrollaron juegos haciendo uso de sus colecciones para interactuar con el público infantil.

En México, museos como el MIDE 2 permitieron la entrada de manera digital, organizando charlas, actividades en familia y ofreciendo una serie de servicios desde la comodidad del hogar para no perder contacto con su audiencia.

¿MUSEOS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN?

La crisis sanitaria inevitablemente ha transformado la función de los museos a nivel mundial, los cuales desde ahora dejarán de ser el objetivo del turismo de masas y tendrán que aprender a sobrevivir tras la caída de sus ingresos por

la venta de entradas. El cierre les ha supuesto no sólo un golpe económico, sino un futuro incierto ante la caída del turismo mundial que no repuntará en meses.

Tan sólo en Europa, el turismo cultural representa el 40% del total del turismo, por lo que los grandes museos europeos están perdiendo entre 100 y 600 mil euros por semana, mientras que los más pequeños están en peligro de extinción por la falta de recursos. El Prado en Madrid, que recibe a un 60% de turistas internacionales y cuya venta de entradas representa su principal fuente de ingresos, estima que durante los tres meses que ha permanecido cerrado perderá cinco millones de euros derivados de la venta en taquilla. 3

En EE. UU. los museos han reportado pérdidas diarias por 33 millones de dólares por estar cerrados. El MoMA de Nueva York, uno de los museos más ricos del planeta, notificó que “pasarán años antes de poder volver a los niveles presupuestales de antes”. Aunado a la falta de venta de entradas, la paralización del calendario de las exposiciones mundiales y de los préstamos han recrudecido la situación, al ser éstos una de las importantes vías de ingreso de muchos de ellos. 4

ADIÓS A LAS EXPOSICIONES MASIVAS

Lo cierto es que, a partir de la futura reapertura de los museos, la manera en que visitábamos estos recintos culturares no será igual. No habrá lugar para interminables colas en busca de una entrada (ahora los boletos se comprarán vía internet), ni aglomeraciones, ni grandes grupos abarrotando salas como hasta hace unos meses sucedía para ver al Bosco en el Museo del Prado o apreciar a Leonardo en el Louvre de París.

A corto plazo, las grandes exposiciones temporales de alto costo y breve duración, pensadas para atraer a un gran número de visitantes, serán reemplazadas por las exposiciones permanentes. Con ello seremos testigos quizá del fin de esa carrera por ver qué museo recibe más turistas y audiencias en favor de intereses puramente económicos y materiales que se beneficiaban del consumo cultural masificado. En cambio, tal vez podamos disfrutar de museos más sustentables y centrados en mejorar la calidad de la experiencia cultural y el bienestar del público.

El COVID-19 vino a cambiar la manera en que se visitan los museos, las prácticas artísticas y la relación de las obras con el público. Para la reapertura ante una ‘nueva realidad’, los museos deberán de cumplir con extraordinarias medidas de distanciamiento que incluyan reglas más contundentes (como limitar el aforo y la distancia entre los visitantes) y la aplicación de hábitos de higiene más estrictos (como el uso obligatorio de

mascarillas). Esto modificará las prácticas museológicas llevadas a cabo hasta hace pocas semanas.

A partir de ahora será un reto atraer público a los museos y convencer a la gente de ‘encerrarse’ en un espacio durante unas horas con desconocidos. Además, por un tiempo nos despediremos de las pantallas táctiles, del área de juegos para los niños y de todos los sistemas que impliquen el contacto mediante los interactivos. Con esto se abrirá paso a la posibilidad de llevar al museo nuestro propio dispositivo o lo que se conoce como ‘Bring Your Own Device’.

El COVID-19 vino a cambiar la manera en que se visitan los museos, las prácticas artísticas y la relación de las obras con el público. Desde ahora se deberán de adoptar reglas de higiene más estrictas, que limiten el aforo y obliguen el distanciamiento entre los visitantes.

DOCUMENTANDO LA PANDEMIA PARA EL FUTURO

Recientemente, varios museos en Europa han hecho un llamado a la población para que comparta objetos que ilustren cómo se vivieron las semanas de confinamiento y dejar una muestra de las experiencias durante la pandemia del COVID-19, y así mostrar en un

futuro lo que se vivió en este 2020. Tanto el Museo de Londres como el Museum of the Home, ambos en la capital inglesa, han recibido infinidad de objetos simbólicos, desde ‘chanclas’ de plástico, mascarillas o matracas utilizadas para apoyar al personal sanitario hasta fotos y videos que recogen testimonios de cómo los hogares se transformaron en gimnasios, centros educativos, de juego y trabajo, pero también en refugio, cárcel o lugares de conflicto. Museos en Suecia han recogido reflexiones de niños sobre su vida diaria y su visión del futuro. En Viena se ha hecho una recopilación de fotos sobre fiestas de cumpleaños celebradas durante el confinamiento y los dibujos infantiles en las ventanas. Es tal la respuesta de estas convocatorias que se han recabado 1800 contribuciones que relatan los cambios en la vida de las personas con la llegada del coronavirus.

Este llamado pretende dar testimonio de la relación entre la población y su hogar para mostrar la capacidad de adaptación y resistencia de las personas mediante la colecta de objetos que muestren los sentimientos y emociones difíciles de describir; pero que pueden ser expuestas en un museo, como cualquier otra obra de arte contemporáneo, donde la población se convierte en artista.

Este registro servirá para explicar en 100 años lo que nos sucedió y cómo un virus nos cambió por unos meses. Este esfuerzo artístico involucra una gran labor de preservación, de lo contrario se corre el riesgo que este evento histórico se diluya en la memoria colectiva global. 5

1 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. 2 <https://www.mide.org.mx>. 3 H. Riaño, P. (13 de abril del 2020). “El museo del futuro se despide de las exposiciones de masas”, El País. 4 Algunos museos europeos anunciaron su reapertura a partir de finales de junio. El Louvre y Orsay de París hasta el momento no habían fijado fecha, aunque el

Pompidou la predijo para julio. En España, el aforo será reducido en un tercio y se obligará a mantener una distancia de seguridad de dos metros entre las personas, se eliminarán folletos y audioguías. En Austria, será obligatorio el uso de mascarillas y el distanciamiento de seguridad, con salas de aforo de un visitante por cada 10 metros cuadrados. Por su parte en el continente americano, incluido México, la fecha de reapertura aún es incierta. 5 Por ahora se están formando estas colecciones a la espera de ser exhibidas en los museos cuando estos abran, sí es que lo hacen.

Tintorretto.

LOS PINTORES DE LA PESTE NEGRA

La Peste Negra marcaría la vida de la humanidad para siempre. Es entonces cuando los pintores tuvieron la necesidad de expresar en su arte un período que cambiaría por completo la estructura y las creencias de esa época llena de desolación y miedo.

A. NAIBÍ DOMÍNGUEZ

This article is from: