Debemos empeñarnos en recuperar un interés por los valores estéticos de las Obras Públicas, que no deberían ser el resultado del maquillaje superficial de una obra funcional, sino la manifestación espontánea de un trabajo bien concebido y bien realizado por quienes conocen y estiman su oficio, ejercido en un entorno propicio. Este libro es de la fundación ESTEYCO.