El caballero de la armadura oxidada

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EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA

PRESENTACIÓN DEL AUTOR

CARLOS VELASCO MONTES es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y se ha especializado en diversas formas de psicoterapia. Como oficial de la Marina Mercante ha viajado por más de setenta países, lo que ha permitido un elevado conocimiento de distintos modos de vida y culturas, que se ven reflejados en este libro. "El Caballero de la Armadura Oxidada". Tiene como finalidad la consecución de los siguientes objetivos: Contribuir a un mayor autoconocimiento, al relacionar los aspectos del viaje autotransformador del Caballero con el proceso psicoterapéutico de la psicología y con la manera de ser en el mundo. Comprender los símbolos de transformación que aparecen en este libro y estimular y redescubrir el mundo simbólico fuera y dentro de nosotros mismos. Tomar conciencia de su propia armadura y de cómo liberarse de ella.

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Primera prueba: El dilema del Caballero Segunda prueba: En los bosques de Merlín Tercera prueba: El Sendero de la Verdad Cuarta prueba: El Castillo del Silencio Quinta prueba: El Castillo del Conocimiento Sexta prueba: El Castillo de la Voluntad y la Osadía Séptima prueba: La Cima de la Verdad

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PRIMERA PRUEBA: EL DILEMA DEL CABALLERO El Caballero pensaba que era bueno, generoso y amoroso. Por mucho que así pensara, sus actos no mostraban tales cualidades positivas. Una virtud que necesita demostrarse no es virtud. En realidad no se estimaba ni tenía confianza en sí mismo, sino que, por el contrario, tenía reacciones de sobrevaloración para compensar sus carencias. Luchaba contra sus enemigos que eran lo contrario a él: malos, mezquinos y odiosos. Cuando en el asunto de la caballería había crisis, rescataba damiselas en apuros prisioneras de los dragones a los que mataba. Las liberaba sin importarle si ellas querían o no. Algunas le quedaban agradecidas, pero otras se mostraban furiosas, aunque a él no le importaba. Liberaba a los demás de sus enemigos, que eran malvados, pero no se enfrentaba con la parte negativa que habitaba en él, su yo falso, simbolizado en el dragón. Pero, si no luchaba por conocerse, tampoco podía rescatar a su Yo verdadero, cautivo de su dragón interior. Tan prisionero estaba su Yo verdadero que el Caballero no tenía conocimiento de su existencia. El Caballero se había hecho famoso porque su armadura producía unos rayos de luz tan brillantes que la gente la confundía con el sol, creyendo que salía por el norte y se ponía en el este. La armadura se puede simbolizar de varias formas. Se manifiesta en el plano físico, en el psicológico, emocional, energético y en lo espiritual. Representa todo lo falso de sí mismo. El brillo representa la vanagloria, la fama, el prestigio, la presunción y el orgullo con los que el Caballero hipnotizaba y confundía a la gente. Cuanto más brillo tenía su máscara, más inautenticidad establecía entre él y los demás. Partía con frecuencia a las batallas y era tal su entusiasmo que, a veces, iba hacia varias direcciones a la vez, lo que significa hacer muchas cosas y tener la mente ocupada en veinte asuntos al mismo tiempo. Tanto se enamoró del brillo de su armadura que hasta dormía con ella. El mito de Narciso es enamoramiento y culto a sí mismo, falso altruísmo, aislamiento e incomunicación. Se ponía la armadura para protegerse de quien creía ser y un buen día se quedó atrapado sin poder salir de ella. La familia Tenía una mujer bastante tolerante, Julieta, que poseía muchas virtudes, entre ellas la de escribir bellos poemas. También tenía un hijo, llamado Cristóbal, de cabellos dorados al que pensaba convertir en un valiente caballero como él cuando fuera mayor. Julieta representa el alter ego: el lado femenino, la ternura, el ánima, la voz de la conciencia y, en cierto modo, el recuerdo del Yo verdadero. El hijo de cabellos dorados sería el recuerdo de lo auténtico que había en él antes de ocultarse detrás de la armadura. El Caballero apenas mantenía relación con ellos. Alguna vez Cristóbal preguntaba a su madre por el aspecto que tenía su padre, pero solo podía contemplar un retrato del Caballero que había sobre la chimenea, como recordatorio de la imagen original sin armadura. Julieta estaba insatisfecha de la relación que tenía con su marido y de los problemas que le ocasionaba la armadura, como el dormir mal por culpa del ruido que producía, pues él no se la quitaba ni para dormir, lo cual no contribuía a mantener una unión en la familia y se supone que no cumplía la función conyugal con su esposa. La primera vez que Julieta se enfrentó a su marido fue para decirle que amaba más a su armadura que a ella, lo que significa que el único amor del Caballero era su yo falso y no su Yo verdadero. A Julieta le había demostrado su amor rescatándola de las garras del dragón e instalándola en un elegante castillo. Sin embargo, su Yo verdadero estaba aún prisionero de la importancia personal que consumía la mayor parte de su energía. Sólo había amado la idea de rescatarla pero no se había responsabilizado de las consecuencias que ello traía. Instalado en un idealismo, su mente se había alejado de su corazón y, por mucho que insistiera en querer demostrarle amor a Julieta, su cuerpo era incapaz de abrazar con ternura y en una ocasión casi

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le rompe las costillas al abrazarla con su fría y rígida armadura. Así es cómo se manifestaba el yo falso en él. La resolución del dilema. El Caballero tiene que resolver el dilema: quitarse la armadura o perder a su familia. Julieta es la eterna mujer resignada que, en un momento dado, se enfrenta a la realidad y exige a su marido que se quite la armadura, para ver quién era realmente. El Caballero no podía desprenderse de ella porque tenía que estar listo para montar en su caballo y salir en cualquier dirección. Como Julieta representa al Yo verdadero, éste también clama desde dentro para que la máscara de apariencia y de fantasía idealista del yo falso no se justifique con engaños. El caballo es el símbolo de los impulsos, de la energía física y de la expansión yóica que el Caballero tendría que dominar. Julieta le da un ultimátum diciéndole que, si no se quita la armadura, se irá de su vida. El Caballero entra en una profunda reflexión. Sabía que amaba a su esposa, a su hijo y a sus pertenencias, pero pensaba que el único sentido de su vida era ponerse la armadura, que representa la importancia personal, para demostrar en las batallas que era bueno, generoso y amoroso. Arriesgándose, toma la decisión de quitársela, lo que significa desmontar el artificio del yo falso para encontrarse a sí mismo, llegar a amarse y poder amar a su familia y a los demás. Toma la decisión de quitarse la armadura. Al tomar esa decisión, inicia el Proceso de Desvelamiento del yo experimentador, que consistirá en descorrer los velos de oscuridad del yo falso que encubren la realidad luminosa del Yo verdadero. Pero el yelmo estaba demasiado enganchado e incluso también la visera lo estaba. Desesperado trató de encontrar una solución al problema. Por primera vez buscó ayuda y la encontró en el herrero. Éste le dijo que más que tener un problema él era un problema en sí mismo. A pesar de los esfuerzos del herrero -que era el hombre más fuerte del reino-, el yelmo ni siquiera se abolló porque la armadura estaba demasiado endurecida. La armadura del yo falso no se quita por la fuerza bruta sino mediante un trabajo de interiorización. El herrero no es el terapeuta idóneo para eliminar la coraza del yo falso y dejar al descubierto el Yo verdadero, por lo que el Caballero tendrá que buscar un profesional adecuado mediante el cual se haga sensible a su yo experimentador y pueda conocerlo y así logrará el conocimiento de sí mismo. Cuando el Caballero le comenta a Julieta que no consigue quitarse la armadura ella, que ha llegado al límite de su aguante, no le cree y le grita llamándole bestia ruidosa, al mismo tiempo que estrella un plato de puré de estofado de paloma contra su yelmo, pero él no siente nada, porque no discierne entre lo que es falso y lo verdadero. En la Bestia o yo falso están simbolizadas las Fuerzas del Mal, mientras que en la Bella estaría simbolizado el Yo verdadero, es decir la Fuerzas del Bien. La paloma simboliza lo espiritual, y es precisamente lo que el Caballero ha maltratado y a lo que se ha vuelto insensible. Más adelante Merlín le ofrecerá la ayuda de ese ave. Por fín se da cuenta que "su armadura no le dejaba sentir apenas nada, y la había llevado durante tanto tiempo que había olvidado cómo se sentían las cosas sin ella". Después de visitar por última vez al herrero, vuelve a casa y Julieta le echa en cara que la única manera que tiene su hijo de verle es mirando el retrato que está sobre la chimenea. Le da de comer un plato de puré de cordero que será el último que le prepare para él. El cordero significa que será el último sacrificio que haga Julieta por él. Se sintió dolido de que Julieta pareciera no amarle más. Si no se quitaba la armadura, Julieta se marcharía con su hijo, pero aún no sabía cómo hacerlo, y se puso a reflexionar sobre el modo de quitársela. Tenía claro que necesitaba ayuda, y como no la encontraba en su propio reino, es decir, en el mundo que conocía y en su consciente, decidió buscarla en otras tierras. La resolución del conflicto Julieta representa la eterna mujer resignada que al final se enfrenta a la realidad familiar. Le plantea la elección entre su armadura y la familia. El Caballero reacciona dándose cuenta de la armadura-conflicto ante el temor de ser abandonado por su esposa. Aparece el miedo al abandono y la soledad. Cuando Julieta le dice: "¡Entonces, quítate esa armadura para que pueda ver quién eres en

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realidad!" lo que quiere expresar es que sólo es apariencia. Ser o no ser verdadero, ahí está el dilema. Pero el caballero comprende que no merece la pena perder a Julieta y a Cristóbal por llevar la armadura. Resuelve el dilema tomando la decisión de desembarazarse de ella, encontrarse consigo y no perder a su familia. Alguien habrá en algún lugar que pueda ayudarme El Caballero intenta quitarse por sí mismo la armadura, pero la lleva demasiado enganchada. Buscando una solución al problema encuentra al herrero quien le dice que él es un problema en sí mismo. Pero esta armadura no se quita por la fuerza bruta, sino mediante un trabajo de interiorización. El herrero no es el "terapéuta" idóneo para desmantelar la coraza. El camino de la sinceridad, la autenticidad y de la verdad. El Sufrimiento y el placer. Solo trnsitando por una vía de autenticidad, sinceridad y de verdad podrá liberarse el caballero de la armadura-carácter y encontrar la joya que hay en su corazón: el Ser, cuya procedencia es la Fuente. Los conflictos psico-emocionales endurecieron la armadura. En el proceso de conscienciación hay un sufrimiento fértil, y un alivio por la liberación del pesado lastre. El Caballero bajará a los infiernos y subirá a los cielos. Buceará en el océano de su inconsciente, luchará contra el dragón y rescatará el tesoro en lo más recóndito de sí mismo.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿ Reconoces tu armadura. Qué defensas la componen? 2. ¿Sientes realmente que eres bueno, generoso y amoroso? 3. ¿Cómo vives los sentimientos. Eres sincero en el amor? 4. ¿Como te relacionas con tu familia y compañeros? 5. ¿Le dedicas suficiente tiempo a tu familia? 6. ¿Tienes una intención sincera de cambiar? 7. ¿Estas buscando al terapéuta-guía apropiado?

SEGUNDA PRUEBA: EN LOS BOSQUES DE MERLÍN El Caballero se adentra en el bosque del inconsciente. El "bosque" es un lugar espiritual que puede hallarse tanto en el desierto como en la ciudad, estando en soledad o rodeados de gente. Emboscarse es retirarse. El Caballero es un emboscado. Se ha aislado en el bosque para reflexionar y encontrarse consigo mismo. El bosque simboliza el inconsciente. Adentrarse en el bosque y profundizar en él le permitirá conocer las sombras y las luces que en él habitan. La llamada del bosque es esa llamada que siente una naturaleza interior incompleta y que le incita a ir más allá. Por eso, el Caballero abandona todo lo que hasta entonces había dado sentido a su vida: aventuras, castillos, familia; en definitiva, lo que era su identidad. Se adentra en el bosque para comprender qué significa su armadura y poder despojarse de ella, o lo que es igual, para someter lo indómito del Yo. Así, aniquilará la personalidad de "caballero", que no es más que una máscara, que le impide acceder a su verdadera naturaleza. El convaleciente El significado de convalecer en griego es retornar. La nostalgia es el dolor del retorno, el eterno retorno hacia uno mismo.

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El Caballero es un convaleciente porque se retira al bosque para volver hacia sí mismo, es decir, para lograr su individuación. Como convaleciente, está regresando hacia sí mismo y, cuando haya completado ese regreso, podrá decir quién es en realidad. Sabiéndose convaleciente, será capaz de reconocer el sufrimiento que conlleva la armadura (la enfermedad) y comprenderá el sentido último de su vida. Cuando el Caballero enferma de debilidad, Merlín le explica lo afortunado que es, porque "una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo". El Caballero llega así a la comprensión del valor de detenerse a reflexionar porque la vida vertiginosa aturde. Cuando no se es capaz de detenerse a reflexionar, la enfermedad puede sobrevenir como un aviso para que el enfermo se vea obligado a parar. Así, más que como un mal, la enfermedad aparece como una aliada beneficiosa que exige ser escuchada. El Caballero es un convaleciente que tiene que conocer el origen de su enfermedad y que el secreto de su cura se encuentra en el retorno hacia sí mismo. Primer encuentro con el Mago Merlín, el arquetipo del "viejo sabio" Una mañana, bajo un árbol, el Caballero descubre a Merlín, vestido con una túnica blanca y rodeado de animales. Al instante reconoce en él al maestro y comprende que ambos estaban buscándose. Se ha producido el misterio del encuentro en lo intuitivo, en lo profundo de sus almas. El árbol cuyas ramas cobijan a un hombre de conocimiento, podría simbolizar aquí el mito de lo sagrado y de la regeneración. El Mago Merlín simboliza al maestro que ha vencido el apego por este mundo. Conoce el arte del despertar de la conciencia y, en su papel de sabio, actúa como mediador entre el héroe convaleciente y el reino de la naturaleza. Hará comprender al Caballero que las pasiones empañan el discernimiento y la razón, y que las cualidades positivas como la paciencia, la actitud de colaboración, la aceptación incondicional de la figura del maestro y sus enseñanzas, el coraje y la perseverancia favorecen la andadura. Merlín le aconseja la paciencia como cualidad imprescindible para desembarazarse de la armadura que tanto tiempo ha llevado puesta. La armadura para protegerse del miedo Con la armadura el Caballero cree estar protegiéndose del miedo a las heridas en la batalla, pero también se defiende para no ser herido y sufrir la situación familiar, aunque no se enfrente a ella. La copa de la vida "Merlín le tendió una copa de plata que contenía un extraño líquido". El caballero tiene sed de vivir ya que la armadura le ha secado la existencia. El conflicto emocional bloquea el cuerpo físico y energético, nubla el discernimiento y endurece el corazón. "Los primeros sorbos le parecieron amargos, los siguientes más agradables, y los últimos tragos, bastante deliciosos..." Al aceptar los tragos de la vida, ésta se convierte en un dulce transcurrir. La neurosis es amargura y, cuando se disuelve, da lugar al alivio. El agua es renovadora de vida y simboliza el inconsciente. Merlín le ayuda a beber grandes cantidades de la copa del inconsciente pues, cuanto más beba y saboree, más se conocerá y más próximo estará a la Vida. Y, cuando se bañe en lágrimas, que penetran su inconsciente, se disolverán las impurezas que le quitan vida. Yo verdadero, cambio de conciencia y tiempo El Yo verdadero, en términos junguianos, es el Sí Mismo o Self. Aparece en el Proceso de Individuación de crecimiento interior y es la evolución hacia una totalidad interior única. Considerado como arquetipo, trasciende al ser humano en lo consciente y personal. Tras el llanto, el Caballero puede comunicarse con los animales de modo intuitivo, más allá de la mente racional. Logra la suficiente sensibilidad como para sintonizar con las vibraciones de los otros. Los animales representan el mundo pulsional de los instintos en el hombre.

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Merlín le dice "pasado, presente y futuro son uno cuando estás conectado a la Fuente..." Siendo el tiempo un invento mental, desaparece cuando el caballero se une a la Fuente. Fuente A la pregunta del caballero de qué es la Fuente, Merlín le responde "Es el poder misterioso e invisible que es el origen de todo". Se le llama Fuente, Origen, Creador, etc, porque de algún modo hay que nombrar lo innombrable. La comprensión de ese concepto va más allá de lo racional. Fuente es uno de los nombres o atributos de la Esencia, porque Ésta se manifiesta a través de atributos. Se dice que a través de cien o más. A lo largo del libro y en cada capítulo aparacen cinco atributos fundamentales: Verdad, Silencio, Conocimiento, Voluntad y Osadía que el Caballero tedrá que descubrir y cultivar. Aparecen otros atributos que son.. Originador, Desesperado, intenta regresar con su familia En un determinado momento el caballero no se siente capaz de soportar más tiempo en el bosque. Se ha adentrado tanto en la espesura de su inconsciente que ha avistado la locura, tiene miedo y quiere huir. Se justifica pensando que lo que quiere es regresar con su familia, ser un marido bueno, generoso y amoroso y un buen padre para Cristóbal, pero alguien que no sabe cuidar de sí mismo, no puede cuidar a los demás. Si regresa sólo para huir del bosque, será una carga asfixiante para Julieta y Cristóbal. Reflexiona sobre su familia, "Recordó las eternas quejas de Julieta porque a menudo se iba a la batalla, por la atención que le prestaba a su armadura, por su visor cerrado y por su costumbre de quedarse dormido para no oír sus palabras. Quizá Julieta no quisiera que él volviera, pero Cristóbal sí querría". Merlín le sugiere que envíe una nota preguntando a Cristóbal si desea que su padre vuelva con él, utilizando a la paloma como mensajera. Cuando la paloma retorna con el mensaje, el caballero ve boquiabierto que el papel está en blanco. Merlín le explica que su hijo no le conoce lo suficiente como para darle una respuesta. "El caballero permaneció quieto un momento, pasmado, luego lanzó un gemido y lentamente cayó al suelo. Intentó retener las lágrimas, pues los caballeros de brillante armadura no lloran. Sin embargo, pronto su pena le venció. Luego, exhausto y medio ahogado por las lágrimas, el caballero se quedó dormido". Una pena profunda y las lágrimas de sentimientos verdaderos le liberan del yelmo. La no-respuesta de su hijo ha calado en la fibra sensible del Caballero, que por fin comprende la mala relación con él. El impacto ha dinamitado el conflicto interno. Ante semejante choque las defensas corporales y emocionales se han hecho añicos, la armadura no puede protegerle ya. El cuerpo, como libro que lleva la historia personal del caballero, libera el conflicto. Por mucho que se aferre al lema de que los caballeros no lloran, no podrá contener la emoción que le embarga. Llora y queda exhausto y medio ahogado dentro del yelmo. Después de la catarsis y de la toma de conciencia del problema, nota un extraño alivio al reconciliarse consigo mismo y, acurrucándose en el calor de este nuevo sentimiento de ternura, se queda dormido. Al despertar, el Caballero logra, gracias a las lágrimas derramadas, liberarse de la visera.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿Te emboscas en tu inconsciente? 2. ¿Sientes nostalgia por el yo verdadero? 3. ¿Encontraste a tu guía? 4. ¿Para qué te pones la armadura? 5. ¿Eres paciente y perseverante? 6. ¿Eres sincero con los sentimientos? 7. ¿Para qué te sirve el sufrimiento?

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TERCERA PRUEBA: EL SENDERO DE LA VERDAD El Sendero de la Verdad Para lograr su objetivo, consistente en desembarazarse de la armadura, Merlín muestra al Caballero el camino por el que siempre debe transitar. Es el Sendero de la Verdad. Recorrer ese sendero simboliza efectuar una ascensión para alcanzar su realización como ser humano. Es un camino que no puede recorrer si no actúa siguiendo un método y unas normas, y desarrollando cualidades como la autenticidad, la sinceridad y la rectitud. Si se desvía de ese camino, todo será error y oscuridad; en cambio, si lo sigue, llegará a la cima de la montaña, conseguirá liberarse de la armadura y se encontrará con la Fuente. El Sendero de la Verdad se estrecha según va ascendiendo. Analizado en un plano simbólico, la angostura del sendero equivale a las dificultades y esfuerzos con que habrá de enfrentarse para ir desprendiéndose de los apegos que le impiden llegar al fondo de su ser. Lo angosto y lo empinado del sendero simbolizan también el estado de constricción que siente el Caballero al estar tan cerca de la Fuente y no poder contemplarla, pues aún no se ha desprendido de todo el lastre de su armadura. El Caballero había seguido un sendero equivocado El sendero desviado simboliza la huida de su centro y de la realidad por dedicarse a las batallas, matar dragones, rescatar princesas en apuros y abandonar a su familia. Este es un sendero desvirtuado lleno de cualidades negativas Merlín le recuerda el objetivo del viaje Consiste en liberarse del pesado acero de su armadura, es decir, de todos aquellos impedimentos que le dificultan ser en su autenticidad. Para ello tendrá que poner en marcha un proceso que consta de varios pasos. El primero será reconocer que lleva puesta una armadura; el segundo, poner los medios a su alcance para desembarazarse de ella. El Caballero va tomando consciencia de su armadura muscular, emocional, psicológica y energética. La armadura de acero que siempre llevaba puesta y no se quitaba ni para dormir representa las corazas muscular, emocional, psicológica y energética que siempre van con él. En el plano físico, el armazón de conflictos psicoemocioles ha afectado a su cuerpo dejándole sin aliento y reduciendo sus sentidos del olfato, del oído y del tacto. Le ha insensibilizado y ya no se acuerda de cuando sintió el calor de un beso ni de cuando olió la fragancia de una flor o de cuando escuchó una hermosa melodía. En el plano afectivo, tiene los sentimientos congelados. Prima más el centro intelectual que el centro del corazón. En el plano energético, la armadura ha bloqueando el flujo de energía vital y se siente débil. Los animales representan el mundo punsional de los instintos Los animales son los aliados del Caballero. La paloma y la ardilla le imprimen coraje y le sirven como ayudantes de campo. Si en el plano simbólico los animales representan las pulsiones instintivas, el Caballero tendrá que conectar con su centro instintual puesto que en él ha predominado el centro intelectual en detrimento del instintual, el emocional, el sexual y el del corazón. Además de representar las pulsiones, paloma y ardilla también representan la voz de la conciencia del Caballero. Los animales aceptan y los humanos esperan. Los animales actúan en todo momento como su instinto les dicta, sin embargo, el Caballero ha rechazado con su neurosis el sano espíritu salvaje de su instinto, alejándose de su naturaleza humana.

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Sólo después de conocerse y desarmarse, se amará el Caballero Mientras ejercía el papel de caballero, no podía amarse a sí mismo. Centrándose en su batalla interior podrá conocerse y por lo tanto, llegará a amarse. Para esta batalla no necesita la espada ni el caballo. Los dejará, abandonando así parte de su identidad como caballero. Desarmado de esos atributos y de su orgullo, quedará exhausto y dolorido al poco tiempo de andar por el Sendero de la Verdad. Después de un profundo sueño, le despierta un sol luminoso. Una parte de la visera se ha oxidado. El Casballero, agotado después de un día de viaje por el Sendero de la Verdad, cae en un sueño profundo y reparador. Le despierta un sol luminoso. ¿Qué ha ocurrido? Parte de la visera se ha oxidado por las lágrimas de profunda pena derramadas al darse cuenta de que ha sido un mal padre para su hijo Cristóbal. En el plano físico se le han despertado los sentidos de la vista y el tacto, que tenía ocultos, y ha conseguido sentir el rayo luminoso del sol sobre la cara y la brisa sobre las mejillas. En el plano de los sentimientos, da muestras de haberlos reavivado gracias al rayo de luz de la ternura que siente por su hijo Cristóbal. En el plano de lo simbólico el sol representa aquí la intuición del conocimiento porque el Caballero ha llegado a la comprensión intuitiva, ha descorrido el velo de oscuridad que cubría su cara, y ahora puede ver con más claridad la realidad. La llave dorada que le dio Merlín, abrirá la puerta de los castillos Merlín se quita del cuello una llave dorada y se la entrega al Caballero. Es la llave que abrirá las puertas de los tres castillos: el del Silencio, el del Conocimiento y el de la Voluntad y Osadía, de los que no podrá salir hasta que haga suyas esas cualidades. En lo simbólico, el color dorado de la llave quiere decir que el conocimiento del mago es puro y auténtico. La llave del conocimiento abrirá las puertas de sus castillos interiores. También le abrirá el inconsciente, el corazón y el conocimiento de la Fuente. Avista el Castillo del Silencio en una colina. Un enorme castillo bloquea el sendero, por lo que obligatoriamente tendrá que entrar en él y rescatar la cualidad positiva que contiene. La decepción que sufre al comprobar que la estructura del castillo no es tan elegante como lo eran los castillos y las damiselas de sus batallas exteriores quiere decir, en el plano simbólico, que el Caballero tiene una percepción muy pobre de su castillo interior del silencio porque en él todo es charlatanería. Le falta silencio para alcanzar un conocimiento útil y verdadero. Ya en la entrada del Castillo del Silencio, la paloma y la ardilla le comunican que no entrarán con él. Le esperarán al otro lado del castillo, porque conocer cómo es su silencio interior es algo que tiene que averiguar el solo.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿Eres auténtico y sincero? 2. ¿Por qué sendero de conocimiento transitas? 3. ¿Estás conectado con tu instinto? 4. ¿Disfrutas de la vida? 5. ¿Te das cuenta de los velos que cubren tu realidad? 6. ¿Algo de tu armadura se ha oxidado últimamente? 7. ¿Tienes suficiente coraje?

CUARTA PRUEBA:

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EL CASTILLO DEL SILENCIO Manifestación de la armadura psicosomática del Caballero El Caballero entra solo en el castillo donde todo es silencio.Cierra la puerta y se embosca en su castillo interior para conocer aquello que turba su propio silencio Le tiemblan las rodillas produciendo un ruído metálico por causa de la armadura lo cual significa que el Caballero inunda con ruidos mentales su castillo del silencio. Se encuentra con tres alfombras y tres habitaciones, que reflejan la idea del tres: el uno es el silencio, y el dos y el tres son la polaridad cháchara mental-soledad que el Caballero habrá de trascender para rescatar el silencio.

Si vive el silencio, comprenderá y podrá ver. El Caballero tendrá que confrontarse con el dragón de su cháchara mental que tiene secuestrado al silencio. Para ello tendrá que vivir la soledad y el silencio un tiempo suficiente. Recordará cuando su esposa Julieta no le hablaba durante días, pero jamás se había sentido tan solo con el silencio que nota en ese castillo. El Caballero se encuentra con el alma intranquila en el interior del castillo. Le sorprende la voz del rey diciéndole que no podrá ver dentro de él hasta que desvele el secreto que oculta cada habitación de ese castillo y descubra en su propio interior los ruidos mentales que ahogaron el silencio. Se pone barreras para protegerse de quien cree que es. El rey regresa al Sendero de la Verdad para conocer más de sí mismo. Sabe que la mayoría de la gente está atrapada en su armadura y pone defensas para protegerse de quienes creen que son. Cada día crean nuevas corazas hasta que llega un momento en que no pueden quitárselas y ser ellos mísmos. El Caballero pone su armadura entre el Yo verdadero y el falso yo . El silencio es algo más que no hablar. Si el Caballero permanece en solitario y en silencio, podrá ver las puertas del castillo que le conducen a otras salas, es decir, podrá reconocer los problemas psico-emocionales y encontrar la salida a una vida más auténtica. El silencio se vuelve conocimiento cuando aparece el silencio interior en donned no hay visualización de colores o imágenes , la mente se encuentra suspendida, mientras que la totalidad de nuestro ser percibe la realidad. El silencio aniquila al falso yo, apareciendo en su lugar un conocimiento silencioso. Se pone máscaras ante los demás. El Caballero había dado una imagen engañosa de sí mismo a los demás y les confundía tratando de demostrar que era el caballero más brillante del reino. Para reconocer cuales son sus máscaras, el Caballero transitará por la humildad, la soledad y el silencio. Derrotar la el diálogo interno y conocer el silencio, requiere más coraje que todas las batallas libradas en su vida como caballero. El Caballero tendrá que enfrentarse a un nuevo tipo de Cruzada: luchará contra las Fuerzas del Mal que habitan dentro del él, simbolizadas en el dragón. El Caballero necesitará la valentía del guerrero para someter a su dragón. Si persevera en mantenerse en la soledad y en la escucha del silencio, conseguirá la victoria sobre el dragón de la cháchara mental. Admite que tiene miedo de estar solo en el castillo Lo único que escucha es el ruido de su armadura y eso le deprime más porque nunca había prestado atención a sus ruidos mentales. Intenta hacer más ruido para ocultar el silencio y repite una canción, pero ésta le produce el efecto contrario, le lleva a la quietud mental y lo arrastra al silencio más absoluto, donde admite

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que tenía miedo de estar solo. Es entonces cuando logra una visión clara de la realidad, simbolizada en el avistamiento de la puerta y entra en otra habitación más pequeña que las anteriores porque al conquistar un conocimiento más profundo de sí mismo, reduce el espacio de lo desconocido. Formación del carácter en la infancia Hablando consigo mismo retrocede a su infancia y recuerda lo diferente que era de los otros niños, pues mientras los demás cazaban codornices y jugaban, el se recluía en casa para leer. Recuerda que siempre sintió miedo de estar solo y que nunca disfrutó del presente. La profesión de caballero fue la causa del dolor y la soledad que sufrió Julieta Sintiendo la soledad de su castillo interior, el Caballero se pone en el lugar de Julieta, dándose cuenta del dolor que le ha causado y lo sola que debió de sentirse con un hombre envuelto en una coraza insensible a los sentimientos. Siente el dolor y la soledad propios, añadidos a los que debió de provocar a Julieta, y entra en una catarsis que le sume en un profundo llanto y hace que aflore una gran ternura, que le conducen a un estado de claridad mental y alivio, simbolizado en la puerta que se abre. Está lo suficientemente silencioso para que el Yo verdadero se desvele Al hacerse el silencio en el Caballero, el Yo verdadero emerge y demuestra la falsedad del otro yo. El Yo verdadero esta sometido al corazón y el falso yo corresponde a un estado salvaje y descontrolado. Merlín le confirma que el Yo verdadero es más real que el falso yo Cuando la mente alcanza el silencio la percepción del mundo es más real, por eso el mundo ilusorio del falso yo desaparece, emergiendo el Yo verdadero. El Yo verdadero está más próximo a la luz de la Fuente, mientras que el falso yo se halla más cerca de la oscuridad. Merlín le confirma que el Yo verdadero es más real que el falso yo Se sumerge en un profundo sueño y al despertar se da cuenta que el yelmo ha desaparecido El Caballero entra en un profundo sueño por el efecto de la catarsis que libera energías bloqueadas del, apareciendo el alivio. Se despierta y se da cuenta que está de nuevo en el Sendero de la Verdad. Las llaves que le abrieron las puertas de su castillo interior del silencio fueron la reflexión y la comprensión. Se da cuenta que el yelmo ha desaparecido. Aunque creía haber pasado sólo una noche en el castillo, en realidad estuvo allí mucho tiempo. Esa noche simboliza aquí la noche oscura del alma en la que el Caballero se purga de los conflictos que tenía con Julieta, con el silencio y con la cháchara mental. Estamos creados del mismo hálito de la Fuente. Siempre estamos viajando hacia Su encuentro Merlín le dice al Caballero que somos parte el uno del otro. Esto significa, en el nivel de lo engendrado, que la Creación está hecha del mismo hálito creador de la Fuente. El Caballero contiene dentro de sí a todo el Universo, por lo tanto, Julieta y él son parte el uno del otro. El camino que conduce a la Fuente se llama Sendero de la Verdad, Nunca dejamos de viajar por él. La locura lo cura El Caballero ha rozado los límites de la locura en los estados de catarsis, al escuchar por primera vez al Yo verdadero que le confunde, pero Merlín le tranquiliza asegurándole que no se está volviendo loco. Lo que importa al Caballero es la búsqueda de sí, la locura es para él autocuración. La locura lo cura y le da sanura.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR

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1. ¿Cómo se manifiesta tu cháchara mental? 2. ¿Cómo vives la soledad y el silencio? 3. ¿Conoces que el viaje hacia la Fuente nunca acaba? 4. ¿Tienes suficiente coraje para aquietar tu mente? 5. ¿Disfrutas el aquí y el ahora? 6. ¿Cómo vives la locura-sanura? 7 . ¿Qué vivencias tienes de tu Yo verdadero?

QUINTA PRUEBA: EL CASTILLO DEL CONOCIMIENTO El conocimiento silencioso En el proceso de maduración el Caballero ya no irá en busca del poder, de la fama y el reconocimiento de los demás. Encontrará dentro de sí un poder incalculable al poner su coraje de guerrero en acción y dará un salto mortal al vacío sobrepasando el límite del pensamiento. Comenzará entonces a ver con los ojos del corazón algo más profundo que no tiene que ver con la imaginación sino con lo Real. Aprenderá a conocer de un modo directo e intuitivo sin necesidad de la palabra y alcanzará un conocimiento silencioso en el que la conciencia está expandida. El Castillo del Conocimiento fue creado por la Fuente que es el origen de todo conocimiento. El Caballero, Ardilla y Rebeca continuaron el viaje por el Sendero de la Verdad en dirección al Castillo del Conocimiento. Se había hecho más consciente de la necesidad de cuidar su aspecto y con ello logra una sensación de mayor libertad. Como se había desprendido del yelmo, ahora podía comer por sí mismo sin necesidad de la ayuda de los animales, lo que significa que va recuperando su autonomía. Sam, la voz del Yo verdadero, le dice que el diseñador del castillo fue el propio Universo, que es la fuente de todo conocimiento. Se le llama Universo, Fuente o Dios, porque de algún modo hay que nombrar lo innombrable. El conocimiento es luz que dispersará las tinieblas e ilumina el camino. El Caballero entra en el castillo acompañado de Ardilla y Rebeca. Se encuentran con una gran oscuridad que simboliza las tinieblas de la ignorancia, también la Sombra, es decir, lo desechado y olvidado de uno y, tambien simboliza la noche oscura del alma por la que tiene que pasar para purgarse de la ambición, dependencia, angustia, ignorancia y necesidad. Se encuentran con varias inscripciones sobre la pared, una de ellas dice: "El conocimiento es la luz que iluminará vuestro camino". Significa que cuanta más sabiduría posea, más claridad tendrá en su vida. Al comprender y aceptar éste enigma un rayo de luz se filtró en la habitación. Este rayo simboliza un insight, es decir, el momento de toma súbita de conciencia de la solución al problema que le plantea la inscripción. En ese instante es cuando se hace la luz del conocimiento en el castillo interior del Caballero. Había necesitado a Julieta y a Cristóbal más de lo que les había amado porque no se amaba a sí mismo. El Caballero había confundido la necesidad con el amor. Se dio cuenta que había necesitado a Julieta más de lo que la había amado. La necesidad implica carencia y el amor implica plenitud. La relación que establecía con los demás era de necesidad y no de amor. Aquí hallamos la clave fundamental de las enseñanzas del libro: toda nuestra existencia gira en torno al amor. Se dice que por desbordamiento de amor la Fuente hizo la Creación. Todo

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está hecho con la fuerza del amor. Reflexionando sobre todas estas cosas el Caballero admite lo ciego que ha estado y llora. A continuación pasa por su mente algo que le aterroriza: le había echado la culpa a Julieta de todos sus problemas, incluso de haberse quedado atrapado en su armadura. El Caballero lloró aún más cuando al advertir que si no podía amarse a sí mismo no podría amar a los demás. La necesidad era una barrera que se interponía entre los demás y él. Al asumirlo, una hermosa y resplandeciente luz iluminó la gran sala del castillo, desplazando la oscuridad. Eso significa que, al vivenciar el Caballero su propia tragedia y darse cuenta de la realidad, se hace en él la luz del conocimiento, desapareciendo la ilusión y la ignorancia que le ensombrecían su existencia. Desarrollará el Hombre Perfecto que habita en él. Ardilla mostró al Caballero un espejo muy especial que reflejaba cómo ea el Caballero en realidad, éste contempló su imagen ante el espejo y se sorprende al ver una persona encantadora y vital cuyos ojos brillan con amor y compasión. Ese era su Yo verdadero. Esa imagen que reflejaba inocencia y belleza es la del arquetipo del Hombre Perfecto, Hombre Univesal o Niño Divino que en su inmanencia es pura inocencia, belleza y amor. Ser hermoso, inocente y perfecto es su verdadero potencial que no ha podido desarrollar porque había puesto un bunker de armadura invisible entre él y sus verdaderos sentimientos durante tanto tiempo que se fue haciendo visible y permanente. Al comprender esto, la hermosa luz brilló de nuevo, más intensamente que antes e iluminó toda la habitación revelando su secreto: la sala era gigantesca y la única del castillo. En lo simbólico significa que en el castillo interior del Caballero brilla la luz del conocimiento y que el verdadero Conocimiento es Verdad, y por lo tanto, no se puede compartimentar o dividir. Al buscador que ha alcanzado el Conocimiento se le llama el lumínico, por la luz espiritual de origen ultraterrenal que emana de su persona. Los ángeles, que son seres de luz, despliegan sus alas sobre aquel que busca conocimiento. La ambición del corazón da la felicidad y la que proviene de la mente la quita. El castillo tiene un patio y en su centro un gran manzano que representa el Árbol del Conocimiento. Sus manzanas son rojas y brillantes que simbolizan la culminación del ser manzano entregando su fruto en todo su esplendor. En una losa que hay junto al manzano el Caballero ve una inscripción que dice "por esta fruta no impongo condición, pero ahora aprenderéis acerca de la ambición". Significa que el manzano entrega la fruta porque está en la semilla fructificar y llegar a ser lo que está decretado para él, no teniendo ambiciones de ser otra cosa sino la de ser manzano. Merlín le dice al Caballero que nacemos hermosos, inocentes y perfectos y que esas cualidades siempre están en el corazón. Eso significa que el hombre nace en estado de perfección y, según va creciendo, se aleja del estado de inmanencia y, por lo tanto, de la Fuente. La ambición del corazón es la intención sincera para retomar las nobles cualidades. En cambio la ambición que proviene de la mente sirve para conseguir cosas materiales e información, pero no da la felicidad. Se prometió que a partir de ahora sus ambiciones provendrían del corazón. Mientras pronuncia esa promesa, el castillo y Merlín, que eran los poseedores del conocimiento, desaparecen puesto que el Caballero ha reconquistado el conocimiento de su castillo interior. La armadura de brazos y piernas desaparece El Caballero se arrodilló junto a un arroyo para beber agua y se da cuenta de que la armadura que le cubría brazos y piernas se había oxidado y caído. En el plano simbólico el agua significa conocimiento y purificación. El Caballero había pasado la prueba rescatando el conocimiento después de haberse purificado de la herrumbre de la ambición. Al desarmarse los brazos y las piernas, el Caballero se podrá manejar mejor en el mundo. Las piernas y los piés le daran mayor sentido de realidad. A través de ellos fluiran mejor las emociones y las acciones provenientes del corazón. Con las piernas desembarazadas del peso de la armadura y con el paso firme de un joven, parte hacia el Castillo de la Voluntad y la Osadía acompañado de Rebeca, que va volando sobre su cabeza, y de Ardilla que corretea junto a sus pies. En lo simbólico, el Caballero ha liberado sus brazos, que como alas tocan el cielo, y sus piernas caminan con más soltura y

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firmeza sobre la tierra. El conocimiento silencioso le ha permitido comprender su realidad entre el Cielo y la Tierra.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿Cuál es uno de los nombres de tu dragón interior? 2. ¿Cómo te enfrentas con el dragón? 3. ¿Cómo es tu valentía y coraje de guerrero/a? 4. ¿Puedes hacer una lista de tus miedos? 5. ¿Pones a prueba el conocimiento de ti mismo? 6. ¿Dudas y te bates fácilmente en retirada? 7. ¿Das realidad a lo que es mera ilusión?

SEXTA PRUEBA: EL CASTILLO DE LA VOLUNTAD Y LA OSADÍA ¿Qué significa la victoria sobre el dragón? Simboliza la muerte del yo falso y el renacimiento del Yo verdadero. El simbolismo que Robert Fisher da al dragón coincide con el significado que se le ha dado siempre en Occidente. Representa al ego y a las fuerzas del mal. El héroe tiene que matar al dragón para rescatar a la damisela cautiva que simboliza al ánima. La diferencia aquí está en que al someter al dragón el Caballero rescata aspectos muy concretos del Yo verdadero como la voluntad, la osadía, el coraje y el conocimiento de sí mismo. Vencerá a su dragón interior y lo someterá, pero no lo matará en el sentido de acabar para siempre con él. Integrará las dos fuerzas, la del bien - el Yo verdadero - y la del mal - el yo falso - para transcenderlas uniéndose a la Fuente. Es un castillo de muy difícil acceso El Caballero, Ardilla y Rebeca emprenden sin demora la andadura por el Sendero de la Verdad y se encuentran con el Castillo de la Voluntad y la Osadía que es el más alto de todos. Los tres cruzan el puente levadizo. El puente representa la Voluntad de Poder de pasar al otro lado, es decir al campo de batalla. En la confrontación está la superación de sí mismo y el encuentro con su Yo verdadero. Había tenido una preparación en las anteriores seis pruebas Para poder confrontarse ahora con el dragón. Del interior del castillo aparece un "enorme y amenazador dragón, cubierto de relucientes escamas verdes". Echaba grandes llamaradas de fuego por la boca, ante lo cual el Caballero, preso de espanto, se quedó paralizado. Significa en lo simbólico que desde el castillo interior del Caballero aparece el ego y se manifiesta como una bestia. Aunque estaba habituado a ver muchos dragones, ninguno era como éste. Debió de causarle un gran temor al ver que no sólo echaba llamas por la boca, sino también por los ojos y los oídos. Significa que la boca, los ojos y los oídos son tres aberturas de comunicación con el exterior, tres sentidos con los cuales el Caballero había tenido serios problemas. El fuego es el gran agente de transformación. Quemará las cosas superfluas sin que el Caballero perezca en él. El Caballero tiembla de miedo ante tan enorme bestia. No comprende por qué aparece este dragón si Merlín le dijo que no encontraría dragones en el Sendero de la Verdad. Pero el que se le aparece ahora no es como los que había matado hasta entonces.

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Primera confrontación con el dragón. El Caballero dejó de temblar y con una voz lo más fuerte y potente que pudo, pidió ayuda a Merlín, que tampoco ahora apareció. El dragón intenta amedrentar al Caballero, y éste trata de ganar tiempo preguntándole por la función que tiene en el Castillo de la Voluntad y la Osadía. La bestia dice llamarse Dragón del Miedo y la Duda, reconociendo el Caballero lo acertado del nombre, pues miedo y duda era lo que sentía su yo experimentador. La voluntad y la osadía, que son sus opuestos, es lo que tendrá que rescatar de dentro de sí mismo para vencer al miedo y la duda. Ardilla le dice algo que escuchó de Merlín una vez: "que el conocimiento de uno mismo podía matar al Dragón del Miedo y de la Duda", pero el Caballero no lo cree, se bate en retirada y cruza el puente levadizo, dirigiéndose al campo de la cobardía. El Yo verdadero se manifiesta cada vez con mayor fuerza en el Caballero dándole más templanza. Nuestro héroe recuerda que no necesitaba probar nada. Segunda confrontación. El Caballero miró a través del puente y vio al monstruo lanzando fuego sobre unos arbustos, para no perder práctica, pero descubre algo muy importante: que "el dragón solo existía si él creía que existía". El dragón y el yo falso son una ilusión, y cuanto más los alimente y les de realidad, más poder ejercerán sobre él. Con un grito de temor y angustia el Caballero vuelve a batirse en retirada chamuscado y dolorido hacia el puente levadizo, mientras el dragón sintiéndose con más poder se ríe de él, que había salido huyendo para remojar su trasero en un pequeño arroyo. Significa que el ímpetu del yo falso puede arremeter con tanta intensidad y locura con sus pasiones que puede quemar la voluntad y el cuerpo llegando a producir dolor. Por eso busca el agua fresca del arroyo, que es lo opuesto del fuego y que en un plano psicológico significa la purificación del fuego de las pasiones. Tercera y última confrontación. El Caballero inspiró profundamente y volvió a cruzar el puente levadizo. Por primera vez se menciona en el libro una práctica respiratoria. Serán dos veces más las que se haga referencia a esa técnica y comienza justamente al principio de la tercera confrontación con el dragón, es decir, con su ego. A la tercera será la vencida. El dragón seguía tratando de quemar al Caballero, pero por mucho que lo intentaba, no conseguía hacerle arder. Eso significa que el yo falso crece haciéndose muy destructivo, pero no llega a quemar totalmente con las pasiones del miedo y la duda cuando se ha restaurado la voluntad y la osadía. Avanza con tanta determinación hacia el dragón que éste va haciéndose cada vez más pequeño. Las tornas cambian al ganar terreno y crecerse el Caballero, porque no siente miedo y por lo tanto, el dragón va disminuyendo de tamaño hasta llegar al de una rana. En lo simbólico encarna el momento en que el Caballero acepta que tiene el poder del conocimiento y lo utiliza. Es así como cambia de un estado a otro al vencer al yo falso y transformarse en el Yo verdadero, que se simboliza en su victoria frente al dragón. Al no poder lanzar fuego, el dragón lanza las Semillas de la Duda que tampoco detienen al Caballero. Significa que el yo falso le pone una prueba y le cuestiona si ha extinguido realmente el miedo y la duda en él. El Caballero exclamó victorioso en un grito de júbilo: "¡He vencido!" Es la primera vez que el héroe se siente plenamente victorioso. Ha logrado superar la lucha contra el dragón y le ha dejado sin poder lanzar llamaradas y rugidos. El dragón se queda casi sin habla pero le dice que regresará una y otra vez para cerrarle el camino de la verdad. El Caballero le reta con una potente voz diciéndole que cada vez que regrese será más fuerte que él, pues conoce mejor sus artimañas y sus debilidades y ha recuperado el Yo verdadero. El Caballero alarga su brazo para abrir la puerta y, para su sorpresa, se encuentra con que el Castillo de la Voluntad y la Osadía había desaparecido. Ya no tenía razón de existir, porque el Caballero había rescatado esas cualidades de su castillo interior, que ahora se manifiestan en toda su belleza y majestad. "El Caballero echó la cabeza atrás, riendo de pura alegría" Es la primera vez que el Caballero ríe de ese modo y se encuentra en un estado de euforizante expansión. Con ese ánimo vió la

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cima de la montaña. "El sendero parecía aún más empinado que antes, pero no le importaba". Es así, porque le queda la última y definitiva prueba en la que la confrontación será aún mayor.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿Cuál es uno de los nombres de tu dragón interior? 2. ¿Cómo te enfrentas con el dragón? 3. ¿Cómo es tu valentía y coraje de guerrero/a? 4. ¿Puedes hacer una lista de tus miedos? 5. ¿Pones a prueba el conocimiento de ti mismo? 6. ¿Dudas y te bates fácilmente en retirada? 7. ¿Das realidad a lo que es mera ilusión?

SEPTIMA PRUEBA: LA CIMA DE LA VERDAD El símbolo de la ascensión a la montaña como lugar sagrado. Éste símbolo ha existido en todas las culturas. Lograr ese ascenso implica superar una dificultad y un esfuerzo. Los místicos han vivenciado la subida como un proceso doloroso pero necesario para purgarse de los apegos que son la causa del sufrimiento. La cima de la montaña simboliza la Verdad. Es el lugar más elevado donde la Fuente se revelará al Caballero y éste se unirá a Ella después de haber pasado por un proceso de purificación que le habrá ido liberando de las armaduras. No podrá conocer lo desconocido si se aferra a lo conocido. El Caballero trata de alcanzar la cima de la montaña agarrándose con los dedos con los dedos ensangrentados a las afiladas rocas de la pared vertical. Estando ya cerca de alcanzar la cima se encuentra con un enorme canto rodado que bloquea su camino y en el que ve la siguiente inscripción: "Aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido". El significado de la inscripción hace mención a los obstáculos de su vida representados por el cuádruple aferramiento a lo conocido: cosas "conocidas", identidad, creencias y juicios, que son lo que le impide el acceso al Conocimiento. La interpretación de la primera parte de la inscripción es que el Universo está dentro de él, por lo tanto lo posee. En otro plano de entendimiento podemos decir que, estando hecho el Universo con el Hálito de la Fuente, todo le pertenece a Ella y todo regresa a Ella. Por lo tanto, nada posee el Caballero. La segunda parte de la inscripción significa que para conocer lo desconocido tendrá que desaferrarse de los condicionamientos, creencias y acciones erróneas. Tendrá que confiar en la Fuente. El Yo verdadero le dice que tiene que confiar en "la vida, la fuerza, el universo, Dios, como quieras llamarlo". Dios es aquello que no se puede nombrar, de nombrarlo no sería el verdadero Dios. Se le conoce por sus atributos, se le denomina el Originador del Universo, el Viviente, el Verdadero, entre otros nombres. No es alcanzable por medio de la razón, sino a través de la intuición del corazón. El temor a desasirse de las rocas significa en el plano psicológico desprenderse de las resistencias psicológicas que le impiden profundizar en lo verdadero y soltar lo falso. Entonces el Caballero se desprendió de las rocas y cayó al abismo, a las profundidades de

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sus recuerdos. Este descendimiento significa una regresion a las profundidades del inconsciente y aceptar lo que es. Asumiendo responsablemente las acciones de su vida coronorá la cima de la montaña. En lugar de responsabilizarse de sus propias acciones y pensamientos, había proyectado en los demás sus problemas. Había culpado a sus padres, a sus profesosres a su mujer y a su hijo y a sus amigos de todo cuanto de malo le había sucedido. Según caía al vacío se fue desprendiendo de todo aquello que había lanzado contra ellos. Entonces comprendió que no tenía que juzgar ni excusarse, al mismo tiempo que aceptaba su responsabilidad de sí mismo. Cuanto más descendía al océano de sus recuerdos, más descendía lo mental al nivel del corazón intuitivo. Fue entonces, cuando experimentó una nueva sensación de poder y libertad y dejó de sentir miedo. "Le sobrevino una desconocida sensación del calma y algo muy extraño le sucedió: ¡empezó a caer hacia arriba!..." Significa que al descender el Caballero al abismo del falso yo y reconocerle, puede ascender a los cielos de su Yo verdadero, pues ya nada le ata en la morada de los infiernos. Los sentidos y lo sentimientos se despertaron aún más en él. Al elevarse el corazón por encima de su mente, pudo contemplar la Naturaleza tal cómo era. Antes de ponerse la armadura, el sistema sensorial estaba abierto para percibir y sentir la existencia, pero el temor a lo desconocido le había provisto de una actitud física y mental de entumecimiento de los sentidos. Al revivificar los sentidos, se sintió arrebatado por una sobrecogedora sensación de bienestar y percibió un extraño mareo a causa del desbordamiento de la percepcion de los sentidos, al ver, oír y sentir el Universo que le envolvía en todo un despliegue de belleza y majestad. En esa experiencia de ensanchamiento del corazón se producirá la total redención del Caballero. Siente agradecimiento hacia los demás y promete no volver a ponerse la armadura y no volver a desempeñar el papel de caballero. Su corazón rebosaba amor por sí mismo, por su esposa, por su hijo, por su maestro Merlín, por sus compañeros de viaje, Ardilla y Rebeca, por la vida y por todo el maravilloso mundo que la Fuente le había permitido conocer. Se puso de rodillas y de sus ojos surgieron lágrimas de gratitud pues había conseguido el objetivo de su viaje: conocerse y amarse. "Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, por su barba y por su peto. Como provenían de su corazón, estaban extraordinariamente calientes, de manera que no tardaron en derretir lo que quedaba de su armadura".

Se transfigura en un ser luminoso. Se ha hecho luminoso, irradiando una luz que salía de su corazón, siendo más sutil y mucho más brillante y hermosa que la de su pulida armadura que provenía del brillo de sus máscaras que tanta admiración habían causado, pero que ocultaban la luz del corazón. Esa luz que emana de él deslumbraba, destellaba y resplandecía más que el sol, el arroyo y la luna. El deslumbrar del sol es un símbolo de la luz de la Fuente y de la luz del Yo verdadero; el destello del agua simboliza la luz de la renovación espiritual; y el resplandor de la luna, al ánima. Se había integrado con la Naturaleza porque sabía que estaba hecho de los mismos elementos (agua, tierra, fuego y aire). Además, participaba del destello del arroyo, del resplandor de la luna y del deslumbrante sol porque la luz del Caballero también tiene esas bellas cualidades de la Fuente. Conocía que todo en la Creación estaba hecho con el hálito amoroso de la Fuente. Se une al principio que es amor. Por eso, ahora el Caballero era el arroyo, era la luna y era el sol, todo a la vez e incluso más, porque había reconocido que la Naturaleza estaba hecha del mismo hálito vivificador que él, y poseía la comprensión de los significados de las cosas. Este es el estado de máxima aproximación y de unión en la Fuente, pues ya no es que posea el Universo, como sentía cuando se encontraba de pie en la cima de la montaña, sino que es

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uno con el Universo. Al comienzo del viaje el Caballero buscaba un Sendero por el que transitar para alcanzar el conocimiento de sí mismo y amarse. Para ello había pasado por los estados de la noche oscura del temor y por la anchura del espíritu, pero la Fuente le sacó al final del viaje de ambos estados para que no fuera de ninguna otra cosa sino de Ella. El yo falso ha desparecido, el Yo verdadero se ha hecho presente y luminoso, el Caballero sólo contempla la inmensidad de la Luz. Era amor, porque éste es el principio con que había sido creado, por desbordamiento de amor del Creador, quien le había permitido conocer los secretos del amor fluyendo continuamente de Él en toda su plenitud. Comenzó la aventura al reconocer la ausencia del amor en él, y sintiéndose nostálgico y con un anhelo profundo por su recuerdo emprendió un viaje que ahora llegaba a su fin. El libro concluye con "el Principio", porque la primera manifestación de la Fuente fue el amor. El Caballero se había unido en amor a la Fuente y había cumplido el eterno retorno de sí mismo, la vuelta al Principio y Éste es Amor.

SIETE CLAVES PARA MEDITAR 1. ¿Cómo es tu ascensión a la montaña? 2. ¿A qué te aferras?, ¿Temes abandonarte? 3. ¿Qué te quita la libertad y te impide ser feliz? 4. ¿En qué tienes confianza? 5. ¿Asumes tu propia responsabilidad? 6. ¿Tienes capacidad para ver la Naturaleza con los ojos del corazón? 7. ¿Qué grado de unión tienes con la Fuente?

DESCUBRIR EL YO VERDADERO · Explorar las armaduras: emocional, psicológica, energética y del corazón. · Descubrir el Yo verdadero que está detrás de las armaduras del falso yo. · Tener suficiente coraje para confrontarse con los dragones interiores. · Darse cuenta de las armaduras mentales que nos enferman físicamente. · Atreverse a vivir y tomar las riendas de nuestra vida · Tener el valor de conocerse y amarse, porque sólo así, podremos tener éxito en la vida.

DIRIGIDO a todos aquellos que estén dispuestos a dar un cambio significativo en su vida, en lo psicológico, emocional, físico y del corazón Hay un momento en la vida en que hay que pararse y reflexionar acerca de uno mismo para tomar las riendas de nuestra propia vida, disfrutarla y dejar de sufrir. Es importante darnos cuenta del sufrimiento gratuito por el que pasamos, por lo que tenemos que hacernos con el coraje suficiente para mirarnos hacia adentro y enfrentarnos con nuestros propios dragones, para tener una vida afectiva más satisfactoria y una salud física mayor, porque debemos recordar, que los conflictos psicoemocinales, simbolizados en la armadura, son los que provocan las enfermedades psicosomáticas.

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En el taller vivencial pondremos en acción el conocimiento del libro de Las Enseñanzas, mediante las herramientas de la Bioenergética y de la Gestalt, desde las cuales, podremos tomar consciencia de nuestras propias armaduras y bloqueos energéticos del cuerpo, de los sentimientos y de nuestra historia biográfica, así como lograr experiencias del Yo verdadero. Transitaremos por las siete pruebas por las que atraviesa el Caballero. Vivenciaremos algunos aspectos de nuestra historia biográfica y comprenderemos un poco más las causas que hicieron colocarnos la armadura. Nos adentraremos en el bosque del inconsciente para conectar con las fuerzas autocurativas que moran dentro de nosotros. Percibiremos con mayor precisión nuestro propio Sendero de la Verdad para avanzar con más rapidez y seguridad en el camino de transformación del día a día. Entraremos en nuestros Castillos del Silencio y del Conocimiento. Nos confrontaremos en nuestro Castillo de la Voluntad y la Osadía con los miedos y los dragones que tienen prisionero al Yo verdadero, para lograrlo, despertaremos dentro de nosotros la voluntad y el coraje, para salir victoriosos de la contienda. Por último, llegaremos a la Cima de la Verdad, en donde nuestro Yo verdadero se mostrará más libre de la tiraría del falso yo y, por lo tanto, lleno de vida. Al poner en acción nuestros recursos conseguiremos -como así le sucede al Caballeroconocernos más, lograr una salud mayor en lo afectivo, en lo psicológico y en lo físico; llegar a valorarnos, querernos y amar a los demás desde el poder y la fortaleza. Si tenemos el suficiente coraje para adentrarnos en el castillo de lo desconocido y lograr realmente conocernos un poco más, la aventura habrá merecido la pena

Echar las culpas "El Caballero de la Armadura Oxidada" es un sorprendente best-seller de Robert Fisher que se vende por millones en Estados Unidos y que en España lleva ya más de cuarenta ediciones. Es un relato de fantasía adulta, cuyo protagonista es un ejemplar caballero medieval que "cuando no estaba luchando en una batalla, matando dragones o rescatando damiselas, estaba ocupado probándose su armadura y admirando su brillo". El éxito del libro está en que simboliza nuestra ascensión por la montaña de la vida y hace certeras observaciones sobre la conducta humana. Nuestro caballero se había enamorado hasta tal punto de su armadura que se la empezó a poner para cenar, y a menudo para dormir. Después de un tiempo, ya no se tomaba la molestia de quitársela para nada. Su mujer estaba cada vez más harta de no poder ver el rostro de su marido, y de dormir mal por culpa del ruido metálico de la armadura. La situación llega a ser tan insostenible para la desdichada familia que nuestro caballero decide finalmente quitarse la armadura. Es entonces cuando descubre que, después de tanto tiempo encerrado en ella, está totalmente atascada y no puede quitársela. Marcha entonces en busca del mago Merlín, que le muestra un sendero estrecho y empinado como la única solución liberarse de aquel curioso encierro. Se trata del sendero de la verdad, y decide tomarlo de inmediato, pues se da cuenta de que si no se lanza puede cambiar pronto de opinión. Tiene que superar diversas pruebas. En una de ellas comprueba que apenas se había ganado el afecto de su hijo, y eso le hace llorar amargamente. La sorpresa llega a la mañana siguiente, cuando ve que la armadura se ha oxidado como consecuencia de las lágrimas, y parte de ella se ha desencajado y caído. Su llanto había comenzado a liberarle.

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Más adelante, con ocasión de otras pruebas, advierte que durante años no había querido admitir las cosas que hacía mal. Había preferido culpar siempre a los demás. Se había comportado de manera ingrata con su mujer y su hijo. Había sido muy injusto. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas cada vez con más profusión. Había necesitado a su mujer y a su hijo, pero apenas los había amado. En el fondo, se consideraba en poco a sí mismo, y eso le hacía comportarse de una forma poco natural, con idea de ganarse así la consideración de los demás, y por eso resultaba orgulloso y altivo. Había puesto una armadura invisible entre él y su verdadero modo de ser, y le estaba aprisionando. Una armadura que "ha estado ahí durante tanto tiempo —le decía Merlín—, que al final se ha hecho visible y permanente". Recordó todas las cosas de su vida de las que había culpado a su madre, a su padre, a sus profesores, a su mujer, a su hijo, a sus amigos y a todos los demás. Por primera vez en muchos años, contempló su vida con claridad, sin juzgar y sin excusarse. En ese instante, aceptó toda su responsabilidad. A partir de ese momento, nunca más culparía a nada ni a nadie de sus propios errores. El reconocimiento de que él era la causa de sus problemas, y no la víctima, le dio una nueva sensación de poder. Ya no tenía miedo. Le sobrevino una desconocida sensación de calma. "Casi muero por las lágrimas que no derramé", pensó. Todos solemos poner en nuestra vida barreras ante los demás, y un día nos damos cuenta de que estamos atrapados tras esas barreras y nos resulta difícil salir. Por eso, la sabiduría de vivir está, en buena medida, en conocerse lo suficiente a uno mismo como para saber cuándo y cómo ha quedado uno atrapado. De lo contrario, la voluntad se hará cada día más débil, y la habilidad para engañarse, cada día más fuerte. Buscaremos la culpa en los demás, alimentando un orgullo que poco podrá ayudarnos, y quizás luchemos contra todos para no luchar contra nosotros mismos. Nuestro caballero tenía que quitarse la armadura para enfrentarse a la verdad sobre su vida. Se lo habían dicho muchas veces, pero siempre había rechazado esa idea como una ofensa, tomando la verdad como un insulto. Y hasta que no reconoció sus errores y lloró por ellos, no consiguió liberarse del encerramiento al que a sí mismo se había sometido. Encontrar escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil del mundo. Siempre hay culpas exteriores, y hace falta mucha valentía para aceptar que la responsabilidad es nuestra. Pero esa es la única manera de avanzar, aunque sea un recorrido siempre cuesta arriba. Como decía la protagonista de aquella novela de Susanna Tamaro, "cada vez que, al crecer, tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo, la primera y la más importante. Luchar por una idea sin tener una idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer."

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