DICIEMBRE
2021
|
EDICIÓN
NÚM. 1
|
RELATOS PARA LA INCLUSIÓN
RELATO
DE
VIVENCIAS
UNA
SÉRIE
DE
DE
VIABILIZANDO
PERSONAS
DIEZ
LA
CON
RELATOS
INCLUSIÓN
DISCAPACIDAD
CORTOS
PLENA
RELATOS PARA LA INCLUSIÓN AUTOR: Jorge Bonilla COLABORACIÓN: Ana Isabel Sousa
Sebastián, una persona con discapacidad intelectual, en gran parte basado en su vida real relata vivencias de la trayectoria de su vida.
UN LUGAR PARADISÍACO Hoy es un día maravilloso con sol radiante,
Estoy tratando de acomodarme a mi nueva
me anima a buscar este lugar que desde
realidad, solo, solo con mi soledad; claro, lo
antaño, cuando niño, con mi padre lo
más duro fue cuando a mis cinco años me
visitábamos, desde ese entonces hicimos
operaron nuevamente para cambiarme la
rutina semanal.
válvula que está ubicada en mi parietal derecho; recuerdo a mis padres junto a mi,
Este lugar es algo parecido a lo que dicen,
duro no solamente por el dolor luego de
paradisíaco, el riachuelo donde corre agua
pasar el efecto de la anestesia, duro por
cristalina, una alfombra verde con algunas
sentir que estoy sujeto a una válvula para
flores blancas pequeñas del trébol, muchos
que el líquido cefalorraquídeo fluya y
árboles, los pájaros que acompañan con su
mantener
trinar
permanente,
tranquilo,
en
acogedor,
fin...
antes
la
presión
adecuada
en
mi
un
lugar
cerebro, es lo que escuché al médico que
para
jugar,
me operó cuando explicaba a mis padres.
correr, compartir con mi padre, ahora a sentarme bajo la sombra que me cobija de uno de sus árboles… a recordar.
Este lugar casi no ha cambiado con el pasar de los años, recuerdo la primera vez que lo descubrimos, que dicho sea de paso, fue una mañana que salimos de casa hacia el campo, yo siete años de edad, mi padre cuarenta y seis cumplidos, recuerdo claramente habíamos
porque celebrado
el
día
con
anterior
pastel,
té
y
bocaditos su cumpleaños cuarenta y seis, en esta reunión donde participamos mi hermano, mi hermana, mi madre, mi Tío Gonzalo y la Tía Carmita; ya no estuvo mi abuela paterna, falleció unos años antes. Hoy
debió
haberme
acompañado
mi
hermano, lo invité, esta mañana temprano me comunicó que le impedía venir su trabajo,
está
dejando
a
punto
todo,
supongo informes o algo así, se va a trabajar en un país al norte de Europa, hemos acordado... más bien, él me indicó que en un par de meses enviaría por mi.
Según me contaba mi madre, ésta fue mi segunda operación, no recuerdo la primera, debió haber sido traumática, estaba por el año y medio de edad, tenía hidrocefalia. Esto marcó mi vida, derivó en discapacidad intelectual… en fin no es momento para seguir con esos recuerdos, ahora vine a disfrutar de este ambiente, a sentir la presencia de mi padre impregnada en el aire que se respira. Aquí es donde fácilmente siento la compañía de él. Y por qué mi deseo de sentir la presencia de mi padre? precisamente porque estoy por quedarme solo, literal, solo. Estoy interesado en que se mantenga este lugar dentro del parque protegido, el sobrino de mi compañero Carlitos ... bueno, de mi excompañero, fuimos compañeros junto con otros chicos y chicas, cuando estuvimos en el centro ocupacional para personas con discapacidad, es con uno de los pocos que mantengo comunicación esporádica; digo, su sobrino está relacionado con el ministerio del ambiente y viene ayudando para que este lugar se mantenga protegido por el estado.
Vuelve a mi memoria un pensamiento que ha sido recurrente en estos últimos días, a mi edad, con mi discapacidad, que sin lugar a duda es mi compañera, la discapacidad digo, porque la compañera que tuve, Mary, falleció producto de un fallo renal; los médicos dijeron que uno de los medicamentos que venía tomando para controlar su epilepsia le afectó al riñón y al parecer también al hígado, ella tenía un año más de edad, nunca aceptó, decía que su juventud y hermosura nunca le abandonarán... si, era jovial, a ratos mal genio, yo le molestaba cuando se ponía así… le decía que se hará vieja si frunce su ceño… jajjaja y ella levantaba su mirada y me impregnaba de besos mi cara… ahhh que persona más buena y cariñosa era, cómo le extraño, ella también vino conmigo a este precioso lugar… en fin por hoy debo regresar, además quiero alejar a la tristeza, voy a ver cómo mismo se resuelve con mi hermano ya que me quedo solo en casa, supuestamente. Jajajajja.
LOS ACCESORIOS ACTUALES Qué bien!... Agradable es escuchar esta música, de ritmo suave; a mi padre le encantaba escuchar este tipo de música, especialmente a la hora del almuerzo, a mi, no me atraía como ahora…. Vaya al fin…. Casi veinte minutos me demore en hablar con mi hermano, está preocupado por mi, le dije que ya había cenado, la señora que nos acompaña y prepara la comida me dejó listo todo, como siempre, yo hago lo más fácil, abro la puertecita del horno de microondas, pongo el tiempo que la máquina necesita para calentar mi cena y listo, la cafetera está fácil también de usarla, afortunadamente con paso lento pero sin pausa, me sirvo mi alimento de la noche, jajaja.
Me alegro, y hace que me sienta bien, porque la última vez que me llevó mi sobrina Sofía de visita a Carlitos en su casa, si que me dejó preocupado por él. Apenas podía sostener el vaso con el jugo que su sobrina Angelita le servía. Lastima, veo que va desmejorando mi amigo, ahora camina muy despacio ayudado por la caminadora, esa caminadora que me parece le ayuda muy bien, ahora sus hermanos le compraron una de material muy liviano, parece ser toda de aluminio... siiii tengo pendiente una llamada a Carlitos... me pregunto, qué será de Santiago? nuestro compañero en el centro ocupacional, él nos tenía informados de todo lo referente al deporte, especialmente al fútbol, su sobrino era comentarista deportivo.
Voy anotar en mi agenda, todo esto que debo hacer, esta agenda me trajo mi sobrino Felipe, en diciembre me hizo este regalo, le va muy bien a mi pequeño, el chico aprovecha el esfuerzo de sus padres, ellos, Carito mi hermana y Peter mi cuñado, ya están viejitos, casi no pueden venir a visitarme, eso si, cada quince días me llaman al teléfono, siempre al celular, ya el teléfono fijo no se utiliza, mi hermano hizo que desconectaran porque ya no se utilizaba sino muy de vez en cuando, esa tecnología quedó para el museo.
Este teléfono me ayuda para todo, es un buen regalo, siempre lo dije, es un artefacto muy útil, mi hermano piensa muy bien y sabe lo que me ayuda, ahora controlo el televisor, las luces del patio, y vaya usted a saber qué más con este pequeño aparato.
Recuerdo mi primer teléfono celular, fui con mis padres al almacén de la señora Patricia, ella dijo que era lo último en tecnología que tenía a la venta, y que tardarían mucho o quizá nunca habrá un teléfono con esa tecnología, jajajajjaj, que equivocada estaba la señora, si viviera le llevara a que mire éste teléfono, es un gran apoyo para mi, tiene además GPS, con eso mi hermano sabe donde me encuentro... si señor.
A propósito de mi hermano, me dijo que no me preocupe por él, estaba bien y que llegará más tarde, mientras, preparo mi ropa, la que me pondré mañana, debo asistir a la consulta de la doctora Carrillo, la neuróloga, fue de gran ayuda la última vez que tuve serios problemas por mi dolor de cabeza, esta doctora es sobrina de mi antigua tratante, jajajja, tratante, así se expresaba la señora Marianita la de la ventanilla de estadística del hospital.
A propósito de mi hermano, me dijo que no me preocupe por él, estaba bien y que llegará más tarde, mientras, preparo mi ropa, la que me pondré mañana, debo asistir a la consulta de la doctora Carrillo, la neuróloga, fue de gran ayuda la última vez que tuve serios problemas por mi dolor de cabeza, esta doctora es sobrina de mi antigua tratante, jajajja, tratante, así se expresaba la señora Marianita la de la ventanilla de estadística del hospital.
Le recuerdo con afecto a mi antigua tratante, la doctora Bachita, llegó a tenerme mucho aprecio, ella me trató desde cuando tenía 22 años, murió en un accidente de tránsito, eso me dijo su sobrina; en la sala de espera de su consulta escuché que la doctora Bachita había salido de ayudar a su hijo que fue arrestado por tenencia de drogas, una persona que no pudo reformarse, alguna vez comentó la doctora Bachita que tenía muchos inconvenientes con su hijo por su adicción; murió la doctora Bachita apenas dos años después de haberse jubilado. Ahora... a dormir, me puse el colirio,he tomado la pastilla, estas cajitas son muy útiles, tienen como un dosificador, que me ayuda a tomar exactamente el número indicado de pastillas recetado por la joven doctora Carrillo, hoy fue un día más, lo que agradezco al creador por terminar el día sin novedad... a dormir.
Que bien se siente, después de dormir muy bien, actualmente estas nueva pastillas no me molestan para nada no tengo esa sensación de pesadez. Vaya ya está el desayuno, escucho la llamada de mi hermano… Ya es hora ven a desayunar, jjajaja...qué sería de mi sin este apoyo de él. Listo! Estoy contento, la doctora me ha dicho que los exámenes de laboratorio no reflejan ninguna novedad, hay algo muy pequeño en mi peso, dice debo subir un par de libras, mmm, hago lo posible, no me preocupa, porque es el peso promedio que a lo largo de mis años he tenido.
Mientras estuve esperando que retire la medicación mi hermano, estuvo sentada una señora, junto a mi, ella me comentó su situación actual, bastante difícil, su hija tenía una enfermedad degenerativa, sus músculos se van atrofiando, ya no puede caminar, algo trata de hablar pero no se le entiende, estuvo a su lado en una silla de esas especiales, movidas por una batería, también esperando que su esposo retire las medicinas, la cola estuvo larga, tanta gente que diariamente vienen.
No podía dejar pasar la oportunidad, ya que estuvimos en el centro de la ciudad para pedirle me compre unos nuevos audífonos, los que venían con el teléfono ya se deterioraron, y no me permiten escuchar bien, parece que tienen una corta vida útil. Yo me entretenía mirando los accesorios, se acerca un guardia de seguridad y me pregunta qué busco, yo le dije que nada que miraba nada más, parece que el señor no me entendió, a lo mejor por mi imperfecta dicción, pero él se complicó, a tal punto que me tomó del brazo y me lleva al lugar de reclamos acusándome de que estoy interfiriendo el tránsito de las personas y que tengo facha de sospechoso, y es más, dice el guardia, se hace el loco parece que está drogado, porque no habla claro.
Esto casi pasa a mayores, si mi hermano, que me estaba buscando, no llega a tiempo para enseñándoles mi carné de discapacidad hacerles saber que soy una persona con discapacidad y que no es posible que me traten como un sospechoso de delincuente, si que es fuerte de carácter mi hermano, sin levantar la voz y con palabras comedidas les hizo entender su error, se disculparon y terminó el mal rato, yo temblaba del susto jjaja qué cosas, ahora con tranquilidad me río del mal momento. En el vehículo, y una vez que retornó la calma, me preguntó mi hermano si estaba bien, le respondí que sí, que me puse algo nervioso pero ya me tranquilicé, más bien le comenté que tenía hambre, que fuéramos a casa al almuerzo que ya debe estar listo. Después de almorzar no me apetece dormir, la siesta no es para mi, no lo necesito, solamente dormía cuando estaba hospitalizado, sería por el efecto de los medicamento o por el dolor que sentía en esos momentos, pero ahora no lo necesito, voy a mirar mi jardín que por hoy no les puse atención como todos los días, en la mañana.
Mientras regreso de mi jardín, ya he pasado...a ver, casi dos horas atendiendo a mis plantas, esta actividad me ayuda a sentirme bien, y mientras estoy allí converso con ellas, jajajja la primera vez que me escucha la señora que nos ayuda en los quehaceres de la casa, se acercó temerosa a mi y se quedó mirándome por un instante hasta que se animó a preguntarme si estoy bien jajajjaja, claro que estoy bien le dije, las plantas necesitan que se les mime, yo con ellas converso y me da buen resultado, ya les miró?, cómo están muchas de ellas floreciendo, asintió con la cabeza y se retiró, desde esa vez parece que entendió que no estoy loco y se dirige a mi como a cualquier otra persona, eso me hace sentir bien. Ya se hace tarde, en mi reloj muñequera es la hora de acercarme al comedor, veré que me preparó la señora, ella ya conoce mis gustos y predilecciones, y claro, también dice que se preocupa de que me alimente, no es amiga de darme golosinas, como ella dice, y si, ahora entiendo que hace bien.
EL SÍNDROME DE DOWN
Hoy me despierto temprano y me levanto con el alba, reconozco que falté a mis ejercicios matinales, la verdad, estimé necesario darme un par de días de descanso, el frío de la mañana que en esta época del año cunde en el ambiente me hizo que tomara esa decisión.
Aquí estoy nuevamente, recordando la rutina de ejercicios, bueno, la rutina que me recomendó la doctora fisiatra en mi última consulta con ella, digo así porque ya van muchos años que asisto a la consulta de fisiatría, varios son los fisiatras que a lo largo de mi vida me han tratado, recuerdo mi primer fisiatra, un doctor de avanzada edad, que en algún momento de la consulta manifestó que estaba por jubilarse, él fue quien me recomendó que debería iniciar terapia física en sesiones continuas, para mi no fue nada agradable las primeras sesiones, esto de hacer ejercicios para corregir la desviación de columna, si que es fuerte, dolorosa las primeras veces. Ahora ya conozco la rutina de los ejercicios. Ahora que recuerdo, se acerca la fecha para acudir a mi cita anual con el fisiatra, escuché el otro día en la sala de espera del hospital, que está atendiendo en la especialidad de fisiatría, una doctora de origen cubano, hoy llamaré al call center del hospital, así llaman ahora al teléfono donde uno llama para confirmar la hora y fecha de mi consulta, será allí cuando me indiquen qué fisiatra me atenderá.
Uff!! me cuesta reactivar mis músculos, la edad también debe ser, conozco a varias personas que a pesar de su edad siguen vigorosos en rutinas diarias de ejercicios exigentes, pensándolo bien, no me quejo, hay personas que conozco del hospital donde continuamente nos encontramos desde años atrás, que cada vez su apariencia va desmejorando, como la chica que tiene síndrome de Down, ella tendrá unos 5 años menos de edad que yo, la última vez que le encontré miré que ya casi no puede andar sola, siempre hay alguien junto a ella asistiéndole. Cuando le conocí charlábamos en la sala de espera, a ella le atendía el mismo médico de medicina interna que a mi, y por algunos años coincidimos en las consultas ya que le daban el turno de atención el mismo día que a mi, uno o dos personas después; en uno de esos días le pregunté qué es lo que tenía, me comentó que tenía el 40 % de discapacidad intelectual, y que se debía al síndrome de Down, además me explicó que nació con este síndrome, ya que es un trastorno genético. Desde este año ya no coincidimos en la consulta de medicina interna, supongo le habrán cambiado de médico, ella acudía porque también tenía hipotiroidismo, igual que yo. En más de una ocasión nos ayudamos con la medicación cuando ésta no había en la farmacia del hospital, una vez me llamó su hermana a preguntarme si le podía ayudar con una pocas pastillas que no encontraban en las farmacias de la ciudad, allí supe que su padre había fallecido algunos años antes y que su madre era una abogada de prestigio. Empieza a calentar más el sol, debo ducharme, ya mi hermano apareció en la ventana de su dormitorio para recordarme que es hora de prepararme para el desayuno, la señora había llegado temprano hoy, lo está haciendo desde esta semana, y se retira una hora antes, dice que tiene que hacerse cargo de una bisnieta suya, de dos años de edad, ya que su nieta consiguió trabajo en horario nocturno. Esta señora nos acompaña muchos años, tuvo una vida llena de malos momentos, su esposo murió debido al alcohol, se volvió alcohólico cuando perdió su dinero debido a que fue garante de un préstamo que su cuñado realizó en el banco, el bendito cuñado desapareció con todo y nunca se supo más, le tocó a este señor vender todas las herramientas de su taller de carpintería, la señora tuvo que buscar trabajo y desde ese tiempo está con nosotros.
LA CASA DE ACOGIDA
He deseado estar nuevamente en este apacible lugar, en contacto con la naturaleza donde se renuevan mis energías, siento que mi estado de ánimo se ha venido a menos, será que la edad le vuelve a uno más sensible, o será que soy muy sensible, creo conocerme, y al decirlo me refiero a tener claro mis limitaciones, mis virtudes, mis defectos. Me ha costado aceptar la realidad en la que transito el día a día, pero es preferible vivir una realidad que un sueño que nunca se hará realidad.
Me enteré del momento que está pasando Verito, la chica que también estuvo conmigo en el centro ocupacional, la mayor de todos nosotros en ese tiempo, actualmente debe estar cerca de los 70 años, nunca se casó, nunca tuvo hijos, hace años que murieron sus padres, una familia de mucho dinero, ella era la primera de tres hijos, el último era un varón. Integro un grupo de chat desde algunos años atrás, este grupo que originalmente se llamaba grupo de formación, el que fue creado por una de las madres de familia; el grupo de chat se denominaba así, sin embargo el lugar al que acudimos por varios años era el centro ocupacional, los representantes de los jóvenes con discapacidad que asistimos a este lugar, en su gran mayoría eran madres, recuerdo que solamente participaban permanentemente dos padres , mi papá y el señor López. Representaban digo porque participar activamente no pasaban de cinco, sin incluirle a la empleada de Verito precisamente.
La idea original fue creada por mi padre, y precisamente era establecer un lugar donde nosotros con un grado de discapacidad promedio del 55 % y 20 años de edad , podamos formarnos con miras a una inclusión plena, con este objetivo el cabildo del Cantón aprobó su apoyo y destinó el espacio físico donde se realizaba los talleres planificados.. en fin, es otro tema que recordaré otro momento Lo que me preocupa, y reconozco, me impactó grandemente hasta influir en mi estado de ánimo, es lo que me enteré, en este chat que refiero; que Verito está viviendo en una casa de acogida, una casa de acogida es algo así como un hogar donde van a vivir las personas, que a mi entender, no son toleradas o no pueden tenerlas en casa de sus familiares. Lo duro de que le hayan llevado a este lugar, es que deja de tener una vida de hogar, de familia, a pasar a un hogar comunitario, donde las personas que viven allí son acogidas precisamente porque estorban a su familia, bueno si hay que entender que hay casos donde realmente no es posible seguir manteníendolos en su hogar, por razones válidas o comprensibles, pero…… en el caso de Verito si me llama la atención, porque sus padres le dejaron en herencia casi todos sus bienes.
Recuerdo claramente que Verito tenía discapacidad múltiple, entiendo que esto quiere decir que no solamente tiene discapacidad intelectual, sino además discapacidad física y visual, de lo que yo conocía, ésto hacía necesario no solamente que tenga necesidad de una vigilancia médica frecuente, sino además toma medicación y las terapias de lenguaje y físicas, con la particularidad que no son terapias en grupo, imposible, son terapias personalizadas, desde luego si se quiere mantenerla en un estado de salud con un nivel adecuado a sus posibilidades. Ahhh… Este canto de los pájaros, el sonido del agua, todo en su conjunto necesitaba para apaciguar mi desesperación por decirle directamente a los familiares directos de mi amiga, que ella es un ser humano como cualquier ciudadano del mundo, con deberes y derechos, y que no puede ni debe ser arrinconada en un lugar a donde tienen destino las personas que no tienen familiar alguno, a los desamparados, en fin… debo aceptar la realidad, viendo como la responsabilidad se transfiere fácilmente de unos a otros sin tomar para nada en cuenta a la persona, al ser humano que por tener discapacidad depende de decisiones de otros y no pueda ejercer su voluntad. Este es el mundo, esta es la sociedad, me digo a mis adentros… bienvenido a la realidad.
LAS FRUTAS DE LA ÉPOCA
Ahora que entro a la cocina mis recuerdos vienen a mi memoria mirando las frutas recién compradas en el mercado, recuerdo a mi madre, ella salía a comprar en compañía de mi padre; que bendecidos somos, tenemos frutas todo el año, que se acaba la temporada de una fruta, viene otra y otra y todo el tiempo estamos abastecidos, frutas de la sierra, o frutas de la costa, que bueno que la señora que nos ayuda en los quehaceres de la casa nos mantiene abastecidos y bien alimentados. La última vez que salí al mercado fue cuando mi hermana con mi cuñado vinieron de vacaciones junto con mis sobrinos, si que pasamos un par de semanas felices, mis sobrinos adolescentes aún, ellos se ubicaban a cada lado, y caminábamos haciendo bromas, en esos años aún esta escoliosis me permitía caminar sin tanto esfuerzo, es verdad que pausadamente, pero caminaba por mis propios medios, ahora debo hacer pausas continuas, me cuesta mucho y me canso también muy pronto y en poco trecho de haber caminado, en un mes tengo consulta con la fisiatra cubana, veremos si ella me indica que debo utilizar alguna ayuda.
Uhmmm!!, manzanas deliciosa, que grato, la señora me consciente, sabe que me gusta estas manzanas, el nutriólogo me recomendó a media mañana y a media tarde frutas, comer frutas, y aquí tengo mis frutas, listas para servirme. Estas manzanas se producen acá, son apetecidas por su sabor característico, y son suaves, arenosas decía mi abuela. Cada año antes de las fiestas de carnaval nos invitaban al campo, pasábamos un día completo entre árboles frutales y comiendo lo que se nos antoje. No recuerdo qué pasó con esas personas amigas de mis padres y de mi abuela paterna, habrán fallecido, en esa época que les visitábamos en su propiedad ellos ya tendrían más de setenta años, decían que la señora era mayor con un mes para su esposo, agricultores de toda la vida, cultivaban manzanas, duraznos, higos, a propósito de los higos, recuerdo que mi padre se sabía los nombres científicos de éstos, a ver… Ficus carica es el que se me viene a la mente este momento, es el nombre científico del higo, a la ves se me viene ese olor característico del higo recién preparado, uhmmmm!! con queso maduro y un pedazo de pan, de lujo...jajajja.
He terminado mi refrigerio de la tarde, mientras comía mi fruta la señora me contaba que se había encontrado con la esposa del sobrino de Santiago, mi ex-compañero del centro ocupacional, ella le había contado que le operaron a Santiago de su malformación, era jorobado, alguna vez que vinieron al centro unos médicos de la misión de ayuda humanitaria, Verito en voz alta les preguntó por qué Santiago tenía joroba, y con un gesto de seriedad pero con una voz dulce nos explicó que a esa malformación de la columna se le denomina cifosis, nos pidió que repitiéramos varias veces para que nos acordemos, decía ella, en fin. Lo que me entero es que tuvieron que operarle porque los dolores eran muy fuertes; ¿Ya saldría del hospital? le pregunto a Doña Mercedes, la señora que nos ayuda en casa, que si, dos días atrás está ya en su casa, bueno, en casa de sus sobrinos, y que la recuperación será algo larga. Será que está en condiciones de contestar al teléfono, averiguo a la Señora Mercedes, y me contesta sonriente, “precisamente, le dije que usted estaba por llamarle”. Bueno me alegro, mañana le llamaré a ver si se olvida de sus dolores por un momento y a lo mejor me tiene algunas noticias sobre el fútbol, él si que sabe completo, está al día en las noticias deportivas. Aquí en éste álbum tengo una fotografía con Santiago y otros compañeros y compañeras, por hoy no tengo deseos de mirar el álbum de fotos, para ello debo tener mucho tiempo porque cada una de las fotografías me trae gratos recuerdos de los años vividos juntos, de tantas anécdotas, momentos agradables y también dolorosos, éramos como una familia, nos conocíamos tanto por los años que compartimos juntos, si… queda pendiente, revisaré y si es posible buscaré hablar y saber qué será de ellos.
LA LLUVIA ES VIDA
Siempre creí que las personas deben empezar el día con el firme propósito de terminar bien, claro hay días que a pesar del frío o de la lluvia, no dejan de ser días maravillosos, tengo una amiga que le encanta la lluvia; cuando llueve, sale a caminar, dice que le hace sentir viva y, que le da energía, ella es Marianita, una mujer que tendrá unos 25 años actualmente. Le conocí a Marianita en una de mis sesiones de terapia física, ella, demacrada, flaca, sin ánimos de nada, en ese tiempo que le conocí, por circunstancias del azar coincidimos en la misma sala de terapia, no pronunciaba palabra alguna, nos quedamos solos, el terapista salió por alguna razón, y al terminar mi primer ciclo de ejercicios le pillo mirándome, jeje, ella escondió su mirada y la disimuló, yo me sonreí, pasaron algunos minutos y seguíamos solos, el terapista aún no regresa, yo de pié junto a la ventana, ella sentada en su silla de ruedas, quería mover la silla y no podía. Con su mirada trataba de llamar mi atención, hasta que me decidí en dirigirla la mirada y luego una pregunta, ¿qué necesitas? Ella al inicio agachó la cabeza, y luego entre una mueca y una sonrisa me dice. Por favor me ayudas, quiero acercarme a la ventana. No respondí con palabras, me situé tras de su silla de ruedas y quitando el freno que estaba puesto, le ayudé a trasladarse a la ventana.
Me miró como si quisiera agradecer, pero no le fue posible, rodaron unas lágrimas por sus mejillas, yo, traté de no mirarla, con lo sensible que soy, seguro que hacíamos dúo, y le acompañaba en su llanto. Busqué la forma de entretenerme con los aparatos del lugar, que eran varios y todos servían para un ejercicio diferente.
No pude más y regresé la mirada, se secaba las lágrimas con el brazo izquierdo, el derecho no podía mover, le acerqué un pañuelo desechable, ella además de agradecerme me miró a los ojos y sonrió, luego de un silencio profundo que duró un par de minutos me dijo, gracias, no sé tu nombre, cómo te llamas, me preguntó, Sebastián, respondí. Pasaron varios minutos para que vuelva a mirarme y dirigiéndose a mi, mirándome siempre a los ojos, me dijo que es el mismo nombre de su hermano, un militar que está de servicio en algún lugar de África, con el ejercito de las Naciones Unidas. No pude detenerme, y dejé que mi curiosidad me invada, para obligarme a preguntar directamente, qué te pasó?. Su mirada perdida, como si estuviera mirando el pasado, luego de unos minutos de silencio me comenta que va a ser seis meses que un conductor ebrio le atropelló, cuando ella caminaba cerca de la facultad de medicina donde estudiaba.
He vivido unos meses horribles, continuó comentándome, operación tras operación, y ahora las terapias, mi nombre es Mariana, me encantaría que me digas Marianita, me dijo ella acompañando una sonrisa,;tienes un bonito nombre le dije, ella no alcanzó a responder ya que ese instante entró el terapista acompañado de su ayudante. Durante tres meses seguidos de lunes a viernes nos acompañamos en la terapias, una de esas tardes me comentó la inmensa satisfacción que siente al salir a sentir la lluvia, decía, eso me hace sentir que estoy viva. La última vez que hablamos me dijo que se van a vivir en otro país, su hermano les ayuda a ella y su madre para que se trasladen, y a decir de ella, tenga un mejor tratamiento con mejores médicos. Hasta hoy siento su beso en mi mejilla, en señal de despedida, yo sentí que era un adiós, no un hasta luego, efectivamente no supe más de ella.
EL CONOCIMIENTO
He pedido que me vendan 25 naranjas, ahora es fácil y rápido la venta de frutas y demás a domicilio...pero vuelvo a lo mío, ahora hago cuentas …. mmm ya perfecto, preparo el dinero y espero lleguen las naranjas.
Como agradezco a Riquita, ella fue mi maestra desde primero hasta cuarto grado; cómo no recordar cuando visitaba de escuela en escuela para que me reciban como estudiante, por poco mis padres rogaban para ser matriculado, lástima, esos años de exclusión, debido a mi discapacidad intelectual. Cuando llegamos a la escuela de Riquita, ella nos recibió, mis padres le comentaron mi realidad y lo sorprendente es que, recuerdo sus palabras porque me impactaron gratamente, “déjele en mis manos, no se preocupe de aquí saldrá escribiendo, leyendo y perfectamente sabrá ejecutar las cuatro operaciones”. Una sentencia magistral para mi, uno de los hechos más importantes en mi vida, claro… por ella hoy puedo valerme por mi mismo, por lo menos en lo que se refiere a comprar, marcar el teléfono, leer las etiquetas de las pastillas, escribir los números de teléfono… en fin… tantas y tantas cosas que una persona alfabeta puede desempeñarse en la vida de buena manera. Recuerdo en una clase con Riquita, no podía pronunciar bien una palabra, y los compañeros se reían, uno más que otro, ella con sabiduría, me puso su mano en mi hombro y mirándome a los ojos me dijo, Sebastián, tranquilo, tu puedes, lee pronunciando cada letra, las letras son amigas, y hasta que pronuncié como para que me entiendan todos, ella dijo, dirigiéndose a todos los compañeros de clase, “Sebastián, por favor lee este párrafo”, y yo con miedo y a la vez alegría, leí lo que estaba escrito en la pizarra, a continuación, levantando el tono de voz dijo, escucharon todos- entendieron, silencio profundo,
Reiteró la pregunta y de a poco fueron respondiendo. Si Riquita. Triunfo para mi. Ese día marcó un antes y después del respeto que los chicos y chicas me tuvieran, eso mejoró tanto mi autoestima, que ya salía al recreo con mis compañeros y ellos me acogían en el el grupo para jugar. Recuerdo que pude haber terminado mi ciclo de primaria en esa escuela, pero, al regresar de vacaciones, voy con mi padre a la matrícula correspondiente, la primera noticia fue que Riquita sufrió un ataque cerebral, y le dejó imposibilitada de caminar. Yo pedí a mi padre que me lleve a verla, quería verla, me urgía, tanta insistencia que mi padre accedió, cuando entré al recibidor de su casa, ella estaba allí, semiacostada, al escuchar mi saludo me miró, esa mirada de dulzura, que infundía tranquilidad y otrora decía tu puedes. Me acerqué le abracé fuertemente, las lágrimas llenaron mis ojos, al verla que ella trataba de articular palabra, yo le dije tranquila Riquita, me estrechó con un abrazo fuerte. La visita duró no más de 10 minutos, al despedirme balbuceo largamente, yo atiné a decirle, desde hoy oraré por usted Riquita, deseo pronto se recupere. Nos retiramos con un dolor profundo, por verle en ese estado de salud. En efecto, cada que leo algún libro, revista, o algún escrito, me acuerdo de ella, y deseo que esté en el mejor lugar que el universo le pueda brindar. Supe que murió luego de unos meses de sufrir esa postración. cada día del maestro voy a su tumba a dejarle un clavel, a ella le gustaba ese tipo de flor, y de color blanco. En el mundo hay personas que marcan la vida, y ella influyó tanto en mi, en mi vida. Es el ser al que siempre recordaré con infinito cariño.
La inclusión
Hoy estoy en mi computadora, respondiendo algunos correos que me han enviado, en la actualidad poco ingreso a Internet, esporádicamente me comunico por ese medio con buenos amigos y amigas, y algunas novedades que siempre es necesario conocerlas, y aprender, no olvido las palabras de mi madre, todos los días se aprende, nunca dejes de aprender.
La señorita secretaria no me recibió mi carpeta con los requisitos que pedían, ya que era un caso especial, era una persona con discapacidad y debía hablar con el director del instituto. Luego de esperar unos minutos nos pidió pasar al despacho del director, el Ingeniero Elvis Pérez les recibirá pasen por favor, dijo la guapa secretaria, todas las secretarias me parecen bonitas.
Recuerdo, cuando tenía unos 16 años si mal no recuerdo, le pedí a mis padres que me inscriban en un curso básico de computación, en efecto fue un día importante para mi; a ver, recuerdo como si fuera hoy, estuve en la sala de espera del instituto de computación junto a mi padre, mi deseo ferviente era aprender computación.
El ingeniero nos recibió con amabilidad, hizo algunas preguntas, y pidió que viniera una Licenciada Campos, con el fin de que me tome un examen de suficiencia, dijo él.
La mentada licenciada nos llevó a su oficina, con una sonrisa me dijo, tranquilo, esto es solo un formulismo, veo que eres un chico inteligente y sabrás responder adecuadamente a este formulario. Aprobé el examen, que no estaba difícil; llevó el resultado al Director y en minutos nos dijo que podía inscribirle en el curso.
Quién le acompañará durante las clases? Preguntó la licenciada, mi padre le respondió que él me acompañará, ya que ese era el acuerdo pactado con el Director. Un curso que al inicio se me hizo difícil, mi padre en casa me ayudaba todos los días, superamos el reto, si, para mi era un reto, un gran reto, que al fin superé. Al fin aprobé el curso, claro al inicio eran tres meses, la profesora recomendó que debo seguir un curso de refuerzo, tres meses más, al final se hicieron seis meses, fin del curso, una alegría para mi cuando llamaron al teléfono de la casa y respondió mi madre, era la secretaria del instituto que le decía la fecha, hora y lugar de la incorporación y entrega de certificado.
Fue una ceremonia que tenía un especial valor para mi, en un salón grande, donde al frente estuvieron el delegado del ministerio de educación, y otras autoridades, además del director del instituto, una ceremonia bonita, el último punto del orden del día era entrega de certificados, empezaron a llamar individualmente, cuando escuché mi nombre levanté mis manos como diciendo soy yo, el Director me entregó ante todos los asistentes, el certificado de haber aprobado el curso básico de computación, abrazos, felicitaciones de todo el que a mi paso encontraba para regresar a la butaca donde estaba acompañado de mis padres.
Fue un paso significativo, me animé a continuar con el siguiente nivel, que era computación en nivel intermedio, también lo aprobé, un paso fundamental para mi, este conocimiento me abrió las puertas al mundo de la comunicación, por este medio además de haber conocido a muchas personas, también mejoré mis conocimientos, eso ayuda sin duda a mejorar mi autoestima y alcanzar en buena manera esa expresión que le tengo presente todos los días, la inclusión. Siento que esa inclusión plena de la que hablan autoridades y políticos, no he llegado a vivirla en su plenitud, aún la sociedad no termina por practicar y asimilar con acciones reales diarias para que nosotros las personas con discapacidad seamos plenamente incluidos y sobretodo nos sintamos plenamente incluidos a la sociedad.
DESPEDIDA Vaya, el sol está en lo alto, un día maravilloso, tiene todo listo. Aún me cuesta abrir los ojos, anoche nos quedamos conversando con mi hermano, hasta bien entrada la noche, está finiquitando todo porque su viaje que me había anunciado a trabajar en un país norte de Europa será mañana, sale en el vuelo de las cuatro de la mañana, eso quiere decir que deberá estar en el aeropuerto mínimo a las dos de la mañana, se demora en llegar de nuestra casa al aeropuerto cuarenta y cinco minutos, según mis cálculos, no deberá acostarse, más bien, no nos acostaremos, yo le acompañaré hasta que salga de casa. De qué hablamos la anoche de ayer, de varios temas, mi hermano es muy prolijo y le gusta dejar todo listo y con tiempo, cosa que me parece muy bien, ya tenemos una persona que me atienda y me ayude con las actividades doméstica, creo que no se nos escapó ningún detalle, hablamos por teléfono con mi hermana, y mis sobrinos, ellos se ofrecieron estar pendientes de mi día a día. Tocan el timbre.. es la señora que inicia sus labores ayudándome en casa. He conversado con ella largamente, mientras prepara el desayuno, nos ponemos de acuerdo en varias cosas, y hemos acordado que en el trascurrir de los días iremos solventando cualquier necesidad y acordando algunos aspectos que se presenten, la señora se llama Teresa, me ha dicho que le llame Teresa, no le gusta los gusta diminutivos ni cosa parecida. Teresa es una señora de cincuenta años de edad, bueno, en realidad cumple el mes que viene cincuenta años, ha quedado viuda hace un par de años, tiene una sola hija, dice que su hija vive en un país del norte, en ese aspecto como que no le interesa conversar, me da la impresión que no hay una buena relación con su hija, además, dice que ella viene de un pueblo del interior, que sus padres han muerto en un accidente con dos de sus tres hermanos, una hermana falleció hace pocos meses. En resumen, no tiene familia directa, ella dice que parece que son dos los nietos que tiene, no precisó, y yo no le presioné para que me cuente, en realidad sabrá por qué no quiere que yo conozca algunos aspectos de su vida, y claro, como no influyen, dejo a su elección.
Lo importante es que desde hoy vive en esta casa, y ya nos llama a desayunar, tiene una forma de llamar cuando está lista la comida que me recuerda a mi abuela materna, ella si que era muy dulce, cariñosa, lo que hacía que el alimento sea sencillo o no, hacía que sepa a manjar. Este próximo mes es un nuevo aniversario de la muerte de mi abuela Elisa. Este día si que paso tan de prisa, salimos con mi hermano a comprar algunas cosas, unas para su uso y más para mi, además de cumplir con la lista de compras que Teresa me pidió lo hiciera, que a su juicio faltaba, es muy prolija la señora. Hoy mi hermano le pidió a Teresa que no cocine, que arregle la casa y le ayude a preparar ropa para su maleta, pedimos comida al restaurante de Lucita, la hija de la prima de mi madre, prepara una comida que a mi me gusta mucho, claro tendré que adecuarme a la nueva sazón, que Teresa ponga en su preparación de la comida diaria.
Todo listo, le ayudé a mi hermano a repasar todo lo que tenía que llevar, revisamos los documentos, sus pasajes y demás papeles que deben estar listos para su viaje, hemos confirmado a la operadora de taxis, para que vengan por mi hermano y le trasladen al aeropuerto. No faltan los consejos, las indicaciones, le hizo una lista de los medicamentos, que Teresa muy acuciosa revisaba, ella era la encargada del suministro de las medicinas, del horario de las próximas terapias, de las citas médicas agendadas, y no olvidó de dejarle los números de teléfono de los médicos que regularmente me atienden, es cuando me enteré que la doctora Falconí ya no está, se ha divorciado y se fue a vivir en España, mi sobrina me ayudará con una nueva oftalmóloga. Llegó el taxi, ya es hora de despedirnos, le acompaño a mi hermano hasta la puerta, un abrazo largo y estrecho, me resigno porque en pocos meses viajaré a reunirme con él.
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