Suplemento incomprendido Julio 2011
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EL NOMBRE DE LA BANDA ES MORRISEY Por Diego Álvarez Quiñones / El Inadaptator No es un hombre y un micrófono, sino una banda digna de un retrato de Derek Ridgers Una vez más se llevó a cabo el festival de Glastonbury, el más grande del mundo, contando con leyendas como B.B. King, Paul Simon, Jimmy Cliff, y U2, y emblemas del festival como Pulp, The Chemical Brothers, Primal Scream y la desangelada aparición de Radiohead, pero me dedicaré a hablar sobre la única presentación que realmente me tenía con el Jesús en la boca: Morrissey. Morrissey se encuentra actualmente de gira interpretando cada noche clásicos como Everyday Is Like Sunday, gemas para los devotos como Alma Matters, y piezas totalmente nuevas cómo People Are The Same Everywhere, pero al ver su show, no pude evitar sentirme algo… decepcionado. Algo faltó, una conexión no se estableció y una chispa desapareció. No es su edad,
no fue el ambiente, no fueron las canciones, no fue el clima, y tampoco el público ¿saben lo que creo que fue? Sus músicos. A su debido tiempo, uno aprende que “MORRISSEY” no es un hombre y un micrófono, sino una banda, una banda digna de un retrato de Derek Ridgers, que por más de quince años, desde la pluma y el papel donde nacen las canciones, hasta los escenarios con la enorme marquesina iluminando la noche, fueron los brazos y piernas de esto que llamamos Morrissey. Una carismática guitarra de nombre Alain Whyte, un seductor bajo llamado Gary Day, una batería retumbando el nombre de Spencer Cobrin y una contundente segunda guitarra bautizada Boz Boorer. Un grupo de muchachos que no te gustaría topar una noche bajo la lluvia de Los Ángeles, pero del que no puedes evitar enamorarte. Más que un conjunto de músicos, eran una
imponente pandilla, personajes de los suburbios ingleses dignos de Angry Young Man de Leslie Paul; atavíos, tatuajes y peinados que él mismo Elvis envidiaría, una actitud y un encanto similar a Marlon Brando en The Wild One, y una consolidada unión transmitida desde la mirada de estos matones, desde lo romántico hasta lo suicida, rompiendo corazones a su paso. Pero, probando que nada es para siempre, Para la gira de “Oye Esteban!”, Spencer se fue sin decir adiós, durante la gira de “You Are The Quarry”, Alain desapareció olvidándose de los escenarios pero no del estudio, y sin previo aviso
durante la promoción de “Ringleader Of Tormentors”, Gary toma su propio camino dejando unos enormes zapatos de charol que llenar.
cos, el sonido de Morrissey ha rejuvenecido, y en cuanto a su banda la situación es literal, pero esta presentación no me convenció y las piezas no encajaron.
Más ahora que un pandillero, Morrissey se vuelve un maduro e imponente “padrino”; sabio y vívido, con sus ganadas canas y enorme añillo en la mano, acompañado de su fiel consejero y mano derecha Boz (exintegrante de la legendaria banda de rockabilly The Polecats, por cierto), comandando una armada de jóvenes y talentosos truhanes como Jesse Tobias, para que hagan “el trabajo sucio”.
Tal vez fue mi imaginación y en realidad Morrissey sigue siendo el huracán que siempre ha sido, pero para eso, tendría que estar ahí. Suena trillado pero es cierto: el último integrante que hace de los conciertos de Mozz el caos que siempre ha sido, somos nosotros los fans, que agradecemos, día con día, porque haya algo tan maravilloso como Morrissey en este mundo.
Durante los últimos tres dis-
@diego_a_q
LA BANDA Boz Boorer junto al guitarrista Alain Whyte se unieron a Morrisey en 1991 cuando el divo necesitó armar un grupo para la gira de promoción de su disco Kill Uncle. Junto a Alain, se le responsabiliza de haber creado el nuevo sonido que revitalizó la carrera de Moz. Boz además es el director musical de la banda. Fotos: 1) Boz Boorer 2) Alain Whyte y Gary Day
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Viejas Glorias
(¡Porque tenemos blog!) Recomendamos los siguientes textos en el blog de /AUTONOMÍA. Va una de esas frases de campeonato: porque en internet no tienen caducidad. Búscalas las ligas de cada artículo en facebook.com/autonomiamx Viaje al sur
Nuestro colaborador PRCB se dirigió al sur de la ciudad para relatarnos sobre las instalaciones de los establecimientos vecinos. "Como es lógico, el establecimiento contaba con su respectivo escenario para que las muchachas se pusieran a trabajar, con todo y sus tubos." Cinema Aguascachondo
Un tiempo esto parecía "Autonomía y el Sexo" ya que otro colaborador -Clon Zurita- nos reportó lo sucedido dentro del Cinema Sala París. Y sí, el ambiente huele a semen. Gulp. Santa Altaria, ruega por nosotros
La serie de posts que indignaron a la lectoría de La Jornada Aguascalientes en vísperas de navidad. "Casi dos horas de estacionamiento. Si bien estoy dispuesto a gastar el dineral en lentes y tenis, no quiero pagar cinco pesos más por sólo otra decena de minutos". Cómics que no son Bunsen
Ni Cindy la Regia o Caballo Negro o el Hitlerclito. Un listado de otras alternativas para leer en internet, como esa del dinosaurio. 15 canciones para volverte salmón
Calamaro para principiantes en voz de 15 fanáticos recomendando 15 canciones. El dibujo es horrendo, lo aceptamos.
YO NO ADMIRO A EX TEPOROCHOS Merezco un premio. Merezco la admiración de todos los que me conocen y de los que no, también. Ahora que lo pienso, merezco apariciones en televisión, en talk shows, realitys y demás programas. Digo, si un ex drogadicto puede tener esas cosas, creo que una persona como yo que jamás ha tenido ningún tipo de adicción lo merece aún más.
familia, todo su dinerito se le fue en puras tachas, ay no, pobrecito, se anduvo prostituyendo a cambio de una línea, pero ahora míralo, ya está limpio, ya no le hace a eso, ya todo bien, es más, ¡vamos a darle un aplauso!”
Siempre es así, podría decirse que se ha vuelto extremadamente formulaico, un lugar común al nivel de final de telenovela o disco de Rihanna/Kesha/EsLaMisma. Obviamente, el que las historias de los drogadictos sean todas bastante parecidas entre si no les quita méritos en lo que a dar lástima se refiere, porque al final de eso es de lo que se trata, de causar lástima. “Pobrecito teporocho, no tenía casa, no tenía
drogas. El mensaje que se intenta transmitir es “no usar drogas es lo correcto”. Caer en una espiral descendente de drogas para finalmente enderezar el camino después de haber tocado fondo también está muy bien, pero lo mejor es no usar drogas desde un principio. Ahora bien, de ninguna manera estoy diciendo que no se les preste atención a aquellas personas que padecen alguna adicción, pero hay una enorme diferencia entre atender y admirar; si bien es cierto que la drogadicción puede ser vista como un problema de índole social o de salud pública y por lo tanto es muy importante que sea atendido, esto no es motivo suficiente para convertir a aquellas personas que sufrieron alguna adicción en modelos a seguir. ¿Por qué una persona que solía robar para comprar drogas y que ahora no lo hace es un modelo a seguir? Si, se que dejar una adicción es muy difícil, pero yo nunca he asaltado a nadie para comprar drogas, nunca he comprado drogas, aunque como a muchas otras personas, la oportunidad se me ha presentado en varias ocasiones ¿por qué rayos no soy yo un modelo a seguir?
Voy a suponer que más de un lector habrá pasado por la clásica plática anti drogas, la clase de pláticas que se imparten en las escuelas y que obviamente van encaminadas a disuadir a los jóvenes de usar cualquier tipo de estupefaciente, las cuales en ocasiones son impartidas (para su mayor efectividad) por ex drogadictos. Personalmente he asistido a varias pláticas de este tipo, muchas de ellas impartidas por oradores que en algún momento de sus vidas usaron drogas y por andar usando drogas perdieron casa, familia, amigos, trabajo, etcétera. Lo más común es toparte con lo siguiente: chavo de colonia marginal, crecido en un ambiente conflictivo, empieza a usar drogas para “escapar de la realidad” (he escuchado esa frase una cantidad ridícula de veces), empieza a robar para así mantener su vicio, llega un punto en el que le roba hasta a su madre, es abandonado por todos sus seres queridos y solo en ese momento, se da cuenta de que quizás no sea tan buena idea echarse la tacha numero treinta y cinco del día.
Por Sergio E. Rodríguez Trejo
Ok, estoy exagerando, pero lo que sí es cierto es que en todas las pláticas impartidas por ex mariguanos se busca lo mismo, crear un vínculo entre el expositor y su audiencia por medio de la lástima; aceptémoslo, en México nos gustan las víctimas, nos gusta tenerle lástima a otras personas y lo que es peor, nos encanta echarles porras. Sé muy bien que existen casos de personas que teniendo en frente terribles adversidades lograron salir adelante y obtener muchos beneficios de su vida, verdaderas historias de éxito; pero ¿vitorear a una persona por el hecho de haber dejado de usar drogas? Es decir ¿vitorearlo por ser como los demás? Miren, déjenme señalar un factor que casi nadie toma en cuenta cuando están aplaudiéndole al ex drogadicto en curso: no se supone que uses
Inclusive conozco personas que viven en colonias muy deplorables de nuestro municipio, en condiciones de pobreza y todas esas cosas que hacen llorar a la gente, pero no por eso usan drogas ¿Por qué a ellos no los invitan a dar las pláticas? Creo que al final todo vuelve a la lástima. Lo cierto es que una persona no es mejor cuando deja de usar drogas, simplemente es diferente, diferente a como era cuando se inyectaba cada dos horas, pero no diferente en un sentido que lo haga mejor que los demás; al contrario, se ha vuelto más como los demás, lo cual no me parece motivo de idolatría. Yo, por eso, no admiro a ex teporochos.
Astigmatismo y Miopía
No se admiten grises Me considero una persona práctica, de modos y humor. Atmosférica. Como siempre, el disclaimer primero. Con esto claro, procedo contar que tengo actitudes muy polares, conmigo no hay medias tintas, sólo existe el blanco y negro. No hay lugar para lo tibio (y los tibios) en mi vida. Soy feliz en un domingo de comida chatarra, cama, internet y televisión o bien complicármela con algún terrible plan de salida extravagante. O hay recursos para no tener límites esa noche o me aviento los días siguientes con diez pesos en la bolsa. Lo gris no es lo mío. También aclaro que sigo algunas convenciones sociales no tanto por creer en ellas sino porque son necesarias, si por mí fuera no saludaría a medio mundo ni guardaría las formas o el recato. Bueno, el tan siquiera saber que debo de seguirlas ya me parece signo de sanidad. Hay ideas del estilo que no me
Por Francisco Trejo
entran en la cabeza ¿saludar la familia incómoda? ¿Para qué no se enojen los mayores? Tal vez de niño, pero ahora mejor les ofrezco un ticket a la fregada. Recientemente arribé a una fiesta, agotado por maquetar la edición anterior de este suplemento y un odioso día de clases, en dicha celebración me encontré a un sujeto de nefasto humor el cual esperaba que le siguiera el juego en sus pueriles bromas para posteriormente encontrase con mi apatía. Acto seguido: mi actitud fue cuestionada. WTF?, digo yo. “Es por educación”, me fue comentado. Para soportar imbéciles, prefiero ser maleducado. La hipocresía no es muy práctica que digamos. No veo sentido a muchas de las convencione s humanas, como en internet cuando alguien que claramente te vuelve a hablar para
pedirte algún favor saca el rollo de “hola, ¿qué haciendo? ¿cómo estás? ¿Y eso? ¿Oye de casualidad no tendrás un cohete que me prestes?”. Stop the bullshit, yo prefiero ser práctico e incluso bromear al respecto, “te hablo convenencieramente para pedirte que me contactes a tu jefe a pesar de que tú y yo hace años que no cotorreamos, jaja, chido”. O no sé, será que mis actividades actuales no dejan mucho tiempo, pero no me sobran los minutos como para perderlos en guardar las buenas costumbres en gente que no me interesa. Ja, será por eso que el 99% de la humanidad me considera serio y de pocas palabras. No me interesa las buenas costumbres con gente irrelevante. ¿Mencioné al principio que soy misántropo? @masterq
Lado B / El despertar de los muertos
Nostalgia TV
Bon Iver / Bon Iver
Por Roque Iván Rodríguez
Líricamente invernal
Dudo bastante que a la mayoría de ustedes les suene el nombre de Justin De Yarmond Edison Vernon, aunque es probable que al melómano mas afilado y empedernido, jubiloso de encontrar por debajo de las piedras al músico que le conceda una grata sorpresa sonora, para así declararse pionero en el gusto por éste, no le parezca tan ajeno ese nombre. Colaborador en distintas producciones de Kanye West, radiante compositor y un estudioso de la fe y la religión, Justin Vernon nos entrega una deidad para los creyentes del folk en este mundo musicalmente politeísta.
Considero que en esta generación existe cierto grado de nostalgia por la televisión ochentera, eso sólo por mencionar temas que en esta columna nos ocupan ya que la música de dichos tiempos también tiene a quienes la añoran en estos días. Lo cierto es que hay series y caricaturas que inmediatamente nos remiten a muchísimos recuerdos viejos *inserte canción de Sabina aquí*, dando lugar a las típicas charlas de “¿te acuerdas de?”.
Los Thundercats son los que todos quisiéramos ver en cine. De hecho ahsta existe un avance falso en YouTube. Aquí hay buenas noticias: volverán a la televisión y esperemos no sufran el mismo destino de He-Man cuya nueva serie no fue del agrado de muchos. Aquí recordamos la cinta ochenterísima de He-Man, que ahora parece retro (pero en mal plan) a más no poder con los amos del universo viniendo a éste mundo (si, así de ridículo como suena).
La plática sobre estos temas entre personas mayores de 20 años da para largo, y aunque siempre acabamos repitiendo las mismas cosas nos sigue encantando recordar nuestra tierna infancia. Así que el tema hoy es sobre las series que han muerto en televisión y renacido en cine.
Otros que probaron suerte en tv fueron los X-Men en un telefilm con actores titulado Generation-X con puros chavos, muy en la onda de XM: First Class. (Nota del editor: De hecho Fox Television y Marvel acabaron en demanda por la serie y en si por el enredo legal generado por la empresa de cómics al vender sus franquicias de manera separada en un principio).
Las Adaptaciones Hola, él es Nick Fury, probablemente lo recuerdan en Iron Man 1 después de los créditos, Iron Man 2 y Thor, encarnado por Samuel L. Jackson pero, ésta no es la primera vez que se adapta, ya que en los ochenta el más famoso espía de Marvel fue interpretado nada más y nada menos que por el exguardián de la bahia David Hasselhoff (caucásico, como el original). “Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D” era una película para televisión o telefilm para la que se planeaban de varias entregas, pero no tuvo el impacto deseado. Nadie en su sano juicio puede ver a Hasselhoff sin pensar en Baywatch o Knight Rider. Ya entrados en el cómic, pasaron por tv hace aproximadamente 20 años Hulk, Thor y Daredevil, y los 3 ya tocaron el cine en la actual década.Los que nunca tuvieron suerte después de su apogeo fueron los Teenage Mutant Ninja Turtles o Tortugas Ninja como muchos los recordamos. Intentaron por vía de una película animada, luego de nuevo en la pantalla chica pero nunca retomaron el éxito alguna vez obtenido.
Dos horas y media de estupidez Y ya para finalizar el clásico que nunca pasa de moda: Transformer, los robots disfrazados de autos u objetos domésticos. Existieron 2 versiones de la serie, una americana y la japonesa que era mucho más larga y más AWESOME (sorprendente, pues). Después los americanos retomaron echando toda la tecnología al asador como suelen hacerlo ( Beast Wars: Transformers ) pero al final la franquicia llegó a donde tenía que hacerlo: al cine, a generar millones y millones de dólares, que fue el propósito para el cual se crearon éstos juguetes. Porque era una caricatura para vender juguetes. (Nota del editor: no es ninguna suposición, en realidad fue una serie hecha por encargo). La verdad cuando se tienen favoritos es duro verlos adaptarse dónde sea, y el fan siempre encontrará razones para no estar conforme. Y es que el maldito Battlecat tiene que hablar. @evilRetro
En la foto: Splinter, el maestro de las Ninja Tortugas Adolescentes Mutantes en la adaptación noventera de la caricatura, que a su vez fue trasladada desde el cómic. Sí, a nosotros también nos dolió la cabeza.
A pesar de que “Buen invierno” no contiene todas las características de un respectivo disco concepto, podemos catalogarlo así; para Vernon, cada track significa un lugar o un momento en específico, conjugando estos emplazamientos con instrumentos o géneros musicales, pudiendo ir desde una guerra civil con la estridencia del heavy metal, pasando por la dulzura de las cuerdas acústicas, hasta la exageración en el uso de instrumentos de viento. “Bon Iver” es nostálgico, entrañable, gris y todo aquel adjetivo similar potencialmente agregable, un dream folk fatídico y delirantemente esperanzador acompañado de una voz enternecedora. El lirismo llevado a la praxis. // 9.5
Take Care, Take Care, Take Care/ Explosions
In The Sky
¡Viva Texas! Nadie pensaría que en un estado plagado de cowboys, en donde reina la música country o americana, surgiría uno de los grupos más representativos del post rock a nivel mundial, codeándose con bandas como Mogwai o los islandeses de Sigur Rós. Afortunadamente, cuatro jóvenes en ese entonces, tomaron el rock tradicional como base, lo distorsionaron, exploraron sus más recónditos misterios y los explotaron con progresiones y transiciones meramente armónicas, al grado de convertirse en una mini orquesta. Take care, take care, take care, es el quinto y más reciente material discográfico de los texanos, que con su característico sonido y su ya conocida tercia de cuerdas, no es un mal intento por regresar de nuevo a la escena musical. “Explosions” ha sido hasta ahora, una de las pocas bandas en el género que mantiene un sonido legitimo: el uso de múltiples pedales conectados a una guitarra que creaban la sensación de miles de ellas al mismo tiempo, los distintos escenarios sonoros en cada track, remontándonos a situaciones de libre interpretación y por supuesto, ese sentimiento de ansiedad, zozobra y determinación en cada progresión, que paulatinamente, estremece cada célula en una explosión catártica, eso señores, es Explosions in the Sky. // 8.0
Suck It And See / Artic Monkeys
Una nota a la yugular Para muchos, el rock debe ser rudo, atrevido e irreverente, un género que hable con una sola voz de rebelión hacia órganos sociales y dictatoriales, un arma de afilada comunicación y disgusto, al mismo tiempo en que se disfruta de mujeres con poca o nula ropa, en fiestas post concierto en un cuarto de hotel que ha sido destruido por el enorme estado etílico de quienes se presentaron en el escenario. Los Arctic Monkeys tenían algo de eso en sus inicios: Una mala actitud y un gran sonido. Lamentablemente para este álbum, se pusieron un poco de rubor en las mejillas. Desde la portada del álbum, hasta probablemente, el toque sureño que se escucha en las canciones, -lo cual no debería de existir, puesto que los ingleses no son los hermanos Followill- se nota una carencia de hambre, por esa solidez de un buen disco. Claro que existen esas distorsiones propias de los “Arctic”, claro que existen melodías entrañables gracias a la voz del codiciado objeto sexual de toda chica indie, Alex Turner, y claro que siguen siendo los bad boys que le dicen al mundo que la chupen, pero el mensaje no fue tan claro esta vez. // 8.0 @UzielPalomino