Doctrina Social de la Iglesia Publicado por: José Luis Marín Caro
Enciclicas Sociales Introducción Rerum Novarum Quadragesimo Anno Mater et Magistra Pacem in Terris Populorum progressio Laborem Exercens Sollicitudo rei socialis Centesimus annus Veritatis splendor Evangelium Vitae Caritas in veritate
“Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”
1
Introducción Las Encíclicas Sociales son los pronunciamientos oficiales del Papa sobre temas sociales dirigidos a los obispos, creyentes y a toda la humanidad. Conforman en su conjunto la doctrina social de la Iglesia Católica. Desde León XIII con Rerum novarum (sobre las cosas nuevas) sobre los aspectos sociales de la época en 1891, le siguieron Pío XI en Quadragesimo anno (a cuarenta años) en una publicación sobre las cuestiones laborales en 1931, Juan XXIII en Mater et Magistra ('Madre y Maestra) sobre los campesinos en 1961, después Pacem in terris (Paz en la Tierra) en 1963, Pablo VI sobre Populorum progressio (el progreso de los pueblos) en 1967 y Ochenta Aniversario sobre los nuevos problemas sociales en 1971. Laborem Exercens en 1981, Juan Pablo II, el 'Trabajo Humano', 'Solicitud de la cosa social', Sollicitudo rei socialis con temas sociológicos y metodológicos de la situación de la humanidad en 1988, Centesimus annus (Centésimo año) cosas nuevas de hoy en 1991, cuestiones agrícolas, Veritatis splendor en 1993, esplendor de la verdad y Evangelium Vitae de 1995, sobre la vida humana, evangelio de vida sobre el valor de la vida. Y la última Encíclica social Caritas in veritate de Benedicto XVI. Según las publicaciones y como es también comentado por lectores en diversas paginas web, en el enfoque asignado de política social, se desarrolla ampliamente el tema de los valores, las creencias y las ideologías y desde luego los derechos humanos desde una perspectiva católica. Por tanto deben considerarse como los pronunciamientos de la Iglesia Católica ante los cambios de la sociedad y el mundo y también sobre lo que es y no correcto y justo.
2
Rerum Novarum Autor: León XIII Fecha: 15 de mayo de 1891 La Encíclica “Rerum Novarum”, de León XIII, se toma como punto de partida de la Doctrina Social de la Iglesia. León XIII se enfrentó con le gran problema de que una nueva Europa había crecido al margen de la Iglesia, la Europa urbano-industrial. Los principios que inspiraban la organización social de esta nueva Europa, si bien no renegaban totalmente de la cultura cristiana, se desviaban de muchos valores fundamentales. Al culminar el siglo. Los problemas sociales comenzaron a acuciar al hombre europeo. La explotación de los trabajadores, propia del sistema capitalista de entonces y la ideologización de los trabajadores por el socialismo, hacían que la situación de los obreros fuera el centro de preocupación social. Los puntos finales de esta encíclica pueden sintetizarse en: • El socialismo • El sindicalismo • La propiedad y las leyes • Familia y estado • La iglesia y el problema social • Concordia no lucha • Patronos y Obreros • Riquezas, Posesión y Uso • El Trabajo • El Ejemplo de la Iglesia • Deberes del Estado • La Prosperidad Nacional • El Salario Justo
3
Quadragesimo Anno Autor: Pio PP. XI Ciudad: Dada en Roma, junto a San Pedro, Fecha: 15 de mayo de 1931, año décimo de nuestro pontificado.
Es la principal encíclica social de Pío XI y fue promulgada en el 40º aniversario de la “rerum novarum”. La depresión económica de EEUU a fines de 1929 que afectó al mundo entero, la extensión del estado totalitario en Europa y el éxito del comunismo hacen necesarias algunas precisiones y adiciones a la doctrina de León XIII. Los puntos fundamentales son: * La primera institución que hay que reformar es el estado, para que de lugar a todas las asociaciones intermedias. * La inspiración de las asociaciones profesionales debe ser la filosofía cristiana y no el totalitarismo. * Rechaza la lucha de clases. * Enfatiza que el principio rector de la economía es la justicia social, cuya alma debe ser la caridad. * No habrá restauración social sin renovación moral.
Mater et Magistra Autor(es): Juan XXIII, S.S Fecha: 15 de Mayo de 1961
Promulgado en 1961, este documento de lenguaje sencillo alcanzó una difusión y un eco universal inusual en las encíclicas papales. Juan XXIII se propone que sus palabras sean entendidas por todos, y con tono conciliador manifiesta una gran apertura al mundo. “Mater et Magistra” trata extensamente la razón de ser de la Doctrina Social de la
4
Iglesia, que surge de la misión dada por Cristo, de velar con maternal solicitud por la vida de los individuos y de los pueblos. Exhorta a que sea una disciplina obligatoria en los seminarios, en los colegios católicos y en la catequesis parroquial. “La economía debe estar al servicio del hombre” dice Juan XXIII, y habla de un precepto gravísimo de la justicia social: “el desarrollo económico y el progreso social deben ir juntos y acomodarse mutuamente, de forma que todas las categorías sociales tengan participación adecuada en el aumento de la riqueza de la nación.”
Pacem in Terris Autor(es): Juan XXIII, S.S Fecha: 11 de Abril de 1963
Es la última encíclica de las ocho publicadas por Juan XXIII, se dio a conocer en abril de 1963, dos meses antes de su muerte. En ella el Papa vuelca toda su preocupación por la paz amenazada por la llamada “crisis de cuba” que en 1962 casi lleva a la guerra entre la Unión Soviética de Kruschev y los Estados Unidos de Kennedy. Es la primera encíclica dedicada exclusivamente a la paz. Es un verdadero tratado de política, el más sistemático y completo de la Doctrina Social de la Iglesia. No está dirigida sólo a los católicos sino también “a todos los hombre de buena voluntad.” Su estilo es simple y positivo, accesible a todos. Hace un listado de los derechos humanos y actualiza la visión eclesial en tres grandes temas: la promoción económica y social de las clases populares, el ingreso de la mujer en la vida pública y el despertar de los pueblos a la emancipación.
Gaudium et Spes Autor(es): Concilio Vaticano II Fecha: 7 de Diciembre de 1965
Traducido al Español “Los gozos y las esperanza”, es el documento más largo del concilio y se divide en dos partes importantes: La enseñanza de la Iglesia sobre los seres humanos, el mundo en que viven, y la relación de la Iglesia con ellos ambas enfocadas en la iglesia en el mundo actual (1965). Dedica un capítulo a la cultura, presentándola como meta necesaria para la evangelización de los pueblos, contiene aportes sobre la vida económico-social, política nacional e internacional fundamentados en una fuerte defensa de la paz. Llama a preparar una época en la que, por acuerdo de las naciones, pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra,
5
además considera que "el ateísmo debe de ser considerado como uno de los más serios problemas de nuestros tiempos”. Reconoce que, a pesar de los medios modernos, "el dialogo genuino y fraternal no ha avanzado tanto a este nivel como en el más hondo nivel de las relaciones personales," donde los individuos comparten juntos en espíritu. El tema del matrimonio y la familia Cristiana lo cubre más extensamente que todos los anteriores concilios Toma una fuerte posición a favor de la paz.
Populorum progressio Autor(es): Juan Pablo VI Fecha: 26 de Marzo de 1967
El Desarrollo de los pueblos está dedicado a la cooperación entre los pueblos y al problema de los países en vías de desarrollo. El Papa denuncia que el desequilibrio entre países ricos y pobres se va agravando, critica al neocolonialismo y afirma el derecho de todos los pueblos al bienestar. Además presenta una crítica al capitalismo y al colectivismo marxista. Finalmente propone la creación de un fondo mundial para ayudar a los países en vías de desarrollo. Esta encíclica tiene como propósito el desarrollo de los pueblos y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo, es observado por la Iglesia con atención. Apenas terminado el segundo Concilio Vaticano, una renovada toma de conciencia de las exigencias del mensaje evangélico obliga a la Iglesia a ponerse al servicio de los hombres, para ayudarles a captar todas las dimensiones de este grave problema y convencerles de la urgencia de una acción solidaria en este cambio decisivo de la historia de la humanidad. De tal suerte, que esta dirigida en sentido mas estricto a los países económicamente fuertes, y busca la cooperación para dicho desarrollo.
6
Laborem Exercens Autor(es): Juan Pablo II Fecha: 14 de septiembre de 1981
Esta encíclica “trabajo humano” trata la concepción del hombre y del trabajo a 90 años de la encíclica Rerum Novarum. El enfoque general responde a un análisis de la época moderna, en que se han desarrollado con enorme profusión experiencias de carácter económico, social, histórico, teológico, antropológico, etc. Generalmente acerca del trabajo humano, se ha ignorado su concepto exacto. La Encíclica va más al fondo, llega al corazón del concepto mismo del trabajo humano. En lugar de trazar un modelo ideal, Juan Pablo II ayuda a comprender lo que ha acontecido y sigue aconteciendo en la historia, de qué modo puede el hombre transformarse con su trabajo, hacerse más hombre. Además Laborem Exercens muestra cómo los socialismos tratan a los seres humanos como instrumentos de producción y no como personas-sujetos de trabajo. Por otra parte, en el mercantilismo se les trata como mercancía sujeta al mercado de la oferta y la demanda. Con la proletarización de los intelectuales y su desempleo, se incrementa el problema social. Enfatiza los elementos de una espiritualidad del trabajo: los seres humanos comparten sus actividades con la acción de Dios; el trabajo imita la acción de Dios y otorga dignidad al trabajador. Nuestro Señor Jesucristo fue un hombre de trabajo. Hay en la Sagrada Escritura muchas referencias al trabajo; el Concilio Vaticano II dice que «el trabajo es necesario para el progreso terreno y para el desarrollo del Reino».
Sollicitudo rei sociales Autor(es): Juan Pablo II Fecha: 30 de Diciembre de 198 En la introducción el Papa Juan Pablo II recuerda el hito que marcó la publicación de la encíclica Rerum Novarum y cómo los documentos del Magisterio que la han seguido, se publican con motivo de aniversarios de esta intervención destacada. Así sucedió con la Populorum Progressio que es la ocasión de este nuevo documento. Juan Pablo II fija los objetivos de esta nueva encíclica: homenajear el documento de Pablo VI y afirmar la: continuidad de la doctrina social junto con su constante renovación. En efecto, continuidad y renovación son una prueba de la perenne validez de la enseñanza de la Iglesia.
7
Los contemporáneos de la época la calificaron como una ventana abierta a la realidad social del mundo contemporáneo, que mostraba sus luces y sus sombras. Constata que cada día es mayor la diferencia entre Norte y Sur, entre países desarrollados y subdesarrollados, entre el Primero y el Tercer Mundo. Convive de modo insultante un Cuarto Mundo de pobreza dentro del Primero. Graves injusticias y desequilibrios campean en el mundo. La sed de poder y el ansia de lucro se convierten en estructuras de pecado que imposibilitan el progreso de la humanidad. El remedio para este mundo enfermo de injusticias es la solidaridad. Esta es la encíclica de la solidaridad. Conmemoraba el 20 aniversario de la Populorum Progressio de Pablo VI, que trataba del desarrollo de los pueblos, y forma con ella una unidad. No puede haber desarrollo armónico sin solidaridad. Si Pablo VI decía que “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, aludiendo a que no es posible la paz en el mundo sin desarrollo armonioso y que trabajar por la paz es trabajar por este desarrollo, Juan Pablo II dice en esta encíclica que “la paz es el fruto de la solidaridad”. En esta encíclica se da un cambio de enfoque en la doctrina social de la Iglesia. Mientras que anteriormente la preocupación fue la condición de los obreros en los países industrializados, ahora es “la problemática social de la humanidad”. La encíclica omite las referencias clásicas al salario justo, a la libertad sindical, etc., quizás por sabidos. Ahora su preocupación es más amplia y profunda, habla de pobreza y de paro, de vivienda y de alimentos suficientes, de salud y de analfabetismos… preocupaciones que se refieren a zonas más profundas de marginación y exclusión social. Habla de la denuncia profética y asume la opción preferencial por los pobres.
Centesimus annus Autor(es): Juan Pablo II Fecha: 01 de Mayo de 1991
Es la tercera gran encíclica de contenido social que publicó Juan Pablo II. Quiere conmemorar, incluso en el título, los cien años de la famosa encíclica Rerum Novarum de León XIII. Precisamente en su honor se había proclamado el 1991 como “Año de la doctrina social de la Iglesia”. La Centesimus annus traza una síntesis histórica desde las “nuevas cosas de hace un siglo” hasta “las nuevas cosas de hoy” y propone una mirada de futuro en los umbrales del tercer milenio. Es la encíclica del poscomunismo. Precisamente dos años antes de su firma se
8
derrumbaban, como un muro insostenible, los regímenes comunistas del centro y del este de Europa. Entre sus novedades se cuenta el análisis de las causas y consecuencias de aquella caída: la violación de los derechos humanos, la ineficacia del sistema económico colectivista y el vacío espiritual provocado por el ateísmo oficial. Pero el comunismo no podía sustituirse por el consumismo. “No es malo, dice la encíclica, el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el estilo de vida cuando está orientado a tener y no a ser”. El Papa critica la ideología radical de tipo capitalista y acepta la economía de mercado y la empresa, orientadas hacia el bien común. “La empresa, dice, no se puede considerar únicamente como una sociedad de capitales, es al mismo tiempo una sociedad de personas”. Es un canto a la libertad del hombre, una defensa de la ecología y del medio ambiente, un respeto por el orden democrático, una valoración del voluntariado y una propuesta para el desarrollo. Entre otras cosas propende: • Identificar las fallas tanto de la economía socialista como de la economía de mercado; • Aliviar o cancelar la deuda de países pobres; • Desarmarse; • Hacer más sencillos los estilos de vida y eliminar el derroche en las naciones ricas; • Desarrollar políticas para empleos formales y permanentes, y para proporcionar seguridad en el trabajo; • Establecer instituciones para control de armamento; • Instar a las naciones ricas a sacrificar algo de sus ingresos y de su poder.
Veritatis splendor Autor(es): Juan Pablo II Fecha: 06 de Agosto de 1993 En el “Esplendor de la verdad” Juan Pablo II explica detenidamente los fundamentos de la moral. Al exponer la doctrina católica sobre este tema, tiene en cuenta la situación cultural y
9
social del presente, y valora críticamente algunas tendencias actuales de la teología moral. La encíclica -que resumimos aquí- es una luminosa enseñanza sobre la libertad. No en vano procede de un Papa que ha dicho que, si hubiera de escoger una frase de los Evangelios, se quedaría con ésta: "La verdad os hará libres". En la introducción, Juan Pablo II explica el motivo de la encíclica: «Recordar algunas verdades fundamentales de la doctrina católica, que en el contexto actual corren el riesgo de ser deformadas o negadas». El peligro viene de tendencias influidas por «corrientes de pensamiento que terminan por erradicar la libertad humana de su relación esencial y constitutiva con la verdad». De ahí se siguen varios errores: se niega la doctrina sobre la ley natural; se rechazan ciertas enseñanzas morales de la Iglesia; no se admite que el Magisterio pueda intervenir en materia moral con instrucciones vinculantes; se duda de que los Mandamientos sean válidos en toda circunstancia; se pone en tela de juicio el nexo entre fe y moral, como si sólo la primera definiera la pertenencia a la Iglesia, mientras que habría que dejar las cuestiones sobre la conducta al juicio de la conciencia individual.
Evangelium Vitae Autor(es): Juan Pablo II Fecha: 25 de Marzo de 1995 El Evangelio de la vida “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”, cuando el Señor dice esto, se refiere a la vida eterna, la cual se alcanza por la observancia de los mandamientos. En este capítulo en particular, se hace referencia al mandamiento “no mataras”. El hombre al ser creado a imagen y semejanza de Dios, desempeña la función de rey en la tierra. Pero el hombre no es dueño absoluto y árbitro incensurable, sino que es administrador del plan establecido por el creador. Solo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término, por lo tanto, nadie puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. La vida humana tiene un carácter sagrado e inviolable, en el que se refleja la inviolabilidad misma del Creador. Matar un ser humano en el que está presente la imagen de Dios, es un pecado particularmente grave. Se presenta el problema de la pena de muerte, la cual se a querido limitar e incluso abolir totalmente, ya que lo que se busca es una justicia penal que sea cada vez más conforme con la
10
dignidad del hombre y por tanto, en último término, con el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad. El mandamiento no matarás tiene un valor absoluto cuando se refiere a la persona inocente, por tanto, la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral. La decisión deliberada de privar a un ser humano inocente de su vida es siempre mala desde el punto de vista moral y nunca puede ser lícita ni como fin, ni como medio para un fin bueno. En efecto, es una desobediencia grave a Dios mismo. Se hace referencia al aborto, considerado como crimen nefando. La aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal. Un reconocimiento del valor sagrado de la vida humana desde su principio hasta su fin. Nombra como fuerzas negativas: La violencia contra la vida infligida a millones de seres humanos; en especial a niños obligados a vivir en la pobreza, la desnutrición y el hambre debido a una distribución injusta de los recursos; • las guerras y el tráfico de armas; • la destrucción ecológica; • la criminal propagación de las drogas; • la promoción de ciertas clases de actividad sexual que, además de ser moralmente inaceptables, también significan graves riesgos para la vida; • el aborto provocado, lo que él llama "estructura de pecado"; • el infanticidio de bebés nacidos con graves incapacidades o enfermedades; • la eutanasia que está llegando a legalizarse; • el control de natalidad como medio de controlar el crecimiento de la población en las naciones más pobres; • el suicidio asistido.
11
Caritas in veritate Autor(es): Benedicto XVI Fecha: 29 de Junio de 2009 La caridad es la verdad retoma temas sociales contenidos en la Populorum progressio, escrita por el Siervo de Dios Pablo VI en 1967, se propone profundizar en algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad: La doctrina social de la iglesia y el desarrollo sostenible a la luz de las pobrezas y desigualdades existentes en el mundo y la actual crisis económica global. Aborda con realismo y esperanza los problemas creados por la crisis financiera, por la falta de instituciones internacionales capaces de reformar la ineficacia burocrática que alarga el subdesarrollo de muchos pueblos y por la falta de ética de muchas mentalidades que predominan en las sociedades opulentas. En una primera parte examina las enseñanzas de sus dos predecesores: Pablo VI y Juan Pablo II. Los dos estaban convencidos de la capacidad del corpus de la denominada Doctrina Social de la Iglesia para dar la luz necesaria a un mundo que busca desesperadamente esperanza y claridad. También hace referencia a otras encíclicas así como otros documentos pontificios. En la segunda parte recorre las grandes amenazas que se ciernen sobre la humanidad en nuestros días. Siempre el punto de partida es la falta de consideración de la dignidad de la persona humana, y su conclusión será el ataque a la propia vida humana, la pobreza, la guerra, el terrorismo, el medio ambiente. El Papa proporciona los principios morales para afrontar estos problemas sociales y económicos, promoviendo una verdadera cultura de la vida y de la paz.
12