El Cáncer del Divorcio III Mateo 19.7-9 I El Ataque (v.3) II La Respuesta (vv.4-6)
Hoy (Mateo 19.7-9) ¿Qué es lo esencial en un matrimonio? 1. El acto sexual. Algunos dicen que el acto sexual es lo que define a un matrimonio. “Una vez que tienes el acto sexual automáticamente ya eres una carne, la esencia del matrimonio. Pero no es verdad. a. El reconocimiento de la fornicación. En Éxodo 22.16-17 dice que si hombre yace con una virgen debe casarse con ella, porque ha tomado su virginidad. En otras palabras, costarse con ella no causa el matrimonio, porque luego de hacerlo debe casarse. Si el padre de la joven rechaza al hombre, éste debe compensarle con una suma lo suficientemente grande por el daño cometido. Sin embargo, el hombre no es visto como ya casado por el mero hecho del acto sexual. Si el acto sexual no hace al matrimonio, entonces ¿Qué lo hace? 2. El pacto marital. Cuando dos personas se comprometen en un pacto duradero de por vida eso hace a un matrimonio. Si una de esas personas rompe el pacto y mantienen una relación sexual con otra persona, no hace a otro matrimonio sino que es pecado y un atentado con el pacto matrimonial que no se respetó.
III El Argumento (v.7) “Le dicen, ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla?” A La malicia de los Fariseos. Es notable que los Fariseos no estén para nada interesados en ese ideal de matrimonio, que es lo que nos presenta Jesús. Ellos están solamente interesados en la cláusula de excepción. Así es la gente. Solamente se interesan en algún ardid que puedan encontrar para no someterse a las Escrituras. A veces, algunos pastores, tratan de buscarle salidas a este asunto para justificar su mirada sobre este tema. Y suelen culpar de legalistas a los que intentan explicar las cosas bíblicamente, sin miramientos. Así como los Fariseos, por un lado decían ser cumplidores estrictos de la Ley de Dios, por otro lado, actúan con astucia para librarse de lo que no les conviene. Hoy día muchos cristianos fundamentalistas actúan de la misma manera en este tema. Buscan excepciones que les salve la ropa. Si los Fariseos pudieran poner a Jesús contra Moisés, desacreditarían a Jesús. B La mala interpretación de Deut. 24.1-4 Cuando los Fariseos le preguntan “… ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla?” (v.7) estaban preguntando, “Si todo lo que dices es verdad, ¿Por qué entonces Moisés mandó el divorcio?” pero, ¡¡¡ojo!!! Moisés no mandó el divorcio, como dicen ellos. Ellos están pensando en Deuteronomio 24.1-4 el único pasaje relativo a Moisés que nos habla de divorcio.
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La orden explícita contra el re casamiento. a. Descubierta por la traducción correcta. Tenemos que apartarnos de las versiones tradicionales de la Biblia. En los versículos 1-2 no dicen que Dios mandara que el hombre se divorcie de su esposa, o que tenga el derecho de divorciarse. Ella se recasa. En los versículos 3-4 tenemos el primer mandato: si su segundo esposo muere, ella entonces no puede volver a su primer esposo para casarse otra vez. Ese es el mandamiento de Deuteronomio 24. No la orden de no divorciarse, sino la de no recasarse en circunstancias específicas. La razón de no casarse con el primero es que ella ha sido “envilecida” dice la RV60. La RV09 dice “amancillada”. b. Escondida detrás de la traducción incorrecta. Creo que los Rabinos judíos no tradujeron apropiadamente este texto. Lo interpretaron como un mandamiento de divorcio. Se dice habitualmente que cuando el marido del v.1 encuentra algo “indecente” en ella, debe divorciarse. Si usamos las reglas de la retórica aplicada al texto: la apódosis (vv.1-3) y la prótasis (v.4), en otras palabras la condición (si), conclusión (entonces). Si un hombre hace esto, o hace aquello, entonces no la puede volver recibir. El mandamiento es de no volver a tomar a su esposa, no el mandamiento de divorciarse. Tampoco el texto condona, justifica u ordena el divorcio, sino que regula el recasamiento.
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La causa errónea para divorciarse. En el v.1 nos pone esa palabra “indecencia”, la RV09 dice “cosa torpe”. Realmente en hebreo significa “la desnudez de una cosa”. a. La impureza interpretada. 1
Según la tradición judía. Esa impureza de la que habla, realmente pueden ser varias cosas: el pelo suelto, hablar mal de tu suegra, quemar la comida. Eso es lo que ellos interpretaban como algo indecente.
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Según el contexto. La Biblia no se interpreta según tus gustos, sino según el contexto. En el capítulo 23, v.14 vuelve aparecer esa palabra: se refiere a la eliminación física. Comienza en el v.13, “Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento: v.14 porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti, por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva en pos de ti”. Se refiere el v.14 y en 24.1 a algo vil, sucio, vergonzoso, impropio. Algo embarazoso para el marido.
b. La impureza investigada. La palabra “indecente” no puede referirse al adulterio ¿Por qué? Porque el adulterio terminaba en muerte. Moisés no hubiera usado la palabra indecente en referencia al adulterio. Es algo sucio, embarazoso, vergonzoso—pero no el adulterio. En Deut 22.22-24 dice claramente que la pena por adulterio es la muerte. El marido de 24.1 no le daría carta de divorcio, sino muerte por lapidación. Nadie sabe exactamente lo que implica la palabra “indecencia”, sin duda algo que tenía que ser vergonzoso, alguna indulgencia en lo sexual, pero que no llegaba a ser adulterio. El marido le daba carta de divorcio, ella se iba y se casaba con otro. Al hacerlo quedaba “envilecida” (v.4) ¿Por qué? Porque no
había una base legítima para su divorcio. Al entrar en relación con otro hombre, aunque tuviera los papeles de divorcio, no era otra cosa que una adúltera. Ud puede decir que ella no tiene la culpa, que el marido la tiró a la basura. Es verdad, él hizo de ella una adúltera. En Mateo 5.32 Jesús dice, “Pero yo te digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio”. Por eso el primer marido no puede volver a tomarla, aunque su segundo marido hubiera muerto. El punto de Deum 24 es este: si te divorcias de tu esposa por algo menos que el adulterio, haces que ella cometa adulterio. Deuteronomio 24 no manda el divorcio. Manda no recasarse con una persona que se divorció ilegítimamente. Si te casas con alguien que se divorció por algo menos que adulterio, te estás casando con alguien que fue envilecida. IV La Afirmación. A El permiso de Moisés (Mateo 19.8) “El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así”. 1
La restricción de su permiso. Por la dureza de sus corazones Moisés lo toleró. Moisés permitió el divorcio, pero no en Deut 24, lo hizo sobre bases legitimas, no sobre Deut 24.No hay un texto que diga que se permite el divorcio en el Antiguo Testamento. Tenemos que extraer los principios bíblicos que nos permitan hablar de divorcio. Pienso que es un permiso y no una declaración tajante para que la gente no se apresure a justificarse a sí misma.
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Las razones detrás de su permiso. a. La gracia de Dios. El divorcio por algo menos que adulterio nos lleva a adulterar. Y cuando ocurre, se castiga con la muerte. Por la gracia de Dios hay una transición en el Antiguo Testamento de la pena de muerte por adulterio al divorcio. Por su gracia, Dios no siempre aplicó la pena de muerte. David cometió adulterio, Salomón lo hizo muchas veces. (1 Reyes 11.3 nos dice cuántas veces). b. Corazón endurecido. Dios podría permitir el divorcio por la dureza de corazón—un problema irreconciliable. Si una esposa persistía en una relación adúltera, Dios en su gracia no tomaría la vida de esa esposa. La parte inocente podría divorciarse para poder recasarse. Moisés no lo condena, ni lo manda—lo permite—y sólo cuando obra la gracia de Dios y no aplica la muerte. Era una concesión por causa del pecado para hacer la vida del inocente engañado más soportable. El v.8 nos dice que al principio no fue así. El divorcio no era designio de Dios. Deut 24 no autoriza el divorcio, sólo estipula el recasamiento en caso de un divorcio ilegítimo. En Marcos 10.3 Jesús habla de Deut 24 como una orden. Pero no es una orden para divorciarse; es una orden para no recasarse con la parte deshonrada. Deut 24 es una prohibición para recasarse.
LAS BASES BÍBLICAS PARA EL DIVORCIO. La única base es el adulterio. 1. Esdras 10.3-5 “Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a todas las mujeres (las mujeres extranjeras del v.2) y los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley”. Aquí se está diciendo, “Bueno, vamos hacer un pacto con Dios para divorciarnos de nuestras esposas”, ¿Por qué? Porque se habían casado con mujeres paganas. Dios lo había prohibido. Dios no reconoce esos matrimonios. Continuando en los vv 4 y 5 le dicen a Esdras, “Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra. Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron”. Aquí vemos una defensa del divorcio. Se les dice que se divorcien. Al entrar en una unión adúltera, porque se habían separado de sus mujeres judías y se unieron a las paganas, Dios no podría ver estas uniones como legítimas. Si damos un paso más, vemos que la adoración pagana incluía la prostitución de hombres y mujeres, y las orgías eran parte del culto a sus dioses. Al ser sus esposas paganas e idólatras creo que había base para el divorcio. Al mezclar esta idolatría con la misma relación Dios estaba haciendo que esas uniones fueran perjudiciales para el pueblo. Esto nos da una pista de que el divorcio es legítimo cuando se menciona el adulterio. 2. Isaías 50.1ª El Señor está confrontando a un pueblo pecador. Hablando como si fuera un esposo a una esposa, dice “Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié?...”. La respuesta es que no tenían una carta. Como si Dios dijera, “¿Cómo se atreven a unirse a los ídolos, a cometer un adulterio espiritual, abandonando al Dios verdadero? ¿Cómo se atreven a dejarme sin una carta de divorcio? 3. Jeremías 3.8ª Por setecientos años Dios estuvo llamando a Israel a que volviera de su adulterio; al final le dice, “Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio;” Dios está dando la carta de repudio, después de setecientos años de adulterio Dios se divorcia de Israel. La base del divorcio en el Antiguo Testamento es el adulterio. Por la gracia de Dios, habiendo una dureza de corazón por tanto tiempo Dios toma la iniciativa de separarse. Vemos que Dios nos deja una ilustración de lo que El hace. Por eso podemos decir que sí hay causas de divorcio, especialmente cuando hay un corazón endurecido que en forma irreconciliable persiste en el engaño. 4. Jeremías 31.31-32 “He aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.” ¿saben de qué está hablando? De casarse otra vez—con Israel. El v.32 dice, “No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron y pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová”. Dice que Dios ya no fue más su marido, pero se va recasar con ellos y hacer un nuevo pacto. 5. Mateo 1. 18-19 “El nacimiento de Jesucristo fue así: estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”. Imaginen lo que pesaba José al ver a su prometida encinta en forma ilegítima. La clave está en el v.19, “José su marido, como era justo, y no quería infamarla quiso dejarla (divorciarse) secretamente”. Esto nos habla de que hay una causa legítima para divorciarse. No lo hizo, pero fue traumático para José tratar con una mujer de la que él pensaba que había consumado una unión sexual y tenía un hijo ilegítimo en su vientre. ¿POR QUÉ EL DIVORCIO REEMPLAZA A LA PENA DE MUERTE POR ADULTERIO? 1. Por la gracia de Dios. Dijimos que una de las razones por las cuales el divorcio reemplaza a la pena de muerte es la gracia de Dios. Ananías y Safira murieron porque no le dieron al Señor lo que habían prometido. Muchos han hecho lo mismo desde aquellos días en la iglesia y no han muerto. Concluimos que hoy día Dios es más paciente con nosotros. 2. La falta de justicia nacional. Otra razón de por qué no se instauró la pena de muerte por adulterio es que aquellos que ejecutaban la pena, también eran culpables de lo mismo. Jesús, en Juan 8.7b dice, “...El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la primera piedra contra ella”.
Definitivamente Dios no apoya el divorcio. Donde hubiera adulterio, se decretaba la pena de muerte. Pero como Dios tiene gracia y el hombre es tan pecador, Dios permitió el divorcio donde hubiera un constante e irrefrenable adulterio. Este permiso antiguo testamentario para hacer frente los problemas prácticos de un mundo imperfecto y pecador. El adulterio viene a ser el único lazo que puede romper lo sagrado del matrimonio. Si Dios hizo esa concesión con el adúltero ¿podemos decir que Dios penalizaría a la parte inocente no permitiendo el recasamiento? Si en el Antiguo Testamento tu marido cometía adulterio, acababan con su vida. ¿estarías libre para casarte otra vez? Por supuesto porque la muerte rompía todo vinculo con el primer marido. Pero si Dios permite el divorcio, en lugar de la muerte, ¿penalizaría a la persona inocente con el celibato? Entonces sí hay un lugar para el divorcio y el recasamiento. El propósito del divorcio era demostrar misericordia al culpable, no sentenciar al inocente a la soledad, o la soltería. B La Proliferación del adulterio. (Mateo 19.9) “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.
La palabra “fornicación” (en griego porneia). Esa palabra abarca al adulterio. Por ejemplo en 1 Corintios 10.8 dice, “Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día como vientres mil”. Algunos dicen que allí está hablando de fornicación. La misma palabra que Mateo. Seguramente dentro de esos veintitrés mil había fornicarios y adúlteros, hombres y mujeres. Creo que la palabra es abarcativa de ambos pecados. 1
El principio repetido por Jesús. En este v.9 Jesús está diciendo lo mismo que en Mateo 5.31-32. No es una nueva verdad más allá de lo dicho en Deum. 24.
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El principio reafirmado por Pablo. En 1 Corintios 7.10-11, Pablo dice, “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: que la mujer no se separe del marido;” Pablo habla de no dejar a su marido, y en el v.11 “y si se separa, quédese sin casar” ¿Por qué? Porque ella no tiene una base para recasarse. Si lo hace, se convierte en adúltera. Sin embargo, tiene una segunda opción, “o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone (no se divorcie) a su mujer”. O sea, ¡quédese casada!. Es muy importante.
Jesús silenció a los Fariseos. Los hizo quedar como adúlteros. Tratando de desacreditar a Jesús, ellos mismos quedaban como los expuestos por Jesús. El divorcio no es la voluntad de Dios, solo permitido en caso de adulterio—un prolongado y muy meditado adulterio. LA AFIRMACIÓN BÍBLICA DEL RECASAMIENTO. La Biblia menciona el derecho a recasarse 1. En caso de muerte. a. Romanos 7.3, “Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”. En otras palabras, el recasamiento es correcto en determinadas circunstancias—la muerte de la pareja. b. 1 Timoteo 5.14, “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa...”. Las viudas jóvenes pueden casarse. c. 1 Corintios 7.39, “La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”. 2. En caso de divorcio. Si Dios permite el recasamiento cuando media la muerte, ya dijimos que existiendo el divorcio, y no pudiendo hacerse la reconciliación, la parte inocente no tiene por qué no casarse. Lo habíamos especificado en caso de adulterio de la otra parte. En 1 Corintios 7.27-28 dice, “¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? (es decir, ¿estás divorciado?) No procures casarte. Mas si te casas no pecas...” Si te has librado de mujer (no dice cómo), si es justificado, legítimo y de acuerdo a pautas bíblicas, si te casas, no pecas. Dios permite el recasamiento si el divorcio está dentro de las pautas bíblicas.