Portafolios de aprendizaje como estrategia pedagógica, en ambientes de aprendizaje con tecnologías digitales. Elaborado por: Jose Castillo Castro El presente artículo es un resumen, de una la sistematización de experiencias de la elaboración de portafolios de aprendizaje, realizada en el 2014, en ambientes
tecnológicos
de
aprendizaje,
de
instituciones
educativas
costarricenses. Los portafolios de aprendizaje son estrategias pedagógicas, las cuales se pueden utilizar en las practicas pedagógicas, donde es posible articular aprendizajes aprovechando tecnologías digitales, con cualquier temática de la maya curricular y además ser utilizados como herramientas para potenciar la reflexión, la profundización temática, y como estrategia de evaluación. Para Fernández, A. y Maiques, JM. (2001), el portafolio de aprendizaje se debe valorar como herramienta flexible, basada en evidencias, que introduce a los estudiantes en un proceso de reflexión continua y en un análisis colaborativo de su aprendizaje. El portafolio captura, al igual que un texto escrito, una presentación electrónica o cualquier otro proyecto creativo, la amplitud, la riqueza y la relevancia del aprendizaje de los estudiantes. El portafolio se enfoca en reflexiones seleccionadas intencionales y colaborativamente y evidencian el desarrollo y la evaluación del aprendizaje del estudiante. El principal motivo de un portafolio de aprendizaje es mejorar el aprendizaje de los estudiantes, al posibilitarles de una estructura para que los estudiantes reflexionen sistemáticamente en el proceso de aprendizaje y desarrollen las aptitudes, habilidades y hábitos que provienen de la reflexión crítica, por lo que al desarrollar los portafolios de aprendizaje, es necesario tener presente que los estudiantes realicen lo siguiente:
Coleccionar su trabajo, incluyendo notas, borradores, tareas, proyectos
de clase, ensayos, investigaciones y las organizan de modo creativo y original.
Seleccionar de su archivo algunas evidencias que demuestran sus mejores
trabajos, su pensamiento crítico, el desarrollo de borradores, el aprendizaje afectivo y la aplicación y profundización en sus prácticas educativas.
Reflexionar en su trabajo al considerar preguntas que orienten lo que han
aprendido, por qué este aprendizaje es importante y cómo puede aplicarse los conceptos claves en contextos, y cómo el aprendizaje se ha desarrollado en el curso y cómo ha utilizado la reflexión para mejorar su desempeño y sus prácticas habituales.
Asumir la responsabilidad de documentar e interpretar su propio
aprendizaje, mediante la reflexión, el análisis y síntesis del proceso mental en los estudiantes. Según Fernández, A. y Maiques, JM. (2001), algunos de los múltiples beneficios encontrados al usar portafolios de aprendizaje son los siguientes: 1.
Retoma la asignatura y el aprendizaje de modo que ningún otro medio
de evaluación puede lograr 2.
Apoya el desarrollo, la demostración y la evaluación de una manera
amplia de sus habilidades personales, profesionales y académicas 3.
Posibilita a los estudiantes a asumir roles importantes en la
sistematización, documentación, observación y revisión de sus procesos de aprendizajes. 4.
Mejora el desempeño de los estudiantes, pues repite temáticas vista en
clases o en sus experiencias didácticas. 5.
Promueven la integración de los aprendizajes.
6.
Responsabiliza al estudiante en su propia evaluación.
7.
Involucra a los estudiantes su propio proceso de aprendizaje.
8.
Muestran un análisis y síntesis más profunda de las evidencias y
aprenden a ejercitar una mayor reflexión.
Razones para utilizar los portafolios de aprendizaje como herramientas para la enseñanza y el aprendizaje, en contextos educativos.
Los portafolios crean condiciones que favorecen el aprendizaje.
Demandan tiempo y espacio intelectual, lo cual revive procesos de
aprendizaje.
La naturaleza independiente y auto dirigido del proceso crea en el
estudiante un sentido de propiedad del aprendizaje.
Los portafolios centran su atención en áreas particulares y demandan el
pensamiento crítico e independiente.
Los portafolios a menudo promueven la función afectiva del aprendizaje
y de ese modo son más efectivos y eficaces, como herramienta para la enseñanza y el aprendizaje.
La tarea de desarrollar un portafolio es tan poco estructurada que desafía
al estudiante e incrementa sus logros en el proceso de aprendizaje. Aspectos a tomar en cuenta en la elaboración de un portafolio de aprendizaje: 1. El tiempo que se invierte en hacer un portafolio de aprendizaje Una de las razones por las que se critica a los portafolios, es que toma tiempo elaborarlos, pero ese tiempo es invertido en una actividad intelectual del más alto nivel. 2. La longitud de un portafolio de aprendizaje El portafolio no es un depósito de artefactos y comentarios reflexivos que se va expandiendo sin fin. En su lugar, cuanto más reducido mejor, especialmente si un docente ha ayudado en proveerle de realimentación al estudiante, en términos de seleccionar el propósito, contenido, formato y selección de los insumos que va a agregar a su portafolio. Unas pocas páginas de narrativa, más ilustraciones y evidencias pueden servir como una guía para su elaboración. Cano, e. E Imbernon, f. (2003)
3. El contenido del portafolio de aprendizaje Los portafolios varían en propósito, y los propósitos determinan los contenidos. Una tabla de contenidos sugerente puede ser: 1.
Objetivos del aprendizaje (una escrito del proceso de aprendizaje)
2.
Logros en el aprendizaje (calificaciones, descripciones de las materias,
resúmenes, esquemas, mapas conceptuales, prácticas, videos, evidencias) 3.
Evidencias del aprendizaje (investigaciones, ensayos, experiencias,
desempeños creativos, análisis y otras informaciones) 4.
Evaluaciones del aprendizaje (realimentación de los docentes, resultados
de las pruebas, exámenes externos, resultados de los proyectos, informes de lecturas y de otros) 5.
Relevancia del aprendizaje (aplicaciones prácticas, relación de lo
aprendido con su contexto personal y profesional, crecimiento y formación académica, así como valor afectivo del aprendizaje) 6.
Gloriaros con definiciones de términos desconocidos y anexos con
documentación seleccionada. 4. Un modelo del portafolio de aprendizaje El portafolio de aprendizaje debe tener tres componentes fundamentales 1.
Reflexión
2.
Documentación
3.
Colaboración
El aprendizaje más relevante sucede cuando la reflexión, la documentación y la colaboración se unen en el centro del diseño.
5. La capacidad de escribir y los portafolios de aprendizaje La capacidad de escribir, es una herramienta indispensable para el aprendizaje activo, el aprendizaje y la práctica reflexiva. La escritura ayuda al estudiante de diversas formas: 1.
La escritura refuerza en el estudiante a tomar tiempo para reflexionar
2.
La escritura fortalece en el estudiante la organizar y claridad en sus
pensamientos para tener una secuencia. Así la reflexión mejora la comprensión 3.
La escritura hace que los estudiantes concentren su atención. Hace que
el aprendizaje sea activo. 4.
La escritura ayuda a los estudiantes a saber si han comprendido, por lo
que es necesario que explique, de lo contrario es que no se ha comprendido. 5.
Escribir capacita al escritor a hablar de eso más claramente.
6.
La escritura captura las ideas para mejorar los aprendizajes y la
comunicación. 7.
La escritura establece un sistema de realimentación.
8.
El proceso de escribir es creativo y desarrolla nuevas estructuras de
pensamiento y de comunicación. Los factores importantes en el desarrollo y uso de los portafolios de aprendizaje Los elementos más importantes son tres: reflexión, evidencias y colaboración. Los estudiantes no tienen automáticamente la habilidad de saber cómo reflexionar. Puede ser que no tengan las habilidades de reflexión o puede ser que confundan la investigación reflexiva con reacciones emocionales. Cano, e. E Imbernon, f. (2003) Para guiar en la reflexión, se pueden diseñar rúbricas, o al menos estructurar preguntas específicas. Por ejemplo, algunas preguntas de autoanálisis sobre el desarrollo del aprendizaje.
¿Cómo me está yendo en este informe, en esta actividad o en esta tarea?
¿Qué estoy consiguiendo de este resumen y o bien de este análisis crítico?
¿Cómo se compara este escrito con lo que he escrito antes?
¿Cómo sostengo mi interés en recoger estos datos y no otros?
¿La colaboración con los compañeros o con el docente me ayuda a alcanzar mejor los objetivos de aprendizaje?
¿Cómo describiría el progreso como aprendiz en el área profesional y qué evidencia se dan en el portafolio?
¿Dónde se necesita ayuda en las diferentes áreas de interés?
El valor duradero de los portafolios, al mejorar el aprendizaje de los estudiantes reside en que ellos, no solamente coleccionan ejemplos representativos de su trabajo para la evaluación, la preparación profesional; sino que responden a las preguntas vitales que invitan a una investigación sistemática. En relación a este tema,Bia, A. (2005), sugiere que entre otras preguntas para reflexionar en los portafolios de aprendizajes pueden ser las siguientes: 1.
¿Qué he aprendido? ¿por qué aprendí?
2.
¿Cuándo aprendí? ¿En qué circunstancias? ¿Bajo qué condiciones?
3.
¿Cómo he aprendido o no, y cómo sé qué clase de estudiante soy?
4.
¿Cómo encaja lo que he aprendido en mi plan continuo de aprendizaje?
5.
¿Qué diferencia ha hecho el aprendizaje en mi desarrollo intelectual,
personal y ético? 6.
¿De qué modo lo que he aprendido es valioso?
Evidencias y productos de aprendizaje La combinación de la reflexión y la documentación alienta al estudiante en la articulación de los objetivos más importantes del desarrollo del portafolio. 1.
Ubica a los estudiantes en un proceso de investigación sobre lo que ha
aprendido. 2.
Provee a los estudiantes con un modelo para demostrar los productos de
aprendizaje. 3.
Establece un ambiente de aprendizaje reflexivo que ayuda a los
estudiantes a ir más allá de una acumulación de conocimiento a un análisis del cómo, el cuándo y el por qué ha aprendido. 4.
Promueve el pensamiento sobre lo que queda por delante para corregir
y mejorar. Selección de evidencias Las evidencias del aprendizaje se coleccionan selectivamente y se incluyen como anexos en el portafolio. De entre las muchas evidencias posibles se pueden mencionar: resúmenes de artículos o críticas, estudio de casos, objetivos de aprendizaje, actividades de aprendizaje, aspecto del trabajo cooperativo y colaborativo, documentos de estudios, planes de su desarrollo profesional, y competencias y habilidades en su proceso de aprendizaje. Según Barberà, E. (1998); las evidencias se pueden clasificar en tres grupos: 1.
Informaciones de uno mismo: narraciones reflexivas, objetivos
personales de aprendizaje, el plan profesional 2.
Informaciones de otros: realimentación y evaluaciones de docentes,
documentos y escritos, y otros artículos. 3.
Productos: ejemplos de trabajos selectos apropiados para el propósito
del portafolio.
Colaboración en los portafolios de aprendizaje El docente que facilita una clase centrada en un portafolio es inevitablemente un docente colaborador al privilegiar una práctica reflexiva del conocimiento. Para Lyons, n. (1999), el docente que es guía y orientador que
ayuda a
promover el desarrollo de un portafolio de aprendizaje, es un modelo digno de imitar. Podría incluirse un grupo pequeño de reflexión del aprendizaje, donde un grupo de estudiantes bajo la guía del docente, reflexionan sobre su aprendizaje a partir de preguntas críticas sobre qué, cómo, cuándo y por qué han aprendido y entonces le piden a los estudiantes que escriban una lista bien pensada de recomendaciones que se harían a sí mismos sobre su propio crecimiento. Estos escritos pueden estar incluidos en el portafolio posteriormente. Referencias bibliográficas Agra, MJ (2003). “El portafolios como herramienta de análisis en experiencias de formación on line y presenciales”. En Enseñanza: Anuario Interuniversitario de didáctica, nº 21, pp. 101-114. Universidad de Santiago de Compostela. Barberà, E. (1998). Portafolios para evaluar en la escuela. Evaluación. Pamplona: Ikastolen Elkartea. Barberà, E. (1999). Enfoques evaluativos en matemáticas: evaluación por portafolios. En J. I. Pozo y C. Monereo (eds.). El aprendizaje estratégico. Madrid: Santillana. Barberà, E. (2005). La evaluación de competencias complejas: la práctica del portafolio. En Educere La Revista Venezolana de Educación, año 9, nº 31.
Barnett, B. (1995). Portfolios in educational leadership programs: from theory to practice. Innovative Higher Education, 1 (19), 197-206. Barrett, H. y WilkersonJ J. (2004). Conflicting Paradigms in Electronic Portfolio Approacches. [Disponible en: http://electronicportfolios.org/ . Bia, A. (2005). El portafolio del discente como método de trabajo autónomo. En Carrasco y Martinez (eds). Investigar en diseño curricular. Redes de docencia en el Espacio Europeo de Educación Superior. Universidad de Alicante: Marfil. Barret, H. (2000): “Create your own Electronic Porfolio. Learning &leading with technology Vol 27, 7, pp-14-21. Cano, e. E Imbernon, f. (2003). La Portafolios de aprendizaje docente como instrumento de desarrollo profesional del profesor universitario. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17 (2). 43-51 Fernandez March, A. (2004). El portafolio docente como estrategia formativa y de desarrollo profesional. En Educar, nº 33, pp 127-142 Fernandez, A. y Maiques, JM. (2001). La carpeta docente como herramienta de evaluación y mejora de la calidad de la enseñanza. En Evaluación de políticas educativas: VIII Congreso Nacional de Teoría de la Educación, pp 86-90 Lyons, n. (comp.). (1999). El uso del portafolio. Buenos Aires: Amorrortu. Margalef, L. (2004). Sus contextos educativos. Actas Tercer Congreso Internacional Docencia universitaria e innovación.