Los militares hablan cuando se retiran ALBERTO PIRIS18/08/2016 GENERAL DE ARTILLERIA EN LA RESERVA Publicado en republica.com El presidente Eisenhower, durante los ocho años (1953-1961) que permaneció en la Casa Blanca investido del prestigio que le había conferido su actuación como victorioso comandante supremo de los ejércitos aliados durante la 2ª G.M. y primer jefe militar de la recién creada OTAN, contempló desde tan privilegiado observatorio el enorme crecimiento y la vasta expansión de la fuerza militar de EE.UU. y los servicios de inteligencia y seguridad nacional. También durante esos años el arsenal nuclear de EE.UU. se multiplicó con rapidez mientras el poder político establecía lazos estrechos con las grandes corporaciones del armamento cuyos beneficios crecían aceleradamente cuanto más se ensombrecía el panorama de la Guerra Fría. Pues bien, es de sobra conocido que, en su discurso de despedida en enero de 1961, Eisenhower puso en circulación la expresión “complejo militar-industrial”, rápidamente popularizada. Lo definió como “una permanente industria armamentística de vastas proporciones” a la que se suman “tres millones y medio de hombres y mujeres que trabajan directamente en los órganos de la defensa”. Alertó de que “anualmente gastamos en seguridad militar más que los ingresos netos de todas las corporaciones de EE.UU.”. Declaró que “la combinación de una inmensa institución militar y una gran industria de armamento es algo nuevo en la experiencia de EE.UU.”