Ninfuceanicus

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NINFUCEANICUS Os instigo al más soporífero acto cefálico, Un argonauta navegando dentro de vuestro ojos extraños de otras retinas ojivales, Una diáspora de deseos indichos de navegar por vuestros atardeceres meridianos mancillados de aquella meridiana mancillada, Cuando la tarde vuelve a caer sobre vosotros bañados del lodo terrenal, Cobijando vuestros desvelos de ave ninfuceanicus, desperdicio galáctico en extinción y creación ... Pues de suaves mundos aromáticos habéis ido por tu casa zodiacal arruinada Desdibujando los perdidos perfiles de romanza política, que enhebra la turba que hila su pensar metafisista en su sagrario. La nave bella en cuestión fue delicadeza del adormecimiento del Sol primario Halo Perdido donde algún día hubo incontable numero etario, hasta perderse en el frío de tu resignado enrejado y férreo emotivo de tu pasar por el paisaje acuoso de tu alma arrinconada., centella que huye evaporada, evaporada... ¿ Cuántas veces mi delgadísima ninfoceánica migraste con tus escarchadas plantas cruzadas, casi asustadizas piernas viajando en un ave de extranjera propiedad ?, que migra donde es difícil ver por su montaña nevada. ¿ Cual de Uds. Ninfoceánicas planeará mis líneas de saturno desvencijado, degradadas del propio trapecio que nunca irguió la altiva vida del presente vivo en todo presente pasado ?, dividido cuerpo aracnizado arando toda fontana inexplorada. Entre varias de ellas, una de ellas entre miles lograban figurar entre otras, pero una de ellas, violaban todo protocolo como una hermosa palmípeda en la ventana de mi cielo, llegando a pedir mi compañía, justo en el umbral de la primavera, al lado del umbral de mi ventana y la tuya, eterno hermano adoptado. Ella la nívea Ninfa remeda los pies de todos los patios del mundo libremente, Baila en espacios reducidos donde los bellos sones preferidos por mi rastrean otros rezagados sones perdidos de imágenes de mi bella ave del hermoso umbral de mi ventana, como danzas sin tiempo de campanar oxidado. Por la obscura entre-pared de tu gen, es que abriré el silbido de tu distanciamiento, cada vez que derribo tu comandante luz y energía subyugada a mi humilde travesura de llevarte por el camino de tus ojos y los míos, en los bríos sépalos de las flores eternas amadas, mentadas. Juntos injustamente unidos como flores mortecinas por el aire, Divididos separadamente esparcidos por tu jardín destierro, Es mi mal crónico dentro cien mal crónicos en mi Yo te veo hiperoceánica, hiperoxidada Por el hierro que pesa sobre la mascara de los gestos del marcial frío del tiempo que riega el hierro suelo - raso herrado y su mascara de gusanas plebeyas estancias de mi derruida faz de fases de mi faz de armadura y armario


El castelar ascendente por lomajes feroces, felpudos avisajes entramaban Vuestra madrugada visita. Entre muchos castelares muchos mares de bandas de indicios de femineidad, Como una felpuda corredera que recibía a Satardia; La primera y mas poderosa ninfuocenicus habitante del castelar ascendente. Cuando estoy solo, Estoy del lado del augural caldo cabestrillo, Que sostiene mi postulación Casi como un objeto herramentero en manos de un ciego astrónomo. Solo en tres pasos ingreso, Donde tres pasos han de recibirme sobre las sombras galopantes De mis antepasados, justo vecino del ladino pinar, Que escondió mi animalidad totémica... Como la sangre verdina correntina, De Mi mismo perdido Como un frontal polígono, Como una frontal gusánidas aventuras de cuentos derruidos En la oscuridad mas densa de tu ausencia casa de cenizas arcanas De la cadavérica presencia de la ventolera de mis roles de dolor y osario De aquel principesca que emotiva el solsticio que ancló en tu florido paisaje de amor, Rueda que gira a pasos cuadrados Como la contraindicación de amarte, para luego necesitarte mas. Saltas en mi umbral, planicie sin licencia... Así comienza la propedéutica de la Ninfaoceánicus, Que escribes mis pancartas y prescribe mis pérdidas como El mas solitario adagio de túnicas verdes en desteñimiento constante. Suelo entristecerme como todo tiempo fuera del tiempo transcurrido, Cuando siento la ausencia de tus palmípedos pies sebosos, Alineándose por mi sol que camina ataviado de ti, Con extranjero atuendo que migra mi sol ropaje sopor... Como un ventarrón de tul por los mares del sur que murió en el plioceno restos de un barco corsario Y de tu surimar despertar como arrepentido despertar entre especies Selváticas, Vampirófagas, como el arranque remolino de tu ser perdido en mi Desértico ser..., momia que augurante desea existir Labios de peores maldad de la peor tribal fantasía incontenida, Han de concluir su totalidad de irritabilidad recluida. Como la bipolar esperanza extraviada, Del injerto de tu existencia nómade y nave emprendedora que viaja Que se enlugariza por la bipolar economía de tu medio de anti – vida, Cerrándo mis ojos llenos de anilina negra..., anilina Negros caminos que danzan perdiéndose de la filigrana muesca, De la hipertensa cuerda vacía, como la cuerda que jala y


Solventa la media luna de tu cara de lluvia ocre deprimida. Cuando río, y observo tus labios precursores, Observo el navegar por altamar devorador de mi juntura, En busca de la titania de tu años que moran junto a mi, Mi imagen perfecta de ti y de mi, mi imagen imperfecta de ti y de mi Orillas el sedosos movimiento de mi alma que mira por ti, Cuando me siento por la rodilla que hace doblilla por ti, Me siento en la orilla que queda junto a ti. De mis códices que recogen de ti, sólo de ti... Cuando se enfurece el cavernario temor estepario, Lenguas de fuego gigantescas me mueven por tus ríos de aventura, Me estaciono dentro de tu estrepitosa voz de lánguida voz de aguda fogatina Por la descansada arbolada que nunca creció en tu costado cercano. Casi tu vida fue una bipolar rectilínea de errores, Ahora soy empresario de hacer tu vida cercana, Acierto que soplan vientos mayores... Y al alcance de tu vida en mi económica vida, Si piensas con tu manos sujetas sobre tu rostro Sabrás que por poco vivir unido a ti, Desdigo mi libertaria excarcelación de dominar tu huida Postre bestial de infernalía. La mayor bestialidad infernal como postrera presa zaina, De las mayores fuerzas de tu entidad de carroña presa mitófaga, de raza fabulosa Del minusválido versículo confinado del mayor tratado, Confinado de ti que es mas lejos de ti ninfuoceánica maldita, Repruebas conductas que bullen en ti por existir en el relieve de tu modo abismante, Mas que tu empalagoso cuerpo que descansa sobre ti..., reposa meditante ¡¡ No te canses, no pretendas ser el ruin sonido de tu voz presa sordina, sólo traes bestias que perturban tus días de verdadera londrina. Supe que tu manabas asufrozos colores y olores de la mas pestilente entidad, Que atina y entona tu trina, como un mugido del alma que nace de tu alma atrina, No dejes que bajeza anímica se mimetice con bajeza anémica, Arriad los hostiles mástiles que tus anti – ángeles han de montar, sobre cancerberos dorados... Por la serpentuosa mácula mitomanía y tu alcoholizante esquizofrenia en infinidad, infinita... Vahos de moles de alcohol en vasijas por los mariposales pulmonares, Han de vagar por la rienda que recoge y entrama tu flaqueza muerte súbita, Así como también resurrección súbita de mi cuerpo súbito. Así como reprende la borrasca, reprende tu entidad derecha de leproso nervio dotado Es por donde he de proseguir del lado que tu abrazo abraza mas de mi, Mas que de tu propia tibieza, más que de tu propia braveza, carruaje desenfrenado.


Suelo repetir millones de veces, Las veces que no escuché atento a tus pausas perpendiculares, que tartamudea la prisa De tu esquizo alcoholismo frecuente, de no distinguir por distinguir, sólo Rebanar actitudes de lesas veces de lenta agilidad de un pensamiento enamorado, Pensamiento que seduce y reduce, que siniestra y que desanima, Que rasmilla la vara fina que limita al que quiere ser y no domina. Mapear por los escondrijos materiales desusados, Folleteria azumagada de maltraído códice que te guía y desguía Por la arboledas que cierran las vistas, como telescópicas vistas que son perdidas.

Ya sé, Ninfuoceánica mi mayor muerte tal vez no renazca el tercer día, Pero si se hace perdida para no perderla cuando termine el día. De sabia prosapia y de servidumbre que vaya a regir los frentes que palidecen Tus escondidas y móviles vidas de huerto olivo encendido, De gracioso hipermeditar sin sentir ningún pasado esquizo por gen conocido, Ni por pasado experimentar leído en tu prodigioso mapa del olvido. Satardia; prendió una cerilla justo cuando la noche caía, Mar y cielo comprimían los colores pesares que ardían sus cerillas... Ardió su santísima misma figura como el poco par de dones Que restaban por ostentar tan alto rango de ninfocenaica, Sólo su obscuro lado de pétrica piedra molina... Algún día renacerá para confundir a sus confundidos discípulos señores, Y sus abandonadas frases que no domina. Febril ardor, Febril sopor Se extingue toda ilusión viva... Vaya a su cobarde estampida De cancerberos sobre búfalos entre caprinos chivos sanguinarios... Copyright José Luis Agosto 2006


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