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UNA LLAMA Por José Montero
Las palabras que brotan del teléfono, no son ni las mías ni las tuyas, son de ese desconocido que nos hace sentir que somos especiales únicas; deseadas por cualquier hombre que camina por la calle y se fija en nuestras piernas largas, en nuestro torneado trasero. Por eso, lo espero así vestida como una golfa cualquiera, empapada, sabiendo que cuando entre por la puerta me hará suya, seré suya. Y todo lo demás no importará; porque ya será parte del pasado. De ese pasado que retumbará en sus palabras. Esas mismas que me llamará puta porque sabe que me excita, y que yo le llamaré… porque sabe que lo pone.
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UN DÍA MÁS Por José Montero
Cuando nos levantamos de la cama pensamos: hoy será un buen día. Nos aseamos, pensamos que todo va bien y entonces algo sucede. Nos damos cuenta que el despertador sonó una hora antes, que la cafetera está rota, que el cordón del zapato derecho desapareció por arte de magia. Que todo lo malo que le puede pasar a un hombre o a una mujer te está pasando a ti sin tú desearlo. En ese momento maldices por lo bajo, porque es de muy mala educación decir lo que realmente piensas y por eso no lo haces. Te callas, mordisqueas unas tostadas frías como si fuese un tiburón blanco. Bajas las escaleras intentando, y digo intentando porque es casi imposible sortear los orines de los perros, las colillas de los fumadores y la suciedad que la señora de la limpieza nunca limpiará porque hace tres meses la despedisteis. Subirás a tu coche y no arrancará, lo volverás a intentar y después de unos cinco intentos y salva de insultos que esta vez sí has pronunciado en voz alta te podrás en marcha. Llegarás al trabajo, con el sudor dibujado en la camisa, así que mejor no te la quitarás, no quieres parecer irrespetuoso con nadie. Tu jefe, un cretino que te odia porque eres más guapo que él y en las fiestas de la oficina todas las secretarias revolotean ante ti te ordenará que te sientes, porque los jefes no tienen y pretende tener educación. Te cuenta algo que no quieres escuchar porque aún recuerdas el tener que bajar por el ascensor, el cordón del zapato, la tostada fría, el café aguado, los recordatorios a tu madre, etc. Le dices a todo que sí como si tu gen nipón fuese a marchar forzadas, para darte cuenta que en realidad te está despidiendo, te levantas, vacías tu mesa y te casas, esta 3
vez sí, está permitido: ¡en su puta madre!, porque la señora en cuestión será una santa, pero su hijo es un hijo de perra. Sale de la oficina, con ganas de tar a alguien o en su defecto matarte con un mondadientes, a falta de espada samurái para hacerte un sepuku. Tu gen nipón sigue haciendo de las suyas. En la calle lo primero que haces es liarte un cigarro y fumarlo con nerviosismo. La nicotina te calmará, los cojones te dices, pero ya da lo mismo porque tus pulmones están llenos de nicotina y la colilla en el suelo. Ya más calmado deseas llamar a tu mujer y decirte el regalito de Navidad anticipado, pero piensas que mejor será en persona, así ella aprovechará para decirte lo inútil y fracasado que eres, lo torpe... Lo reproches que llevas oyendo desde la noche de bodas. Te lías otro y vas a un contenedor, el más cercano y tiras la maldita caja con el longo sonriente de la compañía: que se jodan, piensas mientras unos pordioseros se pelean por tu grapadora. La vida piensas es una mierda, pero luego te dije, cómo que es una mierda. No La cosas cambiaran, hace un día estupendo, la ciudad apesta, pero yo me siento bien, me he librado del pesado de mi jefe, de un trabajo que odiaba y de algo mucho mejor, de tanta mierda como llevaba a las espaldas. Ahora me es la mía. Me comeré el día y pensaré en positivo, y a mi mujer si no le gusta que me hayan despedido, pues que se joda. Este es mi momento. Me planto en medio de la calle y grito todo lo que me dan los pulmones: ¡JÓDETE MUNDO PORQUE HOY SOY FELIZ!
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RÁPIDO Por Sharon Stone
Rápido... y sin dudar... ¿no hemos perdido ya bastante el tiempo? Vienes listo, te espero impaciente... un hotel apenas para resguardar nuestro deseo de todo entre nosotros... Saliva en dosis masivas sexo fuerte y sin riesgos, tus manos me marcan tus dientes devoran mi cuerpo piedad, piedad no brindas mis pezones intentan escapar te detienes eternidades en mis nalgas. Me muerdes la boca me intoxica tu lengua creo que ya vienes. Ya no puedo más... Pero tardas... lo haces mirándome a los ojos a través del espejo me torturas... Estoy rendida pero no das tregua... Tus besos me dan vida, oxígeno directo a mis pulmones, tu semen llega como lava me quema... pero no es suficiente nunca lo es para ti... No sales, sigues... ¿cambias posición más intensidad? no puedo rendirme sólo lograría embravecerte... sólo ganaría que marcaras más mi piel... Cuanto todo acaba no es que este dormida es que has llegado a mi límite de fuerzas, de sorpresa, has arrastrado mi alma al cielo y el cansancio me arrastra de regreso, a esa cama donde mi voluntad pulverizas.... 5
EL LOBO Por José Montero Y te cogería lentamente, te saborearía como una perita en dulce. Te lamería con voluptuosidad, como si nada más en el mundo tuviese importancia y tu cuerpo sonrosado me diese todo lo que este loco sentimiento que nacen de mi pecho y golpea en tus senos te penetraría con mi polla inhiesta, dura como un edificio, tu chochito me pide a gritos que lo penetre, que lo lacere con mi descomunal polla pero no, no lo hago, y no lo hago porque sabes que yo quiero tener el poder sobre tu cuerpo. Me tumbo sobre ti y te recorro lentamente, como lo haría un gatito lamiendo su tazón de leche. Eso eres para mí, leche. Y con mi lengua rasposa la voy bebiendo. Te bebo a lametones largos y contundentes. Veo el deseo en tus ojos, te la acerco, acerco mi polla palpitante a tu cara, la rechazas, pero sé que es parte de tu juego, un juego perverso entre los dos. Eres mala conmigo para que yo luego sea malo contigo. Pero yo sé que lo voy a ser, eres es mi trabajo. El trabajo del hombre es ser malo con la mujer en la cama, tratarla como a una puta, una cualquiera. Una ramera que se ha encontrado en la calle. Y así te trato, porque sé que a ti te gusta. Te tapo la nariz y abres la boca por necesidad, tus pulmones necesitan aire. Y aprovecho para metértela toda. La rechazar, pero yo no dejo que la saques, debes tragar toda mi carne. El juego se convierte en pasión, y la pasión en frenesí y lujuria. Veo el deseo en tus ojos, en tus pupilas, en tus pezones duros como escarpias, en tu entrepierna húmeda. Ya me he cansado de tanto juego, de ser un tío blando contigo. Te levanto de la cama y te obligo a montarme. Te sientas sobre mi polla y tu coño se estremece. No quieres moverte, pero cuando tiro de ti agarrándote los pezones te vuelves loca. Y vienes hacía mí como un buque a punto de colisión. Te frenas unos centímetros y me comes la boca. Sin miramientos, me muerdes, me haces sangrar, pero me gusta. Me gusta que mi mujer me trate mal, que me posea con brutalidad. Después metes tu lengua hasta mi garganta. Y siento como juega con la mía. Empiezas a cabalgarme, primero despacio, apretando tu sexo húmedo contra mi polla, luego lo relajas y te dejas llevar, quieres que grite de placer, que diga tu nombre, pero no lo haré. El lobo jamás dice su nombre, el lobo sólo copula hasta sentir que sus testículos van a explotar en tu interior una vez vacío, se levanta. Y busca el 6
calor de tu boca para que se la pongas dura otra vez, porque el lobo es insaciable. Te levanto un poco, te agarro las nalgas y empiezo a moverme con velocidad, sólo la cabeza, sin parar, para que la fricción con tu clítoris sea sa, devastadora. Sigo moviéndome esta vez profundizando y haciendo que mi polla llegue hasta lo más profundo de tu sexo. Gritas y me pides que pare, ro yo no hago caso. Cuando el lobo folla sólo piensa en una cosa, dar placer. Y en eso nadie es mejor que yo. Aumento la frecuencia de mis embestidas, te lleno con mi carne completamente. No puedo más y con un aullido desesperado me corro. Llenándote de leche tu chochito delicioso.
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ALCANZARTE Por Sharon Stone
Yo estaba intentando alcanzarte, ya había visto lo que de ti me gustaba... prometiste nada e intentaste poco... ese día todo mi cuerpo pronunció tu nombre... te perseguí en mi auto... piloto... como corriste, me excite de estar tras de ti, pensé que querías escapar pero bajabas velocidad para que no te perdiera, realmente me estabas guiando a un lugar solitario, llegamos... bajaste del auto... apenas pude frenar... ya estaba tu lengua en mi garganta, un minuto después estaba mi ropa desgarrada, mis pezones mordidos, mis senos marcados por tus manos... mis nalgas desnudas... me tiraste sobre ese campo anónimo... tus manos me devastaron salvajemente, tu sexo se introdujo por sí mismo en mí y fue alcanzar la gloria y el infierno al mismo tiempo, el dolor me aturdía pero tus labios me levantaban... posiciones extrañas, intenciones perversas... sexo duro que nunca conocí, viste dolor, sorpresa y éxtasis en mi rostro, no tuviste piedad ni yo la esperaba... sangré... sangré... también tú... mis uñas clamaron venganza... después de todo a un lobo como tú jamás podría tenerlo, menos enamorarme... que quedaba entonces? morir ahí mismo, con todo... ya era olvido para ti... decidí entonces grabar mi nombre en tu alma... si alguna vez habrías de llorar por un cuerpo de mujer sería por el mío... me permití audacias insólitas... también logré sorprenderte... te bebí... y no fue suficiente una vez... seco... inútil y sorprendido, estúpido lobo... terminé... subí completamente desnuda a mi carro y te dejé... antes que tu olvido me alcanzara... paré más adelante y me vestí un poco, encendí un cigarro... tomé el control... vi que me seguías... tu cara había cambiado... lástima... por ti... cuando quise ser mujer me negaste tu hombría... fue hembra para tu aullido y ahora me persigues desde entonces...
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HAMBRE Por María José Única-mente Hambre de ti, de que sacies cada deseo soñado por mi pensamiento impuro Sed de ti, de que derrames los fluidos de tu cuerpo en mis labios entreabiertos.
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SEXY FAT (bon apetite) Por Hoz Goliardo Leudnadez ¿Tienes hambre?... pues va, abre tu telera. ¡Ay! bomboncito acaramelado de encimas rehilete de carne espesa en pétalos grasos. Son tus besos benditos, caldo de consomé y especias que sazonan la dulzura de tus abrazos… en sus brazas. ¡Ay! a fueguito lento los caireles del rameen ácido de tu cabello donde juego y miro como se vuelven acitrones tus mejillas con este pimiento mío tan inquieto. Moca de licor; el sudor que se guisa en tu trigo fresco ensanchando el calorcito este que se me es-curri en toqueteos el maltó fileto. Es que traigo el taco bien dorado esperando las anchas de verter el guisado en tu quesadilla a medio escurrir. Empanado, créeme, es el atún sin harina que se sale no mi humor embarrado que en los tazones avena parece servir. Es rico biscocho mi delirio la mermelada de tus entrañas la radical plenitud que de tu ensalada de papaya placer impera. Rudo postre prohibido tu pan rosca con prudente miel en las mañanas y el buffet en mi cama, de parafilias que buscaré dentro de tu horno en cada cena.
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ATADOS Por Sharon Stone Un hombre no es perseguido, ni siquiera atiende a un llamado… un hombre mira lo que le gusta y va a su encuentro… un hombre jamás tiene a una mujer esperando, menos aún si tiene manos…, pero no estaba esperando, atendí amantes mientras tú te decidías, acaso crees que pienso estás sentado de madrugada escribiendo? Pocos somos autores, tú estás intentando que mis palabras no te alcancen, resistiendo a creer que mi piel es clara y suave, tu quieres olvidar desde que viste mi foto que el cabello y ojos son castaños y el alma de poeta… quieres olvidarme antes de tenerme y te ha sido concedido tu deseo, no tienes tiempo ni intención clara… no tengo más palabras para un ciego ni voz para un sordo… Lo siento por mis senos suaves, mis nalgas firmes, mis piernas fuertes, lo siento por mis manos que acarician lento, mis besos intensos, mis ojos claros… Lo siento por mí y todo este deseo que parecía pronunciar tu nombre, te presentí bien pero fallé en el momento… lo siento por ti, porque olvidé decirte que si quieres soy práctica, olvido tu nombre y apellido, olvido el día que llegaste a devastarme (nunca fue)… Lo fecha de esa hazaña… olvido todo menos anotar la Lo sigo sintiendo, por todos estos fluidos, saliva, savia, sudor… ¿qué haré con ellos?
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VAS A VOLVER Por Alma Patricia Molina
Vas a volver, porque una noche corta... no es suficiente para tus apetitos satisfacer, la ventana abierta, mi cuerpo desnudo, olvida el vino, olvida la mĂşsica, manda tus manos antes, una flores secas y libros... ven por el cambio... mis muslos estĂĄn justo ahora pronunciado el nombre de ese lugar donde naciste hombre...
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AMBICIONAS MI OLOR Por Sharon Stone Ambicionas mi olor, ese que quieres traer en todo tu cuerpo, pero más mi savia, con la tuya... no te daré un centímetro de piel sin antes haber conocido el límite de tus besos, todo mi cuerpo parece hecho para tus manos, mis senos tiemblan de pensar en tus dedos, en tus dientes, tu lengua, mis piernas pierden fuerza, no me sostienen cuando escucho tu voz... y así mis rodillas debilitadas también pierden su resistencia a permanecer juntas, parece un boicot contra mí misma... te escucho en la línea delgada que nos une a veces, te leo y me estremezco de deseo... te alcanzo... no todavía no, debemos crecer juntos en palabras, en intenciones... pero sabemos que esta sincronía no es casualidad... no es destino, es deseo, un deseo que nada detiene ni prolonga, un deseo que es hijo de la piel, en piel. Tengo la de Afrodita y los venenos de Venus... Ven como unicornio o centauro, ven... No soy de las que esperan... no espero.
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La princesa Elodia y el Arlequín Por Sary Addison Blake Un Arlequín, dueño de un circo, un día conoció a una hermosa diosa, princesa de los más poderosos dioses llamada Elodia, y al cruzarse sus miradas se enamoraron perdidamente el uno del otro; o eso pensó el Arlequín Elodia no le hacía caso porque creía que él era muy diferente a ella, pensaba que era un tonto arlequín. Un día el arlequín dio su show al público como todas las veces que lo hacía, pero al momento de comenzar a tocar su violín cerró los ojos, los volvió a abrir y vio que aquel escenario estaba vacío, se asusto un poco y se puso muy triste entonces cerro sus ojos de nuevo y los volvió a abrir. Se dio cuenta que lo que había visto era un reflejo de su corazón que a pesar de las risas y diversión que hacía sentir al público, que atrás de ese disfraz y maquillaje había una persona triste con un corazón roto y vacio. Realmente el arlequín se sentía muy solo necesitaba amor en su corazón algo que realmente lo llenara de vida y felicidad. Después de que el arlequín vio ese reflejo, cuando abrió los ojos de nuevo vio que realmente había gente en ese escenario escuchándolo. El cerro sus ojos de nuevo para que su corazón lo guiara al tocar su violín tocaba con tanta emoción, y un sentimiento hermoso, el no se percato que atrás de las cortinas se encontraba la princesa Elodia escuchándolo, La princesa Elodia lo miraba tocar y tuvo un sentimiento en su corazón, lo miraba y apreciaba el sonido de aquella melodía, Elodia cambio todo lo malo que pensaba, incluso se enamoro de él, ella logro ver el brillo y el resplandor de su corazón, pudo observar que el tenia muchos sentimientos ocultos, pero estaban muy en el fondo de su corazón. Los dos se amaban demasiado aunque no se habían demostrado nada, ni hablado lo que realmente sentían sus corazones. Elodia quería acercarse a él y puso de pretexto ir a preguntarle su edad y si tenía novia, el sospecho un poco así que todos los días él le preguntaba a Elodia porque le había hecho esas preguntas, ella se reía y le decía que no pasaba nada que le había preguntado por simple curiosidad, pero el sabia que ella mentía; así que él le dijo que al final de la función del circo quería hablar con ella, Elodia acepto. Al final por la noche los dos estaban juntos él le pregunto a ella que cuantos años tenía, Elodia contesto sonrojada y dijo: Tengo 25 años, pero, soy la princesa heredera al trono de la reina esperanza mi madre. El tenia 30 años y era el arlequín más famoso en los shows más impresionantes que se hayan visto, Cuando él se entero que ella era una princesa; se enamoro mas de ella, jamás había conocido a alguien como ella, cuando él se enamoro de ella fue un amor a primera visto, pero lo que hizo que su corazón sintiera ese amor fue su voz, la voz de ella entro en los oídos y llego al corazón de este arlequín. 14
Después de que el pregunto su edad, claro que ya sabía su nombre, El arlequín le pregunto a Elodia, porque aquel día le había hecho semejantes preguntas tan personales, Elodia le dijo que le pregunto por simple curiosidad y que le parecía un arlequín muy lindo, y que tenía una personalidad hermosa, única y que le gustaba, ella se sonrojo un poco, el se sorprendió, después ella le dijo que porque era mucha la urgencia de saber eso, el arlequín le contesto que ella no era una chica cualquiera y le confesó que le gustaba, y que lo que enamoro a su corazón fue su voz y su forma de ser con los demás. Ella también se impacto y se sonrojo un poco, después le dijo que porque tenía tanto interés por ella; el estaba muy nervioso no podía decirle lo que sentía, hasta que ella le dijo que no tenia porque ponerse nervioso. El se lanzo hacia ella y le robo un beso profundo, ella se impacto pero correspondió ese beso; fue un beso profundo hasta que los dos se separaron, ella comenzó a reírse y le dijo: -¡Órale! En un tono muy sorprendida, apenada y nerviosa. Él le comentó: -Con este beso te digo todo lo que siento por ti, el amor no solo se expresa con palabras también con acciones que marcan el corazón. Elodia pego un suspiro y sonrió, después ella le dijo: -Perdóname pero me tengo que ir mi madre la diosa esperanza me espera y si llego tarde investigara donde estaba y con quien. El arlequín le contesta: -Si claro, no te preocupes se despidieron con un beso de mejilla y quedaron de verse al día siguiente. Al momento de que se separaron Elodia se quedo impactada, sorprendida y emocionada no podía sacar de su mente aquel beso, ella pensaba de camino al palacio y se enamoraba de él cada vez más. Al día siguiente el descanso, ese día no iba a hacer ningún show, decidió mejor verla y estar con ella; llegaron a verse afuera del circo, había unos columpios y un pasto hermoso. Platicaron del momento inolvidable de ayer en la noche, comenzaron a conocerse en el transcurso de los días; un día el arlequín le dijo algo importante a ella. -Hola hermosa princesa Elodia quiero pedirte que seas mi novia y mi linda princesa aceptas, ella se sorprendió y se quedo pensando le sonrió y gustosamente le dijo un sí. El estaba encantado con la respuesta de ella, los dos estaban muy enamorados fueron novios por 2 semanas, porque la reina esperanza madre de la princesa Elodia se dio cuenta que su pequeña princesa tenía un enamoramiento con alguien que no era del reino, la reina esperanza se enojo mucho le reclamo a su hija porque tenía un novio que no era de la realeza, la princesa le dijo que en el amor no importan las diferencias, ni el dinero que se pierde o se puede tener, o incluso de la clase que seas.
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La reina esperanza se enojaba mucho y cada cosa que su hija decía la contradecía y decía que no!, le prohibió a Elodia volver a ver al arlequín, Elodia se puso muy triste se fue a su recamara corriendo, se acostó y lloro por casi toda la noche, pasaron nas el arlequín se po mucho por la princesa Elodia. El davía tenía ranzas de volverla a ver por eso no trato de buscarla; Un día Elodia le mintió a su madre para poder ir a ver al arlequín y poderle explicar todo, tuvo que cirle que iba a ir a visitar a una de sus amigas, la reina le creyó. Elodia corrió y corrió hasta llegar al circo, mientras corría la brisa acariciaba su piel joven y resplandeciente, su cabello brillaba con el sol, ella lloraba y sonreía porque quería llegar a donde estaba su verdadero amor; su corazón latía tan rápido y a la vez muy lento. Logro llegar entro por la parte trasera, el arlequín estaba en un show, el estaba haciendo uno de sus trucos, de repente, volteo la mirada y la vio… los dos se quedaron petrificados solo se veían a los ojos… Elodia lloraba, el sonreía ella corrió al escenario y de inmediato corrió a sus brazos sin importar que digiera la gente, ella llevaba mucho vuelo al correr, así que él la cargo, ella levanto los brazos hacia el cielo la gente aplaudió, los dos se miraron y pensaron que la gente creyó que era parte del espectáculo, comenzaron a reír, él la bajo al piso se tomaron de las manos se miraron una vez mas por 5 segundos, no pudieron contenerse y se besaron… ella lloraba al momento de besarlo él sentía que en esas mejillas había lagrimas, el puso sus manos en sus mejillas, quitando esas lagrimas que caían con tanta alegría y amor. La besaba con más intensidad ella solo lo abrazaba y lo agarraba del cuello, se despegaron el público se levanto y aplaudía vieron una escena muy impresionante. El arlequín saco un truco de la manga haciendo que del cielo cayeran miles de pétalos rosas y rojos, la gente se impresionaba más y aplaudía. Elodia y el arlequín se inclinaron ante el público y se cerraron las persianas. Los dos se miraron el arlequín la abrazaba, la miraba con tanta ternura acariciaba su cabello, olía su aroma, la miraba, ella sonreía con lagrimas en los ojos el quitaba esas lagrimas y al hacerlo tocaba su piel, sus ojos, su nariz, sus labios, sentía la textura de cómo era ella, Elodia cada vez mas lloraba y él se acercaba en su oído y con su susurro le decía: No llores princesa ya estoy aquí Te amo. Elodia sonrió al momento de que él le dijo eso tan hermoso, Elodia hablo con él y le explico todo lo que había pasado. El se ponía muy triste porque no podía creer que su madre le quitara la felicidad y el amor a su propia hija, los dos se abrazaron se miraban fijamente, se quedaban mirando por tanto tiempo, que a la vez parecía tan corto después se besaban con esos besos profun16
dos, cálidos y calientitos. De pronto los dos se fueron al establo del circo donde se encontraban los caballos, el elefante, el tigre, el camello, y todos los animales… Subieron las escaleras a un cuarto pequeño. Era de noche se podía ver la luna desde ese cuarto, la reina esperanza sabia que Elodia se quedaría a dormir con su amiga, así que a Elodia no le preocupaba nada. Al momento de que Elodia entro a aquella habitación suspiro y se sorprendió demasiado… Era una habitación muy hermosa la cama llena de pétalos rojos, la cama rodeada de velos blancos y el piso lleno de pétalos, casi podías bañarte de pétalos rojos. Elodia se acostó en la cama y se ponía a ver hacia el techo, el se acostó con ella y se abrazaron, luego se miraron fijamente a los ojos podían ver que se reflejaban uno del otro en sus ojos, se besaron el toco su cintura y se dio el acto más maravilloso de amor. El tocaba cada parte de ella como si fuera un templo algo tan valioso, algo que sus manos tocaban y se desvanecían en cenizas. El desnudaba el alma de Elodia por cada beso que le daba y su cuerpo se derramaba como lluvia sobre él. Era una unión única sentían la fusión de sus cuerpos y podían sentir como su piel se mezclaba, cada latido, cada suspiro pertenecía a la luna que era presente de ese acto tan maravilloso. Al día siguiente Elodia se despertó por un rayo de sol que se reflejaba en su cara, amaneció en su pecho de él, al momento de abrir los ojos pensó por un momento y después sonrió, se levanto y en ese momento el se despertó y le pregunto: Como estas?, Estas bien?, ella le dijo: si pero ya es demasiado tarde tengo que irme si no mi madre me empezara a buscar, él le contesto: Está bien no te preocupes, solo quiero decirte que fue la noche más hermosa que haya vivido en mi vida, y que por nada del mundo dejare de amarte!. Elodia sonrió y le contesto: para mí también fue el acto más hermoso de toda mi vida y jamás dejare de amarte, ambos nos dimos el regalo más hermoso del mundo entregar nuestro corazón, alma, cuerpo y el amor eterno. El arlequín se puso muy feliz al escuchar esas palabras de su boca de ella y le pregunto: te volveré a ver de nuevo, ella le dijo: claro, mientras que mi madre no se entere de que estoy contigo, siempre vendré a verte con el pretexto de que voy a ver a mi amiga otra diosa del templo. Después ella se fue partió al reino a visitar a su madre, la saludo y ella muy feliz le dijo: ya pudiste olvidar a ese muchacho verdad, Elodia se quedo callada, la reina esperanza le dijo: creo que te está haciendo bien ir con Annie la 17
diosa del templo, de ahora en adelante quiero que diario vayas con ella. Me darán cualquier informe si tienes algún novio que no sea de tu clase, le diré al caballero que lleve tu equipaje y hasta que se te quite esa tonta fantasía y enamoramiento por ese muchacho, regresaras conmigo y te presentare a tu futuro príncipe, Elodia se sorprendió y se puso muy triste, pero pues al mismo tiempo estaba feliz porque sabía que se daría sus escapadas para ir a ver al arlequín. Al día siguiente fue a verlo estaban en un parque, platicaban y se escuchaban uno al otro ella se columpiaba y el la miraba de forma que sentía más amor por ella, de repente vio un detalle muy hermoso en ella; nunca se había percatado de eso, aunque la miraba siempre de su rostro, le dijo que dejara de columpiarse y él le dijo: Tienes algo tan hermoso en tu mejilla izquierda tienes dibujada una mariposa de color rosa. Ella se sorprendió y comenzó a reír y él le dijo: porque te ríes y ella le contesto: es que todos los días me veo al espejo y no me había dado cuenta. El también comenzó a reír, después a ella se le ocurrió una idea quiero ser la hermosa arlequina de este arlequín, el no entendía y ella le explico que quería estar con él mientras presentaba sus shows todos los días. El sonrió y acepto, así que todos los días él la ayudaba a vestirse le maquillaba la mariposita para que resaltara más. Ella jamás regreso con la diosa del templo Annie, se quedo con el arlequín, al cabo que no sabían dónde se encontraba el circo Annie quería la felicidad de Elodia así que jamás dijo nada, el nombre verdadero de estos dos enamorados el del arlequín era Aragorn y el de Elodia era Arwen, claro que la reina esperanza le decía a su hija como la princesa que era Elodia y el arlequín siempre fue arlequín!. La reina esperanza sufrió mucho al ver que su hija huyo, pero después de muchos años entendió que su felicidad es con la persona que realmente amaba, ella esperaba que su hija regresara para pedirle perdón y por hacerla sufrir, solo logro verla pocas veces y eso porque Elodia fue a verla cuando ya esperaba a sus dos gemelitas. La reina se puso muy feliz le pidió perdón a su hija y Elodia no tuvo que perdonarle nada a su madre, porque al fin de cuentas todos cometemos errores. Elodia y el arlequín no se diga mas, se amaron, se respetaron, se apoyaron, vivieron siempre en el presente y planearon su futuro, encontraron el amor verdadero, real, puro y eterno, se casaron y el arlequín se convirtió en el príncipe del amor, ya que Elodia era la princesa del amor. En esta historia aprendemos el verdadero valor del amor, no importan las diferencias jamás van a importar cuando realmente amas a alguien, No importan los obstáculos ni lo duro que pueda ser cuando luchas por alguien simplemente entregas la vida y todo por esa persona, incluso luchas contra tu propia familia pero es para tu felicidad y para tu futuro. En el amor hay esperanza, Fe, confianza, fidelidad, entrega, alegría, pasión y por supuesto amor!!, a veces hay tristeza pero en toda relación amorosa hay problemas, el amor es eterno cuando realmente se desea que sea así, el amor existe cuando amas y te enamoras de los defectos, errores, virtudes, cualidades, espíritu, alma, corazón de una persona, hay que amar sin depender….., 18
cuando realmente amas siempre prefieres el bienestar de tu pareja, cuando realmente amas te olvidas de ti para pensar en la persona que amas, Todo mundo tiene un pasado, pero cuando una persona que realmente ama jam谩s le va a importar tu pasado, porque de que sirve el pasado cuando vas a vivir un presente para construir un futuro. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia el amor no es jactancioso, no se envanece no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser amor. Esta es una reflexi贸n del amor: Nunca abandones a quien quieres AMAR, si todo parece terminado nunca dejes de luchar.
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LOS SOLDADOS DE LA MUERTE Por José Montero Entramos en aquel barucho de mala muerte al compás de un tango. 3 por 4. Que vamos marcandosegún pisamos las chinches, cucarachas y demás fauna que pulula con total libertad el garito de mal nombre y peor reputación Espata. Recitamos a dúo el nombre del bar mientras lío un par de pitillos a juegos, uno para mi compañera y otra para mí. No daré nombres reales, porque decirlo sería tanto como llevarnos directamente al cadalso, y nosotros somos profesionales. Nos dedicamos a la camorra, a dar bailes de salón de a tres con botas de punta de metal y brazaletes de pinchos. El resultado siempre es el mismo, un pobre desgraciado llorando, roto por el dolor y la pena, y con una frase mítica en sus labios: ¡No siento las piernas! Así hacemos nuestros trabajos, somos duros y limpios. A mi compañera se la conoce en el mundillo del hampa como la niña del osito. Un osito que tiene más remiendos que Popeye el Marino y más agujeros que la mismísima Moby Dick. Mi compañera es peligrosa, peligrosa de cojones, y no porque yo lo diga, es peligrosa porque la gente chunga del negocio cuando habla de ella la denominan así, la Peligrosa. Porque es un jodido arcángel nacida y gestada en el mismo Averno, que es tanto como decir que recibió una educación católica en las Carmelitas Descalzas. Nombre que se tuvo que imponer antes de expulsarla. Antes eran las Carmelitas Calzadas. Pero mi compañera, donde pone el culito del osito, sólo puede haber una cosa: miedo y desesperación. Yo, no merezco presentación, me llaman "El Silencioso", porque después de mí, no queda ni Dios. Me encanta hacer dos cosas: tomarme unas birras con los colegas y más si son de gañote, y romper huesos a hostia limpia; cosa que se me da fetén. Dentro de mi arsenal, todo sicario que se precie tiene uno predilecto, aunque a 20
veces hago sutiles variaciones sutiles o improvisaciones como los buenos faquires que lo mismo se comen una bombilla de esas que regalaban el gobierno, o bien se hurgan con un clavo del 20 las napias. Sin embargo, mi instrumento estelar es un mazo para partir piedras que siempre llevo perfectamente camuflado en mi gabardina de cuero a los Crow; la del fallecido Brandon Lee. Y que manejo con la precisión de un cirujano y la brutalidad de Conan el Barbaro en cualquiera de sus secuelas. Cuando entro en acción, hasta las cucarachas salen por patas; ya que saben que lo único que reparte el menda lerenda es matarile del bueno; porque las caricias las dejo para la niña del osito con su buen 38 en las tripas. Lleno de balas y de mala hostia. Por eso, cuando entramos en un garito sólo pedimos dos cosas y esas son impepinables: la primera, que la cerveza sepa a cerveza, y no a esa mierda de importación. A nosotros nos va lo patrio, y lo segundo, que es más sagrado que los clavos de Cristo en la cruz. La única banda sonora que queremos escuchar toda la santa noche es a Extremoduro rompiendo las membranas de los bafles. Porque si no tenemos esas dos cosas se arma la de Dios es Cristo; y eso que yo no soy mucho de ir a la iglesia, pero reparto hostia mejor que el cura de mi parroquia.
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ASÍ BUSCO TU ANO Por Gustavo Alfonso Pérez
¿Dónde se ha quedado mi obscenidad?, ¿olvidada enterrada? Entre penumbras, sin pensamiento, como un sueño volátil así de efímero. Así de enfermo, buscando tu ano así de enfermo´´ buscando tu clítoris así de enfermo, así, enfermo.
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VIDAS AL LÍMITE Por José Montero
Te poseo en mis sueños, te follo en mi realidad. Dejo que me cabalgues, te dejas cabalgar. Nuestros gemidos se funden en uno solo, hermanándose con el silencio de nuestro placer ancestral. Dejamos que nuestras voces pregonen nuestro amor carnal, dejamos que nuestros cuerpos exuden la culpa de nuestros pecados, nos abandonamos a la lujuria, a la ensoñación y al pecado capital; porque nuestros cuerpos tienen hambre. Hambre de sexo, hambre de lujuria, hambre de nosotros. Y los dejamos alimentarse el uno del otro, hasta que mi incienso colma como a una copa y yo me siento vacío, pero feliz. Tú me pides más y yo como el reo que soy de tu cuerpo, continuo sacudiéndome como si diese mis últimas bocanadas de aire antes de morir entre tus piernas.
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DESNUDOS Por Gustavo Alfonso Pérez
Tu desnudes cual valle despoblado virgen como tu vagina rasurada ¡clávame tus uñas en la espalda! Déjame tu recuerdo en el alma mientras muerdo la piel de tus nalgas ¡Olvídame Alicia!, mientras nos flagelamos. ¡Olvídame Alicia!, mientras nos masturbamos.
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