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Mitos
De las Islas Encantadas
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Producción Literaria El piquero y sus patas azules
YENEEDITH AMALIA CUENCA MOROCHO
7mo EGB / G1
Hace muchos años, en una isla llamada San Cristóbal, se originaron todos los animales, entre ellos un ave no muy sociable, de un tamaño ligeramente mayor al de un colibrí pero menor que el de una cigüeña, con un largo pico, gorditas patitas, con un blanco plumaje en el pecho y la mayoría del cuerpo, a excepción de su alas que lucían un exótico plumaje negro. Era un animal solitario, una característica poco común y muy atractiva para las aves hembras; por eso, cada vez que las aves hembras iban a la isla San Cristóbal visitaban al piquero, con intención de llevarlo a sus hogares, intenciones que asustaban al piquero de sobremanera, no estaba cómodo con la idea de alejarse de su hábitat. Un día, las aves se acercaron al piquero y empezaron a conversar con él como de costumbre; todo iba muy bien, al piquero se lo veía demasiado feliz, todos los días les daba las gracias por ser sus amigas mientras que era ignorado por el resto de animales. Lastimosamente, las aves solo se le acercaban al piquero para recibir atención, provocar celos en los machos de la zona y así ser un poco más populares. Esta rutina se mantuvo varios meses, hasta que un día llegó un cóndor. Nada más vieron llegar al cóndor, todas las aves se fueron hacia él. El piquero se sintió devastado, pero su rabia fue momentánea, él se aferraba al recuerdo de la semana llena de risas que había vivido con las aves. Un día el cóndor fingió irse, mientras se decía a sí mismo: “Tengo que decirle la verdad al piquero” Tal como lo pensó, el cóndor se dirigió al paradero del piquero y le contó que las aves hembras lo estaban utilizando. De inmediato el piquero explotó enfurecido arremetiendo contra el cóndor con un devastador golpe. Dios vió el comportamiento del piquero y lo castigó dejando sus patas de un color azul vistoso. El piquero imploró le remuevan ese color de sus patas, a lo que Dios respondió: “Hay quienes entran a tu vida para mancharla y otras quienes entran para aclararla; el enojo que sientes hacia los que te hirieron no te da derecho a arrebatar contra inocentes, y aún menos contra los que te ayudan” Al final, el piquero quedó con sus llamativas patas color azul, arrepentido por lo sucedido con el cóndor, hasta que este último perdonó al patas azules y terminaron siendo grandes amigos. La maldad de las otras aves permaneció pero el piquero y el cóndor lograron mantenerse alejados de ellas y el resto como dicen, es historia.
Producción Literaria El ori las gen Isla d s e las Galáp tortu agos gas de
PAÚL SEBASTIÁN BARRETO GUARNIZO
7mo EGB / G1
Algunos relatos que han pasado de generación en generación cuentan que, en la antigüedad, hace cientos de años, las Islas Galápagos eran sólo una gran isla donde existió una civilización muy avanzada llamada Galapagus. El origen de esta civilización se desconoce, pero algunos dicen que descendieron del cielo. Las Islas Galápagos tenían una gran variedad de flora y fauna, así como una gran cantidad de recursos naturales. Los Galapagus eran altos, fuertes, vestían ropas elegantes, y llegaron a desarrollar una tecnología tan avanzada que, en su momento, su ego creció tanto que se autodenominaron dioses, burlándose especialmente de una especie de tortuga nativa que vivía en la isla, usualmente diciendo:
“Cómo pueden existir animales tan inferiores y tan lentos” .
Dios observaba su comportamiento soberbio y egoísta. En muchas ocasiones se presentó ante los gobernantes de esta civilización y les trató de decir que cambiaran su actitud -ya que no era correcta, caso contrario, recibirán un castigo ejemplar. Los Galapagus se burlaban de las advertencias recibidas y, en su momento dijeron:
“Nosotros ya no rendimos cuentas a ningún dios, pues ya lo somos” .
En vista de lo ocurrido, Dios hizo que las Islas Galápagos sufrieran cambios en su estructura. Empezaron los terremotos, luego las erupciones volcánicas, ocasionando que la isla se partiera en varios pedazos y que muchos de sus habitantes fallecieran. Posterior a esto, la gente suplicaba clemencia, y así fue, Dios hizo que todo se calmara.
Finalmente, Dios se les apareció a los pocos que quedaron luego del desastre ocurrido y les dijo:
“En vista de su mal comportamiento he decidido que vivirán más de cien años para que reflexionen sobre lo ocurrido, y así como se burlaban constantemente de sus hermanas las tortugas, os condeno a convertirse en ellas. Además, os concederé un caparazón más grande de lo normal para que les recuerde la carga de culpas que llevan encima” .
Producción Literaria
El Albatros
STALIN ARMANDO GRANDE BARRETO
7mo EGB / G1
Hace millones de años, en la era jurásica, existió un animal llamado pterodáctilo el cual fue uno de los pocos dinosaurios que podía volar, tenía un gran tamaño y su cuerpo era alargado pero pequeño en relación con el tamaño de sus alas, las cuales eran parecidas a las de un murciélago. Se dice que evolucionó, cambió de tamaño y como resultado dio paso al Albatros, al cual se lo considera como su sucesor, este no era un dinosaurio, más bien era un ave de menor tamaño, con grandes alas, un pico largo y habitaba en unas islas mágicas llamadas “Galápagos” .
El Albatros prefería volar largas distancias antes que divertirse con sus compañeros, ellos solían burlarse de él por el color de sus plumas, siempre se sentía solo, triste y era muy tímido; sentía vergüenza por el color amarillo de su plumaje, ya que parecía un patito.
Un día por la mañana se encontró con un animal muy listo y hermoso, se trataba de un conejito blanco que le aconsejó buscar ayuda para encontrar solución al problema de sus colores.
El Albatros aceptó lo que le propuso el conejo y decidió platicar con él para que le ayude a encontrar una solución, los dos hablaron por horas hasta que llegaron a la conclusión de volar tan alto para pedirle a Dios que le dé un color gris, porque él siempre quiso tener este color para que los demás animales no se burlen de él, Dios le dijo:
-Te daré color marrón en tus alas, tu cabeza y cuello serán de color blanco y tu pico será amarillento, pero no volarás a largas distancias y permanecerás en las islas Galápagos para que las personas que lleguen a este lugar puedan admirar mi magnífica creación.
El Albatros aceptó la condición y regresó a la tierra feliz con los colores que Dios le dio, los animales que se burlaban de él dejaron de hacerlo, desde ese día lo respetaban y se hicieron grandes amigos.
Producción Literaria El Mito del Delfin
MARIANGEL VILLALTA NICOLA
7mo EGB / G2
Hace mucho tiempo atrás, en las cuevas submarinas de Galápagos, existieron unas algas grises que gracias a su evolución, dieron forma a los delfines. A medida que crecían estas algas en las cuevas, más crecía la población de los delfines, por lo que se agruparon en cientos de manadas. Al haber sobrepoblación de estos mamíferos marinos, algunas de las manadas decidieron salir a mar abierto y se dispersaron por todo el mundo.
Los grupos de delfines que se quedaron en Galápagos, hallaron un canal de comunicación que conectaba a todas las cuevas submarinas de Galápagos con todas las existentes en las costas del Ecuador, lo que les permitió tener un amplio espacio. Las manadas que permanecieron en las costas de nuestro país nombraron a un líder, pero éste derrochó sus recursos y no gobernó correctamente, por lo que muchos delfines morían de hambre y de estrés por las injusticias que su líder cometía. Por esto, una pequeña manada decidió huir y adentrarse al río Amazonas, pero al entrar en las aguas de este, su color de la piel cambió y se hizo rosada, fue una reacción de su propio cuerpo para adaptarse al agua dulce y a su entorno.
En consecuencia, al desaparecer el alga gris, los delfines tuvieron que adaptar su forma de reproducirse, así que paulatinamente tuvieron que aparearse. Sin embargo, este es un proceso un poco lento, y las nuevas crías que nacían, eran de color rosado. A partir de allí hubo una nueva especie de delfines, que se diferenciaban por su hermoso color rosado, el cual actualmente llama la atención de muchos seres humanos.