FANZINE SIFÓN NÚMERO 1 EN PDF

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NUM 1, PRIMAVERA 2003

.. fa n z i n e o r i l l e ro

L A G A



P

Las leyes de Olerón condenaban a los roqueros, - los que se dedicaban a hacer embarrancar los navíos mediante señales falsas desde la costa - a ser sumergidos en el mar hasta que quedaran medio ahogados y después sacados fuera y apedreados hasta morir. E. Gibson. Historia del barco. Espasa Calpe.


LAGA


Iñi, 20 años entre las dos fotos



ENCICLOPEDIA GENERAL DEL MAR




JACK LONDON Y EL SURF







- ¿Y el disco? - El disco que más me ha gustado de toda la historia de todo, el Abbey Road de los Beatles, ya siento que tenga que elegir de los Beattles, que es muy tópico. - Explícalo un poco y así deja de ser tópico… - ¿Que por qué? Bueno, porque me recuerda a mis 16 años, entre otras cosas, porque cuando tenía 16 y 17 años me lo sabía de memoria, totalmente, me lo podía cantar mentalmente todo, todo, todo, toda la música, o sea, me lo sabía de memoria todas las notas del disco. ¿Por que? Porque significa mucho, me parece que es la obra cumbre de los Beattles más que el sargento Pepperds, fue el último disco que grabaron además, aunque salió el penúltimo, el último fue el Let it Be. Y para mí fue el descubrimiento del rock, vamos, cuando lo descubrí los Beattles ya habian desaparecido, pero al poco tiempo. No sé si lo descubriría en el año 71 este disco, cuando tenia 16 años…Y no sé, me recuerda a mi cuadrilla, también me recuerda los primeros años del surf, por aquellos años empezamos a hacer surf la gente de mi cuadrilla en Getxo, en Algorta y así. Entonces es la pura adolescencia, Abbey Road es la adolescencia, y el descubrimiento del rock, el descubrimento de los Beattles, y el descubrimiento de la vida. Y entonces cuando lo oigo, muchas veces todavía me asusto de lo bien hecho que está ese disco, sobre todo la cara B, a partir de Here Come the Sun, la canción de Geroge Harrison, que está bien esa cancion, pero ya el resto es el sumum, vamos, es el sumum de la música. Ademas es la concepción del LP, no es que sea un Lp conceptual como ha habido otros, por ejemplo el Sargento Pepperds, pero la cara B es conceptual, una canción va unida a otra y te va llevando, te va llevando, te va creando un climax, un climax, hasta el final. Es un climax final, y parece que el disco va a terminar y aparece ua canción muy cortita de 20 segundos o así. Que es como la calma después de la tormenta o algo así. Bueno, podría hablar muchas cosas de Abbey Road.


- Seguimos con la musica…Lavabos Iturriaga - Eso es una anécdota, vamos, JA JA - Sólo una anécdota, entonces no hablamos, a mí me parce que tuvo que ser bonito. - Bien, bien, a mí no me importa hablar de ello. - ¿No hicisteis con Juan Carlos el de Itoiz incluso? - Es que queríamos meter una voz y se me ocurrio decirle a Juan Carlos Perez, que tenia contacto a través de la revista Muskaria, de entrevistas que le había hecho, y ya teníamos una cierta amistad, y como me parecía la mejor voz que había por aquí, o la voz mas apropiada para lo que queríamos, y yo pensaba que me iba a mandar por ahí, bueno, estaba convencido, y va el tío y dice que sí, no lo podía ni creer. Y entonces lo grabamos en Burdeos, ese Maxisingle en concreto, y ahí intervenía Juan Carlos. En esa época de la adolescencia me junté con unos amigos de Getxo y formamos un grupo de rock, y luego pasó una época que nos estábamos quedando sordos, como en el surf, Oscar, un amigo mío. - ¿Por la música? - Sí, se ha quedado sordo, bueno, un pitido tiene, él dice que es de la música. Hubo un momento que nos dio un poco miedo, y entonces lo dejamos los tres, éramos tres amigos que seguimos siéndolo, y cuando tienes veinte años metes un follón y los amplificadores tampoco eran buenos, hacíamos rockanrol y todas estas cosas, intentábamos imitar a yo que sé, a los Rollings, a Eric Clapton … - Pero luego hacíais más tipo tecno, ¿no? - Sí, eso te digo, que la primera época fue rocanrol, era puro rocanrol, cogíamos un disco de Eric Clapton y cogíamos la canción más facil, luego nos tocábamos el punteo, las canciones más faciles, de Deep Purple. ..Me acuerdo que en el escenario al principio tocaba la acústica pero como tocaba tan mal, luego pasé a la batería, que la tocaba fatal, pero bueno, me acuerdo que tirábamos toda la batería por los suelos, y por el escenario, empezaban a rodar los platos, el bombo. Que por cierto, ahora no aguanto el rocanrol, no me gusta nada, ni el blues tampoco, de las veces que lo hemos tocado tan mal. Y lo dejamos un poquito porque no ibamos a ningún lado y porque Oscar se estaba quedando medio sordo, la verdad es que siempre teníamos un zumbido de tanto que tocábamos, y luego con el tiempo, al cabo de tres o cuatros años, que empezaron a salir los sintetizadores y todas estas cosas, la música electrónica, y nos compramos un Kor MS 40 y empezamos a sacarle sonidos, como un sintetizador. Y entonces nos lo pasábamos fenomenal sacandole sonidos. Empezamos como locos a tocar esto y dijimos, nada, cogemos la guitarra eléctrica otra vez y como no queriamos ruido, ya con la epoca del rocanrol habiamos saturado los oidos, nos compramos una bateria electrónica cuando casi no habia baterías electrónicas. Seguimos charlando con Roge todavía unos minutos sobre Lavabos Iturriaga, que con Muskaria y el programa Local de Ensayo convierten al responsable de losprogramas Levando Anclas y La Casa de la Palabra en alguien indispensable para quien quiera conocer la escena de la música en Euskadi, pero se nos acaban las hojas. Gracias Roge, fue un placer.


Este cuadro es obra de Joseba Uriarte. Se encuentra junto con otras obras suyas en el caserío de su familia Ozollo, de Gauteguiz de Arteaga, que ofrece servicios de Agroturismo.


Este cuadro es obra de Joseba Uriarte. Se encuentra junto con otras obras suyas en el caserío de su familia Ozollo, de Gauteguiz de Arteaga, que ofrece servicios de Agroturismo.


Álvaro Vega “Barbarito” se acaba de instalar en Talleres ORMAI, en Bermeo, cerca de Mundaka, en frente del taller del shaper Bruce Smith. Ahí es donde está fabricando las tablas de su marca. Esponsoriza a Lanny Perdomo así como a Emma, y a Alvaro Unceta; les da dos tablas a cambio de que participen en tres campeonatos. Ormai es un taller mecánico de chapa y pintura especializado en preparar carrocerías para tunning, en lo que Álvaro va a colaborar además de dedicarse a sus tablas. El teléfono de Álvaro si quieres contactar con él es 646463626. Además Álvaro prepara una exposición de fotos en Valencia. Lenny Perdomo ha venido de Lanzarote a la Península para coger un avión rumbo a Brasil. Allí estará en casa de un amigo, así que va a estar bien cuidado. Se llevará dos tablas Barbarito de 6’1 y 6’’3 que siguen siendo réplica de su famosa tabla mágica Kimata de Emerson. Pasará allí un mes o

mes y medio. Le servirá para preparar el circuito, o las pruebas al menos a las que pueda presentarse, pues nuevamente Lenny carece de financiación y últimamente está centrado en la tienda que junto a su socio Moro acaba de abrir en San Juan, Lanzarote.


A la que te descuidas los dos socios de Agroskate la arman parda. Antes era en Agosto el festival Agro. Ahora en invierno en la plaza del Mercado de Gernika hacen una fiesta para skaters. Nos acercamos a la caseta del tinglao a hablar con Rober y Ritxar cuando un muro de palabras lo inunda todo: “ATENCION MIGUEL CASTRO PEGATAS VA A DEDICAR EL TRUCO AL EQUIPO A G R O S K T E R E D O B L E D E TA M B O R E S … ¡ ¡ ¡ C A S I L O P L A N C H A ! ! ! ” Es Rober al micrófono, que no para. Aun así le abordamos y al de un rato conseguimos que nos cuente muchas cosas en el Leihope, mientras se calienta el gaznate con un café con leche.


Rober Garay - ¿Qué tal la fiesta? ¿Tanto ambiente como en los agroskates de las fiestas de Gernika? -Es el ambiente de los Merkatu Plaza. Es distinto ambiente. Es el tercero que hacemos. Es Agroskate de otoño, ya menos tropical, la peña va de otro palo distinto que en verano. Pero está petadillo, ha venido gente de fuera. - ¿Han venido estrellas? -¿Han venido, el grupo de Consolidated, do Volkom, el staff nuestro, de nuestros nueve riders han venido seis. Hay nivelito, hay nivelito. -¿Ha habido muchos surfistas en el evento? -He visto varios. Hay algo de gente que le da a los dos palos, la mayoría de los surfers se toman el patín como un divertido entretenimiento para cuando no hay olas, pero bueno, le hacen caso, yo en Mundaka veo bastante escena, peña, pero es otra manera de entender el skate, van descalzos, Y tal. He visto alguno, algún sopelanero, mi primo que es surfero ha venido con una cuadrilla de sopelaneros y meñakozeros y algunos andaban patinando bien, entendiendo el skate como ese punto urbano de agresión y de erosión. - ¿Qué relación ves entre el surf y el skate? - Es deslizamiento, lo que pasa es que el skate de haber dependido del surf se ha convertido en excesivamente independiente, de haber sido un derivado antiguo del surf se ha convertido en un producto tan independiente como que el 80 o 90 por ciento de los skaters no han ido en su vida a ninguna playa. porque viven en Móstoles…y entienden la filosofía de otra manera. es como el snow, gente que vive en Jaca todo el año y no ha bajado al Cantábrico. Son snowboarders y punto, y el snow es otro tema que no lo intentes llamar surf de nieve porque el surf para ellos no es nada, las olas son tontería. Hablo con snowboarders y te dicen ¿Mundaka? Es famoso, ¿Tú vives en Mundaka? Es la mejor izquierda o es mejor Tarifa. Confunden el surf con el windsurf. Sonowboraders buenos que te digan eso que la mejor izquierda es Tarifa…Fíjate ya qué pasada - La relación del skate con el hardcore. O con el hiphop o con qué ¿Os identificais con alguna música determinada? -Hay tantas tantas tantas corrientes dentro del mundo del skate como estilos musicales y como personas hay. Antes estaba demasiado condicionado, que si es hardcore, que si el hiphop, que si el rap. un gran porcentaje sí se decanta por esos estilos, pero date cuenta de que hay muchísimos andaluces buenos skaters, alguno de nuestro equipo incluso, que son "ole fandango", que si por soleares, que si no sé que, tiqui taca tiqui taca, y te quedas acojonado. Salió en el País un reportaje que se llamaba Skaters y Olé, que te quedabas acojonado, de lo absurdo que parecía, les veías ahí, y se veía un grupo... UNOS INSTANTES SUMERGIDO EN EL SUBMUNDO PERO YA VUELVO A SER PERSONA VENGO A MEZCLARME CON LOS MORTALES EN ESTA TRAYECTORIA DEL MP3, A VER UNATX BENGOA RIPANDO CON POTENCIA


Ritxar Abasolo: -¿Sabes quien es Larry Bertleman? ¿Y Tony Alva? ¿Sigue vivo, o es un dinosaurio? - Es un dinosaurio pero sigue vivo, Tony Alva, Stacey Peralta. Toda esta gente acaba de editar una película, sobre lo que ha sido siempre la historia del skate, desde su nacimiento hasta los días de hoy con toda la filosofía de ellos y todo eso. Date cuenta de que nació en 1968 el skate influenciado totalmente por el surf. Ellos fueron los pioneros, y lo llevaron de las cuestas, de hacer las bajadas con derrapes, que se estilaba, a las piscinas, a piscinas con vertical, y luego se descubrió lo que era el Oly, ese salto que se da en el patín que parece que lo llevas pegado, y a finales de los ochenta o mediados de los ochenta, empezó el skate de calle, que es el que ha innovado más en el skate pero que a la vez el skate de calle se ha llevado otra vez a la piscina, entonces ha habido una involución a donde estaba pero con el skate moderno de ahora. - ¿El oly es importante en el surf? - Ahora yo creo que es súper importante en el surf. Yo he visto nuevas tendencias en el surf de aéreos que la técnica es la misma que el oly. Es pegar el bote, el pop. He visto aéreos y encima giran la tabla y caen de culo, olies 180 que realmente son aéreos pero son como de oly. -Tú eres surfer skater pero conoces muchos más?? - Aquí en Euskadi hay mogollón, mogollón, - Pero igual es minoría… - Es minoría pero es una historia que es muy compatible, tú darte un baño en primavera y luego al atardecer irte a patinar, o sea, compaginar las dos cosas es genial, y sí conozco. Eduardo Saenz, "Ratón", de Algorta, Txus Domínguez, que además es tamañero, suele surfear Mundaka, suele surfear Meñaka, es cañero sí, y también es cañero de pool. La pista nueva de Arrigunaga, la bañera, la ha hecho él. - Surf ya sabemos dónde, en Laga, pero ¿dónde te gusta patinar? - Me gusta patinar en Gernika, en la pista de skate. - ¿En algún spot secreto?, ¿o es un mito? - No, no es mito, en ciudades y así hay spots secreto, como los puede haber en las playas, en la costa, hay spots secretos, pero sabes que a nada que estés metido y patinando a diario no es secreto para nadie. - En Bilbao dónde has patinado la ultima vez?? - Joé, ni me acuerdo, en el parque de Deusto. Sí, es cañero. - Total que en Gernika no hay ni un spot secreto. - No. - En la plaza, que sueles venir aquí, que te hemos visto. Después del café, a descargar en los bancos de madera. -(...) - ¿Qué disco te has dejado en el plato o en el compacto? - Jodé, en dónde, en casa, aquí o en el bar. O en mi cabeza. Aquí: el de Down, un grupo de Nueva Orleans que me encanta, hacen Heavy Metal rancio, grueso y pantanoso, y por eso me encanta. - Como Kiss? No, es contemporáneo, no es tan clásico, es clásico pero bueno, te puede legar a sonar a Thin Lizzy o así, pro de ahora, bastante bluesero, pero en heavy, muy heavy. Yo oigo sólo musica heavy extrema, ya sabes. - Eres un extremo…


LA MAR DE NOMBRES Casi maresía, la hora interroga. Fernando Pessoa No todos los pueblos dividen la gama de los colores de la misma manera, bien lo saben los lingüistas. Los esquimales, por ejemplo, tienen muchos nombres para lo que nosotros sencillamente llamamos blanco. En la realidad de cada día, en cambio, apenas ven verdes, o no ven rojos, no sé bien. Quizá ahora sí los vean, en la tele. De igual manera, en los pueblos costeros, su gente ve en la presencia del mar matices desconocidos para los demás. Sencillamente se refieren a cosas que tienen delante, como pueden ser fenómenos naturales que se repiten o partes cada vez más pequeñas del todo marino, realidades que los demás mortales desconocen y por eso no han aprendido a nombrar. En inglés, como lengua de un conjunto de países en contacto con el mar, y aun más a raíz de la adopción del deporte del surf por los yanquis a principios del siglo XX, hay muchos nombres para las olas: no sólo wave, sino comber, barrel, surf o breaker…Lo mismo que para sus partes, curl, wall, lip, soap, shoulder... No es fácil traducir “curl” aunque los amantes de este deporte sueñen a menudo con el lip, con el “labio” de una ola. Muchas de esas palabras difícilmente presentan equivalente en castellano. Toño Alonso Bedia, surfista pionero de Tapia de Casariego, descubrió que en Foz, justo al otro lado del río Eo, las olas que van rompiendo suavemente hasta la orilla las llamaban los pescadores O lombo longo, de ahí el nombre de la tienda de surf que abrió en Foz. “Lomo largo” sería la traducción literal en castellano de la eufónica expresión galega, la más cercana al significado de aquel término, surf, que los anglosajones acuñaron para señalar a las olas que rompían poco a poco y el Capitán Cook descubrió que los “hawaianos” de 1777 recorrían con una tabla. Otro ejemplo es el de los arrantzales del puerto de Algorta, que se referían con el nombre de cáncamo a las tremendas olas orilleras que, según cuentan, rompían en la playa de Ereaga antes de la construcción de lo sucesivos diques. La palabra cáncamo inicialmente designa una barra de hierro, que todavía se usa para enganchar aparejos, aunque también existe una acepción


Y es que ya decía el filósofo que en los términos sinónimos en muchas lenguas se dan representaciones diversas de un mismo objeto, y que cada lengua incorpora por tanto una perspectiva específica del mundo. O sea, que en realidad no hay traducciones perfectas. En portugués, tradicionalmente maresía es el hedor del mar durante la marea baja. En euskera, la bruma que se percibe en la orilla cuando hay batir de olas recibe el nombre de kresala. Los que desde niños hemos tenido la suerte de pasar días enteros en la playa nos llevamos las manos a la cabeza cuando escuchamos a una madre de tierra adentro reprender a su vástago antes de montar en el coche diciendo: “quítate toda la tierra de los pies”, pues no nos cabe en la cabeza que se pueda confundir la tierra con la arena. Claro que si esa mujer nos preguntara en qué consiste un otero, la mayoría de nosotros afirmaríamos que es el que nos pone la multa cuando aparcamos sin OTA, porque poco sabemos de lomos en los llanos de la Meseta, que es lo que viene a significar “otero”. Sólo sabemos nombrar lo que conocemos. En Bermeo, todavía algunos mayores reservan una palabra para un fenómeno al que, aunque no sea infrecuente, no han terminado de acostumbrarse. Tampoco es infrecuente el amanecer y no terminamos de acostumbrarnos, claro que a esas horas…Este fenómeno a que me refiero no es un monte, no es un río, no es una nube pero lo parece, no es el amanecer aunque ocurre al alba, no es un cabo, no es niebla aunque esté hecha de niebla, no es la aurora, no es ningún astro ni ningún fenómeno relacionado con él, no es lluvia ni rocío. Lo designa en realidad un nombre propio, mientras no se demuestre lo contrario. ¿Qué es? Se le llama Andandoie. Los días de buen tiempo, en la desembocadura del río Oka, la niebla que se forma por evaporación de las aguas mucho más frías que el ambiente, tapa totalmente el cauce a medida que se va desplazando hacia el mar empujada por la brisa de la mañana. Como si fuera un río hecho de nube superpuesto al propio Oka, se desparrama al llegar al mar donde cubre o rodea la isla de Izaro. A este río de niebla se refieren en Bermeo, desde donde más fácilmente se contempla, con la expresión Andandoie, que quizá, pero esto es aventurado afirmarlo, recogió un día una exclamación del asombrado hablante que quería explicar lo que tenía ante sus ojos: ¡Andandoie!, “ han da, han doie”, “ahí está, ahí va”. Es un decir.


Corey Harris es un joven maestro del blues que busca las raíces en por todo el mundo, no sólo en los USA. Tocó en Diciembre una vez más en Bilbo, en el Palladium. Es también un amante del surf, aunque no practique el deporte, por eso tuvo palabras para los surfistas al final del concierto. Drew Kampion nos recomendó que no nos perdiéramos el concierto y siguiendo su consejo pudimos viajar del Mississipi al Caribe y de Africa Negra a Hawai gracias a la guitarra de Corey y su voz de mil matices.

Otro concierto inolvidable fue el de los Coronas en la sala Azkena el pasado febrero. Pioneros de la música surf en el estado, estos madrileños hicieron arder sus viejas Fender, verdaderas piezas de colección que sin embargo siguen prestando servicios impagables.


RE

TO LA

CUANDO ROMPIÓ AÚN Cortesía de Surfer Rule

El otro día terminé en la barra de un bar con Phil. Habíamos estado en el Peñón a la tarde. Se venía burlando de mí. Habíamos cogido el Peñón totalmente chopy y sin embargo lo apunté en mi libreta mientras él terminaba de cambiarse: “medio metro con viento de fuera, en el Peñón, a medida que sube la marea empieza a subir un poco el mar”. Se burla porque sigo manteniendo la costumbre de apuntar cada vez que me meto al agua. La gente andaba de Carnavales, y nosotros nos unimos a la fiesta directo de las olas. Terminamos donde Ron. Era uno de esos momentos que parece que todos bebemos el mismo trago y que nuestra borrachera es la misma que la del de al lado, borrachera común y fraternal, vamos. Hablábamos sobre hasta cuándo se puede uno seguir metiendo al agua. Y Ron interviene y nos cuenta que él lo dejó de golpe. - Cuántos años tienes- me pregunta Ron a mí, y se empeña en que le conteste, como si empezara un número de magia en que el concurso del público fuera imprescindible.- A ver, por qué te sigues metiendo al agua. Dime. A tus treinta y cinco puede que pienses que estás fondón y que ya no hay olas para ti. ¿O sí? Pero sigues metiéndote ¿no es así? - Ron mete la directa y desembucha - No sabes muy bien por qué. A mí me pasó lo mismo durante mucho tiempo. Un único anhelo me empujaba a seguir dando parafina a la tabla y remontar las olas. El año pasado, a los cuarenta y dos años, cogí por primera vez la ola de la ensenada que se forma en la separación de la cala de Aún con Ludón. Y si no me equivoco, fui el segundo en surfearla. El primero fue Gilliam, un sudafricano que entró conmigo y pilló la primera de la serie. Nos hicimos colegas y me he carteado con él hasta la fecha. Lo último que me ha contado es que le dejaron participar en el campeonato para veteranos de Puerto Escondido. Esa ola la vi romper hace muchos años un día de invierno desde el acantilado, pero nadie me creyó. Decían que en Aún sólo rompía en la orilla, con una masa enorme de rocas que destrozaban la pared de la ola. Pero yo recuerdo muy bien aquél día que vi una ola a la par al menos del cabo de Ogoño; no en la orilla, no.


Y desde entonces he soñado con esa ola. Pese a que el surf me ha aburrido muchas veces, y me ha desencantado el barullo del pico del aparcamiento, el "fosforito" de los trajes de goma nuevos, a pesar de todo eso, la belleza del mar adornado de espuma tan adentro, aquél instante, me ha estado acompañando en los momentos más dispares de mi vida. Y siempre he esperado que las condiciones del mar y las del viento, y mi forma física, más las circunstancias de mi trabajo, se mezclaran para poder refrescar mi alma con un elixir de agua salada con vida propia, allá en Aún, a la par de la roca de Ogoño. O aún más afuera. Las palabras de Ron avivaron mis recuerdos. Yo conocía también Aún; es una playa orientada al norte, es decir, mirando casi al continente. Por eso sus días de olas son muy ocasionales. Lo que pasa es que su fondo puede asemejarse al de esas Islas del pacífico cercadas por un arrecife. Es cierto, posee todo una laguna interior rodeada por una barrera de rocas más altas. Salvo por un lado, donde el mar entra con mayor libertad pues su fondo se asemeja al lecho de un río que viniera de alta mar. Ahí, por más que marque, nunca rompe. A no ser que la marejada sea una de esas que vienen dos o tres veces al año en invierno. Entonces se produce ese fenómeno que os contaba Ron. Que la ola rompe en alta mar, como si dijéramos. Pero es además la zona oriental de nuestro litoral, con lo cual el mar tiene que venir totalmente de través para el resto de la costa. Radicalmente del norte. Y tiene que ser un mar poderoso. Que haga saltar todas las barras de arena desde Artemisa hasta Ludón, (aguantando sólo Punta Felona, por ser de roca con mucho fondo). Para que ocurra eso os imaginaréis que la marea tiene que ser muy baja. - Puedes decirme que a ti te cautiva Pipeline o Tahití - seguía balbuceando Ron -. Es cierto. A mí también. Pero pasa como con las chicas de las revistas, las modelos de las pasarelas. ¿Pipeline y Tavarua y Padang Padang? Vale, olas de morirse; las hemos visto miles de veces en las revistas y en los vídeos; parece que hasta las hemos cogido, pero son olas de revista. O lo que es lo mismo: de tinta, papel e insatisfacción. Mientras que esa chica que fuma distraída en un bar - mira hacia la mesita donde una muchacha espera que vuelva su chico de pedir en la barra - tiene la mirada de los días de lluvia de mi niñez. Y esa ola que rompe en invierno en algún lugar de la costa de Artemisa es lo mismo, es una ola que surge en el mismo fondeadero donde han pescado nuestros abuelos, sin ir más lejos. El día que cogí Aún fue el día que llevaba esperando desde que supe bajar de pie una ola, cuando Sid Vicious todavía jugaba a canicas. Fue en Febrero del año pasado. Recuerdo el “take off“ como veo los ojos de día de lluvia de aquella moza de la mesa. Recuerdo que toda la ola terminó de erguirse para cuando yo llegué abajo, al "bottom", y guardo en mi recuerdo esa sensación extraña que da quedar súbitamente en sombra, no una sombra cualquiera, sino la sombra que hace una ola; y recuerdo también que la pared era de una gran nobleza, aunque estuviera terriblemente levantada. Gilliam creo que cogió otra ola. Yo remonté, y esperé hasta que me dolieron los dedos del frío, pero Aún ya me había dado lo que yo quería y no volvió a romper ni una ola más. Ese fue el último día que hice surf. Con las primeras luces dejamos el bar. Deshelamos como pudimos el parabrisas del auto, y Phil me dejó en la puerta de casa, solo con mis ideas, y con el frío de la mañana y el estupor que deja el pedo cuando nos abandona, junto con la noche. Ya en la cama, en el desvelo que a veces da el agotamiento, cavilé sobre Aún. Yo no le dije nada a Ron, pero a menudo he pasado por Aún, y lo sigo haciendo, porque lo vi romper en los lejanos años de mi infancia, cuando iba con mi padre a pescar mojarras desde la peña. He visto la misma cola de cometa que ha visto Ron. Y acostumbro a vigilar Aún los días de maretón. Por eso os puedo asegurar que Ron dejó el surf sin haber cogido la ola de Aún. En Febrero del año pasado no llegaron olas de ninguna borrasca oriental de menos de 996 milibares, y ninguno de los días que vigilé Aún hubo ninguna ola que sacara una gota de espuma en la barra de fuera. Es más, Ron nos quiso engañar como a principiantes (para seguir engañándose a sí mismo, supongo) porque lo he revisado bien y es imposible que Aún rompiera ni un día en todo el invierno pasado.


Neil Byrd vivía en Perth, una zona situada en la costa Oeste de Australia y famosa por el vino y la ola de Margaret River. Empezó a hacer surf en el 72. La playa era muy distinta, según dice. Poca gente, y el surf era una cosa no muy bien vista por la sociedad. Por la zona de Perth se movía a por olas, entre bosques, por una costa increíble. En 1979 llegó a Europa con la idea de econtrarse con Noel Mc Creogh, un amigo australiano que ya andaba por aquí. Llevaba su paipo y equipo fotográfico. Llegaría a Euskadi después de haber estado cinco semanas en Inglaterra en un albergue. Pero antes de ir a Mundaka se encontró en Sope con Pit Lavery y su familia, con los que hizo muy buenas migas. También entabló amistad con Douglas, el inglés que por aquellos años era fijo en los picos de Sope, y alrededores. El primer baño se lo dio en la Salvaje.También le gustaba Barrika, cuando la barra estaba bien, con arena. En su tierra es conocido sobre todo el pico de Margaret River de una fuerza similar a Hawai, más que Canarias. Recuerda su llegada a Mundaka. El segundo baño en Mundaka se lo dio en Octubre de ese año. A la mañana había estado en Meñakoz, a la tarde entró Mundaka. Recuerda haber visto tubos de veinte segundos. Recuerda también el baño de una semana después: caían tres metros o más, y un surfista se rompió la pierna en el agua. Neil no echa de menos su tierra natal, aunque ha estado recientemente, porque le parece que es una tierra que hay que conocer, de una gran belleza. Su filosofía es estar a gusto donde te toca estar. En Euskal Herria comenzó a trabajar en la fabricación de tablas sobre todo con Marcelo y con Diego Sarmiento. Las Bong. También laminó alguna tabla para Génesis, pero en el proyecto de Bong se volcó, junto a su amigo el shaper y gran surfista Bruce Smith, recién llegado de Australia. Eso fue hacia el 82. Eso os contamos hoy de Neil Byrd.



1890 WAIKIKI

1966 PLENTZIA



OLAS Y ADIOSES, o cómo se crean las ondas (capítulo IX del MANUAL DEL PLAYERO*) Por Mar Hemoto

Había quien decía que en el mar sólo había peces y patos, es decir , gaviotas, cormoranes y albatros, y que estaban mojados y fríos. Siempre se olvidaba de los mamíferos, es decir, de las focas, muslomorsas y suegras, que haberlas, haylas. Y de las olas y corrientes, que también existen. . Un día fue a bañarse y no volvió. Bueno, volver si que volvió, aunque en realidad lo trajeron. Frío y mojado como los peces, todo por no tener en cuenta a las olas y sus corrientes. Y para que a ti no te pase lo mismo, te vamos a contar lo que pasa con las olas, que nos fascinan, tememos, admiramos. . Todos somos potenciales observadores de olas. La destructora violencia de las olas golpeando la costa tras una gran tormenta nos provoca sensaciones de temor, de respeto a la naturaleza, mientras que las espumosas crestas de las olas en las calmas, bailando a lo largo de la playa deleita nuestros ojos y espíritu. continúa >>

*Es propiedad de ©Alfonso Biescas Vignau Ilustración: Alfonso Biescas Vignau / MacArra.


La mayoría de las olas que conocemos son la obra del viento soplando sobre el mar. Pero cuando una ola rueda sobre el mar, el agua en sí misma no avanza hacia delante. Cada partícula de agua elevada por una onda simplemente gira en una elipse que sube, avanza un poco y cae hacia atrás, aproximadamente en el mismo lugar en donde empezó. Esto es fácil de observar y comprobar mirando un corcho mientras pescas en un día tranquilo. Mientras la onda se aproxima, el corcho sube por la pared frontal de la ola, llevado hacia arriba a la cresta, cayendo por la pared posterior. Cuando la ola ha pasado, oh maravilla, el corcho está prácticamente donde estaba antes de este trajín. Y lo que es peor, todavía no ha picado ningún pez.Ya ni pezqueñitos.. . Pero quizá te preguntas cómo empieza todo esto de las olas, quién las hace y para qué. Pues mira, el viento soplando en alta mar produce pequeñas olas de todo tipo y tamaño. Estas se entremezclan mientras avanzan, pasan unas sobre otras y a veces se juntan. El tamaño de una ola depende de la fuerza con la que sopla el viento, la tirada o fetch, es decir la superficie de mar sobre la que incide y el tiempo durante el cual Eolo no para de molestar a Neptuno. En mar abierto, la regla de oro de un marino dice que el tamaño de la ola en pies será normalmente no más que la mitad de la velocidad del viento en nudos. Es decir, en un huracán de 80 millas por hora, según esta regla, las olas pueden llegar a ser de 40 pies, es decir, de unos trece metros, gasp..., o lo que es lo mismo, como un edificio de unas cuatro plantas y cubierta plana. Y tu que ibas a pedir una hipoteca para el pisito... Las olas que se han formado lejos, en mar abierto, a veces a miles de millas de la costa que las verá morir, son las que los pescadores, navegantes y demás interesados en el océano llaman mar de fondo o mar vieja. Los peces y aves que sepamos, no las llaman de ninguna forma. Las focas y marujas sin llamarlas, las gritan cuando las ven próximas. La velocidad media de la mar de fondo en el Pacífico es de unas 35 millas por hora, y ligeramente menor en el Atlántico, donde la tirada es normalmente más corta. Qué cosas,¿eh? . Cuando finalmente una ola se aproxima a la costa, su estructura interna cambia al tocar fondo, y esto sucede cuando la profundidad es igual a la mitad de la longitud de onda o distancia entre dos crestas, la cual comenzará a disminuir, con lo que las olas se amontonan unas tras otras. Así, la parte posterior de la ola, viajando más rápido que la frontal le da alcance y fuerza a levantarse formando un pico. Este tiende a inclinarse hacia delante formando un rizo. Cuando ésta situación llega al límite, la ola rompe, transformandose en espuma. Es decir, una ola del océano rompe cuando entra en aguas poco profundas. Exactamente cuando la altura está en una relación de 3 a 4 con la profundidad. Esto significa que una ola de 3 metros generalmente rompe en 4 metros de profundidad. Cuando el fondo del mar en la costa forma un plano ligeramente inclinado, las olas romperán poco a poco, suavemente, mientras que si las ondas del mar encuentran un banco o variación brusca de fondo, romperán repentinamente, formando un auténtico tubo. Ahora bien, toda el agua que llega a la playa en forma de olas, tiene que volver al mar de alguna forma. Estas son las corrientes, temidas por los bañistas, adoradas por los surfers, respetadas por todos. Y siempre se producen en las mismas áreas, aprovechando aquéllas zonas más profundas, donde la ola no rompe. Así que si vas a una playa con olitas, bañate con precaución allí donde éstas rompan, garantía de que ahí no hay corrientes y de que el empuje del oleaje te sacará hacia la orilla. Además es más divertido.


SE INVENTA LAS OLAS

La foto de esta fotógrafo bilbaina corresponde al período 1997-2000


Por más que puedas renegar de campeonatos y del circo Pro cuando aparece es difícil quitarle la vista de encima a Kelly Slater. En el Mundaka pro 2002 llegó tarde a una de sus mangas pero estuvimos al pie del cañón para verle surfear en olas revueltas mientras llovía que se mataba. Me llamó la atención su aparente despiste, sus movimientos lentos en el agua, todo lo que avanza con la brazada y lo fácil que coge la ola que elige. Y también sobre todo un giro desde abajo con la ola ya cayéndole.


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