Dos días después de las primarias, un vecino lector de periódicos -Dios le guarde muchos años- y consumidor de tertulias me paró en la calle para preguntarme cuál era la razón de las críticas y el menosprecio de medios de comunicación y periodistas de renombre hacia Pedro Sánchez. "No digo yo que sea un lince de la política, pero tampoco me parece normal lo que se le ha hecho a este muchacho". Al día siguiente, el escritor José María Ridao publicó un artículo en La Vanguardia en el que sostenía que el periodismo español había perdido credibilidad por su "promiscuidad" con determinados políticos y por faltar a su deber al crear climas de opinión prefabricados.
Creo que merece la pena detenerse un momento a reflexionar sobre el papel que hemos jugado los medios de comunicación en las primarias del PSOE.
Un papel protagonista, volcado en apoyar de forma masiva a la candidata Susana Díaz, ignorando de forma clamorosa la campaña del aspirante Pedro Sánchez. Los diarios nacionales de mayor difusión editados en Madrid antiguamente llamados "de referencia"-, los articulistas de la socialdemocracia «pata negra» que escriben en esos diarios, los periodistas teóricamente mejor informados y una amplia gama -por la cantidad y variedad ideológica- de opinadores de las tertulias de radio y televisión han sido cualquier cosa menos neutrales en la batalla interna de un partido político
Todos pronosticaron la victoria de Díaz, con el argumento de que el PSOE no podía caer en el abismo de la calamidad populista de Sánchez. El susanismo ganó por goleada en estos medios y perdió por goleada las primarias. No era la primera vez que se difundía un clima de opinión excluyente. Los mismos actores que han puesto su trabajo al servicio de la presidenta andaluza ya habían coincidido durante los meses de bloqueo en que la única posibilidad de Gobierno en España pasaba por hacer presidente a Rajoy con la abstención del PSOE.
Y lograron el objetivo, aunque el futuro ya planeaba su venganza el 21 de mayo. Porque el axioma del que partían
no era cierto.
Rajoy tenía otra mayoría en la guantera que sólo ha querido sacar para los Presupuestos. Los periodistas nos hemos puesto estupendos para combatir la posverdad. Aunque igual lo que queremos es establecer nosotros la verdad como única verdad. LUCÍA MÉNDEZ