El hombre alienado por el pecado

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EL HOMBRE ALIENADO POR EL PECADO

1. Los Siguientes versículos Bíblicos Nos orientan al concepto de alienación: a. Ezequiel 14:7Porque cualquier hombre de la Casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido

delante

de

su

rostro

el

tropezadero

de

su

maldad,(iniquidad,) y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo, el SEÑOR, le responderé por mí [mismo]; b. Sal 58:4 tienen veneno como veneno de serpiente, como el de un áspid sordo que se tapa el oído, c. Efe 4:18 sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza d. Efe 2:12 estabais a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la Promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. e. Col 1:21 Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros pensamientos y malas obras,

2. En síntesis diremos que alienación es: poner los ojos en lo que nos hace pecar; hacernos sordos a la palabra del Creador; tener obscurecido nuestro entendimiento;no gozar de la vida que viene de Dios; ser ignorantes por la insensibilidad en nuestro corazón; vivir sin Dios y sin esperanzas; Estar sin Cristo; hacernos extraños y enemigos de Dios por las cosas malas que hacemos. 3. El proceso inverso de estas anotaciones en el punto anterior implica superar la alienación por el pecado: Cambiar nuestros pensamientos y actuar en Bondad; Volver a Cristo, amándolo en substancia y en conciencia, viviendo en la esperanza; Sensibilizar nuestro corazón para que la luz de Dios ilumine nuestro entendimiento; Saber leer y escuchar la palabra del Creador; eliminar esos falsos ídolos que moran en el interior de nuestra alma, nuestros pensamientos y sentimientos.


4. Romper la alienación por el pecado implica una lucha colectiva entre el bien y el mal que hay dentro y fuera de cada uno de nosotros. 5. La vida individual y colectiva es lucha entre la luz y las tinieblas.

6. El pecado1 (13.)Creado por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, por instigación del demonio, en el propio exordio de la historia, abusó de su libertad, levantándose contra Dios y pretendiendo alcanzar su propio fin al margen de Dios. Conocieron a Dios, pero no le glorificaron como a Dios.Obscurecieron su estúpido corazón y prefirieron servir a la criatura, no al Creador[GS9]2. Lo que la Revelación divina nos dice coincide con la experiencia. El hombre, en efecto, cuando examina su corazón, 1

CONSTITUCIÓN PASTORAL

GAUDIUM ET SPES

SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL

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Aspiraciones más universales de la humanidad

9. Entre tanto, se afianza la convicción de que el género humano puede y debe no sólo perfeccionar su dominio sobre las cosas creadas, sino que le corresponde además establecer un orden político, económico y social que esté más al servicio del hombre y permita a cada uno y a cada grupo afirmar y cultivar su propia dignidad. De aquí las instantes reivindicaciones económicas de muchísimos, que tienen viva conciencia de que la carencia de bienes que sufren se debe a la injusticia o a una no equitativa distribución. Las naciones en vía de desarrollo, como son las independizadas recientemente, desean participar en los bienes de la civilización moderna, no sólo en el plano político, sino también en el orden económico, y desempeñar libremente su función en el mundo. Sin embargo, está aumentando a diario la distancia que las separa de las naciones más ricas y la dependencia incluso económica que respecto de éstas padecen. Los pueblos hambrientos interpelan a los pueblos opulentos. La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre. Los trabajadores y los agricultores no sólo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que quieren también desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en la ordenación de la vida económica, social, política y cultural. Por primera vez en la historia, todos los pueblos están convencidos de que los beneficios de la cultura pueden y deben extenderse realmente a todas las naciones. Pero bajo todas estas reivindicaciones se oculta una aspiración más profunda y más universal: las personas y los grupos sociales están sedientos de una vida plena y de una vida libre, digna del hombre, poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el mundo actual. Las naciones, por otra parte, se esfuerzan cada vez más por formar una comunidad universal. De esta forma, el mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a sí mismo.


comprueba su inclinación al mal y se siente anegado por muchos males, que no pueden tener origen en su santo Creador. Al negarse con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompe el hombre la debida subordinación a su fin último, y también toda su ordenación tanto por lo que toca a su propia persona como a las relaciones con los demás y con el resto de la creación. Es esto lo que explica la división íntima del hombre. Toda la vida humana, la individual y la colectiva, se presentan como lucha, y por cierto dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Más todavía, el hombre se nota incapaz de domeñar con eficacia por sí solo los ataques del mal, hasta el punto de sentirse como aherrojado entre cadenas. Pero el Señor vino en persona para liberar y vigorizar al hombre, renovándole interiormente y expulsando al príncipe de este mundo (cf. Joh_12:313), que le retenía en la esclavitud del pecado[GS10]4. El pecado rebaja al hombre, impidiéndole 3

Jua 12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera.

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Los interrogantes más profundos del hombre

10. En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querría llevar a cabo. Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo práctico, no quieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado, o bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Otros esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de toda significación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal?. Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos[GS3], da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse[GS4]. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre[GS5].Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creación[GS6], el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y


lograr su propia plenitud. A la luz de esta Revelación, la sublime vocación y la miseria profunda que el hombre experimenta hallan simultáneamente su última explicación. 7. EL PECADO SIN0NIMO DE MUERTE. La muerte implica temor, “algo que no debe tener lugar”. Hay un temor instintivo a la muerte. 8. Si Cristo venció la muerte, no debo tener temor a la muerte, pues él también ha vencido la mía. 9. La fortaleza ante la muerte es la fe. 10. Debemos diferenciar la muerte colectiva y la muerte individual. 11. DIOS HA VENCIDO LA MUERTE: Eze 37:1 La mano de Iod He Vau He fue sobre mí y, por su espíritu, Iod He Vau He me sacó y me puso en medio de la vega, la cual estaba llena de huesos. Eze 37:2 Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente secos. Eze 37:3 Me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?» Yo dije: «Señor Iod He Vau He, tú lo sabes.» Eze 37:4 Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra de Iod He Vau He. para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época. NOTAS: [GS1] La constitución pastoral de la Iglesia y el mundo de hoy, aunque consta de dos partes, constituye, sin embargo, una sola unidad. Se llama Constitución "Pastoral" porque, apoyada en principios doctrinales, pretende exponer la relación que media entre la Iglesia, mundo y comunidad actual. Por eso, ni en la primera falta la intención pastoral, ni en la segunda una intención doctrinal. Pero en la primera parte la Iglesia desarrolla su doctrina sobre el hombre, el mundo en que el hombre está sumergido y su relación para con ellos. En la segunda parte considera más expresamente diversos aspectos de la vida y de la sociedad humana de hoy, en particular las cuestiones y problemas que en nuestros días se presentan como más urgentes en esta materia. De ahí, como resultado, que en esta última parte, la materia, aun estando sometida a principios doctrinales, se compone no tanto de elementos permanentes, sino también de elementos contingentes. Se ha de interpretar, por tanto, la Constitución según las normas generales de la interpretación teológica, teniendo siempre en cuenta, sobre todo en la segunda parte, las circunstancias con que, por su misma naturaleza, están ligados los temas de que trata.


Eze 37:5 Así dice el Señor Iod He Vau He a estos huesos: He aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en vosotros, y viviréis. Eze 37:6 Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, os infundiré espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Iod He Vau He.» Eze 37:7 Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras yo profetizaba se produjo un ruido. Hubo un estremecimiento, y los huesos se juntaron unos con otros. Eze 37:8 Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos. Eze 37:9El me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al espíritu: Así dice el Señor Iod He Vau He: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que vivan.» Eze 37:10 Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso ejército. Eze 37:11 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros. Eze 37:12 Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Iod He Vau He: He aquí que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al suelo de Israel. Eze 37:13 Sabréis que yo soy Iod He Vau He cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío. Eze 37:14 Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Iod He Vau He, lo digo y lo haga, oráculo de Iod He Vau He.» Eze 37:15 La palabra de Iod He Vau He me fue dirigida en estos términos: Eze 37:16 Y tú, hijo de hombre, toma un leño y escribe en él: «Judá y los israelitas que están con él.» Toma luego otro leño y escribe en él: «José, leño de Efraím, y toda la casa de Israel que está con él.» Eze 37:17 Júntalos el uno con el otro de suerte que formen un solo leño, que sean una sola cosa en tu mano. Eze 37:18 Y cuando los hijos de tu pueblo te digan: «¿No nos explicarás qué es eso que tienes ahí?», Eze 37:19 les dirás: Así dice el Señor Iod He Vau He: He aquí que voy a tomar el leño de José (que está en la mano de Efraím) y las tribus de Israel que están con él, los pondré junto al leño de Judá, haré de todo un solo leño, y serán una sola cosa en mi mano. Eze 37:20 Los leños en los cuales hayas escrito tenlos en tu mano, ante sus ojos, Eze 37:21 y diles: Así dice el Señor Iod He Vau He: He aquí que yo recojo a los hijos de Israel de entre las naciones a las que marcharon. Los congregaré de todas partes para conducirlos a su suelo.


Eze 37:22 Haré de ellos una sola nación en esta tierra, en los montes de Israel, y un solo rey será el rey de todos ellos; no volverán a formar dos naciones, ni volverán a estar divididos en dos reinos. Eze 37:23 No se contaminarán más con sus basuras, con sus monstruos y con todos sus crímenes. Los salvaré de las infidelidades por las que pecaron, los purificaré, y serán mi pueblo y yo seré su Dios. Eze 37:24 Mi siervo David reinará sobre ellos, y será para todos ellos el único pastor; obedecerán mis normas, observarán mis preceptos y los pondrán en práctica. Eze 37:25 Habitarán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos, para siempre, y mi siervo David será su príncipe eternamente. Eze 37:26 Concluiré con ellos una alianza de paz, que será para ellos una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. Eze 37:27 Mi morada estará junto a ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Eze 37:28 Y sabrán las naciones que yo soy Iod He Vau He, que santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.

12. Llorad a los muertos pero que esas lagrimas sean de fe y esperanza. 13. Sal 49:1 ¡Oídlo, pueblos todos, escuchad, habitantes todos de la tierra, Sal 49:2 hijos de Adán, así como hijos de hombre, ricos y pobres a la vez! Sal 49:3 Mi boca va a decir sabiduría, y cordura el murmullo de mi corazón; Sal 49:4 tiendo mi oído a un proverbio, al son de cítara descubriré mi enigma. Sal 49:5¿Por qué temer en días de desgracia cuando me cerca la malicia de los que me hostigan, Sal 49:6 los que ponen su confianza en su fortuna, y se glorían de su gran riqueza? Sal 49:7 ¡Si nadie puede redimirse ni pagar a Dios por su rescate!; Sal 49:8 es muy cara la redención de su alma, y siempre faltará, Sal 49:9 para que viva aún y nunca vea la fosa. Sal 49:10 Se ve, en cambio, fenecer a los sabios, perecer a la par necio y estúpido, y dejar para otros sus riquezas. Sal 49:11 Sus tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de edad en edad; ¡y a sus tierras habían puesto sus nombres! Sal 49:12 El hombre en la opulencia no comprende, a las bestias mudas se asemeja. Sal 49:13 Así andan ellos, seguros de sí mismos, y llegan al final, contentos de su suerte. Pausa. Sal 49:14 Como ovejas son llevados al seol, los pastorea la Muerte, y los rectos dominarán sobre ellos. Por la mañana se desgasta su imagen, ¡el seol será su residencia! Sal 49:15 Pero Dios rescatará mi alma, de las garras del seol me cobrará.


Sal 49:16 No temas cuando el hombre se enriquece, cuando crece el boato de su casa. Sal 49:17 Que a su muerte, nada ha de llevarse, su boato no bajará con él. Sal 49:18 Aunque en vida se bendecía a sí mismo - te alaban, porque te has tratado bien -, Sal 49:19 irá a unirse a la estirpe de sus padres, que nunca ya verán la luz. Sal 49:20 El hombre en la opulencia no comprende, a las bestias mudas se asemeja. 14. Dan 12:12 Dichoso aquel que sepa esperar y alcance mil trescientos treinta y cinco días. 15. Jua 11:25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; Jua 11:26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» 16. 1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte,tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

La superación frente al enemigo de la muerte 1. La tristeza es condición humana frente al enemigo de la muerte acompañada de la fe en la resurrección. 2. La muerte como comienzo de vida es objeto de la fe. Mat 26:36 Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.» Mat 26:37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Mat 26:38 Entonces les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.» Mat 26:39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.» Mat 26:40 Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? Mat 26:41 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» Mat 26:42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.» Mat 26:43 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. Mat 26:44 Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.


Mat 26:45 Viene entonces donde los discípulos y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. Mat 26:46 ¡Levantaos!, ¡vámonos! Mirad que el que me va a entregar está cerca.» 3. Mar 14:31 Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Lo mismo decían también todos. Mar 14:32 Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración.» Mar 14:33 Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Mar 14:34 Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad.» Mar 14:35 Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. Mar 14:36 Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí

esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.» Mar 14:37 Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? Mar 14:38 Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» Mar 14:39 Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras. Mar 14:40 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle. Mar 14:41 Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

Mar 14:42 ¡Levantaos! ¡vámonos! Mirad, el que me va a entregar está cerca.»

4. Luc 22:40 Llegado al lugar les dijo: «Pedid que no caigáis en tentación.» Luc 22:41 Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba Luc 22:42 diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Luc 22:43 Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Luc 22:44 Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. Luc 22:45 Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza;


Luc 22:46 y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para que no caigáis en tentación.»

5. Jua 12:27 Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto! 6. 2Co 5:1 Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos. 2Co 5:2 Y así gemimos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste, 2Co 5:3 si es que nos encontramos vestidos, y no desnudos. 2Co 5:4 ¡Sí!, los que estamos en esta tienda gemimos abrumados. No es que queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 2Co 5:5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu. 7. Heb 5:7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente,

8. Cristo en su humanidad experimento el dolor de la muerte y los creyentes deseamos evitar este dolor LA INCLINACIÓN AL MAL 1. El corazón de los hombres esta alienado desde la niñez. 2. Gén 6:5 Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, 3. Gén 8:21 Al aspirar Yodhveh el calmante aroma, dijo en su corazón: «Nunca más volveré al maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez,ni volveré a herir a todo ser viviente como lo he hecho.

4. El hombre muestra dificultad para caminar con simplicidad delante de Dios. 5.


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