Camino dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar. Eduardo Galeano.
Sin pretender igualar el concepto de mito; nombre de este boletín, con el concepto de utopía propuesto por Galeano la frase nos sirve para rescatar un conjunto de cuestiones que son centrales a la hora de articular un proyecto capaza de movilizar a amplios sectores que se oponen al actual gobierno de derecha y al proyecto de sociedad en general que se proponen.
Editorial A Construir Mayoría Democrática para unos nuevos estatutos orgánicos en la UV Cuando la mona se viste de seda Ladrillos para un nuevo marxismo para una nueva praxis política Rincón poético
Es que el mito, al igual que la utopía de Galeano, posee esa capacidad de unificación o de articulación de voluntades colectivas en torno a reivindicaciones, objetivos y situaciones comunes, pero lo más importante, posee esa capacidad de movilización en torno a un proyecto común, a ciertas ideas comunes; en síntesis, posee una capacidad de generar y cohesionar voluntades que se convierte en una práctica de transformación de lo real. En este sentido la concepción de un horizonte a seguir es fundamental para generar un nuevo bloque histórico capaz de transformar la situación actual incluyendo a distintos sectores muchas veces no tomados en cuenta, ya sea ecologistas, minorías sexuales, grupos étnicos, trabajadores de distintos sectores, etc. Se necesita de un nuevo proyecto de sociedad para constituirnos como un nuevo sujeto histórico. Por último la frase nos lleva a asumir que el mesías, las tierras y las sociedades prometidas, que el final feliz de la trágica historia humana no constituye una meta fija, es decir, que las metas que nos propongamos es posible que se alcancen, pero al momento de la llegada surgirá otra por la cual actuar, luchar y unirse. Lo que pretende este boletín esta dicho de ante mano: que de una vez por todas se pueda comenzar a caminar.
Por Camilo Sánchez
Un Poco de Memoria.
El Proceso de Elaboración de los nuevos Estatutos y el Reacomodo de las Fuerzas Antidemocráticas.
En estas alturas de la vida “democrática” de nuestro país a pocos sorprende que luego de más de dos décadas de la salida pactada a la dictadura militar aún se mantengan vigentes sus principales aparatos normativos. Así lo podemos apreciar, por ejemplo, con nuestra constitución política, donde la concertación durante años en el gobierno solo realizó maquillajes bajo la lógica de la política de los consensos y “en la medida de lo posible”. En Chile, luego de tanto años de supuesta “profundización democrática”, todavía convivimos con una constitución implantada con sangre y fuego.
Para la conformación de este nuevo cuerpo normativo para la UV se mandató a la creación triestamental de una Comisión Central de Estatutos, espacio por el cual se debía encausar la discusión de estudiantes, funcionarios y académicos en cada escuela y facultad, canalizando, luego de estos debates, las distintas propuestas que surgiesen para poder así establecer los puntos de acuerdo y disenso a ser votados en un gran referéndum universitario donde participara cada estudiante, funcionario y académico 2 bajo la ponderación histórica .
En las universidades públicas, en general, y en la Universidad de Valparaíso en particular, esta lógica cobra sentido toda vez que damos cuenta de la existencia de 1 Estatutos Orgánicos (EE.OO.) heredados desde la dictadura y cuya centralidad está ubicada en impedir que los tres estamentos, a saber, académicos, funcionarios y estudiantes, puedan participar tanto en la elección de las autoridades unipersonales (rectores, decanos, directores, etc.) como en la toma cotidiana de las decisiones. En definitiva, estamos frente a un estatuto autoritario confeccionado en dictadura y cuyo objetivo es promover el pensamiento único. Ante esta inquietante realidad en los últimos años se ha abierto un importante debate en nuestra universidad fruto de diversas iniciativas, dentro de las cuales la gran movilización del año 2007 puede contarse como uno de los principales hitos donde, además de motivarse la salida del corrupto ex-rector Riquelme Zucchet, se acordó trabajar por la configuración de unos nuevos estatutos orgánicos, al tiempo que de facto se instauró la participación triestamental en los distintos consejos, tanto de carreras, facultades y universidad. Ahora bien, ya van tres años desde que la universidad se ha propuesto conformar estos nuevos estatutos orgánicos. Cabe preguntarse entonces en que se ha avanzado durante todo este tiempo.
En ese tanto es que hasta el momento han tomado claridad principalmente dos propuestas. La primera, nacida desde el estamento estudiantil a partir del encuentro de democratización organizado por la FEUV el año 2009, logró sentar nociones básicas de las expectativas estudiantiles sobre el proceso que vive la universidad.
Como por ejemplo la necesidad de establecer la elección triestamental de las autoridades universitarias y el carácter normativo y resolutivo que deben tener los consejos triestamentales en cada nivel. Fue esta misma propuesta la que, con algunas modificaciones tácticas, fue consensuada y elaborada técnicamente en conjunto con la Asociación de Funcionarios Académicos (AFA) el año recién pasado desde la FEUV. La segunda propuesta, elaborada por el conservador claustro de académicos de la carrera de Derecho, sin embargo, señala transversalmente lo contrario a nuestra propuesta y pone en riesgo lo que hoy incluso de facto hemos conquistado. Así, la prohibición de elegir triestamentalmente a las autoridades universitarias como también
1
Es el cuerpo normativo de la universidad que regula el funcionamiento de los distintos órganos de esta y dispone las formas por las cuales se toman las decisiones. El Estatuto Orgánico (EE.OO.) vigente fue formulado en la dictadura militar y prohíbe expresamente la participación de funcionarios y estudiantes en la toma de decisiones.
2
La ponderación histórica es la que mantuvo la Universidad de Chile hasta 1973, representando un 65% de la fuerza electoral el estamento académico, un 25% para estudiantes y 10% para funcionarios.
el carácter minimalista y consultivo que le otorgan a los consejos triestamentales marcan el objetivo claro de quienes intentan aferrarse a la institucionalidad pinochetista y autoritaria. Sin embargo esto no es lo preocupante, ya que los enemigos de la triestamentalidad tienen larga data, sino más bien la fuerza potencial que pueda tener la propuesta de este sector en el estamento académico de las principales facultades de nuestra universidad. Recordemos que los académicos manejan el 65% del resultado del referéndum, bastando convencer a la mayoría de los votos de la facultad de medicina, por ejemplo, para tener una victoria asegurada de la propuesta conservadora. Ahora bien, este escenario es aún más complejo ante la probable posición que tome la rectoría, la cual no se encuentra ausente de todo este proceso. Claramente al Rector Aldo Valle no le acomoda instaurar elecciones triestamentales para las autoridades universitarias, cuestión que se ha puesto en evidencia ante su inquietante silencio frente a las dos votaciones triestamentales en la facultad de humanidades, tanto de sus Directores de Institutos como del mismo Decano. Esto pone aún más en peligro la elección de una propuesta democrática en el referéndum aprobatorio de los nuevos estatutos orgánicos.
La Posición de los Jóvenes Comunistas en la UV: A Conformar Una Gran Mayoría Democrática. Frente a este difícil escenario es que desde las Juventudes Comunistas de la Universidad de Valparaíso consideramos necesario que, de manera amplia y sin sectarismos, todos quienes estemos a favor de la triestamentalidad conformemos un referente universitario que sea expresión de una gran mayoría democrática en la UV compuesta por estudiantes, funcionarios y académicos y cuyo objetivo a corto plazo sea el establecerse ante el referéndum que se avecina. Así mismo, desde la jota consideramos importante señalar que el proceso democratizador en la UV no ha comenzado ni terminará con el referéndum a celebrarse el presente año. Lo que tenemos frente a nosotros es, sin embargo, una oportunidad irremplazable de avanzar en democratizar nuestra universidad para ponerla al servicio de las grandes mayorías. ¡POR UNA GRAN MAYORÍA DEMOCRÁTICA PARA UNOS NUEVOS ESTATUTOS ORGÁNICOS!
Por Mario Domínguez Al parecer la realidad chilena ha ido adquiriendo poco a poco un aspecto que, a quienes luchamos por una sociedad en la que la mujer y el hombre definan en libertad e igualdad su porvenir, se nos hace pedregoso. El Estado y sus figuraciones han dado paso a nuevos aspectos de dominación. No hablamos de algo que no hayamos visto antes, el neoliberalismo y la mundialización del mercado, sino de la consolidación de un proyecto políticamente organizado en los diferentes matices que adquiere nuestra vida social. Gran parte de las decisiones que se han tomado en ámbitos del quehacer gubernamental están influidas por lo que llamamos burguesía financiera, lejos de valores ortodoxos la nueva forma de gobernar esconde la cara de la cada vez más imponente nueva derecha. Una derecha que se presenta a sí misma desmarcada de los asesinatos y de las discusiones sensibles, una derecha “demócrata”, respetuosa de los derechos humanos, del olvido necesario para la reconciliación de los chilenos y, coherentemente, una derecha profundamente neoliberal. Las rencillas que RN sostiene con la UDI se han fundamentado sin duda en los harapos conservadores de esta última, cuya ideología va quedando despojada de la fortaleza que una vez tubo, el partido de Jaime Guzmán se aferra de intereses administrativos y es avasallado de pronto por el liberalismo Piñerista. El fantasma pipiolo vuelve a agitar la sólida sotana de los niñitos bien. ¿Qué hay de interesante en esta lucha? La izquierda debe aprehender certeramente acerca de las tensiones sobre las que se desarrollan las luchas sociales. El argumento liberalizador de la derecha no es un elemento a dejar de lado en este análisis, ¿Cuál debe ser la contrapropuesta de la izquierda? Aquí hay una cuestión doble; primero porque hoy existe una necesidad de elaborar un propuesta actual y hegemónica que se presente como alternativa a esta
nueva derecha y segundo porque viceversa la izquierda necesita elaborar una propuesta alterna y plena de posibilidades para articularse a sí misma.
energía?, ¿Cómo no avergonzarnos de seguir con la moral del cura Hasbún aun apretando nuestros genitales?
El hecho de que una diputada oficialista presente un proyecto de ley que pone en el tapete el debate acerca del aborto terapéutico es un síntoma de que nuestros agravios tienen también una salida liberal ¿Acaso las luchas sexuales y de género tienen un estatuto diferente al del resto de las luchas? ¿Acaso están exentas de las demás tensiones de la sociedad? Lo que pasa aquí es que las tensiones han sido desarrolladas en la matriz de la tolerancia neoliberal. Este despliegue no es tan sólo mérito de la derecha que (fuera de sus tensiones internas) son capaces de integrar a su proyecto agravios propios del movimiento social (que ellos tanto aborrecen), sino un problema de la izquierda al no poder elaborar un programa heterodoxo, herético y libre de dogmas que asuma como aspectos de un mismo proyecto a las luchas ecológicas, sexuales, étnicas y de género. Con lo anterior no nos referimos a un proyecto acrítico, pues un grave error es asumir consignas sin determinar con astucia la negación del conflicto y sus posibilidades de superación dialéctica, nos referimos a un proyecto unitario y vinculado al desarrollo de todos los aspectos posibles de la humanidad, desde la estética, hasta la psicología.
El porvenir de nuestro porvenir (valga la redundancia) se ve amenazado por sarcasmos que nos suenan cada vez más ácidos y éste presente año la educación chilena se llevará el trago amargo.
Un mal cuento campesino. No pecaríamos de exceso de imaginación si dijéramos que este acontecer nacional parece un cuento de Pedro Urdemales, donde la individualidad de la personificación de nuestro pícaro anti-héroe es sobrepasada por la de los que poblamos la larga y angosta franja de tierra. Y es que si hubiese una forma retratar la supervivencia de los trabajadores de este país; sin duda es bajo las hazañas de un roto a veces humilde, supersticioso e imaginativamente pícaro que, para sortear con suerte las turbulencias de este fatídico viaje llamado neoliberalismo, ha recurrido a la astucia de su sentido común, su intuición y su comedia. Hoy el chiste cada vez es más amargo. Su sarcasmo es más grave y donde no nos hacer reír nos avergüenza; ¿Cómo no avergonzarnos de un chiste relacionado con la propiedad del sur de Chile?, ¿Cómo no avergonzarnos de aquel chiste que dice que seguimos quemando carbón para abastecernos de
Hemos presenciado la vergonzante actuación del gobierno y el movimiento de influencias que desató para aprobar la famosa “revolución” educacional y es que el programa que se nos impone por parte del ejecutivo con la venia de una decepcionante mayoría del parlamento (en la que figuran los partidos agrupados en la Concertación excepto el PRSD) es un reflejo de que las raíces del poderío de la derecha en Chile han consolidado una arbolada arrolladora con la cohesión que sus detractores aún no hemos logrado unificar.
Los coletazos que la dicha reforma va a provocar tienen ribetes cuya amplitud y magnificencia aún no podemos abarcar. Y es que el “sentido público” de las instituciones educativas nos ha quedado como una idea abstracta, lejana, poco cierta y carente de determinación, no hemos pensado su funcionamiento bajo el yugo de la privatización y fuera del alcance de una regulación colectiva y democrática (el rol del Estado). Así el nuevo ente responsable del desarrollo del país es de facto el inversor privado, en él se confieren las expectativas de todo un país, en su criterio y en su capital. Criterio que por supuesto ha impulsado proyectos tan fatídicos como Pascualama, los múltiples proyectos de Termoeléctricas e Hidroeléctricas y que ha permitido la degradación masiva e irresponsable de parte de nuestro ecosistema. Uno de los actores determinantes en la desestabilización de estos proyectos somos los estudiantes y nuestro poder es el deber de enfrentarnos como oposición férrea al gobierno demostrando que bajo la aparente solidez de sus investiduras, el rey sigue desnudo. ¡Democratizando la universidad, Organizando la Reforma y Construyendo movimiento social avanzan los estudiantes!
c. Dentro ya de lo específicamente humano se plantea que si existe una primacía de lo material por sobre lo inmaterial (el pensamiento, etc.) es de esperarse que las relaciones que el hombre establece con la naturaleza (las relaciones sociales de producción: estructuras) determinen el conjunto de ideas, formas de pensamiento, ideologías, formaciones políticas (por ejemplo el estado), etc. (superestructuras). Este movimiento era irrefutable y constituía una ley para toda sociedad. En este sentido el cambio estaba regido por la tensión existente 4 entre una clase dominante y una dominada, contradicción que se terminaría mediante una revolución que llevaría a un nuevo estadio social.
Por Elías Mella Lobos.
Las viejas categorías del materialismo dialectico. Muchas veces se ha escuchado hablar del marxismo como aquella teoría que postula o que ha “descubierto las leyes de la evolución de la historia”. Bajo esta óptica tenemos una cierta visión del quehacer del hombre en torno a estas leyes o fatalidades que lo han regido, lo rigen y lo seguirán rigiendo hasta llegar a un estado social superior en donde no existen dominaciones ni desigualdades de ningún tipo: ¿En qué consistían estas supuestas leyes del marxismo?, ¿Cuáles eran sus principales mitos?.
d.
Estas se articulaban en varios ejes y supuestos irrefutables bajo los cuales se “debía” interpretar la sociedad, que surgen teniendo como referentes, por un lado, la 3 teoría de Marx , por otro lado, el incipiente positivismo y su consiguiente cientificismo, la teoría de Darwin en torno a la evolución de las especies y el Eurocentrismo de la época: a. El viejo materialismo dialectico surge desde un contexto predominantemente positivista en donde los métodos o las formas de estudiar la realidad se debían ajustar a los métodos científicos, los cuales, consistían en la postulación y generalización de leyes que rigen el movimiento de su objeto de estudio, así como la negación de cualquier intervención moral y política en estos fundamentos. En este sentido si se debía estudiar la historia, el objeto de este estudio seria “establecer” ciertas leyes generales mediante las cuales esta se rigiera, y en consecuencia, leyes inevitables en las que los seres humanos se verán inmersos. b. La primacía de la naturaleza por sobre la historia humana: esta se deriva del postulado supuestamente materialista de que “lo único real es la naturaleza” (aquí se iguala naturaleza y ser), en este sentido si la dialéctica constituye el estudio del ser en su movimiento es de esperar que al igual como la naturaleza la historia humana (que transcurre en la naturaleza) posea un movimiento universal y único, una ley tendiente hacia una sola finalidad. 3
Más bien interpretaciones de este marxismo como lo fueron las hechas por Engels (aunque este nunca se refiere a un “materialismo dialectico”), Plejanov, Bujarin, Kautsky, etc.
Bajo el paradigma Darwiniano se articula una cierta visión de la sociedad en torno a una finalidad inmanente de la sociedad articulada en torno a la noción de evolución vista como necesidad y progreso. Si los seres humanos se rigen por el movimiento de la naturaleza, es decir, la evolución como mayor adaptabilidad al ambiente como un cambio tendiente a un estado mejor y más complejo, es lógico pensar que las sociedades se regían bajo un movimiento evolutivo, el cual en tanto natural, hacía necesario el paso por ciertos o estadios o etapas sociales: la antigüedad, la sociedad feudal, la sociedad capitalista y por último, el controvertido y mítico comunismo; fin de todas las dominaciones de clase. Bajo la lupa eurocentrista la emancipación de las sociedades, por ejemplo, latinoamericanas debían necesariamente pasar por el tipo de organización social más “evolucionado” y complejo del mundo hasta entonces del cual Europa era su exponente: el capitalista.
Un nuevo marxismo como praxis política. a.
Las consecuencias del marxismo anteriormente nombrado son claras: Primero debido a la interpretación positivista de los postulados de Marx, así como también de la naturalización del desarrollo social descrito por este autor; estos, son considerados al nivel de leyes generales bajo las cuales se rige el desarrollo histórico. En este sentido la interpretación de un proceso de cambio, o revolución, a un nivel latinoamericano tiende más bien a homogenizar que a diferenciar lo que trae como consecuencia el desconocimiento de ciertos aspectos específicos de nuestra región y más particularmente nuestro país. Por otro lado la naturalización de estas etapas
4
Muy coloquialmente la clase se define como la posición que ocupa un cierto grupo social en torno a los aparatos productivos, en este sentido y a modo muy general y poco complejo, se pueden dividir entre los poseedores de los medios de producción y aquellos que no los poseen (nobles y esclavos, señores y siervos, burgueses y proletarios)
b.
de desarrollo así como la primacía del ser por sobre el espíritu (de las relaciones económicas por sobre las relaciones político-ideológicas y culturales) trae como consecuencia que la política se vea supeditada a “la fuerza de las cosas”, es decir, a una pasividad y un descuido en cuanto a la praxis política: si los cambios son naturales y se rigen por leyes el mesías denominado comunismo llegaría si o si independiente de nuestros actos. Ninguna interpretación más errada se ha hecho que la anterior . Un nuevo Marxismo fundado en la praxis: Lo que aquí se propone es un marxismo fundado en lo que es la práctica concreta. Esto quiere decir que los cambios sociales y la dirección que este a un nivel normativo debería tener no están dado de antemano por “un 5 universal fuera del tiempo y del espacio” , es decir, la metafísica denominada materialismo dialectico. 6 Si “la vida social es esencialmente practica” , si el hombre es “el 7 conjunto de las relaciones sociales” ; es decir, es practica social, obtenemos que el cambio y desarrollo social: la historia, no se mueven por la fuerza de las cosas ni son algo necesario ni natural, sino que depende de cada uno de nosotros como individuos y parte de un colectivo y nuestra acción política concreta. Al entender la actual situación chilena estos planteamientos cobran sentido al hacer crítica social, tendiente a transformar el estado de cosas; no solo desde el discurso (de hecho es demasiado fácil hacerla solo desde el discurso), sino desde la actividad política, desde un colectivo político que encarne un proyecto de sociedad, un mito, que pueda captar la especificidad de nuestra realidad y nos motive a actuar en pos de una sociedad mejor en todos los aspectos de la vida social, ya que “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero delo que se trata es de 8 transformarlo”
5
Nestor Kohan. Marx en su (tercer) mundo. (1998). Buenos aires: editorial biblos., pp.
6
Karl Marx. “Tesis sobre Feuerbach”. En Nestor Kohan.” Marx en su (tercer) mundo”. (1998). Buenos aires: editorial biblos., pp. 259 7 Ibid., pp. 258. 88
Karl Marx. “Tesis sobre Feuerbach”. Op.cit., pp. 259
Naturaleza Zombie Por favor, mátenme Tengo la capacidad de quedarme callado un mes Hay que infiltrarse con identidades falsas En los sueños soluciono mis problemas En un momento repentino me di plena cuenta que todo esto es hermoso Nada de conciliaciones aquí, hay que pelear Las palabras son manotazos de ciego John Travolta
Para estar, en el intento Nací para estar. Morí en el intento. Luego escogí el mejor aroma de invierno y dormí ahí. Encontré entonces, un lugar para guardar los rincones. Resignando mis pasos, pude comprender que a veces es mejor olvidar. Olvidé los aromas que algún día me hicieron cantar, volar, mirar. Retrocedí ciertos pasos; pero avancé y olvidé. Cuando escojo el lugar, dejo las huellas, un par de canciones, letras. Armonía. Las palabras que se dictan, al son del pasado, escabullidos, en la sangre. No conozco el brillo o las sombras que esclarecen. Ausento de letras para aunarte. La necesidad se hace constante cuando el vacío apodera mis armas. Entonces ahí camino a las rutinas, las hojas ralladas, la tinta seca, la incoherencia, el deseo, dormir con frío. . Continuo cambio, morir a diario, saborear los días. Algún tiempo que olvidé. Tal vez allí quedaron los rastros de mi presencia en el estar. Los pocos sentimientos que fueron más que monotonía, el sin sentido, la falta de amor, el no conocerlo. En que circunstancias llegó, en que invierno murió. Cuándo fue que mire las almas, deteniendo el espacio, colgando flores, regando en llanto las nubes, dentro de mí. Esperanza