En algún lugar de Guatemala, vivía Elena, una chica conocida por su amabilidad y belleza; ayudaba en las tareas del hogar y en la pequeña panadería de sus padres. Elena era morena, tenía ojos grandes y pelo largo, y aunque a muchos chicos les gustaba nunca se había enamorado de nadie.
Una noche Elena estaba en su cama, cuando de pronto, escuchรณ pasos fuera de su casa; pensรณ que era un ladrรณn, pero empezรณ a oir una guitarra y una hermosa voz. Encantada, Elena se acercรณ a su ventana y vio a un hombrecito con un gran sombrero.
Al día siguiente, Elena no quería hablar con nadie, solo quería que fuera de noche para ver de nuevo al hombrecito. La noche llegó, Elena estuvo escuchando la canción y enamorándose del hombre que la cantaba.
Las noches pasaban y Elena solo podía enamorarse cada vez más. Sus padres no entendían por qué Elena se comportaba tan diferente a como solía ser, pero no sabían qué hacer.
En una de las tantas noches en las que su enamorado llegaría a visitarla, Elena se puso un vestido que nunca había usado, se maquilló y se cortó el cabello para sorprenderlo; estaba tan enamorada que quería casarse con él.
¡Iba a pedirle matrimonio!
Elena pasรณ toda la tarde y noche frente a su ventana, pero el hombrecito nunca llegรณ.
Al día siguiente decidió contarles a sus padres todo lo que había pasado con aquel pequeño hombre. Ellos reconocieron rápidamente de quién se trataba; “El Sombrerón” es un hombrecito que busca enamorar únicamente a las chicas de pelo largo para quitarles todo. Después de escuchar su historia, sus padres únicamente la abrazaron y le dijeron que se cortara el pelo más a menudo porque se veía aún más bonita que de costumbre.