Foto carรกtula Sabaneta desde el Centro Comercial Mayorca. Juan Pablo Salazar Ochoa. 2012
FACULTAD DE ARQUITECTURA
Agradecimientos
A la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. A su Facultad de Arquitectura y Escuela de Arquitectura. A nuestro tutor el arquitecto y docente Juan Carlos Castañeda Acero por sus valiosos aportes. A nuestras familias por acompañarnos y brindarnos su apoyo constante. A las personas e instituciones que de buena voluntad contribuyeron a la realización de este trabajo: el señor Oswaldo Gutiérrez Tobón, bibliotecario de la Biblioteca Pública Municipal de Sabaneta Juan Carlos Montoya Montoya, quien amablemente compartió con nosotros el material fotográfico y escrito que ha venido reuniendo. El señor Guillermo Gallego Tangarife, quien amablemente nos permitió usar algunas imágenes de su archivo de fotografías históricas de Sabaneta. Al historiador Danny Muñoz Escalante, promotor de patrimonio y proyección cultural de la casa de la cultura La Barquereña y al ingeniero Henry Madrid Gómez, presidente de Grupo Monarca S.A. De parte de Juan Pablo Salazar, agradecimientos especiales al profesor Rafael Ramírez López, motivador del ejercicio investigativo.
Contenido
Introducción
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El espacio geográfico
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Momentos inductores del crecimiento urbano 1896-2002 19 La marca fundacional: el crecimiento centralizado 21 Los ejes estructurantes: el crecimiento lineal 29 El ferrocarril de Antioquia y la estación Sabaneta–José Félix de Restrepo 37 Primera industrialización 43 Paréntesis: el crecimiento urbano 1980-2000 56 Momentos inductores del crecimiento urbano 2002-2012 Rompimiento del hito de los 5 pisos: el crecimiento en altura La incursión de una nueva industria inmobiliaria Diversificación de la oferta inmobiliaria Ley de ordenamiento territorial: el crecimiento planificado Segunda industrialización Los proyectos de escala metropolitana La configuración de un sistema de movilidad La Centralidad Sur El Metro de Medellín y la extensión al sur
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Epílogo 127 Apéndice
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Gráfico 1: D.N.P. 2006 Gráfico 2 (No figura por motivos de escala gráfica Medellín con 11890 industrias): D.A.N.E. 2010 Gráfico 3: D.A.N.E. 2005 Gráfico 4: D.A.N.E. 2010
Introducción
El objeto de estudio Con 15 kilómetros cuadrados, Sabaneta es el municipio más pequeño de Colombia y el más joven del Valle de Aburrá con 44 años de vida municipal. Al mismo tiempo, es uno de los municipios más densamente industrializados del país —en función de su corta extensión— y el de mayores ingresos tributarios per cápita en Antioquia. El panorama actual es un panorama de transformaciones físicas considerables en un corto período de tiempo. Este proceso ha sido protagonizado por la industria inmobiliaria, cuya actividad económica ha resultado particularmente fértil en Sabaneta. Como consecuencia, la construcción de vivienda, a partir de diversas tipologías —especialmente los complejos residenciales de gran altura—, han proliferado en Sabaneta dando como resultado la densificación del centro urbano tradicional y la urbanización extensiva de territorios antes rurales. Se trata de un proceso de crecimiento urbano a partir de una serie de dinámicas económicas desde el sector privado en el 8
marco de una economía de libre mercado. Sin embargo, desde la ciudadanía y la academia, han surgido una serie de dudas en relación a los efectos a largo plazo de esta lógica de crecimiento. A raíz del interés que han generado los procesos de transformación urbana en Sabaneta, es común encontrar comparaciones con el crecimiento sub-urbano que experimenta el sector de El Poblado en Medellín (Comuna 14), entre ellas la planteada desde el Plan Director Medellín-Valle de Aburrá BIO 2030: Al observar las tendencias actuales de expansión en la ladera suroriental, entre los sectores que de alguna manera están persiguiendo la ruta trazada por Medellín —y en particular por El Poblado—, sobresale el municipio de Sabaneta (Urbam y AMVA 2011:250). Sin embargo, aunque se puedan reconocer de forma válida algunas interrelaciones, no sobra reconocer que Sabaneta no es El Poblado: su realidad política, física y social es diferente. Además, dentro de su proceso de crecimiento urbano, la sub-urbanización no constituye su única alternativa, lo que a priori determina
interrelaciones complejas entre diferentes modelos de ciudad superpuestos, así como consecuencias e impactos de diferente índole que es preciso tratar de identificar. Es por este motivo, que el presente trabajo propone una contextualización de la realidad específica de Sabaneta desde el ámbito del crecimiento urbano, partiendo de un reconocimiento del proceso histórico para de esta forma servir como punto de partida para próximos trabajos investigativos que aborden de pleno el estudio de las complejidades y vicisitudes del actual fenómeno de crecimiento urbano. En nuestro caso, proponemos la construcción —en el largo plazo— de una hipótesis que permita diagnosticar las problemáticas y afectaciones de los modelos de crecimiento urbano aplicados en la actualidad en relación al concepto de desarrollo urbano sostenible, determinando también cuáles han sido los aciertos y cuáles son las oportunidades que tiene el municipio a raíz de este fenómeno, siendo una de ellas, la posibilidad de consolidar su estructura urbana en función de un modelo de ciudad
Los momentos inductores en el crecimiento urbano La historia se suele contar a partir de eventos singulares. La historia de la arquitectura, por lo general, se centra en la arquitectura singular, de los ricos y poderosos. El presente trabajo no escapa a esta tendencia de interés hacia los aspectos singulares, por ello, decidimos abordar el proceso de crecimiento urbano de Sabaneta de 1896 a 2012 a partir de una serie de acontecimientos singulares que para efectos del trabajo denominamos momentos inductores. Entendemos por momento inductor de crecimiento urbano una condición histórica —o conjunto de condiciones históri-
% población
% población
densa y compacta, aunque diferenciable y posiblemente incoherente con la tendencia de expansión intensiva hacia la ladera: un modelo de ciudad difusa, de sectores monofuncionales y con problemas de accesibilidad propios de la ocupación de nuestra geografía escarpada (Íbid., 250). Dos tendencias que pueden caracterizar al mismo fenómeno.
cas— que desencadenan una tendencia de crecimiento con características particulares y cuya asociación constituye el planteamiento de una hipótesis. La documentación a partir de momentos inductores, como hitos o momentos claves en el proceso, es para el caso de Sabaneta, la forma que consideramos más práctica para abordar una temática que no ha sido tratada antes: la historiografía urbana con enfoque hacia el crecimiento urbano-morfológico. De esta forma, al ir directamente hacia dichos momentos clave, se ordena y prioriza el discurso dejando también sentadas las bases para que en estudios posteriores, se ahonde en los momentos inductores planteados o se aborden los procesos intermedios, en los que sea necesario profundizar. De los momentos inductores se caracterizan dos aspectos básicos: las causas y consecuencias. Dentro de las causas se abordan algunos aspectos históricos, políticos, económicos o sociales que sean pertinentes para ilustrar y enmarcar el proceso dentro de un contexto. Dentro de las con-
secuencias, se trata su incidencia en el crecimiento urbano. A criterio de los autores, el proceso de crecimiento urbano de Sabaneta (18962012), se clasifica en dos grandes capítulos: el primero de ellos, comprende desde 1896: el momento fundacional, hasta el año 2002: fecha que reúne varios acontecimientos cercanos importantes: el rompimiento del punto limitante de los 5 pisos de altura, que a su vez determina el inicio del fenómeno de crecimiento urbano bajo las tendencias actuales de crecimiento en altura (objeto de estudio a largo plazo), y poco antes, la Ley 388 de 1997 (Ley de ordenamiento territorial), que decreta la entrada en vigencia de los Planes de Ordenamiento Territorial para los municipios y la formulación de un primer plan —para el caso de Sabaneta— en el año 2000. Para el desarrollo del primer capítulo se procedió a la recopilación de la historia urbana del municipio a través del estudio de fuentes secundarias con el fin de extraer, clasificar y caracterizar los momentos inductores del crecimiento urbano entre los 9
Perfil urbano de Sabaneta desde el C.C. Mayorca, 2012 Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa
años de 1896 y 2002. Las fuentes secundarias de mayor utilidad fueron básicamente las tres monografías existentes que abordan a Sabaneta desde una mirada general y dos investigaciones realizadas desde la Escuela de Planeación Urbano-Regional de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín de los años 1974 y 1977 respectivamente. Para el desarrollo del segundo capítulo, dada la inexistencia de estudios monográficos o historiográficos a partir del año 2000, 10
se planteó la construcción de un primer borrador de la historia urbana reciente, igualmente bajo la óptica de los momentos inductores. Para este caso se recurrió a algunas fuentes primarias: entrevistas con los principales gestores del desarrollo inmobiliario en Sabaneta, políticos y funcionarios públicos; así como el estudio de algunas fuentes secundarias como documentos oficiales y artículos de prensa. No sobra reconocer las dificultades y limitaciones que supone la construcción
de una primera historia urbana reciente, puesto que se trata de acontecimientos — en el mejor de los casos— analizados desde el punto de vista periodístico, además de polémicos y controversiales; no exentos de puntos de vista parcializados. A diferencia del primer gran capítulo, la historia reciente de Sabaneta aún no se en encuentra asentada y no ha existido un tamiz —que se puede dar a través del ejercicio profesional del historiador— que permita decantar la información histórica verídica. Además, la Sabaneta contemporánea —a diferencia del pequeño poblado de tres décadas atrás— presenta realidades mucho más complejas desde los aspectos políticos, económicos e incluso morfológicos. Además, los momentos inductores recientes están cargados de mayor ambigüedad, porque en algunos casos son de carácter proyectivo o encontrándose a mitad de proceso, lo que dificulta la caracterización y la verificación de sus efectos. Sin embargo, como se ha dicho, el segundo gran capítulo se presenta bajo el rótulo de un primer borrador asumiendo la intención de extraer las implicaciones más
objetivas posibles y específicamente urbanas de los acontecimientos recientes en la historia municipal. El componente gráfico Como primer acercamiento al objeto de estudio, el dibujo como abstracción de la realidad, resulta siendo una herramienta de análisis importante, base para la construcción del discurso. La secuencia gráfica del proceso de crecimiento urbano de Sabaneta —que acompaña cada capítulo al final— se planteó como un componente básico del trabajo. Se construyó a partir del análisis de las fuentes secundarias escritas —principalmente las monografías—, la recopilación de algunas fotografías urbanas —en especial las satelitales y de sobrevuelos aéreos—. El producto permite dos tipos de ordenación: una primera, de tipo cronológico con intervalos irregulares, al estar dispuestos según el grado de información disponible; y una segunda, en función de los momentos inductores, teniendo en cuenta que estos determinan tendencias de crecimien-
to que se prolongan de forma indefinida en el tiempo y dificultan una ordenación estrictamente cronológica. Este componente del trabajo permite corroborar desde el aspecto morfológico, las tendencias de crecimiento asociadas a cada momento inductor. El texto, acompañado de gráficos, fotografías y planimetrías, es el discurso construido en torno al proceso de graficación del proceso de crecimiento urbano, planteado bajo una relación de interdependencia. En el texto se amplían los detalles de los procesos de crecimiento graficados, y se establecen los porqués del carácter inductor del fenómeno analizado; se ilustra el trasfondo histórico, político o social y sus consecuencias para el crecimiento urbano.
Además de su función como base contextual para futuros estudios más amplios y profundos, esperamos al compartirlo, contribuir a que exista un mayor interés por los estudios urbanos en un municipio, que debido posiblemente a su corta vida institucional, no dispone de un estado del arte significativo en la temática específica (antes de 1968 la historia de Sabaneta era una pequeña porción dentro de la historia oficial de Envigado), y teniendo en cuenta el actual proceso de transformaciones por el que atraviesa, se hace absolutamente necesario plantear desde la academia procesos investigativos que contribuyan poco a poco a aclarar el panorama.
El trabajo que hoy presentamos es entonces una primera aproximación al crecimiento urbano de Sabaneta (1896-2012) bajo la óptica del conjunto de momentos inductores encontrados durante el proceso investigativo, como estrategia de ordenación y clasificación. 11
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El espacio geográfico
El hecho de haber nacido cerca de la quebrada tantos doctores, hizo decir a los vecinos: “hasta la quebrada será doctora”. Sacramento Garcés Escobar. Monografìa de Envigado, 1965.
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El desarrollo urbano de Sabaneta se desenvuelve en la planicie que forma la quebrada La Doctora en su aproximación en paralelo al río Medellín. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa
drográficas del río, alejados a una distancia considerable reservando los retiros para la agricultura y las inundaciones cíclicas. De esta forma los poblados se implantan y desarrollan su proceso de expansión urbana sobre el espacio físico resultante del proceso milenario de erosión de cada vertiente hidrográfica.
El Valle de Aburrá La geografía se suele reconocer universalmente como el primer factor condicionante para el crecimiento urbano. En nuestro caso, se registra como un primer momento inductor. En Sabaneta es más que evidente la incidencia de las condiciones geográficas como criterio básico durante el proceso fundacional, como uno de los elementos estructurantes para el desarrollo urbano posterior y como explicación para muchas de sus ca14
racterísticas morfológicas. Sabaneta pertenece a la subregión antioqueña del Valle de Aburrá, cuenca natural del río Medellín. Es quizá una de las subregiones más coherentemente delimitadas de acuerdo a las condiciones geográficas del territorio. Realizando una lectura general de las características de este enclave geográfico, es posible extraer un conjunto de criterios para la fundación y el desarrollo de los poblados que conforman el área metropolitana en relación a una de las vertientes hi-
Medellín La villa de Nuestra Señora de La Candelaria se forma a orillas de la quebrada Santa Elena (La Aná) que junto con la quebrada La Iguaná y La Hueso construyen la transversalidad más amplia en términos espaciales (sentido este-oeste) que posee el valle, lo que permitió que Medellín haya desarrollado el mayor y más importante proceso de crecimiento urbano en el Valle de Aburrá. Envigado La villa de Santa Gertrudis se forma en relación a la cuenca hidrográfica de la quebrada La Ayurá, que discurre sobre topografías agrestes desde su nacimiento en el alto de Las Palmas formando en su descenso al centro del valle una pequeña meseta entre su cauce y el de la quebrada La Mina, sobre la
que se asienta el núcleo fundacional. Dos continentes fundidos, en La Ayurá se derraman, reza el himno de Envigado en alusión a la importancia de la quebrada desde la identidad local. Itagüí La población se forma en relación a la cuenca hidrográfica de la quebrada Doña María, que al descender hacia el valle forma un cañón donde se asienta el corregimiento de San Antonio de Prado. A partir del piedemonte del pico de Manzanillo, la quebrada empieza a formar meandros discurriendo de forma paralela al río, construyendo una planicie alargada —diferenciada de la planicie del río por un quiebre en la topografía—, espacio geográfico en el que el poblado desarrolla su crecimiento en sentido lineal. De igual manera, los demás poblados
del valle presentan relaciónes de dependencia con las vertientes hidrográficas: Belloquebrada La García, El Poblado-quebrada La Presidenta, Belén-quebrada Altavista, Caldas-quebrada La Valeria. En el Valle de Aburrá existe entonces una evidente correspondencia entre hidrografía y crecimiento urbano. El crecimiento urbano de Envigado por ejemplo, fue y es destacable como destacable es el papel de la quebrada La Ayurá en el sistema hídrico del valle. Así mismo el desarrollo urbano de Sabaneta fué proporcional al caudal y la jerarquía —mucho menores— de la quebrada La Doctora. Sabaneta: la pequeña sabana El territorio de La Sabaneta se constituye en relación a la cuenca hidrográfica de la
Asentamientos del valle de Aburrá, Siglo XVII-XVIII Imágen Archivo histórico municipal Casa de la cultura La Barquereña
quebrada La Doctora. Las condiciones topográficas que construye esta vertiente presentan similitudes al caso de Itagüí con la quebrada Doña María, pero en una escala de tamaño menor. La Doctora —naciendo en el alto de La Romera— forma un cañón estrecho con pendientes que alcanzan el 24%, dando lugar a la principal vereda del municipio que lleva el nombre de la quebrada. A partir de una pequeña estribación (hoy en día alterada en su forma natural para albergar la primera etapa del parque residencial Aves María), la quebrada discurre en pequeños meandros tornando a un sentido paralelo al río dando lugar a lo que en alusión a la toponimia del municipio sería La peque15
ña sabana, lugar de asentamiento del núcleo fundacional, que al igual que en el caso de Itaguí es una planicie alargada en sentido paralelo al río y a los meandros que formaba la quebrada antes de su desembocadura, lo que daría también por sentado un futuro crecimiento en sentido lineal. Pero mucho antes de permitir el desarrollo del núcleo fundacional, estas condiciones geográficas posibilitaron un primer período [1680 y 1800] de establecimiento de familias de origen español en la actual zona municipal, dedicadas a labores agrícolas y pastoriles (Sánchez y Mejía, 2002: 1001). Diferentes rastreos históricos reconocen en dicho período migratorio el origen de buena parte de los apellidos que se reconocen como tradicionales en el municipio. José Fernando Flórez (Citado por Sánchez y Mejía, 2002: 1001) reseña el 4 de septiembre de 1682 como la fecha de oficialización de la denominación con la que hoy se conoce el municipio. En ese entonces, el gobernador de la provincia de Antioquia, Francisco Carrillo de Albornoz, en un documento que da origen a la fundación de La 16
Estrella como resguardo indígena, se refiere al territorio que hemos caracterizado —con sus primeras haciendas agrícolas a raíz del mencionado proceso migratorio— como La Sabaneta (la pequeña sabana): Conociendo que es del servicio de Dios Nuestro Señor el que se reduzcan a población en donde sean adoctrinados e inducidos en nuestra santa fe católica, elijo y crío pueblo con nombre de Nuestra Señora de La Estrella, en el sitio que piden de la Sabaneta... Doy facultad a dichos indios nominados y los más que se agreguen anaconas, para que funden Iglesia con la advocación de Nuestra Señora de Chiquinquirá (Del Valle, 2000:162). El nombre otorgado por el gobernador es un acto de reconocimiento a un espacio geográfico claramente determinado que se acuña con una denominación que habla de sus cualidades geográficas. De ahí la trascendencia de lo que podría considerarse un aspecto anegdótico. 214 años antes de la fundación de Sabaneta como poblado tenemos el siguiente escenario: existencia de Sabaneta como sector rural para la producción agrícola y ganadera,
La quebrada La Doctora en sus diferentes tramos. Nacimiento en el alto de La Romera discurriendo por un cañón. Posteriormente discurre más lentamente formando meandros en sentido paralelo al río Medellín, lo que forma la planicie o ¨pequeña sabana¨´ donde se asienta la cabecera municipal. Imagen de Google Earth. Reedición propia.
y reconocido como territorio acuñado bajo el nombre de La Sabaneta en función de sus cualidades geográficas.
El espacio geográfico
1. Río Medellín 2. Quebrada. La Doctora 3. Quebrada. La Sabanetica 4. Quebrada. La Escuela 5. Quebrada. La Honda 6. Cerro Pan de Azúcar 7. Ancón Sur
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Momentos inductores
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La marca fundacional: el crecimiento centralizado
La v铆a del Carretero, principal antecedente urbano de Sabaneta, es un elemento lineal; sin embargo, es la elecci贸n de un punto determinado en su longitud lo que determina un primer momento de crecimiento puntual o centralizado.
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Dentro de la información histórica es posible encontrar varios aspectos que permiten dar lógica al surgimiento de Sabaneta como poblado. El primero de ellos —mencionado en el capítulo anterior—, tiene que ver con el precedente de un espacio geográfico claramente definido a partir de la quebrada La Doctora, que en su descenso hacia el río Medellín, construye el ámbito espacial; requerimiento básico para la fundación de cualquier poblado. El segundo aspecto es la subordinación del territorio de La Sabaneta respecto a lo que era entonces la Villa de Envigado, insertándose dentro del engranaje de las relaciones regionales en Antioquia, siendo un aspecto clave, su posición de acceso sur al Valle de Aburrá. Sabaneta, de la mano de Envigado Los principales trabajos históricos reconocen un importante vínculo entre tres de los municipios que hoy en día conforman el sur del Valle de Aburrá: Envigado, Sabaneta e Itagüí, a raíz de la herencia recibida por Doña María de Quesada de la totalidad de los terrenos de estos tres poblados: Se cuenta que la primera propietaria —desde los 22
primeros años del siglo XVII— de las tierras en que hoy están Sabaneta, Envigado e Itagüí hasta el Ancón, fue doña María de Quesada, viuda del capitán Juan Daza, quien los recibió adjudicados por Leo Herrera Campuzano. A esta mujer debe el nombre el principal afluente de Itagüí. La totalidad del territorio mencionado pasó en venta, efectuada en el año 1639, al presbítero Juan Mejía de Tovar, quien, a su vez, vendió a Ana Ramírez de Coy y a su yerno Álvaro Pérez Beltrán, quienes también vendieron, en 1655 a Diego Muñoz de Bonilla y a su esposa Ana María de Alarcón, en la suma de 1.156 pesos de oro de veinte kilates Después las adquirió José Antonio de Isaza, en la suma de $450, pero sin incluir la fracción que hoy ocupa Itagüí. Las tierras de Sabaneta eran de Nicolás de Mazo, quien se las vendió a Antonio Agudelo en la suma de $900, el 1 de agosto de 1796. Éste se las vendió después a José Vélez (Garcés; 1964: 10). A través de esta serie de traspasos se desintegra el gran latifundio que fue para ese entonces el sur del Valle de Aburrá y no es posible reconocer al finalizar el relato de este proceso
de sucesiones, un vínculo entre Envigado y Sabaneta diferente a su proximidad y al hecho de estar ubicados sobre la misma banda del río Medellín. Es a partir de los registros históricos del inicio del proceso de fundación de Envigado en 1750 que se evidencia nuevamente el vínculo entre Envigado y Sabaneta. El primer precedente para dicho proceso, es la escisión de Envigado respecto de la parroquia de Medellín, para lo cual era requerimiento indispensable la construcción del templo de Santa Gertrudis, que tendría jurisdicción sobre buena parte del antiguo latifundio de Doña María de Quesada, según delimitación del historiador Sacramento Garcés: En el río arriba de la Villa [de Envigado], desde la quebrada La Ayurá, por este lado de la Villa; y por el otro lado desde la quebrada que llaman Doña María incluyendo la feligresía que había en El Prado [San Antonio de Prado] todo de un lado y otro del Río, desde dichas quebradas hasta donde finaliza este curato, río arriba. Agregaba que en la parte que renunciaba había entre chicos y grandes más de 2.000 almas (Garcés; 1965: 11).
Aerofotografía que ilustra el grado de consolidación urbana de Envigado para la primera mitad del siglo XX. Imagen Alcaldía de Envigado
Envigado alcanza la categoría de Villa durante la dictadura de Juan del Corral en 1814. La delimitación geográfica se confirma en 1848, incluyendo el territorio de Sabaneta: José María Martinez, Gobernador de Antioquia usando de la facultad que le confiere la Ley 20 de Mayo de 1847 en su Artículo 3º y oídos los informes respectivos, DECRETA: Artículo 1ºLos límites por el norte del distrito de Envigado con el de Medellín serán los siguientes: Desde el punto en que en el río Medellín desemboca la quebrada «Aguacatala»; ésta arriba hasta su nacimiento en la cordillera de las Palmas; Artículo 2º Los límites por el sur: Con La Estrella y Caldas serán los siguientes: desde el Salto del Ancón en el río Medellín en su ribera derecha tomando la cuchilla que en dicho punto termina, cuchilla arriba en dirección al oriente, hasta el Alto llamado Santa Isabel, límite con los distritos de El Retiro y el Cantón de Rionegro. Dése cuenta al P.E. y póngase en conocimiento del R. Sr. Obispo de la Diócesis. José María Martínez. El Secretario, Francisco J. Jaramillo (Garcés; 1964: 53). 23
Izquierda: Plano de Medellín en 1770. A la derecha se observa el Camino de Envigado, (actualmente avenida El Poblado). Reconstrucción de H y M Rodríguez Derecha: Censo de edificaciones en el Valle de Aburrá, 1798.
Relaciones regionales en el proceso fundacional La oficialización desde el punto de vista político de la subordinación del territorio de Sabaneta dentro de la jurisdicción de la Villa de Envigado, es un acontecimiento determinante para el futuro desarrollo de Sabaneta, pues se iniciaba un proceso de relación y dependencia con un poblado que para comienzos del siglo XIX iniciaba un proceso de consolidación urbana, cultural y económica destacable en el contexto del Valle de Aburrá. La gráfica en la parte superior, registra los datos arrojados por el censo de edificaciones llevado a cabo en 1798, que permite deducir el buen nivel de desarrollo urbano que poseía Envigado para la fecha, ubicándose en un segundo lugar, después de la Villa de Medellín (Garcés; 1964: 12). El territorio de La Sabaneta, como hemos anotado es dentro del contexto del Valle de Aburrá un espacio geográfico diferenciable de Envigado, sin embargo políticamente incorporado a su jurisdicción en la condición de apéndice. Los primeros momentos de su constitución como poblado satélite estuvie24
ron determinados por los intereses de Envigado en lo relativo a su estrategia de integración regional. Desde Envigado tuvieron origen muchos de los procesos migratorios que constituyeron el proceso conocido como La Colonización Antioqueña, dentro del cual la arriería tuvo un papel destacado. Como un importante antecedente para la fundación y el posterior desarrollo urbano de Sabaneta, aparece entonces el camino de arriería que hoy se conoce como avenida El Poblado, dando cuenta precisamente de la incidencia de estas relaciones regionales en la constitución y el desarrollo urbano de Sabaneta. La avenida El Poblado —o camino de Envigado—, comunicaba el núcleo fundacional de Medellín con El Poblado —antiguo resguardo indígena de San Lorenzo de Aburrá— y continuaba hacia el sur hasta comunicar con el núcleo fundacional de Envigado.
La prolongación de este camino hacia el sur, atravesando toda la longitud de La Sabaneta data de 1874. Este tramo en particular se conoció tradicionalmente como El Carretero (Del Valle, 2000:10). El camino en su totalidad se consolidó como una de las más importantes rutas de arriería desde las regiones del sur, hasta finalmente ver su decadencia con la entrada en funcionamiento del Ferrocarril de Amagá. Los arrieros, provenientes de Caldas fueron trazando el camino en función de sus ventajas estratégicas, entre ellas la evasión de las zonas inundables del río. Los arrieros accedían a La Sabaneta remontando el cerro de Pan de Azúcar. A través de este camino podían llegar de una forma directa a puntos importantes para el comercio como Envigado y El Poblado, hasta llegar a Medellín (a pocas manzanas de la Plaza Mayor, hoy Parque Berrío) desde la Banda Oriental del río. Además resultaba más fácil para los arrieros atravesar
cuatro quebradas en los puntos en que tenían menor caudal, que atravesarlas en el punto en que confluyen en la quebrada La Doctora en cercanías al río Medellín. Es quizá entonces la prolongación hacia el sur del antiguo camino que hoy se conoce como la Avenida El Poblado, el eje de comunicación que sienta las bases para la transformación del territorio de La Sabaneta, de zona exclusivamente agrícola, al inicio, poco a poco, de su vida urbana. Primeros indicios de actividad urbana Varias fuentes documentan que para 1879 se establecieron en Sabaneta dos escuelas. La primera para niñas a cargo de Adelaida Co-
rrea Estrada, y la segunda para varones, a cargo de José María Díaz. De la primera escuela —que hoy lleva el nombre de su fundadora—, se conserva íntegramente la edificación y su uso educativo (para 2012 está en construcción la nueva sede para la institución). Su tipología arquitectónica se alejaba un poco de los preceptos educativos de la época, que dictaminaban la predominancia del tipo claustro. Su estilo arquitectónico ejemplifica la transición de los patrones coloniales hacia la implementación de elementos compositivos y ornamentales propios de la arquitectura republicana. Su localización, bordeando el camino Sabaneta-Envigado-Medellín (El Carretero), habla de la precedencia —anterior al
Escuela Adelaida Correa. Sabaneta Fecha desconocida. Tomada del libro “Patrimonio Cultural del Valle de Aburrá” 1989 P. 155
desarrollo urbano— de este eje como inductor y estructurante. Estas dos edificaciones educativas, sumado a una serie de viviendas ubicadas en el pie de las montañas, en las riveras del río Medellín y la quebrada La Doctora (Montoya y Buitrago, 1993:67), de las que no hay evidencia física en la actualidad, se pueden considerar entonces como los primeros indicios de actividades urbanas que daban cuenta de la existencia de mínimos elementos públicos y privados que conformaban una pequeña estructura comunitaria. 25
Izquierda: Templo de Santa Ana, Sabaneta. Fotografía tomada del libro Patrimonio Cultural del Valle de Aburrá 1989. P. 154 Derecha: Presbítero Jesús María Mejía. Párroco de Santa Gertrudis, Envigado (1880-1918). Fotografía Alcaldía de Envigado.
finición arquitectónica de la plaza, que para finales del siglo XIX era tan sólo un cruce de caminos, careciendo de una configuración como espacio público.
El templo de Santa Ana como inductor del crecimiento centralizado La vía del Carretero, el principal antecedente urbano de Sabaneta, es un elemento lineal, sin embargo, es la elección de un punto específico en su longitud lo que determina un primer momento de crecimiento puntual, o centralizado; no lineal, como sugeriría el carácter primigenio de la vía. El punto específico, el acontecimiento 26
que contribuiría a la consolidación y reconocimiento de Sabaneta como poblado, sería la construcción del templo de Santa Ana a partir de 1896. Este acontecimiento habla de dos aspectos importantes: el primero de ellos — mencionado anteriormente—, es el papel determinante de la relación Sabaneta-Envigado para el proceso de desarrollo urbano, siendo el párroco de Santa Gertrudis, Jesús María Mejía, quien toma la iniciativa para iniciar la obra en respuesta a la conformación de una pequeña feligresía en el territorio periférico de Sabaneta. Y el segundo aspecto, tiene que ver precisamente con el papel preponderante de la institucionalidad católica en la acuñación y consolidación de muchos poblados en el territorio nacional, a través de la simbología que adquiere la construcción de un nuevo templo, que lo convierte —en el caso de Sabaneta, como en muchos otros— en un importante inductor para el desarrollo urbano, empezando por la contribución a la de-
El templo de Santa Ana, al inducir lentamente el proceso de consolidación del parque, sentó las bases para un primer momento de crecimiento centralizado. Esta tendencia tiene un punto de agotamiento al no efectuarse un ejercicio de trazado de una cuadrícula o manzaneo en torno a la plaza, paso posterior en muchas de las fundaciones coloniales o republicanas de nuestro contexto. Lo anterior, hubiera garantizado una estructura urbana centralizada y jerarquizada entorno a la Plaza Mayor. Éste no fue el caso de Sabaneta, donde la batuta del crecimiento urbano pasaría a manos de los ejes estructurantes a partir de la aparición de equipamientos o nodos de actividad dispuestos por fuera de este primer núcleo, tensionando una serie de ejes que inauguran un segundo momento de crecimiento lineal.
La marca fundacional: el crecimiento centralizado
1. Vía El Carretero 2. Escuela Adelaida Correa Estrada 3. Templo de Santa Ana y plaza 4. Casa de Adelaida Correa Estrada 5. Casa Los Pinos 6. Hacienda Promisión 7. Finca Germán Garcés 8. Casa Libardo Garcés 9. Villa Bige-Leña 10. Hacienda Dourdan
El plano muestra el camino del Carretero con las edificaciones en su márgen pertenecientes al Siglo XIX (de las que se tiene evidencia). De ellas, la más importante, el templo de Santa Ana que da origen a una primera conformación de la plaza.
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Los ejes estructurantes: el crecimiento lineal
Los primeros ejes estructurantes fueron, durante mucho tiempo, trazos endebles en el territorio, que sin embargo hablan de la permanencia del trazado urbano de las ciudades.
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A partir del agotamiento del primer momento de crecimiento centralizado, se acentúa un segundo momento inductor caracterizado por la localización de equipamientos y/o nodos de actividad en puntos distantes al núcleo fundacional, trayendo como consecuencia una tendencia de crecimiento en sentido lineal —en las márgenes del eje específico— y de un carácter disperso. Los ejes resultantes de estas operaciones, en muchos casos, vienen a paramentarse y consolidarse tan sólo recientemente cuando la dinámica constructiva en Sabaneta alcanza altos niveles. Fueron, durante mucho tiempo, trazos endebles en el territorio, que sin embargo hablan de la permanencia del trazado urbano de las ciudades. La calle del Arrastradero La calle del Arrastradero como eje, se tensiona entre el Parque Simón Bolívar, centro fundacional de Sabaneta y el río Medellín. Corresponde actualmente a la calle 69 sur. El nombre se debe a que por este camino se arrastraba hasta al río la madera talada en territorio de Sabaneta, que amarraban a 30
manera de balsas y se transportaba río abajo hasta Medellín. Los balseros, como eran conocidos quienes realizaban este trabajo, fueron especialmente activos en los años 20 cuando se taló indiscriminadamente el cerro de La Romera. Este oficio tuvo su final a mediados de los años 40 (Del Valle, 2000:412). El Arrastradero, fue durante sus inicios la ruta principal hacia el río, y a raíz de la construcción del puente de Marandúa, a finales de los años setenta, adquiere mayor importancia al vincular el centro urbano de Sabaneta con el sur de Itagüí, La Estrella y la autopista sur, teniendo en cuenta que dista a más de un kilómetro de las transversalidades de las calles 50 y 77 sur. El Arrastradero tuvo entonces un origen práctico como ruta de acceso al río. Años después al trazarse la extensión al sur del Metro de Medellín sobre la banda oriental del río, es eventualmente este antiguo camino, la ruta más corta hacia el parque principal, por lo tanto el punto escogido para ubicar la estación Sabaneta. Bajo estas circunstancias el motivo para acceder al río no es el transporte de madera, es el transpor-
Arriba: Calle del Arrastradero, década de 1950. Archivo Foto Guillego. Abajo: Calle del Arrastradero, 1945. Fotografía deLilian Valenzuela - Archivo Foto Guillego.
te masivo de pasajeros, y sin embargo este eje sigue cumpliendo su función original. A más de noventa años de haberse trazado la calle, en 2012 entra en operación la Estación Sabaneta, elemento inductor, del que se espera logre la definitiva consolidación urbana del corredor. El trazado orgánico de la vía, contrastando con las demás llama la atención de Francy Esther Del Valle: Cuando se analiza el trazado urbano del centro de Sabaneta, llama especialmente la atención la forma en que la vía principal llega al parque realizando quiebres fuertes en su trazado y continúa, por lo menos en apariencia, por la vía del Arrastradero (2000:412). La calle de La Estación La calle de La Estación como eje, se tensiona entre el Parque Simón Bolívar, centro fundacional de Sabaneta y la estación José Félix de Restrepo del Ferrocarril de Amagá, inaugurada el 20 de Julio de 1911. Corresponde actualmente a la calle 70 sur. Según señala Francy Esther Del Valle, la calle de La Estación, a pesar de su aparente grado
Calle de la Estación, 1967. Fotografía de Gabriela Valenzuela - Archivo Foto Guillego.
de importancia no estuvo exenta de experimetar un lento e incipiente proceso de consolidación: Su desarrollo urbano es reciente, por lo que siempre estuvo conformada por lotes desplomados y fincas a su alrededor; lo corroboran las escasas permanencias arquitectónicas que se encuentran sobre esta vía, que se limitan a dos o tres casas construidas en la década de 1940. El otro edificio importante que se implanta allí y que imprime un valor de uso a la vía, es el colegio de las Hermanas Franciscanas o Colegio Padre Ramón Arcila. Este colegio funcionó por muchísimos años en un edificio de características tradicionales que ocupaba el lote entre la calle de la estación y la de la Arrastradera. Hoy en día este colegio ocupa un nuevo edificio de cuatro plantas arquitectónicamente pobre. Actualmente la calle de la estación es una vía de salida del municipio de sección regular y alto tráfico vehicular, posee andenes y zonas verdes continúas y un buen estado de la construcción (Del Valle, 2000:420).
Calle Larga Los muertos de Sabaneta en los viejos tiempos transitaron por un camino largo y ancho que los conducía desde sus residencias u hospital hasta su última morada allá en el cementerio; un camino que en épocas de invierno se convertía en todo un calvario para los acompañantes del difunto, un camino espinoso lleno de fango y piedras que dificultaban el tránsito con el ataúd en esos momento de dolor. A veces era tal el suplicio y los obstá31
Cementerio de Santa Ana, 1943. Fotografía de Anita Guzmán - Archivo Foto Guillego.
Calle Larga, 1991 Aerofotografía Instituto Geográfico Agustín Codazzi
culos que el cadáver tenía que esperar en casa de algún parroquiano hasta que sus acompañantes descansaran y se cambiaran las ropas y zapatos embarrados por trajes limpios y dignos para la ocasión. Ese camino largo y tortuoso se fue transformando hasta lo que hoy es la vía principal del barrio Calle Larga, que aún conduce al cementerio pero en otras condiciones: ahora los muertos y sus acompañantes se transportan en vehículos. (La Calle de los muertos. Mesa, 2004:82). Calle Larga corresponde actualmente a la calle 75 sur. Surge como eje de comunicación 32
entre la vía del Carretero —vía principal del poblado— y el cementerio de Santa Ana. El cementerio —bajo las actuales connotaciones— se remonta al pensamiento urbano del siglo XIX que puso fin a los entierros en casas e iglesias, para trasladarse a lugares distantes del núcleo fundacional —por razones higienistas— y concebidos espacialmente para tal propósito. El cementerio de Sabaneta, surge gracias a la iniciativa del primer párroco de Santa Ana, el presbítero Antonio Baena Salazar en 1943 (Del Valle 2000:439). Localizándose a pocos metros del río, a 550
metros de la vía del Carretero y a 950 metros de la plaza. A pesar de que el cementerio puede considerarse un importante inductor del desarrollo de este eje, la información histórica reconoce posibles orígenes más tempranos de Calle Larga como un camino que tomaban las lavanderas que hacían el recorrido entre las áreas rurales y el río Medellín y la quebrada La Sabanetica. (Del Valle 2000:421). A diferencia de calles como El Arrastradero o la de La Estación, Calle Larga logró configurar desde épocas muy tempranas
Arriba: Calle Larga, década de 1940 (occidente a oriente). Fotografía de Gabriel Castañeda - Archivo Foto Guillego. Abajo: Construcción acueducto Calle Larga. Archivo Histórico municipal - Casa de la Cultura
—recién realizado el trazado— uno de los sectores más densamente poblados. Puede dar cuenta del crecimiento a partir de ejes lineales hacia puntos distantes, y como consecuencia la aparición de asentamientos dispersos, la reseña del primer poblamiento del sector de Calle Larga; precisamente en el punto más extremo del recorrido, cerca al cementerio: El primer asentamiento se forma en el primer tramo en la parte baja donde se encuentra la quebrada [La Sabanetica], son viviendas de carácter popular y de bajos recursos. Las viviendas aparecen de forma aislada en esta época, densificándose posteriormente en la década de 1950. Este asentamiento primigenio es conocido como “Plebiscito”. El nombre que adopta el lugar viene de la construcción de una placa de concreto en el cauce de la quebrada y que fue construida en tiempos del Plebiscito nacional, año de 1957 (…) La arquitectura de este tramo se caracteriza por ser de viviendas de corredor sencillo hacia la quebrada, de un piso de altura y construidas en tapias. (Del Valle 2000)
El Carretero Como se ha mencionado anteriormente, El Carretero es el principal precedente para el desarrollo urbano de Sabaneta (desde su origen como prolongación del camino entre Medellín, El Poblado y Envigado hacia Sabaneta hasta comunicar con Caldas a través de la vereda Pan de Azúcar). Por lo tanto El Carretero, cuya longitud abarca la totalidad de la extensión del territorio de La Sabaneta, indujo un crecimiento también de carácter disperso en torno a su longitud. Siendo El Carretero, posiblemente el eje más antiguo de Sabaneta, no indujo un primer momento de crecimiento lineal porque fue en un primer lugar la elección de un punto específico sobre esta línea —la construcción del templo de Santa Ana, con su simbología y capacidad de consolidación—, la que logra generar la marca fundacional. Sin embargo, el eje del Carretero, es dentro del momento de crecimiento lineal el principal estructurante. El tramo comprendido entre la Escuela Adelaida Correa y los límites con Envigado en la calle de Las Viudas, se desarrolló ini33
Escuela Alejandro Vásquez Uribe, 1970. Fotografía de Carlos Rodríguez - Archivo Foto Guillego.
cialmente a partir de unas pocas casas campestres de estilo colonial, algunas de ellas con el carácter de segunda residencia. En el tramo comprendido entre la Escuela Adelaida Correa y Calle Larga, que corresponde al centro urbano tradicional de Sabaneta, aparecieron de igual forma desarrollos edilicios dispersos, aunque más compactos y de usos diversos, como la Escuela Alejandro Vásquez, construida en 1929, que a su vez, indujo la aparición de edificaciones residenciales en sus inmediaciones (Del Valle, 2000: 399). Posteriormente, surge sobre, el mismo eje, la terminal de transportes, las instalaciones industriales de Curtimbres Sabaneta, mientras también seguían existiendo fincas a la espera de un proceso de urbanización; lo que habla de cómo las edificaciones aparecían en puntos aleatorios en la extensa longitud de la vía, y las áreas en34
tre estas quedaban a la espera de desarrollos posteriores. Esta tendencia de crecimiento lineal, asociada al surgimiento de ejes estructurantes se acentúa ante la inexistencia de un trazado de manzanas que no se dió durante el momento fundacional-centralidado, como es habitual en las fundaciones en nuestro contexto, trazado que tarde o temprano se tendría que dar marcando un agotamiento de la tendencia de crecimiento lineal, pero en este caso a manos de las urbanizaciones industriales a partir de la década de 1960.
Los ejes estructurantes: el crecimiento lineal El plano representa la tendencia de crecimiento lineal entorno a los ejes estructurantes, tendencia que se prolonga hasta principios de la década de 1960.
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. a. b. c.
Línea Férrea Vía el Carretero Calle del Arrastradero Calle de la Estación Calle Larga Camino de La Doctora Camino de Cañaveralejo Calle de Las Viudas Cementerio Estación José Félix de Restrepo Escuela Alejandro Vásquez
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c
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El ferrocarril de Antioquia y la estación Sabaneta – José Félix de Restrepo.
“...Un kilómetro más allá se contempla, a la izquierda, el vallecito de la “Doctora”, muy pintoresco...” Ricardo Olano viajando en tren en dirección Amagá.
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El Ferrocarril de Amagá fue una obra de infraestructura complementaria al gran proyecto conocido como el Ferrocarril de Antioquia, que tuvo como logro importante sacar del aislamiento al entonces Estado de Antioquia e impulsar su desarrollo industrial a partir de la integración del Valle de Aburrá con Puerto Berrío y la ruta fluvial del Magdalena hacia el Atlántico. La función específica del tramo conocido como Ferrocarril de Amagá —que concierne para el caso específico de Sabaneta— era la integración con el Cauca, el acceso a las minas de carbón de Amagá, de gran importancia para el funcionamiento del sistema y finalmente el empalme con el Ferrocarril del Pacífico. Desde 1907 cuando se firmó la concesión para la construcción de un ferrocarril que permitiera la explotación del cemento, el carbón y el café se comenzó la construcción, a partir de Medellín, del Ferrocarril de Amagá [En 1911 la línea llega hasta Sabaneta]. En 1911 la línea llegaba hasta Caldas, en 1917 hasta Angelópolis y en 1924 hasta la estación Camilo C. Restrepo con 58 km de vía. Ese mismo año, el 38
departamento compró la obra a la compañía privada que había obtenido la concesión con el fin de llevar la carrilera hasta el Cauca. Esta vía se continuó hasta el kilómetro 82. En 1929, llegó hasta el Puente de Jericó, arriba de Bolombolo por la margen derecha del Río Cauca. (www.historiadeantioquia.info) El Ferrocarril de Amagá recorría desde la estación terminal en Medellín (donde se integraba al Ferrocarril de Antioquia en dirección Puerto Berrío), 3,5 kilómetros hasta la estación de El Poblado en la margen oriental del río Medellín, 2 kilómetros hasta alcanzar la estación de La Aguacatala y 2,8 kilómetros para llegar a la estación de Envigado Manuel Uribe Ángel, separándose de la margen del río Medellín para seguir el curso de la actual Avenida Las Vegas, a través de 3,8 kilómetros hasta la estación de Sabaneta José Félix de Restrepo. Ricardo Olano, industrial, comerciante y periodista antioqueño, en su libro de memorias Guía de Medellín y sus alrededores va describiendo en un recorrido en tren en dirección Amagá, algunos parajes del sur del Valle de Aburrá en 1916, mencionando a Sabaneta
y su vallecito de La Doctora, que da cuenta de cómo el Ferrocarril hacía visible la población. La crónica permite también deducir —de acuerdo al interés que despierta en su autor— el nivel de reconocimiento y consolidación urbana de los poblados del sur. Olano destaca el caso de Envigado, que tal y como se mencionó en el capítulo La marca fundacional, era —desde principios del siglo XIX y comienzos del siglo XX— destacable dentro del contexto del Valle de Aburrá. Kilómetro 7: A la derecha, la triangular silueta del cerro del Manzanillo y al pié, pintorescas casas de campo. A la izquierda se ve el paisaje de Envigado, las torres de su iglesia, la quinta “Andalucía”, el hospital y al pié de este, la fábrica de calzado. Kilómetro 8. Estación “Uribe Ángel”. Dejando el tren para tomar el de 10 y 24. Hay tiempo para dar un paseo a Envigado, poco distante de la estación. La plaza es pintoresca, la iglesia merece una visita por la limpieza y buena ornamentación. Hay allí un famoso órgano. La imagen de la Resurrección tiene fama entre los fieles. Envigado es renombrado por la hermosura
Mapa del Ferrocarril de Antioquia. Imágen Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango
Estación del Ferrocarril José Félix de Restrepo, 1972. Fotografía de Familia Mejía Vásquez - Archivo Foto Guillego.
de sus campos, por la fecundidad de sus mujeres; es patria de José Félix y José Manuel Restrepo [Nacidos en lo que hoy es Sabaneta], de Uribe Ángel y de otros varones ilustres. Tiene la luz eléctrica y buenos colegios. En sus cercanías, la fábrica de Tejidos de Rosellón y la de calzado. Otras pequeñas industrias muy prósperas; talabartería, bocadillos, etc., etc. Sale el tren de la estación a las 10 y 24. Bonitos paisajes a la izquierda. A la derecha, la iglesia de Itagüí, el caserío de Prado allá lejos, en una estribación de la montaña; más cerca, La Estrella con su iglesia y sus campos. ESTACIÓN DE SABANETA. [También conocida como estación José Félix de Restrepo] A la izquierda el pueblecito de este nombre. Poco más lejos, siguiendo la línea, un puente sobre el río Medellín. Allí empieza a subir la línea describiendo curvas sucesivas. Hermosa vista sobre el valle de Medellín. ESTACIÓN ITAGUÍ. [También conocida como estación Yarumito] Queda muy lejos el pueblecito, que carece de importancia. Sólo hay que anotar que en sus cercanías está la fábrica de cerveza de la Compañía Antioqueña Consolidada. 39
La localización de Peldar, al igual que el caso de varias industrias en Sabaneta aprovecha las ventajas logísticas del ferrocarril para el abastecimiento de materias primas. Peldar se localiza frente a la estación Manuel Uribe Ángel de Envigado. Fotografía Alcaldía de Envigado.
Un kilómetro más allá se contempla, a la izquierda, el vallecito de la “Doctora”, muy pintoresco, llamado así porque en este paraje nacieron los doctores José Félix y José Manuel Restrepo. Antes de llegar a la próxima estación, véase a la izquierda el chorro del río Medellín en el boquete de Ancón.
tramo sinuoso, una marca urbana visible en la conformación de barrios como Yarumito en Itagüí. La línea férrea en el sur, proporciona también las condiciones logísticas para que posteriormente el Plan Piloto para Medellín de Wiener y Sert incentive la relocalización de las industrias en el sur del Valle de Aburrá.
Desde el punto de vista urbano a escala metropolitana, la línea férrea del Ferrocarril de Amagá fue importante como estructurante del trazado de los municipios del sur del Valle de Aburrá. El tramo entre Envigado y Sabaneta es el principal antecedente y referencia para la posterior ejecución del trazado de la avenida Las Vegas, vía urbana de alta velocidad y limitante entre los sectores tradicionales de estos dos municipios y sus respectivos sectores industriales. Una vez la línea férrea cruza el río Medellín —al final del trazado de la actual avenida Las Vegas al sur de Sabaneta a una altura de 1595 m.s.n.m.— discurre en movimientos serpenteantes a través de la pendiente del valle hasta alcanzar la cota de altura de La Estrella —60 metros más alta— siendo este
La estación Sabaneta-José Félix de Restrepo La estación de Sabaneta entró en operación el 20 de Julio de 1911. Hacía parte de un pequeño complejo de edificaciones que incluía también zonas de bodegaje y de alojamiento para el personal. Desde el punto de vista arquitectónico era una edificación de pequeño formato, con características típicas de la arquitectura ferroviaria: un volumen bien definido con portones de acceso y coronado por un alero adicionado sostenido a partir de ménsulas metálicas. Desde el punto de vista urbano a nivel local la estación condicionó en Sabaneta el trazado de la calle 70 sur —como se trató en el capítulo anterior— y conocida como la calle de la Estación. Sin embargo, Sabaneta no era
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una estación importante dentro del sistema, como sí lo eran (en el sur) las estaciones de Caldas y Envigado. Por lo tanto su incidencia en el desarrollo local no fue considerable, aunque sí contribuyó —de forma menos tangible— en la consolidación de Sabaneta como poblado siendo reciente su ascenso a corregimiento de Envigado, además de facilitar la comercialización de algunos productos con la región del suroeste. La estación de Sabaneta prestó servicio comercial hasta 1968. En 1988 la estación fue demolida tras haber colapsado su estructura según reportes oficiales. La única edificación del conjunto que logró permanecer es la que albergaba el estadero El último vagón. Sin embargo la alcaldía municipal 2008-2011 solicitó ante el Ministerio de Cultura el levantamiento de la declaratoria como bien cultural de la nación, fallo que fue resuelto a favor considerando los siguientes aspectos: • Que la construcción original de la estación prestó servicio hasta 1968 y colapsó en 1988. • Que la construcción existente en el predio nunca prestó el servicio como estación de
Estación del Ferrocarril José Félix de Restrepo, 1986. Fotografía de Guillermo Gallego - Archivo Foto Guillego.
pasajeros • Que su uso actual no representa la actividad desarrollada por los ferrocarriles nacionales. • Que la tipología de la construcción existente no corresponde a la tipología de las estaciones del Ferrocarril de Amagá, luego de Antioquia. • Que se solicitó información al fondo de Pasivo Social Ferrocarriles Nacionales de Colombia, el cual contestó que recibió en 1992, de Ferrocarriles Nacionales de Colombia, el predio con la construcción actualmente existente en el confirmado que era un tramo en desuso desde antes de la expedición del Decreto 746 de 1996. Juan Luís Isaza Londoño. Director de Patrimonio Ministerio de Cultura. Carta enviada a la administración municipal de Sabaneta el 23 de marzo de 2011.
La edificación en cuestión fue demolida en 2011 para dar continuidad a la construcción de la segunda calzada de la avenida Las Vegas. El P.B.O.T. de Sabaneta recoge el concepto emitido por el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural de Antioquia: Estación José Félix de Restrepo. 64 Acuerdo N° 22 de 2009 Ante la inexistencia de la edificación original, y la alta transformación del sitio, será necesaria la desactivación de la declaratoria de Monumento Nacional, que tenía la edificación original que albergaba la antigua Estación. Dado que la construcción de la doble calzada de la Avenida Las Vegas es un proyecto estratégico municipal que afectará a este predio, se impulsará, en la porción del predio no intervenido, el levantamiento de un hito o marca urbana que identifique el lugar claramente con
todos los datos históricos de mayor relevancia. Aplicándole al lote un tratamiento especial como bien de interés general que se constituirá como espacio público, y será vinculado al Sistema de espacio público municipal y turístico, conectando el Parque Principal Simón Bolívar por medio de La Calle La Estación hasta rematar en el futuro espacio público Parque de la Estación José Félix de Restrepo. Así mismo, el Municipio velará por la instalación y el mantenimiento de las placas identificatorias y de nomenclatura de todas y cada una de las vías del Municipio, en cumplimiento del Acuerdo Municipal 037 de 2001. El trazado del Ferrocarril de Amagá al recorrer la longitud del territorio, nuevamente —como en el caso de la vía del Carretero—, engrana a Sabaneta como pieza transitoria para una interrelación regional. El Ferrocarril sería importante en la consolidación de Sabaneta como corregimiento, determinaría una serie de rasgos morfológicos importantes en el trazado y abonaría el terreno para la posterior industrialización.
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Primera industrializaci贸n
El auge industrial (...) rompe los valores tradicionales del pueblo, el progreso aniquila la belleza del paisaje y es productor de un lenguaje con el cual no se identifica el hombre, porque no representa un valor humano o cultural, sino simplemente un hecho econ贸mico. Jorge Torres, 1974.
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Dentro de los procesos de crecimiento urbano, la industrialización es sin lugar a dudas uno de los inductores más recurrentes; reconocida por Manuel de Solá Morales como una de las causas estructurales del crecimiento urbano. Desde sus orígenes en la revolución industrial de la Inglaterra victoriana, la industria no sólo ha incidido en el aspecto morfológico; ha venido configurando en general las condiciones actuales de la vida urbana moderna a través de un largo proceso en el que las ciudades han sido escenario de transformaciones físicas, sociales, económicas y políticas. Precisamente al hablar de Sabaneta estamos hablando de un territorio caracterizado por una densa industrialización en función de su corta extensión. En atención a una serie de variables y procesos históricos externos a su ámbito local —relacionados, como siempre a su posición geográfica y a su papel dentro del engranaje de las relaciones económicas y políticas a nivel territorial—, la industria en Sabaneta logra posicionarse temprana y rápidamente en el primer renglón de la economía. Es pertinente tratar dos antecedentes importantes en este proceso. El primero de ellos, 44
tiene que ver con la inviabilidad y declive de las actividades agrícolas en el municipio; el segundo tiene que ver con la incidencia de un importante factor externo: el Plan Piloto para Medellín que incentivaría la relocalización de las industrias hacia el sur del Valle de Aburrá. Inviabilidad de la agricultura El trabajo de Jorge Torres, Planeación municipal. Hipótesis de desarrollo y plan de ordenamiento urbano para el municipio de Sabaneta de 1974 —trabajo académico de la Universidad Nacional, sede Medellín—, expone una serie de causas de la inviabilidad de las actividades agrícolas en Sabaneta: Las condiciones topográficas de la región (terreno montañoso de difícil acceso), la pobreza de los suelos (la mayoría de los suelos antioqueños dados los accidentes geográficos, que determinan una pobre capa vegetal son de un bajo rendimiento), la reducida extensión del municipio, la existencia de fincas de recreo, que en número considerable ocupa un gran porcentaje de la tierra cultivable, los anticuados métodos de explotación de la tierra y el minifundio. Sobre el minifundio como factor, Torres agrega: es uno de los factores más
importantes que ha contribuido al decaimiento de la agricultura. La progresiva división de las tierras (la parcela que se divide entre los hijos) y la imposibilidad de adquirir nuevas, u otra ocupación distinta a la de la agricultura, han determinado la actual tenencia de la tierra. El 81% de los predios tienen menos de 3 hectáreas y de éstos el 46% son menores de media hectárea. Una superficie de cultivo tan pequeña y una población tan considerable no permiten la existencia de un mercado, pues no existe excedente agrícola. La población no puede derivar su sustento de tan precarios medios, lo que le obliga a buscar otra forma de vida. Esta situación produce un déficit de empleo y productividad en Sabaneta en momentos en que la agricultura era el principal sector económico del país. El Plan Piloto para Medellín El Plan Piloto para Medellín fue un plan de desarrollo físico elaborado por el arquitecto español Josep Luis Sert y el arquitecto alemán Paul Lester Wiener en 1947. Ambos arquitectos, pertenecieron al grupo de los C.I.A.M. (Congreso Internacional de Arquitectura
Plano del Plan Piloto para Medellín, 1950 Josep Luis Sert y Paul Lester Wiener. Imagen tomada de Galería de Imágenes - Escuela del Hábitat CEHAP Facultad de Arquitectura - Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Moderna). Los principales postulados de esta generación de arquitectos y urbanistas se encuentra consignado en la Carta de Atenas de 1942. Las principales propuestas del Plan Piloto para Medellín estaban relacionadas con la zonificación de la ciudad de acuerdo a las necesidades de la sociedad industrial moderna según la Carta de Atenas: habitación, circulación, recreación y trabajo. Por lo tanto, el Plan Piloto tenía como algunos de sus planteamientos específicos desestimular la vivienda en el centro, trasladar los entes administrativos del centro hacia un nuevo distrito exclusivo para tal uso —que sería La Alpujarra—, la construcción de la unidad deportiva Atanasio Girardot, la disposición de una serie de zonas industriales, la canalización del río Medellín, la proyectación de las autopistas regionales en las márgenes del río entre otras directrices. Al margen de un posible carácter enteramente innovador, el Plan Piloto reconoce una serie de tendencias que ya comenzaban a visibilizarse en cuanto a la relocalización de las industrias. El Plan Piloto para Medellín, al referirse a
las áreas para el trabajo diagnostica una mixtura de usos indiscriminada que no tiene un plan lógico. Para resolver esta situación reflexiona entorno a la mejor localización para las zonas industriales, las cuales son desplazadas al sur del valle en atención a los regímenes de viento y a la posibilidad de su ubicación en cercanías del corredor del Río, corredor principal de circulación que permitiría la comunicación con el área metropolitana y el resto del país. En el caso de la industria existente, se propone el aislamiento de la misma por medio de barreras verdes impidiendo su expansión en las áreas aledañas. “La zona industrial como se ve en la fase final, consiste de (a) la principal zona industrial, localizada en el sector que se nombró, cuando se habló del área metropolitana. Es al sur de la ciudad (como se ve en este plano) y hay sitios reservados para la industria pesada a lo largo del Ferrocarril. Éste corre a ambos lados del río. Hay una estación en la orilla este y se pueden poner las derivaciones que se necesiten. Dos vías anchas para camiones sirven esta área y están conectadas a la carretera PobladoEnvigado, la circunvalación y la carretera del sur” (P.L.Wiener y J.L. Sert Informe del Plan
Piloto de Medellín, p. 22) (Restrepo Sánchez: 2011:317). El Plan Piloto es entonces el principal marco teórico y proyectual que reconoce, promueve y legitima los procesos de asentamientos industriales en el sur del Valle de Aburrá en sectores como Guayabal y municipios como Itagüí, Envigado y Sabaneta en las áreas cercanas al río. La industria en Sabaneta Antes de la entrada en vigencia del Plan Piloto, ya existía, en la intersección de la vía del Carretero y la quebrada La Doctora la industria de curtición de cuero Curtimbres Sabaneta, perteneciente a una primera generación de industrias de la que también hacía parte la fábrica de tejidos de Rosellón en Envigado. Curtimbres fue fundada en 1939 por los señores [empresarios judíos] Marcos Fraynd, Enrique Ravinovich y Arahan Ravinovich, (Del Valle, 2000:308) Esta industria se localiza en función de las ventajas logísticas por un lado, de la vía del Carretero, y por el otro de la quebrada La Doctora, que fue durante el tiempo de operación 45
Aerofotografía de Sabaneta, década de 1970. En la imagen se resaltan algunas industrias. Fotografía tomada del libro Planeación municipal: hipótesis de desarrollo
de la tenería, la vía de evacuación de desechos. El trabajo de Jorge TorresN: Planeación municipal. Hipótesis de desarrollo y plan de ordenamiento urbano para el municipio de Sabaneta de 1974, da cuenta de esta situación: Hay algunas industrias ubicadas en el casco urbano que son las primeras creadas en el municipio y producen serios inconvenientes para la vida del municipio por la contaminación ambiental que éstas producen. Tenemos por ejemplo a Curtimbres Sabaneta que desagüa en la quebrada La Doctora. Los más importantes asentamientos industriales posteriores a la formulación del 46
Plan Piloto fueron: Gravetal, fundada en 1956 por Hernán Osorio, Alfonso Molina Correa y Carlos González, y dedicada a la producción de grasas y aceites para la alimentación (Del Valle, 2000:317), localizada sobre la vía del Carretero; Cerámicas Sabaneta asentada entre el Río Medellín y la línea férrea, muy cerca de la estación, y Nylon de Colombia, ubicada también sobre esta franja. A raíz de la separación de Sabaneta respecto a Envigado, erigiéndose municipio por ordenanza departamental en 1968, la recién creada administración se da al propósito de promover nuevos asentamientos industriales
en Sabaneta a partir de incentivos tributarios, que consistían en la exención por 10 años del pago del impuesto de industria y comercio a aquellas industrias que emplearan en un 50% población local (Torres N, 1974). La separación entre Envigado y Sabaneta, y el surgimiento de Sabaneta como municipio se reconoce dentro de la historia local como un importante acontecimiento político y social. Sus consecuencias más importantes desde el aspecto económico y físico, pueden verificarse con mayor claridad a partir de los incentivos tributarios para el asentamiento industrial, al ser un acontecimiento inmediatamente posterior que se puede relacionar directamente con el proceso separatista. Más allá, es díficil determinar cómo se hubiera desenvuelto el crecimiento urbano de Sabaneta hasta la actualidad de seguir formando parte de Envigado. Por otro lado, en Sabaneta el proceso separatista no implicó —debido a la escasez de recursos— la materialización de un proyecto urbano que simbolizara la autonomía política; contrario a lo que suele ocurrir en casos de separatismo a nivel nacional como India, Pakistán o Bangladesh, en el que se dieron de-
Izquierda: Curtidos Sabaneta S.A. (Curtimbres), 1986. Fotografía tomada del libro “Planeación municipal: hipótesis de desarrollo” El autor comenta: “Paisaje neotécnico, deterioro urbano, contaminación ambiental... remembranzas de la Inglaterra dieciochesca.” Centro: Gravetal, 1955. Fotografía de Gabriel Carvajal - Archivo Foto Guillego. Derecha: Ciudadela Ramo, 1968. Fotografía de Gonzalo Tihuaque - Archivo Foto Guillego.
sarrollos urbanos a gran escala para albergar las nuevas instituciones y espacios públicos cívicos. En Sabaneta, las recién creadas instituciones de Alcaldía y Concejo fueron alojadas inicialmente en modestas edificaciones que no fueron concebidas para tal uso. Otros equipamientos, como los juzgados, o la biblioteca municipal, tardaron en aparecer, y otros, como la plaza de mercado, nunca lo hicieron. Para suplirse de éstas necesidades la población local seguía dependiendo de Envigado. Al ser un acontecimiento principalmente político —sin estar asociado a un proyecto físico para materializar la autonomía—, la separación respecto a Envigado no se considera un
momento inductor por sí sólo; queda inmerso —para efectos del crecimiento urbano— dentro del proceso de industrialización. Los incentivos tributarios otorgados por la recién constituida administración municipal, sirvieron para que durante la década de 1970 —la primera década de vida municipal—, se diera un proceso contínuo de asentamientos industriales en algunos puntos de la vía del Carretero, pero en especial en la franja de espacio comprendida entre la línea férrea y el río Medellín. A pesar de que los incentivos tributarios dieron el resultado esperado, Jorge Torres en
1974 señalaba una serie de problemáticas: La capacidad económica del municipio es muy reducida, ya que los aportes directos de la industria han sido aplazados. Los ingresos de la población son muy reducidos, el presupuesto también. El municipio por lo tanto, no está en capacidad de costear obras de desarrollo de gran envergadura. (Las que se han realizado, ha sido por intermedio de entidades distintas al municipio). (Torres, 1974) Torres, señala además una serie de consecuencias del proceso de industrialización en Sabaneta: Como dijimos anteriormente, la industria ha modificado fundamentalmente la estructura 47
Sabaneta a mediados de los años setenta En la margen derecha de la fotografía es posible observar el desarrollo de las 3 urbanizaciones industriales reseñadas en este capítulo. .Fotografía Archivo Administración Municipal
económica de Sabaneta. Ha incidido en todos los aspectos de la vida de la población y se ha manifestado en los siguientes aspectos bajo el punto de vista económico: a. Mayores oportunidades de empleo. b. Elevación del costo de la vida (elevación del precio de la tierra, viviendas, alimentos, etc.). c. Mayores ingresos familiares (en cada familia, por lo general alguien trabaja para la industria). d. Transformación de una sociedad agrícola en una sociedad de consumo (lo que se caracteriza por un incremento en la demanda de artículos no esenciales: cosméticos, revistas, bebidas alcohólicas, aparatos electrónicos etc.). e. Sabaneta como un foco de atracción, que se traduce en un aumento de la población. Al referirse a la estructura socio-demográfica de Sabaneta para 1974, Torres trata inevitablemente de la incidencia del proceso de industrialización es estos ámbitos: • La agricultura determina un modo de vida, y este modo de vida influye de ma48
nera contundente en el hombre determinándolo. La comunidad de Sabaneta, que se caracterizaba por todos los atributos inherentes al campesino, se ve hoy, de manera súbita enfrentado a un nuevo modo de vida, totalmente ajeno al acerbo de costumbres, valores, actitudes, lo que produce necesariamente un trauma, dada la celeridad del cambio. • La rígida estructura familiar, la autoridad paterna, la unidad familiar, la familia numerosa, la pobreza y los bajos ingresos, toda una constelación de fuerzas objetivas y subjetivas se van transformando rápidamente. • Aparecen los ritmos agitados de la vida moderna, la sujeción a un horario, la necesidad de transportarse, la creación de unos nuevos valores que se erigen en ocasiones sobre los viejos valores, la polución, el aumento de la criminalidad, la inseguridad etc. • Aumentan los precios a medida que aumenta el poder adquisitivo de las personas, la brecha entre el campesino y el obrero se ahonda cada vez más.
En el paisaje urbano de Sabaneta en la década de 1970, predominaba el lenguaje de la industria pesada, que ya comenzaba a generar efectos ambientales negativos. Es por esto que los trabajos de José Torres y de un grupo de investigadores de la Escuela de Planeación urbano-regional, de 1974 y 1977 respectivamente, ambos de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, centran sus observaciones en el proceso de industrialización de Sabaneta y sus consecuencias. Las críticas de José Torres, son desde la percepción importantes para entender cómo el poblado adquiría ciertas patologías espaciales y estéticas de la ciudad industrial que se hacían evidentes en la imagen que proyectaba: El auge industrial, origen de este desorden [en referencia a los nuevos desarrollos inducidos por la industria: El nuevo desarrollo ha roto la armonía, el estilo y la escala de las antiguas construcciones para crear un caos planificado, conjunto heterogéneo, sin pautas ni caracteres] rompe los valores tradicionales del pueblo, el progreso aniquila la belleza del paisaje y es productor de un lenguaje con
el cual no se identifica el hombre, porque no representa un valor humano o cultural, sino simplemente un hecho económico. Desde el aspecto morfológico, las primeras industrias se constituyeron en el grano más grueso del trazado ocupando grandes extensiones de suelo, generando un efecto de barrera o tapón de escasa permeabilidad e iniciando una tendencia que imperaría posteriormente hacia la zonificación monofuncional de la franja comprendida entre el río y el ferrocarril.
El crecimiento urbano a partir de la urbanización industrial El proceso de urbanización obrera o de clase media en Sabaneta en la década de los 70, es sin duda importante en el desarrollo y consolidación del trazado urbano, caracterizado hasta el momento por la dispersión en sentido lineal. Este importante momento surge como respuesta al impacto de la industrialización en la configuración de una nueva estructura social. Como se ha tratado anteriormente, los asentamientos industriales, desplazaron defi-
nitivamente las actividades agrícolas, que para ese entonces eran inviables dadas una serie de condiciones particulares del territorio y con ello desaparece también el modo de vida asociado a la agricultura. La industrialización, al ubicarse en el primer renglón de la economía local produce un nuevo perfil de habitante urbano, caracterizado principalmente por la juventud, lo que se evidencia en los censos demográficos de la Sabaneta de los setenta, y también por ser en la mayoría de los casos emigrante desde otras localidades, atraído hacia los nuevos puestos de trabajo que generaban 49
las industrias. La industria ha generado 2500 empleos aproximadamente (Torres, 1974), solucionando el déficit interno de empleo producto de las dificultades para la producción agrícola y permitiendo también a partir de los excedentes de empleo la vinculación de personal externo al municipio. Como consecuencia, los salarios son mejores y las prestaciones sociales (asistencia médica, subsidio familiar, primas, jubilaciones etc) son un gran incentivo para la población joven (Íbid., 1974). Las nuevas urbanizaciones cumplen entonces un papel importante como: • Soporte para el crecimiento demográfico interno. • Soporte para los procesos migratorios tanto internos (transformación de la población rural en población urbana) como externos (asentamiento de nuevas familias en Sabaneta). • Oferta en respuesta al mejoramiento de la capacidad adquisitiva de la población local. Dentro de este proceso de crecimiento, se destacan tres procesos de urbanización. El 50
primero de ellos, Betania, que incursiona en una serie de parámetros de urbanización sin antecedentes en Sabaneta, y las urbanizaciones de Holanda y Entreamigos, que ejemplifican más fielmente un tipo de urbanización obrera-clase media. Urbanización Betania La urbanización Betania se origina a partir de una finca de gran extensión, propiedad de la señora Laura Garcés (Del Valle, 2000:91). La finca estaba ubicada estratégicamente entre algunos referentes urbanos importantes que terminarían induciendo a su urbanización. Al norte limitaba con los paramentos de la plaza principal. Al occidente con la vía del Carretero, de cuya importancia se ha hablado anteriormente, y conteniéndose al sur y al oriente con la ladera. La entrevista a Jaime Uribe en el año 2000, documentada en la Monografía de Sabaneta del mismo año, cuenta cómo el señor Hernando Salazar Montoya —concejal de Envigado— adquiere los terrenos en la década del cincuenta con el claro propósito de urbanizarlos, obteniendo la licencia de construcción en
1959. Teniendo en cuenta su buena reputación para los negocios, es posible que hubiera tomado tal decisión en función de las buenas condiciones urbanas del predio. El caso de Betania es un proceso de crecimiento urbano pionero en Sabaneta por varios aspectos: era la primera vez que una gran porción de suelo rural se parcelaba, se urbanizaba y se vendía para la edificación de vivienda, por lo tanto se puede considerar como la primera experiencia de ensanche en Sabaneta, según la clasificación del urbanista catalán Manuel de Solá Morales para Las formas de crecimiento urbano. El señor Hernando Salazar, sería la primera persona en cumplir con el papel de agente inmobiliario bajo condiciones similares en las que se desenvuelve este oficio en la actualidad. En este proceso se conjugan importantes nociones por primera vez en Sabaneta recurrentes en los procesos actuales: la especulación con la tierra, el riesgo para el promotor y la comercialización de la vivienda como producto de consumo. Desde sus características urbanas, el barrio desarrolló un nuevo tipo de trazado, pensado
Urbanización Holanda, 1968. Fotografía de Marta Noreña - Archivo Foto Guillego.
estrictamente en función de un tipo de prediación y edificación específica: la vivienda unifamiliar entre medianerías. El trazado entonces —como se daba anteriormente—, ya no obedecía a la tensión con puntos distantes (véase el capítulo: Los ejes estructurantes: el crecimiento lineal), quedando inconclusa, indefinida y dispersa su edificación. En el caso de Betania era precisamente la edificación —con sus características estríctamente definidas— las que condicionaban la forma del trazado. La edificación estaba garantizada a partir del proceso de comercialización. La comercialización estaba sustentada a su vez en un incremento de la capacidad adquisitiva de la población local a raíz del proceso de industrialización. Precisamente, los primeros residentes del barrio, fueron algunas de las familias tradicionales y pudientes. El trazado del barrio fue pionero también en introducir elementos como los antejardines frente a las viviendas y zonas verdes entre el andén y la calzada, permitiendo la siembra de especies arbóreas bajo iniciativa de los propios habitantes. Consecuencia de esto, hoy en día es uno de los barrios con mejores cualidades
espaciales y más arborizados de Sabaneta. Betania contribuyó a la definición y consolidación urbana de la vía del Carretero. Las casas del barrio que le daban frente poco a poco comenzaron a ofrecer actividades comerciales en los primeros pisos. Este tramo específico del Carretero comenzó a conocerse entonces como Calle Principal. Betania extendió —o ensanchó, en términos de Solá Morales— el centro tradicional y junto con los barrios de San Joaquín y Santa Ana, determinó un primer sector tradicional relativamente consolidado en torno a la plaza (centro fundacional). Barrio Holanda El barrio Holanda se construyó en terrenos de un grupo familiar tradicional del municipio conocido como los Saturninos. Los terrenos, tenían como referencias urbanas importantes, la proximidad con la vía del Carretero; al sur limitaban con la vía de Calle Larga;
y estaban atravesados por los meandros de la quebrada La Doctora. La empresa conocida como ConsucasaUrbanización La Holanda, desarrolló en estos terrenos una operación similar a la realizada por Hernando Salazar en el barrio Betania (Parcelación, urbanización y edificación), con una particularidad importante, y es que el proceso de edificación corría por cuenta de la misma empresa, a partir de un tipo edilicio estandarizado. El trazado se constituía a partir de manzanas rectangulares, que son naturalmente, las más apropiadas para la replicación de pequeñas viviendas serializadas. La urbanización fue pensada para un perfil socio-económico un poco más bajo que en el caso de Betania, por lo tanto, las casas eran más pequeñas y modestas: su precio oscilaba en valores cercanos a los 250.000 pesos. Contaban con tres alcobas, baño, comedor y cocina y una parte de terreno sin construir, que 51
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Barrio Betania, 1973. Para la fecha el proceso de edificación del barrio aún estaba inconcluso. Fotografía de Néstor Díez Montoya - Archivo Foto Guillego.
Barrio Betania, 2005. Para la fecha se evidencia un punto de consolidación en general y transformación del tipo edilicio original hacia mayores índices de construcción. Fotografía de Grupo Monarca S.A..
Planimetría original Urbanización Betania, 1959 Los planos fueron recuperados en 2004 por Henry Madrid Gómez al adquirir la Finca Betania y su casa (hogar de la familia de Hernando Salazar), remanente del proceso de urbanización del barrio.
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Barrio Entreamigos, 1975. Fotografías Familia Ochoa Vásquez.
algunos utilizaron para la siembra de algunas legumbres y frutales y otros para tener allí sus gallinas, el techo con tablilla de cerámica. Las familias que habitaron el barrio, eran casi en su totalidad emigrantes de Medellín (Del Valle, 2000:96-97). Para la construcción del barrio, fue necesario efectuar la rectificación y canalización de la quebrada La Doctora. El mejoramiento del canal es un proceso que se ha llevado a cabo poco a poco por los mismos habitantes. El barrio ha pasado por un proceso de transformación urbana hasta la actualidad que ha hecho desaparecer —en un alto porcentaje— el tipo edilicio original. Se han efectuado operaciones de sustitución de estas pequeñas casas estandarizadas por construcciones de hasta 5 pisos; en algunos casos, bajo la asociación de dos o más predios. En el año 2012, varias de las casas originales que lograron permanecer han sido adquiridas por un promotor inmobiliario particular, para reemplazarlas de forma simultánea por edificaciones de 6 pisos, también con un diseño arquitectónico estándar aprovechando como beneficio económico esta particularidad del barrio, ejemplificando 54
un proceso de crecimiento urbano por sustitución en una escala mayor a la habitual. Barrio Entreamigos El barrio Entreamigos, se desarrolló en terrenos inmediatos al barrio Holanda, propiedad también de la familia de los Saturninos. Fue producto de la iniciativa de la empresa Entreamigos. Su desarrollo edilicio se extendió por un período de tiempo mayor e incorporó variaciones en el tipo: viviendas unifamiliares con posibilidad de 1 o 2 pisos. El trazado del barrio prolongó la calle 72 sur, desde su origen en el Barrio Betania, dando continuidad también al tratamiento de su sección, por lo que es hoy en día una de las calles más arborizadas del municipio. Así mismo, incorporó a su trazado un espacio urbano público sobre esta misma calle entre las carreras 46c y 46b para las actividades recreativas. Al igual que en las otras urbanizaciones pioneras de Betania y Holanda, la forma de la manzana es rectangular, con la condición adicional de ser un trazado discontinuo con el fin de jerarquizar ciertas vías y desjerarquizar otras para preservar su carácter doméstico.
La impronta industrial Lo que hoy podemos identificar como el centro urbano tradicional de Sabaneta, en función de su densidad, compacidad y continuidad, debe su traza —en un gran porcentaje— a este primer conjunto de urbanizaciones industriales, lo que en definitiva le confiere un carácter particular y diferenciación en su morfología respecto a los centros urbanos de poblados de mayor antiguedad —el caso de Envigado, Caldas, Itaguí o La Estrella: trazados de manzanas regulares y calles originalmente estrechas y homogéneas—, al tener en contraposición diversos tipos de manzanas, calles discontínuas y de sección variable. La industrialización determina el carácter de Sabaneta: desde la transformación de su estructura socio-económica, el impulso para su autonomía política y la composición del paisaje urbano característico —con muchas de las patologías estéticas y ambientales de la ciudad industrial—, dejando también su impronta en la consolidación del centro urbano tradicional.
Primera industrializaciĂłn Con base a un plano de Sabaneta para el aĂąo de 1975 (fecha en la que se encuentra en pleno vigor el proceso de asentamientos industriales), se resaltan las industrias establecidas para el momento y las primeras urbanizaciones obreras o de clase media: Betania, Holanda y Entreamigos.
1. 2. 3. 4. 5. a. b. c.
CerĂĄmicas Sabaneta Gravetal Ciudadela Ramo Colnylon Curtimbres Sabaneta Barrio Holanda Barrio Entreamigos Barrio Betania
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a
3
b
c 5
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Paréntesis: el crecimiento urbano 1975-2002
El crecimiento urbano —durante un período de aproximadamente 25 años— siguió en términos generales, los mismos lineamientos de crecimiento determinados por los primeros momentos inductores.
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Urb. San Antonio. Aerofotografía IGAC, 1991
El crecimiento urbano de Sabaneta —durante un período de aproximadamente 25 años— a partir de las primeras tendencias de crecimiento urbano desencadenadas por el primer proceso de industrialización, siguió en términos generales los mismos parámetros de crecimiento determinados por los primeros momentos inductores abordados, a excepción del crecimiento centralizado en torno a la plaza fundacional, que rápidamente tuvo un punto de agotamiento. Es por este motivo, que durante este largo período de tiempo no se registra la aparición de nuevos momentos inductores. Las tendencias preestablecidas que caracterizaron el crecimiento urbano durante este período fueron: • Crecimiento lineal de carácter disperso que se acentúa en los corredores veredales, y en menor grado, en torno a corredores como Las Vegas y la avenida El Poblado (o vía del Carretero). • Edificación sobre los trazados existentes consolidando los trazados en cuadrícula que fueron conformándose de forma 58
Urb. Aliadas del Sur. Aerofotografía IGAC 1991.
Urbanizaciones de Sabaneta, 1985-1988. Imagen de Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1988
Urb. La Barquereña. Aerofotografía IGAC, 1991.
El crecimiento urbano 1975-1991
1. 2. 3. 4. 5.
4
Urb. Prados de Sabaneta Urb. Entramigos, segunda etapa Urb. La Barquere単a Urb. Aliadas del Sur Urb. San Antonio
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3
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Fotografía aérea de Sabaneta, 1998. Fotografía Archivo de la Administración Municipal..
espontánea a partir de las subdivisiones prediales, tomando como referencias geométricas las trazas de las primeras urbanizaciones industriales (Holanda y Entreamigos) y los caminos antiguos (El Arrastradero, calle de La Estación y Calle Larga). • Continuidad del proceso de asentamientos industriales en la franja entre el río y el Ferrocarril/avenida Las Vegas; en el polígono conformado por las calles 50 y 62 sur y la avenida El Poblado y avenida Las Vegas; así como en el nuevo polígono industrial de Ancón Sur, cuya urbanización y posterior proceso de edificación comienza a mediados de los años noventa. • Crecimiento urbano a partir de procesos de urbanización que retoman los aspectos morfológicos, tipológicos y de gestión de las primeras urbanizaciones industriales, manteniendo la tendencia de producir ocupaciones extensivas, de baja densidad y empleando prototipos arquitectónicos. Urbanizaciones como Prados 60
El crecimiento urbano 1991-1998
1. 2. 3. 4. 5. 6.
Urb. Aldea Verde Parque industrial Ancón Sur Crecimiento de Cerámicas Sabaneta Estación Itagüí del Metro Unidad deportiva Zona Sur Hospital Venancio Díaz Díaz
4
3
2
5 1
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El templo de Santa Ana, único hito en altura dentro del perfil urbano de Sabaneta, 2001. Fotografía de Grupo Monarca S.A,
de Sabaneta, La Barquereña, San Antonio, Las Playas y Aliadas del sur, dada su extensión y baja densidad, se destacan formalmente dentro del crecimiento urbano. Sin producirse novedades, se mantienen los mismos parámetros de crecimiento durante este período de tiempo, en el que se registran bajas tasas de crecimiento poblacional, en relación a las bajas tasas de crecimiento urbano. Sabaneta conserva también la homogeneidad de su perfil urbano, en el que se destaca la iglesia como el único hito en altura, así mismo, la población se logra identificar con cualidades como la tranquilidad y la pasividad. Las anteriores condiciones lograron — por su prolongación en el tiempo— constituirse en una tradición urbana. Son precisamente estas condiciones las que se contraponen al modelo de desarrollo que propone la nueva industria inmobiliaria, modelo que comienza a construirse de forma vertiginosa a partir del año 2002, fecha en la que registramos el siguiente momento inductor. 62
El crecimiento urbano 1998-2001
1. Urb. San JosĂŠ
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Momentos inductores
2002/2012
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Rompimiento del hito de los 5 pisos: el crecimiento en altura
Un proyecto arquitect贸nico en particular produce una ruptura con las tendencias de crecimiento imperantes al asumir como reto la superaci贸n de los limitantes que condicionaban el crecimiento urbano a una altura m谩xima de cinco pisos.
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Simulación gráfica de la evolución del perfil urbano de Sabaneta. Edición propia a partir de una fotografía del departamento de comunicaciones-Administración Municipal de Sabaneta, 2012.
Como se trató en el capítulo Paréntesis, durante un largo período de tiempo que se ubica aproximadamente entre 1975 —instalado el desarrollo industrial— y 2002 —inicio del crecimiento en altura—, Sabaneta ha crecido empleando las tendencias de crecimiento que se establecieron previamente y su repertorio formal. Este período de crecimiento se caracteriza por la baja densidad y baja altura de las edificaciones debido entre otras razones a las dificultades técnicas de Aquantioquia (em68
presa prestadora del servicio de acueducto antes de la llegada de Empresas Públicas de Medellín), para garantizar los niveles de presión necesarios, por lo que las edificaciones —en los primeros años del período en cuestión— tenían como punto límite los dos pisos de altura, límite que paulatinamente se fue ampliando hasta los cinco pisos en la medida en que se daban avances técnicos. Estas dificultades técnicas dan como resultado un desarrollo inmobiliario conservador y temeroso de incursionar en el cre-
cimiento en altura, porque se consideraba difícil y riesgosa para el promotor la gestión y comercialización de proyectos de este tipo, al ser necesario implementar ascensores y equipos de presurización, sin ser claro como impactarían estos requerimientos en el valor comercial de las viviendas y por consiguiente en la respuesta del comprador. Este conjunto de dificultades configuraron una especie de tradición en cuanto al límite de cinco pisos de altura, sin que existiera un marco normativo que lo planteara. Es entonces un proyecto arquitectónico en particular el que produce una ruptura con las anteriores tendencias de crecimiento al asumir como reto la superación de los limitantes que condicionaban el crecimiento urbano a una altura máxima de cinco pisos, de ahí su condición de momento inductor, puesto que inaugura —por su carácter ejemplarizante— la tendencia de crecimiento en altura que se acentúa notablemente en la actualidad. El proyecto en cuestión es el edificio Torremarrón, una torre de 10 plantas y 18 apartamentos (dos por piso) inmersa en el trazado tradicional en un lote de 12 metros
Panorámica de Sabaneta desde el parque lineal Erato en construcción, 2004. Fotografía de Grupo Monarca S.A. - Edición propia.
de fachada por 20 metros de profundidad entre medianerías, finalizado en diciembre de 2002. El proyecto fue desarrollado por el grupo familiar que hoy en día conforma la empresa Grupo Monarca S.A. En una primera propuesta, los desarrolladores plantearon el mismo número de apartamentos (18) bajo una tipología arquitectónica que ya había sido recurrentemente implementada en Sabaneta para la edificación sobre los trazados existentes:
dos volúmenes separados por un pequeño patio; el volumen sobre la fachada de cuatro pisos y el posterior de cinco. Sin embargo, los desarrolladores encontraron varios defectos en esta configuración: las dificultades para ventilar e iluminar adecuadamente los diferentes espacios de la vivienda, el enfrentamiento de las visuales y la generación de extensas culatas. Por lo tanto, plantearon ante la oficina de planeación, la posibilidad de contar con el mismo número de aparta-
mentos que habían sido aprobados previamente, disponiendo de un único volumen con dos apartamentos por piso, pero con el doble de altura, permitiendo de esta forma acceder a las ventajas propias de la tipología torre: apartamentos con visuales liberadas de oriente a occidente, mejores condiciones de iluminación y ventilación, y formalmente un volumen mucho más esbelto. Los desarrolladores decidieron asumir con la carga económica de los requerimien69
tos adicionales de ascensor y equipos de presurización necesarios, porque a pesar de que Empresas Públicas de Medellín garantizaba la presión hasta la altura total de la torre, los niveles de presión para los últimos apartamentos —los más grandes y costosos— no eran confortables y por ende competitivos comercialmente. Los costos adicionales de los requerimientos se lograron solventar a partir de las ventajas arquitectónicas propias de la tipología torre que permitieron un exitoso proceso de comercialización a un precio de 800.000 pesos por metro cuadrado. Los clientes eran aproximadamente en un 90% población local. Habiéndose finalizado el proyecto, se evidencia parte de su condición de inductor a partir de la replicación inmediata —en un término de dos años— de este modelo de desarrollo inmobiliario. En primer lugar, los mismos desarrolladores —en vista del éxito de este primer experimento— se encaminan inmediatamente hacia la construcción de un segundo proyecto —también en el trazado tradicional— bajo la tipología plataformatorre con 105 apartamentos. La confianza 70
generada por este primer desarrollo inmobiliario en altura también motiva la participación de otras empresas y asociaciones que desarrollarían otros proyectos bajo características similares. Estos primeros edificios residenciales en altura se seguían comercializando, casi exclusivamente, de cuenta de la demanda local. A partir de este primer proyecto, comienza en Sabaneta la tendencia de crecimiento en altura. Bastó con un desarrollo pionero que demostrara que es posible superar el temor, la costumbre y las dificultades técnicas y económicas que habían convertido el crecimiento en altura en una alternativa inexplorada.
Panorámica de Sabaneta desde Aves Maria, 2004. Fotografía de Grupo Monarca S.A. - Edición propia.
El crecimiento urbano 2001-2004/Inicio del crecimiento en altura.
1. Edificio Torremar贸n. 2. Torres Monarca. 3. Edificio Betania.
El plano registra el crecimiento urbano entre 2001 y 2004. Aparecen en las convenciones el edificio Torremarr贸n y las edificaciones en altura que siguieron la pauta trazada hasta 2004.
2 1 3
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La incursión de una nueva industria inmobiliaria
Una empresa en particular consolida el mercado —la materia prima de trabajo para las empresas que llegan posteriormente—, pone a prueba la viabilidad de proyectos inmobiliarios con un mayor grado de complejidad y finalmente lidera la generación del marco político y normativo para el boom inmobiliario.
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Los primeros edificios en altura, claramente motivados o inducidos por el caso exitoso del edificio Torremarrón, se comercializaron en un gran porcentaje a partir de la demanda local. Sin embargo, teniendo en cuenta sus expectativas de crecimiento, los desarrolladores entienden que la demanda local tendría rápidamente un punto de agotamiento. Los empresarios plantean como propósito la construcción de un cierto nivel de confianza y entusiasmo que garantice el interés de la demanda externa hacia la adquisición de vivienda en Sabaneta. Con este claro propósito se constituye la empresa que protagonizaría este período de la historia municipal, al margen de los aciertos o desaciertos que se le pueda atribuir. La empresa se da a conocer como Grupo Monarca S.A. Es el caso de una relación indisoluble entre una empresa privada y un municipio en su integridad física y política. La incidencia de esta sola empresa en la realidad actual de Sabaneta es innegable. La empresa logra su consolidación definitiva a partir del planteamiento de un tercer proyecto: el Parque Residencial Aves María, 74
desarrollado a partir del año 2004. El proyecto sienta un precedente para el crecimiento urbano desde el aspecto normativo, formal y comercial. El ámbito comercial La empresa plantea como condición necesaria para su crecimiento y viabilidad económica la construcción de un mercado inmobiliario para Sabaneta que supere el contexto local. Ésta se constituye en la principal tarea de Grupo Monarca, y en ello deriva en gran parte su condición de inductor para el crecimiento urbano. En primer lugar, la empresa entiende que a los proyectos inmobiliarios inmersos en la trama tradicional no se les puede otorgar tal responsabilidad, puesto que su inserción remite precisamente a la condición local o tradicional, que es la que se pretende superar. Por ello, deciden ampliar la escala de los proyectos, dotarlos de la cualidad de parque residencial —mucho más competitiva comercialmente— y acudir a un aparato publicitario altamente efectivo para reforzar por un lado, la oferta de un modo de vida en
relación con la naturaleza y por el otro lado, un conjunto de cualidades urbanas que le atribuyen a Sabaneta. Se plantea entonces una relación de interdependencia entre la imagen corporativa y la imagen del municipio. Grupo Monarca se da al propósito, a través del arte gráfico de publicitar la imagen de Sabaneta: su clima, sus costumbres, su condición pasiva, su pertenencia al área metropolitana; entendiendo que las personas en teoría no sólo compran una vivienda, también compran un contexto urbano específico (ver gráfico pag. 75). Es difícil encontrar casos en que las empresas inmobiliarias empleen tantos y tan diversos esfuerzos en el posicionamiento comercial de un municipio en su totalidad. De esta forma Grupo Monarca, al construir cierto grado de confianza en Sabaneta —sea real, o artificial es asunto para otro debate—, abona el terreno para el éxito comercial de sus propias ventas y de paso, para el de otras empresas que llegarían posteriormente. Como otra importante estrategia para la apertura del mercado, la empresa —como empresa local conocedora de la historia y la
Fragmento de un folleto publicitario de Grupo Monarca S.A. en el que se evidencia el esfuerzo por vender una imagen atractiva del municipio con el fin de posicionarlo en el mercado de vivienda.
tradición local— encuentra como potencial comercial la presencia de muchas familias sabaneteñas en Estados Unidos y Canadá: La gente de Sabaneta en los años 70 era enferma por irse a trabajar a Canadá y a Estados Unidos, y no hay familia en Sabaneta que no tenga delegado, y como nosotros somos de aquí, esta es la tierra de nosotros, entonces dijimos: ah, muy fácil vender, vamos a Nueva York a visitar a las familias de Sabaneta, que sabemos quiénes son. Las llamábamos previamente, las invitábamos a la feria. (…) Nosotros en feria vendíamos 80 apartamentos —que era como decir vender 8 millones de dólares en una feria— y los otros no vendían nada. Pero ¿por qué?, porque nosotros éramos de Sabaneta, visitamos uno por uno a los clientes, los invitábamos. Era una estructura de negocio que derivaba del entendimiento de esta cultura, y como empezamos a vender tanto, generamos una dinámica de confianza. (…) El éxito de nosotros no fue otro que ser de Sabaneta y entender la cultura nuestra. (Madrid Gómez, 2012) Los objetivos trazados en cuanto a la generación de un mercado inmobiliario que 75
Arriba: Primera etapa del parque residencial Aves María. Fotografía de Grupo Monarca S.A. Abajo: El carácter expansivo del plan parcial Caminos de la Romera. Fotografía de Grupo Monarca S.A.
garantice el crecimiento de la empresa explican en parte la forma y las herramientas normativas empleadas para el desarrollo del proyecto. Características urbanas El Parque Residencial Aves María —desde el ámbito urbanístico— tiene varias singularidades. Para su ejecución se adquieren varios terrenos, entre ellos la porción de la finca Betania que resultó después del proceso de urbanización que originó el Barrio Betania. Los cerramientos de la finca remanente coincidían con el fin de la planicie y el comienzo de la ladera, por lo que fue tradicionalmente un borde contundente, tanto, que se solía afirmar —como dicho popular— que en ese muro se terminaba Sabaneta. El proyecto, al situarse en estos terrenos, y dadas sus características significó una disolución del borde natural y catastral de Sabaneta, lo que le confiere una condición expansiva. Como se trató al hacer referencia a las condicionantes comerciales, este nuevo modelo de crecimiento de nueva planta —en el que se hace necesario urbanizar desde cero 76
La transformación del paisaje urbano. Arriba: Fotografía de Alonso Yepes, 1978. Abajo: Fotografía de Grupo Monarca S.A., 2004.
terrenos rurales—, se diferencia notablemente de los primeros desarrollos llevados a cabo por la empresa. En entrevista con Henry Madrid, presidente de la compañía, se le preguntó por qué razón no se decidió continuar con los esquemas de trabajo iniciales que se encaminaban hacia una tendencia de renovación urbana del centro tradicional, asumiendo varias ventajas: en primer lugar, que no es necesaria una cuantiosa inversión en vías, servicios y demás dotaciones —porque los nuevos proyectos se están insertando en una estructura urbana existente—, y en segundo lugar, el mismo potencial de renovación urbana que posee el centro urbano tradicional a raíz de los procesos inconclusos de consolidación y edificación de los trazados, que en definitiva, proporciona suficientes lotes disponibles para la construcción, situación evidente desde 1974, cuando José Torres evidenciaba cómo existen predios libres, los llamados “lotes de engorde” que deforman el crecimiento del área urbana: Madrid argumenta que al hacer edificios bajo estas condiciones [redesarrollo urbano] hay menos cargas urbanísticas y las utilida77
des son buenas, (...) Pero eso no me parecía importante, realmente me apasionaba el tema de hacer proyectos bajo otras dimensiones, bajo otros niveles de complejidad (...) Además la gente decía: “ve, ¿y ustedes por qué van a hacer edificios con las mismas vías?” entonces hagamos propuestas que tengan las vías y los equipamientos. Y lo otro, es que se nos fueron dando las oportunidades [el desarrollo de nuevos suelos en lugar del redesarrollo de la estructura urbana existente] y por eso lo hicimos. También desde el aspecto económico es posible explicar el cambio en la orientación de los proyectos de la empresa. Es notable la influencia de casos ejemplares como China y especialmente España, que bajo el gobierno de Aznar produjo una tendencia hacia la expansión urbana implementando la herramienta del Plan Parcial de forma paradigmática. Sobre esto Madrid reconoce que en el mundo, la gente que ha desarrollado suelos, es la que ha tenido los mayores estándares de rentabilidad.
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Características arquitectónicas La primera etapa de Aves María se compone a partir de 3 torres de plataforma continua. En su margen sobre el barrio Betania se ubicaría en ele el centro comercial Aves María, que se empalma con un espacio urbano lineal denominado Parque Erato —carga dentro del plan parcial—, sobre el borde norte de la plataforma. Este conjunto de características determinan un desarrollo inmobiliario mixto o híbrido entre comercio, vivienda, servicios y espacios públicos. Estas condiciones arquitectónicas y programáticas representaron —nuevamente para el caso de Sabaneta— un mayor grado de complejidad en las operaciones inmobiliarias, cuyo éxito se puso a prueba por primera vez para que pueda ser replicado posteriormente. En las etapas posteriores en el desarrollo de Aves María, las características de compacidad y mixtura de usos dejan de ser evidentes: se recurre a un esquema de torres aisladas, posiblemente al tratarse de lotes en partes más altas de la ladera y alejados considerablemente del centro urbano, comenzando también a generar una tendencia hacia la
dependencia del vehículo particular que sus propios desarrolladores reconocen: estamos haciendo 2 parqueaderos por apartamento por requerimientos comerciales, y como estamos terminando 2300 apartamentos entonces son 4600 parqueaderos para 4600 carros. ¿Y si es así?, ¿si es lo correcto?, yo creo que no, es mejor menos carros por apartamento y más sistemas de transporte masivos. Es claro entonces, que dada su escala y condición expansiva, el Parque Residencial no podía basarse completamente en la estructura existente; demandaba un proceso de urbanización en una escala sin precedentes en el contexto local. La herramienta normativa que permitía efectuar estos requerimientos era el Plan Parcial. El ámbito normativo: el plan parcial Caminos de la Romera El Parque Residencial Aves María se desarrolla bajo la modalidad de Plan Parcial denominado Caminos de la Romera, siendo la primera experiencia en la aplicación de esta herramienta de planeación en Sabaneta. Inicialmente el plan estaba liderado por
el empresario Ernesto Garcés, quien contrató al arquitecto Álvaro Soto para el desarrollo de una primera versión enfocada a la construcción de casas unifamiliares en las partes altas y bloques de cinco pisos de altura como máximo en el antiguo predio de Curtimbres Sabaneta, es decir, tipologías arquitectónicas ya tradicionales para el contexto local que no representaban una novedad. Grupo Monarca, al entrar a constituir una asociación con Garcés reelabora el plan a la medida de su visión empresarial comformando un equipo de trabajo con arquitectos reconocidos como Laureano Forero y Luis Fernando Arbeláez. El enfoque del plan cambia hacia un imaginario de Parque Residencial salpicado por una serie de torres de vivienda, empleando una mayor densidad con la pretensión de generar mayores porcentajes de áreas libres. Dentro de sus cargas urbanísticas, la empresa financió y construyó parcialmente la malla vial y su tratamiento urbanístico. El plan parcial Caminos de la Romera permite hablar de los altos costos de la tendencia de expansión urbana que se intensificaba en Sabaneta: algunos tramos de vía
tuvieron un costo de cinco millones por metro lineal según cifras oficiales de los desarrolladores. Los excesivos movimientos de tierra, con un costo total de aproximadamente 10.000 millones de pesos necesarios para la implantación de las torres en terrenos de ladera y el trazado de las nuevas vías, transformaron radicalmente el paisaje, aparte de tener una gran participación en el costo final. Sin embargo los desarrolladores dentro de los análisis de factibilidad, lograron solventar estos gastos y justificarlos en función de la rentabilidad derivada de la valorización de las tierras rurales adquiridas a precios bajos: el desarrollo de suelos según Madrid Gómez. Paralelo a la comercialización y ejecución del plan parcial Caminos de La Romera, Grupo Monarca desarrolla una serie de iniciativas que permiten dar cuenta del interés de la empresa por asumir una mirada integral de Sabaneta —su espacio de trabajo— hacia la construcción de lo que ellos denominan un modelo de cultura ciudadana, sin el ánimo de ocultar las interrelaciones con sus intereses comerciales particulares. En este orden de ideas, la empresa financia el diseño de una
Panorámica de Sabaneta contra la ladera oriental. El parque residencial Aves María en construcción. Fotografía de Grupo Monarca S.A., 2005.
primera propuesta de Centralidad Sur elaborada en conjunto con la firma Laureano Forero & Cía, que tiene como gran aporte el tratar tempranamente el tema de la extensión al sur del Metro. La influencia de Grupo Monarca en el marco de esta propuesta, es definitiva para que Sabaneta no participe en la implementación del sistema Metroplús, aduciendo la preferencia por un sistema de tranvía eléctrico. La propuesta completa se recoge en un libro publicado en 2007 titulado: La Centralidad Sur, la estrategia del caracol. En el ámbito local, Grupo Monarca ha insistido notablemente por una clara definición vocacional para Sabaneta basada en el turismo, entendido a partir de subcomponentes: • Turismo religioso, reconociendo la tradición instaurada desde 1968. • Turismo ecológico, teniendo en cuenta la presencia del parque ecológico La Romera y su crecimiento a partir del aumento en los suelos de protección. Sin 79
Propuesta para la Centralidad Sur, 2006. Grupo Monarca S.A. en asociación con Laureano Forero & Cía. Localización en la parte inferior del Plan Parcial Caminos de La Romera y la Torre-Faro
Auxiliadora, tradición local desde 1968. La propuesta da cuenta del nivel de ambición y riesgo que asume la empresa en su accionar, pretendiendo darle a Sabaneta un elemento arquitectónico iconográfico, como aprendizaje del impacto mediático de la replicación en el mundo de este tipo de estrategias como detonante instantáneo para la vocación turística propuesta.
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embargo ha generado controversia la apuesta por un turismo ecológico —un eco-parque, y no una reserva— de usos intensivos; incluyendo comercio, hotelería, museografía y un cable como estrategia de accesibilidad. Turismo de Salud, reconociendo también la tradición en el tema que existe en el contexto del área metropolitana, que se pretende promover en Sabaneta a partir de la construcción de la clínica SOMA. Turismo corporativo, en consideración a la presencia industrial y las poblaciones flotantes de empleados. Dentro de
este ítem se enmarca la construcción del Centro de Convenciones Aves María. En relación a la definición vocacional propuesta para Sabaneta, se enmarca el proyecto para construir dentro del plan parcial Caminos de la Romera, la que sería la torre más alta de Latinoamérica denominada Faro-Monarca, diseño contratado con Laureano Forero & Cía y Stephen Yaas. El proyecto involucra en su programa dos subcomponentes de la propuesta vocacional: el turismo corporativo y el turismo religioso, al incluir como parte de su paquete programático un santuario —con un diseño arquitectónico singular— para la devoción a María
El surgimiento de Grupo Monarca como una nueva industria inmobiliaria local — operando bajo otra escala y bajo otros métodos respecto a las primeras empresas urbanizadoras—, es un momento inductor de gran impacto en el crecimiento urbano y en la forma física en Sabaneta; sin adentrarnos en su incidencia en lo político, social y económico. La empresa consolida el mercado —la materia prima de trabajo para las empresas que llegan posteriormente—, pone a prueba la viabilidad de proyectos inmobiliarios con un mayor grado de complejidad y finalmente lidera la generación del marco político y normativo que permite el boom inmobiliario (ver capítulo La Ley 388 de 1997).
Proyectos inmobiliarios de Grupo Monarca S.A. 2002-2008
1. Edificio Torremarón. 2. Torres Monarca. 3. Plataforma continua: torres Gorrión, Turpial y Sinsonte. 4. Urb. Espigas. 5. Torres Alondra y Colibrí. 6. Torres Carriquí y Ruiseñor. 7. Torre Mantis.
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Diversificación de la oferta inmobiliaria
Por eso Sabaneta tiene hoy en día 7000 apartamentos licenciados y por eso están todas las constructoras de este país aquí metidas, porque nosotros construimos la confianza entendiendo la cultura de la zona. Sabaneta si era un diamante en bruto, pero había que hacerlo. Henry Madrid Gómez
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Este momento inductor se refiere concretamente a un fenómeno de diversificación e intensificación en la oferta, venta y construcción de proyectos inmobiliarios —especialmente de vivienda—, que se registra a mediados de 2010. El fenómeno se puede explicar a partir de dos aspectos principalmente: la pérdida de la posición dominante de Grupo Monarca en el mercado inmobiliario en Sabaneta, a raíz de sus dificultades económicas; y el incremento sustancial de los suelos de expansión a partir del Acuerdo 22 de 2009. 84
Rompimiento del Monopolio Grupo Monarca —a partir de las estrategias mencionadas en el capítulo anterior— logra construir la confianza para la apertura del mercado inmobiliario hacia el contexto metropolitano, dando un salto escalar hacia el mercado internacional a partir de las ferias inmobiliarias en Nueva York y Miami. Este esfuerzo le confiere el éxito empresarial, la capacidad económica y cierta autoridad para iniciar una activa participación en el escenario político en Sabaneta y comenzar
a tener influencia en las más trascendentales decisiones en términos de la planeación física. Las anteriores condiciones —sumadas a su experiencia y conocimiento del contexto local y la forma en que opera el mercado de la vivienda dentro de él— configuran una posición dominante de la empresa, que contaba con el empuje necesario para acaparar prácticamente la totalidad del mercado que ellos mismos habían abierto sin darle espacio a otras empresas. Monarca no permitía que los otros entra-
Proyectos de vivienda en venta y/o construcción, 2010-2012. Collage elaborado a partir de las imágenes publicitarias.
La escala de los nuevos proyectos en el perfil urbano, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
ran, porque el precio de venta y la tierra les daba mucha dificultad, pero cuando Monarca se recoge, ya todo mundo ve la oportunidad ¡y entraron pero todos! Pacho Martínez, Convel, Capital… porque nosotros paramos nuestras ventas. Nosotros llegamos a 2300 apartamentos vendidos y ya no vendimos más, paramos, era imposible vender más. Nosotros vendíamos 2.5 apartamentos por día y construíamos uno, entonces el primer mes puede funcionar pero a los 8 meses o un año hay un déficit, y eso necesitaba de un capital tan grande que no había ningún banco ni nadie que lo pudiera proporcionar. Vendimos tanto que no teníamos forma de dar salida al volumen. (Madrid Gómez, 2012) Como otro factor clave para la diversificación de la oferta está el aspecto normativo. La influencia de Grupo Monarca en la planeación física en Sabaneta tiene como uno de sus resultados el incremento sustancial en los suelos de expansión urbana hasta la cota 1800, a través de la revisión al P.B.O.T. efectuada entre 2008 y 2009. Esta determinación multiplica los suelos para la gestión de proyectos inmobiliarios, muchos de ellos, 85
Arriba: Sabaneta desde la vereda San José de La Estrella, 2012 Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Abajo: Vista de Sabaneta hacia el norte, 2012 Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
propiedad de familias tradicionales, que acceden fácilmente a vender los terrenos ante la capacidad de negociación de las empresas que llegan. Desde el ámbito comercial, Monarca ya había dado un paso importante en la construcción de un mercado inmobiliario para Sabaneta: por eso Sabaneta tiene hoy en día 7000 apartamentos licenciados y por eso están todas las constructoras de este país aquí metidas, porque nosotros construimos la confianza entendiendo la cultura de la zona. Sabaneta si era un diamante en bruto, pero había que hacerlo (Madrid Gómez, 2012). Sólo cuando el marco físico, normativo y comercial es completamente favorable, empresas, grandes y conservadoras, a raíz de su amplia experiencia en el mercado inmobiliario, deciden que es el momento justo para entrar a operar en Sabaneta. Implicaciones urbanas A diferencia de Grupo Monarca, Las nuevas empresas que aparecen en el escenario de Sabaneta no son empresas locales, y esa importante diferenciación se refleja en la forma en que intervienen en el municipio. Grupo 86
Monarca manifestaba claramente en su accionar el interés por una mirada integral de Sabaneta; prueba de ello es la formulación de proyectos como la Centralidad Sur o el tranvía, que poco tienen que ver con el ejercicio tradicional de la comercialización inmobiliaria, al menos en nuestro contexto. Además el interés por la consolidación de la propuesta vocacional para Sabaneta llevó a la empresa a asumir niveles de riesgo que no asumiría una empresa constructora tradicional y foránea, como fue el caso de la propuesta —no realizada a raíz de las dificultades— de TorreFaro, o sin ir tan lejos, la hibridación programática de la primera etapa de Aves María, noción que se sometía a prueba por primera vez en el municipio, evidenciándose también algunas dificultades que asume la empresa. Contrario a esta caracterización, las nuevas empresas son en su mayoría foráneas —algunas de ellas tienen su sede principal en Bogotá, y desarrollan proyectos en todo el país— produciendo en Sabaneta desarrollos inmobiliarios genéricos que han replicado con éxito en diferentes ciudades u otros sectores del área metropolitana como El Po-
blado o la Loma de los Bernal. Hay algunos casos de innovación espacial y programática, pero en general las fórmulas tradicionales son la constante. No hay lugar para el riesgo. Pero la más importante consecuencia que plantea este momento inductor, no es tanto la diferencia en el carácter de los proyectos inmobiliarios a raíz de la entrada en operación de empresas foráneas, como sí lo es el incremento exponencial en la intensidad del proceso de crecimiento —más de 7000 apartamentos actualmente licenciados en aproximadamente 50 proyectos, aspecto que se puede corroborar en la planimetría correspondiente a este capítulo— y los nuevos territorios en los que se inserta, que plantean una diferencia importante, puesto que el frente de trabajo de Grupo Monarca, mientras tenía la posición dominante, era exclusivamente los terrenos del Plan Parcial Caminos de La Romera (ver la planimetría del capítulo: La incursión de una nueva industria inmobiliaria). La diversificación implica entonces la apertura de nuevos frentes de trabajo en especial hacia las veredas de San José, La Doctora y María Auxiliadora, acentuando
la ambigüedad de las veredas entre lo urbano y lo rural, que para efectos de la publicidad se denominan sectores porque tampoco las empresas constructoras saben cómo denominar el entorno en el que implantan sus proyectos para que luzca más atractivo. Esta tendencia de crecimiento tiene una particularidad importante: asume una doble condición expansiva e introspectiva. Es decir, por un lado presiona por la expansión hacia los terrenos antes rurales —recientemente declarados como suelos de expansión urbana—, aunque en la mayoría de los casos, sin constituirse dentro de un plan parcial, lo que no condiciona a los proyectos a la ejecución de nuevas vías. Por otro lado retoma el interés que había durante los primeros proyectos 87
La torre de vivienda finalmente reemplaza las chimeneas de las industrias de producción acaparando la percepción de la imágen urbana. Sabaneta desde el cementerio Jardines Montesacro, Itagüí, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
de Grupo Monarca por una idea de redesarrollo del centro urbano tradicional, aunque el concepto de redesarrollo, al estar relacionado con procesos urbanos mucho más integrales, no sea completamente pertinente para definir la simple inserción de proyectos de vivienda bajo la tipología de plataformatorre en lotes baldíos o sub-utilizados. Lo importante, es sin embargo, señalar cómo este momento inductor retoma su interés por el centro urbano tradicional, lo que al menos evitaría un desarrollo desbalanceado entre éste y las áreas de expansión o áreas sub-urbanas, como podría ser el caso de La Estrella; en el que se evidencia un gran desarrollo inmobiliario en las áreas sub-urbanas, mientras que en el centro urbano se da un estancamiento. Sorprende ver cómo a pesar de las dificultades implícitas, se sostiene la tendencia de redesarrollo del centro urbano tradicional: dificultades para construir parqueaderos y zonas comunes generosas, obstáculos en las visuales y contaminación auditiva y visual. Lo anterior, puede dar cuenta de cómo sigue existiendo un mercado que compensa 88
estos inconvenientes en una serie de ventajas, como la no dependencia del vehículo particular, la cercanía al comercio, servicios, espacios públicos y sistemas de transporte público. En Sabaneta se puede corroborar cómo todavía hay personas dispuestas a vivir en medio de las ventajas y desventajas que trae la cultura de la congestión en términos de Rem Koolhaas. Proyectos densos como Central Park, frente a la Calle Principal, o Terranova, en la estrecha, congestionada y ruidosa Calle del Banco —ruta de buses y comercio— dan cuenta de ello. También, es posible constatar a través del levantamiento planimétrico correspondiente a este capítulo, cómo los nuevos proyectos de vivienda —salvo algunos casos contados— no se localizan tomando como criterio la cercanía con las estaciones del Metro. Por el contrario, los nuevos suelos de expansión —aunque permiten densidades más bajas que el centro urbano tradicional y siendo de todas maneras altas en comparación a otros municipios del Valle de Aburrá— se consideran mucho más atractivos para la formulación de nuevos proyectos de vivienda. En
ello posiblemente haya una mezcla entre predilección de los usuarios por las áreas naturales y facilidades de compra —por los bajos precios— y gestión de los terrenos por parte de las empresas constructoras. Por su intensidad en la ocupación, densidad y vertiginosidad; la diversificación de la oferta inmobiliaria como momento inductor produce la tendencia de crecimiento más acentuada en la actualidad. Aunque debido a las velocidades en los procesos de transformación las fotografías lucen desactualizadas en pocos meses, las expuestas en este capítulo pueden hablar de la evidente transformación del paisaje urbano que ha producido este fenómeno, implementando un lenguaje genérico de contrapuntos y verticalidades a partir de torres diseñadas bajo criterios arquitectónicos que se repiten, como en el caso de El Poblado o la Loma de Los Bernal. La torre de vivienda finalmente reemplaza las chimeneas de las industrias de producción acaparando en la actualidad la percepción de la imagen urbana.
Proyectos de vivienda en venta o construcción 2010-2012 La plano registra la ocupación en primer piso de los proyectos de vivienda en venta o construcción entre 2010 y 2012. La información se levantó a partir de los planos de urbanismo dentro de la información gráfica publicitaria obtenida en las salas de venta y en las páginas web de cada uno de los proyectos.
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Ley de ordenamiento territorial: el crecimiento planificado
En Sabaneta las diferentes herramientas de planeación —más que originar—han servido para reconocer y legitimar las dinámicas económicas. Su implementación ha derivado en un modelo de planeación de y para el desarrollo inmobiliario.
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En Colombia la planeación urbana es una noción relativamente reciente; tiene como primer antecedente la formulación de la Ley 388 de 1997 o Ley de ordenamiento territorial, resultado de la búsqueda por complementar la planificación económica y social con la dimensión territorial, racionalizar las intervenciones sobre el territorio y orientar su desarrollo y aprovechamiento sostenible. La Ley se basó fundamentalmente en cinco principios básicos: • La función social y ecológica de la propiedad. • La prevalencia del interés general sobre el particular. • La distribución equitativa de cargas y beneficios del urbanismo. • La función pública del urbanismo. • La participación democrática de los individuos. (Caicedo, 2007:1) La ley, en sus decretos reglamentarios establece como obligación, la formulación de un Plan de Ordenamiento Territorial para municipios de más de 100.000 habitantes, un Plan Básico de Ordenamiento Territorial para municipios de entre 100.000 y 30.000 habi92
tantes —el caso de Sabaneta— y Esquema de Ordenamiento Territorial para municipios con menos de 30.000 habitantes. Sabaneta fue uno de los primeros municipios del país en formular su Plan Básico de Ordenamiento Territorial adoptado a través del Acuerdo 011 de 2000. Podría decirse que en este contexto en particular, el proceso de maduración y entendimiento de este tipo de herramientas ha sido paralelo al crecimiento y posicionamiento de la industria inmobiliaria, por lo tanto las interrelaciones son más que evidentes. Sabaneta ha contado con dos Planes Básicos de Ordenamiento Territorial que datan de 2000 y 2009 respectivamente. En ambos se contraponen dos modelos que difieren bastante. Al analizar las características del crecimiento urbano durante su período de vigencia es posible reconocer la coherencia con el modelo de ciudad que cada uno plantea. Por ejemplo, el P.B.O.T. de 2000 plantea una serie de objetivos generales —evidentemente más conservadores—, dos de los 3 objetivos generales inician con el verbo conservar; renunciando a grandes pretensiones. Las
tendencias de densificación y conurbación se pretenden evitar, considerandose una amenaza para los valores urbanos: • Conservar los valores ecológicos, paisajísticos y culturales que han caracterizado a Sabaneta, y la distinguen de los demás municipios del Valle de Aburrá, ya densificados y conurbados. • Conseguir un desarrollo urbano equilibrado, no denso, para no destruir la identidad y la escala del poblado. • Conservar el carácter institucional que se ha creado alrededor de los colegios, conventos, casas de encuentros y aprovechar esas actividades para promover un desarrollo cultural en beneficio de la población de Sabaneta. (A.M. Sabaneta, 2000:3) Se hace evidente la relación entre los dos primeros objetivos y las características del desarrollo urbano para el período de 1975 y 2002, que tal y como se reseñó en el capítulo Paréntesis, es un período de estancamiento poblacional y replicación de las mismas tendencias de crecimiento urbano a partir de los primeros momentos inductores, configurando una especie de tradición urbana que sería difícil de
superar. Por lo tanto, el P.B.O.T. del 2000 es un documento conservador, reconociendo en la tradición urbana que se había consolidado una serie de valores —en especial, el valor paisajístico evidente en el proceso de graficación por el papel determinante que tuvo la geografía para contener el crecimiento urbano— y en la homogeneidad del perfil urbano dominado por la iglesia como único hito en altura. Los primeros desarrollos inmobiliarios en altura se dieron bajo el marco de este primer plan, sin embargo, comenzaban a sugerir un rompimiento de la tradición urbana y por ende —y paralelo al crecimiento y posicionamiento de la industria inmobiliaria— terminarían presionando por la formulación de un nuevo P.B.O.T., que más que señalar un nuevo rumbo, entraría a legitimar e impulsar una serie de tendencias desde el ámbito privado que ya se estaban comenzando a evidenciarse. Grupo Monarca reconoce abiertamente su participación en la configuración de este nuevo panorama político —y por ende normativo— que garantiza las condiciones óptimas para el desarrollo inmobiliario: para poder desarrollar nuestra propuesta teníamos que entrar en el es-
cenario político, y la pregunta era simple: ¿qué modelo de desarrollo quieren los sabaneteños? Entonces enfrentamos dos modelos de ciudad: El de Gloria [Díez Guzmán] que era ciudad dormitorio, un pueblo tranquilo, “hay que defender lo que hemos tenido, esto no puede crecer de esta forma”. El otro modelo [la candidatura afín a la empresa], es el del desarrollo urbano hasta la cota 1800, los proyectos viales y de infraestructura, el metro, la movilidad y asumir la responsabilidad del reto que esto implica. Porque decía un economista nuestro, Juan Manuel Restrepo, que hay que llevar a Sabaneta a 100 o 120.000 habitantes, porque esa cifra es la que permite una adecuada movilidad económica y un cierto nivel de autonomía. Con 44.000 habitantes dependíamos mucho de los otros municipios (Madrid Gómez, 2012). En Sabaneta la interrelación entre el modelo de ciudad, el marco normativo, la política, y los desarrollos inmobiliarios puede relacionarse con una patología que reconoce J.M. Caicedo como propia de la implementación en Colombia de la Ley 388 de 1997: en muchas ocasiones, más que un modelo de ciudad planteado, es la participación en plusvalía
y la posibilidad de acceder a nuevos recursos lo que impulsa a las administraciones a permitir determinados desarrollos urbanos. El resultado es una ciudad que recibe algunos recursos económicos provenientes de nuevas obras urbanas, pero que no articula efectivamente la actuación pública y la actuación privada (Caicedo, 2007:4). Con el fin de lograr la materialización de su imaginario de ciudad, Grupo Monarca financia la campaña a la alcaldía de 2007 que finalmente gana, permitiéndose elaborar con un grupo de técnicos el ajuste al P.B.O.T. de 2000, lo que sería el Acuerdo 22 de 2009. El documento ajusta los objetivos de la siguiente forma: • Conservar los valores ecológicos, paisajísticos y culturales que han caracterizado a Sabaneta, y la distinguen de los demás Municipios del Valle de Aburrá [se elimina ya conurbados y densificados, en relación a los demás municipios del Valle, dos nociones que ya se consideran válidas para Sabaneta]. • Conseguir un crecimiento urbano equilibrado e incluyente, que permita mantener su identidad y sus potencialidades en el con93
Clasificación del suelo: 2000.
texto Metropolitano [Se elimina el término no denso y se incluye lo referente a las potencialidades, planteando la idea del crecimiento urbano como oportunidad]. • Fortalecer el carácter institucional y de servicios que se ha creado alrededor de los colegios, conventos, casa de encuentros, centros de convenciones y demás usos que generan actividades que incentivan el desarrollo cultural, promoviendo así mismo, el turismo alrededor de las nuevas Centralidades municipales y la Centralidad Metropolitana Sur, en beneficio de la población de Sabaneta [Se conserva parcialmente, adicionando lo referente a los servicios, las centralidades municipales y la Centralidad Sur, en ese enton94
Clasificación del suelo: ajuste 2009.
ces en proceso de formulación]. • Hacer de Sabaneta un Municipio que provea distintos tipos de servicios que atiendan a la población metropolitana, nacional e internacional [Se incluye este objetivo en sintonía con la propuesta vocacional de Grupo Monarca en cuanto al turismo corporativo y sus respectivos proyectos de Centro Internacional de Convenciones y Torre-Faro]. Es uno de los componentes del modelo de ordenamiento el que da cuenta de los cambios más significativos que introduce el ajuste, en clara correspondencia con las tendencias de crecimiento que comenzaban a darse y que se pretendían legitimar e impulsar:
Gráficos tomados de presentación Revisión PBOT 2009. Administración Municipal de Sabaneta.
Un crecimiento urbano equilibrado, orientado hacia la consolidación de la estructura urbana existente, mediante la densificación de la zona central dotada de equipamientos e infraestructura, y que se matice con gradualidad al proyectar su expansión hacia la periferia con densidades intermedias, disminuyendo las posibilidades de densificación y de subdivisión predial hacia los suelos de altas pendientes localizados en la zona rural. (A.M. Sabaneta, 2009:8). Sin embargo, la gradualidad en la expansión hacia la periferia no es evidente y por el contrario se producen muchos casos de densificación en zonas de altas pendientes y difícil accesibilidad. El incremento en los suelos de expansión Dentro de este componente se sitúa la ampliación sustancial de los suelos de expansión urbana, que como se trató en capítulos anteriores, es una de las principales causas para la diversificación de la oferta inmobiliaria. Los suelos urbanos en Sabaneta estaban determinados desde 2000 hasta la cota máxima de 1640 m.s.n.m., nivel máximo de abas-
Izquierda: Proyecto Las Vegas Plaza, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Derecha: Plan parcial Caminos de la Romera. Planimetría de Grupo Monarca S.A.
tecimiento de servicios públicos por parte de Empresas Públicas de Medellín. A partir del ajuste, pasan a la cota máxima de 1800 m.s.n.m. De esta forma el suelo urbano/de expansión urbana pasa de ser el 30,62% de los 15 kilómetros cuadrados totales de Sabaneta en 2000 a ser el 57,77% en 2009. Como un ajuste singular —que diferencia notablemente el caso de Sabaneta respecto a otros municipios—, se destaca el aumento considerable de los suelos de protección en un 163% pasando a ser el 37% del territorio, mientras que el suelo rural prácticamente desaparece pasando a ser tan sólo el 0,4% del territorio (6000 m2), concluyendo el proceso gradual de detrimento de la productividad del suelo rural que registramos a partir del primer proceso de industrialización. Las densidades El ajuste propone las densidades más altas entre los municipios del Valle de Aburrá. Para el centro urbano tradicional propone densidades iguales o mayores a 300 viviendas por hectárea, prohibiendo el desarrollo de proyectos que planteen densidades más bajas, lo que podría explicar en parte el renovado inte-
rés por el redesarrollo de este sector a partir de proyectos de vivienda resueltos usualmente a partir de la tipología plataforma-torre. Sobre el anillo conformado por la Cra 43 a y 45 (Calle Principal), la Calle 77 sur y la avenida Las Vegas se propone un corredor de mayor altura como incentivo. Uno de los primeros ejemplos del efecto inductor de este conjunto de directrices para la densificación del centro urbano tradicional, es el proyecto Las Vegas Plaza, ubicado en un punto estratégico de este anillo vial de mayor altura. El proyecto cuenta con 7 torres de 34 pisos y un total de 846 unidades de vivienda, lo que podría suponer una población residente de 2529 personas, suponiendo un promedio de 3 habitantes por unidad. Es decir, cerca del 5% de la población total estimada para Sabaneta en 2010 (48.997 hab, estimación DANE) en un único proyecto. Aparte de los criterios que enuncia el P.B.O.T., la densidad de este proyecto estaría justificada por su cercanía a la estación terminal de La Estrella. Las mayores densidades entonces, se concentran en el centro urbano tradicional, disminuyendo a medida en que los suelos urbanos
de expansión ascienden la ladera. La altura, el área de las viviendas —salvo área mínima— y la ocupación —a excepción de retiros por quebradas u otros elementos naturales— no se restringe, porque se consideran un asunto arquitectónico (Madrid Gómez, 2012). La planimetría correspondiente a este capítulo permite confrontar el incremento en los suelos de expansión urbana y las densidades propuestas para las diferentes franjas con los proyectos residenciales en construcción o venta para el período 2010-2012 que constituyen el momento inductor Diversificación de la oferta inmobiliaria, permitiendo entender una posible interrelación entre dos momentos inductores. El crecimiento a partir de Planes Parciales La Ley 388 de 1997, al introducir la herramienta de Plan Parcial, le proporciona a los municipios una forma para promover y regular los desarrollos urbanos a gran escala permitiendo que en teoría se de una adecuada distribución de cargas y beneficios. Sabaneta ha implementado tempranamen95
Versión preliminar del plan parcial Sabaneta Real. Fotografía de maqueta Autor desconocido.
te esta herramienta a partir del Plan Parcial Caminos de La Romera —abordado en el capítulo La incursión de una nueva industria inmobiliaria—, herramienta de planeación necesaria para materializar la estrategia comercial de Grupo Monarca. El plan parcial Sabaneta Real, el segundo en implementarse, marca una diferencia importante respecto al primero, al plantear el aprovechamiento de un terreno vago inmerso en el trazado tradicional; por lo tanto, no es de condición expansiva; por el contrario plantea una idea de crecimiento hacia adentro. Adicionalmente lleva implícita la condición de Centralidad Administrativa y Cultural (A.M. Sabaneta, 2009:57), al ser una de sus unidades de gestión el nuevo Centro Administrativo Municipal y la nueva sede para la Biblioteca Pública Juan Carlos Montoya Montoya (en el capítulo Los proyectos de escala Metropolitana, sub-capítulo El metro y la extensión al sur se ilustra la forma en que el Plan Parcial como centralidad engrana en el sistema de centralidades urbanas de Sabaneta). El modelo de gestión, sin embargo, no estuvo exento de polémica: el plan parcial se desarrolla en terrenos de propiedad 96
mayoritariamente pública y minoritariamente privada. Se sub-divide en 7 unidades de gestión. La venta de los terrenos públicos necesarios para la construcción de las unidades de gestión para uso privado (vivienda multifamiliar y comercio) —operación que se planteó como necesaria para financiar el equipamiento público propuesto—, afectó la cancha de fútbol de Curtimbres, un espacio deportivo que contaba con gran apropiación por parte de la ciudadanía. El lote que ocupaba la cancha fue subastado públicamente. Como forma de honrar la entrara de estos nuevos recursos, se esperaría celeridad en la construcción del Centro Administrativo Municipal. Es evidente entonces cómo la implementación del Plan Parcial, como instrumento de planeación y forma de crecimiento urbano en Sabaneta remite nuevamente a un riesgo que señala J.M. Caicedo en su ponencia: En la Ley 388, el Plan Parcial es el instrumento más importante del sistema urbanístico del país. Es él quien en últimas concreta la articulación entre los distintos instrumentos de planeación, gestión y financiación, constituyéndose en la base para la gestión asociada del suelo y
para la planificación futura de la ciudad. Pero en muchas ocasiones, más que un modelo de ciudad planteado, es la participación en plusvalía y la posibilidad de acceder a nuevos recursos lo que impulsa a las administraciones a permitir determinados desarrollos urbanos. El resultado es una ciudad que recibe algunos recursos económicos provenientes de nuevas obras urbanas, pero que no articula efectivamente la actuación pública y la actuación privada (Caicedo, 2007:4). Las herramientas de planeación que introduce la Ley 388 de 1997 implementadas en Sabaneta, justifican las tendencias de crecimiento actuales y explican muchas de sus características. Pero como hemos anotado, no es un inductor que pueda originar por sí sólo las tendencias de crecimiento; se trata más bien de un inductor de consolidación y legitimación de una serie de dinámicas desde la economía de mercado —que configuran los dos momentos inductores abordados previamente— y que en ocasiones se vuelven dictámenes. Su implementación conduce a un modelo de planeación de y para el desarrollo inmobiliario.
Comparativa: densidad propuesta para los suelos urbanos (2009) y proyectos de vivienda 2010-2012
Densidades (viviendas/hectĂĄrea). Mayor altura:
≼ 300
Alta:
≼ 300
Media-alta:
200-250
Media:
120-200
Baja:
80-120
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Segunda industrialización
El aumento de las importaciones y exportaciones prioriza las actividades logísticas y de comercialización. De esta forma se explica, el surgimiento de un conjunto de nuevas industrias bajo morfologías y tipologías arquitectónicas diferentes.
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Izquierda arriba: En la mitad de la imágen, se aprecia la planicie donde discurría en meandros la quebrada La Doctora hasta desembocar en el río. Al ser desviada, produce nuevos terrenos para la urbanización industrial. Sabaneta desde Aves María, 2004. Fotografía de Grupo Monarca S.A. Izquierda abajo: Parque de bodegas La Regional, 2009. Fotografía Departamento de comunicaciones, Administración municipal de Sabaneta.
Nuevas dinámicas económicas en el contexto nacional El primer proceso de industrialización, en el cual auténticas industrias de producción como Curtimbres, Gravetal, Colnylon y Cerámicas Sabaneta fueron protagonistas, sufrió como consecuencia del nuevo contexto nacional un proceso de crisis y agotamiento. Colombia renunció al modelo de desarrollo industrial que venía siguiendo hasta la década de los setenta, cuando se comienzan a abrir las fronteras comerciales, dejando expuesta la producción nacional a la competencia de las importaciones y sin que la producción local pudiera competir con éxito en los mercados externos. A partir de este momento el proceso de desarrollo de la estructura productiva de la industria se detiene y entonces comienza un largo periodo de desindustrialización en Colombia (Sanabria 2007:119-120). En el marco de la crisis del sector industrial en Colombia, se produce el cierre de Curtimbres Sabaneta en 1998 por dificultades económicas. Sus instalaciones quedan en abandono hasta ser adquiridas 100
Izquierda: Centro Logístico Envía, 2012 Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Derecha: Desarrollo inmobiliario en cercanías de Gecolsa, 2012. Fotografía de Daniel Vélez Ocampo.
para la ejecución del plan parcial Caminos de La Romera, destinándose el predio inicialmente para la construcción del Parque Trébol. Posteriormente, Gravetal procede a su relocalización en el año 2004 y sus instalaciones son demolidas para la construcción de un parque de bodegaje. Cerámicas Sabaneta es un caso excepcional: no sólo logra permanecer, también logra expandir y reedificar su planta gracias a su adhesión a Corona bajo su subsidiaria Sumicol, alianza que permite soportar la competencia de las importaciones. La nueva realidad económica nacional en el marco de la apertura y la neo-liberalización caracterizada por la reducción en la producción industrial nacional, el aumento de las importaciones y exportaciones prioriza las actividades logísticas y de comercialización sobre la producción. De esta forma se explica, el surgimiento de un conjunto de nuevas industrias bajo estas características que inducen un nuevo proceso de crecimiento urbano desde el uso industrial, que tiene desde el punto de vista morfológico las siguientes consecuencias: urbanización
extensiva evidenciada en la aparición de un nuevo distrito industrial denominado Ancon Sur, retomándose también la ocupación de la franja comprendida entre la avenida Las Vegas-Ferrocarril y el río, a partir de una serie de nuevas tipologías industriales. Nuevas tipologías industriales En el año 2001 comienzan las obras de desvió de la quebrada La Doctora en inmediaciones de Cerámicas Sabaneta. Se construye un canal para llevar las aguas de la quebrada directamente al río y liberar de meandros la extensa planicie que se formaba desde ese punto hasta su desembocadura original. De esta forma, se coloniza un vasto territorio para ser urbanizado. Esta zona se convierte en el terreno de cultivo para las nuevas tipologías industriales que responden al nuevo contexto económico nacional: centros logísticos o manufactureros mucho más compactos, en algunos casos, meros espacios de bodegaje con un menor índice de generación de empleo e inmersos en una retícula urbana más permeable respecto a los antiguos predios industriales de gran
extensión, que como es el caso de Cerámicas Sabaneta, se constituyen en tapones, grandes áreas privadas, monofuncionales e impermeables. El proyecto de Centralidad Sur reconoce este proceso de aparición de nuevas tipologías industriales de logística, bodegaje y manufactura en menor grado, bajo la denominación actual de parque industrial como un fenómeno transitorio en el cambio de vocación del suelo, siendo éste un importante argumento para justificar la propuesta: La consultoría solicitó revisar el concepto original de vocación de “parque industrial” dispuesta desde las bases del concurso, que remite a complejos arquitectónicos en donde se construyen locales destinados a albergar empresas del sector manufacturero que reúnen condiciones favorables de extensión, infraestructura, comodidades de carga y descarga de la mercancía, vigilancia, vías, servicios públicos, y que aprovechan las ventajas derivadas de estar localizados al borde de canales, mares, ríos o grandes autopistas. Lo anterior estaría más en sintonía con el 101
Gecolsa desde C.C. Mayorca, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
proyecto de Centro logístico de Primavera en el municipio de Caldas, que con lo que se perfila para la Centralidad Sur. De ahí que la complementariedad de ambos proyectos es esencial. Con el macroproyecto de la Centralidad Sur se busca la consolidación de las tendencias positivas de transformación de la zona, para hacer de ella el espacio urbano con mejores condiciones de competitividad en aras de integrarse a nivel nacional e internacional; multifuncional, con amplia diversidad de usos e intensidades, predominantemente terciaria con actividades de manufactura compatibles (AMVA y Castañeda 2007:30-31). El caso de Gecolsa El asentamiento de Gecolsa en Sabaneta entre las calles 52 y 57 sur, marca, dentro del ámbito de las nuevas dinámicas indus102
triales un caso singular por su grado de importancia y complejidad y por salirse de la categoría de uso transitorio del suelo que puede caber para muchas de las nuevas tipologías industriales. Gecolsa reúne dentro de sus instalaciones los procesos de almacenamiento, ensamblaje, logística, comercialización y administración de bienes, no su producción como era el caso de las primeras industrias, pues se trata de la importadora y distribuidora colombiana de Caterpillar Inc, el mayor fabricante a nivel mundial de maquinaria pesada para la construcción. La instalación de esta nueva sede en Sabaneta, obedece al interés de la empresa por aprovechar los nuevos mercados a partir del auge minero en Colombia. La localización puntual de la empresa se motiva en parte, por la construcción de la segunda calzada de la avenida Las Vegas.
Las nuevas instalaciones tienen un costo de 40 millones de dólares y un área de 16.500 metros cuadrados en un lote de 22.000 metros cuadrados. Adicionalmente, Gecolsa desarrolla obras viales y urbanísticas en sus alrededores como carga, proporcionando un nuevo eje comunicante entre la avenida Las Vegas y la avenida El Poblado, proceso urbanizador que se ve complementado con la edificación de un nuevo barrio residencial compuesto por bloques que promedian las 6 plantas. Las nuevas dinámicas económicas a nivel nacional inauguran una nueva tendencia de crecimiento urbano industrial que se prolonga hasta la actualidad bajo características morfológicas diferenciables respecto al primer proceso de industrialización.
Asentamientos industriales 1975-2012
1. 2. 3. 4.
Parque industrial Ancón Sur Parque de bodegas La Regional Centro Logístico Envía Gecolsa
3 2
4
1
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Los proyectos de escala metropolitana
Por su interrelaci贸n y proximidad cronol贸gica, los m谩s recientes proyectos de escala metropolitana configuran un momento inductor. Aunque su desarrollo est谩 en proceso, ya permite registrar algunos efectos sobre el crecimiento urbano.
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Desde las escalas metropolitanas y regionales se han formulado una serie de proyectos que han logrado impactar en el ámbito local como inductores de crecimiento urbano. El trazado de la vía del Carretero —antiguo camino de arriería entre Envigado y Caldas— y posteriormente el Ferrocarril de Antioquia, fueron los primeros proyectos bajo esta categoría que podríamos llamar de escala metropolitana, porque determinaban la integración de Sabaneta dentro de un sistema de relaciones regionales y metropolitanas. Bajo las gestiones del Área Metropolitana —entidad político-administrativa que reúne a los municipios pertenecientes a la sub-región antioqueña del Valle de Aburrá—, la Gobernación de Antioquia, y otras entidades, se han formulado una sucesión de proyectos e intervenciones bajo éstas mismas lógicas. Dentro de este conjunto de proyectos abordaremos el caso de la avenida Las Vegas, para más adelante centrarnos en los proyectos de escala metropolitana más recientes que son los que permiten configurar un momento por su interrelación 106
y proximidad cronológica además de su escala e importancia. Avenida Las Vegas La avenida Las Vegas es una de las principales arterias de movilidad, cubriendo la longitud del área urbana de Sabaneta y permitiendo la comunicación con Envigado y Medellín. Para el trazado de la vía se tomó como referencia la línea férrea del Ferrocarril de Amagá, que por su condición de obra de infraestructura proporcionaba los retiros que facilitaron la ejecución de la vía. La obra se entregó en un primer tramo en 1992 hasta la calle 69 sur, y finalmente fue entregada hasta su punto terminal en la calle 77 sur. La vía, al ubicarse paralela a la línea férrea acentuaba el carácter lineal predominante en la morfología urbana de Sabaneta y reforzaba aún más su condición de borde del sector tradicional. Sobre ésta condición, José Torres, en su trabajo de 1974, señalaba la problemática de la confluencia de las calles tradicionales hacia esta nueva vía rápida y proponía una solución: La construcción de la Avenida Las Vegas
destruye tangencialmente la retícula existente. Queda la avenida Las Vegas penetrada por las calles de la retícula en un gran número de partes, lo que es en extremo peligroso e inadecuado. Por tal razón, creamos el colector vehicular perimetral, que impida la penetración y la salida por gran número de puntos restringiendo estas penetraciones a cuatro. Torres, continúa exponiendo su propuesta, mostrando interés por remediar los conflictos que se producen entre dos zonas heterogéneas: el sector tradicional del municipio con su uso predominante de vivienda y la franja industrial, mediando entre ambos sectores una vía rápida: Entre la Av. Las Vegas y el colector perimetral, hemos dejado una zona verde arborizada que aísle ambientalmente y físicamente la población de la zona industrial y de la avenida que por su carácter de vía de tráfico rápido incide negativamente en la vida de la población. La urbanización Aliadas del Sur, de principios de los noventa, implementa como estrategia de mitigación del posible impacto negativo de la avenida Las Vegas, una zona verde arborizada, similar a lo que
Sabaneta y el sur del área metropolitana, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
Construcción Avenida Las Vegas. Fotografía Archivo Bilioteca Pública Juan Carlos Montoya Montoya.
pudo ser el colector perimetral verde planteado por Torres. Desde su construcción, la vía carece de bordes construidos definidos, a excepción de unos pocos que se configuraron muy tempranamente a partir de la línea férrea. Sin embargo, la vía indujo el asentamiento de algunas industrias sobre su longitud.
Dentro del sistema de relaciones metropolitanas,c La avenida Las Vegas engrana convirtiéndose en el segundo eje de comunicación entre Sabaneta, Envigado y Medellín; configurando más adelante un sistema de tres vías paralelas que ordenadas según la velocidad de los desplazamientos serían: Avenida Regional Oriental (cuya
construcción estaba a la espera de la canalización del río en el tramo entre Envigado y Ancón Sur), avenida Las Vegas y avenida El Poblado. Los tres proyectos recientes de escala metropolitana que se tratarán: los nuevos desarrollos viales en función del Plan Maestro de Movilidad del Área Metropolitana, el proyecto de Centralidad Sur y el proyecto de Extensión al sur del Metro de Medellín, están profundamente vinculados entre sí a raíz del liderazgo de entidades como el Área Metropolitana. Muchos de sus componentes se complementan y se interrelacionan. De estos proyectos se espera, dada su escala e importancia un efecto inductor considerable en el desarrollo urbano, aunque cabe señalar su carácter proyectivo lo que no permite determinar efectos verificables, con excepción de algunos casos esporádicos aunque importantes por su carácter ejemplarizante que serán abordados.
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La configuración de un sistema de movilidad
Sabaneta plantea su propuesta de desarrollo de la malla vial en función al Plan Maestro de Movilidad del Área Metropolitana. En términos generales, esta serie de propuestas apuestan por la configuración de un sistema de movilidad descentralizado a partir de la generación de rutas alternas paralelas que eviten la dependencia de los sectores suburbanos respecto de las vías del sector tradicional, así como la generación de nuevas transversalidades (Pilsen y calle 77 sur). Abordaremos algunos de los componentes más importantes para la configuración del sistema de movilidad planteado. Intercambio vial Itagüí-Sabaneta (Pilsen) El proyecto se enmarca dentro del Plan Maestro de Movilidad del Área Metropolitana y se integra a los planteamientos del proyecto de Centralidad Sur, siendo además necesaria su construcción para efectuar el proyecto de extensión al sur del Metro de Medellín. La avenida Pilsen (calle 37b sur) es un 108
importante corredor transversal del Valle de Aburrá al comunicar el Corregimiento de San Antonio de Prado (Medellín) y los municipios de Heliconia, Ebéjico y Armenia al corredor vial del río. El proyecto de intercambio vial de Pilsen prolonga el eje, hasta cruzar el río y al comunicarlo con la Regional Oriental y la Avenida Las Vegas produciendo nuevas alternativas de movilidad, facilitando que por ejemplo, los habitantes de San Antonio de Prado se puedan servir de la Avenida Las Vegas para acceder a Envigado o al sur de Medellín, posibilidad que antes estaba restringida. Es por este motivo, que el intercambio tiene mayor utilidad para Itagüí y San Antonio de Prado más que para Sabaneta, sin embargo, esta situación debe entenderse bajo criterios de interrelación y cooperación entre diferentes actores de una misma región metropolitana, por encima de los límites político-administrativos. Doble Calzada de la Calle 77 Sur e intercambio vial El Plan de Movilidad le apuesta al de-
sarrollo de la calle 77 sur mediante varias acciones encaminadas a transformar la calle, actualmente de bajas especificaciones y des-jerarquizada por la interrupción a raíz de la construcción del viaducto del metro, en una verdadera transversalidad empalmada con la Avenida Circunvalar: • Construcción de una segunda calzada, prolongándose su sección hasta la continuación de la vía en el sector de San José para soportar el flujo vehicular generado por la serie de proyectos inmobiliarios que allí se construyen. Dicha prolongación se empalma con la nueva Avenida circunvalar cerrando el circuito. • Construcción de un intercambiador vial en su intersección con la avenida Las Vegas • Construcción de un intercambiador vial para resolver el sobrepaso del río y la integración con la Regional Oriental y Occidental, de esta forma garantizando la comunicación, a través de esta vía, con los sectores sub-urbanos de La Estrella e Itagüí. Los diseños del intercambiador, se realizan en sincronía con la propuesta
Estructuración vial para el sur del Valle de Aburrá. Plan de Ordenamiento Territorial Zona Sur Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1988.
arquitectónica para la Estación Multimodal de La Estrella. La calle 77 contaba antes de trazarse la línea férrea del Metro hasta la estación La Estrella, con un puente que cruzaba el río y comunicaba con la autopista sur. El Metro bloquea el paso vehicular sobre el puente, restándole buena parte de su importancia y funcionalidad a la calle 77 como transversalidad. Como medida temporal, se plantea la construcción de un nuevo puente sobre la calle 80 Sur. Sin embargo, el proyecto de intercambiador sobre la calle 77 es necesario para devolverle a la calle su condición de transversalidad. Avenida Circunvalar La avenida Circunvalar entraría a hacer parte del sistema de movilidad mencionado anteriormente, conformado por tres vías paralelas que ordenadas según la velocidad de los desplazamientos son: avenida Regional Oriental, avenida Las Vegas y avenida El Poblado. La circunvalar encajaría como la cuarta vía paralela circundando la media ladera, recogiendo los flujos genera-
Estructuración vial para el municipio de Sabaneta Plan de Ordenamiento Territorial Zona Sur Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1988.
Estructuración vial para el municipio de
Sabaneta Parte del Plan maestro de movilidad para la región metropolitana del Valle de Aburrá. Área Metropolitana del Valle de Aburrá Administración municipal de Sabaneta, 2007.
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Desconfiguración del borde tras la ampliación de la avenida Las Vegas. Al fondo el edificio Palosanto, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Construcción segunda calzada avenida Las Vegas, 2011. Fotografía Periódico El Mundo.
como un incentivo importante para garantizar el entusiasmo y seguridad de la clientela. Sin la Circunvalar como alternativa de movilidad, varios de estos proyectos inmobiliarios dependen exclusivamente de las vías veredales.
dos por los proyectos inmobiliarios que allí se desarrollan. La circunvalar ejemplifica los objetivos generales del plan en cuanto a la generación de un sistema de movilidad descentralizado y de mayor independencia. El gran inconveniente que se evidencia, es la aplicación de un tipo de gestión inversa: 110
la circunvalar, que sería desde el urbanismo clásico, el principal inductor para el desarrollo inmobiliario en la media ladera y lo primero a realizarse, es por el contrario una promesa a futuro, sin garantías claras, pero graficado en afiches, brochures y modelado en maquetas en las salas de ventas
Segunda calzada de la avenida Las Vegas En el proyecto inicial de la avenida Las Vegas se construyeron temporalmente cuatro carriles de dimensiones limitadas sin separador, reservando la franja oriental — donde se encontraba la línea férrea— para la construcción de una calzada adicional. Bajo inversión del área metropolitana y la Administración municipal de Sabaneta, se lleva a cabo la ampliación de esta vía duplicando su dimensión, pasando de tener 4 carriles estrechos a tener 6 carriles amplios y separador. El proceso de construcción de la vía hizo necesaria la adquisición y demolición de los paramentos de las manzanas comprendidas entre las calles 67 y 70 sur y 74 y 76 D sur, lo que ha producido en estos
Izquierda: Recomposición del zócalo urbano de la avenida Las Vegas a partir de proyectos inmobiliarios, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Derecha: Las nuevas edificaciones construyen paulatinamente la ampliación y dotación urbanística de la carrera 43 a, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
tramos un estado de indefinición del borde y serias afectaciones estéticas. Se espera sin embargo, que en el mediano y largo plazo, se de un proceso de recomposición del borde aunque se dificulta desde los procesos de gestión, al quedar remanentes de predios con tamaños insuficientes y formas inadecuadas para permitir desarrollos edilicios viables. Este importante proyecto de ampliación, a diferencia del primer proceso de construcción de la vía, ha logrado producir mayores dinámicas de crecimiento urbano, por ejemplo, el asentamiento de nuevas industrias como Gecolsa, y como importante novedad, algunos proyectos inmobiliarios bajo la tipología torre con una intencionalidad clara en su diseño de incentivar algunas actividades urbanas en primer piso. Doble calzada de la carrera 43 a (avenida El Poblado) Como se ha tratado en capítulos anteriores, la carrera 43 a, o avenida El Poblado, en Sabaneta, tiene como antecedente el camino de El Carretero. Posteriormente,
tras la conformación de Sabaneta, la vía era un eje de comunicación entre dos poblados independientes: Sabaneta y Envigado, por lo tanto, al no estar inmersa dentro de una cuadrícula o traza urbana, su desarrollo fue predominantemente rural y de carácter lineal y disperso. Este origen se evidencia actualmente en la discontinuidad de sus paramentos. Es por lo anterior —en este caso particular—, mucho más fácil de implementar un proyecto de ampliación de su calzada, como se ha venido constituyendo a partir de los retiros que las edificaciones más recientes han realizado respecto al eje de la vía. El proceso de ampliación de esta vía en jurisdicción de Envigado, se ha dado de manera simultánea con la implementación, sobre dicho corredor, del sistema Metroplús. Sobre este proceso, han surgido una serie de dudas en cuanto al poco flujo de pasajeros que podría recibir un trazado de tan corta longitud, siendo poco clara la forma de articularse con las estaciones del Metro. Al tomar Envigado la iniciativa de
trazar una línea de Metroplús sobre la carrera 43 a, Sabaneta, está más que llamada a plantear la continuidad bien sea de esta misma modalidad de transporte público, u otra que se articule con él y dar continuidad al tratamiento en sección de la carrera 43 A. Esto permitiría tejer una importante continuidad Envigado-Sabaneta, que haría bien a la viabilidad del sistema, permitiendo cerrar el circuito en la estación terminal del Metro de La Estrella.
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La Centralidad Sur: inductor de crecimiento bajo diversas autorías El proyecto de Centralidad Sur parte del reconocimiento del grado de complejidad urbana que ha adquirido la conurbación de los municipios del sur del Valle de Aburrá. Los municipios conurbados: Envigado, Itagüí, Sabaneta y La Estrella suman una población aproximada de 565.000 habitantes, superior a la de muchas ciudades capitales colombianas importantes como Santa Marta, Pereira, Manizales, Pasto, Ibagué, Montería o Neiva. La gráfica de la página 113 permite ver una comparativa morfológica y poblacional entre la conurbación del sur del Valle de Aburrá y algunas ciudades capitales colombianas. El reconocimiento de los altos niveles de población, sumado a la realidad de la conurbación y las nuevas formas de crecimiento urbano, justifican la pertinencia de una propuesta de Centralidad común para el sur del Valle de Aburrá. No resulta pues sensato, que una aglomeración urbana de 565.000 habitantes mantenga altos niveles de dependencia respecto a Medellín. El proyecto se enmarca dentro de las Directrices Metropolitanas de Ordenamiento 112
Territorial (DEUM) del Área Metropolitana, y como una de sus herramientas los Proyectos Estratégicos de Urbanismo Metropolitano (PEUM). Dentro de este conjunto de proyectos se encuentra el conjunto de centralidades urbanas propuestas para el Valle de Aburrá: • Centralidad Metropolitana • Centralidad de Equilibrio Norte • Centralidad de Equilibrio Sur • Centralidad Norte • Centralidad Sur La localización de las centralidades en el sentido longitudinal del río Medellín, obedece a criterios de descentralización y generación de un equilibrio en la distribución de los polos de atracción para la población metropolitana, esto con el fin de contribuir a la reducción de los desplazamientos; punto crítico en el excesivo consumo energético y detrimento en la calidad de vida. El desarrollo proyectual de la Centralidad Sur se plantea bajo la modalidad de concurso de ideas urbanísticas bajo iniciati-
va del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. La propuesta ganadora es de autoría de la firma Castañeda Arquitectos S.A.S. El proyecto de Centralidad Sur, como las demás centralidades propuestas, se ubica en las franjas cercanas al río Medellín, en este caso en particular, entre los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta y La Estrella. Dadas las características urbanas de los desarrollos en torno al río, se asumen hoy como sectores con un alto potencial de transformación: la zona de la hoy propuesta Centralidad Sur se desarrolla en forma desarticulada con respecto a la estructura urbana de cada uno de los municipios, con un planeamiento urbano típico de emplazamientos industriales de la mitad del siglo XX, adecuado por las exigencias de la época y el tipo de industrias, características que limitan actualmente la incorporación de nuevas formas de ocupación demandadas por modernas actividades productivas, razón por la cual la zona requiere de una intervención de planificación integral que reoriente su condición de futuro, mediante un planteamiento urbanístico que dé cabida a múltiples formas de ocupación,
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Planta general proyecto de Centralidad Sur, 2007. Castañeda Arquitectos y AMVA.
actividades económicas, institucionales y residenciales, con uso racional y eficiente del suelo (AMVA y Castañeda 2007:27). Lejos de ser una propuesta de ciudad de nueva planta, el Proyecto de Centralidad Sur es un inductor de crecimiento urbano a cargo de muchas autorías particulares, puesto que su morfología está planteada en función de la estructura predial existente, facilitando el proceso de gestión al permitir los desarrollos bajo la iniciativa particular del propietario de la tierra, prescindiendo en buena medida de una gestión que demande procesos de compra o expropiación. El proyecto asume como estrategia para inducir el crecimiento urbano planteado, el mejoramiento de la capacidad de soporte del territorio desde lo público, mediante el incremento sustancial tanto de la cantidad como de la calidad de los atributos del territorio, es decir, su espacio público, sus equipamientos, sus servicios públicos, su movilidad [siendo la Extensión al sur del Metro el componente fundamental en la categoría de movilidad]; lo anterior en función de disponer adecuadamente el territorio para la localización de las 114
Fragmento comparativo entre el proyecto de Centralidad Sur y el estado actual, en el que se evidencian los casos de correspondencia de la propuesta con la estructura predial. Imagen superior AMVA y Castañeda Arquitectos. Imagen inferior Google Earth.
actividades y de las personas que habitarán o utilizarán su territorio y que contribuirán por ende, a revitalizar su identidad. La participación privada (lo estructurado) dentro del proyecto es pieza clave para su realización, por ello los diseños procuran la coherencia con la estructura predial del territorio para facilitar su gestión, pero en este caso, los desarrollos privados estarían debidamente estructurados y condicionados por el componente de lo público, prioritario en el diseño de la propuesta. La extensión al sur del Metro de Medellín, es para el proyecto de Centralidad Sur, el componente más importante y de mayor capacidad inductora, por lo tanto el primer elemento que se construye. Un fenómeno que puede corroborar las hipótesis planteadas por la consultoría en cuanto a la importancia de Metro como inductor de las dinámicas que reconoce y canaliza el proyecto de Centralidad Sur, podemos situar la construcción del proyecto de Centro Ejecutivo La Sabana, ya que se enmarca dentro de un proceso de diversificación de actividades en coherencia con el proyecto, al ser el pri-
mer edificio de oficinas y comercio dentro de una gran franja de uso industrial. Su programa corporativo marca una novedad respecto a la tendencia iniciada por Mayorca, eminentemente comercial. El proyecto de Centralidad Sur es finalmente un proyecto inductor para nuevas y más eficientes formas de ocupación del territorio en el que se inscribe, procurando la diversificación de las actividades urbanas. Para lograr tal propósito plantea, como se ha mencionado, un sistema público estructurante compuesto a partir de espacios urbanos de diferentes escalas y categorías con sus respectivos componentes recreativos, ambientales y de movilidad para permitir desarrollos privados de alta densidad en función de una optimización del suelo. Para Sabaneta, dado su alto compromiso en términos de extensión territorial, La Centralidad Sur resulta siendo el más importante y ambicioso imaginario de ciudad, desde todos los ámbitos posibles. Tan sólo el incremento sustancial en el índice de espacio público de la municipalidad logra hablar
de su alto grado de impacto. Por otro lado, representa la mutación y adaptación de su extenso parque industrial, en un acto de reconocimiento de las nuevas dinámicas económicas tratadas en el capítulo Segunda industrialización, sector que como se ha visto es importantísimo en la economía y el desarrollo urbano local. El proyecto fue asumido por las administraciones municipales de los municipios involucrados como un acuerdo metropolitano. Sabaneta, en particular, lo refiere en el P.B.O.T. como uno de los proyectos estratégicos de escala metropolitana. Para su realización el proyecto demanda —más que un reconocimiento dentro de los documentos oficiales— una gran capacidad de gestión y liderazgo por parte de las administraciones públicas de los municipios involucrados en un ejercicio de concertación entre los intereses públicos y privados.
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El Metro de Medellín y la extensión al sur
Propuesta inicial para el trazado del Metro de Medellín Imagen Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá
En las primeras propuestas para la ejecución del trazado del Metro de Medellín a partir de 1979, se pretendía que la línea A abarcara el trayecto entre las estaciones de Sabaneta y Machado. El Plan de Ordenamiento Territorial de la Zona Sur de 1988, recoge una propuesta que sugería la extensión hasta Sabaneta, con una única divergencia importante respecto al proyecto de extensión finalizado en 2012: la ubicación de la estación intermedia, hoy estación Sabaneta. Esta propuesta, 116
reconocía una mayor importancia en el eje de Pilsen, ubicando la estación en sentido perpendicular a éste y nombrándola como Estación La Doctora —punto cercano a donde en ese entonces desembocaba la quebrada del mismo nombre—, importancia que consideraba mayor respecto al eje de la calle 69 Sur, que conduce al Parque de Sabaneta y donde finalmente se decide ubicar la estación. Con base en el estudio inicial de demanda del proyecto, se decidió que los tramos de
Itagüí-Sabaneta y Niquía-Machado debían ejecutarse en etapas posteriores; de esta forma, la extensión del Metro hasta Sabaneta se postergó hasta el año 2012. Sabaneta, tendría que servirse entre 1995 y 2012 de la estación terminal de Itagüí, que posee una ubicación bastante particular —estratégica si se quiere— en un punto que reúne los límites políticos de Itagüí (perpendicularidad con el parque principal), Envigado (periferia sur) y Sabaneta (periferia norte).
Relación Metro-Centralidades en la propuesta original Plan de Ordenamiento Territorial Zona Sur, 1988 Relación Metro-Centralidades en la propuesta de extensión al sur Plan de Ordenamiento Territorial Zona Sur, 1988
Opiniones como las de un ex-alcalde de Sabaneta, revelan una visión pesimista sobre la ubicación periférica de la estación Itagüí respecto a Sabaneta. Haciendo alusión a la posibilidad de que el municipio contribuyera al pago de la deuda del Metro afirmaba: “No le debemos nada al Metro”, porque está fuera de su área de influencia, en las fronteras de Itagüí y Envigado y agregó que “hay una simple plazoleta que comunica la estación Itagüí con Sabaneta pero no constituyen obras en el municipio. Dijo también “que su comunidad no siente la presencia del Metro: La gente que se desplaza a la estación Itagüí es la que viene a trabajar a las empresas circundantes de ella, pero es de Medellín y de otras poblaciones”. Para los sabaneteños es más rápido ir a Medellín por la avenida Regional y Las Vegas que por el Metro, sin compliques ni pagar pasajes a la estación ni hacer transbordos.” (El Colombiano. 1999, agosto 4 p2C. Artículo citado por Ortiz Gómez 2007:79) Sin embargo el paso de tiempo daría una importante resignificación de la ubicación periférica de la estación Itagüí. En primer lugar, calificarla como periférica es hablar desde una 117
Estación Itagüí y Centro Comercial Mayorca Fotografía departamento de comunicaciones-Administración Municipal de Sabaneta-Archivo Foto Guillego
postura política que desconoce su ubicación como punto articulador entre tres municipios llamados a integrarse. El sector sabanetense inmediato a la estación Itagüí, pasaría poco a poco a convertirse en lo que hoy el P.B.O.T. reconoce como Centralidad Mayorca, a raíz de dos procesos claramente inducidos por el Metro. El primero de ellos tiene que ver con la iniciativa de un importante empresario propietario de un predio industrial en inmediaciones de la estación, quien decide emprender la primera etapa del Centro Comercial Mayorca. En una lectura de la situación comprendió que en la integración y canalización de estos flujos poblacionales en los recorridos internos del edificio comercial, está la fórmula de éxito de la operación inmobiliaria (AMVA y Castañeda. 2007:76). Posteriormente, desarrolla la segunda etapa del centro comercial con amplia aceptación por parte de los consumidores. El segundo proceso, tiene que ver con la reordenación de las rutas internas de Sabaneta que pasan a ser alimentadoras del Metro. Mayorca se convierte entonces en un punto itinerante para el acceso a Sabaneta y a sus veredas. El 118
Propuesta de extensión al sur del Metro de Medellín, 2007. Grupo Monarca S.A. - Laureano Forero & Cía.
sector entonces, adquiere una connotación importante como centralidad de flujos y comercio, que es precisamente lo que el P.B.O.T. reconoce, aunque sin mérito alguno por parte de la administración pública, pues es tan sólo una legitimación por escrito de una gestión eminentemente privada, en la que fueron observadores. Gestión privada, que como señala Dora Patricia Ortiz, resulta por lo general, más visionaria que la oficial (2007:80). El actual proyecto de Extensión al sur, es entonces, la realización de una intencionalidad inicial en atención a una serie de cambios en las condiciones urbanas del sur del Valle de Aburrá. El gerente del Metro Ramiro Márquez, reconoce como parte de éstas condiciones el crecimiento industrial, académico, comercial y habitacional que se ha presentado durante los últimos años” que “ha llevado a considerar la extensión de la Línea A del metro al sur en una primera etapa, entre las estaciones Itagüí-Sabaneta, como un proyecto prioritario para la empresa, retomando el trazado original” (El Colombiano, 2007, marzo 8, p1D. Aparte citado por Ortiz 2007:88) El proyecto de extensión al sur del Metro
de Medellín es una de las principales obras de ingeniería ejecutadas en los últimos diez años en el Valle de Aburrá; desde el punto de vista técnico, se destaca que a diferencia de las obras pioneras del Metro en los años 80 y 90, fue un proyecto ejecutado con producto intelectual y manual cien por ciento local. Su costo para la empresa Metro, el departamento, el área Metropolitana, las Empresas Públicas de Medellín y las alcaldías de Itagüí, Sabaneta y La Estrella es de 125.000 millones de pesos (cifras oficiales empresa Metro). El proyecto se presenta inicialmente en el foro de la Centralidad Sur, realizado en el auditorio del periódico El Colombiano el 7 de marzo de 2007 (…) donde se presentó el proyecto de expansión del sistema hacia el sur y las
propuestas diseñadas por parte del Área Metropolitana en representación del sector público y el grupo Monarca, del sector privado (Ortiz, 2007:87), empresa constructora que promovió el proyecto, con la particularidad de incluir una única estación terminal —la actual Estación La Estrella— y que para esa propuesta en particular se denominó Estación Sabaneta, sin incluir la estación intermedia que es la que actualmente lleva este nombre. La justificación del proyecto —al margen de la nueva caracterización urbana del sur— se apoya fuertemente en cifras que hablan de 57.000 nuevos usuarios (cifras oficiales de la empresa metro), 49.000 aportados por la estación La Estrella y 8.000 aportados por la estación Sabaneta. Cifras que muy seguramente 119
Estación Sabaneta, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
serán alcanzadas sólo cuando se consolide la totalidad del macroproyecto de la Centralidad del Sur, es decir, una vez se pongan al servicio la Terminal de Transporte y los equipamientos complementarios (Ortiz 2007:89). La situación actual, obedece más claramente —al menos en el caso de Sabaneta— a una descentralización de los flujos respecto de la estación Itagüí, que ahora se redistribuyen en dos nuevas estaciones, de acuerdo a la opinión del gerente de la empresa Sotrames S.A. (Sociedad de trasportadores Medellín-EnvigadoSabaneta) documentada en el trabajo de Dora Patricia Ortiz (2007:89). Posiblemente aparecerán nuevos usuarios, que comenzarán a utilizar el sistema a raíz de la aparición de una nueva estación cercana a su lugar de residencia o trabajo, pero sin alcanzar todavía estas ambiciosas cifras de 57.000 nuevos usuarios. Implicaciones urbanas para Sabaneta Si bien el proyecto de Extensión al sur del Metro de Medellín se planteó como un proyecto que beneficia conjuntamente a los municipios de Itagüí, Sabaneta, La Estrella, Caldas, el corregimiento de San Antonio de 120
Prado y en cierta medida a los municipios del Suroeste Antioqueño, la totalidad del proyecto de Extensión al Sur se desarrolla en jurisdicción de Sabaneta, siendo claro además que el Municipio, a raíz de la proximidad y el impacto de las nuevas estaciones en su estructura urbana, resulta siendo el principal beneficiario. El nombre otorgado a la estación terminal contribuyó a alimentar la discusión sobre la distribución de impactos y beneficios del proyecto de Extensión al Sur entre los municipios considerados partícipes. El Concejo
Municipal de Sabaneta decretó que dicha estación no podía llamarse estación La Estrella al ubicarse en jurisdicción del municipio, proponiendo el nombre neutro de Ancón Sur. Sin embargo, la empresa metro adoptó para la estación el nombre de La Estrella, quizá como una estrategia para generar identificación y apropiación por parte de la población siderense hacia ella. Lo cierto es que la estación se ubica a 2.4 kilómetros del parque principal de éste municipio, con una pendiente promedio del 8%, distancia casi igual a la recorrida
Estación La Estrella, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
güí y se reparten en las dos nuevas estaciones. Las dos nuevas estaciones, Sabaneta y La Estrella prometen inducir el desarrollo urbano de sus corredores aferentes.
por todo el proyecto de Extensión al sur del Metro (2.5 Km), resultando incluso más cercana al mismo parque principal de Sabaneta (1.57 Km – pendiente promedio de 1%), que ya cuenta con la estación del mismo nombre a 700 metros. Yo vivo en la Estrella y la verdad lo que veo es que Sabaneta quedó con 3 estaciones. La primera donde inicia el municipio en Mayorca, la segunda en la mitad: nueva estación Sabaneta y la tercera al final, al sur del mismo Sabaneta en las bodegas de Sabaneta. Perdonen, pero, ¿a
cuál Estrella se refieren con esa estación? (Comentario de mramírez en el artículo de El Colombiano del 23 de junio de 2012: El Metro hizo su primer arribo a La Estrella). A raíz de la extensión al sur del Metro de Medellín, el área urbana de Sabaneta, que ha ido adquiriendo un sentido lineal, queda cubierta en su longitud por tres estaciones del Metro: Itagüí en el extremo Norte, Sabaneta en el centro y La Estrella en el Sur. De esta forma, las rutas peatonales y de servicio público se descentralizan respecto de la estación Ita-
La estación Sabaneta se plantea con el propósito de vincular la centralidad fundacional —con sus connotaciones culturales y religiosas— al sistema Metro. La estación —como se mencionó en el capítulo Los ejes estructurantes—, se ubica en sentido perpendicular a la calle 69 Sur, (el Arrastradero) antiguo camino que comunicaba la plaza principal con el río. La estación permitiría pensar en la renovación urbana del tramo industrial del corredor, en consonancia con los lineamientos del proyecto de Centralidad Sur. También se esperaría de ella un impulso al proceso de cicatrización y recomposición del borde de la avenida Las Vegas afectado por las demoliciones —que ya muestra algunos resultados positivos—, así como la consolidación del tramo de las calles 68, 69 y 70 sur inmerso en el tejido tradicional, en el que se observa —como aspecto singular, y posible verificación del efecto inductor de la estación— la aparición 121
Proyecto Las Vegas Plaza (7 torres de 34 pisos de vivienda), 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
de algunos edificios en altura como el edificio Palosanto de la arquitecta Cristina Vélez Ortiz, que se apoya desde su comercialización en su ventajosa ubicación en el corredor perpendicular a la nueva estación Sabaneta. Así mismo la Estación Sabaneta ha permitido corroborar un efecto inductor importante a partir de la construcción del primer edificio de uso corporativo en el municipio: el Centro Ejecutivo La Sabana. El proyecto se compone a partir de espacios de oficinas en las plantas superiores, auditorio y —como una apuesta importante que habla del aprendizaje de la estrategia planteada por el Centro Comercial Mayorca— un primer piso comercial permeable que permitiría canalizar ciertos flujos peatonales provenientes de la parte central de la zona industrial y los barrios cercanos. Si el proyecto logra efectivamente la canalización de los flujos peatonales y su consolidación como un nodo de actividad importante habrían bases para pensar a futuro en la proyectación de un segundo acceso o cabezal para la estación Sabaneta al norte. La pauta publiciaria del proyecto habla naturalmente de su cercanía con la estación, 122
Izquierda: Centro Ejecutivo La Sabana, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa. Derecha: Centro Comercial Bazar de Marcas, 2012 Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
pero también menciona incentivos tributarios que justifican el traslado de oficinas a Sabaneta, lo que permite hablar de la vigencia desde los tiempos de la primera industrialización, de los incentivos tributarios como promotores del desarrollo urbano. Este primer resultado se da en coherencia con los lineamientos que plantea el proyecto de Centralidad Sur en relación al aprovechamiento de las infraestructuras existentes, el uso racional y eficiente del suelo y la diversificación de las actividades. La estación La Estrella tiene como gran particularidad que se concibe en el mediano plazo como estación multimodal; un importante punto de intercambio de flujos de pasajeros, teniendo a futuro conexión directa con la nueva Terminal de Transportes del Sur y la estación del tren de cercanías hacia Caldas. La estación promete inducir al desarrollo urbano de la calle 77 Sur, que tiene asociado una vasta área con potencial de renovación urbana en sus inmediaciones, así como la proximidad con el sector de Calle Larga —el más densamente poblado de Sabaneta—, e
importantes equipamientos como el Polideportivo Sur, el Hospital Venancio Díaz y el plan parcial Sabaneta Real —polígono que empalma formalmente la calle 77 Sur con la carrera 45 (Principal)—. El artículo 113. De los criterios para el manejo de las secciones Viales y las Especificaciones mínimas de las vías urbanas del P.B.O.T. en su aparte sobre las vías arterias da los siguientes lineamientos para el desarrollo del corredor: Es uno de los ejes sobre los cuales tendrá mayor influencia la Centralidad Metropolitana sur, por lo que se plantea como un eje donde preponderamente se localizará comercio y servicios en los primeros pisos y se incentivará la localización de vivienda en todo su recorrido permitiendo la conformación de paramentos continuos y el crecimiento en altura y mayores densidades [da cuenta de este lineamiento, la aparición de los proyectos inmobiliarios de mayor altura y densidad en Sabaneta, uno de ellos, el proyecto Las Vegas Plaza —en la intersección entre la avenida Las Vegas y la calle 77 Sur— con 7 torres de 34 pisos de vivienda (ver fotografía página 122)]. Este eje hace parte del circuito de espacio
público donde se privilegia la circulación peatonal, y la futura ruta pretroncal del Metroplús, que integrará a Sabaneta con los municipios de La Estrella e Itagüí y con el Corregimiento San Antonio de Prado. Es a la vez eje de articulación con la Vía Longitudinal Metropolitana, a través del cual se podrán evacuar los flujos viales generados en los nuevos desarrollos del Plan Parcial Caminos de La Romera hacia la Vía Regional y la Avenida Las Vegas. La entrada en operación de la Extensión al sur del Metro de Medellín para Sabaneta representa una oportunidad para la consolidación y desarrollo de un conjunto de centralidades urbanas que se han configurado y visibilizado en el tiempo y la implementación de un sistema de espacio público que permita una adecuada y eficiente movilidad entre ellas: • Centralidad de flujos en torno a la Estación multimodal de La Estrella que atiende la llegada de viajeros de 3 sistemas diferentes: Metro, buses y tren Suburbano. • Centralidad cultural y administrativa. 123
La extensión al sur del Metro de Medellín en la consolidación del sistema de centralidades urbanas en Sabaneta
Plan Parcial Sabaneta Real, albergando el nuevo centro administrativo municipal (concejo y alcaldía) y la nueva biblioteca pública. • Centralidad fundacional de Sabaneta en torno al Parque Principal Simón Bolívar. • Centralidad de flujos en torno a la estación Sabaneta. La metrópoli (o área metropolitana) se forma por la fuerza de la conjunción física entre distintos enter territoriales, o bien por
124
una integración de tipo funcional. (Moreno, 2010:32) Los proyectos de escala metropolitana conducen entonces a la metropolización de Sabaneta, es decir, a acentuar la condición del municipio como un engranaje más dentro de un sistema urbano más complejo: el área metropolitana del Valle de Aburrá, en el que posiblemente, de acuerdo con Cecilia Inés Moreno sus diferentes actores u organismos se mueven bajo relaciones de dependencia, de cooperación y, en algunos casos, de parasitazgo (2010:19), en alusión a lo que
podría ser un comportamiento biológico. La metropolización es un proceso que tiende a disolver cada vez más los límites físicos y políticos y con ello, a desdibujar también las nociones de autonomía e identidad local. Envigado por ejemplo, se ha basado en estas dos nociones para justificar su ausencia como partícipe de la entidad administrativa del Área Metropolitana. Los proyectos urbanos o de infraestructura propuestos desde la escala metropolitana inducen formas de crecimiento urbano de mayor complejidad, propias de la nueva ciudad metropolitana que se está configurando; difusa y ambigua en sus límites, de poblaciones volátiles y flotantes que se mueven de un municipio a otro en busca de vivienda, trabajo o recreación a lo largo de su vida o de su día a día. A diferencia de las posturas que ha asumido Envigado, Sabaneta recibe en la actualidad abiertamente y con optimismo las dinámicas de metropolización, que de alguna forma han sustentado los procesos históricos más importantes que ha tenido: el desarrollo industrial e inmobiliario.
Los proyectos de escala metropolitana El plano contiene los tres proyectos de escala metropolitana reseñados en el capítulo: el componente vial del Plan Maestro de Movilidad del Área Metropolitana, La extensión al sur del Metro de Medellín y el proyecto de Centralidad Sur.
e
1. 2. 3. 4. a. b. c. d. e.
Estación Multimodal La Estrella Estación Sabaneta Parque deportivo Zona Norte Parque Metropolitano Avenida Circunvalar Calle 77 sur Carrera 43 a (Av. El Poblado) Avenida Las Vegas Avenida Pilsen
4
2
c
3
d
1
b a
125
126
Epílogo
La volatilidad y los procesos inconclusos determinan la morfología mayoritariamente discontínua —entre un modelo de ciudad y otro— y fragmentaria —pequeños fragmentos o modelos de ciudad—.
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Iniciamos este trabajo con el objetivo de entender un poco los procesos históricos que han determinado los parámetros bajo los cuales el crecimiento urbano de Sabaneta ha registrado la aparición de nuevas tendencias. La asociación de los procesos históricos con los parámetros y las tendencias de crecimiento es lo que permitió configurar el conjunto de acontecimientos singulares que para efectos del crecimiento urbano denominanos momentos inductores. Aplicamos esta metodología de análisis en un municipio como Sabaneta, bajo la hipótesis previa de su condición de laboratorio de transformaciones urbanas, en función del vertiginoso proceso de crecimiento urbano que experimenta en la actualidad que determina que la presión inmobiliaria que se ejerce actualmente desencadene las tendencias de crecimiento de algunos inductores más rápidamente, como es el caso de los desarrollos en torno a la extensión al sur del Metro, que en Medellín han tardado más. El ejercicio en la mayoría de los casos analizados arroja la comprobación de las teorías clásicas del urbanismo —especial128
mente en el caso de los primeros momentos inductores— o la comprobación, como es el caso de los procesos de industrialización, de su notable incidencia en la configuración de la ciudad moderna, más allá de los aspectos morfológicos. En otros casos aparecen tendencias de crecimiento que plantean nuevos cuestionamientos a raíz de su carga de riesgo y especulación a partir de inductores de carácter proyectivo que logran considerarse inductores a raíz de la publicidad y la persuasión; y casos que darían pié para hablar de fórmulas compuestas a partir de la sumatoria de varios inductores. La volatilidad y los procesos inconclusos La industrialización, como motor para el crecimiento urbano y factor decisivo en la caracterización del modo de vida moderno es verificable en Sabaneta. La industrialización es entre otras cosas, la causa para que se desvirtue la noción de habitante tradicional, puesto que los procesos migratorios a raíz de la aparición y desaparición de
industrias, que han tenido gran preponderancia en la configuración de la estructura social en Sabaneta, se traducen en una diversidad poblacional. Según el último censo realizado (DANE 2005), el 89% de los habitantes de Sabaneta nacieron en otro municipio o en otro país, por lo anterior, el discurso de la tradición local como confrontación a los actuales procesos de transformación —que traen consigo la diversificación de la base poblacional—, es tan difícil de pronunciar como en la Nueva York de principios del siglo XX. Igualmente las cifras recurrentes en materia poblacional no pueden dar cuenta de un fenómeno de gran complejidad como lo son las poblaciones flotantes: alrededor de 40.000 empelados que habitan de manera temporal cerca del 60% de la superficie urbana de Sabaneta (cifras de La Centralidad Sur: La Estrategia del Caracol). Adicionalmente, las diferentes capas del crecimiento urbano no han llegado a un punto de consolidación; por ejemplo, el crecimiento lineal se acentúa ante el agotamiento del crecimiento centralizado debido a la ausen-
Las capas de crecimiento en el paisaje urbano: industrialización, proyectos metrpolitanos y desarrollo inmobiliario, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
cia de un trazado general de manzanas. La segunda industrialización se vale de la misma capacidad instalada que aprovecharon las primeras industrias, habiendo casos de sustitución de unas por otras y los nuevos desarrollos inmobiliarios se valen de la inconclusa consolidación del centro urbano para insertar —en ciertos vacíos— conjuntos residenciales bajo la tipología plataforma-torre. La anterior condición, determina en parte la morfología mayoritariamente discontínua —entre un modelo de ciudad y otro— y fragmentaria —pequeños fragmentos o modelos de ciudad—. El fenómeno actual de crecimiento urbano a partir de los proyectos de vivienda, dada su intensidad, puede actuar como una especie de aglomerante fortuito entre los diferentes fragmentos de ciudad. En medio de las condiciones arbitrarias que definen la localización de un proyecto de vivienda contemporáneo: precio del suelo, tenencia, demanda, puede darse la tendencia hacia la compactación de la ciudad, y por ende la aurticulación de sus fragmentos.
Tal es el caso del proyecto Valparaíso, una única torre de 30 pisos que se inserta en un predio rural remanente del proceso de urbanización del barrio Prados. Al llenar este espacio, está resolviendo bajo otras características la necesaria paramentación de la calle 77, inconclusa desde procesos anteriores.
El parque principal, evidencia de la descentralización de la estructura urbana Como se trató en el segundo capítulo del trabajo, Los ejes estructurantes, el crecimiento urbano de Sabaneta apuntaba muy tempranamente hacia un crecimiento lineal agotando lo que podría ser un crecimiento centralizado entorno a la plaza principal. Desde ese entonces se evidenciaban unas primeras tendencias 129
El parque principal Simón Bolivar, evidencia de la descentralización de la estructura urbana, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
de descentralización de la estructura urbana. Los proyectos de escala metropolitana —tratados en su capítulo respectivo— continúan acentuando la tendencia de descentralización a partir de la priorización de la integración regional y metropolitana: el esquema de movilidad de Sabaneta debe atender a múltiples factores y flujos que se salen de su propia autonomía. Podríamos decir que Sabaneta tiende a acentuar a futuro su condición como apéndice del área Metropolitana del Valle de Aburrá, manteniéndose abierto el debate so130
bre la pertinencia o no sobre su condición de apéndice: habrán posiciones a favor de una mayor autonomía y el fortalecimiento de la identidad local, similares a las que ha adoptado Envigado en varias ocasiones —una de ellas con motivo de su participación en el proyecto del Metro—. Como consecuencia, el parque principal Simón Bolívar —el que fuera el centro fundacional de Sabaneta en 1896—, reúne entonces los síntomas de la descentralización de la estructura urbana: se encuentra exento de res-
ponsabilidades en materia de movilidad, las vías que lo circundan, a raíz de los ajustes que se han realizado en el esquema de movilidad, se han tornado en vías de servicio utilizadas sólo por quienes tienen por destino final el parque. Tampoco es punto terminal de las rutas de transporte público, además de no pasar directamente por él. Tampoco centraliza las funciones administrativas o culturales, condición que se acentuará con la construcción del Plan Parcial Sabaneta Real, centralidad administrativa y cultural. Desde 1974, el trabajo de José Torres señalaba cómo el parque no posee un carácter determinado que agrupe el conjunto de actividades que definen el espacio cívico, en el cual, se encuentran los espacios representativos de la población. Adicionalmente, no es el centro geométrico de la estructura urbana —como sí es el caso de Envigado—, anunque la condición de centralidad no esté estrictamente asociada a la geometría, es un factor que puede ser determinante. Es difícil atribuirle al parque con sus características actuales, una condición de centro de un municipio con tal nivel de dinámicas. Es por el contrario un espacio pú-
blico de pequeño formato que remite más a una escala sectorial, condición que no se desdibuja ni siquiera con las peregrinaciones semanales. Muchas de las dinámicas sociales que lo convierten en punto de encuentro y esparcimiento pueden deberse a un aspecto más práctico: es el único espacio urbano que las ofrece. Lo anterior no representa necesariamente una condición negativa, es simplemente la forma en que el espacio público de mayor importancia en la estructura urbana refleja una serie de decisiones tomadas desde escalas mayores que conducen a una tendencia de descentralización.
Los cambios en el paradigma de desarrollo Es evidente el paralelismo entre los dos momentos inductores que en su respectiva vigencia tuvieron el rótulo de auge: el auge industrial (primera industrialización) y el auge inmobiliario (diversificación de la oferta inmobiliaria). El panorama actual, caracterizado por los incentivos tributarios y las condiciones normativas favorables al desarrollo inmobiliario, logra consolidar un crecimiento urbano desde el ámbito privado excepcional y vertiginoso, sin embargo, desequilibrado en relación a la inversión pública que no se da en igual medida. El panorama actual parece reflejar
Las capas de crecimiento en el paisaje urbano: industrialización, proyectos metrpolitanos y desarrollo inmobiliario, 2012. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa.
la problemática señalada por José Torres en 1974, que muestra cómo los momentos inductores presentan interrelaciones: La capacidad económica del municipio es muy reducida, ya que los aportes directos de la industria han sido aplazados. Los ingresos de la población son muy reducidos, el presupuesto también. El municipio por lo tanto, no está en capacidad de costear obras de desarrollo de gran envergadura (Las que se han realizado, ha sido por intermedio de entidades distintas al municipio). Los proyectos inmobiliarios, al ser ac131
tualmente el paradigma de desarrollo, así como en los sesenta y setenta lo era la industrialización, justifican la implementación de las normativas y exenciones tributarias que se consideraran necesarias para promover la tendencia. El paisaje urbano es testimonio imparcial del impacto sustancial de los momentos inductores que mejor caracterizan la Sabaneta contemporánea: la industrialización y el desarrollo inmobiliario. Ambos consolidan en Sabaneta la oferta de dos funciones de la ciudad moderna que en la mayoría de los casos no son ejercidas por los mismos habitantes en simultánea: vivir o trabajar. Son muchos los temas que se quedan en el tintero al realizar una mirada general para temas tan amplios y complejos como apasionantes. Es por esto que queremos finalmente anotar cuáles han sido esos interrogantes abiertos, esas temáticas investigativas que consideramos pertinente tratar más a fondo. Una temática que abordamos parcialmente en el momento inductor La marca 132
fundacional, es la relación entre la Iglesia y el desarrollo urbano, a raíz de la importancia de la iniciativa del párroco de Santa Gertrudis Jesús María Mejía para la fundación de Sabaneta a partir de la construcción del templo de Santa Ana. En Sabaneta es verificable la enorme incidencia de la iglesia en los procesos fundacionales, urbanizadores y generadores de civilidad e identidad; piezas clave en el movimiento separatista respecto a Envigado. La iglesia ha sido la promotora del desarrollo de Sabaneta, ya que es la única fuerza capaz de aglutinar los diferentes estamentos de la población (Torres, 1974). El papel de la iglesia y en particular del Padre Ramón Arcila constituye un campo de trabajo y de investigación inexplorado. Sabaneta es un caso de estudio valioso para el estado del arte en cuanto a la relación iglesia-desarrollo urbano. El proceso de industrialización de Sabaneta también se constituye en un caso de estudio valioso. Sabaneta vivió su proceso de industrialización mientras era periferia de Medellín desde la primera mitad del siglo XX, sin haber alcanzado un punto de
maduración como población. La industrialización fue una realidad que tuvo que afrontar con las escasas herramientas que había, en momentos en que la planeación urbana y las políticas ambientales eran nociones desconocidas. El proceso de industrialización ha llegado hoy en día a un punto de consolidación y asentamiento que permite con mayor claridad decantar —desde el punto de vista histórico— los documentos consolidados del proceso con sus aciertos y desaciertos, una suerte de modelo Sabaneta para la industrialización de los municipios en Colombia, así como podría constituirse un modelo Itagüí o un modelo Envigado, cada uno con sus particularidades, permitiendo bajo las circunstancias actuales en las que el crecimiento urbano de Medellín y su área metropolitana determinan una nueva periferia, que municipios que hoy en día afrontan los nuevos procesos de relocalización industrial que Sabaneta vivió en la primera mitad del siglo XX en los tiempos del Plan Piloto, cuenten con amplio material investigativo para orientar dichos procesos hacia
Carteles pegados en el cerramiento de una nueva construcción. Los carteles citan a Octavio Paz con el fin de disipar las críticas de la población local: El gusto y el juicio –las dos armas de la crítica– cambian con los años y aun con las horas: aborrecemos en la noche lo que amamos por la mañana. Fotografía de Juan Pablo Salazar Ochoa, 2007.
un desarrollo urbano integral. De igual forma, cuando el auge inmobiliario concluya, habrá la posibilidad de evaluar con distancia y mayor objetividad los resultados y realizar como compendio del proceso nuevamente un modelo Sabaneta para el desarrollo inmobiliario, que seguramente como hemos anotado en este epílogo presentará muchos paralelismos con el proceso de industrialización. El asentamiento de los procesos históricos y la distancia respecto a ellos que se recomienda para dar una mirada objetiva, implican esperar, y es fácil asumir la pasividad del investigador y sentarse a observar la vertiginosidad de las transformaciones que se registran en Sabaneta diariamente, sin embargo, el papel del activista es también necesario en la participación y control directo de los procesos. Los procesos de transformación urbana de Sabaneta, terminan comprometiendo profundamente las emociones: el cambio, la tradición, el progreso se instalan como ideales en cada uno de sus protagonistas configurando un panorama convulso en el
que es difícil moverse con total objetividad. Se hace necesario tomar distancia del punto de vista del político, sea cual sea su orilla; del empresario de la construcción e incluso del habitante que reclame en función de su historia de vida el rótulo de habitante tradicional. En términos de Octavio Paz (1987), en Sabaneta se establece la tradición de la ruptura. La modernidad es entendida como un constante rompimiento con la tradición, a tal punto en que la modernidad se termina volviendo una nueva tradición: la tradición de la ruptura. Las rupturas, como capas sucesivas en el tiempo —evidenciables parcialmente a través de la morfología urbana—, terminan siendo asimiladas silenciosamente tanto por el paisaje urbano como por la mentalidad de sus habitantes. En términos de Paz, aborrecemos en la noche lo que amamos en la mañana. Sin embargo Sabaneta puede estar lejos de marcar una novedad al respecto, está quizá ejemplificando más densamente —en términos de tiempo y espacio— los mismos procesos de rompimiento con la tradición
que tanto han caracterizado a Medellín, procesos que se condensan magistralmente en el Parque Berrío. Las transformaciones urbanas mas intensas que haya vivido esta pequeña localidad del Valle de Aburrá apenas están comenzando a darse. No sabemos cómo soplará el viento de la oferta y la demanda, por lo tanto la forma física urbana será difícil de predecir, así que no es posible dar dictámenes concluyentes. Este trabajo es finalmente un breve repaso por los procesos que han protagonizado el crecimiento urbano de Sabaneta para poder asumir la tarea y la responsabilidad de participar críticamente de los procesos actuales de transformación urbana siendo el reconocimiento del contexto histórico quizá la mejor manera de sentar una posición crítica responsable.
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ApĂŠndice
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