Un minuto en la vida de la Humanidad

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Un minuto en la vida de la Humanidad

23 de abril de 2010

Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Bienvenida Apreciado lector o lectora, si lees estas páginas probablemente sea porque has participado activamente en ellas, por que has decidido compartir “un minutos de tu vida”. O, si más no, porque tienes este espíritu. Hemos hecho algo tan sencillo, pero acaso tan poco frecuente, como vivir y compartir un minuto de lo único que verdaderamente tenemos: nuestra propia vida. Dejando que aflorara la emoción, cualquiera que fuera. Sintiendo que otros seres humanos, conocidos y desconocidos, hacían y vivían esencialmente lo mismo, con independencia de lo que “oficialmente” pasara en el mundo. Por un momento, por un minuto, decidimos que el mundo era nuestro, que podía ser compartido y entrañable, comprensible para cualquier otro ser humano. Si este minuto pudiera ser “eterno” cuanto bien haríamos a la Humanidad, nos haríamos a nosotros mismos... No hemos querido “demostrar” nada, no hay “ciencia” en lo que entre todos hemos hecho. Simplemente hemos “mostrado” que somos seres humanos y hemos tomado plena conciencia de ello. Hemos creado un momento singular y entrañable. En las próximas páginas encontrarás, desgranado poco a poco en el tiempo, lo que nos hemos contado, lo que sucedía según medios de comunicación y unas reflexiones sobre todo ello. Te invitamos a participar en estas reflexiones, a añadir tus comentarios. Y agradecemos que nos haya abierto las puertas de tu corazón.

Y para cuando estés leyendo estas páginas es muy posible que el proyecto del director de cine Ridley Scott ,“La vida en un día”, esté ya en fase de montaje. Como ves no hemos sido los únicos en valorar la importancia de un momento en la vida de la humanidad. Podrás ver más detalles en el siguiente enlace: http://www.facebook.com/l/7b6de;www.youtube.com/watch?v=5QNhZrrH9sw Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Índice 1. Bienvenida

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2. Reflexiones para compartir

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3. Diseño del experimento

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4. Lo que nos han contado

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5. Lo que sucedía según los medios de comunicación

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6. Equipo de trabajo

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Reflexiones para compartir 23 de abril de 2010

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El gran minuto

Para muchos éste ha sido un minuto especial, incluso muy especial. Un minuto perdido en un día “cualquiera”, entre las cinco y las cinco y un minuto de la tarde. Un minuto en el que, para muchos, aparentemente no sucedió nada de trascendente ni de especial. Pero sí, había algo: sentir que este minuto era vivo. E incluso algo más: sentir que este minuto era “escuchado” y compartido con otros muchos seres humanos, que uno no estaba solo, que éste minuto contaba, importaba. He recogido testimonios de la especie humana en que a menudo el “gran minuto” era un minuto pasado, perdido en el tiempo y en la memoria. Un gran minuto que nunca fue porque no se vivió así mientras acaecía. Para otros, quizá aún más triste, éste minuto decían que estaba por llegar, que se preparaban para vivirlo en un momento del futuro que les iba a compensar de tantos sinsabores. Al parecer algunos lo vivieron, otros se desesperaron y muchos murieron antes de conocerlo. Quizá el “gran minuto” fuera para ellos el de la muerte, aferrados a un esplendoroso más allá. Por lo que he aprendido en mi desembarco en la Tierra son muchas y variadas las creencias. Pero casi todas hablan de un pasado “perdido” y de un futuro que se “alcanzará “tras no pocas Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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penalidades. Cuán pocos creen que el “gran minuto” es justamente el que viven, entre las cinco y las cinco y un minuto de la tarde de un 23 de abril del 2010 de la era cristiana. Éste o cualquier otro minuto que viven en el presente, porque el regalo está en él, en la propia vida. Y en sentirse por un momento formando parte de un minuto “grande”. Me voy habiendo aprendido algo más: que un minuto siempre merece la pena, que no es algo banal, que lo pasado no puede revivirse y que lo futuro acaso no pueda vivirse. Y quiero agradecer a la Humanidad este minuto que ha compartido conmigo. Siento que mi misión en la Tierra no ha sido en vano.

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¿Quiénes nos responden son todo miembros de una misma especie?

Culturalmente sí. Imaginemos por un momento que allá por el año 3000 desembarcamos en la Tierra con nuestra nave espacial o tele transportados. Ya no hay seres humanos quienes, de forma inexplicablemente entusiasta, se esforzaron en su propia destrucción. Pero descubrimos algunos documentos acá y allá, minutos de vida que unos seres extintos escribieron en su día. Posiblemente no nos quedará duda alguna de que se trata de una especie distinta a las vegetales y animales que aún colonizan la Tierra. Intentemos desgranar algunas de sus características a través de estos documentos. Se trata de una especie “evolucionada” capaz de dominar la escritura y ciertas técnicas de almacenamiento. Su capacidad sensorial, posiblemente más pobre que otras especies, parece centrarse en la vista y el oído, pudiendo deducir la existencia de otros sentidos como gusto, olfato y tacto. Sin embargo las percepciones de estos sentidos no parecen estar ligadas a la subsistencia propia ni a la de la especie, como si estos aspectos básicos estuvieran ya “asegurados”, sino a la elaboración de un “mapa” de sensaciones. Las emociones juegan un papel fundamental: tanto las que se tienen como las que se echan en falta. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Anhelo y frustración parecen tanto o más importantes que el disfrute del momento. La subjetividad parece ser la norma fundamental, ya que ante estímulos circundantes idénticos, las reacciones pueden llegar a ser opuestas. Se adivina una capacidad de raciocinio, de querer entender lo que sucede y por qué sucede, sin que ello implique necesariamente una norma ampliamente estándar de comportamiento. Y más y más cosas que podríamos inferir, llevándonos todas a ellas a la conclusión de que la humana es una especia distinta a cualquier otra sobre la Tierra. Probablemente podríamos clasificar al conjunto de estos casos descubiertos como pertenecientes a una misma especie por la forma en que se refieren unos a otros. Pero sin duda precisaríamos de un estudio más amplio y diverso (biológico fundamentalmente) para llegar a la conclusión de si todos los seres humanos son o no miembros de una única especie. Al presente experimento le falta diversidad cultural en este sentido. Hubiera sido muy interesante saber como vivían el viernes gentes de todos los continentes y etnias. Tal vez otro día...

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El ser humano y su equilibrio con la Naturaleza

O su desequilibrio. No cabe duda que como especie, la humana, es la que tiene un mayor impacto sobre la Naturaleza que le circunda. Y dicho impacto no tiene que ver únicamente con un cambio climático. Tiene que ver, sobretodo, con el grado de inmunización que ha conseguido respecto a otras especies y factores ambientales. Ha disminuido sensiblemente el número de hijos por familia y, sin embargo, el crecimiento de la población humana no tiene otros límites que el propio ser humano, de forma consciente o no, quiera imponerse. No hay especies animales ni vegetales, con excepción aún de algunos micro organismos, que signifiquen una amenaza seria para la evolución de la especie humana. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Ni siquiera los cataclismos “minerales” de la propia Naturaleza tienen un efecto estadísticamente relevante sobre el número de seres humanos sobre el planeta. El “único” enemigo del ser humano es él mismo, ya sea de forma directa o por su alteración de cuanto le circunda. Visto así cada ser humano que nace es una “promesa” pero es, también, un rival y un “enemigo” en potencia. La lucha del ser humano por explotar y controlar la Naturaleza “visible” tiene mucho que ver con el éxito de su evolución, pero sin duda sus espectaculares avances respecto a la “invisible”, o microscópica, le llevan a la sensación de “inmortalidad”, con las secuelas inevitables de un control férreo de la natalidad y el dominio, si es preciso mortal, de unos sobre otros. Y un drástico replanteamiento de la divinidad y de las religiones. Y si profundizamos en un minuto, basta un solo minuto, veremos como muchos de estos rasgos están implícitos en él, aunque no se eleven al nivel de conciencia.

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Sentirse observado

¿Nos vuelve mejores sentirnos observados? ¿Distintos? ¿Afecta a nuestro comportamiento? ¿A nuestros sentimientos? Se evidencia en el experimento que los participantes tienen conciencia de ser observados, aunque los observadores sean ellos mismos. Se han comprometido a contar lo que hacen durante un minuto de su vida y a compartirlo con... la Humanidad. Posiblemente esta sensación de observación no ha hecho variar lo esencial del comportamiento, al Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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no haber un observador externo a uno mismo. Prueba de ello es que cada cual ha seguido con lo suyo e incluso se ha visto sorprendido por la siesta, por un bien merecido descanso de viernes por la tarde, para algunos día festivo. Pero posiblemente también es cierto que la observación ha hecho tomar conciencia. De repente un minuto, un sólo minuto, perdido en medio de una tarde de viernes, ha adquirido un significado especial. Este minuto le interesa a alguien ¿por qué no a mí? ¿con quién estoy? ¿qué me rodea en este momento? ¿qué siento? Adquirimos plena conciencia de nuestra individualidad, de nuestro protagonismo respecto a la vida que cada uno vivimos, de ser pilotos de nuestra propia nave. Aunque sea para hacer algo rutinario, cotidiano, intrascendente. Y, sin embargo, la observación lo vuelve trascendente: ante nuestros propios ojos y ante los de los demás. Adquirimos plena conciencia de los demás: sea porque están o sea porque no están. Ambas cosas son importantes y uno puede sentirse feliz con quienes le rodean, agradecer la soledad o echar en falta a alguien. De todo hay. Y esto nos dice la extraordinaria importancia que para el ser humano tienen los demás, el sentirse parte de un grupo, de un todo; o posicionarse en contra de algo, de alguien, de algunos. Incluso la indiferencia ante el prójimo es una elección. No es esta una característica exclusiva del ser humano, pero ciertamente lo es en cuanto a su grado de sofisticación. Y la observación nos hace tomar aún mayor conciencia de esta característica.

Cierto que la observación matiza, por no decir que altera, el experimento. Pero no es menos cierto que sin observación no podríamos evolucionar en nuestro conocimiento, ni tampoco como especie. Algo tan cotidiano como observar por donde sale el sol y la luna, cuantas horas están en el cielo, ha sido fundamental en el desarrollo de la especie humana. Todo y con ello tendemos a simplificar enormemente aquello que nos rodea, somos poco conscientes de los detalles que nos circundan. La observación nos lleva a fijarnos más. Aún así, a Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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menudo, nos contentamos con decir que estamos en casa, en al calle, en un bar, en la Naturaleza. Todo lo más describimos algo que vemos, algo que oímos... poca cosa más. Gusto, olfato y tacto suelen estar ausentes de nuestras descripciones, o a ser genéricos: sabía rico, olía bien, sentía frío... En este aspecto la especie humana tiende a un claro empobrecimiento de su entorno natural. Por una parte le lleva a ser la especie que más ha trasformado su entorno -dicho sea con permiso de algunos micro organismos-, por otra la que más lo castiga. Y también, por excepción, cuando desarrolla en profundidad sus sentidos, a crear expresiones artísticas sin parangón entre las otras especies vivas. Únicamente las naturaleza mineral primero y la vegetal después son capaces de trasformaciones aún más poderosas de su entorno. Pero en donde más influye sentirse observado es, sin duda, a nivel de las sensaciones. A tomar conciencia no sólo de que hacemos o no hacemos (aunque todo es hacer, tomar partido, “no hacer nada” también), sino de qué sentimos al respecto. Y podemos sentirnos bien o mal ante los mismos hechos y el mismo entorno. Por ejemplo el día de Sant Jordi suele despertar sentimientos felices por su simbolismo, -6 millones de rosas y el 20% de la venta anual de libros en una Cataluña habitada por unos 8 millones de personas- a menudo porque alcanzamos las expectativas que teníamos puesta en él, pero a veces la ausencia de un ser querido puede llevarnos a un sentimiento de tristeza. Si el día fuera el de Navidad, en la cultura cristiana, la divergencia en cuanto a sensaciones posiblemente sería aún mucho mayor. Sentirse bien o mal no tiene porque obedecer necesariamente a un código ético, sino más bien a una divergencia entre la expectativa creada y la realidad percibida. ¿Es bueno sentirse feliz? ¿Es bueno sentirse triste? Ambas cosas son necesarias. Lo que nos lleva a pensar que la expectativa, la creación de expectativas, trasciende lo individual para convertirse en la especie humana en un arma de dominio, o como mínimo de obligada relación, de unos sobre todos. Cielo, infierno, lo propio, lo ajeno, la raza... Gran parte de nuestro esfuerzo de comunicación no consiste tanto en describir realidades como en crear expectativas. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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¿Es que la realidad, una misma realidad puede ser distinta para unos y otros? El experimento nos lo pone de relieve una vez más. Porque la realidad viene matizada por nuestra percepción. Y esta percepción varía tanto por factores biológicos como culturales. En este aspecto parece que se da una mayor homogeneidad entre los hombres y una mayor disparidad en las mujeres, con una gama de actividades y de emociones, en general, más amplia que la de los hombres. Observar es “disfrutar” del presente, pero a menudo la raza humana “pierde” el tiempo entre un pasado que se empeña en recuperar y un futuro que sólo de forma efímera podrá alcanzar. Bienvenido pues este “minuto en la vida de la Humanidad”.

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Acerca de la “realidad” La realidad es la que vivimos no la que nos cuentan los medios de comunicación ni otras personas, aunque nos afectan. Para el hombre parece tener mayor importancia el “hacer social”, para la mujer el “ser”. Tendemos a simplificar la realidad circundante, de forma que la podamos “aprehender” con el mínimo esfuerzo; destacamos los elementos más funcionales y aquellos que son “noticia” en función de una expectativa previa. Esta simplificación afecta a los mecanismos del cambio, percibiéndolos, en general, como perturbadores. Esta simplificación está en el origen de la especialización pero también de una clasificación simplista, tribal o partidista, que puede llevar a la intransigencia.

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Acerca de las sensaciones La especie humana es capaz de expresar una gran variedad de sensaciones, pero la de “dominio” sobre el entorno, sobre uno mismo o sobre los demás, es fundamental. Dichas sensaciones no están necesariamente ligadas a una realidad “objetiva”: las actitudes, el estado de ánimo, son a menudo más poderosas que la situación de nuestro entorno. Las sensaciones suelen girar de forma “inconsciente” en torno a nuestros sentidos: tacto, vista, oído, gusto, olfato (lo que podríamos llamar nuestra parte “pagana”), más próximas a la empatía que las de tipo cultural. Y de forma más “consciente” (lo que podríamos llamar nuestra parte “religiosa”) giran en torno a nuestras creencias y valores culturales, haciéndonos percibir conceptos como “bien” y “mal” no necesariamente ligados a realidades “objetivas” como serían para “otras especies” su propia conservación . La sensación puede percibirse con mayor fuerza que la realidad y llevarnos a comportamientos atípicos que se reflejan, por ejemplo, en el “arte” y en la “guerra”.

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¿Qué similitudes y qué diferencias podemos percibir entre los seres humanos?

Pese a la aparente diversidad de actividades y sensaciones que nos han sido transmitidas, las similitudes son mucho mayores que las diferencias. El “latido humano” está siempre presente en todas las manifestaciones, especialmente los sentimientos, las expectativas y la búsqueda de la felicidad como un estado de plenitud. Cierto también que se aprecia una diversidad en función de aspectos como sexo, edad, hábitat o profesión. Hombre y mujer se distinguen, se diferencian y en general se atraen como complemento más allá de lo biológico, pero con un fuerte componente químico que está en la misma base inconsciente de la Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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atracción. Apuntamos, de forma provisional, una diversidad algo mayor en las mujeres tanto en la actividad como en la sensaciones que les produce. Hablar del amor es acaso un poco grandilocuente para el sexo masculino y en el femenino, en cambio, puede mezclarse de forma natural en una conversación a la vez que se habla de “lo bien que te quedan estos zapatos”. Pero no hemos observado diferencias insalvables por sexos, papeles diametralmente opuestos, entre quienes han colaborado de forma generosa en este experimento. La edad matiza aquello que se observa y, sobre todo, como se percibe. A menor edad el impacto emocional es más fuerte, aún sin adquirir la riqueza de matices que dará la experiencia. Las expectativas parecen resucitarse cada viernes pero aún así, con la edad, se adquiere conciencia de que van quedando menos viernes. La edad rompe moldes, huye de imitaciones, la juventud quiere trazar su propio camino... exactamente igual que quisieron sus predecesores. Cada árbol da su flor por más que se asemeje a la de los árboles vecinos. El hábitat no deja de ser una variante de la transformación a la que hemos sometido a la Naturaleza. En el rural sometemos a especies vegetales y animales premiando a unas sobre otras. En el urbano a menudo eliminamos todo vestigio de la Naturaleza primigenia, salvo algunos ornamentos estéticos. También la densidad humana varia fuertemente de uno a otro. En el rural la sensación de anonimato es menor, la de dependencia del entorno más aceptada, aunque a veces uno pueda llegar a pensar que es difícil llegar a ser alguien si no es con la ayuda propagandística del hábitat urbano. En éste, en cambio, las expectativas pueden estar más exacerbadas, así como el sentido de independencia aunque se sea absolutamente dependiente para lo más elemental (alimentación, higiene, salud...). Y también en el hábitat urbano, es en donde este anonimato puede llegar a somatizarse hasta el punto de no llegar a sentirse alguien si no es con ayuda de medios artificiales.

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¿Qué emociones y sentimientos destacaríamos en el ser humano?

La capacidad de sentir, de emocionarse es, posiblemente, la característica más distintiva de la especie humana. Cierto que posee una gran capacidad de raciocinio, pero cierto también que ninguna especie hace “tonterías”, todas siguen patrones de conducta y acaso la especie humana sea en este sentido la más transgresora.

La búsqueda de la paz, en tono menor la tranquilidad, sentirse en equilibrio, sin inquietud ni miedo, es una de las sensaciones más buscadas. Y a ello contribuye, por ejemplo, una sencilla siesta. No es tanto el cansancio físico de la actividad, que a menudo se practica como hobby, como el cansancio emocional, porque ser humano “cansa”. Crear expectativas de manera continuada, fijarse objetivos, plantearse retos, tender hacia un modelo a menudo alejado de uno mismo, pone al ser humano en tensión, estresado. Huida, refugio, búsqueda de seguridad, identificarse con la “tribu”, la práctica religiosa, la fe en lo divino y en lo humano... Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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La curiosidad, el ansia de saber y el ansia de experimentar, de sentir por uno mismo. El ser humano no se considera maduro hasta que ha superado una etapa, la adolescencia, que no viene tanto marcada por nuevos conocimientos intelectuales como por el sentir -descubrir- en uno mismo la inmensa variedad de sentimientos que caracterizan a la Humanidad. No se trata de nuevos sentimientos para la especie, ni siquiera muchas veces para el núcleo familiar; su finalidad es sencillamente sentirlos en carne propia. No cabe duda de que la curiosidad es el motor del cambio, del avance, de la ciencia, de la introspección... pero a la vez es la causante de una extremada vulnerabilidad. No perderse nada, saberlo todo, vivirlo todo, aprovechar lo efímero de la vida porque acaso, la vida no sea sino el gozo -o el desencanto- de lo efímero.

Compartir, dar, ser solidario, generoso, ayudar a los demás como expresión más sublime de solidaridad. No esperar a cambio más que la satisfacción de una labor altruista, acaso recibir la sonrisa de un niño, la admiración de una parte de la sociedad, actuar conforme a un credo, a unas creencias. Olvidarse de uno mismo para encontrarse en los demás. Las siglas ONG -organización no gubernamental- vienen a ser hoy en día la expresión de una donación no sujeta a leyes, contemplando al ser humano como una única especie a escala planetaria.

La expectativa que, de cumplirse ,lleva a la alegría, al goce... y de no cumplirse lleva a la tristeza, a la frustración. Todas las especies tienen expectativas en el sentido de cumplir, de hacer lo necesario, para el bien de la especie: es algo innato. El ser humano, como individuo, siente también esta expectativa, pero como colectivo la diversifica en multitud de combinaciones hasta hacer un entramado del que queda prisionero. No basta con tener salud, seguridad y alimento para sentirse feliz. No basta con disfrutar sencillamente de lo que nos haya deparado el día de hoy, o este minuto compartido con la humanidad: ¿qué sucedió ayer? ¿qué sucederá mañana? ¿por qué no disfrutar del Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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hoy? La expectativa, la sanción social, la complejidad sin limites de la especie humana... posiblemente como alienígenas nos haga sonreír.

El amor. No es posible referirse al ser humano sin tener en cuenta el amor como la más noble expresión de los sentimientos. Sin embargo prácticamente nadie, en este minuto, hace mención expresa del mismo. Parece un sentimiento envuelto en el velo del pudor, a menudo más tapado que el sexo. Pertenece a la esfera más íntima, a aquella de la que no se habla, menos aún si no se es mujer. Posiblemente el sentimiento de amor vaya también muy cargado de ciertas reacciones químicas, cuyas fórmulas varíen con el sexo y con el tiempo, entrando a formar parte de este entramado de lo “inexplicable” tan propio de la especie humana. “¿Qué haces? ¿qué te gusta?” son preguntas tópicas en la relación humana, pero no hemos oído “¿a quién amas?” ni siquiera en un día tan significado como el de Sant Jordi en que el caballero le regala un rosa roja -símbolo del amor- a su amada. Pero hay padres y madres esperando a sus hijos a la puerta del colegio y amigos y parejas compartiendo buenos momentos...

Y otros muchos sentimientos, emociones y sensaciones que han dejado su testimonio en este minuto. Un minuto sin duda más lleno de emociones que de hechos.

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Viernes

El viernes es como un agujero en el tejido del tiempo. Abre la puerta hacia una dimensión de ocio, de relax, de aficiones, de exploración, de descubrimiento de otro “yo” posible, de algo distinto y positivo, de un sueño que tal vez -este fin de semana sí- puede convertirse en realidad. El viernes es un gran generador de expectativas que, cíclicamente, se van repitiendo cada siete días como las fases de la Luna. Ahí cabe tanto lo extraordinario como el vivir por un par de días lo que uno desearía que fuera ordinario, como compartir con familia, niños o amigos. O lo extraordinario: hacer algo totalmente distinto sea por caminos naturales, como el surf o la escalada, o artificiales como el alcohol o las drogas. Parece que el viernes sea el resorte que abre el mecanismo de compensación, el que nos ha de hacer olvidar pequeños o grandes sinsabores fruto de una semana rutinaria de tipo “laboral”, en la que Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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todo está pautado. Más aún si el viernes es festivo, alargando el tiempo de compensación de dos a tres días. El viernes, en la cultura cristiana occidental, es una puerta abierta a la magia y al milagro. Lo extraordinario puede pasar, las emociones pueden fluir, uno puede sentirse feliz, realizado, querido... o cuanto menos intentarlo. Y si no es este viernes, si no es este “fin de”, habrá otro y el ciclo vuelve a comenzar. El viernes es por lo tanto una puerta abierta a la vulnerabilidad, a creer lo que uno quiera creer aún a sabiendas de que es muy difícil que se vaya a producir. Es una día perfecto para embaucadores, líderes dictadores, fabricantes de buenos y de malos sueños, de autopistas, atajos y muertes en la carretera. ¿No sería más sensato vivir en plenitud todos los días “grises” de la semana y que el viernes fuera un día más en este enriquecimiento continuado como seres humanos? Si más no, que unos días fueran de ensayo y el viernes de espectáculo, que unos y otros estuvieran positiva e indisolublemente ligados. Posiblemente la especie humana es la única que cree poder permitirse ser insensata. ¡Viernes! Si los días laborables nos conducen al cielo del viernes (thanks God today is Friday), éste nos conducirá inexorablemente al infierno del lunes tras el purgatorio del domingo por la tarde. Y, sin embargo, sabemos que el viernes no es viernes para todos, que nuestro derecho a disfrutar es sólo posible si otros muchos seres humanos trabajan. ¿Qué profunda falla hay en la especie humana que siempre precisa compensarse? Acaso el viernes no sea sino el arcano del paraíso perdido.

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Diseño del experimento 23 de abril de 2010 de 17:00 a 17:01 horas

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Objetivos El objetivo que se pretende alcanzar con el experimento es sencillamente compartir un minuto de nuestras vidas con personas a las que no conocemos de nada. A partir de esta puesta en común, se intenta analizar el comportamiento del ser humano en un determinado momento de tiempo, en concreto, las 17:00 horas del 23 de Abril de 2010. Se pretende profundizar en la realidad de la vida cotidiana, los deseos e inquietudes que nos acechan, así como la existencia de similitudes y diferencias entre nosotros. Algunas cuestiones que se plantean son: •

¿Quiénes nos responden son todos miembros de una especie?

¿Qué similitudes y diferencias podemos percibir entre ellos?

¿Cómo perciben la realidad? ¿Qué sentidos destacan en su percepción?

¿Dicha percepción puede considerarse “objetiva” o es básicamente “subjetiva”?

¿Qué emociones y sentimientos destacaríamos en el ser humano?

¿Somos intrínsecamente distintivos en función de la realidad circundante, del género, la edad, la cultura…?

¿Podemos considerar al ser humano como substancialmente racional?

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Metodología La metodología desarrollada en el presente experimento ha seguido las siguientes etapas: Etapa 1ª: Primer experimento el 26 de Febrero de 2010 Fue un experimento básicamente “local”, en el que colaboraron 40 personas. Este sirvió como primera toma de contacto y pre-test para conocer situaciones y sentimientos desconocidos. Etapa 2ª: Obtención de información mediante fuentes de información primarias El Viernes 16 de Abril de 2010 se envió, a través del e-mail, la invitación que se muestra a continuación, en varios idiomas (español, inglés, francés) a los contactos del grupo.

También se utilizaron redes sociales como Facebook (en el siguiente gráfico), Linkedin, Tuenti y Kedin (estas dos últimas sin éxito alguno).

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Posteriormente, se envió un recordatorio, a través de los medios mencionados, el jueves 22 de Abril de 2010, con el objetivo de obtener el minuto transcurrido entre las 17:00 y las 17:01 del 23 de Abril de 2010. La última respuesta se recibió el 3 de Mayo de 2010. Etapa 3ª: Obtención de información mediante fuentes de información secundarias Una vez compartidos esos momentos de vida, se han utilizado fuentes de información secundaria para completar los resultados del estudio. Así, se ha acudido a la prensa con el fin de observar si existe relación entre lo que acontece en el mundo y la situación personal de cada individuo. Además de acceder a diversas páginas web, como Flickr, Imagebase, morgueFile, etc, de donde se han obtenido imágenes acordes con las aportaciones de nuestros colaboradores, para ser capaces de empatizar más fácilmente con el interlocutor. Etapa 4ª: Interpretación de las aportaciones y redacción Una vez recogida toda la información, se ha procedido a realizar un análisis de las contribuciones de nuestros colaboradores y se ha redactado las historias que a continuación se relatan. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Datos muestrales Dicho experimento se dirige a la sociedad en general. El objetivo es lograr el mayor número de respuestas posible y, si cabe, de personas de diferentes sexos, edades, razas, culturas, nacionalidades... Ficha técnica:

Población

Población entre 18 y 75 años

Ámbito geográfico

El mundo

Método

A través de Internet, principalmente Facebook, Linkedin y e-mail.

Sistema de muestreo

De conveniencia

Tamaño de la muestra

75 experiencias válidas

Periodo de trabajo de campo

Del 23 de Abril al 3 de Mayo de 2010

Como resultado, se han obtenido 75 experiencias, de las cuales un 39% corresponden a hombres (29) y un 61% a mujeres (46).

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Figura 1. Distribución según sexo

Hombres 39%

Mujeres 61%

Muestra: 75 personas El rango de edad de los participantes varía de entre 21 a 68 años, representando el 56,5% de la muestra los colaboradores con edades comprendidas entre los 21 y 31 años. Existe además un alto porcentaje de personas que no comentaron su edad (38,7%). Figura 2. Distribución según edad

38,7

40 35

27,8

30 25 20

14,5

13,3

15 10

4

5 0

25 ó menos

26-35

36-50

51-65

1,3

Más de 65

NS/NC

Muestra: 75 personas Si se analiza la edad según el sexo de los participantes, se observa como aunque en el intervalo de 26 a 35 años es donde más respuesta se obtuvo, fue principalmente de mujeres. En cambio, el siguiente intervalo se encuentra más equilibrado entre hombres y mujeres.

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Figura 3. Distribución según sexo y edad

Hombre

Más de 65

Mujer 51-65 36-50 26-35 25 ó menos 0

5

10

15

20

25

Muestra: 46 personas En cuanto a la nacionalidad fue abrumadoramente española, aunque casi la mitad de participantes no la hicieran constar. Después, existen aportaciones puntuales de colaboradores de Francia, Italia, Portugal, Reino Unido y República Dominicana. Figura 4. Distribución según nacionalidad

España 46%

NS/NC 49%

Rep. Dominicana

Francia

1% Reino Unido

Portugal

1%

1%

1% Italia 1%

Muestra: 75 personas

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Al observar la residencia de los participantes, el 30,7% no ha facilitado esta información, un 61,3% reside en España y el resto, un 8% de la muestra, vive en Colombia, Méjico, Francia, Portugal, Alemania y Marruecos.

Figura 5. Distribución según lugar de residencia Santiago 2% Orense 2% Tudela 2% Vizcaya 2% Valladolid 2% Tarragona 2% Gijón 2%

Montpellier

Bogotá

León 38%

Barcelona 15% Lisboa

México DF

Frankfurt

Marrakech

Madrid 33%

Muestra: 52 personas

Otra de las características facilitada por 35 colaboradores fue la profesión (46,7%). Entre estos nos encontramos con seis estudiantes, cinco profesores, dos opositores, dos parados, dos jubilados, un músico, un auditor, un cámara, una socióloga, un director de cuentas… En esta línea se puede señalar que se conoce el estado civil del 49,3% de los participantes, repartiéndose como se muestra en la figura 6.

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Figura 6. Distribución según estado civil

Divorciado 3% Casado 41% Soltero 56%

Muestra: 37 personas Referente a los datos sobre cultura o religión, únicamente el 34,7% de la muestra hizo mención a este respecto. Así, el 42,3% se define como cristiano o católico, el 26,9% como cristiano no practicante, el 7,7% espiritual, el 7,7% ateo, el 7,7% liberal, el 3,8% anglicano y un 3,8% agnóstico. Figura 7. Distribución según religión

Agnóstico Anglicano Liberal Ateo Espiritual Cristiano no Cristiano 0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Muestra: 26 personas

Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Lo que nos han contado 23 de abril de 2010 de 17:00 a 17:01 horas

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El compromiso A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde. Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde. Una espuerta de cal ya prevenida a las cinco de la tarde. Lo demás era muerte y sólo muerte a las cinco de la tarde.

Federico García Lorca, "La cogida y la muerte" Un minuto, un sólo minuto de mi vida a las cinco de la tarde. Explicar que hago, que siento. Parece sencillo. Es sencillo, un minuto pasa enseguida. Un mito real de mi vida a las cinco de la tarde, sin hacer nada especial, lo que acontezca en aquel momento. No hay un porqué sí para hacerlo. Que tontería, al fin y al cabo. ¿Qué puede significar un minuto, un sólo minuto en la vida de la Humanidad? Un minuto en el que no tiene porque pasar nada especial, un minuto aburrido, anodino, como tantos y tantos en la vida. Y por otra parte ¿por qué no? Nada me cuesta. Puse la alarma en el móvil, para no olvidarme, para estar segura de que cumpliría mi compromiso exactamente a al cinco de la tarde, tal como me habían pedido. Los versos de Lorca acudieron a mi mente: “Eran las cinco en punto de la tarde..” un escalofrío recorrió mi espinazo, tal vez no era al azar que el minuto tuviera que ser precisamente a las cinco de la tarde. La noche de la vigilia dormí poco, sumida en mis pesadillas. Es un momento de muchos cambios en mi vida y transiciones hacia otra cosa. De hecho, últimamente no puedo hacer planes ni de un día para otro. La incertidumbre se ha incrementado considerablemente, y también la ilusión y las ansias. La sorpresa del día a día, de los detalles inesperados… LA VIDA EN ESTADO PURO, que la estoy sintiendo como hace tiempo que no sentía. Todos estos cambios han sucedido de repente y en muchos ámbitos de mi vida, por no decir que ya prácticamente nada es igual que antes. A veces, es un poco la idea del efecto mariposa: el batir de las alas de una mariposa en Hawai puede provocar un ciclón en el otro extremo del mundo. Y mi vida es así: unos cambios han ido generando y dando lugar a los otros. Después de haber llegado a uno estado de hastío y “muerte existencial” en donde estaba estancada en un trabajo que me esclavizaba (y todo el estrés que me generó me hizo somatizarlo y enfermar), atrapada en una relación sentimental que también tuvo un alto coste personal (me alegro de haber Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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roto con mi novio de hace 5 años -otra vez el ¡cinco!- y haberme liberado de la esclavitud que supone la violencia de género y que estaba apuntando sus fases iniciales), donde el tiempo pasaba lentamente y hasta se paralizaba. Me ha surgido la oportunidad de irme a trabajar a un país que está en la otra punta del mundo y es una buenísima oportunidad profesional en mi carrera. Además, se presentaron cientos de personas y había pocas plazas, así que fui una de las afortunadas y elegidas. No esperaba que me lo dieran, parece que tantos años de esfuerzo y sacrificio por fin han dado sus frutos y me han brindado esta OPORTUNIDAD. A raíz de tener que marcharme a este país, al que me desplazaré dentro de un mes, me han puesto en contacto con gente de allí lo que, a su vez, me ha dado otro encuentro inesperado y maravilloso. Es la experiencia del encuentro con el otro. He conocido a un chico que ha devuelto la sonrisa a mi corazón que tenía un poco apagado y quemado. Como dice Pablo Neruda en uno de sus versos, “… la pasión y su remolino de emociones, justamente esas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones apagados”. Todavía lo estoy conociendo. Es la persona más parecida a mí que me he encontrado a lo largo de toda mi vida. ¿Cómo es que no lo he conocido antes? (Curiosamente, lo tenía bastante cerca de mi entorno, aunque nuestros caminos nunca se habían cruzado). No creo en las medias naranjas ni en los príncipes azules pero en caso de que existieran, éste sería el mío. De todos modos, lo que la vida te da también te lo quita. Nuestras trayectorias se han cruzado y también se volverán a separar. A él también le ha surgido la oportunidad de trabajar en otro país. Cada uno estará en una punta del mundo y aunque nuestras almas sean gemelas nuestras trayectorias son incompatibles. Por eso, intento aprovechar cada segundo al máximo antes de perderlo. La vida es una sucesión de continuas despedidas y encuentros. Merece más la pena haber encontrado y luego perderlo que nunca haber hallado algo y no sufrir por ello. Me siento sola, muy sola, deseando despertar y encontrarme en sus brazos. ¿Encontraré mi lugar en el mundo o seguiré dando tumbos? Hoy es Sant Jordi, en Cataluña. Bueno en todo el mundo. San Jorge es el patrón de medio mundo cristiano. En Cataluña, el día del libro y de la rosa, del amor elevado al estado de consciencia. Estoy reventada. ¿Os importa si me echo un rato en el sofá leyendo el libro que me acaban de regalar? De verdad que necesito unos minutos de descanso, antes de las cinco.

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Una historia particular

El ronco rumor del motor diesel obra bajo los asientos con la precisión de mil metales bien engranados. Fuera, la lluvia se trenza entre los rayos de sol que perezosos dormitan cálidamente sobre los muslos de mi acompañante y mi hombro derecho. En la orilla opuesta del pasillo una madre pastorea una hija, que, precoz, apenas comienza a descubrir el poder de ser vista. Un día llegará a su casa convertida en una hermosa joven y no volverá a probar las galletas de chocolate. Dos asientos en la dirección de destino, una cabeza aun conserva el sello de un sueño impreso en el remolino de cabello que luce orgulloso su falta de vigilia. Alguien observa a intervalos la carretera con la vana esperanza de ver algo más que una ráfaga cruel y continua de segmentos blancos asaetando su ansiosa necesidad por llegar y el salpicadero del bus. En un arrebato de loca desesperanza, explicará a su paciente esposa como cambiarse de operador de telefonía móvil, un alarde con cientos de precedentes de su sabiduría tecnológica. Ella, inmensa, lo volverá a escuchar. A la altura de mi asiento, la voz radiada de una cantante funky pierde su idioma al mezclarse a partes iguales con los murmullos blancos de quienes no les importa ser escuchados por los silencios de los demás. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Una plaza vacía guarda, muda, la ausencia por su ocupante perdido. Mientras, la atractiva rodilla de la lectora de best seller viola, despreocupada, su luto con la vertiginosa promesa de unos muslos. Desde mi posición, ya no puedo ver el contraste de la pálida y diminuta asiática compartiendo hermética su espacio con el senegalés cuyos hermanos viajaron en dirección opuesta dos días antes. Tampoco veo a los abuelos de Esther, a quien nunca conoceré pero de la que se todo cuanto hay que saber de una buena nieta, ni a los estudiantes infatuados que se enjabonan mutuamente las bocas de besos jóvenes, ni al buen samaritano que nació un día de lluvia allá en Siete Palmas de Cuba, y que si le hubiesen dado mi asiento habría conocido a la mujer de su vida, ni al conservador sin galones emboscado tras su diario deportivo. Tras de él, están todos los que creen haber nacido para vivir viajando en la ultima fila que es desde donde esperan ver acercarse por el pasillo al mundo cuando este les sonría. Mientras los segundos de este momento se precipitan, observo, sin que me note, a un paisaje absorto en el tremendo esfuerzo de pasar y pasar y cambiar eternamente. En la indolente soledad de este ascensor inverso, me arden los labios por silencio. Siento que me hallo un kilómetro y medio más alejado del hogar, un minuto menos dos segundos más cerca de mi amada. Y que ella me espera y no me espera, desgranando su Sant Jordi, presa de un amor que no puede regalarme. Ella emprenderá un largo viaje. Y yo quiero, y no quiero, enamorarme en un día de San Jorge a las cinco de la tarde.

En la calle Acababa de salir de mi casa cargada con bolsas de basura orgánica y vidrio para tirar, justo antes de los contenedores hay un parkímetro donde casualmente vi que eran las 17:00. Tiré la basura. También llevaba una plancha de 1,40 x 0,80 de cartón pluma que me hacía de veleta y me dificultaba el avance hacia la casa de una amiga. Llegué (está al lado) y se acabó el minuto!!!!!!!!!!!!!!! Soy británica, profesora con mi propio negocio y llevo en León desde 1993. Ayer a las 5 estuve saliendo del Parador de Santiago después de comer y me dirigía a la Catedral para ir a la misa del peregrino para ver el botafumeiro. Estaba con mi novio. La plaza del Obradoiro estaba llena de gente, brillaba el sol y estábamos muy ilusionados por ver el botafumeiro. Estaba andando por la avenida Roma en BCN (viniendo desde Sants) con mi amiga Rita, su hermana Candela y el novio de Candela. Teníamos prisa porque nos teníamos que cambiar, para ir a Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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un festivalillo (escena BCN) que empieza a las 18.00. Hoy 23 de Abril, Sant Jordi en Barcelona (España). A mis 57 años , paseo por la calle sola y me sorprendo de la gran cantidad de gente que sale a festejar este "gran día". Día feliz, día de nostalgia para mí ..... muchas veces van unidas estas dos sensaciones. Llevo en la mano dos rosas que esta mañana me han regalado mis hijos, me gusta que ellos continúen con la tradición. Estos detalles me hacen sentir viva y querida y evidentemente esto es lo máximo. Me dirigía sola a una tienda de chinos para comprar papel pinocho, el cumpleaños de mi novio es el martes, y tenía que comprar algo para envolver sus regalos, y el papel pinocho es bonito y barato. Las calles de mi barrio son muy tranquilas, niños jugando, gente tomando algo en las terrazas, perros en los parques... Yo iba con un poco de prisa porque me acababa de llamar una antigua compañera de clase que acababa de llegar a Madrid y tenía que quedar con ella en una hora. Me sentía bien, tramando muchas cosas en mi cabeza, calculando cómo iba a llegar a tiempo y dónde iba a esconder los regalos.

Compartiendo Estoy en Barcelona sentado en el sillón de casa mi tía. Estamos conversando plácidamente tras haber comido juntos. Ninguna prisa, desgranando recuerdos de infancia, disfrutando del sol de la tarde .... Yo estuve con mi madre viendo el video de Susan Boile en Youtube. La verdad es que estábamos realmente emocionados viendo cómo esta señora dejó a todo el teatro, repleto de gente, con la boca abierta con su actuación de Los Miserables, I Dreamed The Dreamed; tras haberse reído todo el mundo de ella. Estaba en Fuerteventura, de vacaciones con una amiga. Estaba en la playa tumbada al sol sin preocuparme demasiado por nada, desconectada de mis ocupaciones habituales, mi rutina y mis quebraderos de cabeza. Charlando sobre cosas intrascendentes y riéndome. El sol, ni demasiado fuerte ni débil sobre mi piel y la arena que se me pegaba al cuerpo eran mis sensaciones físicas más fuertes en ese minuto. El 23 de abril de 17:00 a 17:01 de la tarde estoy en una casa rural en Cereceda, en Asturias, en Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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medio del monte. Estaba con los compañeros de clase, que nos fuimos a pasar el fin de semana, estábamos todos en el salón, charlando, riéndonos, contando el viaje que habíamos pasado, ya que fue un caos llegar y nos perdimos muchas veces. Y me sentía contenta, y muy bien, ya que teníamos muchas ganas de ese fin de semana, lo estábamos pasando muy bien y en buena compañía. Hace mucho calor en este bar irlandés. Como esta tarde hay fiesta mexicana veo farolillos de papel de colores vistosos por todas partes. Mi café como siempre se ha quedado frío. Estoy rodeada de compañeros compartiendo una mesa. Buenos compañeros, de esos que no te abandonan ni en los peores momentos. La alegría por empezar un nuevo fin de semana se junta con el cansancio de la semana. Hay música de fondo que no logro identificar. Alguien habrá dicho algo gracioso, hay una orquesta de risas en la mesa. Repaso una a una sus caras relajadas y sonrío. Estoy muy a gusto. Quiero volver a incorporarme en la conversación. Quiero seguir disfrutando este momento de alegría y paz. Estaba en el pueblo asturiano de Cereceda, en la Casona de Soviña de viaje de fin de carrera de ITM (a falta de Caribe buena es Asturias). ¿Compañía? Inmejorable. ¿Sentimientos? Extraños. Alegría por estar ahí, tristeza por lo poco que nos queda juntos, nostalgia por los que no han podido estar con nosotros. Reír, comer, jugar, beber, charlar y reír de nuevo. Círculo vicioso que ha llenando este minuto, llenó los anteriores y llenaría los siguientes. Irrepetible, inolvidable. El viernes a las 17.00 estaba en Salamanca con mis amigos celebrando el cumpleaños de dos de ellos; en el momento que estoy de mi vida, es de las cosas que más feliz me hace, compartir esos momentos con mis amigos... :). Supongo que lo bueno de esto es ver como en cada momento de nuestras vidas, la situación de cada uno, hacemos o damos prioridad a unas cosas sobre otras...¿que estaré haciendo ese mismo día dentro de 10 años? Aunque no este haciendo lo mismo, espero seguir rodeada de la misma gente! Un saludo a tod@s! ; ) Viernes 23 de abril de 2010. Cinco de la tarde en Marrakech (Marruecos), siete de la tarde en España (Península y Baleares). Recostado en los sillones de la sala, charlo con un viejo y gran amigo que vive en el barrio de Berrima, junto a la mezquita del mismo nombre y a los jardines del palacio real, en la zona antigua de Marrakech. Fuera, la tarde está caliente, en el interior, hace fresco. Algunos tapices, con motivos árabes, cuelgan de las paredes y en el patio interior, al que da la sala, dormitan los dos perros de raza. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Abderrahim prepara café en la cocina y se respira paz y tranquilidad. Estamos en una burbuja, ajenos al bullicio exterior, un bullicio caótico pero lleno de vida, intenso. Me siento muy bien, en paz conmigo mismo y con los que me rodean. Me siento un privilegiado y doy gracias. Hablamos de la situación en España y en Marruecos. Los gobiernos, el pueblo, la calle, el rey... ¡Qué gratificante es el diálogo! Las 17,00 del 23 de abril de 2010 me pillaron arreglando el mundo delante de una taza de café y acompañada de un buen amigo. Paseando por la chopera de Jesuitas en compañía del rector de cuando iba a COU, para compartir nuestras experiencias de estos últimos años y recordar viejos tiempos por el colegio. Una conversación muy interesante y constructiva de conclusiones sobre la vida y como ser conscientes de las posibilidades de cambio y consciencia de realidad. Pegaba el solecito por lo que nos sentamos en un banquito hasta las 18h . Estuve con mi marido en el paseo de la playa de San Lorenzo de Gijón, observando el mar y viendo la gente que paseaba por la playa. Me sentí en ese momento muy relajada y muy bien oyendo el rumor de las olas.

Comprando A las 17.00 horas del viernes, 23 de abril, sonó la alarma del móvil que me recordaba que tenía por delante un minuto cuyas vivencias iban a ser compartidas con otros tantos ciudadanos del mundo. Podía haber elegido un escenario más sofisticado o una experiencia más excitante, pero lo cierto es que los 60 segundos transcurrieron en el tránsito de la pescadería a la zona de lácteos del Mercadona más próximo a mi casa. Iba pensando que mejor compraba pescado congelado que peces pescados, según rezaban las etiquetas, en sitios tan dispares como Mauritania o Chile y que no quería demorarme demasiado en hacer la compra porque había quedado para dar un paseo con unas amigas y nuestros perros por un camino que, en esta primavera espectacular, está de lujo, con una laguna totalmente blanqueada por flores blancas. A las 17.01 minutos, frente al mostrador de leche fresca, sonó la segunda alarma que me había puesto en el móvil para recordarme que ese minuto de oro había terminado.

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Lo primero el deber El viernes 23 a las cinco de la tarde estoy preparándome para retomar el estudio para unas oposiciones después de haber hecho un descanso algo más largo de lo que debería. Sentada en el salón de mi casa tratando de coger fuerzas para levantarme e ir a mi escritorio mientras pienso en el día tan bueno que hace y lo estupendo que sería estar disfrutándolo en la calle. Me ronda por la cabeza la idea de ir a dar un paseo y para compensar alargar el estudio hasta más tarde por noche, pero pronto lo descarto, ya lo he hecho otras veces y se que no funciona. En realidad esto es un pensamiento que tengo muy a menudo...¡como odio el coste de oportunidad! Con 68 años, soy padre de 4 hijos y abuelo de 8 nietos. Nací y vivo en Barcelona. Soy y me siento más catalán que nunca, a pesar de las circunstancias adversas en que vive nuestro nuestro país. Soy cristiano y últimamente estoy redescubriendo la singular vida de Jesús. Estoy solo, delante del ordenador. Estoy pensando que, desde que me jubilé, hace tres años, me siento feliz sin tener que pensar en nada de mi trabajo anterior. También es verdad que tengo una montaña de trabajo que no me la puedo terminar, pero me llena personalmente, porque puedo dedicar los pocos conocimientos que he adquirido en mi área profesional a causas solidarias. Os lo recomiendo. Trabajo, mucho trabajo en el entorno, llamadas, citas hechas y deshechas, reflexiones sobre las demandas de los clientes; necesidad de ajuste entre la demanda y la oferta. Tengo que conseguir terminar y llegar al spa y al gimnasio para dedicarle un poco de tiempo al cuidado del cuerpo (¡se lo merece al final de la semana!). Y en todo ello, sensaciones encontradas; necesidad de hallar sosiego, tranquilidad, de buscar y poner orden; de defenderse de los desordenes ajenos, cuando no son afines a los de uno mismo. Curiosidad, búsqueda; siempre actitud de búsqueda, en sentido general, concreto y abstracto. Cambio, percepción de grandes cambios alrededor; personales, profesionales; cercanos y lejanos; de los amigos y del mundo. Cierta perplejidad y desconcierto, pero buena disposición e ilusión ante lo que esta por venir. Necesidad de sentir y dar afecto; y siempre, siempre, ejercitar el maravilloso don de la palabra en sus múltiples expresiones: la hablada, la escrita. El hombre sin la palabra sería infinitamente más incompleto. He llegado de pasear, comprar libros y llevo peleándome con el ordenador y el puñetero Windows Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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hace dias. No puedo acceder a un ordenador desde la red y de cuando en cuando con la ayuda de “San Google” busco soluciones. Estoy en mi despacho de casa, solo... bueno con mi gato y mi perro tumbados sesteando. Las sensaciones... cuando me suena la alarma del teléfono para recordarme que registre el minuto… he pensado en la cantidad de minutos perdidos en mi vida “peleándome” con la informática…¿Quién está al servicio de quien? ¿Quién me devolverá el tiempo perdido? ¿Qué hago yo sentado y no paseando por Barcelona? El viernes a las cinco estaba empollando cual gallina sola en mi habitación, pero en casa estaban mis padres (la poli). Tenía la cosilla esa, ese nerviosismo especial y alegría porque al fin era viernes, no tenía clase lo cual me suponía una gran liberación, pero a la vez un poco triste por saber que lo que me esperaba toda la tarde era comerme los apuntes en vez de disfrutar del sol y pasar toda la tarde por ahí. Aprovecho así para decirte lo que echo de menos los viejos tiempos en que parecía no era consciente del tiempo que pasaba y de todas las cosas que hacíamos, ir juntas a llamar por teléfono, jeje, a la biblio, salir de juerga por la noche, esos pequeños ratos de risas sin tener una losa encima! Conseguir el puñetero trabajo...que dolor de muelas. Gracias a Dios todo se hace mucho más llevadero gracias a los buenos amigos, novio y family.

La siesta Cierro los ojos y me tumbo en el sofá de casa. Tengo dolor de cabeza, vengo de todo el bullicio de la ciudad de Barcelona un día tan nuestro como Sant Jordi. Justo he terminado de comer y al estirarme siento como todo mi cuerpo se relaja, poniendo distancia a todo lo vivido durante el día para poder apagar el ruido de mi cerebro. Estoy rodeada de una sensación de paz, tranquilidad y seguridad, sabiendo que durante las próximas horas disfrutaré de mi familia y amigos y eso hace que mis labios dibujen una pequeña sonrisa. Soy casi feliz. Hoy están todos pero me falta él; pero no permitiré que nada ensombrezca este momento. Estoy en casa de mis padres, terminando de comer sentada en la mesa camilla del cuarto de estar, cubierta con un tapete de ganchillo. Mi plato sobre una bandeja. He terminado el segundo plato (cordero con patatas) pero todavía no he tomado el postre. Me siento bastante llena. Mi padre acababa de levantarse de la siesta y le pido consejo sobre un tema relacionado con el trabajo. Mi madre también está allí con nosotros sentada en la butaca, escuchando la conversación. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Por la ventana, un 4ª piso en una urbanización a las afueras de Madrid, justo delante de mí veo el bloque de enfrente (de ladrillo rojo), chopos moviéndose con el viento, y un cielo cambiante (a ratos sol, a ratos chubascos). En el suelo, a mi lado, en una jaula grande, nuestra urraca doméstica (se llama Pollo y lleva diez años en casa) revolotea y grazna de vez en cuando participando así de la conversación. El minuto de mi vida consistió en dormir un poquito la siesta, tumbada en el sofá de mi casa de Madrid, sin llegar a perder la consciencia, escuchando de fondo la actualidad rosa de este país, programas diseñados para ocuparnos la mente en cosas sin sentido para que no nos de tiempo a agobiarnos y a plantearnos preguntas realmente enriquecedoras. Estaba acompañada, de una persona muy importante para mí, mi pareja, que me enseña cada día a vivir feliz fuera de mi nido materno, León. Estaba en el baño de casa, he llenado la bañera con agua muy caliente y me he metido dentro, estoy constipada y los baños calientes me sientan muy bien y así respiro mejor. Mientras estaba en el baño pensaba como puedo ayudar a una amiga que tiene un gato con bronquitis. Vivo en Bogotá (Colombia) y en estos momentos estoy en mi casa, iniciando el descanso semanal, después de una jornada de trabajo. Estoy conectada a la red, para responder varios mensajes y organizar las actividades sociales del fin de semana. Feliz porque la semana ha ido bien, la tarde está muy bella y el fin de semana "pinta bien". La noche del jueves al viernes dormí poco. El viernes quería ir a dar una vuelta para comprar el libro de Sant Jordi a mi hijo. Hacia las 4 y media cogí lo que me estoy leyendo y me desperté a las cinco y media. He estado en mi casa, disfrutando de la lectura del periódico y de la compañía de mi mujer. Soy un varón, de 60 años, dos hijos, prejubilado, católico no practicante . Camino todos los días un mínimo de 2 horas, por afición y por recomendación médica. Entrando por la puerta de mi piso, solo, hora de la siesta, bien de ánimo, aunque con cansancio acumulado de la semana, pensando en echar una siesta de una hora.

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Estaba durmiendo la siesta en el sofá, mientras escuchaba la televisión de fondo en casa de mi novio en Salamanca. Tenia un poco de catarro, porque con este cambio de tiempo...

Estaba sola, en mi habitación, viendo la serie “El Mentalista” en el portátil, tirada en la cama. Me sentía contenta y relajada, porque al ser un día festivo, podía hacer el vago, sin sentirme mal por ello.

Estaba ya sola en casita, después de haber comido un poco tarde, porque había un montón de atasco al volver del currete por ser viernes, que todo el mundo sale pronto. Estaba durmiendo la siesta felizmente, en un estado de paz completo. El viernes a las 17 de la tarde dormía la siesta. Tras una mañana de turismo por Madrid, a las 16 estaba en el piso de los tíos de mi novio y comenzó la tormenta. El calor y el cielo gris pronosticaban que llovería. Yo me alegré de haber salido por la mañana a hacer turismo ya que había sido una mañana de sol y calor. Tras comer, decidí meterme en cama para dormir una larga siesta ya que por la noche la "siesta" se tornaría en "Fiesta" y empezaría temprano. A las 22 para ser exactos. Así que bajé la persiana de la habitación y me metí en cama. Los planes eran cenar cerca de la sala en la que se celebraría el evento, tras haberla localizado. Yo no estaba nervioso ni tampoco emocionado. Simplemente con ganas de descubrir el local por mis propios ojos ya que la opiniones que había leído eran dispares. Como suelo tardar en quedarme dormido, intenté centrarme en conciliar el sueño para que esto sucediera cuanto antes. Estuve durmiendo la siesta solo en casa de mi madre. A mi alrededor, el silencio de una habitación en la que entraba un sol estupendo de una tarde primaveral. Felicidad y descanso de una dura semana de trabajo. Mujer de 60 años esposa madre y abuela, todos los días pensando en como describir las sensaciones para contarlas para este importante trabajo, y llega el momento y me quedo dormida a las 17 horas, y ni siquiera soñé, cuando me desperté eran les 17:30

Frustración Tengo 26 años, estudio biología y he trabajado de teleoperadora, actualmente estoy en paro. Vivo con mi pareja, mis dos gatas, mi perra y un gato que tengo en acogida de la asociación Madrid Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Felina. Nací en Ciudad Real y viví allí durante 8 años. Cuando cumplí 18 me marché de casa y me vine a Madrid. Últimamente no mantengo mucha relación con mi único hermano ni mi madre; mi padre murió cuando tenia 10 años. Este es un buen resumen de mi vida. Entre las cinco y las cinco y un minuto estaba manteniendo una conversación de lo más frustrante emocionalmente hablando, que puede que me cueste años de vida. Estaba solo en casa conectado al messenger mientras fuera hace un día maravilloso que valdría la pena aprovechar en lugar de estar en casa. Evidentemente mi estado de ánimo no pasa por su mejor momento (debido a esta conversación) pero es meramente coyuntural, ya que dentro de cinco minutos espero que no me haya afectado. Estoy pensando en arreglarme y salir para cambiar de mentalidad. En ese minuto me encontraba en casa de mis padres, hablando por el móvil con mi primo, el cual está atravesando una difícil situación debido a la crisis económica que vivimos. En la conversación me explicaba que los malos momentos no lo son tanto cuando se tiene la suerte de estar con su mujer y su hijo de diez meses. Yo a las 17:00 estaba hablando con mi primo sobre mi problemática laboral, que posiblemente me lleve al INEM, a la cola del paro no, porque se puede hacer todo por internet, que invento más grande.

El humor, un rasgo inequívocamente humano Estuve muy ocupado arreglando unos papeles que tenia por casa, me quedó bien puesto al final.

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Labores caseras Estaba en mi casa, limpiando la casa, fregando mientras escuchaba música. Mí hermana estaba jugando, mientras mi madre estaba recogiendo el salón. Me sentía muy animada y un poco alocada porque iba a ir a la feria de Leganés con mis amigos. A las 17:00 y unos segundos terminaba de comer, luego me puse a recoger los platos, puse una lavadora; pensaba en lo que iba a cocinar al día siguiente ya que tenía que trabajar e ir hacer la compra...¿Cómo estaba de ánimos? Me puse a limpiar la casa mientras hablaba por teléfono con una amiga que somos vecinas allá en República Dominicana y como no había hecho la digestión me sentía un poco incómoda, me tomé una manzanilla y me senté un poco. Llevo sentado delante del ordenador de casa alrededor de 15-20 minutos mirando y contestando los correos personales que durante el resto de la semana laboral no he podido contestar, y aprovecho el momento después de comer algo rápido tras llegar del trabajo y antes de ducharme para salir a las 19h que he quedado con un grupo de amigos. En el minuto exacto en cuestión, acababa de leer el mail de una amiga que no veo desde algún tiempo y que está embarazada. Me parece más acertado en vez de responder llamarla por teléfono, cosa que hago pero ante una falta de respuesta, dejo mensaje en el contestador. Pienso antes de llamar a mi amiga lo rápido que pasa el tiempo en un doble sentido, primero por el largo tiempo que hace que no nos vemos y que parece que fue hace un par de días, y por otro, el hecho que esté embarazada cuando hace años nos reíamos sobre estas cuestiones. Cuando no coge el teléfono, pienso que se trata porque esta en el trabajo bastante liada, pues aunque esta embarazada el trabajo para ella de momento sigue siendo lo primero. Tras el mensaje preveo que la llamaré mejor el sábado ya, pues el viernes con seguridad llegaré tarde a casa y ya no serán horas de llamar. Cuando dejo el teléfono y vuelvo al mail, miro que no son muchos ya los mensajes a responder y que he de darme prisa para aprovechar el tiempo, sino no me dará tiempo.

La omnipresente Naturaleza Entre las 17:00 y 17:001 me encontraba en uno de los parajes que más deseaba desde hacia tiempo. En la parte alta del Rio Cares en el Parque Nacional de Picos de Europa. La temperatura era Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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perfecta para caminar y en el paraje confluían varios arroyos al río Cares. Estaba con mis dos hijas, mi mujer y 4 amigos más con sus respectivos hijos. En total, un grupo de 12 personas. En ese minuto me sentía solo en la Naturaleza y a la vez compartiéndola en grupo. Y después, sonó el teléfono móvil… En el minuto solicitado me encuentro dando un paseo por el campo que rodea la urbanización. Voy con una hermana y su nuera. Hace una tarde preciosa, el campo está espectacular de bonito y da gusto respirar el aire limpio de la sierra cercana. Vamos disfrutando del paisaje y comentando cómo varia el cielo de un momento para otro, cuando el viento mueve los grandes cúmulos blancos. Nos decidimos a seguir bajando por el frondoso bosque de robles que nos acompañaban en nuestra mediana odisea de senderismo de 4 horas por la "Ruta de las Fuentes Medicinales" de Noceda del Bierzo, León. Acabamos de pasar por la última cascada, la cual nos invitó a refrescarnos el sudor de la frente de toda una mañana de subida al mirador de la ruta. Pájaros de diversas clases, cantaban; el sonido del arroyo acompañaba nuestros pasos; los fuertes robles aún tenían sus lobuladas hojas de color marrón aún pendientes en sus ramas, como si el invierno se resistiese a pasar por ellos; ladridos de perros en nuestra dirección... Se había despejado el cielo casi por completo lo que auguraba un final de tarde hermoso entre los picos de las montañas. Brisas intermitentes, aliviaban el calor que nos golpeaba en los pequeños claros del bosque, recordándonos que aún quedan días para el verano. Siento la mano de mi pareja estrechándose con la mía, lo que me hace volver a mí mismo. El viernes a las 17h. estaba en un idílico paisaje de los picos de Europa, caminando por una verde pradera regada por varios brazos de agua del río Cares, una pequeña cascada incluida. El tiempo era perfecto, ni frío ni calor. La luz del sol potenciaba el colorido de la postal que se adornaba con los juegos de los niños que nos acompañaban, dos mis hijas, y el resto, de los amigos con los que compartimos esta pequeña excursión desde el puerto de Panderrueda, provincia de León. La sensación de tranquilidad es enorme, no hay otra cosa que hacer, sólo disfrutar de lo que se ve, y pensar, aquí hay que volver cuando las hayas tengan sus hojas del color del otoño, porque a lo mejor es incluso más bonito. Los niños disfrutan con sus palos de avellanos y la libertad de movimientos que aquí tienen. Corren, saltan, dan palos al agua, se mojan, ríen. Pasear con mis padres y uno de mis tíos hacia el embalse que hay a las afueras del pueblo, contemplar el paisaje, el río,caudaloso, que marcha al lado del camino, los frondosos chopos en los Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010 47


márgenes del río, las antiguas “casetas” de adobe casi derruidas y los campos, que se extienden hasta donde alcanza la vista, arados o con cereales recién plantados y charlar animadamente (“desconectar”). No pasaba nada (una “nada” tranquila y confortable), que el tiempo estaba detenido, ya que no había nadie, ni paseando ni trabajando los campos. Sólo se oía el canto de algún pájaro (un “cu-cú” reiterado y lejano) y el croar de las ranas. Relajado, quizás incluso feliz, pero algo nostálgico, “morriñoso”, echando de menos a mi novia.

Los niños A esa hora suelo estar recogiendo a mi hijo de dos años de la guardería, pero el 23 de abril salí antes del trabajo, le recogí a las cinco menos cuarto y fuimos para casa. Llovía. La profesora de la guardería me había dicho que el niño no había hecho caca en todo el día, así que en cuanto llegue a casa le senté corriendo en el orinal y le puse a jugar con sus coches. Mientras él jugaba yo cogí algo de comer, porque todavía no había comido a esas horas, y me senté en el sofá. Mientras comía me quedé mirando al patio porque me dí cuenta de que había parado de llover y había salido el sol de repente, así que empecé a pensar en retomar los planes para la tarde. Y justo ahí empezó a sonar la alarma del móvil avisándome de que ese era ' mi minuto para la humanidad'. Así nos pilló: a mi hijo en el orinal y a mí embobada mirando la tarde soleada. Me hubiera gustado que fuera algo más interesante, pero fue así.

Estaba en el coche con mi padre y mi hermana, que le habíamos ido a buscar al cole. Estaba viendo unas postales de unos libros de la editorial Bambú que mi hermana había traído de la biblioteca del cole. Mi hermana hablaba sin parar "para variar", mi padre conducía, sonaba la canción de Cheryl Cole - Fight For This love y mi padre intentaba cantar. Estaba pensativo y ansioso, porque me habían gustado las postales y quería pegarlas en mi pared pero no sabia cual... y ansioso porque justamente ese día llegaba mi ordenador a casa y ya no aguantaba las ansias. Estaba conduciendo en mí furgoneta de regreso a casa en compañía de mí hija Keidy y mí hijo junior. Estaba buscando a Keidy al colegio y conversábamos sobre la entrega de un reconocimiento por escribir un poema en el día del libro. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Estábamos en el patio del CEIP La Floresta (Sant Cugat, Barcelona). Mi hija pequeña, apenas ha finalizado el festival de Sant Jordi en el que ha participado toda la escuela. Todavía tengo gusto en la boca del helado de fresa natural que una madre ha hecho, y que nos ha vendido a los demás por un euro en la parada de pasteles que había en la pista de "baloncesto". Recogía dinero para su hijo de sexto, que debe ir de viaje de fin de curso, junto con otras madres que vendían pasteles, gelatinas y magdalenas, entre otros dulces. Yo, pasé gran parte de mi adolescencia y juventud (de los quince a los diecinueve años) en La Floresta, y hoy, he reconocido entre el público a muchos antiguos amigos, compañeros y conocidos, y he quedado boquiabierta de cómo el tiempo y las circunstancias han dejado señal en todos nosotros. Me han acompañado el festival mi hija mayor de quince años y el padre de la pequeña de seis. Hemos pasado un buen rato ironizando a propósito de muchas cosas. Yo he estado bajo los efectos de una dosis preventiva de "fentanillo", que ha hecho posible que soportara el dolor de espalda que el cáncer me provoca en estos últimos días. (El mal va oscilando, ahora aquí, ahora allá) El caso es que yo iba un poco más "contenta" de lo natural, y todo me hacía reír .. aunque nadie había notado nada extraño en mí. Después hemos recogido a la niña y me han acompañado en casa. Y ellos, han ido cada uno a sus actividades de viernes tarde. Estaba en la puerta de la guardería con mi mujer y mi hijo junto con el resto de padres y abuelos de los otros niños preparados para hacer el pasacalle de Sant Jordi por el pueblo. Todos los niños y niñas iban disfrazados, los más pequeños de dragones y los mayores de caballeros. Los niños jugando en la calle entre ellos y con los disfraces, la música de gralla sonando y a los padres y abuelos cayéndoles la baba mirando a sus hijos / nietos. He pasado este minuto hablando con el resto de padres y madres de los compañeros de clase de mi hijo, riendo y disfrutando con mi hijo, mi mujer no paraba de hacernos fotos. Mi hijo logró permanecer con el sombrero puesto. Estaba aparcado con mi coche en un vado de una cochera al lado del colegio de mis hijos, esperando a mi mujer que venía con ellos. Nos íbamos a Carrefour de compras. En la emisora del coche sonaba Radio Nacional Clásica, no recuerdo la pieza, pero me gustaba. Estaba un poco nervioso en el vado, pues estaba pendiente de que llegara algún coche, aparte de que estaba al lado del Ayuntamiento. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Había un charco importante al lado del coche, por lo que no bajé del mismo. El día era soleado, aunque había llovido horas antes. Estaba a la puerta del colegio de mis hijos esperando a mi hijo pequeño de 6 años. Alrededor tenía a otros padres en similares circunstancias. Muchos de los otros padres hablaban entre ellos con gran familiaridad. En mi caso, dado que solamente voy los viernes a recogerlos por temas de horario laboral, no tengo tanta familiaridad y no hablaba con nadie. Como cada viernes, mi estado de ánimo era alegre por recogerlos, pero también como cada viernes estaba realmente cansado. Al salir mi hijo, saludo efusivo con beso y abrazo incluido y pregunta de como le ha ido el día antes de que me enseñe un par de dibujos de Sant Jordi y el Dragón y salga corriendo para jugar por última vez en la semana con sus amigos de clase. Creo que es todo en ese minuto, ya que después estuvimos allí esperando como cada viernes a que llegara su hermana mayor a reunirse con nosotros. Estaba dando la merienda a mi hijo, papilla de frutas, las últimas cucharadas y para que se lo acabara, cantándole.

Saberse observado Un minuto, un sólo minuto de mi vida a las cinco de la tarde. Explicar que hago, que siento. Parece sencillo. Gracias por la oportunidad de expresarme. Lo mas interesante del “experimento” es el efecto del observador. Que aunque sea uno mismo interfiere en la propia realidad sin querer. El próximo minuto me gustaría que fuera disfrutando. ¡Las 17 ya! Voy a apuntar este minuto. Papel, boli... Espero que toda esta información os sea útil en vuestro estudio. ¡Aquí os dejo mi minuto, muy apreciado para mi! Suerte con el experimento. Estoy con mucha curiosidad de ver los resultados. Sonó el teléfono móvil. - ¿Por qué miras tanto el móvil? - Me dijo mi pareja mientras caminaba a mi lado por el pequeño pueblo del Bierzo leonés. - Para ver la hora, nena. - ¡Pero si ya miraste hace un poco! Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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- Tengo que hacer una cosa. Será un momento... Luego te la explico. Me doy cuenta de que en mi otra mano, tengo aún el móvil. Mientras lo vuelvo a guardar en el bolso, me fijo: las 17:02; me he pasado un minuto, querido lector/a. Llegué (está al lado) y se acabó el minuto!!!!!!!!!!!!!!! Este fue mi minuto de la vida! Y justo ahí empezó a sonar la alarma del móvil avisándome de que ese era ' mi minuto para la humanidad'. Espero que sea útil. Mucha suerte con el experimento. A las cinco estaba saliendo finalmente de la oficina y pensando ¡Qué bien!, empiezo el fin de semana, cuando he recordado que me había comprometido a escribir a tu dirección para formar parte de la investigación. En ese momento he vuelto, he encendido el ordenador, he buscado tu mensaje y empezado a contarte esto. ¿Por qué estoy haciendo esto?, no lo tengo claro, pero tampoco me cuesta tanto así que lo hago. He decidido participar en esta investigación porque tengo curiosidad en conocer los resultados de la misma... Mi jefa y me ha dicho que había apagado el ordenador y que lo iba a encender otra vez para participar en “un minuto en la vida de la humanidad “y me ha dado la dirección por si quería participar. Suena un pip en mi móvil que me indican que son las 5 justo en ese momento. Y pasó el minuto. Un abrazo. Yo en ese minuto de gloria, estaba pensando en que tenía que recordar lo que hacía para compartirlo con la iniciativa. Es un pensamiento algo extraño, el resto de minutos pasaron en piloto automático, pero en ese minuto, lo principal era acordarme de lo que estaba haciendo, y en como lo iba a Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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compartir. Espero que sirva de ayuda esta información. Un saludo a tod@s! ; ) Sonó la alarma del móvil que me recordaba que tenía por delante un minuto cuyas vivencias iban a ser compartidas con otros tantos ciudadanos del mundo. Sonó la segunda alarma que me había puesto en el móvil para recordarme que ese minuto de oro había terminado.

Reflexiones A veces las personas importantes pasan a ser secundarias y un desconocido puede llegar a ocupar un lugar privilegiado en tu corazón; a este tema, día a día y minuto a minuto le doy mucha importancia y ocupa mucho horas de mi pensar cotidiano. Soy y me siento más catalán que nunca, a pesar de las circunstancias adversas en que vive nuestro nuestro país. En democracia, la sociedad civil debemos velar por el estado de excepción social en que vivimos. Un minuto puede pasar demasiadamente rápido pero por veces en apenas un minuto tu vida puede cambiar. Echo de menos los viejos tiempos en que parecía no era consciente del tiempo que pasaba y de todas las cosas que hacíamos. He quedado boquiabierta de cómo el tiempo y las circunstancias han dejado señal en todos nosotros. Pensaba en la vida, en lo que quiero, en que será mañana?... Buenos compañeros, de esos que no te abandonan ni en los peores momentos.

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Estos detalles me hacen sentir viva y querida y evidentemente esto es lo máximo. Lo bueno es ver como en cada momento de nuestras vidas, la situación de cada uno, hacemos o damos prioridad a unas cosas sobre otras...¿que estaré haciendo ese mismo día dentro de 10 años? Formo parte de un universo infinito que nos mueve y en el que somos una partícula ínfima que debe mantenerse en armonía con él por el equilibrio de todos y de todo. Eso es la felicidad. ¡Qué gratificante es el diálogo!

Retos Me siento cansada, con mucho sueño e inquietud ante una situación que no sé cómo enfocar, y a la vez con una cierta serenidad por la confianza en mi capacidad de resolverla de una forma u otra. Viaje imprevisto a Barcelona. Visitar a un cliente. Madrugón de los buenos para coger el AVE a tiempo. Sosiego por haber crecido un poco más, por haberme enfrentado a algunos de mis fantasmas. ¡Y eso que no me apetecía nada el madrugón, pero he podido! ¡Bien ! Tarea cumplida y retribuida de satisfacción personal. Ojalá todos los días fueran así. La peque crece, la inexperta se hace sabia... sonrisa y ojos rojos por la emoción. En cuanto caminaba al café me llamó Inés. Inés es la persona que me ha hecho una entrevista de trabajo ayer. Así que miré su número en el teléfono no sabía que pensar porque sólo me daría una respuesta el lunes y aún era viernes. Cuando la atendí me dijo rápidamente que debería hacer una segunda entrevista. y en un minuto pasé del miedo de haber hecho algo de malo en la primera entrevista a la felicidad por haber sido una de las escogidas para una segunda fase de las entrevistas.

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Sensaciones

De verdad que necesito unos minutos de descanso, antes de las cinco. ¡Como odio el coste de oportunidad! Os lo recomiendo: dedicar vuestros conocimientos a causas solidarias. Necesidad de hallar sosiego, tranquilidad, de buscar y poner orden; de defenderse de los desordenes ajenos, cuando no son afines a los de uno mismo. Necesidad de sentir y dar afecto. El hombre sin la palabra sería infinitamente más incompleto. ¿Quién me devolverá el tiempo perdido? El próximo minuto me gustaría que fuera disfrutando. Soy casi feliz. Feliz porque la semana ha ido bien, la tarde está muy bella y el fin de semana "pinta bien". Felicidad por haber sido una de las escogidas. ¿Cómo puedo ayudar? Muy animada y un poco alocada. Un poco incómoda. Estoy con mucha curiosidad. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Cansada, con mucho sueño e inquietud. La inexperta se hace sabia. Estábamos realmente emocionados. He de darme prisa para aprovechar el tiempo. Disfrutando de la lectura del periódico y de la compañía de mi mujer. Mi estado de ánimo no pasa por su mejor momento. Me sentía contenta y relajada, porque al ser un día festivo, podía hacer el vago, sin sentirme mal por ello. Estaba durmiendo la siesta felizmente, en un estado de paz completo. Los malos momentos no lo son tanto cuando se tiene la suerte de estar con tu mujer y tu hijo. No estaba nervioso ni tampoco emocionado. Felicidad y descanso de una dura semana de trabajo. Me sentía solo en la Naturaleza y a la vez compartiéndola en grupo. Vamos disfrutando del paisaje. La sensación de tranquilidad es enorme, no hay otra cosa que hacer, sólo disfrutar de lo que se ve. El sol, ni demasiado fuerte ni débil sobre mi piel y la arena que se me pegaba al cuerpo eran mis sensaciones físicas más fuertes en ese minuto. Relajado, quizás incluso feliz, pero algo nostálgico, “morriñoso”, echando de menos a mi novia. Pasándolo muy bien y en buena compañía. Me hubiera gustado que fuera algo más interesante, pero fue así. En ese instante mí estado de ánimo era de tranquilidad. Mucha tranquilidad. El caso es que yo iba un poco más "contenta" de lo natural, y todo me hacía reír .. aunque nadie había notado nada extraño en mí. Riendo y disfrutando con mi hijo. Estaba un poco nervioso. Mi estado de ánimo era alegre pero también, como cada viernes, estaba realmente cansado. ¡Qué bien!, empiezo el fin de semana. Tenia un poco de estrés. En ese momento me sentía tranquilo, motivado. Estado de ánimo triste. Agobio que nos autoimponemos de ir a todos sitios corriendo. Nerviosa, con miedo, angustia. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Como todos los viernes por la tarde, era feliz. Deseando poder descansar tras una dura semana. Mi estado de ánimo era de tranquilidad. Teníamos prisa. Una mezcla asombrosa de emociones y sentimientos: nerviosismo, incertidumbre, confianza, expectativa... La alegría por empezar un nuevo fin de semana se junta con el cansancio de la semana. Día feliz, día de nostalgia para mí ..... muchas veces van unidas estas dos sensaciones. Alegría por estar ahí, tristeza por lo poco que nos queda juntos, nostalgia por los que no han podido estar con nosotros. De las cosas que mas feliz me hace, compartir esos momentos con mis amigos... :). Me siento muy bien, en paz conmigo mismo y con los que me rodean. Me siento un privilegiado y doy gracias. Me sentía bien. Muy relajada.

El trabajo Estoy en Francia, en Montpellier. Entre las 17:00 y las 17:01 de la tarde, estaba en casa, sola, trabajando sobre un proyecto que tengo que entregar dentro de tres semanas. Tenia un poco de estrés pensando que me queda mucho por hacer, mucho por aprender antes de seguir mis prácticas en junio. También tenia un poco de ansiedad porque voy a mudarme de nuevo, por 8ª vez en 3 años. También pensaba en el año pasado de Erasmus en León en 2007-2008 y todo lo que aprendí. Estoy trabajando, preparando cosas, solo, no hay nadie a mi alrededor, al ser viernes la gente no trabaja por las tardes, se está de maravilla en la tranquilidad de la soledad, está lloviendo, hace una hora hacía sol y de repente se ha puesto a llover, hoy terminaré antes, a las 8 tengo que estar en la inauguración de la exposición, mi hija es la presentadora del acto, no me lo voy a perder. Me encontraba solo en el Aula 9 de la EUNCET, delante de mi ordenador portátil, escribiendo un largo correo electrónico dirigido a la dirección de la ETSEIAT. En ese momento me sentía tranquilo, motivado, pero también cansado después de un día de trabajo sin parar, al cual aún le quedaban horas por delante. Durante ese minuto no pasó nada especial, mi única interacción con el Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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mundo era la pantalla de mi Toshiba conectada a Gmail a través de Internet... Pues estaba en la oficina, porque me tocaba guardia y estaba actualizando una presentación… En ese momento ha venido mi jefa y me ha dicho que había apagado el ordenador y que lo iba a encender otra vez para participar en “un minuto en la vida de la humanidad “y me ha dicho la dirección por si quería participar. Estaba entretenida, aunque en la oficina quedamos 4… mucha tranquilidad y yo con mi musiquita puesta y trabajando… Estaba en mi puesto de trabajo, organizando la celebración de Sant Jordi, estado de ánimo triste.

Estaba en la oficina (una agencia de investigación de mercados), en México, DF. en una conversación telefónica con un potencial cliente, que en días anteriores me había pedido una cotización para un estudio de satisfacción. Este potencial cliente es consultor, está presentando un paquete para un cliente que incluye el estudio de satisfacción. Es una propuesta para mi agencia de investigación muy pequeña, y esta persona me está solicitando muchos detalles y está ocupándome mucho tiempo. Tenía planeado salir este viernes más temprano, para poder asistir a una plática sobre alimentación en la guardería de mi hijo. Mi cliente me llamó justo antes de que fuera a salir, y me mantuvo en el teléfono más tiempo que lo que pensaba, imposibilitando que fuera a la plática. A esta hora, después de haber pasado por una fase de enojo reprimido que se tardara tanto la conversación, está divertida y un poco cínica, ante la petición de mi cliente de desarrollarle el cuestionario para que lo vieran sus propios clientes. Esta situación me pareció risible y cómica, proviniendo de una persona que se dedica a la consultoría y que además no es cliente de la empresa, sino que acaba de contactarnos. El ambiente alrededor mío era de una oficina tranquila, en espacio abierto, pero con poco ruido, unas 3 o 4 personas estaban hablando en voz alta con compañeros, comentando de un proyecto o bien hablando por teléfono. Todavía quedaba como mínimo una hora y media de trabajo, la gente estaba contenta, de viernes... Pude escuchar la risa de la persona que trabaja conmigo y que está sentada atrás de mí (una mampara gris claro con manchitas negras nos separa, conservando así un mínimo de privacidad, no nos vemos los ojos a menos de alzarse unos 15 cm.) cuando respondí al cliente que como podía entender, no me era posible desarrollarle un cuestionario antes de obtener la aprobación oficial del proyecto y un brief más completo de los objetivos, que les había anteriormente enviado un esquema del cuestionario y que eso era lo único que podía hacer. Esta Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010 57


respuesta me hizo sonreír a mi misma, y me pareció un poco absurdo que la tuviera que formular. Pensé que probablemente mi interlocutor pensaría “qué grosera” o bien “qué falta de servicio a cliente”, aunque me imaginé que se esperaba esta respuesta. Yo estaba en mi oficina, en Frankfurt am Main y me preparaba para ir a casa. Me sentía feliz, la semana ha sido grande, y yo estaba esperando el fin de semana para comenzar! Era cálido y soleado, un día típico de primavera .. En ese minuto exacto en que se apague el ordenador, poner todo junto en mi escritorio. También dejó un mensaje para mi jefe sobre mi escritorio. Él no estaba allí en ese momento, pero él habría llegado más tarde en la noche. En particular, el mensaje era en relación con un Brezel (típico pan alemán) que compré para él durante el día ya que no había una oferta especial en nuestra pastelería habitual. El mensaje era exactamente ese "Disfrute de su Brezel!". De todos modos, en la oficina no solo estaba yo, yo estaba allí con mi colega, que estaba escribiendo su último correo electrónico de la semana. En resumen, mis actividades han sido: primer giro en el equipo, luego de embalaje algunas cosas en mi bolsa y hacer un poco de orden en la mesa y, finalmente, escribí el mensaje pequeño para mi jefe! ¡Esta fue mi minuto de la vida!

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De viaje

Las 5 de la tarde y me encuentro en un tren de cercanías RENFE, destino Cerdanyola Universitat en un vagón casi vacío. Estoy leyendo el libro que acabo de comprar en una de las muchas paradas de Rambla Catalunya. “Invisible” de Paul Auster, siento esa ilusión de empezar un libro con la esperanza de que me va a gustar mucho, es una apuesta segura porque me encanta este autor, recién comprado no puedo esperar y ya empiezo con las primeras páginas y sé que no me va a defraudar. Suena un pip en mi móvil que me indican que son las 5 justo en ese momento desde la megafonía del tren se anuncia “Propera parada Cerdanyola del Vallés” (mi parada) vuelvo a la realidad, cierro el libro, lo guardo en la bolsa, me levanto y haciendo equilibrios por el traqueteo me pongo la chaqueta, más por la pereza de no llevarla en la mano que por el tiempo. La salida de la ensoñación de la lectura es rápida porque empiezo a pensar que llego tarde a una cita que tenía a las 5, y que voy a tener que acelerar el paso en cuanto me baje del tren, prisas, siempre las prisas. Agobio que nos autoimponemos de ir a todos sitios corriendo. Diría que cuando bajo del tren ya ha pasado mi minuto, qué rápido se va el tiempo. Ayer a las 5 de la tarde, aparcaba mi coche en un área de servicio en Pedro Abad, iba camino de Sevilla para ver la Feria. Es un área nueva, amplia, con un jardín con rosales florecidos, que con su aroma tapaban los efluvios de los coches. La luz muy brillante, y pequeños grupos de todo tipo Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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haciendo su descanso fuera del local, en unas pequeñas mesas. Un pequeño reconocimiento del local, y la búsqueda de los aseos.... y pasó el minuto. Un abrazo. Yo el día 23 de Abril entre las 17h y 17:01horas me encontraba de viaje, Porto-Covilha, me sentía nerviosa, con miedo, angustia, porque iba mi padre conduciendo, pero aparte de esto al mismo tiempo pensaba en la vida, en lo que quiero, en que será mañana?... Yo en ese minuto de gloria, estaba pensando en que tenía que recordar lo que hacía para compartirlo con la iniciativa. Es un pensamiento algo extraño, el resto de minutos pasaron en piloto automático, pero en ese minuto, lo principal era acordarme de lo que estaba haciendo, y en como lo iba a compartir. Estaba conduciendo bajando el puerto de Guadarrama, hacia buena tarde y tenía un dominguero delante de mí, que no me dejaba pasar de sesenta por hora. Me encontraba escuchando una canción en el coche, una salsa de Mark Anthony. Estaba pensando en como plantear el resto del fin de semana, que se prometía divertido. Me encontraba digiriendo medio pollo asado que me había comido 2 horas antes, por lo que no se podría decir que tuviera hambre. Como todos los viernes por la tarde, era feliz. Justo volviendo hacia mi casa en coche tras un almuerzo de trabajo, deseando poder descansar tras una dura semana. Estaba pedaleando sobre mi bicicleta desde mi casa hacia la escuela de idiomas, clase de inglés, cediendo el paso a un peatón en un paso de cebra, colándome en un par de rotondas, por la principal avenida de la ciudad. Rodeado de peatones anónimos, algún turista francés despistado, conductores de coches, motos y vehículos comerciales. Mi estado de ánimo era de tranquilidad, a pesar de la tensión de llegar justo a la hora; concentración en el tráfico, los otros vehículos, cruces y rotondas por mi propia seguridad. En un coche, camino de Murcia, observando la carretera, el paisaje y conversando con mis compañeros de viaje, mi cuarteto de cuerda, es decir, mi marido y mis cuñados. Pasaba un paisaje cambiante a cada kilómetro. En 9 horas recorrimos España de Norte a Sur, de punta a punta: de Asturias a Murcia. Tenía una mezcla asombrosa de emociones y sentimientos: nerviosismo, incertidumbre por qué pasaría al día siguiente, confianza en un trabajo bien hecho, expectativa sobre quién se presentará y cuál será el nivel... Íbamos a un concurso de música de cámara que, finalmente, ganamos. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Lo que sucedía según los medios de comunicación 23 de abril de 2010

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La “realidad” oficial: ¿qué sucedía según los medios de comunicación el 23 de abril de 2010? Nuestra vida, la vida, no es necesariamente como nos las cuentan, sino como la vivimos. Pero ¿hasta qué punto lo que sucede, lo que se dice que sucede, afecta a un minuto concreto de nuestra vida? Da la impresión de que no nos afecta en nada, salvo que nos ataña de forma muy, muy directa. Como veremos en el “resumen de Prensa” es noticia aquello que estadísticamente se separa de lo común. Así por ejemplo no parece que ningún acto violento, ni posiblemente “trascendente” esté sucediendo en este minuto que hemos compartido. Pero lo cierto es que sucede y que es grave y, a menudo, vergonzoso para la especie humana. Pero, afortunadamente, también es noticia aquello que afecta a mucha gente, a condición de que no sea de forma cotidiana. Así no es noticia que uno quiera al prójimo y le regale una rosa o un libro, pero sí lo es que “todos” un día al año hagamos este regalo a los seres queridos.

¿Qué era noticia el 23 de abril a nivel internacional? •

Los inversores sentencian a Grecia por miedo al impago de la deuda

Grecia activa el plan de rescate por el duro castigo de los inversores

El Papa comienza a hacer limpieza con los implicados en escándalos de abusos

El liberal Clegg resiste a Cameron en el segundo debate

El conflicto lingüístico entre valones y flamencos hunde al Gobierno belga

Berlusconi y Fini escenifican ante la televisión y el partido su ruptura

La Liga Norte pide que Berlusconi se deshaga de Fini

Merkel dice que abandonar Afganistán sería "catastrófico"

Bangkok: los 'camisas rojas' dan 30 días al Gobierno para disolver el Parlamento

Arizona adopta una ley que criminaliza a los 'sin papeles' y convierte en delincuentes a los indocumentados

La UE admite que el sistema aéreo europeo no funciona. España convoca un consejo europeo para impulsar el cielo único Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Hoy 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. Para la ocasión, se llevarán a cabo diversas actividades en todo el mundo, a las que se suman las universidades españolas, que rinden su particular homenaje a la lectura.

¿Y a nivel de España? •

Multitudinaria despedida a Samaranch con honores de Estado

El fiscal pide al Supremo en el último recurso que archive el proceso a Garzón

Varela expulsa a Falange antes de las movilizaciones por Garzón

El tesorero del PP multiplicó su patrimonio por ocho desde 1992

Camps niega haber dado consigna alguna de contratar con las empresas de la trama Gürtel

La sostenibilidad del estado de bienestar: "Hay dependencias que deben esperar"

Prisiones investiga "juergas" entre funcionarios y presas de Alcalá Meco. Destituida la dirección.

¿Y en algunas de sus comunidades autónomas? •

Andalucía: El Gobierno andaluz cree que el recurso del PP contra la deuda histórica acabará en "nada". Andalucía, la región con mayor crecimiento de turistas en el primer trimestre de 2010

Aragón celebra su día grande con una víspera marcada por la tensión. El PAR recuerda el "origen foral" de Aragón y reitera su "compromiso con el proyecto de España".

Asturias: El Principado rechaza subir a 18 años la edad mínima para comprar alcohol. Los colegios se vuelcan con el día del libro. La Justicia tiene un sistema de organización del siglo XIX.

Canarias: El presidente de la Audiencia de Las Palmas, expulsado. Corrientes independentistas dentro de coalición Canaria. El turismo extranjero sube casi un 5% en 12 meses. Casi todos los pueblos y ciudades de la provincia tinerfeña despliegan actividades para celebrar el Día del Libro y fomentar el hábito de leer.

Castilla-La Mancha: Barreda y Cospedal se acusan del fracaso de la reforma del Estatuto.

Castilla-León: Las ciudades de León y Córdoba continúan trabajando para su hermanamiento. Casi 800 alumnos participan en la lectura de “La vuelta al mundo en 80 cuentos”. León muestra sus atractivos turísticos a los asturianos.

Cataluña: el tripartito y CiU negocian el cambio de la Ley del Constitucional. Estatut: que Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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nadie se lave las manos. Sant Jordi: día del libro y de la rosa; escritores, enamorados y lectores mejor de dos en dos. •

Euskadi: Primera querella por atribuir torturas a la Ertzaintza. El Parlamento vasco honra a las víctimas en su trigésimo aniversario.

Galicia: La Xunta suprimirá el banco de tierras, las agencias comarcales y la fundación para el conocimiento.

Madrid: Madrid dice no al recurso sobre el velo.

¿Qué tal la economía el 23 de abril de 2010? •

Grecia sufrió un nuevo castigo de los mercados tras conocerse la tercera revisión al alza de sus cifras de déficit público en tan sólo seis meses.

Grecia se rinde y solicita el rescate. Alemania pone reparos.

El FMI precisa que no le inquieta la deuda de España y Portugal.

Zapatero impone ya la criba de altos cargos para evitar el fantasma de Grecia.

El Gobierno dice que el 'stock' de 700.000 pisos ha tocado techo

Los españoles esperan que la crisis dure 2,3 años, el mismo plazo que estimaban 6 meses atrás.

El G-20 confirma que han mejorado las expectativas de la economía.

Obama alerta sobre una nueva crisis si la reforma financiera se frustra y advierte a Wall Street que la reforma es inevitable.

EE UU investiga si las agencias de calificación defraudaron.

Apple supera a Microsoft en capitalización bursátil.

“Windows 7” dispara los beneficios de Microsoft.

Un 80% del transporte mundial de mercancías sigue haciéndose por mar.

¿Y cómo andaba la Sociedad? •

¿Velo de sumisión o de rebeldía? Los obispos españoles dicen que el velo está protegido por la Constitución.

Primera multa en Francia a una musulmana por conducir con niqab.

Primer trasplante de rostro completo.

José Emilio Pacheco, premio Cervantes 2009; siempre al lado de los que sufren.

La gente llevará su puesto de trabajo encima.

El Ártico se calienta. Un minuto en la vida de la Humanidad – 23 abril 2010

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Educación sólo pide medios para que todos los niños sepan castellano: todos deben saber expresarse bien en castellano al acabar la ESO.

La NASA celebra los 20 años del Hubble.

Día Internacional del Libro: ¿Paz y cultura o la violencia andaba desatada? •

Tailandia: cinco bombas causan un muerto y 75 heridos en Bangkok.

Nicaragua: turbas sandinistas atacan el Parlamento por tercer día.

EE UU desarrolla un arma que superaría al arsenal atómico.

Níger: Al Qaeda secuestra a un súbdito francés.

Méjico: los 'narcos' matan a seis policías en Ciudad Juárez.

Irak: oleada de atentados sangrientos: murieron 64 personas.

España: falla la prevención del crimen machista.

Investigado un centro religioso tras los abusos a un discapacitado.

Ninguna de estas noticias era comentada por alguno de nuestros colaboradores. Ninguna, con excepción del libro y la rosa. Lo bueno, lo bello, sólo es noticia cuando se trata de algo excepcional o acotado en el tiempo. Lo malo, lo feo, es la noticia que buscamos. Porque no vale esconder la mano: si algo va mal en la economía, en la sociedad, en la política, en la violencia de todo tipo... no podemos sino culparnos a nosotros mismos. La especie humana es la única especialista en mirar a otro lado.

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5. Equipo de trabajo 23 de abril de 2010

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Equipo de trabajo La dirección del experimento corresponde a Joan S. Alós. La redacción y diseño de este libro corresponden a Joan S. Alós y Ana Pertejo y a cada uno de quienes han colaborado con “su minuto”. Mención especial al equipo MIJAS por su constante estímulo:

Miguel

Iris

Juan

Ana

Sebastián

Y a todos cuantos han decidido compartir un minuto de su vida con la Humanidad. LORENA

ELODIE

IRENE

NÚRIA

VERA

VICENTE

JOAN MANUEL

DIANA

ALBERTO

MARÍA

SILVIA

MAITE

LUÍS

JOSEP

MARÍA

MANUEL

LLORENÇ

INMA

VICTORIA

ROSENDO

RUTH

JULIA

ADRIÁN

SILVIA

ANA

CHARO

CARLOS

MÁRIE-CÉCILE

SANDRA

IGNACIO

MARTA

ÁNGEL

GUILLERMO

MIQUEL

JIMENA

ROSARIO

ROSA

PATRICIA

y otro buen puñado de maravillosos seres humanos.

JUAN

MIGUEL ÁNGEL

PAOLO

MARÍA

JOSÉ CARLOS

MONTSERRAT

KATIUSCA PAOLA ALBA

ISABEL

MARÍA JOSÉ

LUNA

MARCEL

KARINA

ROSA

MARIAN

USUE

MARÍA

ALBERTO

DIANA

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Esta es la rosa...

y lo que tienes en las manos es el libro.

¡Y el protagonista eres tú!

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