LA COCINA QUE SUEÑA Y OTROS RELATOS

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Mario López Lara EL LÁPIZ JUEGA AL FÚTBOL Un día un lápiz y sus amigos: la Goma,el Bolígrafo, los Rotuladores, las Ceras, los Lápices de colores, las Tijeras, el Portaminas, el Pegamento y el Tipex, iban a jugar un partido de fútbol el sábado a las 5:00 contra los Libros. Llegó el momento. Un rato más tarde los Libros iban ganando 11-0. Todo el equipo de los Artilugios,que así se llamaba el equipo del lápiz, estaban destrozados pero no se rendían. Metieron los artilugios un gol y otro y otro... Pero llegó un momento en que al lápiz le hicieron una falta y lo partieron. Todos acudieron a su ayuda. Lo pegaron y siguieron jugando. Al final los Artilugios ganaron 13-15. Los libros se fueron muy cabreados, pero el lápiz les dijo que el fútbol es para divertirse no para cabrearse. Desde ese momento los Artilugios y los Libros jugaron al fútbol para divertirse, no para cabrearse. Laura Fernández Gómez ¡EL MAR QUE HABLA! Érase una vez una familia que fueron de vacaciones. Cuando llegaron se quedaron sorprendidos de ver una playa tan, tan azul que se quedaron con la boca abierta. Al día siguiente fueron a la playa , se lo pasaron bomba, pero cuando era la hora de irse, se hizo un grandísimo hoyo. Cuando el mar leS dijo:¡Hola! todos se asustaron , claro nadie sabía quién les estaba diciendo hola, hasta que una niña le dijo que aquel hoyo que había en medio del mar era la boca de aquel mar. Luego todos los niños y niñas, abuelos/as, padres/as, titos/as, primos/as, etc…Todos se echaron al agua y todos querían jugar con el mar. Al día siguiente quedaron en quedarse allí a vivir para estar siempre con el mar. María del Rocío Gaitán Maza LA PLAYA CANTA Érase una vez una playa que caminaba. Primero pensaba que se lo iba a pasar superbien. Antes la gente la ensuciaba y ya estaba harta. Fue a comprarse ropa, a cenar al sitio más caro del mundo, pero un día empezó a aburrirse.Y ese mismo día empezó a cantar una canción triste. La gente empezó a oír y fue a verla. Más tarde seguía cantando y cuanto más cantaba más lloraba. La gente pensó que había que hacer algo y la


llevaron a otro sitio pero ya había otra playa. Ella siguió llorando y a la gente le llegaba el agua por la cabeza. No podían comer, las tiendas habían tenido que cerrar.Más tardé a una mujer se le ocurrió la idea de ir a hablar con la otra playa pero les dijo que no se iba. Como esa idea no había servido , otra mujer pensó que si trabajaban juntos podrían echar a la playa. Más tarde fueron entre todos , le empujaron y la consiguieron echar. Desde ese día la gente nunca más ha vuelto a contaminar la playa y ahora está limpia. COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO Lorena Chaves Romero Había una vez un niño llamado Carlos.Carlos,se iba de vacaciones con sus padres a la playa de Cádiz a pasar unos días.Salieron de madrugada y llegaron al amanecer.Al llegar fueron directos a la playa y se estuvieron bañando.Al siguiente día volvieron a la playa pero,¿donde estaba el mar? El mar se había ido porque el tapón lo habian quitado.¿quién habrá sido? -No importa-dijo un policía medio caballo medio persona-Yo lo averiguaré. Al cabo de un rato lo supieron,pues la culpable fue la "tormenchic" de anoche. -¿Qué tipo de tormenta es esa?-dijo Carlos. -Esa tormenta es una tormenta de bolas de chicle. El policía medio caballo dio una palmada y como por arte de magia el mar volvió. Así todos pudieron bañarse de nuevo. COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO FANTÁSTICO HA TERMINADO. Zaira Jiménez Martos LA LIBRETA TRISTE Había una vez una libreta. Un día dejaron de escribir en ella. Ella se quedó muy muy triste, porque para todas las libretas su vida consiste en que si no escribes en ellas se mueren y si vuelves a escribir reviven y así. MORALEJA: Utiliza algo hasta que se te rompa. Rocío Hurtado Molina EL TRES COMILÓN Había una vez unos números pero que muy presumidos, menos uno que era el número tres. Aquel número estaba un poco triste porque sus amigos, los demás números, habían formado un club y no le dejaban entrar. Cuando fue a su casa


después del colegio. Le contó eso a su familia. Se lo contó comiendo. Su madre le dice: -Pero hijo, ¿sabes por qué no te dejan estar en ese club? -Mamá, ¿por qué? -Porque ellos son muy presumidos. Y en cambio tu eressss. -¿Soy que mamá? -Eres un comilón. -Vale mamá, a partir de ahora no comeré tanto. -Pues eso es lo que tienes que hacer hijo. Cuando terminaron de comer el número tres se fue a a ver si ahora le dejaban entrar en ese club. Cuando llagó a su casa del número uno que era el líder del club, estuvieron hablando y llegó el momento en el que le dijo el número tres al número uno, el líder, que ya no iba a ser un comilón .Que iba a ser como ellos. Entonces el líder del club le dijo que se lo pensaría. Cuando se vieron de nuevo le dijo que sí y entonces sí fue feliz para siempre. Agustín Hidalgo Ruiz Después su abuelo le dio la enhorabuena. El niño libro fue con su abuelo libro para apuntarse a una academia, pero llegó el bibliotecario y entonces el niño y su abuelo no pudieron ir. Después de todo se quedó con las ganas. Su abuelo le dijo al oído: -Cuando seas grande podrás intentarlo otra vez. -El niño le respondió: Vale. Entonces el niño ya era mayor, salió corriendo y llegó a la academia de música para los libros. El niño se apuntó y ya así siguió viviendo toda su vida. Hasta que se hizo viejo y ya no podía cantar. Estefanía Malo Hurtado LA PLAYA SE VA DE VIAJE Érase una vez en un bonito pueblo una playa bonita tranquila y serena. Un día cansada de estar allí decidió marcharse, muy apenada, decidió consultarlo con sus amigos los peces: -¿Qué pensáis vosotros de que me vaya de aquí? -Bueno, haz lo que quieras, nosotros no nos vamos. Quizás será mejor que no te vayas es pleno verano y la gente vendrá. Al no verte se irá muy triste.-dijo el pez arco iris. -¡Ya sé! Me iré un tiempo, así la gente no notará mi ausencia.dijo la playa


-Vale, ¿pero adónde irás?-respondió el pez espada -No sé-dijo la playa. -No vayas muy lejos- dijo el tiburón -Ya sé está un poco lejos pero no pasa nada.-dijo la playa. Bueno la playa fue a la ciudad de al lado, se lo pasó genial. Luego fue a su sitio y se quedó allí para siempre. Sergio Hurtado Baena EL CONSEJO DE LA CLASE En una clase una vez un hada hizo que los objetos hablaran. Todos los objetos al cabo de los años aprendieron a hablar perfectamente. Entre todos eligieron a la pizarra como presidenta, a la silla como vicepresidenta y a la mesa como vicepresidenta segunda. Al cabo de los años la pizarra estaba vieja, rayada y sin casi luz. La pizarra dijo que la silla fuese ahora la presidenta, pero la silla dijo: -¡No, no y no! A ti todavía te queda un año para jubilarte . La mesa dijo: -Eso es verdad. Pero la pizarra insistió. Diez minutos después a la pizarra le dio un cortacircuito y murió. Ana Gámez Lorente LA MOCHILA QUE HABLA. Había una vez una mochila que siempre había hablado. Un día la mochila no podía hablar porque se le habían gastado las pilas del bolsillo, pero pensaba: - ¿Y ahora cómo me compro las pilas si yo no puedo andar, no ves que tengo carrito? Y luego piensa: - Pues yo me quedo así para siempre. Así se quedó para siempre. Quien la vea le pregunta: - ¿Dónde están tus pilas? Antonio Aranda Roldán Había una vez una oficina con un ordenador que era muy listo. Por eso creía que los demás no servían para nada. Un buen día protestaron el ratón y el teclado diciendo: -Sin nosotros no vales nada. Después aparecen los cables, diciendo: -Sin nosotros, no hacéis nada, ninguno de los tres Rápidamente apareció la cafetera: -Yo sí que soy importante, sin mí no trabajaría nadie. Antes de que nadie se diera cuenta, llegaron los bolígrafos


diciendo: -Nosotros sí que somos importantes y nunca hemos presumido como tú. Por último, llegaron los lápices para poner un poco de paz. A la mañana siguiente llegó el oficinista y lo vio todo revuelto, así que se puso a ordenarlo todo y antes de empezar a trabajar se hizo un café, enchufó el ordenador utilizando ratón y teclado. Hizo anotaciones con bolígrafo y lápiz. De pronto todos se dieron cuenta que sin un humano no los dirige no servían para nada y nunca más discutieron. Clara Dou Lara Lara LA LIBRETA QUE HABLA Había una vez una libreta que hablaba. Un día un niño tiró la libreta que hablaba porque estaba muy vieja. Como el niño no sabía que la libreta hablaba y una libreta que habla tiene mucho valor ahí. Entonces la libreta estaba en el basurero. Y un vagabundo que estaba buscando comida, se encontró a la libreta y se la llevó. Y el vagabundo fue buscando casa por casa si alguien se la quería comprar la libreta. Hasta que fue a una casa que había un rico que quería una libreta vieja y que hablaba. Y el vagabundo se la vendió porque sabía que la libreta era vieja y que hablaba. Al final el vagabundo se la vendió y de entonces fue rico. José Ramón López Garrido EL BOLÍGRAFO ANDANTE Había una vez un bolígrafo andante. Este se escondía de su dueño para no gastarse y que no lo tiraran. Un día su dueño lo vio salir corriendo y se asustó. El bolígrafo corrió y corrió pero su dueño como era más veloz lo atrapó. Él se lo dijo a sus padres y lo llevaron a la televisión. Los productores emocionados lo emitieron por televisión y… los de la cadena se hicieron ricos, al bolígrafo le pusieron mucha tinta y los de la familia se hicieron ricos. COLORÍN COLORADO EL CUENTO SE HA ACABADO. Lucía Chaves Navarrete El ordenador cantarín Había una vez unos niños que estaban trabajando en la escuela. Un día el maestro dijo que iban a jugar con los ordenadores. Juan un niño de la escuela se puso en un ordenador y el ordenador empezó a cantar. Juan se quedó sorprendido al igual que sus compañeros.


El maestro propuso una idea, lo llevarían al museo porque nadie había visto una cosa igual. Entonces el ordenador dijo que se quería quedar en la escuela y estar siempre rodeado de niños. Así fue, el ordenador se quedó en la escuela. COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO. Miguel Ángel Labrador Ruiz LA PIZARRA QUE REGAÑA Érase una vez en una clase del colegio Pero-Xil, había una pizarra muy muy rara. Un día el maestro regañó a sus alumnos porque no se callaban y los alumnos no hacían caso, y entonces, esa pizarra tan rara, habló y les dijo a los niños y niñas: -¡Callaros ya hombre! Es que no escucháis lo que os dice el maestro . Todos los niños se callaron y miraron a la pizarra atentamente. Y desde aquel día los niños se portaron bien y la pizarra no volvió a hablar. Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO. María Dolores Gallego Redondo LOS PERROS HABLAN Érase una vez una familia que tenía dos perros. Una noche oyeron hablar y salieron a ver quién hablaba. Pero cuando salieron no hablaba nadie. Otro día les pasó lo mismo, pero sí, vieron a los perros hablar. Se llevaron un susto. Pero lo mejor fue que se llevaban muy bien, compartían secretos, se contaban todo lo que les había pasado durante todos los días. Alicia Hurtado Navarrete El pegamento salta Había una vez en el país de los pegamentos unos pegamentos que se juntaron y dijeron: -Tenemos que hacer alguna cosa como los humanos: saltar, jugar, cocinar etc. ¿Alguien tiene alguna idea? Entonces el pegamento pequeño dijo: -Yoo. -Y dijo- podemos saltar. Una y otra vez saltaba. Cuando lo veían, se reían de él. Entonces hizo una junta y se lo demostró a todos. Les gustó y nadie se rió


nunca de los demás. José Manuel Fernández Balbuena EL SOFÁ QUE SALTABA Había una vez un sofá que saltaba y no paraba de sacar a la gente que estaba en él. La poca que tenía el valor de sentarse salía volando y no podían ni atraparlo ni retenerlo ni nada parecido .Cada vez iba avanzando más y nadie sabía qué quería y una vez cuando llego a su casa, se paró y se quedó quieto y ya no podía atacar a nadie. Ya era un sofá normal porque había logrado su deseo, que era recorrer el mundo. Alfonso López Rodríguez EL COCHE SALTA Érase una vez que en el campo había un coche. Un día un hombre iba por ese campo. Entonces se encontró el coche. Lo abrió y lo arrancó porque las llaves las tenía puestas. El coche empezó a saltar con las dos ruedas .El hombre cogió las llaves y lo paró porque le estaba dando miedo. Se quedó como estaba puesto. Pero el hombre no sabía pararlo porque cuando se arrancó no había forma de pararlo a no ser que: las ruedas se pinchen, la batería se acabe y el gasoil se acabe también. Entonces el hombre saltó del coche y se fue corriendo y cuando el coche vio que se había ido se paró y se aparcó porque estaba encantado. Eva María Junco Pérez Los ojos cantarines Érase una vez una niña que un día le pasó algo alucinante. Ella cantaba muy bien y sus ojos que querían cantar, también decidieron ir al mundo de la música.Cantaban genial y comían un montón y cantaban (Do re mi fa sooool). Pero lo ojos eran una molestia para la niña porque un día se les escaparon cantando por el mundo y por el espacio y al cabo de una semana su canto se volvió famoso pero no solos, sino con la niña y cantaban (Do re mi fa sooooool la si doooooo) Laura Aragón Torres LOS MUÑECOS HABLAN.


Había una vez tres muñecos que hablaban: uno se llamaba Roque, otro Óscar y otro José. El último día de clase, llegaron los primeros. Pero cuando llegaron los otros muñecos, no sabían quiénes eran porque era la primera vez que iban a clase. Óscar se atrevió a preguntarle: -¿Cómo te llamas? Y ese muñeco no le hizo caso. Óscar era el más atrevido de toda la pandilla, José era atrevido y algunas veces era vergonzudo. Por último era Roque el menos atrevido. Un día le tocaba decir una exposición oral. Le temblaban las piernas y toda la clase se reía de él. Al día siguiente muy enfadado le dijo a toda la clase: -¡Cómo ayer os reisteis de mí, os voy a hablar de cómo cuidar a un amigo o muñeco! Y Roque nunca tuvo vergüenza con nadie. Todos querían ser sus amigos y colorín colorado este cuento de muñecos se ha acabado.


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