La importancia de una cultura ecológica debe unir a la sociedad en que vivimos, porque es la única forma de preservar la existencia en nuestro planeta. ¿Cómo se puede hablar de grandes éxitos en lo tecnológico y económicos sino sabemos dejar un mejor planeta a la siguiente generación? Nada de lo que se pueda heredar a las siguientes generaciones que no gire en torno a este tema no puede llamarse avance, porque la naturaleza siempre pasa factura y pasaremos hacer la
generación egoísta, que por generar grandes riquezas destruimos nuestro planeta. Que para cumplir con una gran demanda de productos que muchas veces pasa a ser un problema porque se transforma en basura que en algunos se vuelve toxica y que contribuye a más contaminación. Por esta razón tenemos que apostar al reciclaje y un mejor manejo de los desechos, para poder vivir en un ambiente más limpio y ecológicamente viable para nosotros y las próximas generaciones.
EDITORIAL La ecología no es otra cosa sino la interacción que tiene el ser humano, así como otros seres vivos con el medio ambiente que los rodea. Podemos intervenir en la naturaleza y sus procesos tanto negativa como positivamente. La realidad actual exige que la sociedad como un todo fije sus prioridades en la protección y la preservación del medio ambiente, eso si queremos sobrevivir como especie, puesto que este medio natural nos sirve como materia prima para la alimentación y refugio, porque esta tierra es nuestro hogar y sólo a nosotros nos corresponde cuidarlo. Es esencial que la sociedad sea la principal supervisora fiscalizadora de las actividades de las empresas y que promuevan la ecología como política y filosofía empresarial. Esto es la preservación de los recursos, la reutilización, el reciclaje y el consumo eficiente y concienzudo de nuestros recursos naturales. Hoy en día el verdadero crecimiento debe estar encaminado a la protección ambiental y la productividad debe perseguir no una mayor producción sino una producción más ética, encauzada a valores más humanos. En la actualidad es importante que conozcamos nuestro ambiente, para entender su funcionamiento y, así, poder protegerlo y conservarlo para las futuras generaciones. Conocer la ecología y todo el entorno que nos rodea, sobre todo hoy, cuando la humanidad se ha dado cuenta de que urge tratar aquellos problemas que afectan directamente nuestro entorno natural, debido a que cada día los problemas ambientales se están esparciendo horizontalmente sobre todos los sectores de la vida de Panamá.
PANAMÁ Y LA IMPORTANCIA DE LA ECOLOGÍA Cuando se habla sobre ecología, somos ya que Panamá tiene una gran extensión de áreas verdes y protegidas, que cumplen con un papel de mucha importancia ya está el corredor mesoamericano que sirve para proteger animales en peligro de extinción, especies de árboles y refugio para las aves migratorias. Hablar de ecología, no sólo es hablar de los diferentes tipos de economistas con que cuenta nuestro planeta y la importancia que juegan para la existencia de la vida en el planeta. La ecología en Panamá va más allá de parques y reservas naturales en custodia de la AUTORIDAD NACIONAL DEL AMBIENTE (ANAM), ya que Panamá depende de su recurso
hídrico, porque al tener un canal interoceánica se hace necesario los embalses y tener grandes reservas de agua ya que son parte importante en el funcionamiento del canal y contar con la suficiente agua en los lagos artificiales que se encuentren la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá. Panamá también está explotando los frutos de la ecología ya que al tener parques nacionales como el PARQUE INTERNACIONAL LA AMISTAD (PILA) que es compartido con Costa Rica y en la cual se practica el senderismo y el avistamiento de aves migratorias que son un atractivo para extranjeros y redunda en ganancias económicos.
PANAMÁ Y SUS ECOSISTEMAS Las características geológicas y geográficas de Panamá permiten la existencia de múltiples ecosistemas que dan abrigo a toda su diversidad biológica. En el Primer Informe sobre la Riqueza y Estado de la Biodiversidad de Panamá 2000, se destacan dos sistemas de clasificación de ecosistemas, ambos orientados a describir formaciones boscosas. El más conocido es el Sistema de las Zonas de Vida de Holdridge, basado en la temperatura y la humedad combinada con una clasificación de la vegetación (Lamprecht, 1990). Panamá cuenta con 12 zonas de vida, de las 30 que hay en todo el mundo. Además de la clasificación del Sistema de Holdridge, en el 2000 se concluyó el Informe del Mapa de Vegetación de Panamá, elaborado por ANAM/PCBMAP/Louis Berger Inc., en el que se reportan 24 categorías de vegetación,
identificadas sobre la base de clasificación de la UNESCO, a la cual se agregaron otras 7 categorías para indicar los sistemas productivos del país, los poblados, los arrecifes coralinos y las islas menores de 140 hectáreas, para un total de 31 categorías. Esta metodología permitió identificar aquellas categorías con menos de diez por ciento de vegetación, que requieren la adopción de medidas para frenar la pérdida de sus ecosistemas. Por otro lado, se han identificado y caracterizado otros ecosistemas de humedales importantes, tales como: los manglares, cativales mixtos y oreyzales En la vertiente del Caribe, las especies de pastos marinos presentan un mayor desarrollo que en las costas del Pacífico. Los arrecifes más desarrollados del Caribe se encuentran en el Archipiélago de Bocas del Toro, Kuna Yala y a la entrada del Canal de Panamá entre isla Margarita y Bahía Las Minas (D´Croz,
1994), y protegen cerca de 58 especies de corales. Ciertas áreas de los arrecifes están protegidas por los Parques Nacionales Isla Bastimentos y Portobelo y el Área Silvestre del Corregimiento de Narganá. Estudios presentados a principios de los años 1990 indican que cerca del 90% de los arrecifes del Parque Nacional Portobelo, en la costa atlántica de la provincia de Colón, han muerto. En la costa del Pacífico, los arrecifes más desarrollados se localizan en el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí y en el Parque Nacional Coiba. La mayor parte de ellos están protegidos, resguardando cerca de 27 especies de corales. En los últimos cinco
años se ha reportado en el Refugio de Vida Silvestre de Isla Iguana, provincia de Los Santos, una disminución del 80% de sus arrecifes. La ANAM ha construido un refugio ecológico que sirve de vigilancia y control del área protegida para prevenir la destrucción de los corales y promover turismo ecológico dentro de estas áreas. Entre los ecosistemas de agua dulce, los de mayor importancia en el país son los lagos Gatún, Bayano, Alajuela, La Yeguada y Fortuna, todos ellos artificiales. Además, existen unos 350 ríos que desembocan en el Pacífico y 150 que desembocan en el Atlántico, cuya riqueza biológica requiere mayor esfuerzo de investigación.
P ARQUE NACIONAL CHAGRES La principal función de este parque es proteger la cuenca hidrográfica del canal y la protección de lugares históricos de mucha valía. El Parque Nacional Chagres es la fuente más importante de abastecimiento de agua potable para las ciudades de Panamá y Colón, también forma parte del suministro de agua (casi un 50%) para el funcionamiento del Canal de Panamá. Diversos
tipos
de
bosque tropical, el Lago Alhajuela, comunidades en general, donde el visitante puede observar las diferentes costumbres y culturas de los que habitan esta zona. Senderos terrestres escénicas vías acuáticas, abundante vida silvestre tropical, que incluye el Águila Harpía (ave nacional de Panamá), el jaguar y diferentes especies de monos. Cuenta con recursos históricos y culturales como el Puente del Rey y el Camino Real, con visibles vestigios del empedrado. Parque Nacional Chagres: Esta ubicado en las Provincias de Panamá y Colón, cuenta con una superficie de unos 129,585 hectáreas, rodeado de bosques tropicales húmedos (84%).
PARQUE NACIONAL GENERAL DE DIVISIONES OMAR TORRIJOS El Parque Nacional Omar Torrijos es una zona de bosques tropicales de tipo montano y premontano, alto y bajo, cuya vegetación se ve favorecida por las constantes lluvias que se suceden durante once meses al año. Además, es uno de los lugares más frescos del país, ya que sus temperaturas oscilan entre 20 y 22 grados centígrados de día, pero desciende hasta los 16 grados por la noche. Este clima tiene un efecto regulador para todo el país, que alivia en gran medida la temperatura de otras zonas más cálidas, como es el caso de la ciudad capital. Panamá, situado en zona tropical, tiene una temperatura media superior a los 30 grados centígrados durante todo el año. El Parque lleva el nombre del general Omar Torrijos Herrera quien falleció en un accidente aéreo en el año 1981. Este lugar es propio para los amantes del turismo ecológico o de aventura, cuenta con espectaculares paisajes naturales, rica biodiversidad de la flora (más de 2,000 especies de plantas), y fauna, todo tipo de animales como: ardillas, serpientes, boas, loros, tucanes, monos, jaguares, venado cola blanca, tapires, y algunos en peligro de extinción (puma, tigrillo, saínos), también se han podido identificar más de 300 especias de aves.
EL PARQUE NACIONAL ALTOS DE CAMPANA
El Parque Nacional Altos de Campana es el primer parque nacional creado en la República de Panamá en el año 1966. Tiene una superficie de 4,925 hectáreas. Está situado en la vertiente oeste de la cuenca del Canal de Panamá. Igualmente este parque está ubicado muy cerca de las costas de Chame y de sus planicies aluviales. Esta área protegida tiene altitudes que van desde los 400 metros hasta 850 metros. El punto más alto se denomina el pico de Campana. El parque tiene una temperatura promedio de 24ºC. Las precipitaciones superan los 2,500 mm por año. El parque contiene 26 especies de plantas vasculares endémicas de Panamá. En el
último censo se han identificado 198 especies de árboles y 342 especies de arbustos. En el parque se han registrado 39 especies de mamíferos. Es importante destacar al ratón rosillo de bolsa (Lyomis adspersus), que es mamífero endémico de la zona central de Panamá. Algunas especies de mamíferos comunes en el área son la zarigüeya (Didelphis marsupialis), el gato solo (Nasua narica), el mapache (Procyon cancrivorus), el perezoso de dos dedos (Choloepus hoffmani) y el perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus) y el mono tití (Saguinus geoffroyi).
PARQUE NACIONAL DARIÉN
Declarado por UNESCO como Reserva de la Biosfera Mundial, éste protege un área de más de 1.2 millones de acres de exuberantes bosques tropicales que no han sido tocados, a lo largo de la frontera con Colombia. Más de 300 especies de aves, incluyendo el Águila Harpía, cuatro especies de guacamayas y muchas especies endémicas hacen de este territorio un favorito de los observadores de aves a nivel mundial. Rica en cultura, Darién es la tierra de los indios Emberá, Wounaan y Kuna. En este parque nacional encontrarás playas de arena blanca, litorales rocosos, manglares, marismas y bosques tropicales de tierras altas y bajas que albergan una fauna y flora excepcionales, donde nacen los ríos más importantes de la región.
El parque cuenta con el centro ambiental y la estación científica Cana, situados en el corazón del mismo, un lugar importante para la observación de aves. Podrás observar las 4 especies de guacamayos del oriente de Panamá: la frenticastaña, la verde, la azul y amarilla y la roja y verde. Si disfrutas de esta actividad, este es tu sitio, en el recorrido por el parque cuentas con senderos naturales e históricos abiertos todo el año.. Sus especies más comunes son el guacamayo, el loro, el tapir y el Águila harpía. La ciudad más cercana al parque es El Real.
PARQUE INTERNACIONAL LA AMISTAD
Administrado conjuntamente por las autoridades de parques de Panamá y Costa Rica, este parque guarda intacto uno de los más antiguos bosques tropicales de tierras altas de Centro América. En él habitan muchas especies endémicas de aves, mamíferos y anfibios. La abundancia de hábitats y ecosistemas propicia una gran riqueza de especies, entre las que cabe mencionar los helechos y aliados de los géneros Lycopodium, Diplazium, Nephrolepis, Selaginella, Tectaria y Asplenium, principalmente localizados en zonas muy húmedas a orillas de ríos y quebradas o dentro del sotobosque espeso. Estas especies de helechos son características de ambientes húmedos y nublados de los bosques premontanos del neotrópico y, en muchos casos, son indicadores del estado de conservación de la vegetación. Entre las angiospermas más abundantes están: cedro amargo (Cedrela odorata), laurel (Cordia alliodora), mayo blanco (Vochysia hondurensis), gavilán (Pentacletra macroloba), miguelario (Virola sebifera), entre otras. Las plantas epífitas son abundantes y entre ellas se pueden observar: orquídeas, gesneriáceas, helechos y aráceas. El uso principal de la fauna silvestre es para consumo. Algunas de las especies de importancia cinegética son: macho de monte (Tapirus bairdii), venado corzo (Mazama americana), zaíno (Tayassu tajacu) y conejo (Sylvilagus brasiliensis); torcazas y pavas. Las comunidades y asentamientos humanos del PILA Caribe y del Pacífico no tienen establecidos períodos de tiempo para la pesca, y desarrollan esta actividad durante todo el año. La mayoría de las veces esta actividad se realiza únicamente para el consumo; no obstante, algunos pescadores sacan el pez boca chica para venderlo en los distintos establecimientos de El Silencio.
El Parque Nacional Marítimo Isla Bastimento, tiene como fin primordial el de preservar la vida marítima y salvaguardar arrecifes coralinos que ahí se encuentran y también de proteger las ranas diferentes colores. La isla Bastimentos, con unas temperaturas anuales medias de 26ºC y precipitaciones medias de 3,000mm permiten el desarrollo de densos bosques húmedos tropicales en los que se han registrado más de 300 plantas vasculares dominadas por el cedro bateo (Carapa guianensis), el níspero (Manilkara zapota), el mayo blanco (Vochysia hondurensis), el roble (Tabebuia rosea) y el amarillo (Terminalia amazonica). En el norte del área protegida se encuentra Playa Larga, es un lugar muy importante para la reproducción de las tortugas marinas. En la costa sur de la isla se localiza la laguna del Almirante, con sus numerosos canales que serpentean entre los islotes de manglar, rodeados de corales y de fondos arenosos cubiertos por praderas de hierbas marinas (Thalassia testudinum). El parque conserva la mayor extensión de manglares caribeños del país, así como los arrecifes de coral mejor conservados de dicho litoral, dominados por el mangle rojo (Rhizophora mangle) y el mangle blanco (Laguncularia racemosa). En el interior de la Isla Bastimentos se encuentra la única laguna de agua dulce conocida en un área insular de Panamá donde se pueden encontrar tortugas de agua dulce (Trachemis scripta), babillos (Caiman crocodylus) y cocodrilos (Crocodylus acutus).
El Parque Nacional Isla Coiba, pone a Panamá en un sitial muy importante en cuanto a la conservación de especies marinas ya que forma parte de una cadena de islas protegidas que va desde la isla del Coco en Costa Rica, pasa por la isla Coiba en Panamá, las islas Malpelo y Gorgona en Colombia y las islas Galápagos en Ecuador. En reconocimiento a ello, el Parque Nacional Coiba fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco el año 2005. El núcleo de este parque es la isla de Coiba, aunque toda el área protegida abarca más de 270 mil hectáreas. Lo especial es que se trata de una isla grande con otras más pequeñas y un considerable espacio de mar. En el litoral de las islas hay mucha vida. Al menos tres tipos de tortuga han escogido sus playas para poner sus huevos y existen arrecifes de coral que no hay en otra parte de la costa del Pacífico pañameño. En el ámbito marino sobresalen cerca 1,700 has de arrecifes y comunidades coralinas dentro del parque, en las que pueden observarse gran variedad de peces, crustáceos, moluscos. En las agua del parque pueden observarse además grandes cardúmenes de peces como atunes (Thunnus albacahes) y dorados (Coriphaena hippurus). También al tiburón ballena (Rhincodon typus), el tiburón tigre (Galeocerdo cuvier) y la manta raya (Manta birostris). Cuatro especies de tortugas marinas visitan las aguas del parque, alguna de ellas anidan en playas del sur de la isla, como es el caso de la tortuga golfita (Lepidochelys olivacea). La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), la orca (Orcinus orca) y los delfines moteados (Stenella attenuata) y mular (Tursiops truncatus) son frecuentes en las aguas del parque, además de otras 21 especies que han sido reportadas y que pueden aparecer de manera ocasional dentro de los límites del parque.
El
calentamiento
global es una preocupación no solo para Panamá sino que para todos, en ese rumbo se dirigen los esfuerzos de nuestro país al tener estos parques nacionales para poder mitigar los efectos.
Tampoco escapamos de temporadas de veranos más largos y sequías más fuertes y que causan grandes pérdidas económicas en el campo agrícola, que a su vez reduce los niveles de los ríos que trae otras necesidades como la falta de agua potable de consumo diario.
Es por ello que las autoridades nacionales que se encargan de este tema así como las organizaciones no gubernamentales velan por la conservación de estas, ya que Panamá es un país que sí bien es cierto tiene una posición geográfica privilegiada no está exento de vulnerabilidades por los fenómenos atmosféricos como lo son tormentas tropicales, frentes fríos o huracanes.
El problema del cambio climático es una de las preocupaciones que no sólo compete a las autoridades u organizaciones no gubernamentales sino que todos nosotros como ciudadanos ya que se tiene que ser el primer guardián de nuestro medio ambiente evitando la quema de herbazales, tener cuidado con el manejo correcto de los desechos, evitar la tala de bosques, conservando los manglares y respetando las áreas protegidas.
Por otro lado las comunidades costeras de ambas vertientes que son las más expuestas ya que son las más azotadas cuando se presentan estos eventos ciclónicos.
En materia de aspectos y problemas que involucran la fauna facilitan y permiten la destrucción masiva de los ecosistemas naturales
y
producen
impacto
en
la
biodiversidad e impacto ecológico en sitios
protegidos
forestales,
por
ley;
la
agropecuarios,
comerciales, e industriales; la falta de ordenamiento territorial permite el abuso de los recursos naturales, y el incumplimiento de normas furtiva, tala y quema para desarrollo de proyectos agrícolas y demás; mortalidad de los herbicidas e insecticidas; el control de organismos plagas que hacen daño a la invasora; problemas de las comunidades con especies que
le
representan
riesgos
de
recursos
provenientes de la fauna, como el comercio de aletas de tiburón, camarones, langostas, gusanos poliquetos para cultivos de camarón, ballenas; mineros e hidroeléctricos. Se observa que las políticas gubernamentales, facilitan y permiten la eliminación masiva de especies y el impacto sobre los distintos ecosistemas nacionales incluso dentro de áreas ya protegidas. El Estado Panameño ha permitido la destrucción de mayoría de los ríos del país. Ha producido riesgos a ecosistemas
naturales
de
sitios
declarados
Patrimonio Mundial de la Humanidad, como el Parque Internacional La Amistad, a sabiendas de que ese sitio se creó con el objetivo de tener una reserva.