Escarlata Callado estoy, no escucho nada más que mis latidos. El palpitar y el suspiro, Orquestas, sinfónias, melodiosas partituras En millones de células. Composición de impulsos del diafragma y corazón Logran una interpretación. Estoy solo, nada mas existe, nada más Que me acompañe o emita ruidos. Un cosco eco sibilante Ahogado en el oído. Mis ojos se nublan, mis labios se secan, Mi lengua se estanca, y solo escucho el viento, Y solo siento un sin igual aroma. Un perfume que muere muy lento. Como dibuja las aves el vuelo infinito en horizontes; Emprende mi mente, Levanta el vuelo; Sobrepasa las nubes, acaricia los montes. Arrastra mi vista empañada la luz, Coloca el jovial como caudaloso desborde. Caen mis pupilas como un velo oscuro, Trayendo imágenes de una verdad en la noche.
Soles y estrellas, nubes y lunas; Rostro y cabello, susurro de vida. No pienso nada más que en la existencia biser, Dios admirable, majestuoso adorable. Y humilde presencia que irradia la plenitud puedo ver. Nada me falta en la mente mientras llagan sus letras, Todo lo entiendo; rellena mi albor. Un ser imperfecto transformado me vuelvo, Se agazapa mi vida del la perfección, Concepto descrito Abarcado infinito y siento ilusión. Nada escribo, que cause suspiro. Mi vida se esfuma y rebata. Estampo tu nombre mil veces lo quiero… Más muere el desierto con cielo escarlata