REVISTA ESCOLAR
“Boca a boca”
CURSO 3ºA (2016/17) DEL COLEGIO ALMADÉN DE JAÉN
CEP “Almadén”
Curso 3º A
EDITORIAL Como viene siendo costumbre desde que estoy en este colegio he decido editar una revista escolar en donde se recopilen algunos de los trabajos que realizan los alumnos y alumnas en la clase de lengua. De este modo, “Boca a boca” sigue la línea continuista de la revista El Candil o El Loro, que fueron realizadas por otro alumnado anteriormente. Los nombres de las revista tienen siempre un origen, “Boca a boca” surge porque en este primer número se tratan temas relacionados con la literatura de tradición oral: adivinanzas, trabalenguas, refranes, canciones infantiles, fábulas, leyendas,… La tradición oral es aquella que se transmite por medio de la palabra hablada. A través de la tradición oral se ha ido divulgando desde épocas anteriores a la aparición de la escritura las experiencias y saberes, las costumbres y tradiciones, los comportamientos, la cultura,… de una sociedad a través de relatos como los que aparecen en esta revista. Estos relatos, la mayoría anónimos, se han ido transmitiendo de generación en generación, llegando hasta nuestros días. Con el fin de que no se pierdan han terminado por escribirse. Leer o escuchar textos de tradición oral nos permite aprender y recrearnos puesto que es una forma muy amena de acercarnos a la literatura, conocer nuestra lengua y dar rienda a nuestra imaginación. Espero que os guste… El profe: Juan Carlos
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ÍNDICE Adivinanzas…………………………………………. Canciones de comba…………………………. Refranes……………………………………………… Trabalenguas……………………………………… Fábulas…………………………………………………. Anécdotas…………………………………………… Leyendas……………………………………………… Cuento (Carasucia)……………………………..
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ADIVINANZAS Hilo es y no me lo aciertas en un mes. (Alicia) As no soy, as no fui, as no seré hasta el fin ¿Quién soy? (Malena) Vanidosa me dicen, Presumida soy, Y mis colores me envidian Por allá donde voy. (Patricia) Oro parece, plata-no es; el que no lo adivine, bien tonto es. (Alexandra) Blanca por dentro, verde por fuera, si quieres saber quién es, espera (Alexandra) Blanca por dentro, Verde pro fuera. Si quieres saber mi nombre Espera. (Carla) En este banco hay un padre y un hijo. El hijo se llama Juan. Y el padre, ya te lo he dicho (Carla, Diego) En el agua siempre vivo. Plateado es mi color, veloz como el rayo ¿Cómo me llamo? (Jesús) Soy verde, Me gusta saltar Jugar en el charco y también croar ¿Quién soy? (Elena Arias) Revista “Boca a boca”
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Un arco arriba y tú debajo; un arco abajo, pasas por encima. (Diego) Si lo escribes como es, soy de la selva el rey. Si lo escribes al revés soy tu Papá Noel. (Antonio Abolafia). Adivina adivinanza ¿qué tiene el rey en la panza? (Lucía, Nazareth) Vuelo entre las flores, vivo en la colmena. Fabrico allí la miel Y también lacera. (Jara) Si soy joven, joven quedo, si soy viejo, quedo viejo; tengo boca y no te hablo, tengo ojos y no te veo. (Antonio de la Chica) No toma té ni toma café ¿Qué es? (Lucas) Tengo nombre de animal, cuando la rueda se pincha, me tienes que utilizar. (Hugo) Desde el lunes hasta el viernes soy la última en llegar, el sábado soy la primera y el domingo a descansar. (Aurora) Tiene corona, pero no es un rey, tiene escamas, pero no es un pez ¿Qué es? (Adrián) Plata no es, oro tampoco ¿Qué es? (Ernesto) A tu boca voy, Y con ancha cara La sopa te doy. (Héctor)
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CANCIONES DE COMBA Que una, que dos y que tres, Pluma, tintero y papel, Para escribirle una carta a mi querido Miguel. En la carta le decía: Recuerdos para mi tía Que está vendiendo judías En la puerta de Almería. (Alicia) …………………………………………… Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser yo pago dinero como otra mujer Al pasar la barca Me volvió a decir Las niñas bonitas No pagan aquí. (Malena) Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser arriba la barca uno, dos y trés cuatro, cinco y seis. (Alexandra, Jesús) …………………………………………….
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Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser Yo soy una niña que quiere aprender (Carla). …………………………………………………………. Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser las niñas bonitas dan mucho que hacer. (Lucía) …………………………………. Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser yo pago dinero Como los demás. (Ernesto) ………………………………………………………. Al cochecito leré. me dijo anoche, leré, que si quería, leré montar en coche, leré. Y yo le dije, leré con gran salero, leré no quiero coche, leré que me mareo, leré. (Patricia, Antonio Abolafia, Héctor) Revista “Boca a boca”
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Soy la reina de los mares y ustedes los van a ver tiro mi pañuelo al suelo y lo vuelvo a recoger Pañuelito, pañuelito quién te pudiera tener guardadito en el bolsillo como un pliego de papel. (Alexandra, Elena Arias, Diego) ……………………………………………………….
Una, dola, tela, catola, quila, quilete, estando la reina en su gabinete, vino Gil, apagó el candil, candil candilón, cuéntelas bien que las veinte son. (Jara) Papá, mamá… ¿de cuántos años me voy a casar? De uno, de dos, de tres,… (Nazareth, Lucas, Hugo, Aurora) El nombre de María, que cinco letras tiene, que son la M, la A, la R, la I y la A… María. (Manuel). Debajo de un puente hay una serpiente Con ojos de cristal para ir al hospital ¿Se quiere usted salir? (Antonio de la Chica) Arroyo claro, fuente serena ¿Quién te lavo el pañuelo? saber quisiera. Me lo ha lavado una serrana en el río de Atocha, Una lo lava, otra lo tiende, otra le tira rosas y otras claveles. (Andrea)
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REFRANES Ándeme yo caliente. Y ríase la gente. (Alicia) No todo lo que brilla es oro. (Malena) Más vale ser cabeza de ratón que cola de león. (Alexandra) El que se pica, ajos come. (Patricia) A quien buen árbol se arrima buena sombra le cobija. (Carla) No hay mal que por bien no venga. (Jesús) No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. (Elena Arias) Buscarle la comba al palo. (Diego) Primero es la obligación que la devoción. (Antonio Abolafia). Barriga llena, corazón contento (Lucía). Más vale pájaro en mano que cien volando. (Jara) A quien madruga Dios le ayuda. (Andrea, Ernesto) Más vale pájaro en mano que cientos volando. (Lucas) En boca callada no entran moscas. (Hugo) Ojos que no ven corazón que no siente. (Aurora) A palabras necias, oídos sordos. (Héctor)
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TRABALENGUAS El cielo está enladrillado ¿Quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será. (Alicia) Piquito picotea poquito a poquito, pica que te pica con el piquito. (Malena) El hipopótamo hipo está con hipo ¿Quién le quita el hipo al hipopótamo Hipo? (Alexandra) Llaman bota a la bota y no al balón. El balón sí que bota y la bota sí que no. (Alexandra) Tres tristes tigres comen trigo en un trigal. (Patricia). El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado. (Carla) Pablito clavó un clavito en la cabeza de un calvito. En la cabeza de un calvito un clavo clavó Pablito. (Jesús, Lucía, Lucas) Pata, Peta, Pita y Pota, cuatro patas, con un pato y dos patas cada una. Cuatro patas, cada pata con dos patas y su pato. Pota, Pita, Peta y Pata. (Elena Arias) Erre con erre, guitarra, erre con erre carril, rápido ruedan las ruedas del ferrocarril. (Antonio Abolafia)
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Tres grandes tigres tragones tragan trigo y se atragantan. (Jara). Un doctor que es otorrinolaringólogo trabaja en la otorrinolaringología. (Nazareth) Hay tontos que tontos nacen, y tontos que tontos son, y tontos que tontos hacen a los que tontos no son. (Manuel) A Cuesta le cuesta subir la cuesta. En medio de la cuesta va y se acuesta. (Antonio de la Chica). Compadre, cómprame un coco. Compadre, coco no compro, porque el que poco coco compra, poco coco come. (Andrea) Cuando cuentes cuentos, cuenta cuantos cuentos cuentas, porque si cuentas cuantos cuentos cuentas, nunca sabrás cuantos sabes contar. (Aurora) Son tres don Pedro Pérez Crespo: Don Pedro Pérez Crespo, el de arriba, don Pedro Pérez Crespo, el de abajo y don Pedro Pérez Crespo el del rincón. (Adrián) Pepe pela patata para una tortilla y ensalada. Pepa pela que pela, pela que pela y se empapa. (Ernesto). Era una manzana reineta. Era la reina de las manzanas de la huerta. La manzana reineta se llama Enriqueta. (Héctor)
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FÁBULAS El Astrónomo En un país muy lejano, donde la ciencia es muy importante para sus habitantes, había un anciano astrónomo, le gustaba realizar el mismo recorrido todas las noches para observar las estrellas. Un día, uno de sus viejos colegas le dijo que había aparecido un extraño astro en el cielo, el anciano salió de la ciudad para poder verlo con sus propios ojos. Muy emocionado estaba el astrónomo mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos pasos de él había un agujero. Cuando se cayó al agujero comenzó a gritar pidiendo ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acercó hasta el agujero para ver lo que sucedía; ya informado de lo que había ocurrido, le dijo al anciano: "Te ayudaré a salir de ahí, pero ten mucho cuidado la próxima vez que salgas por un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo." Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se transita. Héctor.
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Los dos sabios Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba que solo se sustentaba de las hierbas que cogía. ¿Habrá otro, entre si decía, más pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvió halló la respuesta, viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él despreció. Moraleja: Nadie es tan pobre que no pueda encontrar a otro más pobre aún.
“Los tres pájaros en la cerca.” Había tres pájaros montados en una cerca. De esos tres, dos decidieron volar muy lejos, mientras que el otro decidió quedarse en la cerca donde estaban. ¿Cuantos pájaros quedaron? Quedaron 3 pájaros.
Moraleja: Decidir algo no es suficiente. ¡Tienes que hacerlo! Andrea
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“El lobo y la grulla” A un lobo que comía un hueso, se le atragantó el hueso en la garganta, y corría por todas partes en busca de auxilio. Encontró en su correr a una grulla y le pidió que le salvara de aquella situación, y que enseguida le pagaría por ello. Aceptó la grulla e introdujo su cabeza en la boca del lobo, sacando de la garganta el hueso atravesado. Pidió entonces la cancelación de la paga convenida. -- Oye amiga -- dijo el lobo -- ¿No crees que es suficiente paga con haber sacado tu cabeza sana y salva de mi boca?
Moraleja: Nunca hagas favores a malvados, traficantes o corruptos, pues mucha paga tendrías si te dejan sano y salvo. Ernesto
“El caballo viejo” Un caballo que era muy viejo lo vendieron a un molinero para darle vueltas a un molino. Él pensaba en su juventud cuando era famoso se reía de los viejos y ahora se arrepentía y pensaba las vueltas que da la vida. Moraleja: Mejor ser humilde cuando tienes poder porque un día lo puedes perder. Antonio de la Chica.
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“El lobo con piel de cordero” Un día un lobo pensó cambiar de apariencia para poder cazar su comida. Se metió en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor. Cuando fue con el rebaño para su encierro, el pastor fue a buscar su provisión de carne para poder comer al día siguiente. El pastor cogió al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.
Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño. Antonio Abolafia, Aurora y Jesús.
“La paloma y la hormiga” Había una hormiga en un manantial y vino una ráfaga de viento y se cayó al manantial y vino una paloma y la salvó. Luego vino un cazador y quiso matar a la paloma, pero la hormiga le mordió al cazador y la salvó.
Moraleja: Intenta ayudar a los que te ayudan. Lucas Revista “Boca a boca”
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“El león y el ratón” Unos ratoncitos que estaban jugando en un prado despertaron a un león que dormía plácidamente. Al pie de un árbol. La fiera se levantó de pronto y atrapó entre sus garras al ratoncito más atrevido de la pandilla. El ratoncito, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en ayudarlo. Y aunque esta promesa le hizo reír, el león terminó pro soltarlo. Tiempo después la fiera cayó en las redes de un cazador y, como a pesar de su fuerza no podía salvarse, empezó a rugir muy fuerte. El ratoncillo acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes. De esta manera le salvó la vida al león y éste le prometió ser más generoso.
Moraleja: Conviene ser generoso con todo el mundo pues con frecuencia necesitamos la ayuda de alguien débil. Aurora, Malena.
“La cigarra y la hormiga” Había una vez una cigarra que era muy vaga y holgazana que se pasaba todo el verano tocando la guitarra y cantando gri,gri,gri… Mientras tanto, su vecina, la hormiga, trabajaba duro recogiendo comida para el invierno. Al llegar el invierno la cigarra sintió frío y estaba hambrienta y fue a la casa de su vecina la hormiga y le dijo –tu tienes comida y una casa calentita mientras que yo no tengo nada ¡Ayúdame, por favor!—exclamó la cigarra. -- ¿Qué hiciste en el verano mientras yo trabajaba con el sudor en la frente?— contestó la hormiga.
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-- Cantar – contestó deprimida la cigarra. La chicharra entró en la casa de la hormiga y estuvieron calentitos todo el invierno.
Moraleja: No dediques todo tu tiempo a la diversión y el placer. Trabaja duro y guarda lo que ganas para los tiempos difíciles. Alicia, Adrián, Alexandra y Jara.
“El niño y los dulces” Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Cogió todas las que pudo, pero cuando trató de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. Como tampoco quería perder aquellos dulces, lloraba amargamente. Un amigo que estaba cerca le dijo: – Confórmate con la mitad y podrás sacar la mano con los dulces-. Moraleja: Nunca trates de abarcar más de lo debido, pues no podrás. Elena Arias, Hugo y Lucía.
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“La pulga y el hombre” Un hombre disfruta de un buen sueño, cuando comenzó a sentir picazón por todo el cuerpo. Molesto por la situación, buscó por toda su cama para ver qué era lo que les estaba causando tanta molestia. Tras su búsqueda encontró a una minúscula pulga y le dijo las siguientes palabras: - ¿Quién te crees que eres insignificante bicho, para estar picándome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi merecido descanso? - Contestó la pulga: "Discúlpeme señor, no fue mi intención molestarlo de ninguna manera; le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño tamaño no creo que lo pueda molestar mucho." El hombre riéndose de las ocurrencias de la pulga, le dijo: - Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes.
Moraleja: todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias. Patricia
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ANÉCDOTAS “El mono” Cuando yo era pequeño, en el Zoológico de Córdoba me estaba comiendo un plátano y un mono se acercó para quitármelo. Entonces, corrí diciendo ¡ay, ay…!, pero no me di cuenta de que había un cristal que lo separaba de mí y todos nos reímos… Héctor.
“Los pipinillos” Cuando yo era pequeña me estaba comiendo pepinillos. Mi padre me dijo: ¿qué estás comiendo? Yo les dije: pipinillos… Y no pararon de reírse. Andrea
El portero de fútbol Un día de verano estaba jugando al fútbol con mis amigos del campo. Uno de mis amigos que era mayor me iba a chutar un balón muy fuerte. Seguro que no lo iba a parar… Así que me di la vuelta y me agaché. El balón terminó rebotando en mi espalda. Antonio Abolafia.
Los cachorros Un día fui a ver mi caballo. Los perros de Pepe, que son cachorros, se llaman Pirata y Blanquita, salieron corriendo y me tiraron al suelo y empezaron a lamerme la cara y el pelo jugando conmigo. Todos los que estaban allí se rieron mucho. Aurora
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En el camping Era verano, estábamos en el camping Fuente la Pacuala, en la piscina pequeña. Jugaba con mi hermana cuando mi padre se iba a meter por los pies. De pronto se tiró en plancha y se hizo una brecha en la cabeza y todo el mundo se rio. Alicia
El corte de flequillo Mi hermano jugaba en su cuarto y de repente sin que mi madre se diese cuenta cogió las tijeras. Se cortó todo el flequillo y salía por el pasillo gritando: ¡mamá, mamá!… Mi madre no sabía si llorar o reir… Esmeralda
Haciendo el pino Un día estaba haciendo el pino en mi patio. Me caí y di la vuelta. Me hice un chichón y una herida y todos mis vecinos se rieron de mí. Elena Arias
La chancla voladora Un día jugando con mis primos de Cazadilla al intentar dar una patada al balón salió mi chancla volando al tejado del cuartel de la Guardia Civil. Los guardias buscaron, pero no quedó rastro de la chancla. Manuel.
Mi perro Cuando me levanté por la mañana fui a acariciar mi perro, Turco y se despertó de golpe. Como seguía teniendo sueño me dormí de nuevo. Luego mi perro se subió a la cama y me lamió los pies y me arañó un poco en mis partes bajas, pero me levanté y dejó de arañarme. Adrián.
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La carroza Un día de romería en Valdepeñas iba montado en una carroza y me caí de ella. Tuve que correr mucho para poderla coger, pero no me hice ningún año. Hugo.
El agua congelada. Hace unos días fui al campo de unos amigos de mis padres. Estaba allí también su sobrino que tiene cinco años. Por la noche cuando ya habíamos cenado mi padre, de broma, dijo: “vamos a tirar a Patricia al agua” y el niño me tiró al agua que estaba congelada porque le habíamos echado cubitos de hielo. Patricia
La silla movediza Un día cuando iba a comer, al sentarme en la silla, me caí al suelo porque la silla no estaba en su sitio. Jara.
El choque con el cartel Mi papa iba hablando conmigo por la calle y como es tan alto se chocó con un cartel de una tienda. Jesús
El perro salchicha Un día estábamos en el campo jugando al escondite y pasó un perro salchicha. Yo grité. “¡hay una salchicha!”. Todos mis amigos corrieron hacia mi pensando que era una salchicha de verdad. Lucía
El virus Me puse muy mala con gastroenteritis y se lo pegué a mi hermana. Luego a mi padre y a mi madre. Y, al parecer, mi abuelo y mi tía también fueron cayendo. Carla.
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LEYENDAS La leyenda ibreña. La campana de la ermita. En Despeñaperros ya casi al anochecer van caminando a buen paso tres infelices viajeros. De repente entre las matas les salen unos hombres - ¡La bolsa o la vida! – dicen; ellos no se detuvieron. De súbito suena un disparo y el padre cayó muerto. Despojaron al muerto y al niño se lo llevaron para hacerlo bandolero. Pasaron muchos años….y al fin Carlos III logró echar a los bandoleros de Sierra Morena imponiéndoles busca y captura - “Persecución sin tregua a bandidos y bandoleros”. Uno tras otro fueron cayendo. -
“La justicia me hará preso” – pensó el bandolero, viéndose perseguido y acosado.
Desesperado recurre a la solución más drástica, pero de pronto, se oyó el sonido de una campana a lo lejos. ¡Tolón….,Tolón! -
¿Dónde oí yo esa campana que me ha estremecido mi pecho?. ¡Ah!, si de mi tierna infancia me trae el grato recuerdo. Pues mi madre me llevaba cuando sonaba en el pueblo a la ermita de la Virgen de los Remedios. ¡Tolón, Tolón….,Tolón!. ¡Oh!, si mi madre viviera y supiera que me encuentro en tan pavoroso trance. – dice el bandolero.
Como por un fuerte imán fue atraído el bandolero llegando hasta penetrar en el interior del templo donde se encontraba una anciana orando. -
¿El hijo por quien yo ruego?. Se preguntó al verle.
-
¡Él mismo!. Contestó él.
-
¡Virgen bendita!. Ella me trajo a este pueblo.
-
¡Que tales milagros hace la Virgen de los Remedios!.
Héctor.
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El Cristo de Chircales Una noche de mucha lluvia y de tormenta un hombre que no tenía casa ni donde dormir se encontró con una cueva. El hombre llamó a la puerta y cuando le abrieron dijo: -- me puede dejar entrar o por los menos dormir-- Ese hombre estaba medio muerto. Los de la cueva lo dejaron entrar. Una vez dentro se cambió, comió y se quedó dormido. Al día siguiente, cuando el dueño de la cueva se levantó vio que el hombre se había ido ya. Como agradecimiento le dejó un lienzo enrollado de un Cristo. Al Cristo le llamaron de chircales porque el lugar donde ocurrió esto se llama Chircales.
Malena Marchal Pareja
Leyenda de los angelitos de la Virgen de las Angustias Una mañana del año 1667 llegó a Jaén un escultor llamado Antón acompañado de su esposa y sus dos hijos gemelos. Encontraron vivienda en una casa en el barrio de la Magdalena, pero los vecinos se extrañaban pues la mujer y los hijos jamás salían a la calle. Antón comenzó a trabajar como escultor en las obras de la Catedral. Una noche Antón desapareció con la familia sin dejar rastro. Los vecinos dijeron que habían escuchado fuertes gritos en la casa así como el galopar de caballos. Unos 10 años más tarde volvió a verse a Antón por Jaén, con signos de sufrimiento en su rostro. Antón contó que muchos años atrás se enamoró de la hija de un rico musulmán, pero como el padre no aprobaba esa unión decidieron huir juntos guardando el secreto a todo el mundo. Pero esa noche ocurrió lo temido,
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presentándose en su casa seis hombres armados y a caballo llevándose a su esposa y a sus dos hijos pequeños. Antón no podía dejar de llorar recordando aquellos amargos momentos y las caras de dolor de su familia. Tenía grabada en su mente los rostros de dolor y llenos de lágrimas de sus hijos. Antón comenzó a trabajar en un precioso retablo para la Virgen de las Angustias, pero en sus ratos libres tallaba unos angelitos que lloraban amargamente con gran dolor. En aquellos rostros plasmó las imágenes de sus dos hijos en aquel triste momento en que fueron arrancados de su lado. Los angelitos fueron colocados al pie de la imagen de Nuestra Señora la Virgen de las Angustias. Antón volvió a desaparecer y nunca más se supo de él. Aurora María Rodríguez Gallego
Leyenda del niño de la Catedral de Jaén Cuenta la leyenda que en la Catedral de Jaén habita el espectro de un niño de unos 10 ó 12 años, que deambula por el templo. Se dice que en la Semana Santa de 1950, un niño que estaba subido en una estructura esperando la salida de Nuestro Padre Jesús, cayó al suelo y falleció. Dicen que cuando es la hora del cierre del templo, se suele oír el llanto de un niño y hay gente que lo ha visto corriendo por la catedral. Algunas personas que lo han visto, han ido detrás de él y ven que se mete bajo el manto de la Virgen de las Angustias, pero cuando han ido a regañarle no había nadie. Patricia
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Leyenda del tesoro del patio de los Naranjos. Cuenta la leyenda que en Córdoba aún existe un tesoro escondido... Si hay en Córdoba un lugar mágico y especial por encima de todos, ese es el Patio de los Naranjos en la Mezquita, un rectángulo de luz donde el tiempo se detiene trasportándonos al pasado. Retrocedemos al siglo XVI, la Mezquita es el corazón de Córdoba y en su patio vemos 96 naranjos, organizados en tres cuadrados e intercomunicados por acequias trazadas en el suelo, por las que se distribuye el agua entre ellos. Es primavera y el aroma del azahar inunda el patio, se oye el agua de la fuente mayor y el murmullo de los mercaderes ofreciendo extrañas obras de arte, entre ellos hay un joven con un pequeño cofre lleno de tesoros. Parece nervioso, mira a todos lados, necesita esconder el cofre para que no se lo quiten, y decide ocultarlo en el Patio de los Naranjos.
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Cuenta la leyenda que este joven era discípulo de un sabio matemático , y que por medio de una fórmula matemática relacionada con el número de naranjos es posible encontrar el tesoro, pero dicha fórmula también está oculta en un lugar del Patio de los Naranjos, y según la leyenda solo un día al año y desde lo alto de la torre del Alminar, se puede ver como un rayo de sol ilumina una marca en el sitio exacto donde está escondida la fórmula matemática, con la que se puede encontrar el tesoro. Durante muchos siglos, han intentado encontrar ese sitio, y esa marca, pero nadie lo ha conseguido hasta el momento, así que el tesoro sigue escondido en algún lugar del patio de los naranjos de la Mezquita. En Córdoba se cuenta que hace años, a un niño le regalaron un libro antiguo, y que, al abrirlo para leerlo, una nota cayó al suelo, esta nota decía:
ÂfxÜö xÇ ÑÜ|ÅtäxÜt? xÇ xÄ w•t Öâx xÄ fÉÄ tÄàâÜt àxÇzt?
ÑtÜt Öâx âÇ ÜtçÉ Ät gÉÜÜx vÉÇàxÇzt ç xÇ xÄ Ñtà|É Ät ÅtÜvt tÑtÜxévt5 Carla
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Leyenda del borrego Blanco de Lupión y Begijar” Cuenta la leyenda, que desde hace muchos años, los jóvenes de estos pueblos, a menos de 2 Kilómetros, iban andando a las fiestas. Una noche de luna llena, un joven volvía de madrugada, vio un borreguito blanco, brillante por la luz de la luna, “be, be,..”; lo cogió y se lo echó a cuestas. De pronto escuchó: “chis-chis”, “chis-chis”,…, estaba solo, miró al borrego, y éste le dijo: “¿tiene tu padre los dientes tan largos como los míos?” Lo soltó y salió corriendo a casa, sus padres no se lo podían creer. Pero a la semana siguiente, a otro chico le volvió a salir el borreguito, lo cogió y también escuchó: “chis-chis”, “chis-chis”,.. ¿Tiene tu padre los dientes tan largos como los míos? Pero no le dio tiempo a soltarlo y le clavó sus grandes dientes en la garganta, el joven murió. Desde entonces, los padres de ambos pueblos no dejan que sus hijos vayan de noche de pueblo en pueblo, y menos las noches de luna llena; pues aún hoy se escucha: “be, be, be,…..”.
Alicia
Leyenda de las orejas del conejo Un conejo estaba triste ya que debido a su cuerpo tan pequeño, le daba miedo que los otros animales lo cazaran para comérselo. Un ave que lo vio triste, le dijo que fuese a lo alto de la montaña a ver a Dios ya que Él le ayudaría. Así lo hizo, fue a verlo y Dios le dijo que para ayudarle le tenía que llevar la piel de un cocodrilo, de una serpiente y de un mono. Se lo contó a sus amigos del bosque que le prestaron las pieles para llevárselas a Dios. Dios al ver que lo había conseguido, accedió a su petición y le puso las orejas grandes, no el cuerpo, para que pudiera escuchar a los depredadores y poder escapar de ellos. Elena Arias
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La leyenda de Nuestro Padre Jesús “El Abuelo” Cuenta la leyenda que un anciano fue acogido durante una noche en una casería de las afueras de la ciudad de Jaén, y al ver un grueso tronco a la entrada de la casa dijo a los dueños -"Qué buen Nazareno saldría de ahí"Ante el preguntaron,hacerlo?"-
comentario del "¿usted sería
anciano, capaz
le de
Él asintió y pidió únicamente que lo dejaran trabajar a solas en una habitación sin herramienta alguna, pues no tenía necesidad de ellas. Los sorprendidos dueños accedieron a tan singular petición y dejaron al abuelo solo con el tronco de olivo. Pasaron las horas y ningún ruido salía de la habitación. Preocupados, los dueños, tocaron a la puerta por si había pasado algo y al no obtener respuesta decidieron entrar... En la habitación no estaba el abuelo y en lugar del tronco había una hermosa talla de cuerpo completo del Nazareno. De esta historia viene le nombre de esta procesión, conocida como "El Abuelo". Andrea
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CUENTO “Carasucia” "Érase una vez un niño bueno e inteligente que era la alegría de sus padres. Sólo tenía un defecto: su poca afición al aseo y a la limpieza, por lo que era conocido por el simpático apodo de "Carasucia". A pesar de este problema, era el niño más listo y trabajador que pudiera imaginarse, ayudando siempre a sus padres en todas las tareas del campo y de la casa. Un día, una bandada de pájaros empezó a picotear el verde trigo recién sembrado por su padre. Este, viendo perdida la cosecha, llamó con rapidez al remediador de todos sus males. - ¡Carasucia!, ¡Carasucia! ¡Que se comen el trigo, si tú no lo remedias! Y así hubiera sucedido efectivamente de no aparecer de inmediato el hijo que, nada más llegar, comenzó a cantar esta bien rimada canción : Pajarillos, revolando, que habéis venido de lejos, cuidado, os estáis comiendo el trigo de Don Alejo. No os comáis, pues, el grano y marchaos para otras tierras, que en invierno y en verano al que no come, lo entierran. El efecto de la coplilla fue fulgurante, ya que los pajarillos abandonaron de inmediato el sembrado, levantando el vuelo en aquel mismo momento. El padre, agradecido, gritaba : ¡Ja, ja, ja, con que Carasucia!, ¿eh? ¡Como si fuera algo malo! ¡Hay niños con cara limpia, que no están tan bien "criaos"! Revista “Boca a boca”
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Otro día, el padre necesitaba cargar el burro con paja para el invierno, pero el animal no se dejaba. Rebuznando y dando patadas, se resistía a que le colocaran el aparejo. Ni con la cadena del pozo, ni con la vara del arado podía hacer callar al alborotado jumento. - ¡Carasucia!, ¡Carasucia! ¡Que no puedo cargar el burro, si tú no lo remedias! Y he aquí de nuevo al querido hijo plantado delante del burro, dispuesto a solucionar una vez más los problemas del padre. - ¡Sooo, burrito, para el rebuzno un poquito! Y el burro, como si hubiera sido hipnotizado por su pequeño amo, dejó de dar pingos y rebuznos, siendo cargado con los sacos de paja como si tal cosa. El padre, entusiasmado, gritaba: ¡Ja, ja, ja con que Carasucia!, ¡eh? ¡Como si fuera algo malo! ¡Hay niños con cara limpia, que no están tan bien "criaos"! Otro día, estaba el pequeño jugando con sus amigos, cuando resonó con fuerza la llamada angustiosa del padre : - ¡Carasucia!, ¡Carasucia! ¡Que me muerde este perro, si tú no lo remedias! Un enfurecido perrillo tenía mordidos los pantalones del padre y tiraba de ellos con tanta fuerza que estaba a punto de derribarlo. Carasucia se acercó con ligereza y tranquilizó al animal con las siguientes palabras: Perrillo de mis amores, Carasucia yo me llamo, deja de pegar tirones, porque te llama tu amo.
Revista “Boca a boca”
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CEP “Almadén”
Curso 3º A
Una vez más se había solucionado el problema y, como siempre, el padre lanzaba a los cuatro vientos su agradecimiento con la coplilla que ya conocemos: Ja, ja, ja, con que Carasucia!, ¿eh? ¡Como si fuera algo malo! ¡Hay niños con cara limpia, que no están tan bien "criaos"!
Y aquí se acaba mi cuento, que para ti me he "inventao". Al bueno de Carasucia no lo tengas "olvidao". Pues la vida nos demuestra que no importa el exterior, que importa más lo de dentro, como Dios nos lo mandó".
Joaquín Quesada Guzmán Cuentos de tradición oral de Pegalajar.
Revista “Boca a boca”
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