Cuadernillo versión-1 (con ensayos )

D e l c ap i t al i s m o al s o c i al i s m o

Colectivo

de autores y autoras

Rentismo y petrรณleo en Venezuela

CONTENIDO

INTEGRANTES DEL CURSO

ÍNDICE AQUÍ

Facilitador______Oswaldo Garrido Edith Blanco Argimiro Carrero Meruska Fuenmayor Karen Hernández Carmen Jiménez Carlos Lavado Fernando Martínez Integrantes_____ Jorge Moronta Ronny Nava Ninoska Paz Rossana Ríos Lilibeth Semprún Juan Carlos Sotillo M. Omer Vilchez

Comandante HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO Página 1

EDITORIAL TEXTO DE LA EDITORIAL AQUÍ....

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EL FORO

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EL FORO EN IMÁGENES

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EL FORO EN IMÁGENES

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Los ensayos RENTISMO Y PETRร LEO EN VENEZUELA: DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO Pรกgina 6

DISTRIBUCION DE LA RENTA PETROLERA Y LA CONFOMACION DEL ESTADO COMUNAL

EDITH E. BLANCO FONTALVO Magister en Ciencias Ambientales. Docente del Programa de Formación de Grado en Hidrocarburos de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Sede Zulia. e-mail: edithblanco02@gmail.com.

El ingreso nacional de Venezuela tiene dos

componentes perfectamente distintos. El primero, que puede denominarse ingreso nacional propiamente dicho el cual es el resultado del esfuerzo productivo nacional, esto es, de la conjugación del capital y del trabajo. El segundo componente, es la renta petrolera, que es la remuneración internacional de un recurso natural nacional (Batista y Monmer, 1988). Desde el punto de vista de la Teoría Económica, esa remuneración, que se paga con cargo a la propiedad sobre los recursos naturales, es clasificada como renta o ingreso apropiado que no compromete el desgaste de recursos productivos y, por lo tanto, no genera lo que los economistas definen como “ingreso productivo”, ligado estrechamente al trabajo socialmente prestado por la nación que habita ese determinado territorio. (Monmer, 1987).

La renta petrolera, ha caracterizado el desempeño del sistema económico venezolano (Batista y Monmer, 1988) y su distribución es un acto profundamente político mediado por la dinámica del mercado capitalista (Terán, 2014). En Venezuela, el flujo de la renta petrolera ha evolucionado ampliamente desde la aparición del petróleo hasta la actualidad. Los mecanismos de distribución variaron con el desarrollo, económico, político y social del país (Monmer, 1987). El primer destino que se le dio a la renta petrolera fue el gasto corriente del gobierno central, dejando a la población en las condiciones de atraso que caracterizaban al país en los años veinte, a lo que se unía la precariedad de la autoridad del Estado fuera de las zonas cercanas a la capital (Batista y Monmer,

1988).

La capacidad del gasto en salud y educación, se amplió en las dos últimas décadas del punto fijismo la cual se había restringido, probablemente por la influencia de los modelos neoliberales que se estaban imponiendo en América Latina, por otra parte durante la democracia representativa, en los años 60 y 70 fue muy inclusiva, extendió los derechos sociales, pero en los últimos 20 años experimentó un prolongado declive que el chavismo pudo revertir (López, 2017), a través del modelo político socialista que permitió la recuperación del papel del Estado en la regulación de la economía, el control de la renta petrolera y su utilización como mecanismo redistributivo, impulsando el consumo popular en el mercado interno. Procesos todos que permitieron combatir los feroces resultados del neoliberalismo en términos de pobreza y distribución del ingreso en el país (Belloni, 2016) y en líneas generales, se empezaron a satisfacer derechos sociales que antes, con la renta petrolera, no se satisfacían (López, 2017).

En este sentido, el Plan de la Patria (2002), hace referencia a establecer un Modelo Productivo Socialista con el funcionamiento de nuevas formas de apropiación, generación y distribución de los excedentes económicos y el establecimiento de una nueva forma de distribución de la renta petrolera, esta última dirigida a mejorar las condiciones de habitabilidad de las áreas urbanas y rurales que acogen a la población más vulnerable, debe, por lo tanto, constituir un importante objetivo de las políticas públicas, entendiendo que el desarrollo

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económico y el crecimiento de los ingresos no resuelven por sí mismos el problema de satisfacer las demandas de calidad de vida de la población bajo condiciones de equidad.

Una redistribución social y territorial de la renta petrolera constituye el inicio para la construcción de un sistema de economía comunal (Belloni, 2016). La comuna es la estructura social que construye desde su historia, y con una dinámica genuina, el socialismo concreto; considera sus pilares fundamentales la sustanciación de la economía y el fortalecimiento de la organización sobre la base de la praxis revolucionaria, por lo que se hacen necesarios cambios estructurales en la propiedad de los medios de producción, en la organización genuina del pueblo, en los procesos continuos de formación de comuneros/as en lo político-ideológico y en la planificación participativa para definir colectivamente el horizonte a construir.

Las comunas como proyecto político a gran escala, no solo constituyen una plataforma para la construcción del “Socialismo del Siglo XXI”, sino son núcleos de resistencia territorial ante una crisis capitalista a escala global o nacional. En la medida en que germinan procesos de organización comunitaria y autogobierno, y dentro de lo posible, de autosostenibilidad, se desplazan no sólo los altos niveles de dependencia de los sujetos con el capital, sino incluso con el Estado central (Terán, 2014).

La distribución equitativa de la renta petrolera a través de las comunas se fundamenta en la conformación de los Comités de Gestión establecidos en el Artículo 31 de la Ley Orgánica de las Comunas. El Artículo 31 señala: “Los comités de gestión son los encargados de articular con las organizaciones sociales de la Comuna de su respectiva área de trabajo, proyectos y propuestas a ser presentados a través del Consejo Ejecutivo ante el Parlamento Comunal. Los comités de gestión se conformaran para atender las siguientes áreas: Derechos humanos, salud, tierra urbana, vivienda y

hábitat, defensa de las personas en el acceso a bienes y servicios, Economía y producción comunal, mujer e igualdad de género, defensa y seguridad integral, familia y protección de niños, niñas y adolescentes, recreación y deportes, educación, cultura y formación socialista”.

“Las comunas que se conformen en los pueblos y comunidades indígenas, atendiendo a sus culturas, prácticas tradicionales y necesidades colectivas, podrán crear, además de los comités de gestión establecidos en este artículo, los siguientes: Comités de ambiente y ordenación de la tierra, Comité de medicina indígena y Comité de educación propia, educación intercultural bilingüe e idiomas indígenas”. Esto determina la pequeña y media escala de los diversos proyectos destinados a elevar la autonomía financiera, mejorando la calidad de vida de los habitantes que conforman la comuna, lo cual es posible al dar cumplimiento al Artículo 39 de la Ley Orgánica de las Comunas el cual estable que una de las funciones del Consejo de Economía Comunal es “Promover la conformación de organizaciones socio-productivas para el desarrollo y fortalecimiento del sistema económico comunal”.

Lo antes expuesto conlleva a la constitución de un modelo de desarrollo concebido de forma democrática y soberana donde se generen sucesiones productivas integradoras de la actividad agrícola con la industrial; donde se eleve la capacidad adquisitiva de la población local orientada hacia la satisfacción de necesidades socialmente necesarias; que permita la democratización de los procesos de toma de decisiones y favorecer la generación de ingresos propios de la ciudadanía; así como también ampliar la obtención local de alimentos y optimizar la prestación de servicios públicos esenciales; entre otros. Se trata de reducir la dependencia de insumos y bienes finales provenientes del exterior para generar un mercado interno, activando así una dinámica propia orientada al desarrollo endógeno, administrado bajo las regulaciones establecidas en la Ley de las Comunas.

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Si bien es cierto que en la actualidad la renta petrolera esta mejor repartida, también es cierto que con la conformación del Estado Comunal y la implementación de la Ley de las Comunas el Estado podrá planificar estratégicamente la distribución de los ingresos provenientes de la renta petrolera de la forma más equitativamente posible en los sectores más vulnerables, además de crear fondos futuros a la hora de incrementar la inversión social del gasto público a medida que vaya creciendo la población económica activa y la población en general, por lo que se profundizaran los planes de inversión social, tecnológicos y ambientales materializados a través de las diferentes misiones puestas en prácticas en el país, lo cual permitirá reducir de la pobreza extrema y del hambre; la eliminación de disparidades de género en la educación primaria y secundaria; erradicar el analfabetismo entre la población juvenil; el acceso gratuito a los medicamentos y al tratamiento de la infección por VIH; a la reversión de la tendencia de casos de tuberculosis; la incorporación de principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente; diversidad biológica; acceso sostenible al agua potable y cobertura de recolección de agua servida; disponibilidad de los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de información y comunicación; y ampliación y fortalecimiento de mecanismos de cooperación para el desarrollo.

Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº6.118 Extraordinaria.

4.

Ley Orgánica de las Comunas (2010).

Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

5.

Monmer, Bernard. (1987). La Distribución de la Renta Petrolera. El Desarrollo del Capitalismo Rentístico Venezolano. Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS). Caracas, Venezuela.

6.

López Sánchez, Roberto: (2017). De la usurpación de la soberanía popular y otros demonios. Entrevista publicada en el diario Versión Final. Com. 7.

Terán Mantovani, Emiliano (2014). La crisis del capitalismo rentístico y el neoliberalismo mutante (1983-2013). Documentos De Trabajo Nº 5. Edición digital PDF. ISSN 2344-6492.

Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (FCELR).

Literatura Citada 1.

Batista A. y Monmer B. (1988). Renta Petrolera y Distribución Factorial del Ingreso.

Editorial Tropykos. Caracas, Venezuela.

2.

Belloni, Paula, (2016). Venezuela: “Sólo el pueblo salvará al pueblo”. Debate sobre los avances, límites y desafíos del proceso bolivariano.

Disponible en: Diario Versión Final. Com. 3.

Ley del Plan de la Patria (2013). Segundo RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO Página 9

GEOPOLÍTICA PETROLERA: LA UNIÓN ENERGÉTICA DE LA COMUNA DEL SUR

ARGIMIRO JOEL CARRERO RAMÍREZ

Resumen En el presente ensayo tuvo como propósito el describir ¿Como es y cuáles son las características de las comunas y de las empresas multinacionales de integración energética de Petroamérica, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur?, vale decir describir la manera como esos dos factores comunas y empresas multinacionales conducen a la unión energética de la comuna del sur. La investigación fue de diseño bibliográfico de tipo documental y de nivel explicativo. La conclusión más relevante es que la integración de empresas multinacionales en el aspecto energético no está planteado de forma directa o en papel como comunas, es decir, el aspecto jurídico por la cual fueron creadas no lo plantean pero en el orden práctico y de acción si coinciden en una forma más básica como lo son las Petros antes mencionadas, mediante asambleas en la que los países vecinos se unen no solo para hacer reivindicaciones, sino para llevar a la práctica alguna de ellas. De esta forma, y más allá del simple apoyo mutuo, los países integrantes apuntan a uno de los principales objetivos del proyecto que sería lograr el autoabastecimiento energético de la región y hasta proyectos complejos como gasoductos que cruzan la América del sur.

Palabras claves: Geopolítica, Petróleo, Integración, Comuna INTRODUCCION El proyecto político Revolucionario descrito en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), incorpora el concepto de la democracia participativa y protagónica, en el que

los ciudadanos, además de derechos, también tienen deberes para con el desarrollo de la democracia. En la Ley de Consejos Comunales (2009), el artículo 2 señala que son instancias de participación, destinadas a procurar la manera de cómo se articularán e integrarán las organizaciones comunitarias, grupos sociales y ciudadanos, para incidir en la gestión de las políticas públicas dirigidas a satisfacer necesidades comunitarias y en la búsqueda de construir una sociedad socialista con igualdad, equidad y justicia social.

En este trabajo se explica desde las comunas de Paris pasando por la experiencia de la unión soviética hasta llegar a nuestra realidad venezolana donde se presenta el cómo ha obrado el gobierno venezolano en este tema de la misma manera se explica en líneas gruesas la unión energética de los pueblos del sur y los organismos multilaterales que lo componen o integran como lo son Petroamérica, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur.

Breve acercamiento teórico de las Comunas A lo largo de la historia del mundo, cada civilización ha hecho uso de todas sus competencias y capacidades para lograr alcanzar un destino mejor, muchas son las acciones que conforman la base para el desarrollo de la humanidad. Tenemos un ejemplo de las comunas y es la de la comuna de Paris, primera experiencia histórica de un gobierno proletario (de la clase obrera francesa), ocurrido entre el marzo y mayo del año 1871, en Francia. El movimiento que llevo a la formación de la Comuna de Paris, además conto con la participación de muchos otros estratos sociales y segmentos político-sociales,

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como la pequeña burguesía francesa, miembros de la Guardia Nacional y partidarios del régimen republicano, proclamada en septiembre del año 1870.

La Comuna de Paris, estuvo influenciada por las ideas socialistas, el gobierno del proletariado se instituyo el 1871 y tomo una serie de medidas para formar un poder democrático popular. Entre esas medidas se destacan: La abolición del trabajo nocturno, reducción de la jornada de trabajo, la concesión de pensiones a las viudas y huérfanos de la Guardia Nacional, la separación entre la Iglesia y el Estado, entre otras medidas. Había una expectativa de que el movimiento en Paris (Comuna de Paris) pudiese reunirse con las comunas formadas en Marsella y Lyon, más la derrota ayudo a aislar más la experiencia de Gobierno proletario en París.

El Legado e Influencia de la Comuna de Paris, la derrota del gobierno comunal parisiense, primer gobierno proletario del mundo, dejo una profunda reflexión en los partidarios socialistas. Karl Marx y Friedrich Engels produjeron diversos análisis a partir de aquella experiencia. Evidenciaron como, más allá de una guerra civil, el proceso de formación y, principalmente, la derrota de la Comuna de Paris fueron la expresión de una lucha de clases en un país en pleno desarrollo capitalista.

La Comuna de París, tuvo su primer asalto revolucionario del proletariado hace 140 años, con la matanza de más de 20 mil trabajadores durante la Semana Sangrienta, la burguesía ponía fin a la primera gran experiencia revolucionaria del proletariado. Con la Comuna de París, era la primera vez que la clase obrera se manifestaba con tal fuerza sobre la escena de la historia. Por primera vez mostraba su capacidad de afirmarse como la única clase revolucionaria de la sociedad. La formidable experiencia de la Comuna de París está allí para testificar que, a pesar de la falta de madurez de las condiciones históricas de la revolución mundial, el proletariado se mostraba ya en 1871 como la única fuerza capaz de poner en tela de juicio el orden capitalista.

Nos encontraremos con la experiencia también de una de las comunas más emblemáticas en el período considerado como revolucionario, fueron

las que se desarrollaron en la Unión Soviética a partir del triunfo de la revolución bolchevique en el año 1917, para disminuir la influencia “contrarrevolucionaria” de los Kulaks, que eran campesinos propietarios de la tierra, que siguiendo la tradición medieval europea se habían asentado en Polonia y en Ucrania, constituyendo así, un peligro potencial para el nuevo régimen, debido a su independencia económica, política y cultural.

Tanto es así, que Stalin arremetió con fuerza contra los Kulaks, sustituyéndolos por la mano de obra que trabajaba para estos, colectivizando la propiedad de la tierra mediante la creación de las comunas populares comunistas las cuales constituyeron un factor fundamental para implantar la economía estatal socialista, la propiedad social e igualdad de clases.

Aquí en nuestro país con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se inicia un proceso de cambio político, que abarca todos los ámbitos estructurales para la transformación del país desde un capitalismo dependiente hacia un socialismo de contenido socioeconómicos y geopolíticos innovadores. Sin embargo, uno de los aspectos que se confabula contra la capacidad del Estado para ejecutar políticas, se refleja en la distancia que el pueblo debe recorrer para alcanzar el centro de toma de decisiones, independientemente del gobierno territorial a que hacer referencia (nacional, estadal o municipal), entre una ciudad y el ámbito territorial que lo rodea; de ahí el desequilibrio territorial existente y los resquicios que diferencian a una región de otra en cuanto al funcionamiento de sus servicios y hasta la existencia o no de estos. Esto de una u otra manera es lo que se le denomino la nueva geometría del poder.

A fin de superar estos obstáculos, la refundación del Estado tiene entre sus directrices fundamentales cuatro principios, como son: el Desarrollo Sustentable, entendido como el proceso de cambios necesarios en torno al equilibrio que debería producirse para garantizar una condición ecológico-natural, una eficiencia económica y un beneficio social colectivo; el Desarrollo Endógeno y la Diversificación de la Economía, estrategia principal para superar las debilidades, que en el

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ámbito socio-económico han caracterizado el desarrollo del país, tales como la exclusión, altos niveles de pobreza, desempleo, distribución desigual del ingreso, desequilibrios entre otros.

La Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela decreta lo siguiente, la Ley Orgánica de las Comunas, título y disposiciones generales su Objeto: Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto desarrollar y fortalecer el Poder Popular, estableciendo las normas que regulan la constitución, conformación, organización y funcionamiento de la Comuna, como entidad local donde los ciudadanos y ciudadanas en el ejercicio del Poder Popular, ejercen el pleno derecho de la soberanía y desarrollan la participación protagónica mediante formas de autogobierno para la edificación del estado comunal, en el marco del estado democrático y social de derecho y de justicia. Principios y valores.

Artículo 2. La constitución, conformación, organización y funcionamiento de la Comuna se inspira en la doctrina del Libertador Simón Bolívar, y se rige por los principios y valores socialistas de participación democrática y protagónica, interés colectivo, complementariedad, diversidad cultural, defensa de los derechos humanos, corresponsabilidad, deber social, cogestión, autogestión, autogobierno, cooperación, solidaridad, transparencia, honestidad, eficacia, eficiencia, efectividad, universalidad, responsabilidad, rendición de cuentas, control social, libre debate de ideas, voluntariedad, sustentabilidad ambiental, igualdad social y de género, garantía de los derechos de la mujer, de los niños, niñas y adolescentes y de toda persona en situación de vulnerabilidad, de equidad, justicia y defensa de la integridad territorial y la soberanía nacional. Ámbito de aplicación Artículo 3. Están sujetas a la aplicación de esta Ley, las organizaciones comunitarias, las comunidades organizadas y todas las instancias del Poder Popular debidamente constituidas, así como las personas naturales y jurídicas, tanto de derecho público como privado, que se relacionen con las comunas.

La creación de las comunas en nuestro país es necesario revisar con atención el marco legal a lo

que establece La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en los Artículos 16, 17 y 18 señala que…”el territorio nacional se divide en el de los Estados, el del Distrito Capital, el de las dependencias federales y el de los territorios federales. El territorio se organiza en Municipios.”… lo de comunas no aparece en la Constitución.

El tipo de comuna que ha obrado el Gobierno Venezolano La Gran Familia el concepto fue expuesto por el Che Guevara en su libro “El hombre y el Socialismo en Cuba”, donde expone la tesis del hombre nuevo, como aspiración lógica de todo proceso revolucionario como el que se estaba dando en Cuba, Lebowitz (2006), afirma, que la intención del Che al plantear la tesis del hombre nuevo y de la gran familia fue la de estimular a los militantes y dirigentes del partido Comunista Cubano a que se despojaran de sus prejuicios de pequeños burgueses que traían del viejo sistema capitalista, pues esto los lleva a pensar en forma individual primero y luego colectivamente; subrayando que lo contrario es lo revolucionario, es la contribución a la construcción de una nueva sociedad que debía funcionar como una gran familia, donde los unos y los otros se apoyaran mutuamente.

Ahora bien el mundo que se quiere construir afirma el Che, citado por Lebowitz (2006), es un mundo tal y como lo pensó Marx, un mundo de productores asociados en función del desarrollo social del bienestar común, donde el ser humano desarrolle su propio potencial y logre su realización personal junto con la realización de los demás; quedando claro que la felicidad del individuo está directamente vinculada a la felicidad del colectivo.

Por mandato de la Ley los Órganos de la Administración Pública Nacional han ido otorgando los recursos solicitados por los Consejos Comunales y de esta forma acometer los diversos proyectos que han sido aprobados en las diversas instancias de los mismos, desde la Asamblea de los Ciudadanos (Ley de los Consejos Comunales 2006) o Asamblea de Habitantes (Ley Orgánica de los Consejos Comunales 2009) hasta la Contraloría

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Social, Anzola (2006), plantea que en toda sociedad el Estado interviene haciendo uso de un estamento jurídico, donde se dejan claro los parámetros por los cuales se regula la intervención del Estado en los procesos comunitarios, de igual manera, se precisan las corresponsabilidades de los ciudadanos, ya sean que las asuman de manera individual o colectiva, no obstante se puede apreciar que el Estado, para mantener el control de la participación de los ciudadanos sólo reconoce aquellas organizaciones que son creadas por ese conjunto de leyes que a partir del 2006 se han aprobado en la Asamblea Nacional; no ignora, el resto de las organizaciones de participación ciudadana que existen, pero como esas tienen carácter voluntario y son autónomas las obvia y los recursos se asignan sólo a los Consejos Comunales para que de esta manera se garantice el control y se incrementen los niveles de dependencia y sumisión de la población. (Oropeza, 2008).

La forma más básica son los consejos comunales, asambleas de barrio en la que los vecinos se unen no solo para hacer reivindicaciones, sino para llevar a la práctica alguna de ellas. De esta forma, y más allá del simple apoyo mutuo, los colectivos crean desde bibliotecas o centros sociales, hasta proyectos complejos, como complejos habitacionales, un ambulatorio, canchas de la vida y la paz y los CLAP por mencionar los más emblemáticos. Para ello evalúan las necesidades propias, se organizan en comisiones de trabajo, presentan un proyecto y, si es “sostenible” y el beneficio revierte en la comunidad, este recibe financiación del estado.

La Comuna, es la organización del pueblo consciente que construye desde su historia y con una dinámica genuina el socialismo concreto, cuyos principales elementos motorizadores son la transustanciación de la economía y el fortalecimiento de la organización sobre la base de la praxis revolucionaria “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general, no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”, en una relación dialéctica de lo colectivo y lo individual, sin perder

de vista lo local, lo nacional e internacional.

No habrá comuna si no hay cambios estructurales en la propiedad de los medios de producción, en las relaciones de producción, sin la superación de la división social del trabajo que nos clasifica en unos/as que se dedican a pensar y otros/as quehacer manual, aunado a la excesiva especialización, separándonos de la idea de totalidad en el desarrollo de un trabajo; no habrá comuna sin inversión productiva que responda al plan de transición al socialismo, no habrá comuna sin organización genuina del pueblo, que sostenga todo el desarrollo de la vida social en las comunidades que han resuelto dar el paso cualitativo superior hacia el socialismo; no habrá comuna sin comuneros/as conscientes, en proceso continuo de formación en lo político-ideológico, también en proceso de formación técnica para asumir progresivamente el gobierno comunal y la relación con otros niveles de gobierno.

No habrá comuna sin abandonar la práctica de la formulación proyectos para que “bajen los recursos”, sino más bien el convencimiento de asumir la planificación participativa para definir colectivamente el horizonte a construir, para ello es necesario activar el proceso popular constituyente, donde todo escenario de la vida estará en revisión crítica y generará las necesarias propuestas para trasformar la realidad; no habrá comuna sin trascender la noción de familia (nuclear) para concebirnos como comunidad, una unidad orgánica donde no importan los apellidos que nos diferencian porque recuperamos el sentido de la hermandad indígena.

No habrá comuna sin desechar la imposición burocrática, el pretendido traspaso de la racionalidad instrumental, la persistencia del aparato burgués que divide la realidad para abordarla mediante poderes “autónomos” (¿de quién?), luego esos poderes están subdivididos a lo interno, orientados y regulados por leyes y normas elaboradas bajo la ética capitalista, que posee una razón que no es la nuestra, lejos del pueblo. Cabe preguntarse, de donde viene este modo de organización de la sociedad? ¿Cómo era la organización social y económica de nuestros/as ancestros/as? Todo, absolutamente todo el modo

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de producción y por ende de organización social ha sido impuesto, a través de las más crueles formas de dominación y exterminio de la cultura nuestra antes no existía el Estado, éste surge cuando surge la división de la sociedad en clases todo ese aparataje (burocrático) que se erige por encima de las comunidades, consejos comunales, comunas y ciudadanos/as y que impone racionalidades distintas a las del pueblo, llega otra vez a manos de los privados o de unos pocos, ahora bien, ¿el pueblo organizado tiene la posibilidad de incidir en las políticas de la revolución? el estado burgués no fue instaurado para ello, más bien para concentrar el poder en los dueños de los medios de producción, .Pero antes de la comuna de París en estas tierras ya vivían en comuna, nuestros abuelos/as indígenas vivían en comunismo (algunos pueblos; otros instalaron también sendos imperios), lo que constituyen experiencias imprescindibles para construir el futuro ejercicio colectivo del poder, en contraposición a la concentración propia del estado burgués impuesto o heredado de la colonia.

También debemos recordar y retomar, nuestras experiencias históricas africanas, vale decir, la organización del cumbe, quilombo o palenque, cuyos valores, dinámicas y estructura social es elemento principal para la edificación de nuestro socialismo, como decía Fals Borda “el socialismo raizal”: Emanciparnos significa entonces romper progresivamente con la burocracia, con la división clásica de poderes y con la división social del trabajo, retomar la visión de totalidad indígena, asumir como trabajadores/as, comuneros/as un rol protagónico desde las comunidades hasta la vida institucional, abriendo los caminos para incidir en la formulación de políticas, ejecución, control; es imprescindible avanzar en experiencias socio productivas concretas, en la estructuración interna de la comuna, en la organicidad de los procesos, es necesario generar nuevas relaciones sociales y con ello, una nueva vida, una nueva sociedad, comunal y socialista tan claves y tan táctico estratégico para consolidar un modelo alternativo a la hegemonía mundial entiéndase como el modelo globalizado es por ello que debe emerger un mundo multipolar como en reiteradas oportunidades planteaba el

Comandante CHAVEZ .

La unión energética de los pueblos del Sur: Petroamérica, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur El conjunto de empresas estatales de la región Petroamérica se concibe integrada por tres compañías, a saber Petrocaribe, Petroandina y Petrosur., destinadas a atender proyectos de inversión que promuevan la integración energética a la vez que garanticen el incremento del valor agregado del petróleo crudo y gas, con la producción de subproductos petroquímicos necesarios para impulsar el desarrollo sostenible América Latina y el Caribe" Uno de los principales objetivos del proyecto es lograr el autoabastecimiento de la región, lo que tendría importantes implicaciones en términos de seguridad colectiva. Esto sería posible porque "En términos generales, el balance energético de la región nos indica que se cuenta con suficientes recursos energéticos para alcanzar su autoabastecimiento, pero existe insuficiencia de proyectos a desarrollar, a pesar de las necesidades evidentes de abastecimiento y de inversiones en refinación, oleoductos y petroquímica" Es necesario e importante establecer lo siguiente, hablar de geopolítica petrolera desde la arista comunal de entrada no existe esa connotación teórica pero en el campo pragmático se está dando tal es el caso de la unión energética de los pueblos del sur(Petroamérica, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur) pero no es una integración fría y acartonada no, es una integración desde la soberanía de los pueblos, desde el respeto mutuo, desde la multipolaridad tan motorizada por el Comandante Eterno sin olvidar la solidaridad ayuda mutua y la complementariedad entre los pueblos.

Para ello se requiere de un proceso de formación y creación de capacidades, tanto en el Estado como en la esencia del pueblo, lo que representa un verdadero cambio paradigmático. Una utopía que con el esfuerzo, compromiso, disciplina y sobre todo desapego a los intereses particulares sobre los beneficios colectivos, es posible realizar; si entendemos la utopía como algo no realizado pero

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con una clara perspectiva de ejecución que requiere de cambios profundos de actitud y suma de voluntades.

Estos puntos de encuentro, estos nuevos espacios de actuación en los que interviene directamente la sociedad, para desarrollar la democracia participativa y protagónica, consolida sustancialmente un nuevo modelo de relaciones Estado- Sociedad (El Campesino- semanario, 2013), en ese marco referencial es que se plantea la unión energética de los pueblos como un acuerdo más que Jurídico, económico y energético es bajo la comuna regional, es decir, la geopolítica petrolera de los pueblos del sur a través de los organismos multilaterales como se menciono anteriormente: Petroamérica, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur.

Con la integración energética se logra el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra población, disminuyendo la pobreza de nuestros pueblos, reduciendo las asimetrías y avanzando en un verdadero desarrollo sostenible y sustentable por lo tanto la integración energética debe ser el eje de la integración sudamericana.

Según un estudio realizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, al hablar de Petroamérica nos estamos refiriendo al proyecto de creación de una empresa multinacional que estaría conformada por el conjunto de empresas estatales de la región, destinadas a atender proyectos de inversión que promuevan la integración energética a la vez que garanticen el incremento del valor agregado del petróleo crudo y gas, con la producción de subproductos petroquímicos necesarios para impulsar el desarrollo sostenible América Latina y el Caribe" Petrocaribe es un acerado de cooperación energética propuesto por el Gobierno Bolivariano de Venezuela, con el fin de resolver la asimetrías en el acceso a los recursos energéticos, por la vía de un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre los países de la región caribeña, la mayoría de ellos sin control estadal del suministro de estos recursos. Este acuerdo permite a los países caribeños comprar el petróleo venezolano en condiciones de pago preferencial hasta 185.000 barriles de petróleo por día.

El acuerdo está concebido para desarrollar una organización capaz de asegurar la Coordinación y articulación de las políticas de energía, incluyendo petróleo y sus derivados, gas, electricidad, uso eficiente de la cooperación tecnológica, capacitación, desarrollo de infraestructura energética, así como el aprovechamiento de las fuentes alternas, tales como la energía solar, eólica.

Dicho acuerdo fue suscrito inicialmente por catorce (14) países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela. Durante la III Cubre de Petrocaribe que se realizó los días 10 Y 11 de agosto de 2007 en Caracas, Venezuela, se adhirieron formalmente Haití y Nicaragua.

En sus mecanismos de comercialización mejora las condiciones de suministro con respecto al Acuerdo de San José y el Acuerdo Energético de Caracas ya que propone una escala de financiamiento en las facturas petroleras, donde se toma como referencia el precio del crudo. Se extenderá un período de gracia para el financiamiento a largo plazo de uno a dos años y se prevé una extensión del período de pago de 17 a 25 años, reduciendo el interés al 1%, si el precio del petróleo supera los 40 dólares por barril. El pago a corto plazo se extiende de 30 a 90 días y puede cancelarse en bienes y servicios es acá donde se cae la matriz de opinión mal sana de la derecha apátrida venezolana donde sostiene y afirma que la revolución está regalando el petróleo.

La iniciativa de integración energética Petroandina fue pactada por el XVI Congreso Presidencial Andino realizado el 18 de julio de 2005 en Lima, como plataforma común o "Alianza Energética" de entes estadales peroleros y energéticos de los 5 países de la CAN (Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela), para impulsar la interconexión eléctrica y gasífera, la provisión mutua de recursos energéticos a inversión conjunta en proyecto, dicha iniciativa fue propuesta por la República Bolivariana de Venezuela.

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Petrosur es un habilitador político y comercial promovido por la República Bolivariana de Venezuela, dirigido a establecer mecanismos de cooperación e integración sobre la base e la complementariedad y haciendo un uso justo y democrático de los recursos energéticos para el mejoramiento socioeconómico de sus pueblos.

Esta iniciativa reconoce la importancia de fomentar cooperación y alianzas estratégicas entre las compañías petroleras estadales de Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela, para que desarrollen de manera integral negocios en toda la cadena de hidrocarburos.

Con Petrosur se busca minimizar los efectos negativos que sobre los países de la región tienen los costos de la energía originados por factores especulativos y geopolíticos, mediante la disminución de los costos de las transacciones (eliminando la intermediación), el acceso a financiamiento preferencial y el aprovechamiento de las sinergias comerciales para solventar las asimetrías económicas y sociales de la región.

CONCLUSIONES. Como se pudo apreciar en el trabajo las alianzas de tipo jurídico y de acuerdos multilaterales de Petroamérica no contemplan la figura de la comuna pero si se puede apreciar que los acuerdos multilaterales firmados dejan ver de forma implícita que la región actúa como una mega comuna en materia energética.

Lo parece más importante, la esencia del problema es que se observa cual es el concepto de comuna, y si estas empresas a escala regional se comportan como tal, existen ámbitos, espacios de poder, que a título personal parece que la comuna tiene su espacio con los ciudadanos, de que manera estos se vincula con las empresas energéticas, por ejemplo PDVSA gas con los consejos comunales.

Lo que opino es que el concepto de comuna regional, a nivel de hidrocarburos, existen empresas comunales como tales vinculadas a la industria del petróleo como PDVSA comunal, a nivel regional en otros países Petrocaribe por ejemplo no se plantea como tal.

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PENSAR EL PETRÓLEO DESDE LA COMUNA

MERUSKA FUENMAYOR Ingeniera. Profesora de los PFG en Hidrocarburos, UBV, Sede Zulia.

La comuna actualmente es un espacio socioterritorial aprovechado para el desarrollo de experiencias en el marco del proyecto nacional “Simón Bolívar”, en un tiempo transición, donde la economía del país se encuentra dependiendo de una cultura que comprende el rentismo petrolero. La creación de estos espacios han sido una salida que contrarresta las políticas económicas de dependencia; ya que la organización de las comunidades a través de la economía comunal con los proyectos socioproductivos-autosustentables, están ayudando a generar una dinámica en la economía de Venezuela, incrementando los empleos, y creando espacios de productividad para autoabastecer y satisfacer las necesidades de todos los Venezolanos.

Es necesario fortalecer estas organizaciones de la economía comunal que a través de la autogestión creciendo con un carácter totalmente participativo y protagónico que a su vez ayudan en la consolidación del tejido social, como dijo el comandante Hugo Chávez “hacia la suprema felicidad social”, creando de esta manera al “hombre nuevo”. Este fortalecimiento se debe hacer con inversiones de nuestro principal rubro que ha sostenido a nuestro país “el petroleo”. Se debe aprovechar que Venezuela posee estas grandes riquezas, aunque por mucho tiempo nos robaron gran parte de ellas con políticas oligárgicas que hicieron daños y actualmente continúan haciéndolo en los pueblos desde los países Europeos y Estados Unidos.

nuestro libertador Simón Bolívar, llevándonos a la independencia que todos hemos anhelado. Las empresas del gobierno nacional a través de planes y programas de producción deben establecer estrategias para crear vinculación con las comunidades en donde se encuentran, específicamente la empresa petrolera gubernamental a través de su principal función como lo es la exploración, producción y comercialización del petróleo, debe capacitar a las personas que vivan en los pueblos en las que se encuentran estas.

Actualmente continuamos presenciando los mismo escenarios que existieron en los tiempos iniciales de la explotación petrolera, cuando los grandes consorcios y trasnacionales tenían al poder nuestra principal empresa, donde existían las ciudades petroleras y fuera de ella la evidencia de una población pobre; el hombre petróleo, que es aquel que trabaja dentro de esta industria; hoy día no se le ha dado una valoración a todas las ciudades donde se ha explotado este principal mineral. Un ejemplo práctico se puede ver en la región zuliana, donde por años produjo el petróleo mas demandado a nivel mundial, las calles en completo abandono con huecos, la contaminación en el lago de Maracaibo cada día incrementándose.

Una forma en que se evidencie que el petróleo sea sembrado en las comunas es a través de la inversión creando un impacto en todas estas regiones donde es extraído dicho mineral. Ahora con la organización de comunas, podemos llevar a cabo programas para que la industria petrolera realice Sin embargo una vez que llega el pueblo al mando estas inversiones, teniendo presente que se debe del gobierno nacional, a través del gobierno del fortalecer las otras áreas estratégicas que nuestro presidente Hugo Chávez, se siembran los ideales de país tiene para transformarlas en potencia.

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Una tesis del comandante Chávez, es el triangulo elemental del socialismo para la construcción del estado comunal, en nuestro pueblo Venezolano, los elementos resaltados son la propiedad social de los medios de producción, la producción social organizada por los trabajadores y la producción para las necesidades comunales en una sociedad solidaria.

Estos tres elementos interdependientemente son los vértices que soportan o sustentan cada lado del triángulo, para una construcción sólida del estado comunal que no es mas que una forma de organización políticosocial fundada en el estado democrático y social de derecho y de justicia establecido en la constitución de la República, en el cual el poder es ejercido directamente por el pueblo, a través de los autogobierno comunales.

La propiedad social de los medios de producción, es fundamental ya que a través de esta se garantiza la productividad comunal y social y es dirigida hacia el desarrollo de todos. Un aspecto importante en esta vertiente es una formación ideológica que a su vez implemente una cultura que mantenga la inversión en diferentes áreas sociales de la comuna.

Este es un proceso de estructuración o reestructuración de la economía sobre bases socialistas, que por lo general se establece mediante un sistema de producción usado en lugar de organizar la producción para el beneficio privado.

comunal es la producción para las necesidades y los propósitos comunales, esta es intrínseca a una sociedad solidaria, lo que constituye un nodo crítico para el sector económico privado. El sistema económico comunal comprende el conjunto de relaciones sociales de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimiento, desarrolladas por las instancias del Poder Popular, el Poder Público, o por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones socio-productivas bajo formas de propiedad social comunal.

En esta era postpetrolera, la construcción del estado comunal a través de la inversión de los ingresos en la siembra del petróleo es una alternativa viable para establecer un nuevo sistema económico en Venezuela.

Otras de los vértices idealizados por el comandante Chavez es, la producción social organizada por los trabajadores, esta construye nuevas relaciones de cooperación entre los productores y a su vez es una condición para el pleno desarrollo de los productores. Este vértice está constituido por las expresiones organizativas populares, consejos de trabajadores y trabajadoras, consejos de campesinos y campesinas, consejos de pescadores y pescadoras y cualquier otra base, articuladas en una instancia del poder popular. Hay que resaltar que la nueva forma de gobierno y organización es desde las bases es decir el pueblo, para poder llegar a las realidades que se encuentran ocultas en medio del transcender de la vida en nuestros pueblos.

El tercer aspecto para la construcción del estado RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO Página 19

PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS EN VENEZUELA: DEL RENTISMO PETROLERO A LA COMUNA CARMEN JIMÉNEZ SALCEDO MSc. en Intervención Social. Doctorante del Programa Ciencias para el Desarrollo Estratégico de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Docente Agregado de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Eje Geopolítico Territorial Cacique Mara.

PFG en Hidrocarburos.

Correo: Kajimsa@yahoo.es

Introducción

mercado nacional.

A inicios del siglo XX Venezuela pasa a ser un país productor de petróleo, dejando prácticamente a un lado la producción de café y cacao, los cuales le habían dado en la época colonial un lugar de importancia en el mercado europeo y local.

Posteriormente el sector primario sufre una contracción ante la importación de los alimentos y materia prima de origen vegetal. El petróleo como negocio fue ganando espació en la vida nacional e implicó la presencia influyente de la clase dominante interna y externa, quienes se insertaron en las entrañas del Estado, el cual se convirtió en el promotor, protector y arbitro de las formas propias de acumulación (Purroy, citado por Jiménez y Ochoa,2014), poniendo en tela de juicio su papel empresarial dentro del modelo capitalista dado los resultados arrojados en materia política, económica y social.

Después del golpe de Estado en el 2001, la nueva direccionalidad política, económica y social emprendida por el Presidente Chávez en el 2005 se enmarca en el socialismo, modelo capaz de radicalizar la democracia participativa y protagónica, además de restituir el poder al pueblo. Elementos que se conjugan en primera instancia en una transición al socialismo y más tarde como proceso de maduración hacia la construcción de un Estado Comunal (Boza, 2013), lo cual implica dejar de mirar el modelo rentista petrolero como un único sostén de la economía del país.

Ante la decadencia de un sistema político bipartidista y un cúmulo de necesidades primarias acentuadas en la población, irrumpe en el escenario político y social en el año 1989 primero una efervescencia popular conocido como El Caracazo en 1989 y luego en 1992 una rebelión cívico-militar político que marca el surgimiento del liderazgo de Hugo Chávez e inicio de un viraje político. Ya como Presidente del país en 1998 Chávez se convierte en el principal propulsor de llevar a cabo cambios radicales, especialmente del modelo productivo de alimentos, el cual se vislumbra complejo al estar vinculado con las grandes transnacionales ya enraizadas en la cultura y

En el presente ensayo se pretende realizar de manera suscinta una referencia sobre el peso que ha tenido la explotación del petróleo como negocio en la vida del país y el giro dado por las nuevas políticas emprendidas en el gobierno progresista emprendido por el Presidente Hugo Chávez y hoy mantenido por el Presidente Nicolás Maduro enmarcado en un modelo socialista donde el modelo rentista sea ahora transformado en pro del mejoramiento del sector productivo alimentario y, el modelo comunal se conjugue como alternativa para el buen vivir.

1. Cuarenta años donde el petróleo es la hoja de ruta económica.

Durante el gobierno de Gómez fue propicio el momento histórico para que el petróleo como negocio penetrara en todos los ámbitos de la vida nacional. Maza (2007) y Gallard (citado por López,

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2012) coinciden en destacar que los trust internacionales ligados al capitalismo imperialista fueron los que descapitalizaron y mediatizaron la economía nacional y sumergiendo a la nación en el subdesarrollo, es decir, la hicieron más dependiente a la vez que permitió el surgimiento de dos grandes clases: la mayoría pobre y la minoría rica.

En la medida que fue desarrollándose el negocio petrolero, la presencia extranjera fue aposentándose en la vida política nacional, las empresas extranjeras marcaron el norte jurídico de las concesiones, parcelación del país para la explotación, inversiones indirectas (comercial, financiera, en servicios), inversiones directas en la explotación de recursos naturales y en la formación de enclaves dominantes.

Mientras que la economía agraria tradicional a pesar de estar ligada también a la gestión de intereses nacionales estaba vinculada a la economía internacional capitalista, y empleando mano de obra en condiciones cuasiserviles y explotando los recursos naturales no renovables en gran proporción (Maza, 2007).

Con la explotación petrolera el país comienza a expandir el sector industrial producto de la expansión urbana, el incremento adquisitivo de cierto sector de la población, el abandono del campo por la ciudad, fenómeno que Maza (2003: 173) denominó "morfología del crecimiento sin desarrollo".

En este contexto se originaron otros cambios, como culturales de consumo y la conformación de mercados urbanos con todo tipo de servicios para los nuevos sectores, " incidiendo de manera puntual en la "necesidad" de importar aquellos rubros que fuesen convenientes para satisfacer los requerimientos o demandas internas" (Jiménez y Ochoa,2014:27-28).

Aranda (1984:27) destaca durante el gobierno dictatorial de Pérez Jiménez "hechura del imperialismo", Venezuela vivió momentos de especial atención, pues se eliminó la Reforma Agraria de 1948, la cual lesionaba los intereses de la élite agraria, reprimía a los líderes campesinos, una alta importación de productos manufacturados y la

creación de industrias que importaban la maquinaria y el equipo para producir en el país.

Para Maza (2007) y Gómez (2000), el gobierno dictatorial se caracterizó por una actividad estatal, elevación del gasto público y social, incremento del capital extranjero de manera progresiva en relación al capital nacional e incentivando a la población hacia los centros urbanos. Sobre este último aspecto Vargas (2007) expone, existía una Venezuela dividida en dos: un campesino o rural que mantenía el estilo de vida de un urbano de la ciudad. Es así como el trabajador rural se le ofrecen créditos para la mecanización del cuidado de las tierras y/o cultivos, y a la vez se abren las puertas a los inmigrantes técnicos para que apoyen al sector agrícola y a la producción, creándose las colonias agrícolas que a larga fueron las que obtuvieron el mayor apoyo del Estado.

Vargas (2007) destaca que estos proyectos de desarrollo agro-industrial fueron auspiciados y asesorados por la Fundación Rockefeller y las trasnacionales petroleras Creole y Standard Oil Co. Beneficiándose la burguesía latifundista nacional ya identificada con el capitalismo transnacional.

El proceso migratorio tuvo dos presencias puntuales en la vida económica y social de la Venezuela que se sustentaba en el Nuevo Ideal Nacional, por un lado creo la nueva clase social de pequeños y grandes comerciantes (importadores y distribuidores de alimentos, electrodomésticos, entre otros) y por otro se producen cambios culturales en la sociedad urbana al empezar adquirir productos de la mesa de esta clase media extranjera lo que condujo a una transculturización de la gastronomía del venezolano y en las costumbres al empezar a utilizar electrodomésticos y ciertos productos de limpieza "que facilitaban las labores del hogar". Cabe destacar, que esta clase media extranjera se volvió elitesca al tener acceso al ingreso nacional, incremento de sus negocios en formas de cadenas de distribución, realizar inversiones en el campo, lo cual cual influyó en el incremento de la dependencia económica y el latifundio (Vargas,2007).

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En el área de los hidrocarburos durante este período se creo la Petroquimica (1953) y se instalaron las refinerías que tenían como función producir los combustibles para las fabricas. Según Polanco (citado por Vargas,2007:90) "...la modernización fue dibujada de acuerdo a los intereses foráneos aprovechando la coyuntura política-económica, haciendo que el progreso no llegara a las masas".

La industrialización permitió después de la caída de Pérez Jiménez, ser el receptáculo de modelos impuestos por aquellas instituciones que comulgaban con el modelo capitalista, siendo la CEPAL la que auspicia y avala el modelo de Sustitución de Importaciones. Con el correr del tiempo este modelo mas bien fue caldo de cultivo para negocios y en el caso de Corpomercadeo en la práctica en vez de tener una orientación social se inclinó mas al sector empresarial al permitir elevar los precios en aquellos rubros como la carne y la leche, los cuales se convirtieron en artículos de lujo para la población más vulnerable.

Para Bolzón y col (2006), los atrasos y problemas de la agricultura fueron creando serias complicaciones al desarrollo industrial repercutiendo en toda la población, viéndose Venezuela en la necesidad de importar alimentos tales como la caraota, maíz, frutas y hortalizas, que ya habían recibido subsidio por parte del Estado.

La imposición para la aplicación del modelo capitalista en toda la América Latina, le dio un freno a la verdadera Reforma Agraria, porque su verdadera intención giraba alrededor de "la contención de toda política de redistribución social de los recursos productivos, tal como se habían conocido desde la Guerra Federal venezolana de 1859, estas eran recetas de los grandes organismos financieros mundiales para evitar impagos en los países periféricos ...También suponían una profunda transformación que tocaba toda relación entre Estado, economía y sociedad" (Castro, 2012:21).

Brito (1984) subraya

la presencia de los

monopolios extranjeros a nivel alimentario representaban el 7,6% con 33 empresas nacionales, pero ellas fueron el lobby para el dominio del capital financiero sobre el proceso de industrialización del país.

Las empresas estadounidenses se ubicaron en las zonas urbanas mas pobladas y cercanas a la capital, lo que representaba un 76, 59%.

Brito (1984), Wexel (2009) y Vargas (2007) coinciden en determinar que Venezuela mantuvo durante décadas una mercantilización de consumo de productos de las transnacionales y un modelo de democracias liberales casi al calco del modelo estadounidense, con una modificación de la cultura propia de la American Way of Live siendo la publicidad y los medios mediáticos los vehículos conductores para ubicar a la población en asuntos banales y alejarla de la realidad política y social.

Para Castro (2012), el Estado venezolano con el manejo del negocio petrolero asumió el modelo capitalista e hizo que sus políticas dirigidas al sector agroalimentario ubicaran a los alimentos como una mercancía, como un negocio donde las transnacionales lograron obtener grandes ganancias, influyeran en la cultura, se acentuara la dependencia tecnológica-económica, se mirara a la privatización como salida a las crisis económicas, viendo así limitados sus derechos alimentarios la mayoría de la población.

2. 1999 e inicio del siglo XXI. Reto de la Revolución Bolivariana y nacimiento de un Estado comunal Con el incremento de los precios del petróleo a finales de los 90 e inicios del 2000, el nuevo gobierno con finalidad de reactivar la economía del país, detener el índice inflacionario y poner en marcha el Programa Económico 2000 donde la reactivación de agricultura es un elemento prioritario, dándose así pasos para el cumplimiento de las bases de la Carta Magna, donde se plasma un nuevo modelo político: participativo y protagónico

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(Bonilla-El Troudi, 2005).

El nuevo rol del Estado es ser el impulsor en el diseño de estrategias y políticas que permitieran el rescate y reimpulso de la producción nacional y la superación de las deformaciones estructurales propias del modelo rentista petrolero.

La superación de estas estructuras no es tarea dado los vestigios permanentes del sistema capitalista en la sociedad. Ahora bien, el proceso para transformar esta realidad se basa en varios frentes, entre ellos tenemos (Boza, 2013 y Briceño s/f): Desarrollo sustentable: Referido a los cambios en cuanto al equilibrio de las variables naturales que permita garantizar la condición ecológico-natural, una producción suficiente para un beneficio social colectivo.

Desarrollo endógeno y diversificación de la economía: Enfocado en la superación de las debilidades socio-económicas presente durante décadas en el desarrollo del país, tales como dependencia, exclusión, pobreza, desempleo, distribución desigual del ingreso, desequilibrios territoriales, entre otros.

Participación ciudadana: Base fundamental como como derecho y deber en la profundización de la democracia que permite la interacción entre el Estado y la sociedad, con el fin de mejorar la planificación, ejecución y efectividad de las políticas públicas en pro de la satisfacción de las demandas sociales; siendo el poder popular el llamado a desarrollar el principio de responsabilidad como un derecho ciudadano.

Adecuación funcional de la ocupación del territorio: como mecanismo principal para alcanzar los objetivos planteados dentro del equilibrio territorial, mediante la estrategia de descentralización desconcentrada.

Estas líneas son la base de la seguridad de la nación para la acción y el desarrollo integral del país, siendo la gestión de las políticas públicas el principal motor para la acción de todos aquellos planes propuestos por Presidente Chávez, y ahora plasmados en el Plan de la Patria Para Briceño (s/f) es imperante la construcción del

poder comunal capaz de diversificar la economía, fortalecer la economía social, la sostenibilidad fiscal, ahorro e inversión que coadyuve en la construcción de la sociedad equitativa, solidaria, productiva según su vocación y potencial propio, así como también un autogobierno ejercido por cada comuna a través de sus órganos naturales de organización Aún en medio de la vorágine de cambios, obstáculos y esfuerzos gigantescos como lo decía permanentemente el Presidente Chávez, el nuevo proceso sociopolítico y productivo nacional iniciado con la revolución bolivariana y socialista, redimensiona la geometría del poder considerando la socialización de la función social, el poder del pueblo organizado, quien se se enfrenta día a día con los fundamentos de un sistema capitalista que en palabras de Mészáros actúa como una realidad totalizante, envolvente y universal con su lógica y funcionamiento metabólico (Boza, 2013:92).

De acuerdo a Jiménez Lemon (citada por Boza,2013), las comunas y las otras organizaciones comunitarias deben tener claro que son la posibilidad concreta del socialismo en lo cotidiano, realizable mediante instrumentos, herramientas e instituciones que si no existen se crean, se rehacen pero que todo el esfuerzo debe converger en la superación del modelo imperial.

A modo de Conclusión El petróleo ha sido para Venezuela el eje económico, político con incidencia social. Hoy el modelo político es otro, es el socialismo, aun cuando estamos en transición. Este modelo tiene como eje principal al hombre no económico sino al hombre en su esencia, la producción de alimentos enalteciendo lo endógeno y lo económico con lo alternativo. El gobierno de la mano con la comunidad, la comunidad con su poder, es decir, los cambios se han ido tejiendo con la finalidad de alcanzar el vivir viviendo o el Buen Vivir. Todo ello apuntando como lo diría Maza (2007) a no inscribirnos pasivamente en los designios de la geopolítica de las grandes potencias, pero sin desconocer la realidad y la conveniencia de una integración creativa, equitativa y dinámica y agregaríamos humana.

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PENSAR EL PETRÓLEO DESDE LA COMUNA

CARLOS IVÁN LAVADO RUIZ Ingeniero. Magister Scientiarium. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Sede Zulia.

La Industria petrolera un ente desenfocada en Venezuela Desde los tiempos en que se explotó el principal recurso mineral en Venezuela “El Petróleo”, fue adoptado una cultura usada desde países de Norteamérica y británico que llevan de la mano a las empresas y organizaciones que explotan dicho recurso. Una de las principales estrategias que usan estas empresas, es la explotación del hombre sin tener un bienestar social dentro de las poblaciones aledañas a estas. La manipulación en el ser humano es otra de las estrategias para dar conformidad a un trabajador petrolero sin pensar en un colectivo (mi vecino), se ha creado una cultura egoísta en todos los años en que esta industria ha ejercido sus funciones en nuestra patria.

Esa forma rentista de ver el petróleo fue rasgada de esa política económica que Venezuela había llevado cuando el comandante Hugo Chávez Presidente surgido del pueblo toma la presidencia de Venezuela. En conjunto con los ideales fundamentales de nuestro libertador Simón Bolívar, el comandante Chávez le dá al pueblo lo que pertenece a la patria (todos sus recursos naturales “el petróleo”). Este recurso fue usado para inversión social, y el pueblo empieza a conocer la riqueza que tiene, pero no fue aún sembrado en el pueblo de la manera que debía ser.

La industria petrolera ha funcionado como un mundo aparte, que coexiste sumergido con otro mundo que tiene necesidades y requiere de atenciones como cualquier otro país; se ha visto el petróleo como un recurso que es procesado hasta que quede un producto ideal para comercializar y realizar inversiones con las grandes organizaciones privadas que mantienen una cultura egoísta, donde RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: Página

lo que le importa, es la explotación del obrero tratado indignamente para lograr sus objetivos y lograr un estado de bonanza en las despensas de los dueños de esas empresas.

Con el petróleo: haciendo una mirada al pueblo

En el marco legal, se crea el funcionamiento y la organización de las comunidades a través de las comunas. Una manera de pensar el petróleo desde la comuna, es reduciendo las inversiones con el sector privado y direccionarla al pueblo organizado “Las comunas”, el cual organizadamente a través de programas de inversión social y proyectos socioproductivos autosustentables implementando un seguimiento estricto haciendo contraloría se pueden evadir muchos problemas económicos y sociales que nuestro pueblo tiene actualmente; de esta manera se está ganando espacio a través de estas nuevas empresas que satisfacerán las necesidades y obtendrán un bienestar social estableciendo una economía comunal.

Robinson dijo “No es hacer cada uno su negocio, y pierda el que no esté alerta, sino pensar cada uno en todos, para que todos piensen en él. Los hombres no están en el mundo para entre destruirse, sino para ayudarse”; en eso consiste la redistribución de las riquezas. Uno de los principios en el socialismo es la igualdad, que es una de los problemas en los cuales se resiste la económica capitalista. Es una Utopía construir una nueva patria donde el socialismo que Cristo el redentor de los pueblo nos enseña, no es otra cosa que transformar una realidad alcanzable en el marco de las leyes, desde las comunidades en pro del colectivo, tal pensamiento y sueño lo mostró el presidente Hugo DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO 25

Chávez en los inicios de la Revolución Bolivariana de Venezuela.

El petróleo unos de los pilares en la economía de la República Bolivariana de Venezuela.

Un Ejemplo real de nuestra región son algunos países de nuestra centroamerica como Nicaragua entre otros; el cual no teniendo un recurso tan rico como lo es “El petróleo”, le dan gran importancia a los demás recursos que tienen y poseen. A través de la inversión y redistribución del capital y el ingreso en divisas del petróleo, se debe fortalecer otros sectores, y hacer que estos sean potencia económica en nuestro país. Estos otros sectores pueden ser las areas de: agricultura, ganadería, turismo, petroquímica, farmacéutico, minería, forestal, industrias básicas, todas estas vista de manera general en los 15 motores productivos que lleva enfrente el presidente Nicolas Maduro como líder de la nación, tomando en cuenta los objetivos históricos del “plan de la Patria 2013-2019”, que nuestro comandante Chávez dejo como guía para la transformación del planeta.

muestra y el rentísmo de un recurso (petróleo), sino, porque se han trabajado potencialmente cada una de las aristas o ejes económicos de nuestro país.

Nos encontramos en el mejor momento, donde estamos valorando todo lo que tenemos, porque la oligarquía Estado Unidense quiere apoderarse de nuestro país creando una crisis para llevar a cabo una intervención. Actualmente el pueblo debe continuar a toda máquina con todas las fuerzas y organizadamente a través de contralorías a desarrollar e impulsar nuestras comunidades con los proyectos socioproductivos.

Una vez fortalecidas todas estas áreas, y habiéndolas llevados a un nivel que generen gran ingresos de divisas, serían potencia en nuestra patria; no dependeríamos solo del petróleo sino de estos otros pilares. Tenemos la gran oportunidad porque a tiempo aún nos queda el arco minero, y las áreas mencionadas que se ha avanzado en gran parte. Se podría garantizar el bienestar del hombre nuevo que ha sido formado a través de todos estos procesos en el cual la revolución se encuentra; en otras palabras la Revolución Bolivariana de Venezuela se encuentra en un proceso de transición, donde se demuestra la independencia a los pueblos del mundo, en la crisis económica actual cuando el precio del petróleo se encuentra en unos niveles bajos en la demanda en los países del mundo.

En nuestro país, tenemos todos los recursos necesarios para crear tecnologías, abastecernos e importar, para impulsar la economía desde lo local (comunidades), hasta lo nacional e internacional; seríamos reconocidos como potencia no por la RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO Página 26

PENSAR EL PETRÓLEO DESDE LA COMUNA

RONNY JOSÉ NAVA SANDREA Ingeniero de Petróleo / Profesor Agregado de la UBV Doctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico ronnynava2@hotmail.com / rnava@ubv.edu.ve

En Venezuela, desde la aparición del petróleo se ha afanado para depender exclusivamente de este hidrocarburo fósil, que aunque trae ganancias a la economía del país, también deja sus huellas indelebles en el subsuelo y la superficie del planeta, que muchas veces incurren en consecuencias letales a el ecosistema, la salud humana y animal, e incluso la vegetal, imposibilitando con esto un desarrollo que diera lugar a la sostenibilidad. Esto ocurre, especialmente porque esta energía contaminante se ha concebido como único esqueleto económico, social y político del país, lo cual nunca fue casual, sino producto de una serie de estratagemas neoliberales para ocultar los intereses capitales inmersos en un desconocimiento absoluto de la realidad y apoderarse de un recurso que no le pertenece, evitando así cualquier revolución del pueblo hacia estos explotadores que aún existen en territorio venezolano, haciendo mella de la naturaleza y el patrimonio social (Bansart, 2012).

Desde el año 1976 con la democratización del petróleo a través de su nacionalización, se empezaron a ver consecuencias de una transformación en Venezuela, como resultado de dicho proceso se obtuvo que otras empresas trasnacionales que respondían a intereses del capitalismo global convirtieran a la empresa petrolera nacional PDVSA en un vasto imperio energético con referencia mundial. Con la llegada al gobierno de Hugo Chávez, se empezó a amoldar la organización o parte de la estructura de la estatal petrolera, con el fin de garantizar una verdadera eficiencia dentro de sus instalaciones. Sin embargo, se opacó en gran medida el prestigio de los petroleros, lo cual produjo una transformación

negativa tanto dentro de la empresa como en la misma sociedad, dejando una industria débil al menos orgánicamente, donde incluso se disminuyó la producción y exportación del hidrocarburo, menoscabando de alguna manera la economía venezolana.

Por todo esto, y más, se debe repensar el petróleo desde otras áreas o aspectos que produzca bienestar colectivo, pero para ello, hay que procurar una eficiencia absoluta y radical dentro de cada instalación petrolera del país, maximizar la producción de crudo y sus derivados, crear conciencia colectiva y sentido de pertenencia; no solo hacia la industria sino hacia la sociedad, el pueblo y la comuna. Para Dussel (1994) la era capitalista pre-industrial o economía dirigida a la acumulación de dinero y mercancías donde sin duda entra el petróleo como fortaleza, cubrió toda América Latina desde hace siglos, sin embargo, se estima que dentro de poco tiempo el mundo comience a prescindir del petróleo, lo cual mermaría aun más la economía nacional y latinoamericana, considerando que la cultura petrolera, sobre todo la venezolana; es muy convincente, desde la escuela, incluso.

De acuerdo a lo anterior, y con la iniciación de la aguda utilización del petróleo en Venezuela y al mismo tiempo, la refinación y uso desmedido de éste hidrocarburo fósil contaminante que va en ascenso; indica que tendrá un fin próximo, quedando como saldo el lamentable estado en que dejaría al planeta el modelo ecodepredador cuyo núcleo es la destrucción del medio ambiente y por ende el bienestar de cada ser vivo, que mas allá de los beneficios obtenidos está el quebranto que tendrán hacia la salud, la economía y hasta la

política del país y el resto del mundo que de él se sirven de una manera autodependiente y me atrevo a decir, que hasta autodestructible. En casos extremos o contrarios se desmejoraría el futuro de nuestros hijos, y descendientes, pues, el panorama sería el de un país en caos y un venezolano en ruinas, razón de fuerza para recapacitar en otras opciones, es imperativo pensar el petróleo desde lo comunal, pensar incluso la manera metafórica de sembrarlo para que genere ganancias colectivas. Si tomamos en cuenta esto, veremos que hay otras opciones para abastecernos energéticamente sin causar tanto daño ambiental y económico a las sociedades, como es el caso de las energías limpias como la solar, la cual se puede trabajar y generar desde las comunidades.

Chávez (2009) refería que es necesario que Venezuela constantemente reflexione acerca del hecho que implica ser un país rentista petrolero, como lo es todavía, pero principalmente hay que entender que es el aparato capitalista quien signa los recursos para su posterior explotación y apropiación irracional, aportando solo migajas a la producción nacional. Entonces, hay que ampliar la opción de una fuente más limpia como medio para generar energía, donde se determine y organicen todas las medidas para su viabilidad segura.

Considerando a la sociedad; la cual precisa de dos atenciones energéticas básicas; como lo es, la distribución de combustibles para el transporte y la del suministro de electricidad para los diversos servicios de salud y buen vivir.

Boza (2013) explica la innegable estrategia del Comandante Chávez en proponer la vialidad al socialismo, y de las poderosas herramientas para su puesta en marcha, tales como: el Plan de la Patria (hoy ley), las leyes del Poder Popular, las experiencias comunales a nivel nacional, la integración nueva con los pueblos latinoamericanos y nuestra soberanía sobre los recursos que configuran un cuadrilátero favorable para esta tarea de pensar el petróleo desde la comuna.

totaliza todo lo que agarra con su lógica funcionalista, tecnicista y cancerígena, que no limita a las relaciones de producción de bienes y servicios, sino que permea todos los espacios materiales y simbólicos de la realidad humana y social, desde la educación, la cultura, costumbres e ideologías, hasta llegar a la forma de relacionarse entre si (Mèszàros, 2009).

Para finalizar, el propósito de esta reflexión escrita es de formar comuneros y profesionales en el área petrolera con un sentido ecosocial, y comience a existir consonancia con lo que se acuerda en las leyes y planes de la nación, y lo que ocurre o se produce en los espacios comunales, educativos y sociales, principalmente en la UBV, que es bastión de un proceso que busca la liberación del ser humano en todo ámbito natural, para así lograr construir una Venezuela potencia en lo económico, social, político y que minimice el impacto negativo ambiental, al mismo tiempo que desconecte las líneas de dominación y dependencia científicotecnológicas que se tiene con el resto del mundo, sobre todo en el mercado petrolero.

No obstante, la tarea no esta excenta de errores, esboza este autor, para lo cual hay que construir el Estado Comunal sin olvidar las dificultades que implica estar en contra del sistema capitalista; que

Mèszàros, I. (2009). La Crisis Estructural del Capital. Venezuela: Ediciones del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.

Referencias Bibliogràficas.

Bansart, A. (2012). Hacia el Ecosocialismo.

Venezuela: Ediciones Correos del Orinoco.

Chávez, H. (2009). El Capitalismo y La Crisis Mundial. Venezuela: Colección Cuadernos para el Debate.

Dussel, E. (1994). Historia de la Filosofía Latinoamericana y Filosofía de la Liberación.

Colombia: Editorial Nueva América.

Boza, T. (2013). ¿Cómo construir el ESTADO COMUNAL?. Venezuela: Ediciones del Núcleo Endógeno “Palito Blanco” y Fundación CONSTRUYENDO CIUDADANÎA.

LAS MISIONES, BENEFICIOS DEL PODER POPULAR.

NINOSKA M. PAZ PALACIOS Ingeniera Química. M.Sc. en Ingeniería Ambiental Docente Instructor a Dedicación Exclusiva de la UBV. npaz@ubv.edu.ve / nimapazpa@gmail.com / nimapazpa@hotmail.com

En las veintiséis constituciones que ha tenido Venezuela, no se encuentra ninguna que haya reconocido y dado más poder al pueblo que la propuesta por el presidente Chávez en su recomendación de reforma constitucional, ni en Venezuela ni en el mundo, la potencia popular ha tenido un reconocimiento de tan encumbrada magnificencia.

En la constitución vigente el Poder Público comprende el Poder Nacional, el poder Estatal y el Poder Municipal. El Poder Nacional incluye el Legislativo, el Ejecutivo, el Judicial, el Ciudadano y el Electoral. Ajustándose a la libertadora consigna que otorga siempre mayor poder al pueblo, el presidente recomienda que se incluya en un aparte de articulo 136 lo siguiente: «El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del poder popular. Éste no nace del sufragio ni de elección alguna, sino que nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población » Ese poder (el Popular), como poder cimero, aparece en numerosas partes de la propuesta presidencial.

En el futuro estado socialista, y dentro del reordenamiento territorial, la proposición indica que «los ciudadanos y ciudadanas comunes tendrán el poder para construir su propia geografía y su propia historia» primer aparte del artículo 16.

Seguidamente tienen cabida «formas de autogobierno y cualquier otra expresión de Democracia Directa» (segundo aparte). De igual forma en el ámbito del Poder Popular se incluye el novedoso «Derecho a la Ciudad» dentro del «sistema nacional de ciudades», derecho consistente en «el beneficio equitativo que perciba, cada uno de los habitantes…». Igualmente se prevé, de manera

expresa, la participación del Poder Popular en el ordenamiento urbano (artículo 8 apartado 2,3,4).

Uno de los magnos servicios que el actual gobierno ha proporcionado a los sectores populares es el establecimiento y función de las misiones: La propuesta presidencial les otorga, muy acertadamente, el rango constitucional como novedosa categoría de administración pública a objeto de satisfacer «las más sentidas y urgentes necesidades de la población (artículo 141)» El presidente insiste en el Poder Popular y lo vincula al porvenir socialista.

Propone esta incorporación en el artículo 158: « El estado promoverá como política nacional, la participación protagónica del pueblo, transfiriéndole poder y creando las mejores condiciones para la construcción de una Democracia Socialista». En igual sentido recomienda la transferencia de Poder a « las comunidades organizadas, a los consejos Comunales, a las comunas y otros entes del Poder Popular» (artículo 84). (Losada 2013).

El planteamiento de construir un Estado Comunal, ha dejado de ser un anhelo, una pretensión o un capricho. Si no construimos el Estado Comunal, no sólo corremos el riesgo de perder la Revolución, sino que los pueblos del mundo entero perderían en buena medida la esperanza en la construcción de un mundo mejor, y sería tal vez, el comienzo del fin.

Se puede ubicar particularmente en la Ley Orgánica de las Comunas, en su artículo 14, asimismo en el artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Popular, donde se nos plantea esta definición de socialismo: Es un modo de relaciones sociales de produc¬ción centrado en la convivencia solidaria y la satisfacción de las necesidades materiales e intangibles sobre los medios de toda la sociedad, que tiene como base

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fundamental la recuperación del valor del trabajo como productor de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas y lograr la suprema felicidad social y el desarrollo humano integral. Para ello es necesario el de¬sarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezo¬lanas posean, usen y disfruten de su patrimonio o propiedad individual o familiar, y ejerzan el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales. (Boza, 2013).

En virtud de todo esto podemos resaltar que una de las características del socialismo es el establecimiento de la propiedad colectiva sobre los medios de producción, y si nuestra interpretación es correcta ¿cuáles son los medios para lograrlo?, ¿con cuales fuerzas sociales se cuenta?; ante t ales preguntas, es oportuno referirnos a la realidad del país. El proceso que vive hoy el país, cuenta con muy importantes progresos: transformaciones políticas de suma significación; adelantos contundente en materia de infraestructura, auténticos logros sociales, ya que las misiones conforman significativas contribuciones al bienestar popular; la actualización creadora del pensamiento bolivariano; la expansiva política en lo relativo a la salud, educación y vivienda, la reactivación y los avances de la economía, entre otros aspectos.

Todos estos aspectos son un requisito para poner a Venezuela a tono con el mundo de hoy, ya que la dependencia hacia un solo producto, por importante que éste sea, no garantiza la estabilidad, el progreso y la soberanía económica.

Por lo tanto, la independencia del petróleo y la diversificación de la economía nacional son puntos clave de la actualidad y del porvenir del país, por lo que se plantea una economía sustitutiva del petróleo como una de las urgencias de la Venezuela contemporánea. (Losada, 2013) Tomando en consideración lo expuesto y recordado como lo comenta, Gastón Parra Luzardo, que durante la apertura petrolera se buscaba orientar esta actividad al servicio de la economía nacional con el fin impulsar la transformación del proceso económico y social del país, en tal sentido y

tomando en consideración la bajísima rentabilidad obtenida en el negocio de la internacionalización petrolera, resultaba conveniente destinar determinado porcentaje de esas inversiones por realizarse en el futuro, al desarrollo de las actividades dentro del territorio nacional, desarrollando proyectos comunitarios que no son más que el conjunto de actividades concretas orientadas a lograr uno o varios objetivos, para dar respuesta a las necesidades, aspiraciones y potencialidades de las comunidades. Los proyectos deben contar con una programación de acciones determinadas en el tiempo, los recursos, los responsables y los resultados esperados.(ley orgánica de los consejos comunales).

Estos proyectos productivos se desarrollan gracias al porcentaje asignado de los ingresos que percibe PDVSA distribuido en las diferentes misiones, de donde se ven y se han beneficiado entre las misiones socialistas tenemos: misión árbol, misión barrio adentro, misión barrio adentro deportivo, misión ciencia, misión vivienda, entre otras. Por medio de estas asignaciones se la da al pueblo, una oportunidad de mejorar sus condición de vida y no solo se lleva el dinero las transnacionales, y logrando que el pueblo se beneficie de la renta petrolera.

Referentes Bibliográficos Losada Aldana, R. (2013).

Socialismo revolucionario contra barbarie capitalista. Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A. 2008 Boza, T. (2013). ¿ Cómo construir el ESTADO COMUNAL?. Venezuela: Ediciones del Núcleo endógeno ´´Palito Blanco´´ y Fundación CONSTRUYENDO CIUDADANÍA. Parra Luzardo, G. 2009. De la nacionalización a la apertura Petrolera, Banco Central de Venezuela, 2009 Ley orgánica de los consejos comunales, 2009

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CULTURA / ECONOMÍA DE LA SIEMBRA PETROLERA-ESTADO COMUNAL

ROSSANA RÍOS P. Ingeniera. Docente Instructor a Dedicación Exclusiva de la UBV. E-mail: rossanamrp410@gmail.com

La formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista dependiente del Petróleo. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros; para afianzarlo, profundizarlo y direccionarlo hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo. En esta transición, hay que romper con el conocimiento y la racionalidad burguesa, que no está libre de las tensiones propias de un esquema de poder dominado jerárquica y centralizadamente por el petróleo-venezolano, su forma de contabilizar y cuantificar el desarrollo, el cual es reducido a crecimiento.

En este aspecto, se establece una precisión cuando se plantea la necesidad de rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación donde se analizan los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva. Para esto es necesario cambiar radicalmente los patrones culturales de consumo, eliminando la intermediación del comercio capitalista: acercar, unificar y transparentar la relación producciónconsumo creando cadenas de comercialización de carácter socialista basadas en la transformación de los patrones culturales y de consumo de carácter colectivo y comunitario, es decir, satisfacción del consumo socialmente necesario con sentido austero y solidario, con una participación creciente del comercio comunal. Mientras no se cambie el patrón de necesidades sociales, la jerarquía de las mismas, la manera de satisfacerlas es muy difícil resolver tanto los problemas productivos como la RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: Página

comercialización.

En tal sentido, el petróleo-venezolano podría ir gestionando su propia disolución, desapareciendo por medio de su iniciativa administrativa, transfiriendo fondos de arriba hacia abajo para ir delegando las actividades productivas y el ejercicio del poder a las organizaciones comunitarias, hasta democratizar y comunalizar la organización de la sociedad. Comprender las limitaciones estructurales de nuestro esquema de poder nos invita a pensar en la activación de alternativas de transición no extractivistas más allá del patrón del desarrollo. Esta idea eleva la posibilidad de salir del modelo parasitario rentista a partir de la propia captación de la renta, para enrumbarnos hacia una Venezuela productiva.

El petróleo-venezolano es, una especie de terrateniente, el cual percibe una renta que no produce. Con esa renta, recrea la modernidad y alimenta la ilusión del desarrollo y la independencia.

Este caudal de divisas produce el relajamiento en lo productivo, las cuales, en la relación paternal/clientelar que fomenta el petróleovenezolano, se desmovilizan esperando su parte de la renta, para qué producirlo si podemos recibirlo.

Por otra parte, la Comuna se enfrenta entonces, no sólo a las reestructuraciones que el petróleo hace del espacio geográfico, urbanizando y modernizando el mismo, insertándolo al mercado mundial capitalista e incrustándole estilos de vidas y cosmovisiones funcionales al propio sistema, sino también a los propios estímulos parasitarios que crea esta estructura económica en los espacios comunales existentes, atentando contra la permanencia o la construcción de nuevos estilos de vida en el territorio.

La “siembra petrolera”, inscrita en el patrón DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO 31

geopolítico y mono-cultural del desarrollo, es administrada de arriba hacia abajo por la propia estructura de poder dependiente y transnacionalizada que compone al petróleo, lo cual refleja una tensión histórica entre esta estructura, y toda la diversidad biocultural de los territorios que han sido sometidos por ella. Y las crecientes inversiones con las que sólo cuentan los grandes capitales transnacionalizados que dirigen u orientan esta “siembra” a la satisfacción de sus intereses para el mercado mundial capitalista o para el suministro de materias primas, lo cual es sumamente problemático y contradictorio con los intereses territoriales de los pueblos y comunidades que componen la nación.

Lo cual no hace vulnerables, y nos exige el fortalecimiento territorial y la disminución de los encadenamientos globales con el volátil mercado capitalista. La expansión de nuestro desarrollo sobre un modelo energético insostenible, y con crecientes niveles de dependencia ante un vacilante mercado petrolero que con lleva a riesgos incalculables para la soberanía popular-territorial y nacional, resaltando los vinculados a nuestra vulnerabilidad alimentaria. Ciertamente, una de las principales reivindicaciones de la comuna es disolver la división social del trabajo, creando una República sin jerarquías y de ordenamientos horizontales. No obstante, la economía-mundo capitalista está constituida por encadenamientos geográficos a escala planetaria que estructuraron un sistema de dominación polarizado y profundamente asimétrico.

Esto solo cambia cuando llega el presidente Chávez al poder, quien se replantea no solamente el tema petrolero o el tema del precio justo del petróleo.

Sino que replantea el tema de cómo puede ser Venezuela distinta de lo que venía siendo, ya que era vergonzoso ver una Venezuela con toda esa riqueza petrolera y con un 80 % de pobreza y pobreza crítica, mono-productora, totalmente dependiente, con una economía totalmente deformada, exportadora y un país en manos del sector importador.

Por otro lado, si desde la comuna se plantea impactar en las condiciones objetivas para de esta forma transformar la conciencia, sobre todo porque en Venezuela alrededor del 90% de la población

vive en ciudades. Las urbes, como espacios de enclave del capitalismo globalizado de consumo, y núcleos geográficos parasitarios respecto a las zonas rurales, son las áreas más conectadas al sistema y por tanto más penetradas por el imperialismo cultural. La Comuna necesita orientar procesos de transformación del espacio urbano que hagan de los mismos, lugares autosustentables, en la máxima medida de los posible. Hay que llevar la economía a lo rural y a el planeta a lo campesino. Pero esta difícil tarea supone que no se trata sólo de un reordenamiento territorial, sino una reformulación de las lógicas y estilos de vida en las ciudades, una modificación radical de los modos de nuestras relaciones sociales y con la naturaleza, lo cual necesita el impulso de una verdadera revolución cultural en el país, sobre una enorme población urbana que ideológicamente ha sido profundamente modernizada.

Por ende, la organización social y la participación del pueblo que desde Chávez/Maduro ha pretendido cristalizar la revolución bolivariana, no han podido escapar de la maldición que nos ha deparado la renta petrolera, en tal sentido se entiende que el poder popular en la versión singular de los Consejos Comunales o en cualquiera de los otros tantos movimientos animados por el proceso en curso, han visto luz y llegar hasta donde efectivamente han llegado, en parte importante gracias a los manejos y contribuciones brindadas a los mismos por los ingresos petroleros nacional y fortuitamente tomados por los respectivos gobiernos.

Las resistencias a otra forma de organización y acceso a bienes y beneficios fueron evidentes quebradas por el concepto unívoco de una sola modalidad de movimiento local comunitario, por ello no fue casual que hasta en las urbanizaciones y condominios más elegantes del país apareciera un Consejo Comunal, con casi total independencia de lo que allí podría traducir el sintagma socialista de Poder del Pueblo. Donde los ingresos aportados por la renta petrolera fundamentalmente deberían de ser para los Concejos Comunales, pues bien sabemos que la mayor parte estelar de tales recursos fueron a parar a los otros programas sociales creados, con la idea de coadyuvar a producir un

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balance mucho más completo y sensato con la situación actual de nuestro país.

El gran reto del venezolano chavista y de la nueva generación, es construir un nuevo modelo económico, con el protagonismo de la sociedad, las comunas, los consejos comunales y el poder popular organizado, ese es realmente el reto que nos dejó el presidente Chávez.

Por otro lado, las nuevas relaciones de producción deben establecer las empresas de propiedad comunal, directas o indirectas, es que sean las propietarias de los medios de producción, esa es la clave, lo que hace la diferencia si se aumenta la producción, pero si las plantas o empresas siguen en manos del Estado o de los capitalistas, no se va a cambiar nada. Se han hecho unas mejoras en la reforma, pero eso no es un nuevo modelo de producción, por lo tanto, no se ha generado o gestado un nuevo modelo de producción, es el viejo modelo, el mismo modelo capitalista con unas medidas reformistas para que la explotación no sea mayor, eso es apoyarse en el mismo motor que ya fracasó.

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EL PAPEL DEL PETRÓLEO EN LA FORMACIÓN Y EMPODERAMIENTO DE LAS COMUNAS LILIBETH SEMPRÚN Ingeniera. Magister Scientiarium. Profesora asistente en la UBV.

El modelo imperante actual, quien permanece hundido en una crisis global y profunda, constituye el marco de las oportunidades para las revoluciones socialistas, en refutar la lógica neoliberal, buscar desplazar el modelo rentista, burocrático, corrupto y abrirse paso a la construcción del modelo socialista que garantice la mayor suma de felicidad posible, tomando como protagonistas a las comunidades organizadas a través de las comunas.

La revolución Bolivariana se inscribe en las necesidades y contradicciones propias del modelo político venezolano, lo que exige un salto significativo en las formas de organización popular, con un máximo nivel de eficiencia, ética revolucionaria y de comportamiento. Para ello, el Estado Venezolano ha promovido diferentes formas de organización social en el ámbito comunitario, como las Mesas técnicas de agua, Comité de tierra urbanas, comité de salud, consejos comunales, bancos comunales, mesas técnicas de energía y las comunas. Estas últimas, planteadas por el comandante Chávez en el Artículo 16 de la Reforma Constitucional donde se plantea la necesidad de adecuar la geografía nacional y aparece esbozada como propuesta orgánica la consolidación de nuevas organizaciones políticos territoriales “… Las comunas serán las células geo-humanas del territorio y estarán conformadas por las comunidades, cada una de las cuales constituirá el núcleo espacial básico e indivisible del Estado Socialista Venezolano, donde los ciudadanos y las ciudadanas comunes tendrán el poder para construir su propia geografía y su propia historia. A partir de la comunidad y las comunas, el poder popular desarrollara formas de agregación comunitarias político territorial, las cuales serán regulas en la ley, y que constituyen formas de RENTISMO Y PETRÓLEO EN VENEZUELA: Página

autogobierno y cualquier otra expresión de democracia directa…”

Ahora bien, cómo lograr el empoderamiento de las comunas, entendiéndose la misma como las formas de organización, administración y puesta en marcha del poder popular. Primeramente, sería a partir de planes de formación y fortalecimiento político ideológico que permita afianzar la participación popular en el ejercicio del poder. Cuando se habla de lo ideológico hay que revisar el papel del petróleo; y como fue impuesto una cultura de conquista producto de la explotación y producción petrolera por parte de las trasnacionales y las empresas criollas.

Las comunidades deben ser capaces de reconocer la participación que ha tenido y tendrá el petróleo como palanca negativa o positiva de los procesos políticos, económicos y sociales de la nación. Hasta ahora, el petróleo y la cultura que ha traído el mene a nuestro país, ha estado envuelto en un deterioro de la escala de valores históricas del venezolano. Como lo plantea Quintero (2012) “Desde hace cincuenta años hay en Venezuela una cultura del petróleo; un patrón de vida con estructura y mecanismos de defensa propios, con modalidades y efectos sociales y sicológicos definidos. Que deteriora las culturas “criollas” y se manifiesta en actividades, invenciones, instrumentos, equipo material y factores no materiales como lengua, arte, ciencia, etc.”

Abriendo un dialogo consciente y crítico en los avatares que ha generado la cultura del petróleo en nuestro país, podrían surgir desde el seno de su propio pueblo propuestas en pro de buscar acciones concretas para diversificar nuestros modos de producción, las cuales han sido dependiente del petróleo desde su aparición, rescatar formas DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO 34

tradiciones y propias como las referentes al agro. La producción de café, cacao, maíz y otros rubros, que impactaran de manera importante en la economía y en la mesa del venezolano. Hay que invertir los recursos generados por la explotación y producción petrolera en impulsar otras áreas sensibles del país que fortalecerán el aparato económico y permitirán seguir manteniendo las políticas sociales que ha implementado el Estado Revolucionario estos últimos años.

El poder popular debe estar en formación y en conocimiento continuo del marco legal y jurídico que acompaña la conformación de las comunas y todas las instancias que pueden conformarse a partir de ellas tales como lo señala Boza (2013) entre las cuales se tiene las empresas de propiedad social directa o indirecta, unidad productiva familiar, grupos de intercambio solidario entre otros. Menciona Boza, que para evitar los graves problemas que han presentado los consejos comunales en cuanto al buen uso de los recursos del Estado (provenientes de la renta petrolera y la recaudación fiscal) “se constituyan fuertes EMPRESAS DE PROPIEDAD SOCIAL DE PRODUCCIÓN Y SERVICIOS MÚLTIPLES, organizadas por secciones, con contabilidad organizada por centros de costos por proyectos, y equipos de gestión permanente, integrados por las personas con los perfiles adecuados que le den sostenibilidad. Esto facilitaría la organización de la comunidad para ejecutar los proyectos y el acompañamiento del gobierno, así como el ejercicio de la contraloría social correspondiente”.

Esta forma de organización de la economía comunal permite fortalecer la PROPIEDAD SOCIAL Y SUS FINES SOCIALISTAS y disminuir las tendencias propias de la cultura y la mentalidad capitalista que por ahora son predominantes en la sociedad, lo cual hace que los recursos aportados por el Estado, aún bajo la figura jurídica de empresa de propiedad social, sean manejados por pocas personas, y por tanto, posibiliten la apropiación privada de una buena parte de los recursos, los productos y los excedentes. Esta forma de organización del sistema económico comunal, permite una planificación centralizada y desconcentrada a la vez, y la

participación masiva de la población en los proyectos, empresas y redes socio-productivas. Es la construcción de Empresas Comunitarias capaces de satisfacer las necesidades sociales más importantes, en primer lugar el acceso a las fuentes de trabajo y medios de producción, y enfrentar con éxito al sistema del capital y sus personificaciones en las áreas y ejes territoriales, que con sus monopolios y organizaciones mafiosas tratan de estrangular en la cuna al naciente socialismo bolivariano. (ENCISO, R).

Por otra parte, siguiendo con la lógica del empoderamiento apalancado en la formación de las comunas, analicemos ahora el papel importante de las Universidades y de nuestra Universidad Bolivariana de Venezuela y sus Programas de Formación en Hidrocarburos; como precursor de esos procesos. La actitud sobre nuestra herencia cultural no es de simple registro afirmativo del pasado, sino campo de una lucha ideológica donde se afirma la conciencia nacional. Como expresaba Quintero (2014) “ Crear una nueva cultura no significa hacer individualmente descubrimientos originales , significa también, y principalmente, difundir verdades ya descubiertas, socializarlas, y convertirlas en bases de acciones vitales, en elementos de coordinación, de orden intelectual y moral”. Nos toca pensar, sobre la realidad presente, sus crisis, sus guerras y desplazar la cultura de conquista para concretar una verdadera nacionalización y socialización del petróleo, traducido en bienestar para todos y todas.

La UBV tiene que impulsar la libre iniciativa del estudiante quien forma parte y se desenvuelve en comunidades, de manera de activar su fuerza de creación, superar el mito que solo las clases hegemónicas tienen la capacidad para administrar las riquezas de nuestros subsuelos, y mas allá de ello; el uso de los recursos. Debemos impulsar desde nuestras aulas de clases, sentimientos de nacionalismo, hacer esfuerzos en combatir nuestros problemas y realidades con acciones concretas sin caer en teoricismo típico de nuestro trabajo intelectual, hacer un acompañamiento real y profundo con las comunidades en todos los procesos productivos, intelectuales, humanos que abarcan las organizaciones populares. Tenemos que

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vincularnos a través de la investigación-acción.

Impulsar que el trabajador de la comuna, se forme sin abandonar sus espacios productivos. Vincular la docencia y la producción que permita incorporar a toda la comunidad universitaria en el trabajo con una disciplina laboral nutrida por el patriotismo.

Referencias Bibliograficas ENCISO, R; Didactica de la Economia Politica de la construcción socialista. Primera parte. 2008 BOZA, Tony; El estado Comunal, Ediciones del Nucleo de desarrollo Endógeno “Palito Blanco” y Fundación Construyendo Ciudadanía 2013.

QUNTERO; R; La cultura del Petróleo, 2012 QUINTERO; R; Antropología del Petróleo, 2014

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LA CULTURA PETROLERA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO COMUNAL: ALGUNAS CONSIDERACIONES CRÍTICAS. JUAN CARLOS SOTILLO MENESES Licenciado en Matemáticas. Doctorante en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, área Innovaciones Educativas.

Profesor Asistente en la UBV.

La construcción del socialismo denominado “del siglo XXI” en Venezuela está imbricada, de manera consustancial, inevitablemente, con un tejido social que presenta rasgos distintivos de lo que Rodolfo Quintero describe como cultura petrolera.

En su escrito preclaro denominado La cultura petrolera, Quintero construye, en el sentido de dotar de contenido, la categoría de análisis que en este trabajo nosotros adoptaremos, siguiendo sus ideas: la cultura petrolera. La construye a partir de descripciones históricas de la constitución de una multiplicidad de maneras de vivir que adoptamos los venezolanos en general desde la aparición e instauración del negocio petrolero y de sus estructuras concomitantes en nuestro país. El individualismo; el aislamiento entre los que participan de las relaciones de trabajo en el campo petrolero; la obediencia a lo emanado desde “la compañía” (petrolera, se entiende); el rechazo a la cultura criolla; la adopción de formas de comportamiento (hábitos de vestido, alimentación, comportamiento en general) más propio de la cultura del “dueño de la empresa”; y en una escala de influencia mayor, el rentismo petrolero; la noción de que el comercio es la única forma de producción de riquezas; la identificación de la noción de riqueza con la de la mera posesión de dinero; la forma particular de “culturicidio” que todo lo anterior conlleva… He allí la construcción artera de una forma de “cultura” diseñada para desplazar cualquier indicio de un tejido cultural heredado de una construcción histórica propia de los venezolanos.

En resumen, el constructo denominado cultura petrolera, con sus vertientes sociales que pueden

pensarse como efluentes de las relaciones económicas particulares que el negocio petrolero internacional trajo a nuestras tierras, permea cada instancia del ámbito de nuestros quehaceres como habitantes de este territorio llamado Venezuela, e incluso como venezolanos más allá de esa contingencia geográfica particular de habitar en el territorio, y que pasa a estar constituida –la categoría antropológica llamada cultura petrolera- por rasgos que podemos decir, más adelante, que nos identifican como “venezolanos”, en ese proceso de inversión metonímico en el cual el todo pasa a denominarse a partir de alguna de sus características particulares: identificamos “lo venezolano”, el “ser venezolano”, con la cultura petrolera, perdiéndose así la memoria acerca de un “nosotros” prepetrolero rescatable mediante algún proceso que tenga efectividad en nuestro aquí y ahora.

Es exactamente esta construcción de identidad –necesariamente cultural; es decir, intencional, orquestada, pero de algún modo inherente al comportamiento humano- la que tanto echamos de menos en esa búsqueda de algo que nos defina como “nosotros los venezolanos”; es decir, en aquello que podamos decir que nos constituye como particularidad histórica con la que (auto) identificarnos. Y es precisamente hacia esa construcción o hacia los intentos de tal elaboración que apuntan las armas de destrucción más sutiles diseñadas por quienes se oponen a cualquier aparición de estamentos emancipadores en esta tierra de herederos de libertadores. Un pueblo sin identidad es presa muy fácil de cualquier intento de manipulación, de control de su devenir. No cabe duda, y admitiendo asimismo una cantidad de críticas posibles, que fue justo en este ámbito en el

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que tuvo Hugo Chávez un impacto que ya es histórico: los esfuerzos por construir, por hacernos nosotros mismos conscientes, de nuestra identidad como venezolanos y venezolanas, de sabernos constructores de “un nosotros hecho a mano”, por nosotros y desde nosotros mismos. Todas las propuestas estratégicas que él propuso iban y van encaminadas hacia esa construcción necesaria; ello incluye aquel ámbito hacia el cual orientaremos el resto de este corto ensayo: la construcción del Estado Comunal.

Entonces, con la vista puesta en dicho ámbito, consideraremos la comuna como aquella estructura social que ha de servir de apoyo (creador) al denominado Estado comunal –ver Ley Orgánica del Poder Comunal- , y pensando aquella, de modo descriptivo y con la visión puesta en lo que en este ensayo queremos exponer, como una de las variantes del diálogo intersubjetivo, concertado y consensuado, orientado a ciertos fines claros (la construcción del socialismo.) Nos atrevemos a mencionar entonces que, dado que los individuos que componen las comunas están históricamente definidos, “marcados”, por la denominada cultura petrolera, de la misma manera cualquier construcción en las que estos –los sujetos culturales, activos en la escritura de la historia- participen estará signada, al menos en sus inicios y mientras no exista una estructura de ideas novedosa que sirva de guía, por los rasgos sociohistóricos que son descritos categorialmente por la frase cultura petrolera.

Nuestro reto es pues tender puentes entre la continuidad histórica sobre la que se teje el devenir de nuestra sociedad venezolana en transición del capitalismo al socialismo, habida cuenta de la incompatibilidad entre la construcción del Estado comunal, como precursor sociopolítico y económico del Socialismo del Siglo XXI o Socialismo a la venezolana, y la presencia neocolonizante y transculturizadora del conjunto de rasgos sociocuilturales denominado cultura petrolera.

La construcción de lo comunal debe hacerse sobre rieles que logren atravesar las fronteras ideológicas impuestas por el individualismo. Esta construcción sólo es posible desde la constitución de una praxis

revolucionaria que sea capaz de demostrarse más efectiva, en la satisfacción de los bienes materiales y espirituales necesarios para convertirnos en verdaderamente humanos, que aquellas prácticas capitalistas que fueron naturalizadas en los pensamientos de cada uno de los integrantes de la sociedad venezolana y que no son más que una camisa de fuerza de falsa conciencia, si pensamos en una de las acepciones del término “ideología”.

Nadie dijo que tal tarea fuera sencilla y muchas veces se nos hace esquiva la idea de su posibilidad justamente porque las formas de comportamiento, impuestas por el capitalismo en nuestro país mediante la imposición transculturizadora de la cultura petrolera, funcionan de modo tan efectivo que parecen indicar, a los sujetos acríticos, que no existen posibilidades-otras para ciertas formas hoy establecidas de relaciones intersubjetivas, entre las que se cuentan las relaciones de producción.

Nuestra pauta en el concierto global, que según la denominada división internacional del trabajo, nos define como productores de materia prima (y, por ende, como consumidores de materia elaborada… afuera.) La que hemos venido denominando en este brevísimo ensayo, desde Quintero, como cultura petrolera no es más que el software –con el permiso de la metáfora de los sistemas técnicos- mediante el cual se garantiza que el comportamiento social venezolano esté acorde con la mencionada pauta en el concierto global. Así, mientras estemos ejecutando dicho software en nuestra sociedad, seremos del agrado de los centros de poder. La revolución bolivariana vino, justamente, a indicarnos otras formas de comportamiento que, por supuesto, son bastante incompatibles con aquella programación (de allí que eligiéramos la palabra software) que desde los centros mundiales de poder fue decidida para nuestra sociedad.

Ahora bien, no es suficiente un escrito, por más constituyente que sea, ni un discurso, por muy ferviente y bienintencionado que pueda ser, para reinstalar en nuestra sociedad, de un día para otro, lo necesario para desconectarnos de las perversiones implícitas en el papel de productores de materia prima y consumidores de materia elaborada, puesto que éstas pautas forman parte de un tejido social que es consustancial con cualquier

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forma de comportamiento y devenir en el presente de nuestro país. La mente estratégica del Comandante Chávez avizoró entonces a “lo comunal” como aquella forma de dotar de poder realmente efectivo a la sede del Gobierno: el pueblo; para que desde ese “empoderamiento” consciente comenzara a darse cuenta de que, justamente, el Poder reside en él, y que habrá de ejercerlo desde las instancias que les sea dado construir en pos de la búsqueda de, como dijo El Libertador Simón Bolívar, la máxima felicidad posible.

Esa felicidad suprema habrá de convertirse en una forma de vivir o, mejor dicho, de ejercer “la humanidad” de la que somos parte. Tenemos que ser capaces de entender el concierto social dado por esa gigantesca y compleja orquesta de la que somos parte, y estar conscientes de que lo que haya de ser Venezuela, sea ello lo que sea y que tal vez no logremos ver con nitidez ahora, siempre va en consonancia de una construcción coordinada, planificada, con niveles de conciencia lo más elevados posibles, con el trabajo como marcador de rumbo; una forma de trabajo que dé al traste con las perversiones del capitalismo en sus fases neoliberales y, por decirlo de algún modo, posmodernas.

Es deber del Estado comunal y por ende, en escala más cercada a cada uno de nosotros y nosotras, tarea de la comunas y de los sujetos que las conforman en esa intersubjetividad –todavía por construir también- armar las estrategias que permitan a quienes participamos en la sociedad conocer sus formas de funcionamiento, ser críticos ante ésta y subversivos ante las injusticias. Podemos decir, para cerrar, como hemos escuchado quizá a nuestras madres en su fe: todo lo demás vendrá por añadidura.

Y, por supuesto, alertas, tenemos que estar alertas, porque estas construcciones vendrán, necesariamente, a tocas los intereses constitutivos de quienes hoy detentan el poder. Y ese capitalismo, cual animal herido, no se dejará arrebatar los signos y símbolos de su poder, por más que éste, desde hace al menos dos o tres décadas, haya demostrado su moribundez y sus rasgos aniquiladores.

Miranda. Malecón de La habana. Cuba.

Fotografía: Juan C. Sotillo M.

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Esta recopilaciรณn es producto de un esfuerzo mancomunado de los integrantes del Curso Del Capitalismo al Socialismo, dictado de enero a marzo de 2017 en la Sede UBV Zulia.

Maracaibo. Venezuela.

el presente documento fue montado en el programa de cรณdigo libre SCRIBUS v. 1.4.6 por Juan Carlos Sotillo Meneses

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