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Barata, competitiva, de bajo costo
su coste se equipara al de la mano de obra”, en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, que conllevará la instalación de fábricas inteligentes, los “cobots” (robots colaborativos) y sistemas ciberfísicos.
Por tanto, si la industria mexicana no está en los niveles de robotización de países con los que se compara y aspira a competir es, en gran parte, porque aún existe la alternativa de la mano de obra.
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Y esto es así porque en México “la mano de obra es objetivamente barata”, afirma el socio responsable de Innovación y Manufactura en Consultoría de Deloitte México, Bruno Juanes.
Barata, competitiva, de bajo costo
El salario mínimo en México para 2018 es de 88.36 pesos al día y el promedio mensual de ingresos per cápita en el país durante 2017 fue de 2,216.86 pesos.
Hay otros factores que contribuyen a que el capital humano mexicano se considere comparativamente barato o competitivo, como afirman algunos colectivos: abundante oferta de trabajo, sobre todo joven; devaluación constante desde hace décadas; jornadas de 48 horas semanales, y el protocolario rol de los sindicatos, según cuenta Jorge Carrillo, profesor de El Colegio de la Frontera Norte.
“En la manufactura de exportación, la gran mayoría de las multinacionales están sindicalizadas en gremios de protección. Hay diversidad, pero en general son propatronales.
Entonces, además de ser barata, tienes una mano de obra estable y controlada”, explica en entrevista.