Resultado de las diversas transformaciones sociales y políticas emprendidas a lo largo de su historia por las personas habitantes, vecinas y ciudadanas de la Ciudad de México, se ha reconocido la Participación Ciudadana como uno de los principios rectores del ejercicio del poder público y como uno de los derechos humanos colectivos en la Constitución Política de la Ciudad de México.
El artículo 24 de la Constitución chilanga reconoce a la Ciudadanía como “un vínculo existente entre las personas y la comunidad a la que pertenecen para el goce de los derechos reconocidos” dentro de esa carta magna y garantiza “la creación de espacios de participación ciudadana y para la construcción de ciudadanía”.
De manera tal que la Ley de Participación de Participación Ciudadana de la Ciudad de México en su 3er artículo entiende a la Participación Ciudadana como “el conjunto de actividades mediante las cuales toda persona tiene el derecho individual o colectivo para intervenir en las decisiones públicas, deliberar, discutir