KENDO Desde el primer palo o hueso, las primeras armas de piedra, y más tarde las de metal, las armas han evolucionado, y con ellas la forma de utilizarlas, pasándose de los movimientos puramente instintivos a unas técnicas complicadas y estudiadas que permiten el ataque y la defensa con las mayores garantías de éxito posible. El kendo o esgrima japonesa surgió a partir de la evolución natural de las técnicas del uso del sable. Al igual que la esgrima occidental no apareció de pronto ni fue desarrollada por una o varias personas en particular, sino que, a lo largo del tiempo, se fue perfilando a partir de experiencias en combate. El samurai consideraba al sable como una parte más de su cuerpo. Cada día se ejercitaba para conseguir más destreza y eran habituales los combates "amistosos" para probar diferentes técnicas. Esto conllevaba a considerables riesgos para los practicantes, pues se producían golpes y accidentes por la practica. Kamiizumi Hidetsuna invento el shinaiI( espada de bambú ) hacia al mitad del siglo XVI y en 1750 Nakanishi Chuzo confeccionó el bogu (armadura) que fue evolucionando hasta la que conocemos actualmente. La técnica hoy denominada kendo y que en un principio se denominó kenjutsu o arte del sable (ken-sable, jutsu-arte), pero que más adelante, con su evolución y el añadido de componentes místicos y filosóficos, pasó a denominarse kendo o vía del sable. Las diferencias entre el kendo y la esgrima son importantes. En Occidente, las armas (espada, florete o sable) se sujetan con una sola mano y el cuerpo se coloca en posición ladeada para presentar el menor blanco posible al adversario. A diferencia de Occidente, en el kendo se sujeta el sable con las dos manos y la posición de los combatientes es frontal, teniendo los golpes de punta un papel secundario. Se trata de dar el menor número de golpes posible, ser capaz de acabar con el adversario con un solo movimiento rápido, preciso y definitivo. Las diferentes mentalidades se dejan sentir también en los ataques y defensas, pues no hay que olvidar que tanto las técnicas de la esgrima como las del kendo surgen de experiencias en combates auténticos de pueblos con características muy diferentes tanto en el terreno mental como en el físico. En la época Meiji ( 1867-1912) comenzó un auge por la cultura occidental, desfavoreciendo la practica de artes marciales y el kendo. Aunque el gran publico perdió interÉs por el kendo fue conservado por reducidos grupos de practicantes. Finalmente el gobierno contribuyo al mantenimiento de esta herencia cultural realzando su valor como fundamento y soporte del espíritu nacional japonés (Nihon gokoro):creándose oficialmente la sección de Kendo de la policía metropolitana de Tokio. Demostraciones itinerantes fueron autorizadas para relanzar el interés del gran público. En 1895. la fundación del Dai Nippon Butokukai (asociación para el mantenimiento de las artes marciales japonesas), compuesta por miembros de la alta sociedad, y la construcción en 1899 del Butokuden (centro sala para la