Cartilla Cuidados Paliativos Clínica Santa Bárbara

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AMÁNDONOS PARA AMAR

La mejor medicina es cuidados, y si no funciona, aumenta la dosis.
Cartilla pedagógica para personal en la salud tratantes de pacientes en cuidados paliativos.

DÉJAME DARTE UN ABRAZO

Un abrazo, es el festejo del encuentro, el consuelo del dolor, y la alegría de tener a la persona que aprecias...

Un Abrazo, pone al descubierto nuestros sentimientos, nuestros miedos, nuestra necesidad de contención....

¿Quién no necesita en algún momento de su vida guarecerse entre unos brazos llenos de ternura?

¿Quién no necesita desnudar sus sentimientos sin palabras rodeando con amor a quien uno quiere?

¡¡Yo sí lo necesito!!

Un Abrazo, nos acerca corazón con corazón, nos deja sentir la intensidad de nuestros latidos y el calor de nuestros cuerpos...

Un Abrazo, es entregarse al otro y dejar que el otro tambipe se entregue... Es resguardo... es Protección...

Y es tan grande esta necesidad que en este preciso instante abro mis brazos para poder Abrazarte.

Pinta tu mandala con el color que inspira tu alma.

TRABAJAR EN EL ENTORNO DEL SUFRIMIENTO Y EL DOLOR

En los momentos de alta densidad emocional, la mayor ayuda que podemos ofrecer a las personas que atendemos es mantenernos despiertos, íntegros y emocionalmente equilibrados. Y generar un espacio de seguridad y confianza para ellos.

Y desde esta presencia y compasión ofrecer respuestas constructivas a las necesidades de las personas que servimos, y gozar del privilegio de acompañar el sufrimiento, creciendo con cada experiencia.

Escriba en cada manzana cómo es su mejor versión de sí mismo, en las diferentes áreas de su vida.

Yo en el trabajo Yo y mis emociones Yo y mi familia Yo y mi salud Yo y mis amigos YO SOY
CUIDADOR

EL PROFESIONAL ES LA HERRAMIENTA DEL CUIDADO

La capacidad de acompañar el sufrimiento del paciente con ecuanimidad y compasión se relaciona con el nivel de autoconciencia y de madurez espiritual del profesional.

La calidad de la “Presencia” que como profesional aportas al enfermo depende de la armonía de tu vida interior, de tu coherencia, en definitiva de LO QUE TÚ ERES y de cómo ESTÁS conectado con LO QUE TÚ ERES.

Desde esta perspectiva, el cuidado de la vida interior de los profesionales es un imperativo ético y al mismo tiempo una garantía de su salud mental.

RECONOCIENDO MIS EMOCIONES

Para la figura del Profesional tratante de pacientes en cuidado paliativo es básico trabajar su capacidad para gestionar los propios sentimientos y emociones de forma adaptativa e inteligente (Gázquez, Molero, Pérez, Barragán, Los profesionales en salud pueden experimentar períodos de estrés, ansiedad, Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a no sentirse abrumado o agotado, reconociendo los signos de estrés.

LOS SIGUIENTES SON SIGNOS DE ESTRÉS:

• Sentirse agotado todo el tiempo.

• Sentirse impaciente, irritado u olvidadizo.

• No disfrutar de las cosas que antes le gustaban.

SEA AMABLE Y PACIENTE CONSIGO MISMO.

Muchos de los profesionales tienen sentimientos ocasionales de enojo o frustración. Luego se sienten culpables por tener estos sentimientos. Intente buscar formas positivas de sobrellevar estos sentimientos difíciles (Pennung y Zheng, 2015).

CUIDE SU CUERPO.

Separe tiempo para hacer ejercicio, aliméntese de forma sana, manténgase hidratado y duerma el tiempo necesario. Controle su propia salud. El estrés de cuidar a un paciente puede llevar a algunas personas a desarrollar o aumentar hábitos perjudiciales para la salud, como fumar, beber demasiado alcohol o utilizar indebidamente medicamentos recetados. Si no puede hacer los cambios necesarios por su cuenta, busque ayuda profesional (Flores

BUSQUE NUEVAS OPCIONES DE ASISTENCIA FINANCIERA.

Los costos que debe pagar de su bolsillo como estacionamiento, transporte y alimentos pueden ser muy elevados para un cuidador. Si le resulta estresante administrar los costos, asesoramiento económico sobre los subsidios del estado a los que puede acceder el paciente. Recuerde realizar un plan de gastos, así como consultar con un profesional jurídico, sobre los trámites de incapacidades y pensión, derechos fundamentales del paciente, según la ley de trabajo (Flores y Sánchez, 2012).

¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA PROFESIONAL?

Los profesionales deben prestar especial atención a su salud emocional y mental. Varios estudios han demostrado que se encuentran en mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad. Hable con un profesional de salud mental, recuerde que en Colombia existen asociaciones de pacientes que brindan acompañamiento emocional (Robert, Álvarez y Valdivieso, 2013).

A continuación, se ofrece información sobre algunas emociones que son comunes entre los profesionales:

Tristeza y depresión. Es normal sentir tristeza. Pero es importante entender cuando la tristeza es un signo de depresión. La tristeza puede ser un signo de depresión si (Penning y Wu, 2015):

Dura más de 2 semanas.

Le impide hacer lo que necesita hacer.

Pérdida del apetito o alimentación excesiva.

Problemas de sueño como no poder dormir o dormir demasiado.

Falta de energía.

Pérdida de interés en actividades placenteras.

Dificultades para concentrarse, tener buena memoria para tomar decisiones.

Sentirse irritable e inquieto.

Ansiedad. La ansiedad es una respuesta a una situación estresante, como cuidar a una persona con patologías oncológicas , que puede ocasionar en el profesional problemas de salud e interferir en las actividades diarias. Los síntomas de ansiedad incluyen (Thair, Mohammad, Faisal y Irfan, 2013):

Dificultades para resolver problemas, tomar decisiones o concentrarse. Nerviosismo o impaciencia.

Enojo o irritabilidad constantes y sin motivo. Demasiadas preocupaciones por el futuro.

Mayor tensión muscular o sensación de tensión.

Miedo. Tal vez tema que su paciente siga poniéndose más enfermo o no sea adherente a los tratamientos direccionados por los profesionales.

Culpa. Este sentimiento es muy común entre los cuidadores y profesionales. Puede sentirse culpable por varias razones. Por ejemplo: Por tener salud cuando su familiar o amigo tiene cáncer u otras patologías que deterioran la salud de forma avanzada; Si se siente culpable, recuerde que usted hace su mayor esfuerzo. El apoyo que brinda como profesional es realmente valioso para el bienestar de sus pacientes (Penning y Wu, 2015).

El miedo, pánico y estrés pueden causar que sienta enojo. También le puede molestar debido a lo que siente con respecto a una persona o situación.

Tenga en cuenta que cuidar su salud emocional y física le convierte en un profesional más eficiente.

MEDIDAS PARA PREVENIR EL BURNOUT Y LA FATIGA DE COMPASIÓN

Carga de trabajo sostenible.

Formación en habilidades de comunicación.

Reconocimiento y recompensas adecuadas.

Meditación.

Escritura reflexiva.

Supervición y tutela.

Desarrollo de habilidades de autoconciencia.

Práctica de actividades de autocuidado.

Actividades de formación continuada.

Participación en investigación.

Uso de rituales.

Progamas de reducción de estrés para el equipo basados en mindfulness.

Intervención para el equipo basada en potenciar el sentido del trabajo.

Retiros especializados.

Talleres específicos de autocuidado.

¿CÓMO MANEJAR ESTOS SENTIMIENTOS?

Buscar ayuda profesional.

Exprese sus sentimientos.

Planifique actividades placenteras con familiares y amigos.

Únase a grupos focales para profesionales de apoyo terapéutico.

Participe en actividades que lo hagan sentir feliz y reconfortado.

Haga ejercicio, aunque sea apenas de 10 a 15 minutos cada vez.

Practique técnicas de relajación, como meditación y yoga.

Cuando tenga situaciones de tensión con su paciente elija cómo le gustaría atender sus sentimientos y pensamientos.

RUEDA DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS Elevar una orac ión Escribir unacarta Pedirdisculpas Pi ed ra , papel otijera Hab lar sobre eltema Irmea respirar Pedir que pare ladiscusión Expresar l o que sient o

LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO

Realice una lista semanal de actividades agradables.

ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO

Un día tiene 24 horas y usted múltiples obligaciones y tareas que debería y/o le gustaría realizar. Si fuese un “super-hombre” o una “super-mujer” sería capaz de hacer todas y cada una de ellas en tiempo “record”, pero como los “super-hombres” y “super-mujeres” solo existen en las películas y no en el mundo real, puede que una de sus mayores preocupaciones, fuente de tensión y estrés, sea la falta de tiempo:

Para sus propias necesidades (comer, dormir, etc.)

Para cuidar a su familiar dependiente.

Para atender a otras personas de la familia.

Para sus responsabilidades laborales.

Para estar con amigos.

PLAN DE ACTIVIDADES

Priorice actividades:

Haga una lista, diaria o semanal, de todas las tareas que tenga que realizar.

Ordene con puntuaciones del 1 (nada importante) al 10 (imprescindible), las tareas de la lista según la importancia que tengan para usted.

Estime el tiempo necesario para realizar cada tarea.

Haga otra lista de actividades que le gustaría realizar y anote también, para cada actividad, el tiempo aproximado que necesita para realizarla.

Haga finalmente una única lista con las tareas que debe realizar y las que le gustaría realizar según orden de importancia y teniendo en cuenta el tiempo estimado.

Empiece con las primeras actividades de la lista (las más importantes).

Si hay algo más de tiempo, continúe con las demás.

Si no hay tiempo para todas las tareas y actividades que ha anotado, posponga para otro momento las que están en los últimos lugares de la lista y cuando disponga de tiempo extra, dedíqueselo a ellas.

Realice evaluaciones periódicas de la forma en que se está organizando el tiempo y analice si es necesario realizar cambios. Sea realista

Las actividades diarias que usted programe no pueden superar las 24 horas que tiene un día.

Tiene que incluir como prioritarias sus propias necesidades personales de alimentación, sueño, tiempo para sí mismo, etc. Si no lo hace, enfermará.

No olvide la diferencia entre una tarea imprescindible y una que puede aplazase.

Para establecer la diferencia, puede ayudarle preguntarse “¿hasta qué punto es necesario hacer esto?”, “¿qué graves consecuencias tendría si no lo hago?”.

No todas las tareas se tienen que realizar diariamente. Las hay que pueden llevarse a cabo cada dos días, semanalmente, quincenalmente, etc. Que hasta el momento usted siempre haya realizado a diario una determinada tarea no implica que este hecho no pueda cambiarse. Desde este punto de vista, el que antes limpiara el polvo a diario no significa que ahora no pueda empezar a hacerlo cada dos días para dar prioridad a otras tareas. Aunque inicialmente el cambio le produzca malestar, se habituará a ello.

Regla: No quebrar acuerdos.

Plastilina: Negociar.

Balanza: Firme y amoroso.

Vela: Ver lo positivo.

Chocolate: Manejo de emociones.

¿En qué momentos puede usar el botiquín de herramientas para establecer límites sanos?

Escriba con amor dentro del corazón lo que quiere perdonar o dejar atrás. Arranque la hoja y guárdela en un lugar significativo.

Cada estrella representa un sueño por cumplir. Escriba sus sueños.

ESCUCHE

LAS SEÑALES DE ALARMA DE SU CUERPO PARA TOMAR MEDIDAS

Problemas de sueño.

Pérdida de energía, fatiga crónica, sensación de cansancio continuo, etc.

Aislamiento.

Consumo excesivo de bebidas con cafeína, alcohol o tabaco. Consumo excesivo de pastillas para dormir u otros medicamentos.

Problemas físicos: palpitaciones, temblor de manos, molestias digestivas.

Problemas de memoria y dificultad para concentrarse.

Menor interés por actividades y personas que anteriormente eran objeto de interés.

Aumento o disminución del apetito.

Enfadarse fácilmente.

Dar demasiada importancia a pequeños detalles.

Cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo.

Propensión a sufrir accidentes.

Dificultad para superar sentimientos de depresión o nerviosismo.

No admitir la existencia de síntomas físicos o psicológicos que se justifican mediante otras causas ajenas al cuidado.

Tratar a otras personas de la familia de forma menos considerada que habitualmente.

HAGA EJERCICIO FÍSICO DIARIO

Programe una hora específica cada día para hacer ejercicio.

Elija un tipo de ejercicio con el que disfrute.

Mejor ejercicio suave y regular que fuerte y esporádico.

Señale un objetivo fácil de alcanzar: “Caminaré 5 min. 2 veces al día” y aumente gradualmente a 30 minutos. Satisfaga su necesidad de descanso y sueño.

Dedique algunos momentos al día a descansar, aprovechando aquellos en los que la persona cuidada descansa.

Duerma entre 7-8 horas al día.

Utilice la habitación solo para dormir, sin realizar otras actividades en la misma durante el día.

Habitación tranquila, bien ventilada y con temperatura confortable.

Acuéstese solo cuando se tenga sueño. Si pasan 5 o 10 minutos y está despierto/a, no permanezca en la cama. Debe levantarse e ir a otra habitación hasta que vuelva a tener sueño.

Levántese y acuéstese a la misma hora, aunque no haya dormido.

Evite el consumo de chocolate, café, té, tabaco y bebidas alcohólicas, sobre todo antes de acostarse. • Tome un vaso de leche caliente.

Realice ejercicio regular diario, pero por la noche relájese (ducha, relajación, música suave, leer…).

Cene ligeramente. No se acueste hambriento/a ni saciado/a.

No mire el reloj por la noche.

Consulte con el médico si, después de 2 semanas de intentar estos cambios, no nota una mejora significativa.

Escriba qué cuidados tiene pendientes con usted, escríbalo en cada parte del cuerpo.

CONCLUSIONES

Las personas que hemos elegido dedicarnos a cuidar y ayudar a los demás, trabajamos desde nuestra vocación, entendida como la respuesta a una llamada espiritual.

Nuestra herramienta de trabajo es nuestra Hospitalidad, Presencia y Compasión.

Estas delicadas “herramientas” deben protegerse y aplicarse con ecuanimidad y sabiduría.

El cultivo de la compasión, ecuanimidad y sabiduría equivale al cultivo de la propia espiritualidad. Entendida como nuestra humanidad en plenitud, lo que ya somos.

Somos una herramienta que conectada con la fuente de la conciencia podemos... ser cultivo de la atención, desarrollar una metacognición que nos permita navegar serenamente en el mar del sufrimiento y crecer aportando confianza y coraje e ir descubriendo nuevas habilidades que nos sirvan para mejorar nuestra capacidad de ayuda y madurar como personas.

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BIBLIOGRAFÍA

Por el bienestar, cuidado y amor a nuestros pacientes y colaboradores.

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