COLECCiÓN CLAVES PARA TODOS
ESTEBAN MAGNANI
CIENC lA PARA LEER EN BICICLETA CALENTAMIENTO GLOBAL Y OTROS MISTERIOS por la cleflda Raúl A. Alzogaray PRÓXIMOS
.Leonardo Gr.anato Nahu.elOddone
CANTÁBAMOS Laura Santos Alejandro Petruccelli Pablo Morgade
CIENCIA PARA LEER EN BICICLETA
ESTEBAN MAGNANI
CIENCIA PARA LEER EN BICICLETA' CALENTAMIENTO GLOBAL Y OTROS MISTERIOS
CLAVES PARA TODOS
COLECCiÓN DIRIGIDA POR JOSÉ NUN
B1J
CAPITAL INTELECTUAL
Director
José Nun
Editor general
Jorge Sígal
Edición
Luis Gruss
Coordinación
Cecilia Rodríguez
Corrección
Mariana Fernández
Diagramación
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Verónica Feínmann
El discreto encanto de los vibradores
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Ilustración
Miguel Rep
El simple arte de matar
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Producción
Néstor Mazzei
Hágase el agua
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Los dioses de la evolución
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La revolución improvisada
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FranCISco Acuña de Flgueroa 459 (1180) Buenos Aires, Argentina Teléfono: (+5411l4866-1881 l' edición: 4.000 ejemplares
La habitación cerrada
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La guerra de dos mundos
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Impreso en Talleres GráfiCOs Nuevo Offset Viell444, Cap. Fed .• en agosto de 2008. Distnbuye en Cap. Fed. y GBA: Vaccaro. Sánchez y Cía SA Distribuye en interior: D.l.SA Queda hecho el depósito que prevé la ley 11.723. Impreso en Argentina Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida sin permiso escnto del editor.
La evolución y la involución
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Marx y Darwin: dos buenos vecinos
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El fantasma del electro shock
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El programa más apto
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El torturador que llevamos dentro
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La imitación de la vida
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Ventajas de estar caliente
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Herramientas para percibir el mundo
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Pedidos en Argentina: pedidos@capin.com.ar Pedidos desde el exterior: exterior@capln.com.ar
&TI
CAPITAL INTELECTUAL
TAMBIÉN PRODUCE: Le Monde diplomatlque. ediCión Cono Sur· Pasión Celeste y Blanca. EstaCión Ciencia. Fundadores de la Izquierda Latinoamericana· Pasado en limpio· Fem. femenina y singular 500
Prólogo Eternamente joven
Derechos exclusIvos de la edición en castellano reservados para todo el mundo: © 2008, Esteban Magnanl © 2008, Capital Intelectual
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íNDICE
Magnani, Esteban Ciencia para leer en blclcieta. calentamiento global y otros mlstenos 1 a ed., Buenos Alfes, Capital Intelectual, 2008 120 p., 20x14 cm. (Claves para todos, drriglda por José Nun, NQ 89) ISBN 978-987{)14-132-1 1. Ciencias. I Título CDD 500
El cuento de nunca acabar
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Stalin contra los genes
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Orden y termodinámica
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El autor
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Para Bar, Leri yel desconocido por venir.
PRÓlOGO
Hay muchas formas de andar en bicicleta. Por ejemplo, se puede avanzar con la mente puesta en el destino o disfrutar el viaje con la mente vagando por los alrededores. A este autor ambas pueden ocurrirle, pero ciertamente el viaje no es el mismo según sea el caso. Es que la bicicleta es para mí un espacio de preguntas. Comenzó a pasarme una vez en la que viajaba a toda velocidad y un semáforo me obligó a detenerme repentinamente. La rueda trasera, la que acababa de frenar, quedó sobre un cartón que me hizo seguir u surfeando" sobre el asfalto. Por suerte comprendí rápidamente lo que ocurría, solté el freno un instante como para rodar sobre el cartón y que la cubierta tocara el asfalto nuevamente para, ahora sí, detenerse. Una vez pasado el camión que cruzaba la calle y disminuida la adrenalina me pregunté: ¿por qué en una ocasión la bicicleta
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frenó y en la otra no, si en ambos casos la rueda estaba trabada y había rozamiento? La pregunta ocupó mi mente durante varias cuadras. La intuición me decía que el rozamiento del cartón era mucho menor que el de una cubierta especialmente diseñada para agarrarse al piso, pero seguramente había una respuesta más precisa. Desde entonces suelo preguntarme algunas cosas mientras ando en bicicleta e intento leer lo que ocurre a mi alrededor desde otra perspectiva. Muchas de esas reflexiones me dieron ideas para escribir las notas que forman este libro. No sé si al lector le ocurrirá lo mismo con los viajes en bicicleta, pero posiblemente pueda evocar la sensación que una mirada particular puede arrojar sobre el mundo después de leer un buen libro: es el policial de Chandler que transforma cada calle oscura que transitamos en un potencial lugar de encuentro con el hampa, el existencialismo de Hesse que nos lleva a ver el ser y la nada en el fluir de un río, la opresión que nos provoca una distopía la Huxley o la Orwell, la filosofía callejera que emanamos después de leer a Fontanarrosa o el universalismo trascendental que provocan ciertos cuentos de Borges en cada paso que damos. y también puede lograrse a través de cierta literatura que se encuentra en la frontera del periodismo, la divulgación científica o la simple reflexión. Es que cuando este tipo de artículos logra su objetivo principal, la potencial mirada desde una teoría hace ver todo con otro color. Quien suba una calle pronunciada en su diario recorrido ciclístico sabiendo algo de termodinámica (aunque más no sea vagamente) no sólo transpirará por el esfuerzo, sino que comenzará a pensar en la conservación de la energía: al subir, parte de la energía cinética, es decir, la que se transforma en movimiento, se acumulará como energía potencial haciéndonos un poco más lentos; pero una vez que el ciclista llegue al pico y vuelva a bajar, la potencial "se volverá" cinética nuevamente y servirá para multiplicar la velocidad sin esfuerzo. Entender lo que está
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ocurriendo no cambiará en nada la velocidad del paseante, pero le permitirá darle otro sabor al recorrido, de la misma manera que haber I~ído Memorias de Adriano le da otra percepción al turista que visita Roma. En cualquier caso, lo mismo que sabe cualquier persona que haya pedaleado una bicicleta en su vida (que subir requiere esfuerzo, pero que la siguiente bajada lo compe,nsará) pasa a formar parte de un relato un poco más complejo y ordenado que permitirá luego aplicar esa mirada a otras cosas. Es cierto que desde la invención de los primeros antecedentes de la bicicleta moderna a principios del siglo XIX (este medio de transporte tiene un origen disputado por varios inventores) es usada por la gente sin necesidad de saber física, pero quien comprenda un poco de esta disciplina ya no se sentirá igual al subirse a ella. Es lo que persiguieron estos artículos al ser publicados originalmente y lo que siguen persiguiendo en este libro (y el próximo): permitir al lector ver otro mundo en el mismo que fatiga cotidianamente sin darse cuenta. En el mejor de los casos, después de leerlos, al menos mientras dure ese estado que suele provocar la buena literatura, cada ser vivo se transformará en un eslabón más en la cadena de la evolución, cada movimiento se transformará en un aumento de entropía que nos acerca un poco más a la muerte térmica del universo, cada jugada de una partida de ajedrez nos llevará a preguntarnos por los procesos químicos que se dieron en el cerebro de nuestro contrincante, cada saber nos hará preguntarnos cómo fue que alguna vez se comprendió. Más que intentar brindar un saber irrevocable, lo que une a estos artículos tan disímiles es tratar de generar preguntas que den un nuevo color a los objetos cotidianos. Por eso, aunque algunos artículos tengan ya varios años desde que fueron escritos, las preguntas que proponen deberían seguir siendo pertinentes: ¿por qué dormimos?, ¿por qué envejecemos?, ¿por qué el petróleo es tan valioso
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ETERNAMENTE JOVEN
en términos energéticos y por lo tanto económicos?, ¿cómo se formularon algunas respuestas que hoy consideramos obvias? o, incluso, ¿en qué forma puede relacionarse la política con la ciencia?, ¿cómo era tal científico? Con un poco de suerte otros mundos aparecerán por debajo de la superficie de lo cotidiano. Cabe aclarar que estas notas publicadas a lo largo de los últimos 10 años en el su plemento Futuro de Página/12 no son todas de mi autoría exclusiva: varias de ellas han sido escritas junto a mi padre, Luis Alberto Magnani, y otras con mi amigo y colega Guillermo Movia, según se aclara con una llamada al pie al comienzo de las notas correspondientes. El primero de elfos, además, con su metódico abordaje de las tareas me ayudó a exhumar, ordenar y seleccionar los escritos aquí finalmente publicados. Por otro lado también es necesario reconocer a quienes trabajaron en Futuro: Martín De Ambrosio, Federico Kukso, Adrián Pérez y, sobre todo, Leonardo Moledo. Por último, estos libros no hubieran sido posibles sin otros amigos y familiares. Tengo el hábito de testear los temas sobre los que voy a escribir para saber si los puedo explicar en forma atractiva y si interesan a alguien. Ellos, con sus comentarios y muestras de atención (o no), supieron indicarme el mejor camino. Esteban Magnani Buenos Aires, 10 de junio de 2008
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IDAS YVUELTAS DEL ENVEJECIMIENTO
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A lo largo de la historia, la fuente de la eterna juventud, los elixires y los spa, entre otros recursos, han sumado gran cantidad de fieles que buscan mantenerse siempre lozanos. Por desgracia para ellos, los resultados han resultado nulos o marginales: la velocidad del envejecimiento ha permanecido inmutable a lo largo de la historia, aunque muchos crean lo contrario. Es que, cabe aclarar, no es lo mismo el envejecimiento que el tiempo de vida. Si bien ambos están obviamente relacionados, ya que el proceso de envejecimiento a la larga es mortal, éste no es el único que interviene. En tanto la expectativa de vida casi se dupli<:ó en el último siglo, podría creerse que la gente envejece más lentamente. Pero no es así, ya que en realidad lo único que cambió es que se postergó la muerte de muchas personas hasta su vejez a través de la lucha contra las distintas enfermedades que
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atacaban a edades tempranas. Alejandro Magno era joven para sus contemporáneos cuando murió a los 33 años. Platón era una anciano al morir a los 80 años, seguramente con un aspecto similar al de cualquier octogenario de hoy en día. (En realidad se podría decir que en una sociedad en la que la gente tiende a morir joven el envejecimiento es casi inexistente.) El aumento de la expectativa, más que extender los límites de la vida, lo que hace es amontonar gente en la frontera casi insalvable de siempre, que ronda entre los 70 y los 85 años. Como explica Juan Young, un biólogo de la UBA que actualmente trabaja en el Centro de Envejecimiento Huffington, en el Baylor College of Medicine de EE.UU.: "El incremento enorme que se observó en los últimos 300 años en la esperanza de vida, y que demostró que el genoma humano tiene el potencial de soportar un incremento, se debe fundamentalmente a un avance tecnológico que permitió una mejor calidad de salud general (y de vida), pero a la misma vez la incidencia de cáncer y Alzheimer se incrementó enormemente por la edad. Lo mismo pasaría con enfermedades aún no difundidas si de algún modo la esperanza de vida fuera aumentada a 122 años, que es la máxima registrada". Por otro lado, la sintomatología del envejecimiento no es simple. En un anciano se puede ver el paso de los años en su piel deteriorada, en sus ojos acuosos, en la pérdida parcial de la memoria y, con los instrumentos adecuados, en las fallas de sus órganos internos, la escasa o nula capacidad de reproducirse y varios más. Es decir que aunque "envejecimiento" se diga con una sola palabra, no es un fenómeno biológicamente limitado, sino que en él se mezclan una enorme cantidad de síntomas. Y en cada uno de ellos son muchos los genes involucrados: por ejemplo, según un estudio de la Universidad de Washington, hayal menos 18 mutaciones relacionadas con la caída del cabello o 30 con los problemas cardiovasculares. Se calcula, grosso modo, que cerca de
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7.000 de los 100.000 genes del ser humano están relacionados con los distintos síntomas del envejecimiento. Siete mil pastillas al día parecen demasiado. Para colmo, estos síntomas tampoco parecen estar sometidos a un reloj biológico único que les ordene aparecer en la superficie. Los distintos animales sufren los síntomas en distintos momentos de su vida o, por decirlo de una manera más precisa, van dejando de reparar lo que el paso del tiempo produce en sus células en distintos momentos. Ahora, si en la naturaleza no parece haber una medida estándar para la velocidad del envejecimiento, ¿por qué la evolución no favoreció a aquellos individuos que tendían a vivir más y la expectativa de vida no aumenta?
ENVEJECIMIENTO Y EVOLUCiÓN En realidad hay varias razones para que las distintas especies no hayan tendido a vivir mucho más: primero, que una vez que un animal ha pasado su etapa reproductiva, la aparición de ventajas adaptativas que le permitan vivir más tiempo no tiene forma de pasar a su descendencia. La pregunta obvia es: ¿por qué entonces junto a la extensión de la vida no se extendió la posibilidad de seguir engendrando varias veces más? Es que la mayoría de los animales nunca llegan a desarrollar los síntomas de la vejez porque antes suelen ser víctimas de predadores, de sus propios compañeros o de accidentes. Esto explica también la tendencia de que los animales más grandes, con menos posibilidades de tener predadores, suelan tener expectativas mayores (aunque a la naturaleza no parece gustarle simplificar las cosas y existen unas cuantas excepciones). Como explica Esteban Hasson, doctor en Biología, profesor adjunto en la UBA e investigador del CONICET, "retrasarse dema:-
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siado en la reproducción puede terminar siendo perjudicial, ya que aumenta la posibilidad de no hacerlo nunca. Además, la espera fomenta la incidencia de factores ambientales, desde radiaciones ultravioleta hasta sequías, que pueden producir daños en las células reproductivas aumentando la posibilidad de portadores de genotipos menos adaptados". En este momento, los genetistas están dispuestos a torcer el rumbo trazado por la evolución a través de distintas técnicas para aumentar la expectativa de vida.
VIVIR CUESTA VIDA Seguramente cuando Los Redonditos de Ricota cantan "Vivir sólo cuesta vida" no saben lo cerca que están de la realidad. Es que en el consumo de energía necesario para vivir se va produciendo lo que, según parece, mata. De la misma manera que la combustión de un motor común produce desechos que van afectándolo, la combustión metabólica produce un desecho particular, en el interior mismo de las células, que son los radicales libres (moléculas que tienen un electrón no apareado que en su afán de reequilibrarse puede afectar partes vitales de una célula y modificarla, muy probablemente, para mal). Estos radicales afectan, en muchos casos, el ADN de la célula, que puede reproducirse con ese defecto o quedar tan dañado como para no poder hacerlo. Esta teoría se vio apoyada por evidencia experimental: las ratas de laboratorio que eran alimentadas apenas por encima del límite de supervivencia vivían hasta un 50 por ciento más, mientras que aquellas
que comían a piacere no solían pasar el promedio. Es decir que, a menos comida, menos radicales libres y envejecimiento más lento. Incluso el fisiólogo alemán Max Rubner llegó a calcular, a principio de siglo, que cada gramo de tejido corporal consumía unas 250 kilocalorías en toda su vida, ya fuera en una
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rata o un elefante. Esta teoría prendió muy fuerte en los científicos de principios del siglo XX. Raymond Pearl, investigador de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU., publicó en 1927 un artículo llamado" ¿Por qué viven más los holgazanes?", donde se explicaba el paralelo entre la vida sedentaria y el aumento de la expectativa de vida. Pearl se basó en datos de la vida de los mineros y de los oficinistas promedio. Evidentemente,'el factor decisivo no era sólo el consumo energético. En París, y más cerca del tiempo, más precisamente a comienzos de 1999, el libro Programa de larga vida, del "nutriterapeuta" Jean Paul Curtay y del científico Thierry Souccar, causó gran revuelo e~ Francia al asegurar que experiencias con petreles, a los que se alimentaba de manera controlada, verificaban la relación entre longevidad y cantidad de comida. En su libro, incluso, dan la receta para pasar el experimento a la vida humana. Sólo alcanza con tomar suplementos vitamínicos y hacer ejercicios sin exagerar para acercarse a los 300 años de vida que es, según ellos, la cantidad de años para la que está diseñado el cuerpo humano. Ellos rr:ismos, si no se aseguran una larga vida, por lo menos podrán disfrutar de un buen pasar tras el éxito de su best seller. En definitiva, parecería que el hombre está, en el mejor de los c~sos, toda su vida frente a un mismo y gigantesco plato de comida que cuanto más lento se consuma más durará. Eso sí, cuando termine ... Por suerte, para los amantes de los deportes y de los platos suculentos, esto no es tan así: los burócratas no envejecen más lentamente que los bailarines aunque consuman menos energía. A lo largo de los años el cuerpo ha desarrollado múltiples formas de contrarrestC]r los efectos de los radicales libres, evitando su formación y generando antioxidantes que anulan sus efectos o, simplemente, suplantando la célula dañada. Las veces que los radicales libres logran afectar realmente una célula, a pesarde bombardearlas unas
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10.000 veces por día, no son tantos. Sin embargo, las lesiones se van acumulando con el paso de los años, sobre todo en las células que se reproducen más lentamente o que no lo hacen. Cabe aclarar que, de acuerdo con aquellos investigadores que no están dentro del negocio farmacéutico, el consumo de antioxidantes no parece tener ningún beneficio real y tomarlos no significa necesariamente que lleguen al interior de las células donde realmente tendrían utilidad.
produce en el cuerpo humano probablemente obligaría al paciente ansioso de mantenerse joven a vivir en un hospital para serconstantemente emparchado por los médicos. Así, la longevidad no suena muy atractiva.
Los investigadores más optimistas aseguran con estilo más publicitario que científico que "la pregunta no es si lograremos frenar el envejecimiento, sino cuándo". Son muchos los que aseguran estar en camino y hay dos terapias estrella. Una es crear tejidos sanos a partir de unas pocas células para remplazar otras más viejas sin necesidad de trasplantar órganos completos y ajenos. Como explica Juan Young: "Los cultivos de células mediante la adición de una enzima llamada telomerasa están dando resultados interesantes ya que les permitieron a esos cultivos mantener una apariencia joven. Se cree que la acumulación de células senescentes (viejas, que no se dividen) es lo que genera un mal funcionamiento de muchos tejidos; y el hecho de haber alargado, o inclusive inmortalizado, la esperanza de vida de células sin transformarlas en tumorales, indica que esto podría ser utilizado como terapia. Podrían obtenerse células de un tejido particular, transformarse con telomerasa y volver a ser implantadas de forma tal que aumente la vida funcional de ese tejido". Si bien este tratamiento puede resultar útil a la hora de recuperar un tejido dañado concreto, no implica necesariamente que esto extienda el tiempo de vida como aseguran algunos futurólogos. En realidad, la cantidad de lesiones que el envejecimiento
La otra opción es más de base y busca estimular la actividad de los genes que producen defensas contra las agresiones de los radicales libres. Por ejemplo, el Dr. Michael Ros~, investigador y profesor de la Universidad de California (EE.UU.), ha sugerido que uno de los genes que pueden resultar protagónicos a la hora de proteger al ADN de los riesgos de los radicales libres es el que codifica para la enzima superóxido dismutasa, que es capaz de procesar los radicales libres hasta hacerlos inocuos. Si bien éste es un paso que puede favorecer el desarrollo de terapias antienvejecimiento, según Juan Young, "el objetivo de las terapias génicas son las enfermedades que pueden estar asociadas al envejecimiento, pero no está dirigido a extender la esperanza de vida. Para desarrollar una terapia génica que retarde el proceso de envejecimiento en humanos se necesitaría conocer los genes involucrados en el control de la longevidad. Estos genes no se conocen, y en realidad, ni siquiera se sabe si son localizables. En otros organismos, levaduras, nematodes, la manipulación de un único gen dio como resultado un aumento significativo (hasta un 100 por ciento en nematodes) en la vida promedio; y la mutación de dos genes a la vez resultó en una vida promedio 5 veces más larga, pero estos aumentos involucran modificaciones en procesos de desarrollo inexistentes en los mamíferos". Las cosas tampoco le parecen tan simples a Esteban Hasson: "Es de un cientificismo un poco ingenuo creer que esto es suficiente para detener el envejecimiento. Son demasiados los factores que intervienen en el envejecimiento y además sus efectos no son necesariamente lineales y únicos. Por ejemplo, la capacidad de un gen o grupo de genes de actuar sobre varios procesos dis-
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QUÉ HACER ENTONCES
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iotropía antagónica, es un proceso de difícil tintos, la II ama d a ple . . , E t' omprobado que los grupos de genes relacionados soluclon. s a c ., . roceso de desarrollo tamblen afectan negatlcon e I re t raso del P . . vamente la fecundidad, es decir que alargar la vl~a tl~ne un costo muy alto". En su laboratorio de la Facult~d ~e Ciencias E~actas y Naturales de la USA, en Ciudad Universitaria, los expenmentos han demostrado que las moscas de fruta más longevas tienen una menor capacidad reproductiva. Es que al modificar un gen para lograr un objetivo se pueden producir ~~ect~: no de~~ados, y probablemente se necesitaría de otra modlflcaclon genetlca para contrarrestarla Y así sucesivamente. Es probable que el punto final del largo recorrido esté en el mismo punto de equilibrio que el comienzo. "Además esto puede resultar un desastre desde el punto de vista evolutivo", continúa Hasson. "Sí las moscas retrasan su desarrollo, entre otras cosas, tienen mayores posibilidades de ser víctimas de un predador antes de poder reproducirse". Si bien los seres humanos no pasan por un estado larvario de indefensión, puede afectar evolutivamente a nuestra especie. "Por ejemplo, podríamos preguntarnos si un incremento en la edad promedio de las poblaciones humanas podría conducir a sociedades más conservadoras y por lo tanto a un estancamiento de nuestra evolución
un pichón en la flor de la edad. La educación, los tiempos reproductivos, las relaciones familiares, los espacios del planeta, todo debería readaptarse a la nueva escala. Una escala que desde la modesta perspectiva de hoy en día, en la que recién nacidos mueren por no tener comida, resulta al menos atemorizante.
CÁNCER Y ETERNA JUVENTUD SI las células mantuvieran eternamente la capacidad de reprodUCIr copias frescas, el cuerpo no envejecería. Pero, por desgraCIa y por suerte a la vez, la reprodUCCIón de las células de los dlstmtos tejidos corporales tiene que ser muy controlada para eVItar, por ejemplo, que el hígado crezca eternamente más allá de sus funCIones, avanzando sobre otros tejidos. Esto sucede con todas las células del cuerpo humano excepto con las de un tipO capaces de reprodUCIrse eterna
que se muestran
y descontroladamente: las cancerosas. Mien-
tras las células de la piel o de los glóbulos blancos deben reproducirse para mantener sus funciones, sIempre lo hacen de manera controlada, sin meterse en el terntono de otras células, Por el contrario, las cancerosas avanzan sobre cualqUIer otra célula sm complejOS ni medIdas, llevando su desenfreno por reproducirse y vivir hasta prodUCIr la muerte misma. Por lo visto, la vida sin control tambIén resulta peligrosa.
cultural por falta de renovación."
LAPROGERIA JUVENTUD DIVINO TESORO Los científicos avanzan buscando otro de los secretos de la vida, generando expectativas en mucha gente que no dudaría un segundo en aceptar vivir lozana unos 100 años más. Si a pesar de las dudas que al menos por ahora genera esta promesa, si realmente algún día esto se lograra y llegara a tener una gran masividad, las formas de relaciones sociales cambiarían terriblemente. Las visitas del tataratatarabuelo se volverían comunes y el bisabuelo de 100 años sería
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El envejecImiento, según algunos, es una enfermedad. En tanto todos la sufren escapa a esta
Pero la progena o enfermedad de Hutchinson-Gliford
sí es conSiderada la enfermedad del envejecimiento. Ataca a niños que suelen monr durante su adolescencia con un débIl aspecto de ancianos. Esta enfermedad $e debe a una mutación en un solo gen, lo que abre las esperanzas de aprender de ella para evitar el envejecImIento. Sin embargo, los enfermos de progería muestran sólo algunos de los síntomas del enveJeCimiento, como adelgazamiento de la piel, pérdida del cabelJo, problemas vasculares, etc., pero
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no todos. Por ejemplo, los pacientes no suelen desarrollar Alzheimer ni otras enfermedades neurológicas, y permanecen conscIentes de lo que les sucede
EL DISCRETO ENCANTO DE LOS VIBRADORES LA LUCHA CONTRA LA HISTERIA EN EL SIGLO XIX
hasta el final. Es decir, la ilusión de que un solo gen puede producir y, por lo tanto, frenar el envejecimIento, no es más que eso: una ilusión.
MENTIRAS CENTENARIAS iNoticia de último momento! En una olvidada localidad del Chaco llamada Aracalacana ha sido hallado un pequeño poblado con no más de 15 casas, en donde el más joven poblador refiere tener 135 años y el más anciano 157, ycontando. Según los más que centenarios pobladores, el secreto de la juventud sería una estricta dieta a base de mate lavado y aceitunas rellenas. Por desgracia, la longevidad de los aracalacanenses todavía no ha podIdo ser verificada ya que ninguno posee ONI y el Acta de Nacimiento del pueblo se ha perdido. Si bien esta historia es apócrifa, cada tanto se difunden noticias similares que aseguran que
se ha encontrado alguna población perdida que dice conocer los secretos de la vida, si no eterna, al menos tentadoramente extensa. El biólogo Steven Austad, en su libro Por qué envejecemos (1999), se ha tomado el trabajo de falsear con paciencia y sano humor estos sospechosos descubrimientos. Luego de analIzar los casos de regiones aisladas del Cáucaso, montañas tIbetanas y Andes ecuatonanos, en donde los Investigadores aseguran haber encontrado pobladores con edades que van más allá de lo creíble. Austad concluye que "sería un error dar por supuesto que estos ocasionales fraudes de alto vuelo definen episodios únicos de exageración de edad. Se da sistemáticamente en todo el mundo y aparece donde fuera que lo permiten las deficiencias de los registros ".
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Imagine que usted, revisando las viejas revistas de modas de principios de siglo de su bisabuela, encuentra una publicidad, con ilustración incluida, de un vibrador. Aunque parezca imposible, eso fue lo que le sucedió a la historiadora Rachel Maines cuando hojeaba una revista de modas de 1906. Para su sorpresa, el aviso no era producto de un editor vengativo o de un delirante: al revisar otras publicaciones para la mujer de aquel entonces pudo encontrar que ese recurso, que hoy subsiste en los sex shops, era ofrecido libremente a las féminas. Como buena historiadora y después de verificar que no existían otras investigaciones sobre el tema, Rachel Maines se interesó por el caso hasta terminar con un libro que se editó el mes pasado.
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ELECTRODOMÉSTICOS DE USO FEMENINO Según el libro de Maines, La tecnología del orgasmo: histeria, vibradores V la satisfacción sexual femenina, a fines del siglo pasado la utilización médica de vibradores para combatir la histeria femenina era una práctica común. Desde hacía tiempo, los médicos conocían el tratamiento y aplicaban personalmente saludables masajes que devolvían la calma a las mujeres que tenían síntomas histéricos (tipificados en aquel entonces como irritabilidad, confusión, depresión, palpitaciones del corazón, insomnio, etc.). Es que el modelo machista de la sexualidad, vigente desde hacía siglos, no incluía la satisfacción femenina en el menú, lo que incrementaba los niveles de histeria. No es casualidad que Freud, en esa misma época, la utilizara como uno de los pilares de la teoría psicoanalítica, ya que contaba con muchas pacientes con los síntomas a flor de piel. Para colmo, mientras los hombres comúnmente buscaban la satisfacción personal o, en el caso de sus esposas, sólo un heredero, era muy poco común, al igual que hoy, que las mujeres llegaran al orgasmo por la penetración. De esta manera, los médicos debían cubrir en las camillas la falencia que se producía en el hogar y que, en realidad, nadie excepto ellos quería tomarse el trabajo de atender. Así fue como, a fines del siglo XIX, en plena época de expansión de una serie de aparatos que aprovechaban la flamante energía eléctrica, llegaron los vibradores. Cuando el Dr. Joseph Mortimer Granville patentó el primer aparato eléctrico "antihisteria", sólo existían cuatro electrodomésticos: la máquina de coser, el ventilador, la pava eléctrica y la tostadora. El quinto elemento sería el primero en cumplir la promesa de quitarles el peso del trabajo de encima. Así es como aliado de las aspirinas y las cremas para las arrugas se promocionaba una amplia variedad de vibradores con dis-
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tintas velocidades (que variaban entre las 1.000 y las 7.000 revoluciones por minuto), de tipo ondulatorio, a gas, adosados a una mesa o, los más prácticos, portátiles. Por supuesto, la variedad de precios permitía el pequeño lujo a todas las amas de casa de cierto nivel.
PARA LA CARTERA DE LA DAMA Más allá de las fantasías que pudieran provocar los vibradores en algunas beneficiadas, estos aparatos no eran sólo un capricho más cuya compra se decidía por un histérico deseo. La comunidad médica y sobre todo los ginecólogos recetaban un tratamiento regular. Para ellos, aun más que para las mujeres, la llegada de la mecanización del masaje implicaba un gran alivio ya que la efectividad del tratamiento era mayor y podían atender a muchas más pacientes en un solo día (algo imprescindible para mantener el orden en una sala de espera llena de pacientes con histeria). En aquel entonces, la prohibición religiosa de la masturbación tenía más peso y muchas mujeres ni siquiera llegaban a identificar alguna vez cuál era la necesidad insatisfecha. Así, el barniz científico de los vibradores debía contribuir a olvidar la culpa ya permitir que el goce fuera mayor. Al fin y al cabo era sólo una manera de cuidar la salud. En esa misma época, y con el mismo tono científico, muchos médicos recetaban sesiones de hidroterapia en baños con chorros de agua caliente. Algunas mujeres asistían con una asiduidad de amante a los restauradores tratamientos.
EL REPOSO DE LOS VIBRADORES En la segunda década de este siglo, el armazón científico no pudo seguir ocultando lo evidente: más allá de su efectividad médica, detrás del tratamiento se ocultaba la lujuria y el escándalo moral.
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Mientras Freud se preguntaba al final de su vida cuál es, en realidad, el deseo de la mujer, los vibradores se abandonaban con vergüenza en algún oscuro rincón del placard. Los liberales años sesenta los traerían nuevamente a la escena, pero no se puede decir que nunca más serían perseguidos: en Estados Unidos, el país de la libertad, 14 estados prohíben hoy en día la venta de dispositivos sexuales (no así del Viagra, por supuesto). De cualquier manera, se puede decir que las cosas han cambiado bastante y, con el avance del feminismo, las mujeres han sabido tomar mejor las riendas del sexo. Por otro lado, hoy ningún médico se atrevería a recetarle a una mujer histérica la compra de un vibrador a riesgo de ser tildado de machista por el resto de su vida. Más allá de lo gracioso de un tema tabú cubierto por años de historia, sigue resultando muy difícil imaginar a aquellas correctas y ricas señoras de las fotos de la época victoriana aceptando el tratamiento con tranquilidad.
EL SIMPLE ARTE DE MATAR ARMAS QUíMICAS Y BACTERIOLÓGICAS
La creciente tensión en Medio Oriente reflotó temores y fantasías sobre las armas químicas y, ¿por qué no?, bacteriológicas. Alrededor de seis mil israelíes retiran, cada día, sus máscaras antigas por miedo a un ataque químico o bacteriológico desde Irak. Seguramente, a pocos se les ocurrió que es imposible vivir un largo tiempo con la máscara puesta. O que ésta es inútil si, por ejemplo, los gases o bacterias son mezclados previamente con algún vomitivo que obligue a las víctimas a descubrirse. Pero las posibilidades de que esto suceda son pocas, ya que Irak teme, por su parte, un ataque atómico desde Israel para el cual no cuenta con ningún tipo de protección útil. La negativa de Irak a suspender la fabricación de armas químicas y bacteriológicas tiene por lo menos un argumento: en 1969,
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una investigación de las Naciones Unidas calculaba que el costo de matar a todas las personas en un kilómetro cuadrado, en una ciudad, es de un dólar para las armas bacteriológicas, seiscientos para las químicas y dos mil para las convencionales. Con los adelantos tecnológicos actuales, esos costos son aun menores. Así es como Irak equilibraría fuerzas con las potencias atómicas: produciendo una de las formas de muerte masiva más horrible, simple y económica que ofrece el mercado. Pero el problema es aun mayor que el que puede producir Irak: "la bomba atómica de los pobres", como se llama comúnmente a las armas químicas y bacteriológicas, puede ser fácilmente utilizada por países, organizaciones o, incluso, personas que decidan producirla ellas solitas.
desemboca en infecciones supurantes en la piel, puede matar con sólo mil bacterias en el cuerpo de la víctima. Cuando se utilizan bacterias como armas, el sistema es más simple que con las químicas: alcanza con "regarlas" en el campo enemigo y sentarse a esperar. Si el clima es favorable se reproducirán por sí mismas y, con suerte, generarán epidemias que podrían, incluso, afectar a los atacantes. Las bacterias pueden eliminarse con antibióticos, pero éstos no son universales y no todo puede curarse con cualquiera de ellos. En algunos casos se demoraría mucho tiempo en producirlos. Queda dicho: las armas bacteriológicas son cosa seria.
Las armas bacteriológicas, primas cercanas de las químicas, requieren menos esfuerzo todavía: basta conseguir una o varias bacterias letales y el medio de cultivo que las mantenga alimentadas y en buenas condiciones de salud. Cada veinte minutos duplicarán su cantidad, por lo que unos pocos ejemplares alcanzan para empezar. Por ejemplo, el ántrax, una inflamación subcutánea que
UNA HERRAMIENTA CON HISTORIA Tanta belleza no es nueva: el primer registro que existe de un ataque bacteriológico se remonta al siglo XIV, cuando la ciudad de Kaffa, en la costa del Mar Negro, sufrió ataques de catapultas que usaban cadáveres con la peste como munición. Los ataques con armas químicas entendidas como venenos, en cambio, son innumerables. Durante el siglo XX basta evocar la Primera Guerra Mundial, las guerras entre Japón y China, Vietnam o la guerra entre Irak-Irán (ver recuadro); sin olvidar los usos domésticos, como ocurrió en Irak contra los kurdos o en Arabia Saudita contra los yemenitas. Los casos de individuos aislados o grupos que emplearon estas armas demuestran la facilidad con que pueden utilizarse. El episodio más reciente fue el de Tokio, en 1995, cuando un grupo de fanáticos religiosos, utilizando paquetes para transportar el tóxico, dispersó gas sarín en los subtes. El resultado fue de doce personas muertas por asfixia y cinco mil quinientas con lesiones respiratorias y oculares. Durante los allanamientos a los almacenes de la secta que realizó la policía, se encontraron, además de los
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HÁGALO USTED MISMO
Las armas químicas son fáciles de producir. Basta mezclar los elementos adecuados para crear uno nuevo y letal que puede ser líquido, sólido o gaseoso. Desde ya, el favorito es este último por la facilidad que tiene para cruzar las filas enemigas a través de, por ejemplo, bombas que dispersan el producto. Una vez que el elemento tóxico se evapora, el atacante puede avanzar sobre un campo de muertos sin que se haya disparado un solo tiro. Los gases tóxicos pueden ingresar a la víctima a través de la piel o de su aparato respiratorio, produciendo quemaduras, infecciones o parálisis musculares que desemboquen en un paro respiratorio o cardíaco.
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elementos necesarios para producir el gas sarín, ciento sesenta barriles con peptona, un material muy utilizado para cultivar bacterias. En Estados Unidos, ya en 1984, un caso parecido llegó a los tribunales: setecientas cincuenta personas del pueblo de Dalles, en Oregón, enfermaron de salmonelosis, una afección gastrointestinal. Dos años más tarde, Ma Anand Sheela, una fanática religiosa, confesó que ella y sus compañeros habían arrojado bacterias Salmonella en las ensaladas de cuatro restaurantes. Declaró que lo habían hecho con el fin de vengarse por los malos tratos que sufrieron al instalarse en el pueblo.
¿ES POSIBLE CONTROLARLAS? Desde hace siglos existen leyes que condenan las diversas formas de envenenamiento para evitar que se utilicen en las guerras (nada menos que quinientos años antes de Cristo una ley hindú vedaba estas prácticas). La Convención de Ginebra las prohibió en 1925. En 1972, EE.UU. y la URSS durante la Convención de Armas Biológicas asumían el compromiso de destruir sus arsenales biológicos y declaraban que las armas de este tipo "son repugnantes para la conciencia de la humanidad". En 1993, ciento treinta países firmaron el Tratado de la Convención de Armas Químicas que prevé la detección y destrucción de arsenales químicos. La mayor parte de los países árabes se negó a suscribir el tratado y supeditó su firma a que se incluyera el poder atómico israelí dentro de las armas prohibidas ya que, de lo contrario, el desequilibrio que se generaría en la región los dejaría indefensos. Pero no todo es cuestión de voluntad: Rusia reafirmó la intención de destruir su arsenal químico pero reconoció que no está en condiciones de realizar la inversión que requeriría eliminar las 50.000 toneladas de químicos que confiesa: más de 7.500 millones de dólares.
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Las presiones para controlar la producción de estas armas por parte de los países poderosos se deben principalmente al temor ante el tráfico y los posibles ataques terroristas contra blancos civiles: la fabricación de máscaras suficientes y de antibióticos para la población de las ciudades implicaría gastos gigantescos y de poca efectividad, ya que los antibióticos no son útiles contra todas las bacterias y tienen una duración limitada, y las máscaras son imposibles de usar por largos períodos. Para los países pobres, en cambio, la producción de estas armas puede ser vista como una forma de limitar las presiones externas, sobre todo frente a las potencias atómicas. Como suele ocurrir, detrás de los fines humanitarios se esconden intereses más oscuros. Es posible preguntarse, por ejemplo, por qué las armas convencionales no son tan "repugnantes para la conciencia de la humanidad". En esta lucha de poderes las posibles víctimas se transforman en una variable más. La situación, así planteada, es un juego de contrapesos que, si se desbalancea o es controlado por un desequilibrado, hará pagar con una muerte horrible a los que, seguramente, no pudieron decir nada.
EL GRAN EJEMPLO Durante la guerra entre Irán e Irak, entre 1983 y 1988, muchos países quedaron obnubilados por las ventajas de las armas químicas. Durante ese tiempo Irak uttlizó sistemáticamente diferentes tipos de gases ante el stlencio o admiración de otros pafses, muchos de los cuales no resistieron la tentación de desarrollar sus propias armas tóxicas. En la década Siguiente pudieron pagar muy caro su sílenclo. Durante la Guerra del Golfo, en 1991, los mismos pafses que habían permanecido sí/enciosos tuvieron que enfrentarse contra Irak. Pese a algunos indiCIOS poco claros, las fuerzas que se aliaron contra Irak no recibieron ningún ataque químico. Al finalizar la guerra, la ONU finalmente exigió a Irak que eliminara sus armas de destrucción masiva.
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HÁGASE El AGUA EL EXPERIMENTO DE LAVOISIER
El 12 de noviembre de 1783, Antoine-Laurent de Lavoisier terminaba de sepultar con un simple experimento uno de los pilares de la cosmovisión aristotélica sobre la composición de las cosas. Frente a los ojos de otros miembros de la francesa Académie des Sciences sintetizó agua en donde no la había con sólo mezclar dos gases. El agua, lejos de formar todos los otros elementos, era ella misma resultado de una combinación, como habían comprobado en los últimos años distintos químicos, entre ellos Cavendish. Pero fue Lavoisier con su vocación positivista avant la lettre quien le dio mayor precisión, develando incluso la composición del líquido elemento. En realidad, el químico francés ya había comenzado algunos años antes a desmitificar algunas de los rasgos que se le atribuían al agua.
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PALITO DE AGUA
Un siglo antes el belga Van Helmont había dado crédito a la idea de que el agua es la madre de todas las sustancias. Para ello, con la paciencia de un jardinero japonés, había medido durante cinco años la cantidad de agua y tierra que echaba en un macetero en el que crecía un árbol. Al final del período obtuvo un árbol de ochenta y dos kilos, mientras que la cantidad de tierra había permanecido prácticamente invariable. La conclusión obvia de Van Helmont fue que la madera del vegetal se había fabricado a partir del agua de su regadera. Otro experimento repetido por siglos y que abonaba la teoría era incluso más simple y más breve. Si uno hierve agua, una vez que ésta se evapora siempre queda un resto terroso, aun si se trata de agua destilada, es decir, sin residuos. Frente a este dilema, Lavoisier gestó un experimento que implicaba, aunque con otras palabras, el moderno principio de la conservación de la materia. Pesó prolijamente todos los elementos de su experimento, incluido el recipiente, e hirvió el agua, cuyo vapor se condensó sobre otra balanza. Como probablemente esperaba, el agua obtenida pesaba lo mismo que la original. Entonces, ¿de dónde había salido esa tierra? La balanza soltó el secreto: el fondo terroso tenía el mismo peso que el que había perdido el recipiente en donde se había hecho la operación.
y EL AGUA SE HIZO En los años 1780 varios científicos, entre ellos Joseph Priestley, Henry Cavendish y James Watt (el inventor de la máquina de vapor), habían obtenido agua de diversos experimentos con oxígeno o "aire deflogisticado", como lo llamaban. Lavoisier supo de ellos, pero se propuso estudiar mejor cómo era el procedimiento por el que ocurría tal cosa. A mediados de 1783, dos años después
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de bautizar al oxígeno, explicar su rol en la combustión y destruir la teoría del flogisto, Lavoisier comunicó sus descubrimientos a la Académie des Sciences. EI12 de noviembre, junto al Marqués de Laplace, se acercó a la institución (que por entonces se encontraba en el Louvre) para repetir el experimento a gran escala. Para ello prepararon un recipiente cerrado, excepto por una doble entrada. Una de ellas permitía el ingreso del oxígeno y la otra del Aire Inflamable (Al), que hoy llamaríamos hidrógeno, en una sabia proporción de 1:2. Al hacer entrar ambos gases por los orificios en las proporciones correctas, empezó a "aparecer" agua en el recipiente. El peso del resultado coincidía con el que habían perdido las sustancias de las que se habían obtenido el hidrógeno y el oxígeno. No satisfecho con esto, Lavoisier decidió comprobar que el proceso inverso también era posible. Para ello colocó en agua una barra de hierro que se oxidó rápidamente y que dejó atrás un resto de Al. Cuando" desoxidó" -redujo- el hierro y lo combinó con el At obtuvo nuevamente el agua, como un niño armando y desarmando un rompecabezas. Seguramente Lavoisiery Laplace brindaron con un vaso de líquido transparente pero con sabor a victoria.
DEL LABORATORIO A LA GUILLOTINA Antoine-Laurent de Lavoisier nació en París el 26 de agosto de 1743. Estudió Derecho, Matemáticas, Ffsica y Botánica, especializándose en Ourmica. En 1768, ingresó a la Academia de las Ciencias de París gracias a un ensayo sobre la mejora de las técnicas del alumbrado público. En 1777, el mismo año en que identificó el oxígeno y el hIdrógeno en el aire, se casó con Marie Anne Pierrette Paulze, quien desde entonces fue su más estrecha colaboradora. Su laboratorio se encontraba en el arsenal de la Administración Real de Pólvoras, instituto del cual era director científico. La demo-
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Ilclón de La BastIlla contó con su asesoramiento para eVitar a los obreros la acción
LOS DIOSES DE LA EVOLUCiÓN
de los gases nocivos que se desprendían Con la Revolución Francesa en marcha, Lavolsier fue nombrado miembro de la comisión para el estableclmi8nto del nuevo sistema de pesos y medidas y después, en 1791, secretario del Tesoro Francés Hasta que en 779310 detuvieron junto a otros miembros de la Ferme Générale, organización encargada, en tiempos del re~ de la recaudación de Impuestos, acusado de atentar contra la revolUCión. Luego de comparecer ante el tribunal revolucionario, fue ejecutado en la guillotina en Parfs. Era el8 de mayo de 1794.
"No fue la razón sino la fe en la razón lo que mató en Grecia la fe en los dioses", dice Juan de Mairena, el personaje de Antonio Machado, a sus alumnos. Ambos paradigmas, fe y razón, han luchado por siglos por instalarse como el lente principal a través del cual observar el mundo. Santo Tomás de Aquino consideraba que cuando el mundo observable chocaba con la fe había que inclinarse por esta última; mientras que Laplace se jactaba frente a Napoleón de no haber requerido la "hipótesis" de la existencia de Dios para explicar su cosmología. La disputa se torna aun más interesante cuando alguna de las dos cosmologías intenta incluir en su interior a la otra. Eso es lo que ocurre cuando se discute si la existencia de Dios es una cuestión que pueda resolverse científicamente, es decir, si es falsable de
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alguna manera. Entre las muchas respuestas a esta cuestión figuran las de dos grandes científicos y divulgadores: el biólogo evolucionista Richard Dawkins y el paleontólogo Stephen Jay Gould. Mientras este último consideraba que la religión y la ciencia pertenecían a dos reinos con objetivos y herramientas distintos e incompatibles que no tenía ningún sentido intentar relacionar, el primero afirmaba que un mundo con dioses debería ser muy distinto de uno sin ellos y que el estudio de esa diferencia tenía valor científico. Pero si bien la cuestión acerca de si Dios existe o no puede no tener interés científico, lo que sin duda lo tiene es la pregunta de por qué la idea de uno o varios dioses existe en todas las culturas. ¿Cómo es posible que todas las sociedades conocidas tengan explicaciones sobrenaturales sobre los orígenes? La respuesta puede ser buscada por medio de muchos abordajes distintos. Uno de ellos es justamente la especialidad de Dawkins y Jay Gould: la teoría de la evolución, una de las más poderosas herramientas de la biología. Distintos evolucionistas han llegado a la conclusión de que la religión es resultado de la particular arquitectura cerebral del humano. ¿Pero qué hizo que se generara y permaneciera? Desde la perspectiva evolutiva, cualquier particularidad física o de comportamiento de una especie puede tener dos posibles orígenes: o bien constituye una ventaja adaptativa, es decir, una capacidad que ha permitido a la especie sobrevivir y reproducirse a lo largo de millones de años; o bien se trata de una consecuencia secundaria de esa ventaja adaptativa que en sí misma no hace diferencia en las posibilidades de supervivencia de la especie. Los argumentos en uno y otro sentido no logran cerrar la disputa.
RELIGiÓN SECUNDARIA ¿Puede ser que la religión constituya una ventaja adaptativa? Si se piensa que el tiempo dedicado a las prácticas religiosas podría
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utilizarse para la reproducción de la vida, la respuesta parece más bien negativa. De hecho, el mismo Dawkins llegó a la conclusión en uno de sus recientes libros - The God Delusion-- de que la religión no sólo no es positiva sino que se trata de un accidente evolutivo de consecuencias potencialmente peligrosas. ¿Por qué no desapareció entonces la religión de las sociedades humanas si aquellas que la practicaban tenían menos posibilidades de sobrevivir? Lo cierto es que existen otros hábitos mucho más peligrosos que la religión que sin embargo han sobrevivido a lo largo de toda la evolución: el mejor ejemplo es el dormir. Probablemente, la necesidad del sueño sea un efecto secundario de ventajas adaptativas tan poderosas como para permitir "el lujo" de generar una conducta que produce indefensión frente a los predadores. Según algunos investigadores, el caso de la religión constituye un peligro comparable desde el punto de vista evolutivo. ., Scott Atran, un antropólogo especializada en la relaclon entre evolución y Dios, explicaba en una reciente entrevista realizada por The New York Times que la religión puede definirse como la tendencia a creer que algo materialmente verdadero es falso; por ejemplo, que alguien cuyo cuerpo yace inerte frente a uno en realidad está vivo en otro lugar. Semejante confusión entre vida y muerte es peligrosa para cualquier especie; a pesar de todo, la creencia en una vida posterior es común a la mayoría de las civilizaciones. Si se acepta que la religión es un hábito peligroso para la especie humana, la única explicación posible, argumenta Atran, es que sea un efecto secundario de algunas ventajas adaptativas. Stephen Jay Gould mismo explicaba que el desarrollo de una maquinaria tan compleja como el cerebro necesariamente debería generar productos inesperados que no tenían ninguna función adaptativa en particular. ¿Podría acaso el arte explicarse como una ventaja adaptativa? Otra nota (o libro) podría intentar esbozar una respuesta.
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Existen al menos tres mecanismos que según Atran pueden generar la tendencia a creer en poderes sobrenaturales. El primero es la tendencia a detectar a priori un agente externo potencialmente peligroso: huir frente a una sombra extraña que se mueve suponiendo que se trata de un animal peligroso es una política más saludable que quedarse a corroborar la realidad. Esto implica que nuestro cerebro está diseñado para creer que hay algo aun donde es improbable que lo haya. El segundo mecanismo es, paradójicamente, el razonamiento causal, es decir, la creencia de que todo lo que ocurre tiene una causa, uno de los pilares de la ciencia. Esta forma de pensamiento resulta muy útil a la hora de realizar operaciones simples como comer para satisfacer el hambre o construir una casa, pero puede generar la tentación de encontrar una narrativa lógica donde no la hay. El ejemplo más claro es la naturaleza de la casualidad: es lo que ocurre cuando en un mismo día se dan varios eventos improbables tales como recibir el llamado de alguien a quien se estaba por llamar y que el viento tire su foto al piso durante la conversación. Esa necesidad de una narrativa que justifique lo que ocurre, esa dificultad de creer que se trata del simple azar, hacen necesaria la creencia en lo sobrenatural.
que alguien tiene esa capacidad. La creencia en lo sobrenatural está tan inmersa en nuestra personalidad que se cr:uzan los dedos por cualquier motivo o se cree en la mala suerte. Un experimento que Atran realizaba en este sentido consistía en mostrarles a sus estudiantes una caja mágica que destruía todo aquello que pusiera en su interior aquel que no creyera en seres supernaturales. Casi todos los no creyentes dudaron unos instantes en introducir algo en ella. Por otro lado, los fenómenos que se desvían un tanto de lo normal suelen dejar una impronta mucho más fuerte en la memoria de los sujetos que la experimentan y los llevan a recordarlo como un hito significativo pese a su marginalidad estadística. Éstas y otras conductas generan el caldo de cultivo en el que surge la creencia en seres supernaturales. Sobre esa base, la sociedad a su vez puede desarrollarla en sistemas completos de funcionamiento particulares que ya exceden la supervivencia de la especie.
y el tercer mecanismo es la capacidad de ponerse en el lugar del otro para anticipar sus posibles movimientos, sobre todo aquellos que pueden resultar peligrosos. Eso implica una capacidad de abstracción suficiente como para concebir que el otro tiene una mente separada del cuerpo, algo que no es directamente accesible a los sentidos pero que existe. De allí a pensar en algo que es pura mente sin cuerpo no hay más que un paso. En todos los casos, la posibilidad de creer en lo sobrenatural está asociada a una ventaja adaptativa. Por otra parte, numerosos experimentos han demostrado que los niños tienden a creer que sus padres todo lo pueden y luego conservan la capacidad de creer
ADAPTACIONES Desde la vereda de enfrente se encuentran quienes creen que la religión sí constituye una ventaja adaptativa. En primer y más obvio lugar, la certeza de la muerte (probablemente un efecto no adaptativo de la conciencia) es mucho más manejable si se cree en alguna forma de permanencia del alma o la mente. Quien pueda superar la angustia de la muerte propia y ajena podrá manejar su vida en forma más satisfactoria y abocarse con más energía a reproducirla. Por otro lado, la imposibilidad de pensar la no-existencia es suficientemente convincente como para creer que no es posible y que por lo tanto hay algo que sigue existiendo. Desde esta perspectiva, los agnósticos no necesariamente se suicidan en masa pero sí manejan peor sus vidas al no sentir que tienen un sentido trascendente.
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Entre los evolucionistas hay otra discusión entre quienes sostienen que la selección natural puede operar a nivel individual y a nivel grupal. Uno de los que defienden esta segunda opción es el biólogo estadounidense David Wilson, de la Universidad de Nueva York: hay especies de pájaros que utilizan centinelas que protegen al grupo, pero los elegidos, al advertir a sus compañeros, delatan su posición y son los primeros en morir frente a un ataque. Sin embargo, como la especie en conjunto se beneficia de esta práctica, los centinelas sobrevivientes pueden reproducirse en mejores condiciones, algo que, según Wilson, demuestra que el altruismo resulta más potente que el egoísmo a escala grupal y son las especies las que se benefician de su práctica. Sostiene además que lo que sucede entre los pájaros es extensible a la religión, que si bien puede quitar tiempo y energías a un grupo, le aporta otras cosas que le permiten sobrevivir: cohesión, solidaridad y trabajo en equipo. La creencia en Dios hace a cada uno responsable del bien de todos porque un símbolo sagrado puede ponerse por encima de la voluntad individual y coordinar una sociedad sin resistencias individuales. Cabe aclarar que este tipo de comportamiento religioso puede haber sido una ventaja adaptativa en los últimos millones de años pero resulta muy discutible en la actualidad, como demuestran las masacres por razones religiosas que vuelven cada día más triste este planeta. Sin embargo, argumentan algunos científicos, algo de esa ventaja puede continuar hoya nivel individual cuando una persona religiosa tiene una vida ordenada, que lo hace más atractivo a la hora de conseguir una pareja. Algo similar sostiene el antropólogo Richard Sosis, de la Universidad de Jerusalén, quien encontró que aún hoy los rituales constituyen momentos privilegiados para demostrar la pertenencia al grupo y la disposición a hacer sacrificios por ser incluido. El mismo Sosis aseguró haber encontrado un
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ejemplo actual de la religión como ventaja adaptativa cuando en 2003 demostró que las comunidades religiosas lograron superar con mils frecuencia que las seculares las crisis que terminaron con la mayoría de los kibbutz, sobre todo por la tendencia ~e la~ primeras a seguir esforzándose cooperativa mente como SI tuvieran una misión más allá de sus intereses individuales.
GUERRA NON SANCTA La cuestión dista mucho de estar cerrada y promete añares de debates curiosamente apasionados, como si la religión lograra, aun entre los científicos, despertar pasiones de cierto fanatismo, aunque por suerte sin amenazas de guerra o pogroms. Pero tal vez el mayor problema reside en operar en la difusa frontera entre naturaleza Y cultura: decidir si un comportamiento social determinado es una ventaja adaptativa o no lo es depende en buena medida de que a priori se acepte la posibilidad de que cualquier conducta necesariamente tenga que tener una ventaja adaptativa detrás aunque esté modificada hasta hacerse irreconocible. ¿Se puede'hablar de una ventaja adaptativa cuando Max Weber explica el desarrollo capitalista de los países del norte de Europa porque las prácticas protestantes eran más funcionales que otras al sistema económico? Las ciencias sociales, incluso, han estudiado las consecuencias de la "muerte de la fe en los dioses", como la llama Machado: el retroceso de la religión como organizador social redujo los niveles de cohesión y autoridad, aumentado los de conflicto. Este fenómeno, visto desde los ojos de la evolución, permitiría dec.ir que aquella sociedad en la que el mandato de aceptar el destinO es más fuerte que el deseo de luchar por la igualdad resulta más funcional y, por lo tanto, tiene más posibilidades de ~obrevi~ir, al~o que parece exceder en demasía lo que intenta explIcar la blologla.
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Si bien las argumentaciones parecen razonables hasta cierto nivel, resulta difícil saber hasta dónde. Si se llevan los argumentos evolutivos a fondo se puede llegar a absurdos tales como pensar que la Iglesia católica manejará el mundo porque sus creyentes se reproducen masivamente, al no usar anticonceptivos, yque esto constituye una ventaja adaptativa. Es detrás de esta delicada frontera, difícil de determinar con precisión, que deberá moverse el debate para continuar siendo fructífero. Así las cosas, y aunque la respuesta resulte esquiva desde casi cualquier perspectiva, la pregunta sigue despertando curiosidad: ¿por qué todas las civilizaciones tienen sus dioses?
LA REVOLUCiÓN IMPROVISADA HORMIGAS YANTICAPITALlSMO
"Podrán cortar una flor, pero nunca impedir la primavera", festeja la frase de un luchador optimista. Más allá de un toque ingenuo, hay una cosa cierta: existen movimientos que, por su masividad y por la fom~a en que se producen, parecen imposibles de frenar. Uno de estos movimientos es el anticapitalista -mal llamado antiglobalización-, cuya mayor fuerza reside en la falta de centralización, algo que enloque?e a las autoridades tan preocupadas por sofocarlo. Para su desgracia, después de los insistentes fracasos por alcanzar utopías sociales, quienes intentan cambiar el mundo parecen estar descubriendo que es el método el que conduce al fin y que, al no delegar el poder en nadie, el sistema mismo es el que cambia, se hace más resistente y diverso. Contra todo lo que dicen los manuales sobre la eficacia de una organización centralizada,
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<iD.
la democracia directa está demostrando una flexibilidad y adaptabilidad desconcertantes para los aparatos represivos. Pero ¿cómo hacer algo si nadie toma la decisión por todos? Parece imposible, sin embargo la naturaleza brinda muchos ejemplos, d,e los cuales se puede aprender que el verticalismo, mal que les pese a muchos, no sólo resulta poco saludable para la mayoría sino que tampoco es necesariamente más eficiente. Es decir, que los sistemas jerárquicos no son universales y la naturaleza tiene algunos representantes muy ilustrativos.
chocando y perdiendo el tiempo estúpidamente, pero en realidad son estos encontronazos los que les permiten comunicarse. Gracias a esta falta de plan central, alguna hormiga solitaria se pierde cada tanto y encuentra un mendrugo en una zona nueva. Hay que aclarar -para alimentar los egos nacionalistas- que Jordan brinda especial atención a las hormigas argentinas. En los años 20 del siglo pasado, un grupo de ellas llegó a Europa y su forma de organización cooperativa entre colonias les permitió llegar a ocupar en la actualidad territorios que van desde Portugal hasta el sur de Italia. Y de ellas, según Jordan, los nuevos movimientos políticos de resistencia al capitalismo pueden aprender bastante.
CEREBRO DE HORMIGA
Sobran ejemplos en los que la suma de las partes es más que el todo: las neuronas del cerebro humano son esencialmente..,una red en la que millones de señales circulan simultáneamente, con un orden que parece imposible de determinar pero que evidentemente existe, a juzgar por sus resultados. La historia de la evolución misma es básicamente la historia del caos y la casualidad. Pero un ejemplo de trabajo cooperativo, sin jerarquías, que resulta especialmente interesante es el de las hormigas, muy utilizado por los anarquistas a lo largo del siglo XIX para explicar sus ideas. Más cerca en el tiempo, John Jordan, conocido activista británico y uno de los fundadores del movimiento Reclaim the Streets (algo así como "Reclamemos las calles"), las utilizó para explicar la esquiva forma de "des-organización" del movimiento anticapitalista global en un libro de reciente publicación llamado Estamos en todas partes. Jordan es miembro del colectivo de autores. Allí se explica que, si bien las hormigas cuentan con una reina, ésta sólo tiene una función reproductiva y "no anda gritando órdenes a las miles de trabajadoras". En cambio, es el intercambio de información entre las hormigas individuales lo que les permite actuar en forma eficiente. Ellas parecen deambular con su carga,
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CUATRO LECCIONES
La primera es la necesid 9d de estar interconectados. Unas pocas hormigas deambulando por una cocina no van a encontrar demasiado. Grupos anticapitalistas sueltos no van a encontrar la valla caída. Tampoco un investigador aislado va a descubrir el escándalo de Enron. Pero, si uno conecta estos trozos de información, el resultado va a ser totalmente distinto: "Muchas partes pequeñas interactuando crean la magia exponencial del emergente, la lógica del hormiguero", resume Jordan. Otra gran enseñanza es la de mantener cierta escala. Cuando un sistema crece, los problemas de comunicación y la división de tareas se vuelven casi inevitables. De allí a la concentración de poderes hay sólo un paso. El riesgo de centralizar informadón y poder es grande. Por eso, por ejemplo, el Moviment de Resistencia Global-Catalunya, una coordinadora de grupos catalanes a la que recurrían los negociadores del gobierno y la prensa en busca de un interlocutor aceptado, finalmente se suicidó institucionalmente al descubrir que estaba siendo funcional a su enemigo. Al comenzar a ser un referente centralizador, muchos habían comenzado
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a delegar tareas que si el Moviment por alguna razón dejaba de realizar, terminaba afectando a todo el sistema. La tercera lección que dan las hormigas es la importancia del azar. Esto resulta casi obvio si se tiene en cuenta que la vida sobrevivió gracias a la diversidad de comportamientos. Lo impredecible de las acciones individuales, que tanto molestaría a cualquier sistema centralizado, es justamente lo que da la cuota de creatividad necesaria para la evolución. "Sin el azar, la evolución se termina", cierra la lección. Por último, señala Jordan, hay que aprender de las hormigas a actuar localmente, sin esperar órdenes tomadas desde la distancia. Cuantas más hormigas estén hablando con sus vecinas, más rápido la colonia resolverá sus problemas. La información local lleva a la sabiduría global y no al revés. De hecho, la mayoría de las protestas exitosas no fueron producto de un plan central sino de una propuesta que encontró su camino en muchas mentes y "evolucionó" hacia una protesta enorme. Mucho más podría decirse sobre el tema, pero lo mejor será cerrar con una frase del activista inglés que haría temblar a más de un progresista: "La r-Evolución será improvisada".
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LA HABITACiÓN CERRADA MONOS, PEPINOS Y GANANCIAS
Luego de finalizar la tarea para la que fueron entrenados, dos monos reciben su premio: para el primero unas uvas -una irresistible golosina para la especie- y para el otro un pepino -agradable, pero claramente menos apreciado-. Indignado por la injusticia, el segundo mono tira el pepino y reclama una paga igualitaria, no un vil pepino que, cabe aclarar, en cualquier otra circunstancia habría aceptado. ¿Cómo puede ser? ¿Acaso valora más la justicia social que la supuestamente universal b,úsqueda de la maximización de la ganancia? ¿Se trata acaso de un mono socialista (o al menos transversal)? Esto es lo que intentan averiguar, entre otras cosas, algunos científicos dedicados a la neuroeconomía, una disciplina que mezcla ciencias duras y blandas: neurología, psicología y economía. Es cierto que rastrear los neurotransmisores de la justa distribución de las ganancias parece una tarea digna de los buscado-
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res de El Dorado o la fuente de la juventud. Por suerte, ,los neuroeconomistas no intentan llegar tan lejos, sino que estudian a un individuo en una situación de, por ejemplo, disyuntiva, y luego mezclan los resultados con teorías económicas, teoría de juegos y resonancias magnéticas, para finalmente elaborar sus propias conclusiones. Gracias a los estudios realizados se ha descubierto, por ejemplo, que las mujeres luego de tomar una decisión mantienen en actividad al menos tres zonas del cerebro: la que anticipa recompensas (el estrato ventral), la que planifica y organiza (córtex prefrontal) y la que monitorea la situación constantemente (núcleo caudal), mientras que los hombres ni se acuerdan del tema y muestran una actividad muy inferior en esas áreas. Resulta difícil aceptar que comportamientos como la ansiedad o la duda tengan un correlato cerebral, pero ¿cuál es la alternativa? ¿Creer en un alma donde habitan las sensaciones? Los neuroeconomistas niegan esa opción y buscan indicios sobre la química del pensamiento económico. EXPERIMENTOS AL POR MAYOR Algunos de los experimentos que realízan los neuroeconomistas son simplemente recetas conductistas acompañadas de una dosis de neurología y conclusiones económicas (como es el caso de los que buscan descubrir químicamente el poder de las marcas, algo que se escapa de la comprensión de la economía clásica pero que la influye en alguna medida). Pero, por otra parte, también existen pruebas que dan resultados sorprendentes. Vale la pena extenderse en una de ellas. Antes de emprender una tarea nueva, tanto los hombres como los animales estudian cuántas posibilidades tienen de alcanzar su objetivo y si el mismo vale la pena respecto del esfuerzo a realizar. Sólo ciertas patologías, como la depresión o la manía, impiden hacer evaluaciones adecuadas. Un equipo del Nationallnstitute of Men-
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tal Health (Instituto Nacional de Salud Mental) de Estados Unidos elaboró recientemente un sistema para medir la capacidad de los monos ,de hacer estas evaluaciones antes de emprender una tarea, y obtuvieron unos cuantos resultados interesantes. El trabajo de los primates consistía en bajar una palanca cada vez que se encendía una luz verde en un monitor. Cuando acertaban, la luz se ponía azul y una barra en la parte superior de la pantalla les indicaba cuán cerca estaban de alcanzar su premio, un delicioso jugo. Para la mayoría de los monos la cantidad de errores que se cometían era directamente proporcional a la cantidad de pasos que les faltaban para alcanzar su objetivo, es decir que la cercanía del premio estimulaba la concentración y la efectividad. Los monos del ensayo tenían sensores en la parte superior y frontal del cerebro que permitieron descubrir un circuito de unas 30 neuronas que elevaba su nivel de actividad cada vez más ante la cercanía del premio, lo que a su vez aumentaba la concentración y la efectividad. Una vez que se recibía el pago se liberaba una buena cantidad del neurotransmisor llamado dopamina y la actividad del circuito neuronal bajaba abruptamente, demostrando que la expectativa de una recompensa tiene un circuito cerebral bastante acotado. De hecho, cuando la distribución de premios era aleatoria, no se producía ninguna actividad en esta área del cerebro y la concentración caía muy bajo. Lo que se expresa en este rincón de la cabeza, concluyeron los especialistas, es la tensión entre el esfuerzo que debe hacerse y el premio que espera. Para comprobar la hipótesis, los científicos bloquearon por medio de una técnica genética la posibilidad de que las neuronas de 7 monos tomaran la dopamina liberada. El resultado fue que los monos nunca sentían la satisfacción de la labor cumplida y seguían esforzándose con los mismos niveles de concentración que antes, lo que los transformaba en una suerte de adictos al trabajo.
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LA GUERRA DE DOS MUNDOS
ATODOONADA Otra cuestión es si los estudios con monos y pepinos, con los que se puede experimentar en más profundidad, resultan ilustrativos para la especie humana. Al parecer, existe un buen grado de coherencia entre ambos tipos de sujetos experimentales. Los resultados de una prueba realizada con humanos, basada en un juego llamado Ultimátum, guardan un fuerte parecido con la prueba del comienzo. En ella, un jugador recibe una suma de dinero y debe darle una parte al otro jugador, que puede aceptarla o no. Si la rechaza ambos quedan con las manos vacías. Contra todo lo que dice un buen número de teorías económicas, cuando la oferta del primer jugador no alcanza la mitad exacta del dinero, en la mayor parte de los casos el segundo jugador prefiere decir "no" antes que aceptar las migajas. Esta idea de "justicia", por llamarla de alguna manera, parece tener razones evolutivas, entre ellas que la solidaridad al interior de la especie es una ventaja adaptativa. Al parecer, la teoría liberal al estilo de Adam Smith -que señala que el egoísmo ajeno beneficia a todos- no describe muy bien la realidad. Habrá que concluir que algunos economistas no entienden un pepino.
NUCLEARES VERSUS ECOLOGISTAS
Imagínese el contacto entre dos civilizaciones, una de ciegos y otra de sordomudos. Si bien ambos pueden percibir a su manera que la otra civilización existe, para unos el mundo es un lugar de imágenes y para el otro lo es de sonidos. Eso es, más o menos, lo que ocurre entre las comunidades ambientalista y atómica de nuestro país, que parecen percibir dos mundos distintos y absolutamente incompatibles. Ahora llevan adelante una nueva entrega del debate, esta vez motivado por una eventual importación de~ materiales irradiados provenientes de Australia a nuestro país.
TECNOLOGíA DE EXPORTACiÓN Todo comenzó en junio del año 2000, cuando Invap (que ya no es una sigla), Sociedad del Estado, ganó la licitación para cons-
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truir un reactor nuclear en Australia contra competidores atómicos de [a envergadura de Francia. La noticia de que Argentina era capaz de exportar tecnología a un país del primer mundo por un valor total de 170 millones de dólares (buena parte de los cuales se gastarán en el país) era, a priori al menos, algo para festejar en un contexto de desangramiento científico. El reactor de investigación que desde hace más de un año se está construyendo en Australia tiene como fin reemplazar a otro de más de 40 años de antigüedad, construido por los británicos. El Organismo Nuclear Australiano de Ciencia y Tecnología (ANSTO, según su sigla en inglés), lo utilizaba para investigación. Pero la fiesta, aparentemente, ha quedado trunca. El problema comenzó en Australia (y continúa, ver recuadro), un país donde se discutía sobre la necesidad de tener o no un reactor nuclear de investigación. En nuestro país, por su parte, cuando en septiembre de 2000 se dio a conocer el resultado de la licitación que ganó Invap, los ambientalistas sacaron a la luz una cláusula del contrato que luego traería el incendio a nuestro país: en el pliego de la licitación se pedía expresamente que el oferente incluyera la posibilidad de dar tratamiento a los materiales ya utilizados, antes de devolverlos a Australia. Al enterarse de semejante noticia, Greenpeace Argentina consultó allnvap para saber cómo se pensaba responder a esta demanda, ya que la Constitución Nacional prohíbe /lel ingreso de residuos nucleares". Ellnvap respondió que no se trataba de residuos nucleares, sino de com bustibles gastados". El contrato indicaba que cuando aparecieran los primeros residuos (en unos 15 años) ellnvap sólo se comprometía a hacer una oferta razonable acerca de cómo podría, eventualmente, acondicionar los combustibles para luego devolverlos a Australia, de la misma manera que lo había hecho Francia con los materiales producidos por el viejo reactor británico. II
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La polémica abierta en Argentina acerca de si el ingreso de los materiales irradiados viola o no la Constitución preocupó a la comunidad nuclear australiana que, al parecer, buscó mayores certezas en el Estado argentino. En agosto de 2001, el canciller argentino (por entonces Rodríguez Giavarini) viajó a Canberra para firmar un Tratado de Cooperación Nuclear cuyo texto aumentó la polémica. Para entonces los mundos de ambientalistas 'Y nucleares comenzaron a chocar una vez más con la fuerza de átomos en fusión.
LA GUERRA DE LOS MUNDOS "El tratado que realizó el gobierno australiano con Argentina se debió a que ahora había un intercambio de tecnología que lo justificaba, no sólo palabras/l, explica el licenciado Héctor Otheguy, gerente general de Invap. "El país tiene muchos tratados de Cooperación Nuclear. No hay nada secreto en esto." Por el contrario, para Juan Carlos Villalonga, presidente de Greenpeace Argentina, el acuerdo está muy lejos de ser normal. "llene dos artículos que no aparecen en ningún otro acuerdo que haya firmado Argentina. EI3 y sobre todo el 12, que establece que cuando se irradie combustible en un reactor de investigación provisto por Argentina, ese país debería asegurar que tal combustible sea procesado o acondicionado 'mediante arreglos apropiados' a fin de hacerlo apto para su disposición en Australia. Es decir-continúa Villalonga- que los australianos salieron a buscar el respalda del Estado argentino para asegurarse de que Invap cumpliría con su compromiso de acondicionar los combustibles, más allá de la Constitución." En este punto comienza una telenovela muy complicada en la que cada uno sólo ve el fanatismo irracional ajeno (algo tan de moda en la política internacional). Por un lado, Invap señala que determinar qué es un residuo y qué no lo es resulta difícil: el abono por un lado es un residuo, pero puede considerarse un insumo
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por otro. Para Invap el debate no tiene sustento ya que no hay seguridad de que Australia decida dentro de una década y media mandar los combustibles a Argentina, y en ese caso el ingreso sería temporal pues se devolvería a Australia una vez acondicionado. Además, en caso de hacerse, permitiría un negocio que ya están haciendo otros países y, sobre todo, se trata de una cantidad ínfima: un reactor de investigación produce miles de veces menos material radiactivo que, por ejemplo, cualquiera de los de generación eléctrica argentinos. Por si fuera poco, ellnvap tiene informes de tres constitucionalistas que demuestran que no existe ninguna violación a la legislación nacional en materia nuclear. En el otro extremo de las interpretaciones se encuentra Greenpeace, que ve en este intento de ingreso de combustibles quemados la hendija para resucitar el plan de entrar en el negocio internacional de residuos nucleares, algo que ya hacen Gran Bretaña y Francia, y que haría en breve Rusia. Además, Greenpeace consultó al constitucionalista Daniel Sabsay, director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), quien realizó una interpretación, como era de esperar, diametralmente opuesta a la de sus colegas consultados por Invap. Por otra parte, la Autoridad Regulatoria Nuclear, la autoridad nacional en materia de seguridad nuclear, aseguró que la Ley 25.279, que ratifica un convenio acerca del manejo seguro de combustibles quemados y residuos radiactivos, hace una clara distinción entre ambos que pone a salvo la postura dellnvap. La discusión acerca de la legislación vigente y las cuestiones técnicas sobre residuos, combustibles quemados, acondicionamientos y demás gracias, puede resultar inagotable pero agotadora y necesitaría varios capítulos para poder desarrollarse mínimamente. Paresa, lo mejor será hacer un rodeo en puntas de pie, para llegar al subtítulo en el que se analiza el enfrentamiento de fondo.
MALA PRENSA "Es claro que no existe la energía perfecta. Todas tienen sus fallas", concedeOtheguy dellnvap. Para el gerente general de Invap la energía nuclear tiene dos problemas: "La falta de comprensión de la gente acerca de cómo funciona hace que le tema mucho más a la radioactividad que no puede ver que a los choques de auto que observa cada día. Por otro lado, su nacimiento ligado-al uso militar hace que aunque se hable de medicina nuclear la gente piense en hongos atómicos". En cambio, para Vil/a langa, previsiblemente, los problemas de la energía nuclear son bastante más numerosos. "Cuando se empiezan a ver las complejidades técnicas y económicas de la energía nuclear se advierte que es una elección ideológica o de dogma. La energía nuclear sólo tiene sentido económico y un programa dinámico en aquellos países que tienen un plan nuclear militar. Para producir electricidad hay otras opciones mucho más sensatas económica, ambiental y tecnológicamente. Ésa es la razón por la cual Argentina, al igual que Inglaterra, fracasó a la hora de privatizar sus centrales. Desde el punto de vista del negocio es como querer cortar manteca con un cuchillo eléctrico." Para él, la energía nuclear es un lastre ambiental a futuro, ineficiente, y sólo aquellos que viven encandilados con la complejidad nuclear pueden no verlo. "Es injusto lo que hacen algunos ambientalistas", sigue Otheguy convencido de que enfrenta actitudes irracionales. "La energía hidráulica destruye ecosistemas, la térmica produce dióxrdo de carbono que refuerza el efecto invernadero y las energías renovables no son confiables porque están atadas al clima, una variable imprevisible que para colmo está cada vez más trastornada." Mientras tanto, la energía nuclear puede aislar, al menos en principio, sus residuos del ecosistema: "un ácido que está dentro de un caño no me va a matar si me paro aliado a menos que
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se rompa el caño." El consumo de energía en el mundo se expande y, según Otheguy, de algún lado tendrá que obtenerse. "La respuesta es la energía nuclear o decirle a la gente que apague el aire acondicionado, la tele, la heladera y demás cosas, una respuesta válida pero poco viable." ¿La guerra con los ambientalistas los obliga a negar fallas de la energía nuclear? "Yo creo que el tema con Greenpeace y otras organizaciones es que ellos tienen una posición tomada de antemano, que todo lo nuclear es demoníaco y que hacen de esto una cuestión de fundamentalismo", responde Otheguy. Es cierto que por el momento los paneles solares y los generadores eólicos no parecen haber cumplido sus promesas. Villalanga se defiende asegurando que es una cuestión de escalas: "Un panel solar es mucho más simple que una PC pero sin embargo es mucho más caro porque las computadoras se fabrican de a millones. Lo que falta es la decisión política de darle una escala competitiva. Una vez que se logre eso se puede acumular energía en forma de hidrógeno para utilizarla cuando no hay viento o no hay sol". De hecho, y a pesar de todo, lila energía eólica es una de las industrias que más creció en los 90 con un porcentaje de casi el26 por ciento anual. En cuanto a su baja confiabilidad por depender del clima, se puede esperar obtener del viento un 20 por ciento de la energía total, aunque en Dinamarca están apuntando a llegar a un 60 por ciento en los próximos años". A la hora de hablar de costos y beneficios contraataca: "La energía atómica estuvo terriblemente subsidiada en este país, sobre todo durante la última dictadura militar. Ahora exportan un reactor por 170 millones de dólares y creen que es prueba de su eficiencia económica. La pesca en Argentina da trabajo a mucha gente e ingresan mil millones por año y no unos pocos cada muerte de obispo. Pero tenemos el recurso ictícola destruido por falta de presupuesto. El Instituto de Investigación y Desarrollo
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Pesquero tiene un presupuesto de 9 millones de dólares. No pueden sacar los barcos para hacer la evaluación porque están rotos. ¿Eso es eficiencia? Claro que hay excelentes científicos en materia nuclear: se llegaron a invertir más de 700 millones anuales en el área". Para Villalonga, la comunidad nuclear internacional admite que su especialidad está en retroceso, pero que tienen que aguantar a la espera del fracaso de las tecnología.s verdes. Para Otheguy, en cambio, "hay una revalorización de la energía nuclear muy importante. Tras muchos años de no construir plantas se están planeando algunas nuevas. Los chilenos, después de los cortes de gas por las huelgas en Argentina, están pensando en iniciar un plan nuclear propio". Otheguy, por otro lado, traza un recorrido verde en la historia de la energía nuclear: "las normas de seguridad acompañaron el plan atómico desde sus comienzos. Los primeros estudios de impacto ambiental los hicieron los que planeaban centrales nucleares. Pero a los ambienta listas no les importa: cuando hicimos la estación de tratamiento de residuos industriales de Zárate creíamos que tanto ellos como nosotros luchábamos por la protección del medio ambiente. Como toda actividad implica un residuo, lo mejor para el medio ambiente es tratarlo. Nos asociamos con una de las mejores empresas de tratamiento de residuos danesa. Las contras que tuvimos en el interín fueron terribles. ¿Por qué no analizaban el nivel de emisión de la planta? ¿Cuál era la opción? ¿Dejar que la industria siguiera tirando basura al medio ambiente?". Según Otheguy, lilas ambientalistas más fanáticos no pueden ver esto. Su forma de vida ~s la lucha y viven de pelearse contra todo. 1\10 lo pueden evitar. Lo que da bronca es que en una Argentina despelotada se boicotea una de las pocas actividades que son serias, que son competitivas a nivel mundial y en la que hay científicos argentinos trabajando". "Los mejores se están yendo", se queja Otheguy, quien tiene un hijo científico.a punto de emigrar.
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EN DEFINITIVA La pregunta pensada originalmente acerca de posibles monitoreos de Greenpeace a la tecnología nuclear ni siquiera necesitó ser formulada. Después de una vida dedicada a causas opuestas, las posibilidades de negociar no existen porque cada uno cree que el otro no comprende, y de cierta manera es cierto. Y mientras siguen a los manotazos, ambos creen que la victoria definitiva está cercana. El tiempo dirá.
lA EVOLUCiÓN YlA INVOLUCiÓN EL GENOMA DEL CHIMPANCÉ Y EL CREACIONISMO
u El DEBATE AUSTRALIANO En la tierra de los canguros el tema nuclear está candente. Un extenso informe de un comité del Senado explica que las opiniones científICas acerca de la utilidad de la energía nuclear están muy divididas. Mientras que la ANSTO explica cuán Imprescmdible es la energía nuclear; que permitirá que "se saque de enCima la etiqueta de tener una economía de tecnología anticuada ", otros Científicos dudan de si la energía nuclear" es una ciencia del siglo XXI" y conSideran que un nuevo reactor es "un paso hacia el pasado". También hay preocupación acerca de SI Argentina estará en condiciones de hacerse cargo de los matenales Ifradlados y SI esto no viola el artículo 41 de la Constitución Nacional Para saberlo se consultó con la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Autondad Regulatoria Nuclear y demás instituciones que aseguraron que no habría nmgún problema, aunque la Justicia será la que tenga la última palabra La cuestión de la definición de combustibles y residuos es extensamente tratada y se citan declaraciones del mismo licenciado Otheguy al respecto. La conclusión fmal del comité es que debido a la complejidad del caso resulta "enoJoso" que no se haya Investigado más el tema antes de decidir la construccIón de un nuevo reactor. Por otra parte, una separata del Partido Demócrata australiano (en minoría) explica que ellos están directamente en contra de cualqUier reactor y "urgen a la termmación del contrato", algo que seguramente Implicaría una seria batalla entre defensores y detractores, además de una mdemnlzaclón.
E130 de junio de 1860, un año después de la publicación de Elorigen de las especies, uno de los más fervientes seguidores de Charles Darwin, Thomas Henry Huxley (1825-1895), sostuvo un famoso debate acerca del evolucionismo con Samuel Wilberforce (18051873), el obispo de Oxford. El encuentro se realizó ~n esa ciudad y según relatos posteriores Y reconstrucci~nes van~s (y contradictorias) el obispo le preguntó a Huxley SI descendla del mono por parte" de su abuelo o de su abuela". Al parecer, Huxley respondió algo así como "no tengo vergüenza d.e ten:r ancestros simios, pero sí me avergonzaría utilizar mi inteligenCia para ~.scu" Como aún no existían las consultoras polltlcas, recera 1 ver dad . no quedó claro quién fue el vencedor de la disputa, pero el debate quedó establecido.
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Mientras esto ocurre en el debate social, la revista Nature publicó a principios de septiembre que el Consorcio de Secuenciamiento y Análisis del Chimpancé terminó de decodificar el genoma de este animal, el pariente vivo más cercano del ser humano con
quien tuvo un antepasado en común hace sólo 6 millones de años, antes de que se separaran ambas ramas de la evolución. El nuevo mapa genético permitiría, al menos en principio, detectar cuáles son los genes que hacen humano al humano, como si viendo la receta de dos platos muy similares se pudiera detectar cuál fue el ingrediente que hizo que uno tuviera sabor dulce y otro amargo. . La diferencia entre ambos genomas es de menos del 1,5 por ciento de los genes que conforman la receta, mientras que la diferencia entre los de dos humanos es sólo del 0,1 por ciento. Por desgracia, si se tiene en cuenta que el genoma humano tiene cerca de 3 mil millones de ingredientes (o nucleótidos), llevará bastante tiempo comparar los 40 millones que varían respecto de los del chimpancé, aunque la mayoría no tiene ninguna manifestación significativa sobre las especies. Evan Eichler, uno de los investigadores de la Universidad de Washington -que pertenece al consorcio investigador-, explicaba que JJsi se piensa el genoma como el libro de la vida, las diferencias que se han estado buscando en los últimos 10 años serían como errores tipográficos. Pero lo que estamos buscando ahora al comparar el genoma humano y el del chimpancé son redundancias en el texto, lugares en los que páginas enteras se han reimpreso muchas veces o en los que faltan páginas". La comparación también puede permitir comprender la rápida evolución que tuvo la especie humana en el último millón de años si se lo compara con cualquier otro mamífero. Según algunos investigadores esto se debería a que las diferencias están centradas en los genes de transcripción, es decir, aquellos que se encargan de regular a otros genes, por lo que se pasan más fácilmente a la siguiente generación. Mientras la genética da cada vez más evidencia sobre el pasado en común no sólo del hombre y del chimpancé, sino de toda la
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Vale la pena aclarar que Huxley, tío del escritor Aldous Huxley ya quien llamaban el "Bulldog de Darwin"~ fue el primero en hablar específicamente sobre la relación entre el hombre y los monos en su libro La evidencia del lugar del hombre en la naturaleza, algo que ni el mismo Darwin se atrevió a decir explícitamente en su famosa obra, probablemente por problemas con su pasado religioso. Huxley no acordaba con que su maestro se atara a la idea de que la naturaleza no da saltos y sostuvo que la evolución podía darse con cambios repentinos. En la actualidad, 145 años después de ese debate, las cosas han evolucionado e involucionado bastante. Por lo pronto el debate entre creacionistas y evolucionistas se mantiene vivo (o se ha resucitado) en los países de mayor fanatismo religioso, como EE.UU. (donde se calcula el número de creyentes en alguna religión en cerca del 90 por ciento, aproximadamente lo mismo que en países del Islam). Justamente, una nueva encuesta realizada en julio pasado en ese país y publicada en el The New York Times reveló que el 42 por ciento de los norteamericanos cree en el diseño inteligente", es decir, consideran que la vida es demasiado compleja como para que haya surgido por casualidad sin un ser consciente en su origen y que las especies son exactamente iguales a como eran en el comienzo de los tiempos. La encuesta también revela que casi dos tercios de la ciudadanía comparte con su presidente George W. Bush la idea de que evolucionismo y creacionismo deben ser enseñados como teorías científicas alternativas. H
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vida que existe sobre la Tierra, algunos países parecen decididos a ir a contramano en su educación argumentando la necesidad de tolerancia para defenderse de evidencias científicamente incuestionables, un truco cada vez más habitual en la derecha históricamente intolerante. El tatarabuelo que la humanidad comparte con los chimpancés debe ver con dolor desde su tumba que sus dos especies hijas reniegan de su parentesco. "
MARX Y oARWIN: DOS BUENOS VECINOS ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DE DOS CIENTíFICOS REVOLUCIONARIOS
¡Los puntos en común entre Karl Marx y Charles Darwin van mucho más allá de haber sido dos revolucionarios de las ciencias (si se entiende ciencia en el sentido amplio, al menos) y de haber compartido el primer nombre aunque en dos idiomas distintos. Estos dos hombres contemporáneos entre sí y casi vecinos durante buena parte de sus vidas, compartieron por separado varias experiencias similares: ambos fueron jóvenes bastante revoltosos y poco apegados al estudio sistemático, tuvieron muchos hijos (10 el inglés y 7 el alemán), varios de los cuales no sobrevivieron a sus padres. También compartieron una salud delicada, aunque seguramente se hubieran referido a los síntomas sólo tangencialmente. Darwin sufría de vómitos, insomnio, palpitaciones y, ejem, "dolorosas flatulencias" (Enciclopedia Británica dixit); una de las posibles explicaciones es que haya sido una manifestación psi-
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cosomática del conflicto interno generado por su propia teoría tan opuesta a sus creencias r:eligiosas. " Marx por su parte, además de problemas en los pulmones, vómitos y otras delicias, sufría de unos dolorosísimos forúnculos que lo obligaron, por ejemplo, a escribir las últimas páginas de El Capital de pie. Una vez terminada su gran obra, Marx comenzó a gozar por primera vez de una salud excelente, aunque poco duradera. Engels escribió en 1867: "Siempre tuve la impresión de que el condenado libro, con el que ha estado cargado durante tanto tiempo, era la causa última de todas sus desgracias". Estos dos revolucionarios de las ciencias con tanto en común se rozaron pero nunca se encontraron. Charles Darwin vivía a sólo 25 kilómetros de Londres, donde residió Marx las últimas décadas de su vida. En 1860, este último leyó El origen de las especies e, incluso, le hizo algunos comentarios a Engels al respecto: "Aunque está escrito en el más puro estilo inglés, en este libro está la base de la historia natural". Finalmente, en 1873, intercambiaron algunas palabras que podrían haber auspiciado el gran encuentro: un ejemplar de El Capital recorrió las escasas millas que iban desde la casa de Marx hasta la del evolucionista. En su primera página se leía"A Mr. Charles Darwin, de parte de su sincero admirador, Karl Marx". El británico le agradeció la atención a su vecino con una fórmula de cortesía (" ...ambos deseamos sinceramente la ampliación del conocimiento ... ") que el destinatario exhibió orgulloso. Pero -hay que decirlo-Ia copia de El Capital encontrada en la biblioteca de Darwin (en alemán, idioma que el agasajado no conocía muy bien), no tiene las típicas notas al margen del naturalista y probablemente nunca haya sido leída.
LA OTRA CARTA Todo hubiera quedado ahí si no hubiera sido porque en 1931 un diario soviético publicó una carta de Darwin de 1880, encontrada
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entre la correspondencia de Marx. En ella, el británico declinaba amablemente la posibilidad de que le dedicaran un libro y de revisar las primeras impresiones del mismo. Muchos elucubraron infructuosamente durante décadas qué obra habría querido dedicarle Marx a Darwin, pero fallaron porque en esa fecha el primero no tenía ningún libro listo. Para colmo, había varios cabos sueltos que resultaban confusos en la carta. Finalmente, en 1974, Margaret Fay, una estudiante de la Universidad de California, encontró un delgado volumen de 1881 llamado DalWin para estudiantes, de Edward Aveling, entre las cosas de Charles. El tal Aveling se convertiría poco después de esa fecha en el amante de Eleanor Marx, una de las hijas de Karl. Fay siguió la pista hasta encontrar entre los papeles de Darwin una carta de Aveling en la que le pedía permiso para dedicarle su libro. Es fácil suponer que en 1895, cuando éste ayudó a Eleanor a ordenar la correspondencia de su padre, traspapeló su propia carta. Es más, en 1897, Aveling escribió un artículo comparando a Marx y Darwin, en el que reconocía haberse escrito con este último.
SIN PALABRAS Los dos vecinos llegaron a la tumba con poca diferencia de tiempo y sin haber cruzado palabra. Charles Darwin murió en 1882 y el Parlamento inglés decidió enterrarlo con todos los honores en la Abadía de Westminster (a metros de donde yacía Isaac Newton); la Teoría de la Evolución ya era uno de los pilares de la ciencia moderna. Karl Marx en cambio fue enterrado el año siguiente en el cementerio de Highgate, en una tumba casi anónima. Sus teorías llegarían, con los años, a ser menos el vaticinio esperado que una herramienta utilizada para torcer la historia. Entre los escasos presentes en su entierro (unos diez), había amigos comunes de ambos científicos. Y frente a ellos, Engels señalaba un último punto
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en com' . "O I . u~: e mismo modo en que Oarwin descubrió la ley de la evolu~,~n de la ~atu:aleza humana, Marx descubrió la ley de la evoluclon de la hlstorra humana". Seguramente SI' se h b' . t d ' , u leran ¡un a o, habnan tenido mucho de qué hablar.
El FANTASMA DEL ElECTROSHOCK* TEC, HISTORIA y SALUD
Sangrías, trepanaciones, lobotomías, amputaciones, quimioterapia, cirugías a corazón abierto, clavos en los huesos ... , algunas prácticas médicas pueden ser realmente intimidantes, hasta el punto de ser cuestionadas o utilizadas sólo en casos límite. Pero de todas, probablemente ninguna haya gozado de tan mala fama (justificada o no) como la de los electroshocks, también conocida en la actualidad como Terapia Electroconvulsiva (TEC), Algunas historias bastante truculentas sobre los usos médicos del método y otras que directamente lo relacionan con la tortura lisa y llana han servido para que la mayoría de la gente lo descarte de su imaginario como terapia potencial de alguna utilidad, Es de esa maraña de prejuicios, evidencias y polémicas que hay que distinguir la potencial capacidad de cura del más simple sadismo e, incluso, de la experimentación a ciegas con seres huma" Con Luis Magnani.
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nos. Por otro lado, la cobertura mediática (como la fenomenal,Atrapado sin salida con Jack Nicholson) no contribuyó demasiado a su reputación; igual ocurrió con algunos "excesos" que tuvieron gran difusión en su momento.
PASADO VIOLENTO
Ya en el siglo XVI los enfermos psiquiátricos eran tratados con distintos agentes que buscaban ponerlos al borde de la muerte por medio de convulsiones con compuestos basados en el alcanfor. La práctica continuó y paulatinamente ganó un tono más "científico" a fines del siglo XIX, cuando el médico austríaco Julius Wagner-Jauregg estudió el efecto de las altas fiebres en sus pacientes psicóticos, quienes en algunos casos mejoraban su cuadro. Para generar las altas fiebres artificialmente, Wagner-Jauregg utilizaba distintas bacterias e incluso la tuberculina descubierta en 1890 por Roberto Koch. A principios del siglo XX comenzó a inocular a sus pacientes con los parásitos de la malaria para provocarles altas fiebres que, aseguraba, le permitían obtener resultados positivos en pacientes con demencia paralítica. El reconocimiento por su labor le valió el Premio Nobel de Medicina de 1927. En 1934, el húngaro Ladislas Meduna encontró que cerca de un 20 por ciento de los pacientes epilépticos que desarrollaban la esquizofrenia dejaban de sufrir ataques; además existían numerosas historias sobre esquizofrénicos que mejoraban sustancialmente luego de un ataque de epilepsia. Establecida la relación buscó la forma de inducir esos ataques convulsivos con droga~ como el metrazol. Apenas tres años más tarde se llevó a cabo en Suiza el primer congreso internacional sobre terapias convulsivas y el metrazol pasó a ser usado en todo el mundo. En pleno auge de este tipo de tratamientos, resulta un poco menos extraña la iluminación que sufrió el neurólogo Ugo Cerletti
al visitar un matadero en Roma. Allí presenció cómo los carniceros paralizaban a los cerdos con tenazas que en sus puntas tenían discos metálicos conectados a la corriente eléctrica. Una vez desmayados los animales, procedían a cortar sus gargantas. Así fue como junto con su colega Lucio Sini pensaron en inducir convulsiones en sus pacientes con electroshocks en lugar de utilizar metrazol, más caro Y ya entonces de muy mala reputación (lo que da para pensar sobre cómo actuaría el metrazol). Entre gritos, retorcimientos Y algunos daños en huesos Y músculos, a causa de la tensión, los pacientes, según documentaron Cerletti y Sini, "mejoraron". La terapia que a simple vista puede calificarse como más que traumática, se difundió rápidamente por el mundo. En 1940, el procedimiento fue introducido en Inglaterra Y Estados Unidos Y en los 50 terminó de consolidarse en la mayoría de los países.
EFECTOS COLATERALES
Más allá del hecho aterrador de la sesión de TEC en sí misma, otros efectos colaterales se hicieron conocidos y comenzaron a oscurecer el panorama: disturbios Y pérdida de memoria, confusión, problemas cognitivos y la gran discusión: ¿hay daño cerebral? Para disminuir estos efectos se inventaron distintos métodos, como la colocación de un único electrodo. Durante las dééadas del 40 Y 50, la TEC se usó "en seco", es decir, sin un relajante, lo que llegaba a producir fracturas por la tensión de los músculos. En los 40, los psiquiatras empezaron a experimentar con curare (el veneno paralizante u~ado p~r ciertos aborígenes sudamericanos), hasta que en 1951 se Invento un relajante sintético de manejo más simple. Pero, probablemente, uno de los casos que más daño hizo a la ya débil reputación de la TEC fue la "investigación" que llevó
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adelante Ewen Cameron, quien era por entonces uno de los presidentes de la Asociación Psiquiátrica Mundial. Cameron, que había formado parte del tribunal médico que actuó en el Juicio de Nuremberg a los nazis, logró atraer el interés de la CIA por su investigación, que tenía el peregrino objetivo de hacer tabla rasa en la mente del paciente para reconstruirla a gusto. A los ojos de la agencia estadounidense semejante resultado era ideal para someter a opositores y a prisioneros con información vital. El tratamiento, extensamente descripto en el libro La doctrina del shock (ver recuadro), incluía LSD, privación sensorial y grandes dosis de TEC que provocaban una regresión en el paciente, además de roturas de huesos (incluso de vértebras) por la tensión muscular que generaba la electricidad (entre muchas otras cosas). Pacientes que se habían acercado al especialista por una ligera depresión se transformaron en conejillos de Indias en la Universidad McGill de Canadá, donde Cameron llevaba adelante sus experimentos financiados por la CIA. En 1977, con la desclasificación de los documentos se supo que miles de personas fueron objeto de los experimentos, y aquellas que pudieron recordar y contar su historia (o al menos parte de ella) y consiguieron un buen abogado fueron indemnizadas por el Estado canadiense; 250 de ellas, anteriormente rechazadas, fueron indemnizadas recién en el año 2004.
HAZTE LA FAMA. .. Casos como éstos, por no citar los usos dados a la corriente eléctrica en las dictaduras latinoamericanas, contribuyeron a que en las décadas de los 50 y los 70 la TEC cayera en desgracia. Algunos antidepresivos invadieron parte de su terreno y los medios de comunicación le hicieron mala fama.
De hecho, ni siquiera hoy existe una explicación convincente de cómo podría curar, por lo que se han arriesgado distintas teorías. Algunas de ellas aseguran que el shock trabaja como antidepresivo porque modifica la manera en que los rece~tores ~el cerebro reciben la serotonina y la dopamina, que estan relaCIOnadas con la estabilidad del carácter de la persona. Otra hipótesis sostiene que los ataques inducidos le enseñan al cerebro a resistir los ataques indeseados. y otra afirma que los shocks hacen que el hipotálamo libere un neuropéptido que causa cambios en el . . cuerpo y regula el carácter. Por supuesto hay quienes tienen una visión bastante dlstmta. El Dr. Peter Breggin, por ejemplo, fundador del Centro Internacional para el Estudio de la psiquiatría y la Psicología, Y conocido por haberse ganado muchos enemigos criticando al todopoderoso Prozac sostiene que la TEC daña el cerebro en forma irreparable y que ~ay una pérdida de memoria que genera un desconcierto que puede confundirse con una mejora. De hecho, un doctor en Psiquiatría de la Universidad de Columbia que anteriormente apoyaba el uso del TEC, Harold Sackeim, recientemente publicó un extenso estudio en el que se demostraba que 6 meses después de finalizado el tratamient.o, una. parte significativa de una muestra de 347 pacientes segUla sufnend? alguno de o todos los siguientes síntomas: problemas de a~rendl zaje y de memoria, lentitud para hacer procesos mentales Simples o tareas cotidianas, entre otros efectos. Si esta evidencia es tan arrolladora, ¿por qué se siguen utilizando las TEC? Según el mismo Breggin, algo similar ocurrió con la lobotomía que, pese a sus evidentes "efectos secundarios", se siguió utilizando hasta comienzos de los año~ 70, sim~le~ente porque ya estaba instalada como práctica hablt~al Y eXlstla una industria que se alimentaba de ese tipo de ablaCiones. Aun .peor, sostiene Breggin, en este caso la industria está más orgamzada
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y tiene personas clave en muchos puestos de tomas de decisiones, por lo que será necesaria una movilización realmente masiva para ponerfin a esta práctica.
LAS INSTITUCIONES A quien conozca sólo las críticas, la evidencia en contra de las TEC puede parecerle lapidaria, pero incluso a fines de los años 70, cuando el interés y la crítica al tratamiento estaban en su clímax, tanto el Colegio Real de Psiquiatras de Inglaterra como la Asociación Norteamericana de Psiquiatría se declararon favorables al uso de este método. Asimismo, otras terapias de shock que no demostraban capacidad de mejorar a los pacientes, como el coma insulínico, fueron abandonadas sin más mientras las TEC seguían su camino. En los últimos tiempos el tratamiento casi no ocupa el interés de los medios y sólo lo tratan revistas especializadas en las que se suele dar por sentada una efectividad razonable, en especial en algunos tipos de depresiones; incluso hay quienes lo llegan a recomendar para embarazadas depresivas que no pueden tomar otro tipo de drogas. Hoy en día ninguno de los manuales de psiquiatría más consultados pone en duda la eficacia de las TEC ante determinadas patologías. Más recientemente, y frente a una ola de juicios por mala praxis, la Organización Mundial de la Salud determinó en 2005 que las TEC no deberían aplicarse sin un consentimiento escrito de parte del paciente. En EE.UU. el médico tiene la obligación legal de informar al candidato las razones para aplicarla y los riesgos y beneficios que implica su uso; como así también los que encierra una terapia alternativa o la decisión de no aplicar ningún tratamiento. El consentimiento jamás debe basarse en lo que proponga el fabricante del equipo y el paciente puede revocarlo cuando quiera. Además debe ser advertido de que luego debe continuar con drogas y que hay riesgos de pérdida severa de la memoria.
entimiento sea válido se debe incluir En Inglaterra, para qu~ el cons d' . nto y de los probables efec. "' mplia del proce Imle una descnpclon a t d 2005 se encontró que sólo . b en una encues a e .. h b sido bien informados Y esto tos. Sin em argo,. . d d I s pacientes dijeron a er la mita e o . 'milar entre los psiquiatras Y fue corroborado por un porcentaje SI enfermeros implicados. I I"cación de las TEC va in cresA pes~r de tantas re~e;a~~:c~: ~e divulgó un informe donde cendo. ASI, d~rante 200 I ño 2000 las prácticas de electrosconsta que mientras que en ~ a . tarde ascendieron a 40.000. hocks fueron 18.000, cin:o anos mi.a~ tratamiento efectivo para .. .. f que ese era e UnlCO La justlflcaclo n ue .. era para los que otras curas . .. f s de depreslon sev pSlcOtlCOS Y en ermo • 55 000 casos en E EE UU se reportaron . habían fracasado. ~. . . 100000 en 1998. Los defensores 1996, cifra que ascendlO a ~nos . t'n ampliados para demoSe los numeras es a · d de las TEC Icen qu , . En Argentina no parece haber do de esa tecmca. . . trar un uso exagera r 't do al menos en las InSestadísticas confiables Y su uso es Iml a ,
tituciones principales (ver rec~a~r~). n traumas de la niñez, escriEl Dr. Tony Baker, ~n .especla IS a e los riesgos de daño cerebió en el periódico medico Lan~et que más joven porque tiene s bral aume~taba~ cuando e~~~:~:~r~ente. En consecuencia, no menos resistencia al paso tá hasta cierto punto', debería aplicarse a menores de 16, algo que es , aceptado en el mundo,. d Has que han recibido las TEC, Si se atiende a los dichos . e a~ue I haya ido en la experien. n segun como es , se encuentra que opina " . do en cuenta que la aplicia, lo que resulta bastant~ loglco t~~le~ dónde se haga. Las TEC cación varía bastante segun co~ ~Ulen lectrodo no es lo mismo con anestesia son menos traumatlcas, un e un pulso constante ' usoidal no es c omo . . . Sin embargo, no son que dos, una comente Sin . Igunas diferencias. y breve, por mencionar a I del escritor Ernest Hemingway, t miento que sufrió en 1961 pocos los casoS extremos, c~mo ~ que se suicidó poco despues de tra a
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porque, como le dijo a su biógrafo, no entendía el sentido de arruinarle la cabeza y borrarle la memoria, su verdadero capital Por el contrario, Kitty Dukakis, la esposa del político estadounidense Michael Dukakis, escribió en su biografía que la pérdida de la memoria había sido un justo precio a pagar por el alivio de su depresión. El tiempo dirá si las TEC se transforman en otra de las horribles e inútiles prácticas del pasado o se consolidan como una terapia que resulta dolorosa pero justificada en determinadas circunstancias.
El PROGRAMA MÁS APTO* EVOLUCiÓN, OARW\N'SMO y SOFTWARE LIBRE
LA DOCTRINA DEL SHOCK En su nuevo libro, la periodista canadiense Naomi Klein utilizÓ el efecto de los electroshocks aplicados por Cameron como metáfora (o no tanto) de lo que el capitalismo del desastre, como ella lo llama, hace a los países antes de reconstrUir sobre sus ruinas un paraíso neo/íberal. La sociedad CIA-Cameron permitió la elaboración de una serie de técnicas para obtener información de prisioneros que quedó condensada en un manual de interrogación conocido como Kubark, el nombre en clave de la CIA que se usaba internamente y que fue asiduamente leído por torturadores del Tercer Mundo. Una de las herramientas más recomendadas era el electroshock.
TEC EN EL BORDA Según el director del Hospital Borda, profesor consulto Dr. Miguel Ángel Materazzi, las terapias electroconvulsívas "tienen alguna utilidad en contados casos ", por ejemplo, "en la denominada PsiCOSIS Melancólica con intento de suicidio real o en la Psicosis Esquizofrénica Cata tónica, irreductibles frente a la farma-
ca terapia ". Según Materazzi, la mala reputación se debe al abuso efectuado por algún sector médico "que lo usa indiscriminadamente ". Y aclara. "en el
, ' ducen a través de la red, se cruzan 'aptos para responder a Los bits se multiplican, se rep~o L vos bits os mas entre sí y producen nue 'h na serán los más bajados Y t Los que no quedarán las necesidades de la naturaleza ulma , I 'ungla de nterne . ' los que sobreVivan en a j Igu'len a la manera de , h'b ción hasta que a , en una especie de I er~a ra al ún fin nuevo. Los programas g Jurassic Park, los resucite pa , , o y aquellos que mejor , d lo largo de tlemp , han ido cambian o a . d i ' blico o que eliminaron a las respondieron a las necesidades. edP~a fuerza bruta Y monopólica especies competidoras por mediO e fueron los sobrevivientes. d nes habría que hablar . b . . en lugar e ge El paralelismo es o VIO. . f tes'" en vez de natuu 'digas uen , de bits; en lugar de ADN, d e ca
Borda casi no se aplica, es muy esporádico En el año 2007 no autoricé ningún pedido".
* Con
Guillermo Movia,
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gramadores le dan a la computadora- para que sólo pudieran verlo raleza, de usuarios; en lugar de medio ambiente, de la red. Es allí donde, dos caminos diferentes (¿dos ramas evolutivas?) se enfrentan y tienen plant:ada una lucha encarnizada. Por un lado, están los p~ogramas mas conocidos, desarrollados por empresas que mantlen~n en secreto el código genético de los mismos. Por el otro, esta el software libre.
¿QUÉ ES EL "SOFTWARE LIBRE"?
Lo ~ue h.ace que un programa de computadora sea "libre" es su ~ICenC¡a, Todos vienen con un documento que nos indica en que forma podemos usarlo, si podemos copiarlo o modificarlo etc. Lo~ soft~ares más conocidos, como por ejemplo el sistem; operativo Wlndows, permiten la instalación en una sola máquina y no ofre~e~ I~ posibilidad de modificarlos o ver cómo están se pueden prestar, al menos en teoría . Por e I hechos;, ni Isiquiera . contrario, a licencia del "software libre" habil'lta al u suano . a que , , vea como esta hecho, lo modifique y después pueda entregárselo a quien quiera. ~n los albores de la historia de la computación, cuando los m~nltores eran verdes y negros y las computadoras apenas si se velan en a~gún laboratorio muy especializado, todos los programas eran libres. Pocas personas se dedicaban a desarrollarlos y en general trabajaban en una comunidad donde el intercambio de I.os programas, todavía en disquetes, facilítaba el trabajo para mejorarlos. ~ero cuan~o las computadoras personales empezaron a ser maSivas, algunas e~pr~sas consideraron que era mejor privatizar un poco el conOCimiento: ellas habían invertido dinero en su desarrollo y ~ualquier otra empresa podría utilizar sus avances p~r~ su propio beneficio. Entonces comenzaron a esconder el codlgo fuente de los programas -las instrucciones que los pro-
quienes trabajaban en ellos. Para su desgracia, en 1984, Richard Stallman, un investigador del Massachusetts Institute ofTechnology, inició un movimiento para mantener el software Y su código libres de las trabas de las empresas. Compartiendo los conocimientos, pensaba, la sociedad se beneficiaría con mejores programas.
SU EVOLUCiÓN Los programas de software libre son respuestas no sistemáticas
a la necesidad de realizar algún trabajo. Casi se podría decir que aparecen por azar en distintos lugares cuando un programador se enfrenta a la difícil tarea de armar una serie de instrucciones para que su computadora haga lo que él necesita. Luego, el programador de marras lo deja en algún sitio de Internet donde otros pueden enterarse de la existencia del proyecto y bajar lo que está hecho para verlo¡ probarlo y modificarlo. Es decir que arrojan su descendencia al mundo para ver si se adapta o muere. Tal vez algunos de sus bits sobrevivan en otro programa futuro. La evolución dependerá de que una comunidad se forme en torno a él para mejorarlo, escriba la documentación necesaria, lo pruebe nuevamente. Al tener todos los usuarios acceso al código, ellos mismos pueden trabajar hasta encontrar la solución y después publicarla para todos los demás; de esta forma el programa se prueba en diferentes configuraciones de computadoras, lo que facilita encontrar la mayor cantidad de errores posible. Así como la adaptación va favoreciendo ciertas ramas evolutivas, ciertos programas con más posibilidades y atracción van mejorando y desarrollándose cada vez más resistentes al ambiente. Al igual que en la evolución¡ ante un problema no hay una sola solución/adaptación: así, los proyectos se ramifican en diferentes
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soluciones aportadas por los programadores. Gracias,a la dificultad de controlar Internet -o gracias a la facilidad de intercambio que genera-, los fuertes programas/dinosaurios pueden perder frente a los variados y flexibles mamíferos del software libre como si un meteorito hubiera caído sobre la Tierra.
ALPHAYBETA Los programas de software libre pueden bajarse de la red o conseguirse en tres versiones diferentes: alpha, para desarrolla-
DOS EVOLUCIOI\IES DIFERENTES ¿Cuál será la fórmula más apta? ¿Grandes programas con muchas características y con problemas diseminados en todo su ser? ¿O seres con menos habilidades pero que cumplen mejor las tareas que realizan? ¿Un dios a cargo de crear las adaptaciones necesarias o una comuna de ángeles que decide en una democracia de hecho el camino a seguir? Es difícil decirlo. En la evolución nunca se sabe qué camino será el que mejor se adapte. Y mucho menos si algún dios travieso está dispuesto a favorecer a una especie
en particular creando un monopolio.
dores; beta, para usuarios experimentados que quieren probar las nuevas características y se arriesgan a que algunas cosas no funcionen, y "estables", para los usuarios finales. Las versiones alpha van introduciendo las nuevas características que, a medida que se mejoran, se incorporan a las versiones beta y estable. Como en este tipo de desarrollo no se tiene la presión de la venta, los cambios se van realizando con seguridad, y cuando llegan a la versión estable ya tienen pocos o ningún problema. Éste es el camino que recorrieron algunos softwares famosos como Linux. Por el contrario, el software propietario tiene la obligación de sacar una nueva versión cada pocos años y a cada una debe agregarle nuevas funciones para que los usuarios deseen adquirirla. Y como un retraso en los tiempos pautados suele espantar a los inversionistas, los programas salen a la venta con problemas que después tienen que ser resueltos a través de parches (patches). Y éstos sólo pueden ser realizados por los mismos programadores de la empresa, ya que su código genético está oculto para el resto de la humanidad. Por lo tanto, en los recovecos de estos bichos pueden ir quedando deformaciones que eventualmente minan el cuerpo del ser.
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EL TORTURADOR QUE LLEVAMOS DENTRO PSICOLOGíA Y DERECHOS HUMANOS
¿De qué se ríe la soldado estadounidense Sabrina Harman detrás de esa pila de seres humanos desnudos en la foto que dio vueltas por todos los diarios del mundo? ¿Tuvo una infancia terrible? ¿Fue sometida durante sus jóvenes veinte años a las mismas aberraciones a las que ahora somete a los soldados iraquíes? Es la pregunta que se hace una sociedad escandalizada por la visión de la tortura que -hay que decirlo-tiene muy poco de rareza. Es que detrás de la cubierta de civilización que se gasta en eventos sociales, escuelas o la cola de la panadería, parece esconderse un torturador potencial capaz de sumarse alegremente a las violaciones más repelentes a los derechos humanos: alcanza con recordar a los miles de soldados nazis o a los sim-
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pies policías y militares argentinos que, lejos de la excepción y la obediencia debida, ponían, sin duda, algo de pasión personal en crear nuevos sufrimientos. ¿Cómo es posible que sea tan fácil lograr que alguien se entregue al sadismo? Un viejo y famoso experimento psicológico que se realizó en la Universidad de Stanford (Estados Unidos) en 1971 y que hoy recuerdan los medios internacionales, parece demostrar que no hace falta mucho esfuerzo para lograr que cualquiera saque a ese ser fascista que habita dentro nuestro y al que se le suele atribuir una injustificada baja estatura.
EL EXPERIMENTO STANFORD
A principios de agosto de 1971 en el diario Palo Alto Times apareció un aviso que pedía voluntarios dispuestos a someterse a un experimento de dos semanas a cambio de 15 dólares diarios. Los setenta postulantes fueron sometidos a numerosos exámenes para detectar a jóvenes "normales", es decir, sin particularidades dignas de señalarse. Los nueve elegidos fueron arrestados frente a sus familias y vecinos por algunos de los otros quince seleccionados que, vestidos de policía, los esposaron y condujeron con las cabezas cubiertas a una prisión, en un sótano lleno de cámaras que permitían controlar el experimento. Una vez allí, lo único que debían hacer los supuestos guardias era vigilar a los nuevos presos sin utilizar la violencia física. Los psicólogos que habían planificado el experimento durante meses, bajo las órdenes del doctor en Psicología Philip Zimbardo, pudieron ver el primer evento digno de mención a los dos días de iniciado el experimento cuando estalló un pequeño motín que fue rápidamente controlado por los guardias. A partir de ese momento, las tácticas agresivas, las humillaciones y la deshu-
manización de los presos fueron en aumento y los psicólogos debieron recordarles a los guardias que no podían utilizar la violencia. Durante las noches, cuando los guardias suponían que los psicólogos dormían, obligaron a sus prisioneros a limpiar los baños con las manos desnudas, colocaron bolsas en sus cabeza, los desnudaron y los forzaron a simular actos sexuales. Cuando estaban fuera de la prisión los guardias se comportaban normalmente, pero cuando volvían al interior molestaban constantemente a los" presos". Quienes habían preparado el experimento estaban maravillados con la velocidad con la que obtenían resultados. Familiares de los jóvenes, un cura y varios psicólogos más se acercaron a conocer la experiencia. El crescendo continuó cadencioso hasta el quinto día, cuando la novia -también psicóloga- del director del experimento se acercó a ver cómo iba el trabajo de su pareja. Después de ver lo que ocurría, logró, a los gritos, detener tod~ el experimento y que se liberara a los jóvenes. Aún faltaban 9 dlas para que se cumplieran las dos semanas previstas de encierr~ y ya habían sido liberados cinco "prisioneros" debido al estr:s. Según el doctor Zimbardo, que actualmente dirige lo.s estudiOS sobre prisiones de la U niversidad de Stanford, el expenment? fue un éxito en cuanto a la información que se obtuvo y, al mismo tiempo, un fracaso por la decepción que provocó en to~os comprobar la condición humana. Desde entonces no se repiten pruebas de este tipo y en los experimentos actuales se enfrent~ a la gente a preguntas del estilo" ¿qué haría usted si fuera guardia en una prisión y ... ?U ~
Aunque aislado, el resultado no parece ser casualidad. Una prueba anterior, de 1965, conducida por el también psicólogo Stanley Milgram, parece demostrar que este caso no es u~a :arez~. E~ él se intentaba comprobar el grado de obediencia de distintos tndl-
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viduos que eran llamados a ayudar a un profesor que hacía preguntas a otra persona -en realidad, un actor advertido sobre el experimento-o Si las respuestas no eran correctas, el científico ordenaba a su ayudante que diera una supuesta descarga eléctrica al examinado. Por cada respuesta equivocada la descarga subía 15 voltios, hasta llegar al nivel que indicaba "Peligro-shock severo". En la primera versión del experimento, en la que el ayudante no tenía contacto con el entrevistado, casi ningún ayudante mostró resistencia a hacer la tarea asignada. Sorprendido, Milgram hizo una nueva versión en la que el ayudante tenía a la supuesta víctima aliado suyo suplicando a los gritos que la dejaran irse; el 30 por ciento de los sujetos no pareció incomodarse demasiado y llegó a lo que Milgram llamó "obediencia perfecta", es decir, el grado más intenso de electricidad. Este experimento llegó al cine en l ... como ícaro.
la competencia, probablemente porque el entorno (o las circunstancias) estimula y premia esos comportamientos, lo que, a su vez, refuerza el sistema. Yen un país que impone los peores cajones a los otros, es probable que muchas manzanas más sigan pudriéndose ... y torturando. Publicado el12 de junio de 2004 a partir de la discusión generada por las torturas sistemáticas que cometían los soldados estadounidenses en Irak. Muchas fotos que en algunos casos los mismos soldados mandaban a sus familiares circularon en esos meses por los medios e Internet.
EL CAJÓN PODRIDO La conclusión principal a la que llegó el doctor Zimbardo fue: "No es que hayamos puesto una manzana podrida en un buen cajón. Pusimos manzanas buenas en un cajón podrido. El cajón corrompe
todo lo que toca". O por decir lo mismo de otra manera, "yo soy yo y mis circunstancias". La conclusión parece servir para desestimar la pregunta, aquí simplificada, sobre si el hombre es esencialmente malo o bueno. Al parecer, el hombre puede ser ambas cosas, pero las conductas esperables de una persona pueden cambiar mucho en un entorno amigable (supongamos un concierto de música clásica) y en otro en el que se premia la falta de escrúpulos (una cárcel). Puede parecer una extrapolación algo ingenua, pero tal vez el ejemplo sirva para comprender cómo es que las sociedades tienden cada vez más hacia el egolsmo y
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LA IMITACiÓN DE LA VIDA COMPRENSiÓN Y EVOLUCiÓN
La mujer presiona el botón de encendido del transformador, luego el de la computadora, da tres golpecitos sobre el escritorio, se rasca la oreja izquierda con la mano derecha y luego hace doble click con el mouse sobre el ícono del navegador de Internet. Este ritual es, al menos hasta donde ella sabe, parte necesaria de escribir un mail a su hijo. Una persona con una mínima experiencia en computación seguramente diría que los golpecitos en el escritorio y rascarse la oreja izquierda resultan innecesarios para alcanzar el objetivo; lo que no sabe es que esa madre (que imita cada uno de los pasos que le vio hacer a su hija para mandar un mail) es un ejemplo de la evolución humana.
MONOS Y NIÑOS IMITADORES Un experimento reciente de dos investigadores de la Universidad de Saínt Andrews (Escocia), descripto en la revista Animal Cogni-
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tion, consistía en enseñar a un mono el procedimiento paJa sacar comida de una caja negra. Además de mostrarle cómo abrir la puertita, los investigadores intercalaban varios pasos innecesarios en el medio, como dar unos golpecitos en la tapa antes de abrir la caja. Como los monos no sabían lo que ocurría en el interior, dos tercios imitaron también los pasos innecesarios. En cambio, cuando se utilizó una caja transparente, los chimpancés dejaron de dar golpecitos y demás monerías: simplemente abrieron la puerta y sacaron la comida. Los investigadores realizaron entonces el mismo experimento pero con 16 humanos pequeños de entre 3 y 4 años. En un jardín de infantes de Escocia se les enseñó cómo sacar una calcomanía del interior de una caja transparente incluyendo varios pasos innecesarios. Todos imitaron el ritual completo antes de sacar el calco, a pesar de que era evidente la inutilidad de varios de los pasos. Los investigadores volvieron a colocar los calcos en el interior y antes de retirarse de la habitación les dijeron a los niños que los sacaran de la caja como quisieran. EI80 por ciento repitió el ritual de golpecitos una vez más. Un estudiante de la Universidad de Vale, EE.UU., llamado Derek Lyons, extendió su estudio a unos 100 niños norteamericanos y obtuvo los mismos resultados. Uno de los pequeños resultó ser hijo de un periodista del The New York Ttmesque dedicó un extenso artículo al experimento en el que explicaba las conclusiones de Lyons. Según él, no es que los humanos sean más tontos que los chimpancés, sino que la imitación es una mejor ventaja adaptativa que la comprensión. ¿Cómo es posible? Es que un chimpancé, según parece demostrar el experimento, cuando observa a otro se preocupa por el objetivo y no por las acciones para alcanzarlo. Si un mono da varias vueltas antes de subir a un árbol y baja con una banana, el imitador simplemente trepará sin dar las vueltas que, obviamente, nada tienen que ver
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con el resu'ltado. Para lOs humanos este recurso de comprensión resultaría insuficiente para las tareas complejas que encara habitualmente. Porque comprender cada proceso que implica, no ya enviar un mail, sino sembrar y cosechar, es casi imposible; el saber se pasa más bien por imitación, incluso a través de las generaciones, y esto puede asegurar la supervivencia de la especie. De alguna manera, al menos según Lyons, la imitación lisa y llana permite incorporar saberes adquiridos por otros sin la necesidad de perder demasiado tiempo en comprender el procedimiento entero y esto la convierte en una herramienta muy ventajosa respecto de la comprensión, al menos en cuestiones prácticas.
MAILS EVOLUTIVOS La explicación de Lyons se enfrenta con los manuales más básicos de la educación que dicen que lo mejor es comprender cómo funcionan las cosas. Pero, por otro lado, suena muy razonable: ¿se imagina acaso intentando comprender desde cómo funciona un equipo de CD hasta el nuevo sistema de monotributo de la AFIP? Imposible lograrlo. Por eso la mayoría, en lugar de estudiar ingeniería y contaduría, prefiere levantar la tapa del equipo y apretar el botón que tiene la flechita para escuchar música o preguntarle a un amigo cómo hizo para pagar o evadir s~s impu,:stos. De la misma manera, quien sostenga que sabe como enviar un mail, difícilmente pueda hacer algo más que los pasos aprendidos por la observación y la experiencia: salvo que se trate de un experto tecnológico, es poco probable que "realmente" compren~a cómo funciona la electricidad, la memoria RAM u otros eufemismos que describen simplemente una capa más de lo que realmente ocurre en lo profundo de una máquina. No deja de ser llamativo que la imitación resulte un ':mejor" recurso que la comprensión al menos desde la perspectiva evo-
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lutiva, y da un poco de miedo imaginar qué harían algunos educadores al tomarlo como un hecho. Pero hay que aceptarlo: resulta una tranquilidad a la hora de leer un manual de instrucciones y de seguir sus pasos, memorizándolos, sin tomarse el trabajo de saber por qué es así y no de otra manera.
LAS VENTAJAS DE ESTAR CALIENTE GEOGRAFíA, GEOLOGíA, HIELOS Y LOS NEGOCIOS DEL EFECTO INVERNADERO
El 29 de agosto de 2005, en pleno verano boreal, el primer barco no rompehielos llegó al Polo Norte. Se trataba de una nave de investigación de la Academia Rusa Fyodorov. El objetivo explícito era recolectar información topográfica sobre el fondo marino; los secundarios eran, por un lado, hacer pie (o agua) en un mar que hasta hace poco tiempo sólo podía recorrerse en rompehielos, y, por el otro, demostrar que el fondo del mar está ligado geográficamente al territorio ruso. El constante derretimiento del hielo del Polo Norte (debajo del cual no hay un continente, como sí ocurre en la Antártida) está tentando a Jos países que rodean el círculo polar a acercarse para tomar una parte de los cuantiosos recursos submarinos de la zona, entre ellos enormes reservas de hidrocarburos que, según se calcula, son un cuarto de las reservas planetarias. Hace unas déca-
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das hubiera sido imposible hacerlo por las dificultades t?cnicas que implica el hielo. En 1997, un tal Pat Broe compró un pequeño puerto en Churchill, un poblado de sólo 110 habitantes ubicado en la Bahía de Hudson, Canadá. Allí, una de las muy escasas fuentes de ingreso son los turistas que van a fotografiar osos blancos. Por eso, no resulta extraño que el precio que tuvo que pagar en el remate haya sido de 7 dólares. Sin embargo, los pronósticos actuales indican que en los próximos veinte años recuperará su inversión multiplicada por varios millones: los expertos calculan que ése es el tiempo que demandará conseguir el uso masivo de los viajes marítimos transpolares. Actualmente, la poco utilizada ruta transpolar es navegable unos 4 meses al año; pero se cree que si el calentamiento sigue aumentando al paso en que lo viene haciendo, podrá ser recorrida por barcos unos 8 o 10 meses al año, lo que reducirá la duración de los viajes entre, por ejemplo, Siberia y Canadá a menos de la mitad del tiempo que insumían. Por supuesto, la cuestión para Broe y otros que están viendo venir el negocio es prepararse todo lo posible para cuando los barcos empiecen a llegar con granos del otro lado del mundo o con gas y petróleo de lo profundo del Mar Ártico. Los noruegos, por ejemplo, vienen invirtiendo varios miles de millones para instalarse en una pequeña isla del Mar de Barents llamada Melkoya. En ese lugar han construido una planta para licuar gas que, gracias al derretimiento de los hielos, está pudiendo hacerse sin tantas complicaciones técnicas y cuyo transporte transpolar a EE.UU. se vería facilitado por esa misma razón. No es poco: importar energía cercana y de un estable país del Primer Mundo puede parecer un sueño para el imperio. Por otro lado, la sociedad noruega es ecológicamente consciente y la alianza de izquierda en el gobierno está sufriendo presiones para detener sus exploraciones en busca de más petróleo por la contaminación que provocaráh en una de las áreas del mundo menos visitadas por el hombre y, por lo tanto, más limpias.
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LA PORCiÓN DE TORTA POLAR
La consecuencia de tan prometedores negocios es una suerte de "carrera polar" para poder quedarse con una porción. Es que, según la Convención de Naciones Unidas sobre la Ley del Territorio Marítimo, los países pueden reclamar la plataforma submarina que esté "naturalmente ligada al continente", y con las prórrogas del caso podrán hacerlo por unos años más. Como consecuencia, hay un inusitado interés "científico" por el Polo Norte que ha llevado a varias naciones a preparar sus rompehielos y submarinos para estudiar el fondo del mar. Los rusos, por ejem plo, han revitalizado su interés por la base que tienen sobre una capa de hielo flotante -que en verano tiene sólo 5 metros de espesor-y que ocupan desde 1934. Los daneses necesitan demostrar que la cadena submarina Lomonosov está geológicamente conectada con Groenlandia, un territorio danés semiautÓnomo. Desde la vereda polar de enfrente, el ministro de Defensa de Canadá visitó una gran roca de unos tres kilómetros de largo que su país se disputa con Dinamarca. Por su parte, Estados Unidos, llamativa y paradójicamente, está quedando atrás en esta carrera polar por los hidrocarburos ya que prácticamente no tiene naves en condiciones de realizar estos estudios luego de los recortes que sufrió todo lo que no fuera útil en la guerra por el petróleo iraquí.
VER EL LADO POSITIVO
Se puede decir que los hombres de negocios siempre alcanzan a ver el lado brillante de las cosas, tal como ocurre con el calentamiento global. Es cierto que hay quienes están sufriendo consecuencias negativas, como está ocurriendo frente a Alaska, donde han comenzado a soltarse recientemente algunos hielos que parten arrastrados por la corriente junto con la fauna marítima que
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se alimenta de las algas adheridas a esos hielos. 5Mb un detalle que afecta a los pescadores de la zona pero que indica a las empresas que es tiempo de buscar nuevos rumbos para su dinero y así seguir bailando sobre un planeta que se parece cada vez más allitanic.
HERRAMIENTAS PARA PERCIBIR EL MUNDO ANTROPOLOGíA Y LINGüíSTICA: EL LENGUAJE Y EL PENSAM lENTO
¿Cómo abordamos el mundo? ¿Cómo nos llega? Ojos, oídos, boca, piel nos permiten acceder a la parte del mundo que reconocen mientras vedan otras. Si en lugar de mirar con los ojos utilizáramos un sistema de sonar del tipo del que tienen los murciélagos, en lugar del cine habría surgido, seguramente, alguna forma de arte totalmente distinta. De alguna manera -y sin necesidad de caer en un relativismo asfixiante-las herramientas con las que percibimos determinan en buena medida la propia concepción del mundo. De forma muy similar, sostienen corrientes psicológicas y lingüísticas, las herramientas humanas para el pensamiento están limitadas por la lengua propia, por estructuras gramaticales internalizadas que permiten pensar determinadas cosas. La idea resulta bastante intuitiva para aquellos que manejan dos idiomas con cierta fluidez y pueden percibir la distancia entre
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dos modos de pensar asociados a cada una de las lenguas. Una teoría elaborada a fines de los años 1930 por un lingüista amateur llamado Benjamin Lee Whorfaventuró que el lenguaje determina la naturaleza y el contenido del pensamiento. Ése fue el primer paso de una corriente de investigación que tuvo su auge en los años 50, pero que luego decayó a causa de los estudios del gran lingüista Noam Chomsky y de otras corrientes que cambiaban el orden de los factores para afirmar que damos nombre a lo que podemos pensar o, al menos, que hay entre ambos términos una relación dialéctica. Las teorías lingüísticas opuestas se cruzan y reescriben con pocas posibilidades de empirismo frente a la caja negra del pensamiento. Por eso hubo sorpresa cuando Peter Gordon, psicólogo de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, aseguró tener pruebas de que "cuando un lenguaje elige distinguir una cosa de otra afecta la forma en que un individuo percibe la realidad". El aserto levantó una polvareda lingüística.
LOS PIRAHÁ En el Amazonas profundo, cerca de la frontera de Brasil con Bolivia, hay una pequeña tribu de aborígenes cazadores recolectores a los que se conoce como pirahá, quienes utilizan un lenguaje peculiar: es el que menos sonidos tiene de todos los conocidos (sólo tres vocales y ocho consonantes para los hombres y una consonante menos para las mujeres), la lengua puede ser silbada tanto como hablada, no utilizan oraciones con subordinadas, etc. La particularidad que llamó la atención de Gordon y que le permitió elaborar sus experimentos es que el pirahá es descripto como un lenguaje de la categoría "uno, dos, varios" porque en su vocabulario sólo admite esas posibilidades numéricas: lo que sea más de dos -no importa si tres, cinco o cuarenta- se contabilizá como
"varios". Aprovechando esta característica, Gordon hizo varios experimentos con estos aborígenes para ver cómo podían hacer para comprender los números más allá de las limitaciones de su lenguaje. En uno de ellos les mostraba a algunos adultos que estaban frente a él una serie de objetos en distinta aantidad, que debían representar alzando sus dedos. Mientras los objetos fueran tres o menos los sujetos alzaban una cantidad similar de dedos, pero con cuatro, cinco o más comenzaban los problemas, que aumentaban en la misma medida que la cantidad de objetos utilizados. Gordon concluyó así que la idea de número no podía siquiera elaborarse en los pirahá debido a que carecían de palabras para ellos.
NO TAN DISTINTOS Dan Everett, un antropólogo lingüista de la Universidad de Manchester (Reino Unido), que trabaja con los pirahá regularmente desde hace más de una década y convivió largo tiempo con ellos junto a su propia familia, no concuerda con las conclusiones de Gordon. Según Everett, tanto el lenguaje como el pensamiento de los miembros de esta tribu están relacionados con una forma de ver el mundo, una cultura. Es más, para Everett los pirahá no tienen ninguna forma de numeración, ni siquiera lo que se traduce como" uno, dos, varios"; en realidad, ni siquiera diferencian masa de cantidad, y cita un ejemplo: utilizan la misma frase para decir lo que un occidental "amaría "un pescado grande" o "varios pescados pequeños". El concepto de cantidad es para ellos esquivo y distinto del nuestro; ni siquiera existe una manera de comparar cantidades, por-
que la categoría "más que" está ausente en su idioma. En realidad, Everett encontró en la comunidad amazónica muchas particularidades que trascienden lo lingüístico: carecen de mitos originarios Y de términos para los colores, no dibujan, no duermen más de dos horas seguidas; en resumen, que falsan
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ala Popper unas cuantas ideas antropológicas sobre ciertos rasgos universales de las culturas. Frente a la evidencia qué él V otros recolectaron, Everett elaboró una conclusión distinta según la cual los piraha tenían una percepción del mundo que, al menos frente a los ojos occidentales, ,parece limitada a la experiencia directa. Por otra parte, segun Everett, los piraha desprecian a los que son distintos a ellos V no quieren contaminarse (tras 200 años de intercambio con brasileros siguen siendo básicamente monolingües), lo que les permitió mantener su cultura casi inmodificada.
FRACASO ESCOLAR A pesar de todo, los piraha parecen comprender el problema que significa no manejar el elusivo concepto de cantidad con más precisión. Desde hace siglos, comerciantes brasileros trocan con ellos las nueces que recolectan a cambio de distintos productos, sobre todo bebidas alcohólicas (por las que los hombres a veces alquilan a "sus" mujeres). Los piraha comprendieron que necesitaban aprender a manejar los números que usaban sus interlocutores para poder negociar mejor e incluso recordar intercambios anteriores. Por eso pidieron a Everett que les enseñara el secreto que se les escapaba. Después de ocho meses de esfuerzo voluntario intenso los alumnos llegaron a la conclusión de que no tenía sentido seguir: ni un adulto había logrado contar hasta diez ni sumar uno más uno. La discusión sigue abierta V, como puede verse en los muy . Interesantes papers de Everett, excede largamente lo lingüístico. Tampoco es de'descartar que los piraha, embelesados con su propio mundo, estén tan desconcertados como Jos occidentales por las limitaciones ajenas, las de quienes están siempre hablando de lo ausente (lo abstracto, lo pasado, lo indirecto) V no parecen percibir la riqueza infinita del presente.
El CUENTO DE NUNCA ACABAR HISTORIA DE LA CIENCIA: LOS VAIVENES DEL EFECTO INVERNADERO
La reciente llegada de la tormenta tropical Alberto, una más de las que vienen revoloteando por el planeta, ha vuelto a despertar el interés por el efecto invernadero, una de las posibles causas de lo que p~rece un aumento en frecuencia e intensidad de este tipo de fenómenos. Las voces se levantan para asegurar que nunca se llegó a los niveles actuales de dióxido de carbono (C0 2) en la atmósfera V lo acusan de ser la causa de los desequilibrios climáticos. En realidad, si bien lo segundo puede llegar a ser cierto, lo primero, sin duda, no lo es. Bastante antes de lo que pueda recordar el más memorioso, había mucho más CO 2 que el que hoy cubre el planeta como una manta. Así es: la historia remota de la atmósfera terrestre da lugar a uno de esos cuentos circulares e irónicos que tanto gusto dan a la literatura. El relato, según narran los científicos, comenzaría en
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una Tierra ardiente, formada por polvo cósmico que empezó a amontonarse en este rincón del universo hace unos 4.500 millones de años. Quinientos millones de años después se desarrolló una ~tmósfera, con gases nobles (argón, criptón, xenón, etc.) que surgl~~ de la superficie gracias al hervor constante del manto, que permltla a los elementos más ligeros separarse y ascender. También había sulfuro e hidrógeno surgidos de los volcanes y probablemente combinados en ácido sulfhídrico (el que tiene olor a huevo podrido), por lo que la Tierra originaria no hubiera sido un lugar muy agradable para respirar. En esa atmósfera primigenia, el CO 2 debe haber generado un tremendo efecto invernadero. Es que este gas permite el ingreso de los rayos solares pero no permite su salida, por lo que se acumula el calor. Extrañamente (al menos desde nuestra perspectiva), se cree que el efecto invemadero sirvió para mantener al planeta caliente hace millones de años, cuando el Sol aún no brillaba con la intensidad actual. Luego, el dióxido de carbono disminuyó y, por lo tanto, lo mismo hizo el efecto invernadero; pero el Sol ya era más potente y equilibró la temperatura para mantener caliente la superficie del planeta y la vida.
LA PSICOSIS DEL OXíGENO
El CO 2 no sólo ayudó al desarrollo de la vida al mantener la temperatura, sino que también ayudó a neutralizar el oxígeno que lo forma para que no destruyera las primeras células vivas. Es que el oxígeno es una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde: su reactividad lujuriosa lo empuja a acoplarse con casi cualquier elemento que ande cerca ya cambiarle sus características químicas. Tan destruotivo puede ser que, de haber existido hace 3.800 millones de años, cuando se cree que surgió la vida, difícilmente le hubiera permitido iniciar su largo camino. Por otro lado, la mayor parte de
la vida animalia utiliza como poderosa fuente de energía; sin ella no se podría vivir. Por suerte, el oxígeno sólo comenzó a andar "suelto", se cree, hace unos 2 mil millones de años, cuando las primeras formas de vida ya estaban suficientemente desarrolladas como para protegerse de su aparición e incluso, eventualmente, aprovecharla en la respiración. El oxígeno, que hoy representa el21 por ciento de la atmósfera y está mezclado con mucha de la materia que vemos alrededor (el ejemplo más obvio es un metal oxidado), logró separarse del CO gracias a por lo menos dos procesos. El primero es la radia2 ción ultravioleta de los rayos solares que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno, que normalmente se vuelven a juntar en el instante siguiente. La única manera de que la rápida unión no ocurra es que se separen apenas pierden contacto, yeso sucede en las capas superiores de la atmósfera, donde el hidrógeno, por ser más liviano, se pierde en el espacio, mientras que el oxígeno se acumula muy lentamente. Este proceso tiene un límite claro Y es la formación de una capa de ozono {03} con el oxígeno liberado que, justamente, impide el paso de las radiaciones ultravioletas. El segundo proceso, otro responsable principal de la presencia de oxígeno en la atmósfera, es la vieja y conocida fotosíntesis. A grandes rasgos, durante la fotosíntesis los rayos solares hacen que el dióxido de carbono y el agua se recombinen en oxígeno libre (02) y materia orgánica {CH 20}. De esta manera la vida vegetal libera oxígeno que en parte es utilizado por la respiración, se une a sustancias como el humus o la turba o simplemente forma parte de la materia de los seres vivos, como el amable lector, que de esta manera contribuye humildemente a reducir el CO 2 atmosférico. Una vez satisfechas estas necesidades de oxígeno, lo que "sobra" se acumula en la atmósfera. Obviamente, una vez que la vida deja de "utilizar" el carbono a causa de la descomposición, éste debería unirse desespera-
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damente con el oxígeno devolviendo todo al punto cero. Pero no es así, porque en cantidades enormes, esa materia queda cubierta y fuera de contacto con el oxígeno, como pueden demostrar los ~r~ndes depósitos de carbón o petróleo que yacen bajo la superficie del planeta. Si ese carbono se liberara y se uniera nuevamente con el oxígeno, se volvería a la proporción originaria, tal como está ocurriendo.
EL EFECTO INVERNADERO ORIGINARIO Tras millones de años de un equilibrio saludable, el sistema parece estar en riesgo. El círculo parece estar cerrándose en el punto de inicio gracias a que el hombre, al consumir constantemente el carbono acumulado en los combustibles, permite que se vuelva a unir al oxígeno, lo que acerca al planeta al efecto invernadero de hace 4.000 millones de años, poniendo en peligro la vida (o al menos buena parte de ella) a la que tanto le costó sobrevivir y evolucionar todos estos eones. El remate de este cuento con final abi~rto termina con el asesino viajando hacia la atmósfera originana en una máquina del tiempo que, por cierto, funciona con combustible fósil.
STALIN CONTRA lOS GENES EL "CASO LYSENKO" y LA SEGUNDA GUERRA DE LA BIOLOGíA SOVIÉTICA
Casos como los de Galileo, Giordano Bruno o los religiosos que hoy sostienen que los preservativos no protegen contra el HIV, pueden dar la sensación de que los ataques dogmáticos contra la ciencia son patrimonio de la Iglesia católica. La realidad, sin embargo, más bien parece demostrar que el dogmatismo existe en todos los campoS Y que cuando está asociado al poder puede provocar desastres. Un ejemplo de esta peligrosa conjunción lo ofrece el comunismo la Stalin en la Unión Soviética, donde un pintoresco personaje logró que una suerte de lamarckismo anacrónico sobreviviera hasta bien entrado el siglo XX tan sólo porque, supuestamente, encajaba en los principiOS comunistas.
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EL CAMARADA LYSENKO En 1927 el diario soviético Pravda publicó una nota que, como otras de la éP~ca, buscaba demostrar la capacidad de la Revolución Rusa
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para lograr mejoras productivas en un país con h.ambruna$ crónicas. En ésta en particular se contaba la historia de un ingeniero agrónomo descendiente de campesinos, llamado Trofim Lysenko (1889-1976), que aseguraba haber logrado una milagrosa cosecha invernal de arvejas en Azerbaiján. El gobierno, ansioso por lograr el apoyo de los campesinos, dio aun más repercusión a la historia de las arvejas y a las muchas del mismo estilo que le siguieron. El agrónomo, no conforme con el reconocimiento, continuó con sus experimentos, que se impusieron a los campesinos de la Unión Soviética como la solución de todos sus problemas. Lysenko comenzó a desarrollar una teoría acorde con sus "hallazgos" que confrontaba directamente con la escuela soviética de genética" clásica" (como la llamaba), muy avanzada por ese entonces y basada fundamentalmente en la evolución darwinista, las redescubiertas leyes de Mendel y los posteriores avances en citología. Ellamarckismo -la creencia de que las características adquiridas se transmiten a la descendencia- empujó a Lysenko a criticar cada vez más abiertamente el mendelianismo y a rescatar sólo algunos mecanismos del darwinismo, pero previamente retorcidos a su antojo. Seguramente, el personaje habría resultado un mitómano más de no haber recibido el apoyo de Joseph Stalin y de todo su aparato de propaganda que necesitaba una personificación del genio campesino en el gobierno. Por ejemplo, una carta a Stalin atribuida a los padres de Lysenko apareció en el Pravda en 1936: "Fue muy difícil para nuestro hijo Trofim conseguir educación antes de la revolución. Habría tenido que seguir siendo un jardinero toda su vida de no haber sido por el régimen soviético". Por otro lado, según Lysenko y los miembros más poderosos del partido, la teoría genética impedía pensar en una revolución y, sostenían los miembros del partido, un neolamarckismo comunista sería mucho más acorde con la idea de emancipación de la
clase obrera. La genética, por así decirlo, no era capaz de asimilarse, según ellos, a la dialéctica materialista, sino ~ue parecía .c?~ dicionar fatalmente a cada individuo (y clase) segun su condlclo~ genética. Incluso citaba a Engels como si éste reforzara ~u PO~In' "Toda la teoría darwiniana sobre la lucha por la eXistencia cia. , h simplemente transfiere las enseñanzas de. Hobbes sobre el ~mbre contra el hombre' de la sociedad al remo de la naturaleza . En realidad, vale la pena aclarar, la idea de "evolución" .tal como la planteaba Darwin es funcional al materialismo histónco (aunque podría no serlo y esto no desmentiría a ninguno de los dos, ya que pertenecen a campos totalmente distintos). De hecho, como contamos en otro capítulo, Marx comentó epistolarmente ~?n Engels la calidad de El origen de las especies e incluso le envIo a Darwin una copia de El Capital con la dedicatoria "~ Mr..Charles Darwin, de parte de su sincero admirador, Karl M~rx . El ejemplar, salvo por las primeras páginas, fue encontrado mtacto. • J
LA CAíDA
Los libros de Lysenko eran eminentemente recetas, algo que :n~ajaba perfectamente con la creencia de Stalin de que. la p~actlca estaba por encima de la teoría. También acusaba de Ide~llstas ~ quienes creían que existía "algo" heredita;io que ~o sufna m~dl ficaciones durante la vida del individuo. El prefena recetas simples, como enfriar las semillas antes de la siembra para obte~er plantas más resistentes, hibridaciones extrañas Y cosas por el estll~. Obviamente ninguna lograba el resultado esperado, pero la eVIdencia se opacaba con un nuevo sistema que seguramente en breve sí daría frutos sorprendentes. Tantos fracasoS fueron premiados con la dirección de la Academia de Ciencias Agrícolas de la Unión Soviética en 1935, lo que le permitió em~~zar a desplazar a cualquier científico que se opusiera a sus deliriOS.
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En 1936, la guerra entre las dos corrientes biológicas, se hizo abierta y el congreso internacional de genética que iba a tener lugar en Moscú en 1937 se canceló. La persecución a los opositores se hizo cada vez más sangrienta y algunos genetistas de renombre fueron enviados a Siberia. En 1948, el "caso Lysenko" llegó a provocar profundas divisiones en el Partido Comunista Francés (PCF) entre quienes creían que debía haber una ciencia "proletaria" y otra "burguesa". Incluso, los camaradas que dejaban abierta la posibilidad de que Lysenko no estuviera en lo cierto fueron expulsados del partido. El poder del siniestro personaje sólo comenzó a debilitarse tras la muerte de Stalin, en 1953, el mismo año en el que Crick y Watson descubrieron la estructura del ADN. Los científicos hacían cola para atacarlo. Incluso una leyenda incomprobable cuenta que el gran físico Lev Landau, l\Jobel de Física de 1962, le preguntó si creía que cortándoles las orejas a las vacas por varias generaciones nacerían algunas sin orejas, a lo que Lysenko respondió afirmativamente. Landau, presto, repreguntó: HEntonces ¿cómo siguen naciendo vírgenes?". Aun así la caída fue lenta gracias a que Kruschev lo protegió. En 1956 tuvo que renunciar a la Academia de Ciencias de la Agricultura y recién en 1965 lo despidieron del Instituto de Genética Soviético. Ese mismo año se celebró el centenario de los hallazgos de Mendel y se levantó nuevamente en su ciudad natal, Brün, la estatua que Lysenko había mandado a derribar en 1950. Mucho más difícil fue volver a levantar la genética soviética.
ORDEN YTERMODINÁMICA PETRÓLEO: LAS JOYAS DE LA ABUELA
A veces resulta interesante mirar el mundo desde la cerradura de una teoría; el efecto puede ser similar al que logra la iluminación para teñir la atmósfera de una escena. Aplicar la mirada de la termodinámica a un mercado que cree que el petróleo simplemente aumenta de precio, sometido a las leyes de la oferta y la demanda, permite vislumbrar un mundo extraño, casi borgeano, ya la vez de gran realismo. Desde la cerradura de la termodinámica lo único que ocurre en el universo es una constante lucha de casi todo lo que "es" contra el caos, contra el desorden. Es que para que algo "s~a", para que se constituya en algo más que un átomo suelto, reqUIere que se le aplique la energía que lo mantenga organizado en algo más complejo, es decir, que evite la marcha creciente de la entropía, la tendencia al desorden, de la misma manera que mantener
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un cuarto ordenado requiere un esfuerzo perseverante para cons~rvarse así. Ese inevitable camino hacia el caos es el que enuncia la segunda ley de la termodinámica. Y también dice, para c?lmo, que toda utilización de energía implica que una parte se pierde en calor; inútil e irrecuperable calor. Así visto, el mundo toma un aspecto particular. . Puede darse un ejemplo para entender mejor esta perspectiva: para hacer una mesa hace falta, entre otras cosas, clavos. Para producir clavos es necesario gastar fuerza de trabajo humana ener~ía química, en buscar el metal que aparece en fragmentos: fundirlos, etc. En resumen, es necesario gastar energía para transfor~arlo en un clavo que logre mantener los pedazos de madera unidos formando la mesa que se deseaba construir. Algo par~cido ocurre con la naturaleza. En las plantas se junta lenta y trabajosamente la energía a través de la fotosíntesis. Se producen enlaces entre átomos que forman moléculas que se unen en hojas, tallos, raíces, que van a comer los animales y de los que van a extraer lo necesario para mantener su cuerpo Jlordenado" para resistir la entropía. Si no fuera porque el Sol está iluminand~ permanentemente nuestro planeta, todo se desgastaría las cosas se pudrirían (hasta que ya no quedaran bacterias qu: pudieran hacer esa tarea) y la Tierra seguiría el mismo lento proceso de muerte térmica que el resto del universo sin esa resistencia inútil que ofrece la vida. Cabe aclarar que la sutil diferencia entre un helecho y una mesa es que esta última es producto de una decisión humana, mientras que la natur~le~a no tiene deseos, no piensa, no es más que una palabra que Inventó el ser humano para resumir una larga cantidad de variables y datos de un sistema organizado. Por supuesto, que la naturaleza sea bella e inspire placeres subjetivos resulta irrelevante para la perspectiva restrictivamente termodinámica que se eligió al comienzo de esta nota. .
EL FIN DE LOS TIEMPOS El universo, claro, también está sometido a las leyes de la termodinámica. Alguna vez toda la materia estuvo reunida en un solo punto en el que no existían ni el espacio ni el tiempo. Vaya uno a saber por qué ese punto estalló y se lanzó generando una cantidad de energía capaz de actuar como "clavos" que unieran la materia en formas más complejas. René Descartes creía que Dios había impreso una cantidad limitada de movimiento en el mundo que no hacía sino pasar de objeto en objeto sin aumentar ni disminuir. No estaba tan desacertado, ya que el cambio de movimiento necesita una fuerza que lo acelere, desvíe o detenga. Lo que no sabía Descartes es que, como ya se dijo, siempre que se consume energía una parte se pierde irreparablemente en forma de calor. En algún momento, todo será calor. La materia que surgió de esa explosión inicial se aglutinó en estrellas que, a causa de su masividad, se encendieron en una suerte de hornos cósmicos donde se cocinaron los elementos más complejos (como el metal de los clavos para mesas), que requerían de esas grandes cantidades de energía para formarse. El día en que la mayor parte de esa energía inicial haya sido desperdiciada en calor, el universo tenderá a la muerte térmica: lo más complejo se transformará en más simple, las mesas devendrán madera podrida y clavos oxidados hasta terminar de descomponerse. No habrá nada capaz de devolverles su brillo, simplemente porque no quedará ninguna fuente de energía disponible, a menos que de alguna forma todo vuelva a empezar, pero eso es muy difícil de saber desde la modesta perspectiva humana.
PETRÓLEO V DESPUÉS Lo que le está ocurriendo o a punto de ocurrirle a la humanidad con el petróleo está íntimamente relacionado con lo que se dice
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más arriba. El oro negro es algo así como las joyas de la él,buela, una acumulación muy eficiente (en proporción al tamaño que ocupa) de energía concentrada. Pero ese petróleo se acumuló trabajosamente durante millones de años y el hombre lo liquidará en un par de generaciones para "ordenar" a su gusto el mundo que lo rodea, es decir, para alimentar modos de consumo que, siendo un poco apocalípticos, es posible que no se vuelvan a repetir. El mundo actual despilfarra energía acumulada en el petróleo como quien privatiza empresas para pagar la convertibilidad: estamos en medio de una fiesta ostentosa y la mayoría ni siquiera lo sabe ni pudo obtener su porción. Sólo una pequeña parte del excedente permitido por el petróleo ha sido utilizado inteligentemente (desde el punto de vista termodinámico, al menos) para imaginar un futuro sin petróleo y con otras formas de acumulación de energía menos concentradas, como la solar o la eólica. Es difícil pronosticar si estos recién llegados alguna vez alcanzarán a satisfacer los niveles de consumo a los que nos {mal)acostumbró el petróleo. Es probable que no sea posible, que haya que reducir por fuerza los volúmenes globales de energía y que esto repercuta en una distribución de la riqueza aun peor, ya que difícilmente los más ricos quieran sacrificar sus niveles de consumo mientras conserven el poder de hacerlo. Así las cosas, la historia de la humanidad se puede ver como una manifestación superficial y anecdótica de la segunda ley de la termodinámica, como un simple detalle en un devenir físico inmodificable. Yen esa microscópica anécdota, las guerras del Golfo resultan manotazos de ahogado de quienes intentan acaparar un bien escaso que sólo permitirá atrasar la llegada de lo inexorable. Es posible que resulte difícil ver esto ahora, en la cresta de la ola y a punto de deslizarnos detrás de ella, pero resulta probable, casi seguro, que en unas décadas más se transforme en
una evidencia insoslayable. Por supuesto, esta forma de ver.la historia a través de la lente de la termodinámica produce un~ d~S tancia tensa, casi ridícula, con la escala humana, esa es~a a e todos los días que, tristemente, cuenta muertos a causa e una lucha mezquina.
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El AUTOR
Esteban Magnani Es licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), magister de la Universidad de Londres y docente de la Universidad de Buenos Aires. Es periodista Y autor de varios libros sobre historia de la ciencia: 10 teorías que conmovieron al mundo (en colaboración con Leonardo Moledo), Historia de los terremotos e Historia de la comunicación. Es colaborador habitual de Futuro, suplemento de ciencias de Página/12, y otros medios. Además investigó el fenómeno de las empresas recuperadas sobre el que escribió el libro
El cambio sí/encioso.
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CLAVES PARA TODOS· 2005 • 2006 . 2007 • 2008 LOS ARGENTINOS YSUS INTElECTUALES - Mempo Giardmelh
LA RELIGIOSIDAD POPUlAR - Pablo Semán
EL PERONISMO DE LOS '10 (1) - Rodolfo H Terragno
EL PERONISMO OELOS '10 (11)- Rodolfo H Terragno
MODELO NACIONALINOUSTRIAL - Martín Schorr
ROSAS. ESTANCIERO - Jorge Daniel Gelman
LAS PRIVATIZADAS (1)- Daniel Azpiaru
lAS PRIVATIZADAS (11) - Daniel Azpiazu
El RODRIGAZO, 30 AÑOS DESPUÉS - N Restivo R Oellatorre
PARA QUÉ SIRVE LA TECNOLDGíA- Rícardo A Ferraro
LA BURGUESíA TERRATENIENTE- ROl' Hora
EDUCACiÓN POPULAR HOY - Juan Carlos Tedesco
El REPARTO DE LA TORTA - Javier Lindenbolm
HISTORIA DE LA DEUDA- Julio Sevares
EL DILEMA MERCOSUR (1) - Jorge Carrera
EL DILEMA MERCOSUR (11)- Jorge Carrera
POlíTICA EXTERIOR ARGENTINA - M. Rapoport . C. Spiguel
El CAMPO ARGENTINO - M. Latluada • G. Neiman
LOS DESAFíos DEL DESARROLLO - E Hecker' M. Kulfas
AUGE Y CAíDA DEl ANARQUISMO - Juan Sunano
PUEBLO y POLITICA - Hilda Sabato
CAMPO EINOUSmlA - Aldo Ferrer
EMPRESAS RECUPERADAS - J Rebón 1. Saavedra
QUÉ ES AL QAEDA- Pedro Brieger
DIEZ TEORíAS QUE CONMOVIERON AL MUNDO (1) - L Moledo E. Magnani
LA NATURALEZA YMOSOmOS - Carlos Reboratti
DIEZ TEORíAS QUE CONMOVIERON AL MUNDO (11) - L Moledo . E. Magnanr
El PROBLEMA CARCELARIO - Raúl Salinas
El CIUDADANO SIIERIFF - Dario Kosovsky
LA REVOLUCiÓN DE EVO MORALES -P. Stefanoni· H. Do Alto
lOS ENIGMAS DE IRÁN -luciano Zaceara
El NACIONALISMO IlE OERECHA - Daniel Lvovich
2010, ¿ODISEA ENERGÉTICA? - Ricardo De DICCO
LA GUERRA SILENCIOSA -Silvina Ramírez
GOBERNAR EL IMPERIO - Osear Oszlak
QUE SE VAYAN TODOS -Inés M. Pousadela
CINE y DICTADURA - Judith Gocíol Hemán Invemizzi
EL CAFÉ DE LOS CIENTlF1COS - Leonardo Moledo . Martín De Ambrosio
lAS TECNOLOGíAS EN ARGENTINA - Carlos Eduarno Solivérez
CHINASE AVECINA -Sergio Cesarln
INTERNET YLUCHA POlíTICA -$. Martínez A. Mal1ltias ·L Marotias . GMovia
CHACAREROS PAMPEANOS - Juan Manuel Palacio
EL FENÓMENO RELIGIOSO - Silvia Montenegl1l' Juan M. Renold
LA ECONOMíA SOCIAL - Mario Elgue
ARTEY CREACiÓN - Marta Zátonyí
LA CIENCIA ES NEGOCIO - Ricardo Herraro Sonia Bumbak
MAlVINAS, CAPíTULO FINAL (I) -Fabián Bosoer
MAlVINAS, CAPíTULD FINAL (11) -Fabián Bosoer
QUIÉN CUSTODIA ALOS CUSTODIOS - Martln Medina
HACIA UN NUEVO MODELO INDUSmIAl- Bernardo Kosacoff
El COSTO !lE LA DEMOCRACIA - Christian Gruenberg
LA MARCA OE LA GORRA - Mariana Galvani
KATRIMA, EllMPERID AL DESNUDO - Hinde Pomeraniec
LA JUSTICIA PENAL -lIeana Arduino
El CAFÉ DE LOS CIENTíFICOS (11) - Martln De Ambrosio
NEDUBERALISMO YIlESENDEUIlAMIENTD - Maliela Bembi .Pabio Nemiña
PARA LEER EL FACUNDO - Oscar Terán
¡CUANTO TRABAJO MUJER! - Laura Pautassi
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COMBATES POR LA MEMORIA - Federico lnrenz
¿TIENEN DERECHOS lAS MWERES1 - Mirta Zaida Lobato
SOBRE El GENOCIDIO - Martln lnzada
LAS GUERRAS DEL AGUA (1) - Eisa Bruzzone
VENEZUELA y LA REVOLUCIIÍN - Telma luzzani
lAS GUERRAS DEL AGUA (11)- EJsa Bruzzone
LAVAR lOSPLATDS - Leonardo Moledo IgnacíoJawtuscheniw
NO TE COMERAsA TU PR~IIMO - Raúl A. A1zogaray
QUÉ ES EL IlESARROUO LOCAL - Famo Quetglas
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