AUNIA 08

U d azken a 2 0 0 4 O t o ñ o

8 Zk

Galíndez La tumba abierta i

El Pobal El renacimiento de una ferreria Andagoste Hecatombe romana en Kuartango Exvotos El mar en Orduña

Los e n

?

n o rn b re s v e r s ió n

o r ia tn a l

3 €

■ 'V ,| 2S. -

Construida a com ienzos 'del siglo XVI por la familia Salazar, fue reformada a finales del siglo ^ XVII por Simón de la Cuadra.

^ ^

Tras haber sido restaurada por el Departamento de Cultura de la D ip u ta ció n 'Fo ra l de Bizkaia se abrirá al público ^ próximamente.

En su interior se ha recuperado el am biente del taller ferrón y de las carboneras del siglo XVIII y se han habilitado dos salas que explican el funcionamiento de la terrería, así como su evolu^É del tiempo en quj ' funcionamií

■í

« i r ' «•f*.

Horario de El Pobai

Invierno: m añanas de 10:00 h. a 14:00 h.

Verano: ''m añanas de tO'OO h. a 14:00 h. tardes de 16:00 h. a 20:00 h.

Lunes cen’ado.

Visitas guiadas. Demostración del trabajo de hierro.

«

tokaiko Foni AWundia

Diputación Foral de Búfcaia

e d U o iñ a la Udazkena u zta ^asoia izan o h i denez gero, hona e kartzeg d iz k iz u g u zo riz o ri dauden a rtik u tu be rria k.

A u rk ib id e a ri b e g irá w a rin b a t eman eta o h a rtu k o zarete g s ie n in teresa u rritu b a ri^ , J ia n d itl/€ daala.

N o l^ ^ J ^ g v tQ , besté^t.4gure itsa so rik ^ ^ ^ e k o ^ z k e n b a z te r ^ ta ra in o heldu 'jj * á ir^ a -m a rin e le k eginda ko eskaintza^ p a ría k edo estatu p o tereek eraildako ^ espia b a t izan zela A m u rrio n .

Eta K u a rta n g o aldean le hene ngoz d o ku m e n ta tze n déla e rro m a ta rre n presentzia?. Bertan, m ila tik gora soldadu e rro m a ta r h il zen eraso baten ondorioz.

Hauek eta beste d ira h u rb iitz e n dizkizugun gaiak. Baina ez da nahikoa: norbe raren iru d im e n a b e h a r da ira k u rrita k o a e g i b irtu a l b ih u rtz e k o .

Hórrela, irakurlearen arabera, aldizkari ba ko itza b a ka rra ¡zango da. A ltx o r preziatua, beraz.

Buscar el origen y significado de las cosas es una tarea casi sagrada para el ser hum ano. Explicar y entender los "porqués" que acuden a su m ente es, por asi decirlo, el fin mismo de su existencia. Ciertam ente, es innegable que conocemos más ciencia que nuestros antepasados, y que hechos que para ellos resultaban un verdadero misterio, hoy son entendibles por cualquier niño. Pero, en todo este vértigo de adelantos, sin duda, también hemos olvidado cosas, algunas ya Irrecuperables. Quién o quiénes, cuándo y cómo y por qué pusieron nombres a los lugares que obSQfvamos en nuestra geografía es, la m aydr parte de las veces, un enigm a difícil de resolver. La toponim ia es la ciencia que debe escudriñar sobre estos asuntos, pero la documentación suele ser escasa y aislada, y el riesgo de efectuar veredictos erróneos alto. A pesar de ello muchos son los osados, filólogos o no, pero pocos los que hasta hoy han acom etido el trab ajo con la disciplina científica q u e precisaba. Nuestro tem a principal Intenta llegar al fondo de un puñado de esos nombres con seriedad y rigor, y recuperar parte de esa m em oria perdida.

í A

€ J , '• ^ ...v,.'-:; OOfVllI'I'S

^II \ Mion orl^vrw Gregoria Etxebarrla, de 100 años, con el exvoto de Poza (Lendoño) N.< 8 Zk. UDAZKENA Xablar A m w ndariz, Vlcant* Arrtubétaga, Wakl B * m «rd o. Fam ando Q . Bapilita, J . A n d «r EgaAa, Hugo L a rru a b tl, Tx*m ) Lhmo. J . Antonio O ch a n n . Juan|« S w iz. Mari Jo sa Torracllla. Mlka< Unzuata, Q a b rM Vézqiwz, Santi Vaniz, Joa* M. Yarrttu Mapas: NONCNK

Sumario ARGITARAT7A1LEA: AVNIA KULTURA ELKARTEA Torrea, 16 01408-LÜIAONDO « 945 891 976 www.aunia.org

ZUZENDARITZA ETA ERREDAKZIO TALDEA: Juanjo Hidalgo Felix Mugurutza FOTOMEKANIKA ETA mSEINUA: abz@ibercom.com BILBAO MOLDIZTEGIA: Gráficas üzarra • LIZARRA D .L NA 3 0 5 5 -2 0 0 2 I.S.S.N: 1695-3932

Eskorronak Luiaondoko Administrazio Batzarrari

6

Etimologías: los nombres en version original Fetix M ugurutza

26 Galindez: la tumba abierta Iñaki Bernardo

36 A Jesús de Galíndez: un monumento en Amurrio Vicente Arrizabaiaga

40 Pastores de la tierra de Ayala José M .“ Yarritu y Juanjo Hidalgo

56 Errazti y Sarriegi: luchando contra el olvido Félix

Mugurutza

68 Exvotos: el mar en Orduña Xabier Armendariz

86 Barrenadores, golpeadores de tierra dura Juan Jesús Sanz y Hugo Larrazabal

96 El Pobai: el renacimiento de una ferreria M ari José Torrecilla

110 Andagoste: hecatombre romana en Kuartango M ikel Unzueta

124 Bonito del norte, bonito de verdad Jon A nder Egaña

134 El fresno / Lizarra Gabriel Vázquez

138 Publicaciones recibidas 140 Nuestras publicaciones

I

Fresco de la \

CAMINO

e n

V

ih

r 'Í 4

- ( ^

4 j h

j z

Hasta el año 1188, los peregrinos del Camino de Santiago bordeaban la colina de Gasteiz.

Desde entonces, m uchos de ellos hacen un a lto a m itad de cam ino. Porque en V itoriaGasteiz tienes una cita con el Xacobeo 2004.

Ù1

h ú tC J

Ccrgnmylimw MzvcuiMTei Vitoria'Ottt«!!

TTTT.ia caTtTTÍ

ó ih

Q

Ayuntamiento dé Vrto na *G « stM

© 945 161 598 ■w w w .vitoria-gasteiz.org/turism o

de Alaiza (Álava). Camino de Santiago.

Colaboran: OM idtali

-

E T ÎM O L Ô G ÎA S i

Uste baino gutxiago ezagutzen dira inguruan ditugun leku-izenen zergatlak età jatorrìak. Tamalez, ganora gutxiz egindako lanak izan dira hedapen gehien eduki dutenak.

Hala ere, bada tokirik bestelako azalpen-bideetarako.

TEXTOS y FOTOS: Félix M ugurutza Miembro Asesor de la Comisión de Onomástica de Eusl<altzaindia

S

^

'

' r.

:•

' ■ •V

Cuando los pueblos guipuzcoanos de Bidania y Goiatz decidieron agruparse en un sólo municipio, alguien supuso que dichos nombres provenían de bidé 'camino' y goian 'arriba' respectivamente por lo que el nuevo término municipal pasaría desde entonces a denominarse Bidegoian y no Bidania-Goiatz como cabría esperar.

Algo similar debió suceder con la antigua Villaescuerna en la que, hartos sus vecinos de que se relacionase -erróneam ente- el nom­ bre de su población con 'cuerno', con las bur­ las que se suponen, deciden en el XVII pasar a llamarse Villabuena (posteriormente con el añadido 'de Álava' para diferenciarse de otras poblaciones homónimas). Rizando el rizo, finalizado el franquismo se recuperó aquel antiguo nombre pero dándole un toque eusquérico que nunca antes tuvo: Eskuernaga. Otro ejemplo sería el del nava­ rro Muru-Artederreta, hoy oficializado con un travestido Muruarte de Reta.

Aunque ilustrativos, no son éstos los úni­ cos casos en los que un nombre de lugar se normaliza basándose en su supuesto significa­ do o etimología, casualmente la más inestable de todas las argumentaciones que en este tipo de labores podamos disponer. Los resul­ tados, como hemos visto, desastrosos.

Debiéramos hacer un esfuerzo para inten­ tar erradicar de una vez por todas esas ten­ dencias tan comunes de alegar 'lo que signifi­ ca' cuando estemos intentando regularizar o fijar un nombre de lugar. Para ello deben tenerse en cuenta otros aspectos, como son el uso de dicho término o las fuentes documen­ tales que de él disponemos. Es así, con estos ingredientes y unos mínimos conocimientos en la materia, como se busca ese estado de equilibrio y de corrección que es el nombre de lugar normalizado.

Pero, aunque el significado de nuestros topónimos poco o nada sirva a la hora de la normalización, es evidente que es un sugerente aspecto que, por su cercanía, levanta grandes pasiones y así pasa a convertirse en una especie de juego en el que nos enfrenta­ mos al reto de lo desconocido, a la erótica que emana de los nudos gordianos de nuestro patrimonio cultural aún por desentrañar.

Pero desgraciadamente, ha sido ésta -la de resolver el origen de nuestros nombresuna faceta con gran intrusismo y hasta el mayor de los ignorantes se ha erigido en 'experto sabelotodo' defendiendo de manera contumaz las más disparatas hipótesis sin que nada haya podido hacerse por rebatirlo.

Desgraciadamente, han sido y son mayoría.

Ello ha generado tal situación de caos que resulta realmente complicado distinguir una opinión de calidad para aquél que no se haya dedicado con cierto tesón al tema.

Aunque pudiera parecer un contrasenti­ do, son curiosamente los trabajos llenos de dudas, los de aquellos investigadores que pre­ fieren evitar entrar a responder preguntas como '¿Y qué significa?' o '¿De dónde viene?' los que mayores garantías suelen ofrecer.

ETIMOLOGÍA: EN BUSCA DEL ORIGEN La etimología, es decir, esa rama de la lin­ güística que se interesa por el origen de las palabras, la razón de su existencia, de su sig­ nificado y de su forma, lejos de lo que pudie-

ra parecer, se encuentra aún en un estado bastante incipiente, al menos en lo que a nuestra toponimia toca. Observamos cómo dicho patrimonio se encuentra compuesto por nombres en mayor o menor medida evi­ dentes (Etxebarri, Arrigorriaga, Zuhatza, Arriata, etc.) pero también por otros muchos de los que prácticamente nada sabemos. Son ellos los que exigen un mayor esfuerzo para ser resueltos. Casualmente, la totalidad de las denominaciones de los municipios que conforman la comarca del Alto Nervión corresponden a este conjunto que podría­ mos definir como 'de nombres enigmáticos'.

Es pues, un muy interesante campo de tra­ bajo.

Hasta el momento, prácticamente la totalidad de los estudios publicados al res­ pecto, a duras penas supera la barrera de las etimologías fantasiosas y de nula credibili­ dad. Por ello, propondremos otras nuevas

alternativas para cada uno de los casos, basándonos especialmente en una línea de investigación no demasiado desarrollada aún pero que genera prometedoras expectativas: la de suponer que los nombres de nuestros pueblos estén creados a partir de nombres de persona. Vayamos con ello.

AIARA Es de sobra conocida la leyenda recogida en las Bienandanzas y Fortunas (s. XV) y en el que se da una explicación sobre el origen del nombre 'Ayala'. Dice así: '£ andando este rey d o n Alonso a correr m o n te sobre las peñas de Mena, vio d'ençima la tierra donde es agora Ayala, que no era poblada, que se llamava la Sopeña; estando e l Rey sobre la peña de Salvada, dixieronle los cavalleros que p o r que no poblava aque­ lla tierra e dixoles que la poblaría, si oviese quien lo poblase. E aq u e l conde don Vela de A ragon p id ió le p o r nierçed que gela diese e q u 'e l la poblaría. E algunos que a lli estavan, que lo querían bien, dixieronle: •Señor, ayala.

E e l Rey dixo: -Pues ayala.

E p o r esto ovo n onbre Ayala e llamóse conde don Vela, Señor de Ayala'.

Por supuesto, no tiene el más mínimo viso de credibilidad ya que su nombre se docu­ menta en épocas bastante anteriores a lo his­ tóricamente referido: A lala (939). Otras eti­

Armendariz. Se trata de una partícula anti­ quísima, presente también en el griego, y que da origen a palabras como 'pájaro', 'cámara', etc.

El nombre Aio (o su femenino Aia) es muy frecuente en épocas de la romanización y durante toda la Edad Media. También parece presente en nombres como Aiesta, Aiago o Aiz, con finales en -sfa (compárese con Arakistain, Eristain o términos como 'fran­ quista', 'populista'...) y el patronímico -iz res­ pectivamente. No sería extraño que el mismo poseedor hubiera dado también nombre al término Ayega, del vecino Valle de Mena, con idéntica composición y reconocible inicio en A io pero con diferente final adjetivador, el mismo que el que aparece en Tárrega, Turégano (compárese con Turia), Ortega, Orega o el mismo Artzlniega tal y como pos­ teriormente comprobaremos.

mologías, la mayoría de las dadas moderna­ mente, lo ponen en relación con el término ai(a) 'vertiente, ladera', 'pastizal'. También al mismo resultado de 'pastizal* han llegado a través de alha.

Desgraciadamente, el término a/a 'pen­ diente', al que la mayoría de los autores han recurrido, no es sino una suposición de P. A. Añibarro (1748-1830) y nunca más constata­ do, por lo que suele tomarse con gran recelo.

Y alha es un vocablo especialmente usado en los dialectos orientales y sin evidencias clarifi­ cantes en toponimia.

Por nuestra parte, preferimos optar por el nombre de persona A io (Aius en latín) para su resolución. A él se le debió añadir una par­ tícula adjetivadora -ara / -ala, similar a lo que sucede en nombres como EIduara, de *Eldu (compárese con EIduain), Aldara (< Aldo) o Gotara, probablemente de G oto y también presente en palabras comunes como 'cáscara' (< casco), 'piara' (< pie). Similar origen al nombre de nuestro municipio tienen los gen­ tilicios 'búlgara', 'húngara' o el, hoy ya en desuso, 'suízara'. Es la misma que localizamos en Birgala o en su probable variante Bergara (compárese también con Bergantza, de un arcaico Bergantia y a través del que supone­ mos una raíz en *Virgus o similar para todos ellos) o en el paso existente entre Armentia y

Existió además en Alara, y más concreta­ mente en Luiaondo, una casa solar y torre de Alo, '...nobilissima y de las más nobles y a n ti­ guas d e l Señorío... ' según recoge en un docu­ mento de 1649 M . Portilla. Aunque imposible de demostrar, resulta sugerente la coinciden­ cia entre el nombre de la torre y la del muni­ cipio. Recordemos que en dicho término apa­ reció una gran estela funeraria medieval de la cual se dio noticia por primera vez en el número uno de esta publicación.

Tampoco podemos olvidar la existencia del término medieval ayo y aya (del gótico hagia) con significado de 'guardián'. Como curiosidad, al parecer de él, surgió el signifi­ cado actual de 'persona que cuida niños'.

Fuera ya de conjeturas, y a pesar de la existencia de términos como Aialabaso, pare­ ce ser que el uso por parte de los euskaldunes se realizaba como 'Alara'. Al respecto, es con­ tundente el documento del historiador Esteban Garibai (1533-1599) y en el que dice lo siguiente: '...es ficción e l h a b e r resultado a esta tierra el no m b re de Ayala, p o r esta oca­ sión, p o rque antes de los tiem pos de este Rei se llam ó Ayára en la lengua Bascongada déla mesma tierra, y o y dia se llama en ella de la Documento de 939

i r

"Flaudio" y “Amurrio" en documento de 1095

mesma manera, y p o r corrupción dicen en la castellana Ayáia... ' Es decir, debemos usar 'Ayala' para el cas­ tellano y 'Alara' para el euskara. Engendros tan difundidos como 'Aiala' no tienen cabida en las ortografías académicas actuales.

AMURRIO Un nombre tan poco evidente como Amurrio, fue y es caldo de cultivo ideal para las etimologías más estrafalarias. Las más reconocidas nos hablan de 'collado pedrego­ so', 'pastizal', 'carrascal', 'rabia' u otros dispa­ rates similares. Por el municipio también cir­ cula con gran popularidad un supuesto ori­ gen del nombre a partir del de la ermita de Armuru.

En cualquier caso, ninguna de las opcio­ nes nos justifica un final en - lo y que, casi irremisiblemente, nos obliga a pensar en un nombre de persona. Hay veces -más de las que detectamos, probablemente- en que el final en -/o no es sino una reducción de -ia n o tal y como documentamos en Zeberio (docu­ mentado Ceberiano en 1375 y casi con segu­ ridad en origen Severiano). Esta terminación nada tiene que ver con la evolu­ ción - d u i >

iL

auilP « t U ilWl « n a to m»

) 4<rmur^ff» nvt-

►

i cen

ñmicut

r

T

m m t e u n trw - L f eap I«*««-

L

dio (Intxaurdio, Inordio, Isardio...) común en la zona pero relativamente moderna. Por tanto, el final en - io de Amurrio, constatado así desde 1095 es otro asunto diferente y nos sugiere claramente la presencia de un antro­ pònimo.

Por ello, parece sensato optar por algún nombre de persona, como pudieran ser A m urius o A burrius

^

ampliamente documentados en diferentes epígrafes. En el primero se habría dado la alternancia r / r r (compárese con dobletes como Gurutzaga / Gurrutxaga, Berones / Serrones, Aburuza / Aburruza...). De surgir ‘Amurrio’ del segundo de ellos, es decir de Aburrius, se habría producido un cambio entre los sonidos b / m, algo que se detecta en más nombres de la comarca: Maroño (< Baronnius), Murga (< burga). Salmantón (documentado Salbar)tone en 864), fenóme­ no éste pues no extraño en nuestra zona aunque no tan habitual en posiciones inter­ nas.

Tampoco sería nada extraño que el nom­ bre A m urrius hubiese existido como tal pero no se conoce ninguna inscripción u otro tipo de escrito que así lo confirme.

ARTZINIEGA El nombre de este municipio se documen­ ta como Arseniega (1272), A rziñiega (1370) o Arcenega (1381) y es, de entre los que vamos a estudiar en este artículo, el que más inesta­ bilidad en su normalización ha presentado.

Así, aún es común que hoy en día aparezca en publicaciones, señalización vial, etc. como ’Arceniega', 'Arciniega', 'Arciniaga'...

La forma actualmente oficializada, tanto para euskara como para castellano, es 'Artziniega' y, a pesar de no encontrarse docu­ mentada, se reconstruyó pensando en cómo lo debieron articular los vascohablantes de la zona.

Los significados atribuidos a dicho nombre son tan variados como

'lugar pedregoso' lu g ar de osos' o 'arcilla negra', si bien el que con más aceptación popular ha sido acogido es el de relacionarlo con el eusquérico arte + d i + aga, 'encinar', una etimología ideal para una villa cuyo tem ­ plo principal está dedicado a la Virgen de la Encina. La sin duda bella historia, por desgra­ cia, no cubre las demandas lingüísticas del nombre.

Hace ya tiempo que defendimos la opción de hacerlo proceder del nombre Arsenius al que se le añadiría una partícula para adjeti­ var y así, quizá, referirse a la propiedad o dominio del citado individuo. Algo fácil de entender si comprobamos que a la época del verano la llamamos 'veraniega', a la gente del Pas 'pasiega' o a la pecha -im puesto- his­ tóricamente cobrado el día de San Martín 'martiniega'. Por ello, la villa -u otro elemen­ to - de Arsenius hubo de ser la 'villa arseniega'. Además concuerda a la perfección con las formas más tempranamente documenta­ das: Arseniega (1272).

En cualquier caso, aún siendo así, hemos de recordar que también el nombre Arser)ius

se compone de una partícula adjetivadora añadida a Arsius, otro nombre personal bien documentado en la romanización.

El intento también difundido de relacio­ nar el nombre de nuestro municipio con otros similares como Árcena no nos aporta más indicios que una similitud casual. Más bien creemos, a la vista de la acentuación, que éste último no sea sino el término bárcena -'m árceria' en nuestra comarca- 'tierra trabajada', abundante en toponimia, y con pérdida de la consonante inicial, algo relati­ vamente común en euskara.

LAUDIO Bajo el nombre del municipio más pobla­ do del Alto Nervión, se conjugan tantas eti­ mologías, extrañas formas documentadas, etc. que hacen que todo el conjunto aparez­ ca de manera ciertamente enmarañada y de dificultosa comprensión ante la población.

Probablemente por dicho desconocimien­ to, por no haberse entendido en su esencia, y a pesar de apasionadas discusiones, descon-

certantes sesiones plenarias y otros Infor­ tunios varios, se le ha negado hasta el momento el carácter de oficialidad a la forma 'Laudio', utilizada por los vascoparlantes des­ de la antigüedad hasta nuestros días y perfec­ tamente documentada. Un absurdo al que, afortunadamente, todo parece indicar que en el cuarto intento en el que está inmerso el consistorio se va a dar solución, algo que sus habitantes llevan haciendo con normalidad desde hace siglos: es decir, usar 'Laudio' para el euskara y 'Llodio' para el castellano. Resulta extraño comprender cómo para llegar a algo así de simple van a ser necesarias varias déca­ das.

En ias etimologías atribuidas hasta el momento, además de la que asevera que sig­ nifica 'muchos espacios', existe otra curiosa en ta que un mismo autor ve unos contrapuestos 'zarzal' para Laudio pero 'pasto' o 'pastizal' para Llodio, probablemente sin percatarse de que se trataba del mismo pueblo.

En ambientes populares, también se ha explicado a través de 'cuatro barrios', algo perfecto para el la u inicial y que coincide con el hecho de que históricamente el municipio fuese administrado a través de cuatro subdi­ visiones denominadas 'cuadrillas': Larra, Larrazabal, Goienuri y Olarte. Lo realmente complicado en tan venturosa etimología es cómo explicar que -d io puede significar ’barrios'.

Tuvo que ser un suizo el que ofreciera la primera etimología con un mínimo de sensa­ tez. Fue Wilhelm Meyer Lubke (1861-1936) quien, al analizar comparativamente la prác­

tica totalidad de la toponim ia romance europea, atribuyese el origen de 'Laudio' o ’Llodio’ al nombre de persona Claudius. Así, siguiendo unas evolucio­ nes fonéticas conocidas, el castellano realiza los pasos c/- > II- (al igual que clave > llave, clam ar > lla ­ mar...) y au > o (similar a taurus > toro, aurum > oro, pausa > posada...) lle­ gando al actual 'Llodio'. El euskara haría lo mismo manteniendo el diptongo -a u - pero evolucionando el- > /- (como en darum > laru...). Así obten­ dríamos 'Laudio'.

Creemos que las famosas formas Flaudio (1095) y Lhodio (1124) primeramente docu­ mentadas, y que tanto han enmarañado el estudio de estos nombres, no serían sino solu­ ciones gráficas para representar el sonido <ll> que acababa de nacer De ser así, habrían de leerse 'Llaudio' y 'Llodio' respectivamente. Y por si el enredo necesitase aún de mayor com­ plejidad, Caro Baroja publicó que Flaudio era un nombre de persona medieval, algo cate­ góricamente falso y nunca documentado.

La etimología a partir de Claudius ha sido la única de cierta credibilidad y la oficialmen­ te defendida por la Real Academia de la Lengua Vasca - Euskaitzaindia.

Por nuestra parte propusimos hace tiem­ po otra opción que, sin pretender desestimar la de Claudius, sí que satisface otras carencias que se detectan en esta hipótesis. Se trataría de hacerlo derivar a partir del nombre de per­ sona Laudius o Laudio, ambos documentados durante la romanización en Europa. El euska­ ra habría transmitido el nombre fosilizado hasta nuestro días mientras que el romance la habría imprimido sus evoluciones habituales de au > o y /- > II- (compárese con nombres co­ mo Lorengoz > Llorengoz, Llobera, Llaguna, etc. de nuestra comarca). Salvando las distan­ cias y como curiosidad añadida, el nombre Llodio sería producto de las mismas evolucio­ nes (I- > II-y au > o) que el de, por ejemplo, las dos poblaciones gerundenses denominadas Lloret (< de Lauretum).

En cualquier caso, si la evolución romance de Laudiose hubiese llevado hasta sus últimas posibilidades habría generado Loyo, forma documentada como apellido en la comarca aunque sin conocer la interrelación entre ambas en su origen.

Explicando el origen tanto de 'Llodio' como de 'Laudio' a partir de Laudius, aclararí­ amos algo que ha pasado desapercibido para los lingüistas: el uso de la forma 'Lodio' como forma de castellano, abundantemente docu­ mentada desde la Edad Media (1342) hasta nuestros días. Un inmejorable ejemplo es el del vascófilo de! vecino municipio de Okondo José Paulo Ulibarri (1775-1847) quien, en sus famosos documentos bilingües, escribe 'Lau­ dio' como forma eusquérica y 'Lodio' como castellana. Así lo apunta también J. M. Barandiaran cuando recogiese sus leyendas y mitos en nuestro pueblo. O, entre infinidad de casos, en el documento firmado por Fernando el Católico y por el que Llodio deja de ser parte de Bizkaia para incorporarse a Álava. Es decir, según se desprende de la abundante documentación, parece haber

existido una duda o doble uso entre las for­ mas 'Lodio' y 'Llodio' al referirse al pueblo en castellano. Aunque en manera muy restringi­ da y casi milagrosamente, existen aún vascoparlantes de los pueblos colindantes que uti­ lizan 'Laudio' para euskara y 'Lodio' para cas­ tellano. Este aspecto, como decimos pasado por alto por los lingüistas, reforzaría más la tesis de Laudius como origen del nombre del municipio frente a Claudius.

También, y ya como curiosidad, hemos de apuntar que dicho nombre se ha de articular en tres sílabas (Lau-di^o) y no como moderna­ mente se hace (Lau-dio) a tenor de las formas Laudiyo documentadas en los famosos cate­ cismos en euskara publicados en el pueblo en cuestión. Por otra parte, el acento original pudiera haber sido Laudio y no el más exten­ dido Láudio. Así se recoge en las diferentes encuestas realizadas en Arratia, Orozko, Zeberio... También es llamativo su gentilicio: la u d io a r -n o los extendidos la u d ia ro laudiota r-, documentado así a través de la obra de J. R Ulibarri.

l

u

x

a

o

n

d

L U Y A N D O

o

OKONDO Como no podría ser de otra manera, tam ­ poco el nombre del municipio de Okondo ha escapado a las fantasiosas etimologías.

Curiosa es la del autor que, una vez más, ofrece dos opciones de significado diametral­ mente opuesto, 'zarzal' y 'pastizal', para el mismo nombre. También se ha interpretado como 'lugar sin árgomas'. Su ilustre hijo J. P. Ulibarri relacionó su significado con ukondo. 'codo' en referencia quizá a alguna curva del río. Los que defienden el significado de 'des­ filadero' para oka tampoco habrían de tener problema alguno.

Pero preferimos recurrir una vez más a la varita mágica de los nombres personales acompañados de partícula adjetivizante y que de tantos entuertos parece salvarnos.

Así, no es difícil hacerlo surgir del nombre Ocius (léase 'okius') y que tan evidente pare­ ce presentarse en nombres como Okina, Ocana, Ocano, Ocaña, Ozeka, Okariz, etc. A él se le añadiría la partícula - n t - convertida poste­ riormente a -n d -, la misma que parece suge­ rirse en Marinda (de Marius), Arrinda {Arrias, como Arriano) o los medievales Ofso >

Otxanda (presentes en Otxanduri u Otxandiano, actual Otxandio), Belandia (del nom­ bre personal Bela), 'Yolanda' (< Violanta < Viola), 'Lucinda' (< L u c io /a ) o palabras co­ mo 'horrendo', 'estupendo' o 'atuendo' en­ tre muchas.

Respecto a la duda entre 'Okondo' y 'Okendo', el nombre originario del pueblo es, sin duda, este último. Sin embargo, nos consta que los vascoparlantes de los pueblos cercanos aún se refieren a él como 'Okondo'.

Así, de esta forma, lo recoge además el vascófilo local J. P. Ulibarri. Pero no es sino pro­ ducto de una evolución fonética. El origina­ rio Okendo se ha transmitido como apellido -mucho más conservadores éstos a los cam­ bios- o incluso fosilizado en el nombre de su barrio Okendojena, procedente de Okendogoiena, es decir, algo así como 'Okendo de Arriba'.

OROZKO El nombre de Orozko es quizá el más des­ concertante de todos aquellos a tratar en este articulo. Se ha relacionado con oro 'peña, elevación' (compárese con 'orogra-

fía’). Otros autores son más atrevidos y no dudan en difundir raros significados como 'de corrales' o ’lugar de acebos'.

Personalmente, preferimos ver en él algún nombre personal que también debe ser la base de nombres como Orio o su feme­ nino Oria, así como en nombres tipo Orikain, Orexa, Orano, Orega. Oro, etc. También daría perfecta cabida a nombres como Oroz u Oronoz. El origen de todos ellos bien pudiera ser el adjetivo aur(e)o, es decir, ‘amarillento'.

A ello se le añadiría la misma terminación adjetivante -zco que posibilita palabras como ‘negruzco‘, 'pellizco' o similares. Parece ser una variante de -seo, también con clarifican­ tes resultados; Goya > goyesco, gigante > gigantesco, árabe > arabesco o el sugerente m a r > marisco, entre una infinidad de ejem­ plos. Sería similar a lo que parece detectarse en nombres como Belasko (< Bela), Artazkoz, Izko, Imizkoz o quizá también en Gipuzkoa, Amezkoa... Las variantes equivalentes -sko y -zk o explicarían además la alternancia de las formas Orosco I Orozco tan abundantemente documentadas.

Son varios los lugares, incluso fuera de nuestras fronteras, llamados 'Orozko’. Al res­ pecto, es interesante la hipótesis sugerida por el historiador P M® Ojanguren y en la afirma que el nombre ‘Orozko' no es origi­ nario del lugar -d e hecho no existe dicho apellido en Euskal Herria pero sí, bien docu­ mentado, fuera de ella- sino que se corres­ ponde al nombre de algún linaje asentado en el bonito valle y que transcendió al valle.

No son extraños este tipo de topónimos.

Además, tanto sus razones como fuentes documentales son de peso y parecen, por tanto, plausibles.

Alguno podría aducir que existe el topó­ nimo Orozketa con lo que quedaría probado el origen eusquérico. Sin embargo, la termi­ nación -e ta parece también habitual en unión a nombres personales o gentilicios; Marieta (< M a rio / a), Sansoeta (< Sancho), Mikoleta (< Mikel), Kiputzeta, monte sobre Okondo (de kiputz, ‘guipuzcoano’), Nafarreta, Nafarrete y probablemente Navarrete y similares.

URDUNA Recientemente una desafortu­ nada iniciativa ha sacado a la palestra el tema de sobre cómo había de denominarse el munici­ pio, vía referéndum, algo que ya parecía zanjado desde unos años atrás: ‘Urduña’ como forma eusquérica y 'Orduña' como roman­ ce. Es decir, un reflejo de lo que ha sido la realidad histórico-lingüística de, al menos, los últimos siglos.

En efecto, y aunque sorpren­ dentemente éste sea un dato desconocido para la mayoría de los orduñeses, 'Urduña' se ha utilizado y aún se utiliza por los vascohablantes más próximos (Orozko, Zeberio...). Por el contrario, el romance se ha sen/ido tanto de las formas 'Urduña' como ‘Orduña', incli­ nándose la balanza a favor de la última a medida que nos acercamos en el tiempo a nuestros días.

Desgraciadamente, y sin saber a qué absurdas razones responde, la forma genuína 'Urduña' parece sufrir un cierto rechazo, incluso en los ambientes supuestamente vascófilos del lugar. Quizá a ello hayan colaborado la mayoría de lingüistas que se han ocupado del tema y que han pretendido ver una especie de lapsus o error ortográfico a la hora de referirse a la presencia del término 'Urduña' en la documentación histórica. Sin embargo, pocas veces encontraremos en nues­ tros archivos tantas pruebas que nos certifiquen que no se trata de un error sino de la constatación de una evidencia.

Nada menos que la friolera de veintisiete veces aparece 'Ur­ duña' -fre n te a ninguna 'Orduña'- en las Bienandan­ zas y Fortunas (s. XV): '...las villas e castillos de Urduña...' '...Urduña e Valmaseda...' '...e las aldeas de valle de Urduña...' '...de Losa e Ayala e M ena e Valmaseda e Urduña e Sova e Ruesga...' '...e a Sancho Díaz, que pob lo en Urduña, e otros fijos e fijas...' '...que caso e p o b lo en Urduña...' o '...en la villa de Urduña ay dos linajes desde tiem po inm em o­ ria l aca...' entre otras.

Antes lo había hecho en el 866, en su pri­ mera constatación documental {'Alaba namque Bizcaia, Aiaone, e t Urdunia a suis incolis re p e riu n tu r semper esse posesae') o en 1075 (...Et in valle de Urdunia in totas totas villas suos manzanares...) aunque, también convie­ ne citar que Orduña se documenta desde 932: 'O rdunia omnes villas. M ena cum suis villis ad suas alfoces pertinentibus' Vistas así las cosas, resulta difícil defender que la forma 'Urduña' sea un error ortográfi­ co o una variante de menor importancia.

Nada más lejos de la realidad.

Y si en el campo documental constatamos un to tu m revolutum aún sin aclarar, podemos suponer que los juicios emitidos desde anti­ guo por los etimologistas tampoco se enca­

minaron con demasiado acier­ to. Así se han dado interpretaciones como 'sobre el agua', 'cima de mucha hojarasca', la similar 'cima de multitud de hojas de árboles', 'campo de avenas', 'pie de la peña' u otras extravagancias. También hay quien ha apun­ tado hacia el nombre de persona O rdoño o a urde 'cerdo, jabalí' como apodo de origen vas­ co.

Personalmente he defendido ya en más de una ocasión la hipótesis de que la raíz origi­ naria hemos de buscarla en la tan documen­ tada 'Urduña', de donde surgiría 'Orduña' y no al revés. Pero no por ningún apasiona­ miento, sino observando la lógica de las dos lenguas en liza. Como ya se sabe, el euskara tiende a transmitir los elementos de forma fosilizada, más genuinamente, por resultarle un elemento extraño y por no haber sufrido

tantas evoluciones fonéticas como el castella­ no. Un buen ejemplo es el nombre de 'Laudio' comentado anteriormente. Un punto, pues, a tener en cuenta.

Por otra parte hemos constatado ya que el castellano también se vale en épocas antiguas de 'Urduña', alternándolo con 'Orduña' a medida que avanza el tiempo. Y las leyes fonéticas históricas del romance nos dicen que la evolución u- > o- es absolutamente habitual pero inexistente en sentido contra­ rio. Los ejemplos son ilimitados: 'olmo’ (< ulmus), 'orina' (< urina), 'oso' (< ursus), 'orti­ ga' (< urtica)... por lo que queda poco margen de maniobra a la duda. Lo que sin duda nece­ sitaría de auténticos números de acrobacia sería la defensa de que el nombre ‘Orduña’ generase 'Urduña'. Pero, aún siendo en su origen Urduña ¿de dónde surge dicha deno­ minación?

La comparación con otros topónimos como Urtain, Urdiain, Urdaniz, Urdanoz, Urdanta, Urdíales, Urturi o Urduliz nos sugie­ ren la presencia de un nombre de persona o similar. Bien pudiera ser *Urtiu5 o *Furtius, si bien no se puede impedir el acceso a otras posibilidades: urt- (base de 'ortiga')...

Una vez más, a la matriz del topónimo se le une otra partícula adjetivadora, -uña < *oña, y que casi necesariamente nos retrotrae a -unia ya que el sonido <ñ> es desconocido hasta la Edad Media. La citada partícula no parece sino la misma que encontramos en Cataluña (pro­ bablemente de 'càtaro'), evolución de -on(i)a.

Compárese además con Tarragona (de 'Tarraco'), Plamplona (de 'Pompeio'), Badalona además de todos los franceses como Narbonne, Carcasonne.... Es decir, debemos presuponer una primitiva forma *UrdonÍa como origen del topónimo pero que, por no constatarla documentalmente, hemos de remitirla al terreno de las conjeturas.

Similar terminación pero en masculino aparece perfectamente identificable en Lendoño, probablemente del nombre de perso­ na Lentius al que se le añadió la partícula -onius para darle otros valores al término. De igual origen, pero con pérdida de la vocal final aunque documentada históricamente son Pipaon o la ayalesa Salmanton, probable­ mente éste relacionado con otros topónimos próximos como Salbio y Salbada -documen­ tado Salbata (1095) - y también con otra par­ tícula final adjetivante -a fa como queda patente en Kobata y probablemente en Ponata.

No vemos por tanto ninguna dificultad para explicar de esta manera el origen del nombre de la única ciudad de Bizkaia, dando así una respuesta plenamente satisfactoria para todas las variantes y formas documenta­ das. Ahora bien, probablemente no sirva de mucho para aquellos que reniegan de su patrimonio por el simple hecho de que no les gusta cómo suena.

PARTÍCULAS AÑADIDAS A NOMBRES Resulta extraño observar cómo han llega­ do a darse las más laberínticas explicaciones para algunos nombres sin percatarse de algo que parece evidente: que se trataba de un nombre de persona.

No tiene sentido escudriñar en otros cami­ nos ante nombres como Bitorika (Laudio), de un patente Victorius y con terminación -ika.

Luego sólo queda aplicar el mismo esquema para solucionar nombres como Deiika {Delius), Mendeika (quizá Vendiricus) Sondika iSontius), Barrika (Barrius). Gatika (Catius) o el mismo Gernika {Cernius) entre muchos simila­ res. Es lo mismo que tenemos presente en 'lógica' (< logos), 'crónica' (< cronos) o 'hispá­ nica', 'cantábrica'... Parecido sucede cuando la misma terminación o similar ha sufrido las evoluciones del romance para pasar a conver­ tirse en -(i)ega. Por ello, no puede ser de reci­ bo pensar que el nombre Artziniega (Arceniega) venga del euskara h a rtz 'oso' o arte 'encina'. Las dudas se disipan al comprobar que existen otras localidades llamadas Bustariega, Centiniega, Enverniega, Fabariega, Linariegas, Marciegas, Matalbaniega, Navaliega, Ortiega, o Griego (quizá de Cirius < kyrie, como Ciriaco), Berberiego, Samaniego (comparar con Sámano) etc. etc. Deben pro­ ceder de fórmulas anteriores tipo -eka nom­

bres como Babieca, el caballo del Cid llamado así por proceder de la comarca de Babia, curiosamente femenino de Babius, origen del nombre del monte Babio.

Viéndolo así, parece indiscutible el hecho de que el componente final sea una partícula que hace referencia a las cualidades de la par­ te central de los nombres. Es ahí donde debe­ mos esforzarnos en buscar una lógica a la eti­ mología, bien a través de nombres comunes o de persona.

Algo similar nos sucede con los finales en -a k a / -ako, muy presentes desde el griego (cardio > cardiaco) hasta épocas más moder­ nas ('polaco', 'eslovaca', ‘cosaca’...) y con re­ flejo de nombres personales en nuestra topo­ nimia: Mariaka (de Mario), Mentxaka (de Mencia), Andraka, Meaka (compárese con Mena, Menerdiga...), Meñaka, Mundaka...

Con la evolución de estas terminaciones al romance surgen -a g o l- a g a y que no ofrecen ninguna duda ante su función de adjetivar; Buitrago, Cornago... Es muy probable, ade­ más, que nos encontremos ante el mismo ele­ mento cuando nos enfrentamos a los topóni­ mos franceses en -ac; Cognac, Carnac, Ber­ gerac...

Pero existen muchas otras terminaciones, como -a r tu (Marcus > Markuartu; Gallus > Gallartu; M a rti{n ) > Martiartu; Gazfe > Gaztiartu) que parecen ser las mismas que ro­ manzadas dan -a rd o (Oiardo, Mardones, Ricardo...) o -a ld o (Arakaldo, desde Ar(i)us + aka + aldo, Barakaldo desde Barius con idén­ tico esquema, Grimaldo, Arrabaldo...). Similar sucede con -a m a que parece ser una variante o partícula similar a la archiconocida -ana: Lezama (compárese con Lezana o el masculi­ no Lezo o femenino Leza del antropònimo -probablemente Laetius- originario, y quizá con Lesaka, Lezika), Aramaiona, Arakama,

Lekamaña (el mismo origen que Lekanda pe­ ro con un final en -am a + an(i)a), Zegama, Ezama (comparar con Urbina de Eza en Kuar­ tango), UItzama, Gamarra, Zaramaga (com­ párese con el apellido Saramago) etc. o su masculino presente en Zaratamo (probable­ mente de Sar/us + ata + am o y evidente en su origen de nombre personal ai compararlo con el apellido Zaratain). No sería extraño relacionarlo con nombres como Espinama u Osma (< Uxama).

Pero existen otros añadidos que han sido utilizados para crear un nombre a partir de otro. Uno de ellos es el conocido -ano. Se encuentra presente en nombres como Abornikano, Amillano (< Aem ilius), Aprikano, Arbigano, Areilano, Arriano. Normalmente se ha atribuido a estos nombres un indudable origen latino pero también existen evidencias suficientes como para proponer su uso, al menos, en la Edad IVIedia: Otxandiano (< Otxanda), Abadiano (< abate). Otro será el femenino -a n a presente en Añana, Antoñana, Audikana, Durana, Berbinzana, Urtupiana Fustiñana, Kexaa (< Quejana)... Ade­ más disponemos de -in a , détectable en Paternina, Okina, Urbina, l^^arkina...

Curioso es cuando, como ya se habrá podido apreciar en más de un ejemplo, se combinan varias partículas adjetivantes para producir, una vez concatenadas entre sí, infi___ nidad de resulta­

dos. Los resultados son casi infinitos. Pero pongamos como muestra algunos de los sur­ gidos de raíces comunes. De ar(i)us: Araka, Arama, Araia, Arakama, Aramaiona, Araika, Arakaldo, Arakistain, Arakio, Aragón, Arakil, Arano, Arana...), de *Gald-: Galdós, Galdames, Galdakano, Galdona... o de *art-: Artanda, Artxanda, Artiga, Artika, Artariain, Artaiz, Artomaña... Quizá el origen de estos últimos esté en la voz prerromana a rth 'oso' -d e ahí con muchas probabilidades surge el eusquérico a rtz a - de donde también deriva el nombre Ártico -y en su contraposición ’antiártico'. Antàrtico- en referencia a la Osa IVlayor, nuestro Norte visual.

Así hasta donde se desee. Como vemos, no estamos sino ante la punta del iceberg; bajo la fría masa de agua, infinidad de nuevas terminaciones, de nombres desconocidos has­ ta ahora y que nos llevarán a conocer lo más íntimo, lo más entrañable de nuestros nom­ bres.

NOMBRES PERSONALES EN NUESTRA TOPONIMIA Tras leer este artículo, quizá a más de uno le resulte al menos sorprendente, el hecho de recurrir, casi de manera obsesiva, a los nom­ bres de persona para desentrañar muchos de nuestros topónimos. En efecto, el simple co­ mentario de que tal o cual denominación pudiera proceder de un nombre documenta­ do en la romaniza-

ción o similar suele generar bastante descon­ cierto, no por la negativa a aceptar nuevas vías sino por la falta de información que al respecto hemos tenido. Por ello, no está de sobra hacer una serie de puntualizaciones.

Los primeros sistemas organizativos que conocemos documentalmente, los que admi­ nistraban ordenadamente su población, fue­ ron los correspondientes a la romanización -aunque también pudiera haberlos anterior­ m ente- y sus estructuras heredadas en la Edad Media. En ellos, en todos sus ámbitos geográficos, era muy habitual realizar una especie de catastros, de organización del te­ rritorio, para poder facilitar el cobro de im­ puestos, control, etc. Para ello, lo normal era valerse del nombre del propietario, una refe­ rencia infinitamente más estable y cómoda en una tierra extraña que la toponimia indí­ gena.

También los vascos se han servido del sis­ tema de crear topónimos a partir de nombres personales en ciertos momentos, no sólo mayoritariamente a través de la lengua de administración, sino también a través del eus­ kara: Enekuri (< Eneko), Otxanduri {< Otxanda), Ellakuri (< Ellaka, nombre común en el medievo y surgido de Elia + aka), Aberasturi (< aberats 'rico'), Alonsotegi (< Alonso), Zeanuri (< de A zenari o de Ceán, según autores, como en Villacián). Incluso en las épocas más modernas se ha recurrido a dicha fórmula para nuevas creaciones. El mejor ejemplo qui­ zá sea el de Neguri, topónimo inventado por la oligarquía vasca para designar una nueva zona residencial próxima al mar y que signifi­ caba 'villa de invierno'.

En cierto modo, era tan patente la pre­ sencia de toponimia de génesis no eusquéri­ ca que algo extraño era detectado y, ante la menor duda, los lingüistas predecesores se curaban en salud apuntando hacia rasgos de lenguas celtas o prerromanas, sin más concre­ ciones.

Por nuestra parte creemos que, por el contrario, pocos topónimos habremos de épocas tan antiguas. La mayoría parecen ges­ tados en la romanización y, en mayor medida aún a la vista de algunos ejemplos, en ese oscuro período medieval comprendido entre la caída del Imperio Romano y comienzo de aparición de nuestras poblaciones en la docu­ mentación escrita (s. IX-XI). Evidencias extraí­

das de excavaciones arqueológicas relativa­ mente recientes (A. Azkarate, I. García Ca­ mino...) nos obligan a realizar una relectura de dicho período. Evidentemente, las nove­ dades en nuestra historiografía habrán de verse reflejadas, de una manera u otra, en la toponimia. Bien pudiera ser la coincidencia con elementos comunes en culturas más sep­ tentrionales y más concretamente las de ámbito galo, pero en ambientaclón de tardoantigüedad o altomedieval, lejos de recursos casi mitológicos a corrientes migratorias pre­ históricas Así las cosas, parece obligada la realiza­ ción de un estudio de toponimia comparativa que abarque, al menos, el continente euro­ peo. Mientras tanto, andaremos recogiendo ocasionales frutos pero sin llegar a ver el árbol que los produce. Es decir, tendremos una visión especialmente limitada ante una realidad mucho más amplia y compleja.

En cualquier caso, y retomando de nuevo el hilo conductor, la presencia de este tipo de toponimia -la que se genera de facto a través de una lengua que no es la habitual en el lugar donde se d a - no quiere decir que no existiese otra, propiamente dicha, indígena.

Simplemente no se valdrían de ella por como­ didad. Un caso similar es el que, salvando las distancias, los occidentales hicimos al denomi­ nar 'Everest' y 'K2' a las montañas más altas de la Tierra: el C hom olungm a y el Chogori.

No hay más que mirar un mapa de cualquier país de Suramérica y fácilmente comprobare­ mos que en cierto momento de su historia una cultura dominante genera un sistema toponímico nuevo. Por supuesto que existía un sustrato indígena anterior pero, simple­ mente, no se hizo uso de él.

Volviendo al origen de nuestros ejemplos, tampoco en el caso de que un nombre se documente en la romanización significa que corresponda a un ciudadano de Roma. La mayoría parecen ser, independientemente de su origen, usados en la época medieval.

También muchos de los que actualmente dis­ ponemos nosotros son de origen latino, grie­ go o hebreo y, sin embargo, no pertenecemos directamente a dichas culturas. Tampoco en el caso de tratarse de unos nombres de habitan­ tes contemporáneos al citado imperio, han de ser necesariamente romanos sino indígenas culturizados o colonizados, como se prefiera.

Serían ellos mismos o la administración del imperio quienes buscasen un nombre latino apropiado o adecuasen la denominación indí­ gena a las características lingüísticas del latín.

También parece notorio el hecho de que la presencia de topónimos surgidos desde nombres de persona se de más en lugares de cierta entidad y relacionados con núcleos de población -muchos han perdurado hasta

nuestros días- mientras que la toponimia indígena, mayoritariamente eusquérica, es casi exclusiva en lugares de otra categorización como fuentes, campos... Ello corrobora­ ría el uso administrativo dado a los mismos y que más arriba comentábamos.

ÚLTIMAS RECOMENDACIONES Siempre que los resultados no nos cie­ guen ante otras opiniones, es realmente recomendable y apasionante adentrarse en el mundo de las etimologías.

Ahora bien, cuando se trata de normalizar un nombre, cuando es necesario elaborar cier­ tos trabajos de señalización viaria, mapas, guías o de otra índole, es absolutamente reco­ mendable recurrir a la Academia de la Lengua Vasca - Euskaitzaindia, por otra parte, la única entidad con reconocimiento legal para hacer­ lo y así contar con su asesoramiento y ayuda.

Es la manera más fácil de evitar posteriores problemas, algo que no interesa a nadie ■

Huta de la Seda, China, Tibet, Nepal, Takistàn, Ruta CararanaB, Asia centrai, Irán, India Norte, India Sur...

Sri Lanka, Birmania, Laos y C'amboya, Vietnam, Filipinas, Indonesia, uinea Papua, Yemen, Ruta Mercaderes, Jordania, Turquía, Egipto, Marruecos, Argelia, Libia, Niger, Senegal, Mali y Burlóna Faso, Togo, Ghana y Benin, Camen^n, Etiopia, Ruta Nilo, Sudán, Tanzania y Mozambique, Namibia y Botswana, * Madagascar, Alaska, Cajiadá, r.N. EEUU, Ruta Maya, Guatemala, Costa Rica, Venezuela, BolÍTÍa, Eciuuior, Peni, Brasil, Chile y Argentina, Patagonia, i Nuera Zelanda...

• 1«

Elaborados artesanalmente, en gnipos redu­ cidos y siempre con giiías de la casa. Realizados para acercamos a culturas y modos de entender la vida que, afortunadamente,- . no siempre coinciden con los nuestros.

Muchos destinos, un amplio programa de trekking y la posibilidad de hacer tus viajes a medida.

ride nuestro

catálogo, estam o s en: Ronda de Sant Pere, 11 - átic 3’ - 08010 BARCELONA Tel: 93 3181>600 - Fax: 93 318 0037 - c-mail: bcn@banoa.com Ledesma, 10 - bis, 2 48001 BILBAO Tel: 94 424 0011 - Fax: 94 423 2039 - e-mail: bio@banoa.com °

w w w .banoa.ccM n

-

T

m

m

^

m

:.^ t' V -^ /^ ’ .

■'■*. '.fcV

i ^

■

■"

-

.

ili?

■ B is r

r f -s ,-; • • •..

V *. •.

..>-■ ; , : * # « >

,

-.^ i» P i!fe •-•

^ .,

■‘'\M iÆ

Ez da oraindik ongi ezagutzen Galindez espia amurriarrak izandako garrantzia. Gerra hotzeko garaiak ziren eta Hego Amerika irakiten zegoen kontinentea zen. Esan daiteke geoestrategiek eta, bâtez ere, beldurrek erakarri zutela gure pertsonaia bitxi honen erailketa.

Wù.

,

..- v^

-• -rutilo •-

■ ■i , ;

•./..•B.',-./

'.V

^

FOTO: Juanio Hidalgo

I

I «

nS

I '

I

\r

«

I

AMURRIANO DE ADOPCIÓN Y SENTI­ MIENTO, JESÚS g a líndez , n a c id o en MADRID en 1915, VIVIÓ 41 AÑOS INTEN­ SOS HASTA SU DESAPARICIÓN EN NUEVA YORK Y POSTERIOR ASESINATO EN 1956.

UNA VIDA AZAROSA, REPLETA DE INTRI­ GAS POLÍTICAS Y JUEGOS DE PODER. DIGNA DEL MEJOR DE LOS ARGUMEN­ TOS DE UNA NOVELA NEGRA. A ESTA VIDA DE PELÍCULA NOS ACER­ CA EL INVESTIGADOR IÑAKI BERNARDO CON LA INTENCIÓN DE ARROJAR LUZ SOBRE UNOS HECHOS NUNCA SUFICIEN­ TEMENTE BIEN ACLARADOS Y QUE, EN EL PRÓXIMO 2006, CUMPURÁN 50 AÑOS. FOTO: Archivo Peru Ajuria

Algunos se extrañan que pueda compartir los problemas del puertorri­ queño en Nueva York; que ataque dic­ taduras hispanoamericanas, que com­ parta la dirección de la Liga internacio­ nal de los derechos humanos, que me emocione al oír el canto patriótico de un charro mexicano o un tambor del caribe... Y lo siento porque soy vasco.

Porque en la bandera de Puerto Rico veo la Ikurriña de Euzkadi, que un día ondeará como hoy ondea ya la suya.

Porque m i Pueblo está también opri­ mido por una dictadura, y al denunciar a un dictador estoy manteniendo la dignidad de nuestros principios.

Porque el patriotismo no es privilegio de nadie, sino deber de todos. Porque la humanidad esta compuesta de mu­ chos pueblos como el nuestro, y en la libertad de todos ellos se asegura la libertad del nuestro."

(Jesús Galíndez. Octubre de 1955) En la noche del 12 de marzo de 1956. En la Quinta Avenida, en el corazón de Nueva York, unos policías uniformados sacaron de su apartam ento a un exiliado vasco, Jesús Galíndez. Galíndez, fue traslado drogado en ambulancia hasta un avión situado en un aeropuerto privado y desde allí en un bimotor a la República Dominicana. Ni un solo testigo sobrevivió para contar que es lo que a partir de ese momento ocurrió. Su muerte es un enigma aun hoy. Su tum ba permanece abierta en Amurrio, el pueblo del que siempre se consideró hijo y deudor.

Así como tam bién permanecen abiertas muchas de las implicaciones y ramificacio­ nes políticas que acabaron en el complot que ocasionó su muerte.

Decenas de miles de documentos secre­ tos, cientos de paginas de periódicos, pro­ gramas de radio y televisión; libros, docu­ mentales, películas... son los posos de una historia apasionante y para mucha gente, esclarecedora de una época de la que hoy somos herederos. Es la historia de un tiem ­

José Antonio Agirre, acompañado de Antón Irala, delegado del Gobierno Vasco en New York y de Jesús de Galíndez, miembro: de dicha delegación, presenta al Sr. Trygve Lie, Secretarlo General de las Naciones Unidas, un inforpie sobre la represión del Gobierno de Franco en Euskadi. (Mayo. 1946)

ir t

po pasado, de aquel muro tan im penetra­ ble que Churchill llamó telón de acero; de la relación entre los servicios secretos ame­ ricanos y el que se denom inó Basque Service Intelligence, el "Servicio Vasco de Información". Y es tam bién, y sobre todo, la historia de un alavés rebelde. Jesús Galíndez. Político, abogado, soldado, pro­ fesor, propagandista, escritor, poeta ator­ mentado, historiador, espía, em bajador y sobre to d o vasco, nacionalista vasco.

Adentrarse en la historia de Galíndez, es hacerlo en una maraña de miles de documentos desclasificados -n o todos- hoy por las distintas agencias de seguridad americanas. Documentos tan mutilados que muchas veces es muy difícil seguir la pista de quién, porqué y cómo. Es fácil, muy fácil deducir lo que los vacos hacían y aportaban, pero imposible discernir que es lo que la CIA, el FBI, el D epartam ento de Estado Norteamericano o la policía de Nueva York sabían, pensaban, querían y, sobre todo, qué es lo que hicieron y lo que no quisieron hacer para esclarecer y perse­ guir a los culpables del secuestro del que fu era D elegado Vasco en los Estados Unidos. Porque la historia de Galíndez es, tam bién, la historia de intereses enfrenta­ dos entre la CIA y el FBI.

Es una historia de poder e influencias, donde quedan al descubierto la im portan­ cia y el poder de los lobbys americanos. De un mundo de intrigas, dinero, intereses y corrupción. Y de un tip o de política en donde los mejores aliados de un país como Estados Unidos eran los regímenes dictato­ riales, personalistas y, en la inmensa mayo­ ría de las ocasiones, crueles. Regímenes sin ideología o, m ejor dicho, regímenes en donde la única ideología perm itida era la de la adulación al dictador. Hoy, en la pági­ na w eb del FBI no queda ni una sola refe­ rencia a Galíndez, y sólo algunas referen­ cias bibliográficas en los archivos de la Universidad de Columbia, en donde era profesor cuando fu e asesinado.

NI BLANCO NI NEGRO, SINO TODO LO CONTRARIO Como en casi todas las narraciones apasionantes de espías y guerras, de exilio y sufrimiento; como la inmensa mayoría de los sucesos q ue van dando fo rm a a la hum anidad, lo blanco y lo negro, las luces y las sombras se entrem ezclan para fo r­ m ar los hechos. En esta ocasión no podía ser menos cuando se habla de Jesús Galíndez.

Su desaparición en 1956 superó con cre­ ces a la mejor de las ficciones cinematográ­ ficas. Lo único que verdaderamente se sabe es que fu e secuestrado por agentes de policía norteamericana en su aparta­ m ento de Nueva York de ta Quinta Ave­ nida y que ya nunca más regresó. Las pistas y las investigaciones del FBI le sitúan en un aeropuerto de Nueva York. Allí ilega un supuesto paciente de cáncer, drogado, que tiene que ser trasladado urgentem ente en un avión pilotado por Gerad Murphy. Con Murphy sube al bim otor un médico. De Nueva York, vía Florida, el grupo aterriza horas después en la República Dominicana.

Y después el silencio más absoluto.

No hay ninguna razón objetiva para no creer que los más de 30.000 folios, redacta­ dos por decenas de policías dedicados fu ll tim e a esta labor, no sean verdad. Muchos de ellos dirigidos directamente al todopo­ deroso Edgar Hoover, por entonces direc­ to r del FBI y del que se dice que tenía infor­ mes secretos y comprometedores hasta del propio Presidente de los Estados Unidos.

Lo que si es una realidad es que Jesús Galíndez trabajó para el FBI y al mismo tiem po era Delegado del Gobierno Vasco en los Estados Unidos. Que la CIA le seguía los pasos muy de cerca. Y que la CIA, antes de que pudiera entrar la Política de Nueva York, lim p ió el apartam ento del refugiado vasco. Q ue Galíndez era antifranquista y antitrujillista dos de los aliados exteriores de los Estados Unidos, ám bito de actuación de la CIA. Y era además antitrujillista y sobre to d o antifranquista militante, de vocación y convicción. Allí en donde se dis­ cutía sobre Franco y sobre su régimen, allí estaba Galíndez para recordar, a quienes le estaban abriendo las puertas del reconoci­ m iento internacional, que Franco era un dictador y que fu e aliado de H itler Y que tenía las manos manchadas con más de un millón de muertos. Algo que nadie quería oír. A partir de aquí que cada uno saque sus propias conclusiones de quién o quie­ nes y por qué estaban Interesados en que desapareciera Galíndez.

Y como tampoco es ningún secreto des­ cubrir que la crueldad, despotismo y arbitra­

riedad de Rafael Leónidas Trujiilo, dictador de la Republicana Dominicana, llegó a sobre­ pasar la demostrada capacidad de Estados Unidos para saber mirar hacia otro lado cuando se trata de velar por "sus intereses".

El final de esta historia es conocido: Galíndez desapareció, Trujiilo fue asesinado y Franco logró el reconocimiento internacional.

1936: EL INICIO DE LA HISTORIA Pero esta historia había em p ezad o muchos años antes. En 1936 con una Guerra Civil en la que los vascos fueron los primeros en posicionarse en favor de la República y en defensa de la democracia, a pesar de que ésta no había tenido en cuen­ ta las reivindicaciones de autogobierno que una mayoría de la sociedad vasca pedía.

Este posicionamiento trajo consigo una cruenta campaña y posterior represión del Gobierno Vasco y del nacionalismo vasco en particular. El Gobierno Vasco no pudo resis­ tir mucho tiem p o el empuje de las tropas franquistas, italianas y de la aviación fascis­ ta de Hitler, por lo que term inó por exiliar­ se en Francia, donde puso en marcha los denominados servicios de información vas­ cos de la mano de José Antonio Agirre.

Sus primeros contactos los desarrolla con la chancillería francesa. Una relación fructífera para las dos partes. No duro mucho. Estalló la segunda Guerra Mundial y Hitler ocupó Francia. Y allí se produjo el segundo sí del Gobierno y del nacionalismo vasco en el exilio. El sí a la democracia y el no al totalitarismo, y eso a pesar de las pro­ mesas nazis de ayudar en un fu tu ro a las reivindicaciones vascas. Los vascos serían el único nacionalismo europeo que no sucum­ bió a la tentación del totalitarism o alemán, y rehusó colaborar con H itler Los 12 miembros que form aban la cúpu­ la de los Servicios de Información no tienen más rem edio que abandonar Francia y mar­ char a Inglaterra. En Londres se encontraba M anuel de Irujo al frente de la Delegación del Gobierno Vasco en el exilio, mientras José A ntonio Agirre, el presidente dem o­ cráticam ente elegido de ios vascos, se escondía por to d a Europa de los nazis.

Manuel Vázquez Montalban Irujo, ante el vacío de poder optó por asumir las riendas del exilio vasco. Y tam ­ bién el control de los Servicios de Información. M antuvo un intenso tira y afloja con el Foreign Office británico para sentar las bases de la colaboración entre los vascos y el ejercito inglés. Una historia y una relación apasionante que, sin duda, merecería una reflexión mas profunda.

C A TTN D F y,

Por aquel entonces, un joven Jesús de Galíndez, con apenas 28 años de edad, se embarca como exiliado a la República Dominicana. La Guerra Civil le había sor­ prendido en Madrid, donde se puso al ser­ vicio del Gobierno Vasco. Tras desempeñar puestos en el ministerio de justicia republi­ cano, como ayudante del ministro vasco Manuel de Irujo, seria destinado al frente, a la 142 brigada pirenaica. Con los restos de este cuerpo militar cruzaría la frontera con Francia. Y como suele pasar con los refugiados de una guerra, fu e recibido casi como un criminal y encerrado en un campo de concentración con otros miles de exilia­ dos. El caos provocado por la invasión ale­ mana le perm itió huir y escapar en un barco desde Burdeos hasta la República Dominicana.

Allí llegaba a un país desconocido bajo el yugo de un dictador caprichoso y ególa­ tra: Trujillo. Y allí opta por pasar desaperci­ bido y trabajar en lo que puede, vendien­ do apuntes en la universidad, repartiendo árboles de navidad, dando clases o como técnico del Ministerio de Trabajo. Y siem­ pre al servicio del Gobierno Vasco en el exi­ lio, esperando órdenes e instrucciones del Lehendakari Agirre y su equipo.

Agirre consigue huir de Europa gracias a la ayuda prestada, entre otros, por los Estados Unidos. Todo se pre p a ra, -escribía un Agirre eufórico de form a enigmática en 1942- y com prenderás q u e m is palabras tie ­ n e n más alcance d e l que se d e riva n de estas líneas escritas. El pacto, el supuesto pacto con los Estados Unidos se había sella­ do. No había nada escrito, pero si la con­ vicción de José A ntonio Agirre de partici­ par en la guerra del único lado posible; el de los aliados. Una Guerra contra Hitler, contra Mussolini, contra Hiro Hito y tam -

C ÍR C U L O D E L E C T O R E S

bién contra Franco, o eso pensaban los vas­ cos. Y sobre to d o José A ntonio Agirre. La victoria de los aliados tenía que term inar tam bién con el derrocamiento de Franco.

Algún día sabremos muchas más cosas de esta historia, cuando se consiga acceder a los archivos, hoy todavía secretos, que la CIA y el FBI guardan sobre José Antonio Agirre y que, según alegan, afectan a la seguridad de los Estados Unidos.

Desde 1942 Aguirre pone los servicios de información vascos a las órdenes de la maquinaria m ilitar de los Estados Unidos.

En 1944 el Servicio Vasco de Información operaba, además de en los estados español y francés, en México, República Dom i­ nicana, Cuba, Panamá, Venezuela, Colom­ bia, Perú, Chile, A rgentina y Uruguay. A un­ que, según reconocen los propios nortea­ mericanos, será en Venezuela donde mejo­ res servicios prestarán los vascos a los alia-

i< GAÍm^Ux M ir c li 12

í--ü > í'* ,í^

'A/ii FOTO: Archivo Peru Ajuria

dos. Decenas de ciudadanos vascos, coordi­ nados por el delegado vasco en cada país, se pondrán al servicio de los aliados.

JESÚS GALÍNDEZ: DELEGADO EN LA REPUBLICA DOMINICANA Y en la República Dominicana el dele­ gado del Gobierno Vasco y al mismo tiem ­ po responsable de los servicios de informa­ ción será, cómo no, Jesús Galíndez. Nuestro representante -indicaban los vascos a los norteamericanos- es un joven activo con acceso e influencia en los círculos guberna­ mentales y sociales del país. No tiene muchos colaboradores pero tiene algunos que le podrían ayudar a llevar a cabo cual­ quier misión que se le pudiera encargar, teniendo en cuenta las condiciones de la isla. Galíndez apenas tenía colaboración porque en la isla había una exigua colonia vasca antes de la guerra, y tam bién fueron muy pocos los refugiados que se establecie­ ron tras el golpe de estado franquista.

Pero, como siempre, su trabajo fue ímpro­ bo. Primero para la inteligencia militar y después para el FBI. Jesús de Galíndez sumi­ nistraba información sobre el régimen de

Trujillo. sobre posibles espías del EJE o sobre bases de aprovisionamiento. Pero, también, y como reconoce el propio FBI, en contra de las convicciones de Galíndez, sobre las acti­ vidades comunistas en el país e incluso sobre el exilio republicano.

En 1946 abandona la República Do­ minicana y se traslada a Nueva York, asu­ miendo en 1949 las labores de Delegado Vasco en los Estados Unidos en sustitución de A ntón Irala. Allí continuaría colaboran­ do con los servicios de inteligencia nortea­ mericanos, sobre todo con el FBI, a quien suministraba información sobre las activi­ dades de la minoría latina, muy a su pesar, como se reconoce en los informes secretos del FBI, pero cumpliendo las ordenes y el trabajo que los dirigentes del exilio le enco­ mendaron.

Allí fue traductor, profesor de la Columbia University, Delegado del Gobierno Vasco en las Naciones Unidas, articulista y propagandista infatigable, además de uno de los responsables del entram ado financie­ ro que sostuvo al Gobierno Vasco durante todos aquellos años de exilio. Los vascos hacían llegar dinero a su destinatario en el interior del estado español desde cualquier

y ese riesgo no estaba dispuesto a correrlo Estados Unidos. Norteamérica quería una España integrada en la llamada Europa Occidental, a ser posible democrática, pero, en prim er lugar, no veía el modo inm ediato de hacer esa sustitución por vías pacíficas y, en segundo tugar, no estaba dispuesto a volver a poner en el poder al legítim o here­ dero de la soberanía popular: el Gobierno de la República, (de claras connotaciones pro comunistas). No constituyen un bloque unido (los distintos partidos republicanos) y no están dispuestos (los Estados Unidos) a restablecer un gobierno inestable en la retaguardia de Europa.

parte del mundo. Por la labor percibían -sobre todo- la diferencia en el cambio de las divisas.

Galíndez llego a Nueva York llamado por José A ntonio Agirre para participar en las discusiones que sobre el régimen de Franco se iban a desarrollar en las recién creadas Naciones Unidas. El Lehendakari José A ntonio Agirre, Antón Irala -e l enton­ ces delegado en los Estados U nidos-y Jesús de Galíndez tom aron parte activa en las discusiones y resoluciones que sobre Franco adoptó en 1946 y en 1947 la ONU. En 1946 la ONU condenó el Régimen de Franco, pero en 1947 los Estados Unidos no estaban dispuestos nuevam ente a que ocu­ rriera lo mismo. Su postura fu e clara y meridiana, y así se refleja en los informes que la Delegación Vasca en la ONU redac­ taba. Los americanos aseguran que con­ sentir-se afirm a en uno de estos informesen cualquier mínima sanción contra el régi­ men de Franco podría abrir las puertas para condenas mayores contra el Dictador,

El asunto en las Naciones Unidas queda­ ba zanjado. Aún así, Jesús Galíndez, hasta su desaparición, siguió siendo el delegado oficioso del Gobierno Vasco en el exilio en las Naciones Unidas. Su actividad diplom áti­ ca y propagandística en contra de Franco fu e inmensa en los Estados Unidos y en América Latina. Para contrarrestarlo, Fran­ co envió al continente americano a dos vas­ cos políticamente afines a su causa. El pri-

What Are The New York City Police and The FBI Doing About Victims in The U. S. Of Dictator Trujillo? iii— q

m m M OAUXsts. cii—>n D*iT«nUr rr*-

teJfffVTMt M

i l i o 10 B t N C O ft M I. A p fU U . t m . A T n J D t o ( M M U . V t i t U P m M * m a M r w . w m M M V f • N «w T o r h gnmé I t r r bvl «m M H « s t r a é lM t rM i

tttU DmIat*.

A W D B I6 X I O V I H A . U 9 r4 tr9 4 ky T n J O t o Id N t v Y « r l( M S. I M I . •• Im v a « t t o « ! t* r «n D M

pbMImUm#r hk utt-trmjllto

t«M »r M tta r « ( u JB M I t , 1*M, a f u r

it tt t w w ir i «• T r » . « l M » n r i i M Marak Ik tM M r r* B T ra JO It’l

AND TH A T ISN’T ALL On October 2,1687, tb« TruJlUo d ic u to n h ip m auacred 18.000 H aitiani on Um Dominican bordar. T h t aam t y t t i B«r. Cbarlaa Rarroond B arata, U. B. U lailonar)' ln Santo Domingo, waa iho t and b « a t« n ^ daatb. In 1060. TruJlUo'i Eunman Iddnapjwd and Mitad Mauricio B iea. ln C i|te. In 1966, Tru> jtOo’i mob auaaatnatad M anad da Jaa&i H araindax alao in Cuba. CoantloH othar political oppontnU of TrajUk) h ara ilm ^ y diaappaarad ln tha u n » m annar and a ra itili dU appaarins aa th« victln» o f U ardar Inc., Brool(> Irn 'i fam oai c rin a ijrndlcata. Altbough IVuJIllo'i dlctaton hlp navar racalvad tha publicity th a t otbar dictaton hip — F a id a t o r Communiât— did, It ta aquaily vidoDi, D O M n n C A N t -IN -t X IL I

U Q V C N ^ M K M M IU L C O M M IT T »

5 « « Y o rk O t j

R o o n M l , l U B M t IM h M r t K H t w Y o rk t , N . y .

Octavilla de la època buscando responsables.

It la thla aazn* TruJlUo —r if b tl; nam ad th« H raaa o( Iha C arib bu » who d arci to poaa u a Champion o f (racdom l L fln othar d ktatora. TmJlDo'i banda ara italnad w lth biood. H E baa purgad hla oppmwnta by tba thoulanda. Ha ha* «Ipad out »boia famUlea In n prlaala. T n jQ lo ’i prlaona ara fUIad w lth t)M t ^ u r a d vietim i of b it lin iita r m ia. Hla hancbm*n da not haaltata to m urdar o r kldnap hla vietim i aaaliint a iriu m In tb a U . 8., Cuba and u th tr- countrial.

Wa, (ha Tlrtlma in axlli, eaU aa aB fra« a m af Am arlca lo ald o ar casaat aa to f m a w ( v m I i t t t thla Moody dletator.

■TANtaHBmraLiCANa-Df.csiu H * w Y o rk C ttj

r A K T I D O S C T O L lIC IO IfA m iO D O M IN IC A M O

m wmì h m.

Un Toik », ». T.

AVNIA 33

LA TRAMA DE SU DESAPARICIÓN Su desaparición em pezó a fraguarse cuando Galíndez adopta la decisión de regu­ larizar su situación en la Universidad de Columbia y en los Estados Unidos. Impartía clases en este prestigioso centro educativo, pero su docencia tenía que ser camuflada mediante seminarios o como alumno ayu­ dante de los profesores titulares. Para evitar estas trabas era necesario que obtuviera el titulo de doctor por esta universidad, por lo que se decidió a escribir una tesis doctoral sobre la República Dominicana y Trujiilo: el país y el dictador que tan bien conocía. Una tesis que llegó rápidamente a los oídos de Trujiilo, y en la que se decía que el hijo del dic­ tador caribeño, Ramfis, no era hijo legítimo.

mero de ellos se acreditaba en 1947 como embajador en la Argentina de Perón, el gra­ nero que alimentaba a la España de pos­ guerra, José María de Areílza. El segundo llegaría en 1951, consiguiendo con ello la diplomacia franquista su éxito mas anhela­ do, el de nombrar un embajador en los Estados Unidos. La elección había recaído sobre el bilbaíno José Félix de Lequerica, quien presentaba sus credenciales de emba­ jador en Washington el 17 de enero de 1951. En su discurso inicial, bien estudiado, ofrecía un millón de hombres para luchar en Corea contra el comunismo.

Aquel mismo mes Jesús Galíndez envia­ ba una nota de protesta al Secretario de Estado, Dean Acheson, contra Lequerica. Le recordaba su pasado pronazi como embaja­ dor en París y su colaboración con la Gestapo en el arresto de muchos líderes democráticos republicanos, como el presi­ dente catalán Companys. Algunos días des­ pués en el Departamento de Estado, en la sección ibérica, le decía a W illiam Dunham, responsable del Departamento de Estado para asuntos europeos, que esperaba que la presencia de Lequerica como embajador en Washington no tuviera el mismo efecto que su presencia en París, donde a las pocas semanas de su llegada fueron confinados los principales dirigentes vascos.

La mezcla de personajes que participan en la historia de su desaparición es impre­ sionante. Gloria Viera, la am ante que sedu­ ce a Galíndez y obtiene la información necesaria. El espía apodado "El Cojo", que sigue sus pasos. El ex agente del FBI -y miembro o ex miembro de la CIA- Jhon Joseph Frank, encargado de organizar el secuestro, y cuyos informes falsos sentencia­ ron la suerte del delegado vasco. Informes inventados como el que señalaba que Jesús Galíndez Suárez, en com binación con Ornes, se encontraba preparando una inva­ sión contra Trujiilo. Las armas se hallaban escondidas en el sótano del restaurante 'La Barraca', en la esquina de la calle Cincuenta y uno y Avenida Octava. La invasión saldría de Mayagüez, Puerto Rico, con el apoyo del Gobernador Luis M uñoz M arín.

A rthur E. Schultehiss. ten ien te de la Policía de Nueva York y supuestamente redactor de la falsa orden de detención que fu e usada para secuestrar a Galíndez. El piloto norteamericano Gerald Murphy, que trasladó en avión a un Galíndez drogado desde Nueva York hasta la República Dominicana. Morrist Ernst, un prestigioso abogado que fu e el encargado de intentar ensuciar el nom bre y la reputación de Jesús Galíndez con un inform e que concluía que Galíndez habría huido con el dinero de la Delegación del Gobierno Vasco a algún país latinoamericano. En Estados Unidos solo

hubo un condenado, el ex agente del FBI y supuesto miem bro de la CIA Jhon Joseph Frank, al que se condenó a pagar una multa de 500 dólares en razón de ser un agente oficialm ente no registrado de la República Dominicana en Estados Unidos. Y es que todos los testigos que iban a decla­ rar con él murieron o se suicidaron. Todavía uno de los últimos implicados, el ex presi­ dente de la República Dominicana, Joaquín Balaguer, falleció hace tan solo unos años.

El secuestro de Galíndez ocasionó un reguero de muertes encadenadas entre tes­ tigos y colaboradores del régimen a quie­ nes Trujillo quiso quitar de en medio.

Colaboradores y testigos fueron muriendo o desapareciendo en cascada, y sólo el tesón del senador por Oregón, Charles Porter, que decidió volcarse en el esclareci­ miento del asesinato del piloto Gerard Murphy, consiguió prolongar esta compleja historia de profundo hermetismo. El caso acabo tam bién con la carrera política del hijo del presidente Roosevelt, acusado de defender los intereses de Trujillo en los Estados Unidos.

Finalmente, la m uerte de Galíndez aca­ baría con la propia vida dei dictador domi­ nicano, cerrando el círculo, ya que sería un fam iliar de uno de los militares dominica­ nos contratados por Trujillo para secuestrar a Galíndez, De la M aza, quien urdiría el complot para poner fin a la existencia de Trujillo, asesinado en mayo de 1961.

M

iM u tn w m

a m o u i • o o ro o * j c m

o iM » r o i m i v i m

t t M .i« z .M c a .< a

w m k ' o « «w x * k

t i i r M » . « . m i t o m id z *

eoiM á .oim on rt ou. tr

M i Á ) » o « * * » iw > . « i M « # « . A . M o i a D n M c i i i i e « w m n e i r u . o * , m w « * o ju .o ii> i -< < n ot íM c io n « f i u K a N * i « » i o n x M M m . - m c i u a e * < io N le m ié ttnt i -. « if» » - « -r, ■ I, ■ - r . . 5 y .;'» k

PERO... ¿QUIÉN ERA GALÍNDEZ? Pero, y al final ¿quién era Galíndez? Para m í un ejemplo de toda una generación que dio su vida por Euskadi. Pero por una Euskadi libre y democrática. Una generación que rehusó colaborar con el fascismo y que por ello pago con el exilio y el sufrimiento.

Una generación que jamás opto por usar la violencia. Una generación de la que hoy somos herederos.

No es posible resumir en unas pocas lí­ neas quién fue el "verdadero G alíndezV Su infancia, la guerra, el exilio, su soledad, su afán desmesurado por el trabajo como vál­ vula de escape a sus problemas, su amor por "lo vasco", su devoción y obediencia a la causa que d efen d ía el Lehendakari Agirre hacen de él un personaje singular, que encarna a to d a una generación de, sobretodo, "luchadores".

Habían apostado, hasta sus últimas con­ secuencias, por una política que siguieron, sin desfallecer, hasta el final. Un final que acabó en obsesión por lo que pudo haber­ se conseguido en 1946, y que más tarde desembocó en un reconocimiento paulati­ no del régimen de Franco.

M ira -decía Galíndez a su amigo Irisarri-, parece que es nuestra propia vida. Todo oscuro a nuestro derredor, sin embargo allá a lo lejos nos está esperando la liber­ tad. El Delegado le susurraba estas pala­ bras en México durante la visita que ambos realizaron a las cuevas de Cacahuamilpa, cuando a lo lejos divi-saban ya la salida de la caverna. Ni él ni José A ntonio Aguirre pudieron ver satisfechos sus sueños ■

AVNIA 35

Amurrioko mendi magal batean kokatuko monumentu batek Jesús Galín­ dez, herriko seme ospetsuenetuikoa, gogora ekartzen digu. Leku horí zen berak hilobíratzeko aukeratu zuen lekua, baina Trujiilo dom ínikar dlktadoreak erahila eta gero bere gorpua ezin izan da inoiz aurkitu.

En el ú ltim o Festival de Cine de San Sebastián se pro yectó p o r vez prim era la película "El m iste­ rio G alindez" de G erardo Herrero. Se tra ta b a de una adaptación cinem atográfica de la novela "G alíndez" q u e había escrito el recientem ente fallecid o M anuel V ázquez M o n ta lb á n y p o r la que le concedieron el Premio Nacional de Narrativa correspondiente al añ o 1991. A l m argen de los escasos valores cinem atográficos del largom etraje referido, es preciso reconocer q u e pone nueva­ m en te de actualidad la fig u ra del representante del G obierno Vasco en el e xilio Jesús de Galíndez, ta n vinculado a A m u rrio y p o r extensión a la tie rra de Ayala.

Las personas interesadas en recordar su m iste­ riosa desaparición propiciada con to d a p ro b a b ili­ dad p o r el d icta d o r d o m in ican o Rafael Leónidas T rujiilo en 1956, en connivencia con la CIA no rte a­ mericana, pueden acercarse ta m b ié n a la novelización qu e del caso hiciera un escritor consagrado com o V ázquez M on ta lb án, al re la to de Elena de la Souchére titu la d o "C rim e a S a in t-D o m in g u e " ("L 'a ffa ire T rujillo -G a lin de z") o a la sólida versión d ocum ental film a d a p o r A na Diez y A ngel A m ig o hace un par de años.

Sin em bargo, el o b je tiv o del presente artículo no es el de ah o n d a r en las circunstancias de la trá ­ gica m u e rte de Jesús de G alindez, sino más bien el de rescatar del o lv id o la pequeña escultura no fig u ra tiv a qu e le dedicaron en A m u rrio , su lugar de adopción.

Pero antes, establezcamos unas breves notas biográficas qu e nos ayuden a aproxim arnos a su fig u ra :

Jesús de Galíndez: Político y escritor Pese a qu e varios de sus bió g ra fo s lo conside­ ran na tural de A m u rrio , JESÚS DE GALÍNDEZ SUÁREZ nació circunstancialm ente en M ad rid el 12 de o ctu b re de 1915. Su padre, ta m b ié n llam a­ do Jesús, se había trasladado a la capital desde la villa alavesa para ejercer su profesión de médico.

N uestro personaje e stu d ió Derecho en la Universidad Com plutense, llega nd o a ser a d ju n to del entonces afa m a do C atedrático de Derecho Político Sánchez Román, y ayu d a n te de Jim énez de Asúa en la Cátedra de Derecho Penal. D u ran te su etapa m adrileña m ilitaría en las Juventudes

Universitarias del P artido Nacionalista Vasco, con­ virtié nd ose al estallar la G uerra en u n o de los ayu­ dantes del ta m b ié n nacionalista y M in is tro de Justicia M an ue l de Irujo.

Finalizada la con tien da , en la q u e p a rticip ó activam ente, fu é in te rn a d o en un cam po de con­ ce n tra ció n francés, d e l qu e con seg uiría huir, em barcándose hacia la República D om inicana. A llí desarrolló d u ra n te seis años gra n p a rte de su la bo r ju ríd ica y de escrito r Problemas personales con el G ob erna nte Rafael Leónidas T ru jiilo le o b lig a ro n a a b a n do nar el país, debiéndose trasladar a Nueva York.

A p a rtir de 1946, añ o en el q u e se establecía en la gra n urbe, ejerció m últiple s actividades de o rd en político, cultu ral, social y h u m a n ita rio , escri­ bie n d o en periódicos y p u b lica n d o diversos libros.

En 1951 era n o m b ra d o pro fe sor de Derecho en la Universidad de Colum bia.

En 1954 ed ita b a el lib ro "Iberoam érica. Su evo­ lución política, socio-económica, cu ltu ra l e in te rn a ­ c io n a l" que le va n tó am pollas en la República Dom inicana, d o n d e p ro n to se e d itó un fo lle to con­ tra su autor. M ie ntras ta n to , G alindez preparaba su tesis sobre la fig u ra del d ic ta d o r T rujiilo , un tr a ­ b a jo q u e pre se n ta ría en la U n ive rsid a d de C olum bia en fe b re ro d e 1956. Dias después, con­ cretam e nte el 12 de m arzo de ese m ism o año, des­ aparecía para siem pre, no vo lvie n d o a ser visto nunca más, ni vivo ni m u e rto . En cerem onia solem ­ ne, esa misma Universidad, le o to rg a b a " in absent ia " el g ra d o de d o c to r en Filosofía.

La repercusión q u e el e n ig m á tico caso tu v o en la España oficial fu é m ínim a, sin a ctu a r ni e xig ir claridad, a u n q u e el asunto concernía a su d ip lo ­ macia en Nueva York. La p u blicid ad pagada desde la República D om inicana presentaba al D elegado Vasco c o m o d e sfa lca d o r de los fo n d o s del G ob iern o en el e xilio del que era tesorero. Según esta versión, G alíndez se e ncontraría vivo, en Cuba o en la a n tig u a URSS, con el b o tín de m e d io m illó n de dólares y c o la b o ra n d o con el m arxism o in te r­ nacional.

A pesar de q u e el Lehendakari A g u irre a d o p ­ taría u n to n o ro tu n d o al declarar pú blicam e nte sobre la in te g rid a d y h o n e stid a d p o lític a de Galíndez, d u ra n te años pervivieron en muchas m entes los asomos de d u d a acerca de su conducta.

Fuentes nacionalistas n o descartaban qu e el resul­ ta d o de sus aficiones p o r los tem as esotéricos y ocultos le h u bieran llevad o a ser asesinado tras a lgu na de las sesiones de brujería a las qu e asistía el im previsible d e le g a d o vasco. En el circulo de refug ia dos políticos españoles en Norteam érica ta m p o co te n ía G alíndez gran pre dicam en to , espe­ cia lm en te e n tre Ram ón J. Sender o Francisco Ayala, quienes le desdeñaban p o r su excesivo afán de pro ta go nism o .

íVVNIA 37

p u eb lo de ad op ción p o r una escultura n o fig u ra ti­ va. El m o n u m e n to d e piedra caliza está fo rm a d o p o r un óvalo de dos m etros de a ltu ra en el que se realizaron dos hendiduras centrales qu e p e rm iten el paso de la luz. A l m argen del sim bolism o, la o rig i­ nalid ad de la pieza reside en su c o n fig u ra ció n sim é­ trica que nos p e rm ite contem plarla de la misma m anera ta n to de la pa rte de la ntera com o de ta tra ­ sera. A su lado dos placas reproducen en euskera y castellano el ú ltim o deseo de Galíndez; Hem en hilobiratzea nahi izan zue n (Aquí quiso ser enterrad o) "Y algú n día m e te n d e ré a d o rm ir ju n to al á rb o l qu e escogí en lo a lto de la colina, en el valle solita­ rio de m i pueblo, a solas con m i tie rra y con mi llu ­ via. Estas me com p ren derá n al fin "

La tesis sobre la desaparición qu e parece ac­ tu a lm e n te prevalecer es la qu e sustentaba la revis­ ta "L ife " qu ie n se hacía eco d e l suceso en 1957.

Tras una serie d e investigaciones, el periodista a venturaba una hipótesis, según la cual, Galindez había sido secuestrado en Nueva York y después trasla da do a la República D om inicana en un avión p ilo ta d o p o r el a viad or no rte am e rican o Gerald L. M u rp h y y el d o m in ica n o O ctavio de la Maza. Una vez en Santo D o m ing o, G alíndez era to rtu ra d o hasta m orir, siendo arro jad o p o ste rio rm e n te su cuerpo al mar. Los dos m ercenarios que actuaron en la operación serían ta m b ié n elim inados para im p e d ir qu e ha blaran sobre el tem a.

A p a rtir de la década de los o ch e n ta y com o ya hem os com e ntad o, la fig u ra de G alíndez fu é em er­ g ie n d o de su pro voca do le ta rgo . Una revisión de su o b ra lite ra ria debería com enzar con la lectura de los prim eros traba jo s de carácter histórico-político escritos a ed a d tem prana. E ntre estos está "La m uy n o b le y m uy leal tie rra de Ayala, su Señorío y su F uero ". No po dían fa lta r los libros de tem ática vasca e n tre los qu e destacan "Los vascos en el M a d rid sitia d o " o "Raíces vascas e n la do ctrina del Padre V ito ria ". G alindez, te n ta d o p o r el am b ie nte en el qu e se había m ovido escribió "El Barohuco", pu blicad o ju n to a cua tro ensayos más bajo el títu ­ lo de "C inco leyendas del T ró p ico ". Sin em bargo, su sentencia de m u e rte la co n stitu yó su tesis doc­ to ra l "La Era de T rujillo . Un e s tu d io casuístico de d icta du ra en H ispanoam érica" q u e no pu d o leer, pues desaparecía días más tarde.

El monumento dedicado a Galindez en Amurrio La m em o ria del escritor y d ip lo m á tic o vasco Jesús de G alindez se encuentra perpe tu ad a en su

38 AVNIA

Este m o n u m e n to fu n e ra rio está cen tra do por un círculo de pied ra n o b le y se encue ntra situa do en el llam ad o a lto de Larrabe, a escasos 800 m etros del casco urbano de A m u rrio , e n fre n te de su de pó sito de aguas. Cercana a esta campa, desde la q u e se divisa un excepcional paisaje, está la mesa de piedra de Zaraobe, alre d e d o r de la cual se sentaban los ju n te ro s del Valle. Tam bién en esta zona, el d o cto r Galíndez, padre de nuestro personaje, te n ía un cha­ le t y una casa de labor.

La escultura fu e diseñada p o r Jesús Etxebarría, n a tu ra l de B a ra n b io y a fin c a d o en Ipa rra ld e.

Etxebarría, entonces exiliado, era un especialista en estelas funerarias, y an te la im p osib ilida d de re a li­ zarla personalm ente, hizo llegar un diseño de la ob ra en escayola al Taller de Escultura de la vito ria na Escuela de Artes y Oficios. D u ra n te dos semanas, seis alum nos de la misma consiguieron re p rod ucir fie lm e n te el diseño orig in a l.

A l cum plirse los 30 años de la desaparición de G alíndez y au nq ue su cuerpo nunca era en con tra­ do, la D iputación alavesa quiso c u m p lir su postrer deseo, escrito en su te sta m e n to y q u e decía así; "M e declaro cristiano y vasco. Com o ta l q u ie ro ser e n te ­ rra d o en la fé y en la tie rra de mis antepasados cuando esto sea posible. Y rue go a q u ie n se haga cargo de m i cue rpo q u e mis restos sean llevados un día a A m u rrio , en la provincia de Alava, Euskadi, para ser enterrados allí; quisiera q u e fuese en la finca qu e tie n e m i padre en Larrabe, en la p a rte d o n d e se divisan ias m ontañas de m i p a tria " La D iputa ción había pro pu esto al A y u n ta m ie n to de A m u rrio la instalación de una escultura q u e lo recordara. Este, en Sesión Plenaria, aco rdó aceptar la petición, ce d ie ndo para su em p la za m ie n to un te rre n o de en tre 15 y 20 m etros cuadrados.

Por fin , el 12 de m arzo de 1986, coincid ie nd o con el día mism o d e su desaparición, la iglesia pa rro ­ q u ia l de A m u rrio fu é escenario de un a misa de a n i­ versario, al té rm in o d e la cual se pro ced ió al descu­ b rim ie n to del m o n u m e n to escultórico qu e desde entonces recuerda su m em o ria ■

MAULEko PASTORALA ANTSO HANDIA Euskaldunen Jauna - El Señor de los Vascos

/

(IBERUKO

JAHARRA 20

AN TZEZLE

'5M USIKARI, S 0 1 N U T E K N IK A R I

1ERRI BATEN 8 HILABETEKO L A N A .

< A N T A .

3 E R T S O .

DANTZA

ETA

3 A R A I BATEKO JA N S K E R A

sarrerak libur\c(katMme

><*1* « hbro con intíhiceien « M W e b in k a C L Tf 9013334U rrioko l u r m o Bulegoiin lu a r m I 6bli .kailwBti 9 snc

Iraílaren

Bañueta

Kiroldegian

16,3

^MURRIO UDAIA AYUNTAMIENTO

'A

%

Ez da ekarpen berrítzailea esatea artzainak eta bere artaldeak menditako be(atr<gnatzetik ibili direla, betidamft?*btel-Jekuak aldatgz. Baina bai, gure ^ herrietan, urruntze txikikoak badira

denez, bizîpenez b ^ r i k a bidaiak

-w .» , .

/ ••

ViU'.L S;.\ 5 ...¿“af-i v-

^

. ‘

•

. -V--.

'v * * '

y

,

T;».

V 'f

■ s.

V *»• ».>*«

'j

/

■ '

■ 7.•>'

o

< -•

Á

I

A

i

»£? >'iÍTiai ;:i;

,v^

•/ ^

" “

a^

J .^2

í

^

j

•&

f . V - •• .-

,*— >

'.' \.

^.V' .

-

1

EXTOSY fOTOS: José M. >(^rritU; Trabajo de campo y autor de las notas Juanjo Hidalgo: Redacción final del texto ,

Estos recorridos p reten d en ser un ho­ m en aje ta n to a los pastores M a x i Yarritu y José M a ría A gu irre, que nos han per­ m itid o acom pañarles en su particular trashum ancia hasta los pastos d e vera­ no, com o al resto d e cuantos pastores han d esarro llad o y desarrollan aún sus vidas en el e n to rn o p rivileg iad o de sie­ rra Salvada. Hacer el cam ino con ellos y sus rebaños es e n te n d e r algo más este oficio n ob le y solitario que se ha m a n te ­ nido d u ra n te m ilenios casi d e m anera in m u tab le.

Tam bién p re te n d e n reivindicar la m e ­ m oria del fin a d o José M . Y arritu, gran conocedor y estudioso de sierra Salvada e incansable n ó m a d a de sus portillos y cumbres. De su m a n o salieron las notas y fo to s q u e han hecho posible el pre­ sente artícu lo y q u e su buen hacer como escritor no ha p o d id o ver com pletado.

/■

PASTOREO EN SÁLVADA Si hay alg o ta n a n tig u o com o el ser h um ano es la trashum ancia o cam bio del lu g ar en q u e se vive en busca de a lim e n ­ tos o m ejores condiciones de vida. A m edida q ue el h o m b re a p re n d ió a d o ­ mesticar anim ales y a servirse d e ellos para o b te n e r alim en to s se vio o b lig a d o a realizar una serie de desplazam ientos periódicos con o b je to de q ue dichos a n i­ males aprovecharan los recursos q u e la n a tu ra le za ofrecía en distintos lugares y épocas. Esta ocupación recibió el n o m ­ bre de pastoreo, y en esencia consistía en m a n te n e r el g a n a d o en las tierras bajas d u ra n te el p erio d o frío y en llevarlo a los pastos de a ltu ra d u ra n te el v e ra n o y o to ñ o . A c tu a lm e n te , en to d a la zo n a de la Tierra d e A yala y O rdu ñ a, este despla­ z a m ie n to de g a n a d o se m a n tie n e en ias sierras Sálvada y C arbonilla. O tros lu-

gares tradicionales de pastoreo en Eus­ kal H erria han sido y to d avía hoy lo son, a u n q u e m uy disminuidos, los de Gorbeia, Urbasa, Entzia, A itzk o rri, Aralar, Ernio y las dos vertientes del Pirineo vasco e n tre muchos otros.

Sierra Sálvada es una elevada planicie q u e p erten ece ta n to a Burgos, com o a los territorio s d e Bizkaia y A raba, con los derechos de pastos bien d elim itado s a u n q u e no exen to s de controversia, com o la ya fam osa e n tre U rduña y sus aldeas con los vecinos de Losa. C om en­ za n d o por el este encontram os la por­ ción burgalesa, q ue desde el salto del Nervión discurre hasta las cercanías de la m ajada de Ponata, en tre los picos Bed arb id e e Iturrig o rri, prolongándose ha­ cia el sur por el interior. Los pastos de este sector están regulados p o r la Junta d e V illalba de Losa, com puesta a su vez p o r varios pueblos de escasa población.

En el barranco de Ponata se encuen­ tra la zo na vizcaína, reg u lad a p o r la Junta de R uzabal y p erten ecien te a las aldeas de B elandia, Lendoño Bekoa, Lendoño G oikoa y M e n d e ik a . En esta m ajada se en cuen tran asentados cuatro pastores (datos del añ o 1999).

A p artir de a q u í com ienza la p arte alavesa, q ue co m p ren de una pequeña porción del barranco de Ponata y llega hasta la cascada de San M ig u e l, próxim a al p u e rto de A n g u lo . En ella en co n tra­ mos el asen tam ien to pastoril de M e n é rdiga, con tres cabañas o txaulas como a q u í se d en o m in an , y el de K obata, ta m ajada más im p o rta n te de todas, con catorce pastores (datos de 1999). Esta p a rte está gestionada p o r la H erm an d ad de Sierra Sálvada, pastoreando en ella municipios d e la Tierra d e A yala com o el p ropio A iara, A m u rrio y O k o n d o , ade­ más de los pertenecientes a la Junta de O rd u n te (A rtzin ieg a. Retes Tudela, M e n dieta, Santa K olom a y Soxoguti). Ya en la cascada d e San M ig u e l, n u e v a m e n te se asoma Burgos al cantil, lím ite q ue no

--

-

r-' ,V

ab an d o n ará más, prosiguiendo h a d a la sierra Carbonilla y m ontes de la Peña.

Algunos datos curiosos referentes al año 1999 nos dicen q ue el ganad o pasto­ reado en la p arte alavesa d e Sálvada ascendió a un to tal de 5555 ovejas, 1400 vacas, 850 yeguas y 250 cabras. En cuanto al precio pagado por el uso de los pastos fu e d e 85 pesetas por oveja, 150 por cabra, 750 por vaca y 850 por yegua. Unos pastos ricos y jugosos, cuyo periodo de uti­ lización está com prendido e n tre el prime­ ro de abril y el ú ltim o día de diciembre.

Hace ya algún tiem p o, e n tre veinte y tre in ta años, q ue no se fabrican quesos en estas majadas d ebid o al cam bio produci­ do sobre las tradicionales form as de pas­ to re o de an tañ o. De pequeños rebaños

de e n tre cincuenta y cien ovejas se ha pasado a propiedades de hasta 500 y 600 cabezas de lanar, con lo q ue el laborioso tra b a jo del o rd e ñ o y posterior produc­ ción de quesos ha q ued ad o relegado a las explotaciones del valle, situadas en el en to rn o del caserío fam iliar, cuando no a la simple venta de leche a las queserías de la zona para la producción de quesos de la denom inación Idiazabal. C om o conse­ cuencia de esto ta m b ié n se ha retrasado la subida de ios rebaños a Sálvada hasta "el secado" de las ubres de las ovejas, es decir, hasta el final de la producción lác­ te a , no antes del mes de julio.

Nuevos ritm os d e vida y nuevos ajus­ tes productivos irru m p en con fu e rz a en este viejo oficio g o b e rn a d o desde siem­ p re p o r la tradició n . Nuevos ritm os de vida que, con o sin la a y u d a del re a p a re c id o lo b o " m a lo " , m u c h o nos tem em o s, te rm in a rá n con el m ito del "pastor vasco" a no m ucho tardar, re le g á n d o lo a museos y exposiciones.

TRASHUMANCIA A KOBATA En la ald ea d e Soxoguti, p e rte n e c ie n te a A rtzin ie g a , el pastor M axi Y arritu p racti­ ca esta trashum ancia corta con su ganad o , su bien do en m ayo con las ovejas balderas y las corderas del a ñ o a n te ­ rior, y d ejan d o en el caserío las q u e aú n tie n e n crías, pre­ servándolas del rig o r d e la sierra hasta la segunda q u in ­ cena d e julio, m o m e n to en q u e suben con las dem ás a pasar el resto del v e ra n o y la m ayo r p a rte del o to ñ o .

El recorrido tie n e su Ini­ cio en el barrio a lto d e l p u e ­ b lo , c o n c re ta m e n te e n el

caserío co ntig u o a la to rre de La Cámara Orive-Salazar, lu g ar d o n d e h abita M axI, quien n o rm a lm e n te deja el g a n a d o que va a subir a la sierra haciendo noche en el barrio de Berrones para, de m a d ru g a ­ d a, conducirlo por carretera hasta la Iglesia de Soxo, a d on d e llega con las p ri­ meras luces del día. Desde aquí, prosigue en busca del C am ino Real de Añes, que Inicia una subida por la carretera q ue lleva a O rbilla y q ue pasa a n te la casa de agroturism o Ibalzar. Poco más a d e la n te se en cuen tran las ruinas de la casa-torre de O rbilla, con el brocal del pozo y la casa del m aestro, e n tra n d o seguidam en­ te la ru ta en el barrio de O rbilla, p u n to fin a l de la carretera y del asfalto.

El C am ino Real de Añes pasa a te n e r ah o ra el firm e de piedra y continúa e n tre prados en la misma dirección q ue llevaba. Se pasan un par de cierres, d e ­ ja n d o un p eq u eñ o ta lu d p ob lad o con robles y encinas por la Izquierda, y se sale a un a m p lio p rad o q u e el cam ino cruza por la m ita d en ligero descenso.

Casi al fin al del p rad o se en cuen tra una

tu b e ría m etálica, q ue n o es sino el reb o ­ sadero del depósito d e ag u a, y dos cie­ rres de a la m b re . La zo na recibe el n o m ­ bre de la Cruz de O rbilla, acaso por el cruce de caminos q ue representa o bien por la existencia de a lg u n a cruz de la q ue ya no q u e d a m em oria.

El cierre d e la Izq u ierda da acceso a los restos de la to rre O rive-S alazar y al viejo m o lin o d e ErbI, siendo el d e la d ere­ cha el q u e p e rm ite el avance por el C am ino Real. Cruzam os este ú ltim o cie­ rre con el re b a ñ o y proseguim os d ejan d o ei depósito d e ag ua a nuestra derecha, a través de un itin e ra rio suave q u e se ciñe a la fo rm a de la ladera. Al fr e n te vemos el p u e b lo de Añes y la p eña d e A ro; bajo nosotros y al o tro lado del río el pueblo de Erbi, y no nos será difícil descubrir, si m iram o s hacia atrás, la m en c io n a d a to rre Orive-Salazar.

El cam ino serpentea p o r la ladera, pasa por los parajes de A rb ie n d o y San Pedro, conocidos com o las Callejas, en tre alg ú n p e q u e ñ o pin ar y praderías, con alg u n a encina en sus m árgenes, te rm l-

n ando su recorrido a n te un cierre de alam bre conocido com o b arrera Pajares, justo en la m u g a con Añes. Traspasada esta b arrera com ienza un rá p id o descen­ so en tre pino albar, evitan d o el a n tig u o cam ino, a c tu a lm e n te in vad id o por la m aleza, q u e cruzaba el río Ibaizabal o San M ig u e l p o r el viejo p u e n te de la Rueda, construido en m ad era, y que salía p o r el barrio O rzánico a! caserío de Añes. Así, hoy en día no q ued a más rem edio q u e co ntin u ar por el nuevo cam ino, q ue gira hacia la d erecha y gana algo de altu ra , mientras discurre a lo largo de las callejas G rande y Cantera, tam b ién lla m a d o los Apeos, e n tre robles y pinos. Cruzam os más a d e la n te una b arrera de alam b re y, sin to m a r ningún desvío, descendem os hasta lle g a r al cerro La Puente, sobre el Ib aizabal, cuyas aguas alcanzam os en un ráp id o descen­ so. Pasado un nuevo cierre de alam bre nos encontram os an te el p u e n te de hor­ m igón q ue cruza el río por el té rm in o de Balaos. D esde aq uí, re m o n ta n d o las aguas d u ra n te 500 metros, p ued e visi­ tarse el viejo m o lin o de Añes, de tip o represa con dos ruedas de m o le r y res­ ta u ra d o con acierto m e d ia n te un cam po d e tra b a jo desarrollado en el a ñ o 1998.

C ruzado el p u e n te con el rebaño, seguimos el cam ino q ue en fu e rte ascen­ so pasa p o r los barrios de Soañes y El C am pillo hasta salir a la carretera, fre n te a la iglesia de Añes. Una iglesia q u e bien m erece una visita ya que, si b ien fu e ree­ dificada en el siglo X VIII, cuenta con ele­ m entos rom ánicos de en o rm e b elleza y gran a n tig ü e d a d .

Continuam os, animales y personas, por el ancho cam ino de horm ig ó n que asciende e n tre las casas del barrio del

Bardal h a d a la sierra. Casi un kilóm etro más arriba, ju n to a un paso canadiense, aparece a la derecha una trocha, en el té rm in o del Carrascal, q ue lleva hasta el d olm en y tú m u lo d e las Campas. Un lugar hoy poblado de enebro, endrino, roble, pino y encina dispersa, envolviendo la vieja necrópolis que, en un día m uy leja­ no, quizás utilizaron para dar descanso a sus m uertos aquellos pastores de e n to n ­ ces, ta n parecidos en lo más básico a lo q ue hoy representa M axi Yarritu.

La pista de horm ig ó n prosigue en em p in ad o ascenso, a través del pinar de Fuente la Pera, hasta salir al cam ino que desde S alm antón viene por el cruce de O le ta r para dirigirse al portillo de Aro. En la confluencia con éste to m am os a la derecha, rodeando la Peña de A ro y bus­ cando los últimos tram os d e fu e rte pen­ d ie n te q u e nos asom an, d e m an era espectacular, al valle burgalés del río San M ig u e l y pueblos de A ngulo, con exce­ lentes panorám icas hacia el p u erto de m o n tañ a y la cercana sierra de la M a g ­ dalena.

o 0 _i <

Llegados al p ortillo d e A ro cruzamos un nuevo paso canadiense, descubrien­ d o a la izq u ierda el arco y ara de San Vítores, d o n d e se celebra la misa y la fiesta cada p rim er sábado de Septiem ­ bre, adem ás de un tú m u lo de dudoso o rig en prehistórico y un ta n to destruido p or la construcción de u na cabaña, ya arruinad a, en su Interior.

En este p u n to puede decirse ya q ue el recorrido a culm inado con éxito, pues el reb añ o se encuentra en lo a lto de la sie­ rra, pisando el pasto y respirando el aire q u e lo van a acom pañar hasta las prim e­ ras nieves del o to ñ o o q uizá del invierno.

Tan sólo resta un corto y apacible trecho bajo el m agnífico hayedo de Curtiveranos hasta las txaulas (chabolas) d e la m ajada más g ran de de to d a Sálvada: K obata. Enseguida buscamos la fresca ag u a de su fu e n te y, si ten em o s la posibi­ lidad d e quedarnos en el refugio d e El N ido, ta m b ié n en K obata, gozarem os de la m u ltitu d d e atractivos lugares que esta sierra única nos ofrece. Por el contrario.

9 1 O — > z < z>

-5 Ò

&

Sojogutí

si debem os regresar a Soxo, hemos de procurar reservarnos unas cu atro horas de m archa p ara realizar el cam ino de vuelta con tie m p o y energía suficientes.

Con las ovejas a tie m p o y descansan­ do sobre el pastizal, el pastor d e b e ahora acondicionar su txaula, acaso con des­ perfectos desde la ú ltim a te m p o ra d a de ocupación. Asearla y o rd e n a rla llevará su tie m p o , n o en vano será el h o g a r d u ra n ­ te algunos meses, a m e n u d o soleados y secos, p ero ta m b ié n frescos y húm edos en el atardecer, y no pocas veces n ebli­ nosos en el am anecer.

Distancia:

17 km desde la iglesia de Soxo (Sojo), 20 km desde Soxoguti

Desnivel total:

820 metros desde la iglesia de Soxo

Dificultad:

Difícil

Duración:

Entre 4 y 5 horas de ida y otras tantas de regreso.

Época adecuada:

Cualquiera, evitando los días sofocantes del verano y los fríos del invierno, debido a lo desprotegido de la mayor parte del camino.

Interés:

Etnográfico, arqueológico, paisajístico y montañero.

Consejos:

Salir temprano, llevar comida y agua, y prever ropa de abrigo. En el barran­ co de Kobata se encuentra el refugio del Nido, que cuenta con doce literas y es propiedad de la Hermandad. Para poder usarlo hay que estar empa­ dronado en uno de ios pueblos de La Hermandad y entregar una fotoco­ pia del DNI en el ayuntamiento de Arespalditza.

TRASHUMANCIA A RELLOSO Tam bién José M a ría A gu irre, vecino de Soxo, lleva ovejas y vacas a Kobata, pero, en ese a fá n de asegurar hierba fresca y a b u n d a n te p ara su g a n a d o , rea­ liza ta m b ié n to d os los años una ru ta de trash u m a n c ia con sus latxas hasta Relloso, arrib a del p u erto d e A n g u lo y cercano al corte rocoso q u e d om in a el valle d e M e n a .

El itin erario d e ésta es ta n interesan­ te com o el d e la anterior, las p a n o rá m i­ cas son m agníficas, la visión de la hilera de ovejas re m o n ta n d o el p o rtillo g ra tifi­ cante y tenem os, además, la posibilidad de acercarnos p o s terio rm ente a la e m ­ blem ática cum bre del Castro G rande con la esbelta aguja del D ie n te del A horcado a sus pies. Tam poco los m o n ­ tes Tres Dedos y G u rd ieta se en cuen tran dem asiado lejos del portillo, p o r lo que bien podríam os acercarnos hasta a lg u ­ no de ellos si nos decidim os a p e rm a n e ­ cer p o r algunas horas o varios días en la sierra.

Desde A rtz in ie g a ascenderem os por carretera hacia Soxoguti, c o n tin u a n d o por el b arrio de Berrones hasta el p ueb lo ayalés de Soxo, p u n to d e p a rtid a para esta tra s h u m a n c ia c o rta . José M a ría A g u irre d eja de víspera el re b a ñ o en la zona d e San Lorenzo, un a lto cercano a su caserío en el b arrio La V iñ a , p ara g a ­ n ar tie m p o a la h ora d e iniciar la m archa.

Para nosotros y para cu alq u ier senderista q ue desee re p e tir la ruta, lo más fácil es dirigirse al b arrio lla m a d o El V alle para c o n tin u a r después, p o r fu e rte repecho, hasta las cu atro casas q ue co nform an Boltijeras o, com o ta m b ié n se conoce, V ulpijeras o Gulpijeras. En este barrio te rm in a et asfalto y co m ien za un cam ino que se en cuen tra e m p e d ra d o en a lg u n o d e sus tram os. Prados y a rb o la d o disper­ so com o robles y encinas aco m p a ñ a n el cam inar, m ientras se describen dos cur­ vas a la izq u ierda y varios repechos q ue acercan el recorrido hasta la p a rte más elevada d e un cerro a rb o la d o llam ado pico d e Sierra Pando (621 m). Encontra­ mos roble, pino, encina, acebo y rosal sil­

vestre. Sobre nosotros pasa un te n d id o de a lta tensión, mientras vemos en el fo n d o del valle las extensas praderías.

C am inam os ya ju n to a la m u g a con Burgos y, sin to m a r desvíos laterales, continuam os g an a n d o a ltu ra hasta el A lto d e M o ja p á n . Cruzamos una barrera de alam b re d e espino y salimos a un ca­ m ino q u e p o r la izquierda se d irig e al té rm in o de Pozo Lagos, p osibilitando el acceso a C am pijo, U rruela u O rbilla. N o­ sotros, con el rebaño, seguirem os la opción de la derecha, q u e recorre el lla­ m ad o p á ra m o o rasa. Al oeste podem os ver ya los M o n te s de la Peña, ta m b ié n conocidos com o sierra C arbonilla o de A ng u lo . D etrás de sus espectaculares crestones calizos se en cuen tra el valle de Relloso, d o n d e se sitúan los pastizales hacia los q u e nos dirigim os. Para ello, hem os d e describir un arco q u e recorra sus laderas hasta el p ortillo de Egaña, el único lu g ar p o r el que las ovejas pueden

superar la fo rm id a b le m u ra lla rocosa de esta ve rtie n te .

Llegados al té rm in o d e los Pozos de B allobera atravesam os la carretera que sube desde A rtzin ie g a hacia el p u e rto de A n g u lo , p ara buscar el desvío q ue nos acerq u e hasta la localidad de Santa O laja, d istan te dos kilóm etros, en cuya fu e n te pública podrem os refrescarnos y recoger ag ua.

El cam ino del p o rtillo com ienza ju n to a las paredes del cem en terio , y es, sin duda, la p a rte más difícil y arriesgada para el reb añ o de to d o el recorrido. Va ascen d ien d o con su avid ad , p rim e ro e n tre robles y después e n tre hayas, alcanzando fin a lm e n te un bosque m ixto con ab undancia de avellanos en el ú lti­ m o tra m o del p ortillo . Todo el ascenso discurre a lo la rg o de trece curvas, cuya tra z a d ib u ja am plias eses en ta ladera. En la p a rte fin a l del cam ino se en cuen tran varios tram os em pedrados, restos ine-

quívocos d e aquellas im portantes rutas que, sin duda, en lazab an los valles can­ tábricos con la meseta, transp o rtan d o mercancías de uno a o tro lado. En el por­ tillo de Egaña, a 9 5 4 m etros de a ltitu d , se siente to d o esto, la hum edad del n orte, la sequedad del sur, las sensacio­ nes contradictorias del hoy y los suspiros d el pasado, sus ecos, las pisadas de tos m ulateros y las ilusiones y desgracias que escondieron estos pasos, com o este de Egaña o aquellos de A n g u lo y de A ro.

Por el cam ino descendemos al fo n d o del valle d e Reiloso m ientras vemos las alam bradas de d elim itació n de pastos.

U na vez en el pueblo, distan te nueve km de Quincoces de Yuso y apenas h a b ita d o p o r dos o tres vecinos d u ra n te el duro

invierno, José M a ría A g u irre d irig e sus ovejas hacia su zo na de pastos. El am p lio valle de h ierb a q ue se e x tie n d e hacia el cercano caserío de San M ig u e ! vuelve a teñirse d e lanudas latxas, em b o rrach a­ das por la frescura y el v e rd o r de lo que será para ellas el hogar d u ra n te los pró­ ximos cinco o seis meses. Ha lleg ado una nueva te m p o ra d a , y con ella los A girre se aseguran de q ue su re b a ñ o disponga de buena y a b u n d a n te h ierb a d u ra n te la época estival en que las p raderías se agostan en la Tierra de Ayala.

M om es d e ^ Peña

O

S ie rra CfrbqniHa.

Si no conocemos la zona podemos dis­ fru ta r de la arquitectura en piedra y made­ ra que conform an las casas del pueblo de Relloso, con su iglesia aún en pie, el desusado ju eg o de bolos y el viejo lavade­ ro cubierto. Una pista nos acerca al túnel de la Complacera, realizado por los de uno y o tro lado para procurarse un paso segu­ ro en tre los valles de M en a y Losa, perm i­ tiéndonos ascender hasta la cima del Castro Grande y contem plar un paisaje de m ontaña verdaderam ente grandioso.

Descendido n u e v a m e n te el p ortillo d e Egaña hasta Santa O laja, podem os e m p le a r u na ru ta d ife re n te p ara el des­ censo hacia A rtzin ie g a , u tiliza n d o una estrecha carrete ra hasta el caserío La Llana. El edificio más próxim o ai cruce es una capilla d estinada hoy a usos agríco­ las, con ábside sem ihexagonal, escudo sobre el d in te l d e e n tra d a y u na a g u a ­ b end itera. M ás interesante es la to rre situada e n fre n te , con fachada renacen­ tista, escudo d e arm as y una inscripción en la q ue se distingue la fech a 1612.

Desde aq uí y p o r la derecha to m a m o s la carretera d e A ra d u e n g a , d o n d e se te rm i­ na el asfalto.

Detrás d e las casas d e indianos se encuentra el Pilón, lu g ar en el q u e nace el arroyo del Castillo. Seguimos el cam i­ no q ue aco m p aña el discurrir del agua, pasando p o r Casa El Valle p ara in te rn a r­ nos en un bosque-galería y alcan zar la Peña del C astillo (m o jó n 5 3 ), desde d o n d e se divisa la villa de A rtz in ie g a . A continuación descendemos al b a rrio de La V e n ta y, ju n to a la ú ltim a casa del vecindario, nos introducim os e n el cam i­ no (m ojón 60) q u e , p a rtie n d o d e la orilla derecha de la carretera y discurriendo p aralelo al río Herrerías, nos lleva hasta La Presa, en d o n d e cam bia de o rilla para lleg ar a la zo na d e p o rtiv a de la villa ■

Distancia:

13 km ida Soxo-Relloso y 14 km regreso por Araduenga a Artziniega

Desnivel:

570 metros aprox.

Dificultad: Media-alta Duración: Requiere de todo un dia si se pretende regresar en la misma jornada. Época:

Primavera, otoño y verano.

Evitar los días de niebla o de llu­ via.

Interés:

Etnográfico, paisajístico y botá­ nico.

Consejos:

Recoger agua en Santa Olaja.

Llevar comida y mapa de la sie­ rra Carbonilla.

Día 29 11 h. Misa y a continuación vigésima quinta edición de la Subasta popular de ofrendas a la Virgen

h. Misa cantada por el Coro Parroquial local

i 10

Día 30 19:15h. Comienzo de la novena a la Virgen

h. Mesa redonda sobre los recuerdos del de la Coronación por testigos vivos del acto

SEPTIEMBRE

FEBRERO

Día 8 Festividad de la W rgen de la E ncina 12 ti. Misa 16 ti. Misa solemne presidida por el Sr. Obispo con asistencia de autoridades y a continuación, danzas vascas e inauguración de la escultura en m emoria de la Coronación, obra de Luis Padura.

población de árboles en la Campa de la ciña

MARZO a19

h. M isa cantada por la Coral Bleibet y regrínación del gmpo local de la tercera edad

Día 12 12 ti. Misa cantada por el Coro Parroquial y concentración de las personas con nombre María de la Encina Día 18 20 h. C onferencia de Luis Padura sobre la escultura en tiierro

h. Conferencia de O. José Iturrate sobre niños pósitos en la Encina a 18 h. Misa cantada por la Coral Santa Lucía de udio y concierto

Día 25 20 ti. Estreno del auto sacramental El niño de la Encina escrito por Toti Martínez, de Lezea y representado por el grupo local Euri Taldea

a 25 h. Llegada de la tradicional peregrinación ' los pueblos de la comarca y Misa cantada ir el C o ro P a rro q u ia l d e A rtz in ie g a

OCTUBRE D ia 3 12 h. M isa cantada por la Coral Kolítza de Balmaseda y concierto D ia l 7 12 ti. Misa cantada por el Coro Parroquial y concentración de m atrim onios que cumplen las bodas de oro y plata

' h. Llegada de la peregrinación de Adoradores 3ctu rn os al S antuario y v ig ilia m ariana

la 2 1 h. Misa cantada por la Coral A C am ila, de intander y ofrenda floral de los niños a la rgen la 8 ) h. Misa-Encuentro de antiguas alumnas irmelitas de Artziniega 3 h. Conferencia de D. Joaquin Jiménez sobre Coronación de la Virgen de la Encina y otros bileos ia 15> San Isidro 2 h. Misa y procesión con el Santo para endición de los campos 3 1). P e ^ rín a c ió n musical de la Edad Media ' Ftenacimiento or el Grupo Albada de trun 'ia 16 2 tf. Misa cantada por la Coral S a m a n ie ^ de ito ria -G a s te iz y p o s te r io r c o n c ie rto 'ia 22 Oh. Concierto de órgano de los alumnos de la scuela Musikasí •ia 23 2 1). Misa cantada por ta Coral Lagun Artean e A m u rrio y a c o n tin u a c ió n c o n c ie rto

JUNIO )ia 2 2 h. Misa con la consagración y ber>dición de >s niños

Dia 5 20 h. Recital musical de las corales de Aiala

Día 24 12 h. Misa cantada por el Orfeón de Usansolo y posterior concierto

Oía 11 20 ti. Conferencia por el Equipo 7 sobre el retablo mayor del Santuario y sus secretos

Día 31 12 h. Misa cantada por la Coral Laino Eresi de Zalla y concierto

Día 27 12 ti. Canta su primera misa nuestro convecino Carlos, arropado por el Coro Parroquial de Artziniega

NOVIEMBRE Dia12 20 ti. Conferencia de María José Torrecilla sobre evolución del te m p lo a p artir de los datos arqueológicos

D urante todo el mes Exposición fotográfica sobre la Coronación en la Kultur Etxea local

Día 21 12 h. Misa cantada por la Coral Isasiko Am ade Gordexola y concierto

Dia 4 Peregrinación de los pueblos de Aiala 12 ti. Misa cantada por la Coral Eskutxiko A tio tza k d e Alara, c o n c ie rto y p o s te rio r morcillada

Día 28 12 ti. M isa ca nta da p o r la Coral Itzalde Abesbatza de Okondo y posterior concierto

Dia 9 18 ti. Jornadas infantiles y chocolatada en la Campa

AGOSTO Dia 15 12 h. En el frontón. Record mundial cubriendo una encina con euros, que se ofrecerán como donativo para el Santuario

DICIEMBRE Oía 8 12 h. Misa cantada por el Coro Parroquial local, concierto de órgano y ofrenda floral popular com o acto final de las celebraciones del 50 aniversario

ORGANIZA: A sociación de Am igos de Ntra. Sra. de la Encina con la co lab oración del pueblo de A rtziniega.

Errazti y Sairiegi: luchando contra el olvido

JosĂŠ M * de Errazti

Joan berri zaigun mendearen erdiko aldean Laudiora iritsi zen Errazti enpresari abertzalea. Bere idealak bizi-oĂ­narritzat hartuta euskal estiloko auzo bat sortu zuen.

Baselizan, besteren artean, Sarriegi artista ordiziarrari enkargatutako horma irudi bitxiak ditugu.

A llá por el lejano 1926 una te rn a de empresarios vascos, caracterizados por su gran implicación política y fid e lid a d a los más puros p lan team ien to s nacionalistas, crea en Bilbao la empresa de construc-

ciones metálicas "Jemein - Errazti • Zenitagoia". Sus socios fu ndadores son C eferino de Jemein, José M® y Enrique de Errazti así com o Cipriano Z enitag o ia. En una refundación, se vale d e las iniciales d e dichos apellidos para fu n d a r JEZ, siglas q ue casi m ilagrosam ente se han m a n ten id o hasta la actual em presa d edi­ cada a los sistemas ferroviarios.

F uertem en te arraigados en el ap arato político del Partido Nacionalista Vasco, p ro n to com enzarán las tensiones con él al ver cóm o éste renunciaba en cierta m anera a los dogmas de Sabino A rana p ara a d o p ta r una postura más m oderada y que, por cierto, ta n buenos resultados dem ostró al llevar al PNV a convertirse por prim era vez en 1933 en el p artido político vasco hegem ónico.

N o conform es con el curso de las co­ sas, cada uno d e los tres empresarios fu e p ro gresivam en te descolgándose d e la línea oficial del partido. Errazti, ju n to a otros más, apostará por la corriente JagiJagi (re a lm e n te su n om bre era Euzl<o Mendigoxale Batza pero son más conoci­ dos por el n o m b re del sem anario que publicaban) y cuya separación se fo rm a ­ liza en 1934, siendo la tercera d e las cinco grandes escisiones en la historia del PNV. Su línea estratégica se caracterizaba por una implicación a ultranza no sólo con la independencia vasca sino con la creación d e una au tén tica patria, con to d o lo que ello conlleva. Dicha ruptura, insistimos, se produce en cierto m odo com o respuesta a la línea oficial del p artido que, por razones de pragm atism o, había rebajado sus exigencias d e independentism o al de autonom ism o.

Pues bien, el dinám ico y nuevo gru po com o una de los princi­ pales criterios d e actuación, el desarrollo de cualquier tip o de actividad d e carácter cultural q u e sirviese para a h o n d a r en el conocim iento d e la cultura vasca y, con ello, desarrollar más el sen tim ien to pa­ trio . Así se pro m u even investigaciones históricas, excavaciones arqueológicas, creación de ikastolas, cultivo d e la música au tó cto na vasca y un sinfín de iniciativas de lo más variadas.

Jagi-Jagi ad o p ta

Es en dicho a m b ie n te en d o n d e d e b e ­ mos a m b ie n ta r la m e n ta lid a d de mece­ n azgo de José Errazti p ara con la cul­ tu ra vasca y del q u e disponem os un exce­ le n te ejem plo en Laudio.

COMPLEJO DE GALMAKA (LAUDIO) La fu e rte represión sufrida por el n acio n alism o vasco ta n to d u ra n te la G uerra Civil (1 9 3 6 -39 ) com o en décadas posteriores, re d u jo a la m ínim a expresión el fu n c io n a m ie n to del PNV -lim ita d o a sus actividades e n la clandestinidad o en el e x ilio - y a la práctica desaparición de la

escisión Jagi-Jagi, d e minorías incluso en sus m om entos más álgidos.

im p o rta n te fe n ó m e n o de crecim iento industrial: Laudio.

A u n q u e haya m an te n id o el nom bre hasta nuestros días, nada te n ía ya que ver ya la empresa JEZ con los antiguos socios Jem ein y Z e n ita g o ia cuando decide en 1952 instalarse en un munici­ pio en el que estaba produciéndose un

Consecuente con sus idearios perso­ nales y a pesar del a m b ien te político hos­ til, el e m p re n d e d o r E rra ztl'ta r Joseba M Irena -así le gustaba escribir su n o m b re acom ete al añ o siguiente a su llegada las obras para crear un barrio para sus em pleados, especialmente eleg an te, en la colina llam ada Galm aka. Será el arquitecto navarro Eugenio de A rraiza el que dirija las obras de varias viviendas unifam iliares de estilo neovasco, las de una pionera ikastola (la implicación de los Errazti con el euskara será tra ta d o en un fu tu ro artículo) y las de la e rm ita de San M igu el Arcángel o, com o la b autizaron sus creadores en un p e rfe c to "e u z k e ra g a r b ija " , " M ik e l G o n g o tz o n D e u n a re n b a s a tx o n u a ".

H A

m

-K i « a , -

-r^

^

La erm ita de San M ig u e l, inaugurada en 1960, fu e por ta n to la culminación del ambicioso proyecto urbanístico prom ovi­ d o por J. M . de Errazti y su fe rv o r naciona­ lista. De hecho, cada detalle, cada m e­ nudencia, está perfectam ente diseñado para cum plir con las exigencias diseñadas de an tem an o . Entre ellas, !a misma advo­ cación: San M ig u el Arcángel, el q ue se considera p atró n de Euskal Herria desde que, según una leyenda m edieval, libe­ rara a Teodosio de Goñi de sus cadenas.

Pero además, en dicha e rm ita se con­ centran o tra serie de elem entos exquisi­ tos com o son las vidrieras con la repre­ sentación iconográfica y nom bres "euskaldunizados" de los doce apóstoles, un coro con varios m otivos tallados en su m adera, una estela de estética vasca en la q u e se van a n o ta n d o los nom bres de la saga de los Errazti, etc. Pero de e n tre to d o ello, destaca la presencia de tres m agníficos m urales de p in tu ra q ue ocu­ pan los dos flancos y el ábside -lu g a r d on d e se ubica el a lt a r - de la e rm ita de G alm aka y q ue fu e ro n pintados p o r el ordiziarra José Sarriegi, uno de los m áxi­ mos exponentes artísticos de la época.

LAS PINTURAS MURALES DE J. SARRIEGI Por m ed io de Trifón d e Etxebarria, ta m b ié n m iem b ro relevante de Jagi-Jagi, el em presario J. M . de Errazti contacta con el p in to r guipuzcoano José Sarriegi allá p o r el 1958 y le adjudica la ejecución d e las pinturas m urales d e la capilla de G alm aka. C om ienza así una o bra clave en la o bra de Sarriegi y en la q ue invertiría tres años de su azarosa vida.

••

FO T O :TX E M I LLAN

El prim ero de los tres m urales que com ponen el co nju nto pictórico se ubica en el ábside, y en él se representa a Jesucristo, en actitud de bendición, ocu­ p ando con sus grandes dimensiones el centro de la composición. A sus lados, aparecen una ferreria p o r un lado y un caserío por el o tro , in te n ta n d o hacer una representación simbólica y casi bucólica d e los ideales q ue para José M a ría de Errazti d ebían co nform ar el carácter vas­ co: la em p re n d e d o ra industria vasca, la p ureza de la vida en el caserío y, cómo no, la religión católica.

El segundo m ural ocupa el flanco sur del te m p lo , fa m ilia rm e n te conocido por sus propietarios com o tx a d o n a , neologis­ m o éste p ro v e n ie n te de e tx e d o n a "casa santa". En él se representa la legendaria historia de San M igu el y Teodosio de Goñi para d a r la n otoriedad m erecida al titu la r del te m p lo así com o, p ro bab le­ m e n te , para In te n ta r a d octrin ar a los vi­ sitantes sobre su condición tradicional de p atró n de Euskal Herria.

Q uizá obsesionado p o r las tendencias artísticas d e colegas c o n te m p o rá n e o s com o p u d ieran ser O teiza, Lekuona, etc. o consecuencia de cualquier o tra razón, la cuestión es q ue este m u ral no es una o b ra esp ecialm en te lo g rad a, y en él parece p a te n te su apuesta p o r fo rz a r los límites de la figuración hasta extremos academicistas, seguram ente angustiado por la necesidad de te n e r q u e au to a firmarse con una obra m aestra en unos años en los q u e ya había recibido sona­ dos reveses. Es más, da la sensación de estar a b a n d o n a d o en un m o m e n to y no finalizad o .

El tercero de los murales, el q ue cubre la pared longitudinal norte de la erm ita es, sin duda, el p un to cu lm in ante de la obra de G alm aka. En él, plasmados en una sobrecogedora pintura de 12 x 4,5 metros, se representan to d os los santos, beatos, mártires, etc. docum entados en la historiografía religiosa de Euskal Herria. Sarriegi no sólo se esmeró en d otar de una estética adecuada a cada una de las tre in ta y nueve figuras para que q ue­ dasen p e rfectam en te identificadas, sino q ue to d o ello supuso la culminación del in te re s a n te tra b a jo de investigación histórica de Errazti, no superado hasta el m o m e n to y q ue p ro b ab lem en te haya p erm itid o salvar del olvido a más de uno de esos personajes religiosos.

El hecho de acom eter ta n investigación histórica, el d e te rrito ria lm e n te a las siete vascas o h e rría ld e s así com o

dificultosa delim itarla provincias el carácter

n o to ria m e n te instructivo de la rep re­ sentación pictórica ela b o ra d a por Sa­ rriegi, nos re m ite a las estrategias p olíti­ co-culturales del g ru p o J a g i-J a g i antes citado y al que, com o hem os anotado, perteneció desde su fu n dació n J. M . de Errazti.

Las im ágenes de los santos q ued an plasmadas a lo largo de un paisaje veg e­ ta l en el que, sin desperdiciar la ocasión, ta m b ié n se representan las diferentes especies de árboles autóctonos de Euskal Herria. Y com o te ló n de fo n d o . Idílicos paisajes de m a r y m ontañas, las fronteras naturales de los vascos.

Nos consta a través de sus descen­ dientes que, con la conjunción d e todos estos co m p o n e n te s , el e m p re n d e d o r em presario q u e d ó p le n a m e n te satisfecho con el resultado ta n to en el p la n o artísti­ co com o en el personal, p orqu e con la culm inación del com plejo de G alm aka

veía saciadas sus necesidades más ínti­ mas: las de los ideales. Unos ideales tan im portantes en su vida q ue hicieron que José M a ría de Errazti, pasase de ser nada m enos q u e el Secretario del B iz k a i B u ru B a tz a r -ó rg a n o m áxim o del PNV en la provincia-, a to m a r p arte en un proyecto d e aventureros q ue se en treg aro n en cuerpo y alm a por conseguir una Euskal H erria mejor.

LA LEYENDA DE TEODOSIO DE GOÑI Los historiadores d ud an e n tre el final de la Edad M e d ia y los comienzos de la Edad M o d e rn a a la hora de d a ta r el ori­ gen d e la leyenda de San M igu el. En cualquier caso, en 1534 ya se hace re fe ­ rencia escrita a la misma.

En ella se dice q ue don Teodosio de Goñi, u n o de los hom bres ricos del país, hub o d e ausentarse d e su palacio para co m b atir en Á frica contra los moros o p ara d e fe n d e r Iruñea d e la coalición e n tre moros y judíos, según las diferentes versiones.

Regresando d e la guerra, se le ap are­ ció el d iab lo disfrazado de e rm ita ñ o y le

dijo q ue su m u je r le estaba siendo infiel.

Encolerizado llegó a palacio y, ciego de ira, equivocó a sus padres con su esposa y supuesto a m a n te , m a tá n d o lo s en su lecho.

Al ver cóm o su esposa venía d e la igle­ sia se percató del error y del parricidio co m etido . A m a rg a m e n te a rre p e n tid o , en penitencia p o r su pecado, peregrinó hasta Roma p ara estar con el mismísimo Papa, el único q u e podía absolverle. Éste le impuso com o prueba de contrición q ue llevase siem pre una gruesa cadena d e hierro a ta d a a la cintura y una cruz a cuestas. Tan sólo cuando la cadena se rompiese q u e d a ría libre del pecado.

V ag an d o p o r el m undo, pasó p o r el m o n te Aralar. A llí fu e sorprendido por un fe ro z d rag ón que surgió d e una cue­ va. A n te el trágico fina! q ue se preveía, d o n Teodosio invocó a San M ig u e l Arcángel, apareciéndosele éste desde el cielo y m a ta n d o el dragón. En aquel m o m e n to se ro m p ieron las cadenas y q u e d ó saldado el pecado. En el mismo lugar m a n d ó Teodosio d e Goñi edificar un te m p lo , San M ig u e l de A ralar, en el q ue aú n hoy se veneran la im agen del arcángel y las cadenas del p e n ite n te .

i

JOSE SARRIEGI, UN GRANDE OLVIDADO Podemos decir q ue la vida fu e injusta con José Sarriegi, el a u to r de las pinturas d e Gal­ m aka. Las desgracias, la m ala suerte en las adjudicaciones de grandes obras e infortunios de to d a ín d o le le aco m p añaron siem pre en su paso por este m undo. Para colmo de males, ningún reconocim iento postum o ha con­ trib u id o , com o otras veces suele suceder, al reconocim iento de su labor. M u y al contrario, aquel que fo rm a ra p arte de la vanguardia de la p intura vasca, aquel al q ue por su ren o m b re confiara Errazti la ejecución de u no de los sueños de su vida ha pasado al más g ran de e injusto de los olvidos y su recuerdo apenas supera las fronteras de su pueblo natal. Sin ir más lejos, su o bra de Laudio es prácticam ente desconocida para los mismos laudioarras.

En 1911 nace en el seno de una fa m i­ lia acom odada de O rdizia José Sarriegi.

U na form ación artística adecuada pronto sacará p artid o a las destrezas para el dibujo ya apuntadas desde su infancia.

Así, en los años previos a la G uerra Civil aparece fo rm a n d o p a rte de un selecto co n ju n to d e artistas vascos -ju n to a O telza, Lekuona, Erauskin, Balenciaga, e tc .- q ue se caracterizan p o r fu n d ir las nuevas vanguardias artísticas europeas con la estética tradicional vasca.

M ilita n te del PNV, el estallido de la g uerra ie obliga a luchar en Eibar, O rd u ­ ña, Bilbao, etc. lleg and o incluso a alcan­ zar el g rad o de te n ie n te . Pero tras la ren­ dición d e Santoña, fu e ju z g a d o allí mis­ m o y condenado a m uerte, una pena q ue nunca llegó a llevarse a cabo. En cual­ q u ie r caso, serán unos años durísimos en su vida y q ue te n d rá n n o ta b le influencia en su obra.

En 1948-49 p in ta el fro n ta l de la escali­ n a ta del consistorio de O rdizia, con la fig u ra d e Fray Andrés d e U rd an eta, una de sus obras más reconocidas. Pos­ te rio rm e n te es seleccionado com o artista p ara participar en el concurso de la basíli­ ca de A ra n tza zu . Es aquí, por ciertos problem as en la adjudicación, cuando ro m p e con su hasta entonces ín tim o a m i­ g o y asesor, Jorge O teiza.

Tras unos años de trabajos artísticos sin excesiva relevancia, aco m ete o tra de sus obras cum bre y q ue es la base de este artíc u lo : la d eco ració n d e ia capilla privada que la fa m ilia Errazti tie n e en Laudio. El m ural en el q ue se rep resen tan a los vascos canonizados por la iglesia es la p a rte a rtística­ m e n te más sobre­ saliente.

1. San Beremundo (Nafarroa) 2. San Virila (Nafarroa) 3. Beato Alfonso de Orozl^o (padres de Bizkaia) 4. San Miguel de Garikoitz (Nafarroa Beherea) 5. Beato Tomás de Zumarraga (Araba) 6. San Prudencio (Araba) 7. Beato Francisco Dardan-Sarría (Nafarroa Befierea) 8. San Maximiliano (Nafarroa)

9. San Vicente (orígenes de Bizkaia) 10.

11.

12.

13.

Nafarroa) 14.

15.

16.

17. Beato Juan de Maiorga (Nafarroa Beherea) 18. Santa M* Micaela de Santísimo Sacramento (madre de Nafarroa) 19. Beata Ana M* de Jesús de Gebara (padre de Nafarroa) 20. Beato Francisco de Arana (Gipuzkoa) 21. San Delfín (Nafarroa) 22. San Fermín (Nafarroa) 23. San Martín de la Ascensión de Agirre (Gipuzkoa) 24. Beato Esteban Tomás de Zudaire (Nafarroa) 25. San Víctor (Araba) 26. San Simón (Nafarroa) 27. Beato Cipriano de Baratze (Nafarroa) 28. San Babil o Babilés (Nafarroa) 29. Beato Pedro Martín (Nafarroa) 30. Beato Vicente de Bernedo (Nafarroa) 31. San ignacio de Loiola (Gipuzkoa) 32. Beato Martín de Ulate (Nafarroa) 33. Beato Valentín de Berrio-Otxoa 34. San Maurondo (Zuberoa) 35. Santa Adalsenda (Zuberoa) 36. San Adabaldo (orígenes en Lapurdi) 37. Santa Rictrudis (Zuberoa) 38. Santa Closinda (Zuberoa) 39. San Amando (Zuberoa)

Siete años después de fin a liza r su o bra en Laudio, en 1967, fallece en O rdízia José Sarriegi. Tres años antes lo había hecho su im pulsor J. M . de Errazti, tra n q u ilo p orqu e estaba convencido de q ue en su cam ino celestial contaría con el a p o y o in co n dicio n al d e M ik e l G o n g o n tz o n D e u n a , el A rcángel San M ig u e l.

Hoy ya nadie de la em presa JEZ sueña con beatas canonizadas ni con paisajes idílicos. Con el a p e llid o "S istem as fe ­ rr o v ia rio s " añ ad id o desde q u e en 1994 se fusionase con el g ru p o industrial austría­ co VAE, su apuesta m ercantil abarca to d o el m u n d o con a b u n d a n te s e x p o rta ­ ciones. Sin em b arg o , siem pre q ued ará p ara la historia u na curiosa o bra d e a rte prom ovida p o r su fu n d a d o r E rra z ti'ta r Jo se b a M ire n a , y p in ta d a p o r José Sarriegi, un par d e soñadores q u e con­ siguieron b ajar el mismísimo cielo hasta la tie rra ■

Konpromezua Gure lurrarekin

.'•s

^^ure esku baitogo gure lurraren etorkizuno, puntako teknobgia natura errespetatzen duen gestio sistema eragir^kor ba­ ten eskura, Hau batta, JEZen helbuFU gairantzitsuenetarikoa, ingururrienarekin konprome­ zua, gure herriarekiko konpromezua. .■•■íV

SISTEMAS FERROVIARIOS w w w .iez.es

7s 7s.

..''.-.í-'.

'''-V'-.'

eusharaz como pez

en el aaua

\o

d

Umeeh errez-errez dauhieberba egin. xuxurlatu, abestu egiezu,. ur ganeho bitso legez ibilteho hizhuntzea ihasiho dobe orín bal arin.

•«

^

► « ^ • '

Laudio

O U O IO K O HARAN N O a L IA R E N UOALA AYUNTAMIENTO O E L Í Ü M V M ie DE LLOOO

Los pequeños lo llenen muy fdcih habíales, susurróles, cóntales... aprenderán fácilmente el idioma que les permitirá desenvolverse en la vida como pez en el agua.

El en OnltM ta t

m

r

\ y / .

ir n

V

Izatez, exvoto izenaz ezagutzen dirá Jaungoiko edo Birjinarengandik hartutako ustezko mesede bat eskertzeko, elizen sabai edo hormetatik eskegí ohi diren zinopariak. Arruntenak, Itsasgízonek utzítako margo edo ontzi-irudiak. Horietako batzuk, Urduñan ditugu.

.j

LA INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICO-MARÍTIMA D u ra n te ia ú ltim a centuria los avan ­ ces en m ateria de investigación a n tro ­ pológica y etn o g ráfic a en el País Vasco se han desarrollado de un m o d o espec­ tacular. Así, nadie considera extrañ o o novedoso la publicación p o r d iferentes investigadores d e trabajos relacionados con la vida, usos y costumbres del á m ­ b ito rural vasco. H istóricam ente, se diría que se ha pasado d e una situación de ex a lta c ió n etn icista d e los p rim ero s tiem pos, a una verd ad era corriente in­ vestigadora asentada en profundas raí­ ces científicas y m e to d o lo g ía de cam po im pecable.

Sin em b a rg o , ta l y com o a p u n tó Julio Caro Baroja, las investigaciones se han desarrollado sobrem anera en el m undo rural y pastoril, p ro b a b le m e n te in flu e n ­ ciadas p o r el nacim ien to del nacionalis­ m o a finales del X IX , m arcando una clara te n d e n c ia a id e n tific a r lo vasco casi exclusivam ente en la im a g in e ría rural. Es­ ta te n d e n c ia ha fa v o re c id o ia recu­ peración d e im po rtantes tradiciones ta n ­ to orales co m o d ocum entales en el a g ro vasco, en d e trim e n to de la im p o rta n te cu ltu ra m a rítim a desarrollada p o r los vascos a lo la rg o de siglos d e relación a m o r-o d io con el mar.

Esta suerte de vivir de espaldas al m ar ha tra íd o co m o consecuencia la desapa­ rición de im po rtantes fu e n te s orales sin antes h a b e r sido recopiladas e investi­ gadas. Así, p o r ejem plo, si realizam os una com paración simplista e n tre la m i­ to lo g ía rural y m a rítim a vascas, nos en­ contram os a n te un inm enso y rico p an ­ te ó n rural y una p ob re o casi inexistente presencia d e elem entos m itológicos m a­ rinos. Un p rim e r análisis concluiría en la prep on d eran cia del a g ro sobre el m a re , y sin em b a rg o , la historia a p u n ta con d ed o acusador a los investigadores q u e hemos d ejad o p e rd e r o relegar al o lv id o un ri­ quísim o p a trim o n io cultural.

A fo rtu n a d a m e n te , esta te n d e n c ia ne­ gativa va siendo e n m e n d a d a con un a p a­ re n te ren acim ien to y recuperación de tradiciones navales, y la p ro liferación en los últim os años de nuevos investigado­ res apoyados por, ta m b ié n nuevos, m u ­ seos y o rg anizacio n es en carg adas de velar p o r el p a trim o n io m a rítim o .

5

EXVOTOS. MUESTRA DE LA RELIGIOSIDAD DEL MARINO VASCO S iguiendo una ten d encia general en el m u n d o occidental y con el decaim ien­ to de las religiones greco-rom anas y el a d v e n im ie n to del cristianismo, el h o m o m a rítim u s vasco busca rellen ar el hueco d ejad o p o r los antiguos dioses, ta n to propios com o im portados, y d a r con­ tin u id a d a la protección p ara su persona, naves y mercancías.

Así, los antiguos dioses tu telares, en especial diosas helenísticas co m o Isis

P elagia, son sustituidos p o r la divinidad fe m e n in a p o r an to no m asia en el m u n do cristiano: la V irg e n M a ría , q u e en el a m ­ b ie n te m a rin o to m a rá el nom bre de S te lla M aris.

Esta ejercerá com o intercesora a n te la d ivinidad superior, es decir, Dios, d a n ­ d o protección a los m arineros en sus tr a ­ vesías. C om o en to d o el m u n d o cristiano, el profesante, a n te un p elig ro o e n fe r­ m ed ad grave, se encom ienda al santo o la virgen de su advocación p ro m e tie n d o o fren d as y penitencias en el caso de ser escuchado y auxiliado. En tie rra firm e los devotos o fre n d a b a n d ife re n te s e le m e n ­ tos (exvotos) com o p ru e b a de a g ra d e ­ cim ien to , siendo los más habituales y cu­ riosos las reproducciones de partes del cuerpo en cera depositadas en santua­ rios e iglesias. Así, una persona aquejada d e artrosis q ue creía h a b e r sido curada p o r la intercesión de un santo o virgen, encargaba una reproducción en cera de

su ex tre m id a d afectada y la ofrecía en prueba de g ra titu d .

O tra v a ria n te no menos p o p u la r era la o fre n d a de aparatos ortopédicos o prótesis, una ve z el e n fe rm o había sido curado.

Pero sin d u d a los más llam ativos y q ue conllevan una m ayor calidad artísti­ ca son los cuadros y pinturas q u e repre­ sentan la im a g e n del m ilagro, ta l y com o sucedió, donados, com o siem pre, en ag rad ecim ien to .

Son m uy num erosos los santuarios y erm itas q ue, incluso en la actualidad, conservan estos exvotos. N o obstante, hoy se ven reducidos, en su m ayo r parte, a un m e ro e le m e n to artístico y o rn a ­ m en tal recuerdo de tiem p os pasados de m ayor religiosidad. Empero, sorprende en con trar to d a v ía tiendas q u e com er­ cializan exvotos de cera con figu ras de niños (partos difíciles), cabezas (e n fe r­ m edades m entales) y un largo e tcétera a disposición d e los fieles.

En el m u n d o m a rítim o q u e nos ocu­ pa, el re fin a m ie n to y la plasticidad artís­ tica en la creación de exvotos se llevan a extrem os q u e ro zan el puro a rte . Los ele­ m entos votivos, fu n d a m e n ta lm e n te sal­ vo excepciones, se dividen en dos tipos: los elem entos pictóricos, com unes a los exvotos de tie rra ; y las m aquetas d e bar­ cos, representación esta ú ltim a de la em barcación a b o rd o de la cual sucedió el m ilag ro o la intercesión divina.

72 AVN(A

Am bos elem entos son contenedores de una in g en te inform ación valiosísima para los investigadores de d iferentes campos. Para la historia naval, p erm iten o b te n e r una representación fid e d ig n a de la construcción naval en d iferentes épocas; p ara la e tn o g ra fía , significa disponer de in fo rm ació n de prim era m an o sobre el m u n d o de las creencias y la religiosidad de los vascos del mar. Sin m enoscabo del aspecto p u ra m e n te artís­ tico.

EXVOTOS TIERRA ADENTRO U na vez destacada la im po rtancia de los elem entos votivos en la com prensión d el m u n d o religioso y naval vasco, sor­ p re n d e en co n trar exvotos en regiones o zonas d e Euskal H erria alejadas o a p a ­ re n te m e n te inconexas con el co ntexto m arítim o .

Así, y centrándonos en el corpus de este p e q u e ñ o tra b a jo , quisiera n e g a r esa supuesta contradicción.

P aralelam en te, una vez las rutas com ­ erciales con Castilla y N avarra se estable­ cen de una m a n e ra p e rm a n e n te , los ne­ gocios de la lana, acero, paños, etc... pa­ san a ser controlados por avezadas fa m i­ lias com erciantes, q u e distribuyen a sus hijos en d ife re n te s puestos, e n tre ellos com o maestres o capitanes d e naos m er­ cantes.

Así ilustres fam ilias de O rd u ñ a y otras poblaciones p o r las q ue atravesaba el C am ino Real d e Castilla, o p ta n por con­ tro la r to d os los aspectos del comercio, incluido a b o rd o de las naves. N o es de extrañar, p o r ta n to la profusión de m ari­ nos "d e tie rra " .

D u ra n te la época d o ra d a de la nave­ gación vasca, q u e co m p re n d e grosso m o d o de los siglos X IV a X IX, los vascos d e to d as las procedencias se han visto abocados a hacerse a la m a r buscando el sustento. En contraposición a la dura vida rural, p lag ad a de estrecheces, tr a ­ b ajo d u ro , y recom pensa alim en ticia m uy lim itad a, m ucho hijos segundones, com o consecuencia del m ayorazgo, o p ­ ta n p o r la vid a en la mar. Esta les ofrece peligros, sí, p ero ta m b ié n a lo ja m ie n to g ra tu ito , cuatro comidas diarias con un a p o rte de carne sólo soñado p o r los q ue se q u ed ab a n en tie rra , y un sueldo ín te ­ g ro q u e gastar en lugares exóticos.

----- '•

Pero la m a r sigue siendo u na dam a cruel, y muchos d e estos hijos d e O rdu ñ a perecen en aguas lejanas a m erced de to rm e n ta s y tem pestades. A quellos que salvan la vida creen firm e m e n te en la intercesión d ivina en su suerte y g e n e ­ ran, com o en localidades costeras, una cultura d e tradiciones y costum bre ín ti­ m a m e n te m arineras.

- ’lu Exvoto de Lendoño

AVNÍ[A

EXVOTOS DE LENDOÑO Y ORDUÑA. DOS MUESTRAS DEL ARTE VOTIVO C om enzan d o por la p rim era locali­ dad, hem os investigado un curioso bar­ co situado en la erm ita de A n d rà M a ri de Poza. Este santuario del siglo X V I a lb er­ ga colgado de su bóveda un p equeño exvoto en fo rm a de m aq u eta d e barco q u e parece h a b e r sufrido d ife re n te s cambios a lo largo de su vida, p ero que sin em b arg o m a n tie n e rasgos originales claram en te definidos. A fa lta de un es­ tu d io más exhaustivo, la m a q u e ta fu e realizada de una m anera m uy tosca, quizás por el p ropio d o n a n te , a golpes de hacha sobre un tronco de m adera

p ara así ta lla r el casco. Parece represen­ ta r un navio de guerra de p equ eñ o p orte, p ro b a b le m e n te una fra g a ta , de una única cubierta y a rtilla d o con cinco cañones en cada b and a. Por las indica­ ciones y tradiciones orales recogidas en la localidad, parece te n e r una a n tig ü e ­ d ad de unos doscientos años. Un análisis p re lim in a r indica, así mismo, q u e las líneas q ue convergen hacia el espejo de p opa corresponderían a las utilizadas en construcción naval d u ra n te la época cer­ cana a la Batalla de Trafalgar. En cual­ q u ie r caso, añadidos posteriores, como los escobenes de las am uras, no son re­ presentativos d e su a n tig ü e d a d .

N o existe n in g un a indicación que presum a la intervención d e esta nave en

AVN lA

75

b atalla alguna, p ero su aspecto y origen m ilita r q u ed a fu e ra de to d a duda.

A ú n con to d o , es m uy posible q ue en la época q ue se depositó este exvoto en la e rm ita de Poza, la fra g a ta hubiese sido u tilizad a para fines civiles. Era m uy fre c u e n te , después de la d e rro ta de Trafalgar, q ue naves m ilitares fuesen vendi­ das a particulares para navegación de cab otaje, quienes aprovechaban el a r­ m a m e n to com o defensa a n te corsarios europeos.

N ada se sabe de las circunstancias q u e o b lig aro n al m a rin o a u to r de este exvo to a re aliza r la o fre n d a , em pero, podem os a firm a r q ue fu e d irig id o a la V irg e n de Poza y por ta n to , presum ible­ m en te, se tr a te d e un vecino de la loca­ lidad, com o así parece indicar la tra d i­ ción oral.

ORDUÑA. DOS EXVOTOS Y UNA HISTORIA A d iferencia del exvoto d e la Ermita de Poza, los barcos conservados en el S antuario de la A n tig u a d e O rd u ñ a o fre ­ cen un re fin a m ie n to y una calidad técn i­ ca en su ejecución re a lm e n te notables. Si bien en el barco de Lendoño adm iram os la frescura y el m é rito de h a b e r sido rea­ lizado por las m anos inexpertas del m ari­ no, con la carga d e e m o tiv id a d q u e esto supone.

C o m enzan d o por la historia personal, no está m uy claro quienes son los au­ tores de am bos barcos. Tan sólo se sabe q ue uno de ellos, sin especificar cual, es a trib u ib le a un m a rin e ro q u e navegaba p o r la costa m e d ite rrá n e a y del n o rte de Á frica. En u na to rm e n ta , un g o lp e de

10. INVOCADA A JESUS DEL CALVARIO POR JAYME VINARDELL ABOR[ VAPOR CORREO YSLA DE S " DOMINGO, H A LLA N D O S E E S T E IN( DIADO EN LOS DIAS ó. Y. 6 DE J U L I O i8tì2

76 AVN[/V

% %

m ar lo lazó al a g u a y al ser rescatado por sus com pañeros, uno de ellos le d ijo q ue había sido a rro p a d o bajo el m a n to d e la V irgen de la A n tig u a . Tal com o reza la tradició n orduñesa, acogerse al m a n to o pasar p o r el m a n to d e la virgen significa p edir su favor, p o r lo q ue el m arin o o fre ­ ció uno de los dos exvotos.

El p rim ero d e ellos, en o rd e n de cali­ d ad técnica, representa un bricbarca de tres palos; trin q u e te y m ayor con velas cuadras y mesana con b otavara y can­

greja. Sus líneas son m uy estilizadas, p ero sin e m b a rg o carece del nivel de d e ta lle y riqueza d e su c o m p a ñ e ro m a ­ yor. C om o e je m p lo sirva q u e las portas d e los cañones están pintadas en el cas­ co del barco, n o tallad as y móviles.

En cuanto al segundo, se tra ta ta m ­ bién d e un bricbarca de tres palos, con las velas cargadas en la vergas. Cabe destacar su m ayo r ta m a ñ o y nivel de d e ta lle . En popa presenta un espejo con filigranas talladas: Todos los elem entos

a b o rd o están ta lla d o s con sum a pre­ cisión, incluidas las portas de los cañones y pasarelas de em b a rq u e , así co m o su arb o lad u ra y jarcias, coronadas p o r ga­ llardetes navales d e Bizkaia.

Y para te rm in a r con sus aspectos téc­ nicos, quizás la zo na del barco más espectacular sea el mascarón d e proa representado p o r un p ez d o ra d o b ajo el m astelero del bauprés.

La d atació n d e am bos exvotos puede situarse a finales del siglo X IX , en una época en q ue los barcos a vela lleg aro n a su m áxim a expresión técnica y de ap ro ­ vech am ien to d e la fu e rza del viento, pero q ue sin em b a rg o , to d a v ía , a fro n ­ ta b a n peligros en ia m a r provenientes de

78 AVN [/V

la codicia h um ana, com o lo atestigua el hecho de q u e am bos barcos dispongan d e portas d e artillería.

Si hem os de hacernos eco de la tra d i­ ción, y situar a estos dos barcos en el n orte de Á frica y el M e d ite rrá n e o , la p i­ ratería berberisca y los conflictos con otras naciones europeas distaban m u ­ cho aún de h ab e r term in a d o .

LA PUNTA DEL ICEBERG Com o conclusión a este breve artícu­ lo, cabe resaltar la im portancia d e la na­ vegación y el com ercio m a rítim o en O rd u ñ a y sus alrededores. En el mismo

Santuario d e la A n tig u a las pilas q u e con­ tie n e n el ag ua b e n d ita están hechas de dos conchas d e tridacnas del Pacífico, traídas desde m ares ta n lejanos y d o ­ nadas a la iglesia p o r alg ú n d e v o to m ari­ no de la localidad.

Al m argen de los exvotos estudiados, sin lu g ar a dudas existirán otros, quizás perdidos y olvidados en el ú ltim o rincón de muchos santuarios e iglesias, espe­ rando desvelar sus secretos y hablarnos de una época ya pasada en la q ue, como a p u n tó Anárcasis seis siglos antes de Cristo, había tres clases de seres hum ano: los vivos, los m uertos y los q ue se hacían a la m a r ■

PACI acoho.Nicolo'. Cobaíía.

C.'"Vi

eso

L i¡5 4 c o s -T o .N E u iii» > .N A U íV ic ia D íc E r s A R C iiA

li

Txarlazoko Amabirgiñaren M

e n d e u r r e n a

1904-2004 Urduña

www.urdunakouderie.org

'Í M

C

e n t e n a r io

de la Virgen del Txarlazo 1904-2004 Orduña

© ' ^ ^ ;zapendHssorikoa a p e iQ íá ^ r ik o a

O l ^ ^ o r i á S l ^ r rica i

U rd u ñ a , B i z k a i k o hiria

O r d u ñ a , la c i u d a d de B iz kaia

1904: Ama Birjinaren iritdi bat eraiki zen Txarlazo menduin, zementu armatila età “Mon 'ier”/utema erab 'du, Eàtatu odoan horrelako ezaugarriak dUtien lehen ìruàietarikoa da. 1904ko urriaren 16an uiaugiiratu zen.

1904: Construcción en cemento armado, utilizando el dinterna “Monier\ de una imagen mariana en el monte “Txarlazo ”, una de obrad p 'ionerad en el Edtado con edad caracterCdticad, inaugurada el 16 de octubre de 1904.

I903ko urriaren 25ean, Je^ultcn Ika^tetxeko ikadle ohiek odatutako batzorde baten ekimenez età PaLacÌM aita età Rufino del Campo, Ant 'iguako kofraàiako kaperaua, biiru zituztela, ekimen horretan uròuharrek, gainerako bizkaitarrek età Aiara età Loda bailaretako auzakoek età lagunek parte hartzea lortu zen età, guztien artean, Bizkaiko itda^argi bihurtiiko zen nwnununtu bat eraiki zuten Salbada mendizerran, auzoko Loda baiiarak utzitako Lirretan, Ama Birjina Sortzez Garbiaren Dogmaren 50. urteurrenean.

Bertatik dei probintzia ikud daitezke età UrBunaren età e<fkualdearen ikono bateratzaile età identifikazio elementu bihurtu da harrezkero hiriko età edkuaÌàeko erlijiodoentzat età mendizaleentzat, azken 100 urte hauetan.

Un 25 de octubre de 1903, a iniciativa de una Junta formada por antiguad alumnod del Colegio de lod Jeduitad, liderada por el padre Palaciod y por D. Rufino del Campo, capellán de la cofradía de La Antigua, de condiguió implicar a orduñeded, redto de vizcaCnod y convecinod del valle de Ayala y de Loda, en la condtrucción de un monumento, faro de Bizkaia, en lo alto de Sierra Salvada, en terreno cedido por la vecina Loda, coincidiendo con el 50 aniverdario del Dogma de La Inmaculada Concepción, dedde el que de divLian deid provinciod y que de ha convertido en icono unificador e identificador de Orduña y de una comarca, dundo referente tanto religiodo como montañero de edta ciudcid y du valle en edtod 100 añod de vida.

ZORIONAK!

¡ZORIONAK!

c ß

'

arlazoko Amabirgiñaren Mendeurrena 1904ko URRIAK 16-2004ko URRIAK 16 OROI TZAPENEZKO

KULTUR EKITALD IAK

• IRAILAREN 16TIK URRIAREN 16RA; E ra k u s k e ta h is to r ik o - a r tis tik o a ; Topaketarako monumentua, Kultura Etxean.

EKI TALDI AK ' URRIAK 24: K o m e te n ja ía ld ia , Lau-Haizetara elkartearekin.

- Goizez: Txarlazon.

• Arratsaldez: Urduñan.

MENDEU R R EN EKO OSPAKIZUNEN ASTEA

• URRIAREN lOetik URRIAREN 17ra: E ra k u s k e ta fila te lik o a . Antiguako Ama Birjinaren Ikastetxean.

• H itz a ld ie n z ik lo a , 19.30ean Kultura Etxean: IRAILAK 16: " M o n u m e n tu a , e r a ik u n tz a re n ir a u ltz a " . Joaquín Cárcamo jauna, EAEko eta Nafarroako Arkitektoen Elkargokoa.

- IRAILAK 21 “ O rd u n ia . lim e s e s t" . Marisa Bergón Guaresti.

- IRAILAK 23: " A n tig u a k o A m a B irg iñ a re n Iru d ia , b e re S a n tu te g ia ” . José Iturrate, Murgiako parrokia.

- IRAILAK 30: " A n tig u a k o k o fr a d ia , E rdi A r o k o e r a k u n d e a " . José Ignacio Salazar, Portugaleteko Udala.

- URRL^K 7 " A n d r e M a ria re n ir u d ia k , E uskal H e rr ik o a lt x o r " . Alberto Gónzalez de Langarica, San Bizente parrokia, Gasteiz.

- URRIAK 14: "E u s k a l H e rrik o g a ilu rre ta k o e rm ita k e ta m o n u m e n tu a k " . Jon Ander Bengoetxea, Juventus de Bilbao mendi elkartea.

M U S IK A E KITALD IAK

• URRIAK 2 E s k u a ld e k o a b e s b a tz e n to p a k e ta , 18.30ean Antiguako Santutegian.

• URRIAK 9: K o n tz e rtu S antu a, Urduñako musika taldeen eskutik, 20.30ean Familia Sakratuaren Elizan.

• URRIAK 17' S a n ta Z e z ilia B a n d a re n k o n tz e rtu a , 13.30ean Foru Plazan.

K IR O L EKITA LD IA K

• URRIAK 3: K ro s s h e r r ik o ia R uzab aI, Urduñako mendizerratik.

• URRIAK 17 Ib ila ld i n e u r tu a Salbada mendizerran.

BESTE L A K O A K

• URRIAK 8, 9 età 10: Ib a ie n e k o s is te m a ri b u ru z k o ja rd u n a ld ia k .

- Urriak 8: "E rre k a M a ri, t x o t x o n g ilo d id a k tik o a k , IS.OOetan, Ludotekan.

- Urriak 9 età 10: " Ib a ia k a z te rtz e n , e r a k u s k e ta - Urriak 10: "E rre k a E g u n a ".

■URRIAK 11 : H a u rre n e g u n a , 17.00etatik 20.00etara Foru Plazan.

- Monumentuari buruzko lantegiak.

• Kalejirak eta kaleko saioak.

• Haurrentzako ikuskizunak.

URRÍAK 12: - H e g a z ti h a rra p a rie n e ra k u s k e ta , 11 .OOetatik 14.00etara, Foru Plazan.

- A r k u t ír o k o e ra k u s k e ta , 12.00etatik 14.00etara, Amurrioko arku tiroko taldea.

- H e rri k iro la k , IS.OOetatik 20.00etara, Foru Mazan.

URRIAK 13 S a lb a d a M e n d iz e r r a r i b u ru z k o d ia p o ra m a , Cristóbal Burgos, 19,30ean Kultura Etxean.

- "Salbada mendizerra, monumentuaren sehaska".

- "Salbada mendizerra, espezie mikologikoak".

URRIAK 14: "E u s k a l H e rr ik o g a ilu r r e ta k o e r m ita k e ta m o n u m e n tu a k " . 19.30ean, Kultura Etxean.

URRIAK 15: "H im a la ia ra . s h e rp e n h e rria ld e ra " , Julen Reketa, 19.30ean Kultura Etxean.

U R R IAK 16: M EN D EURRENAREN EG U N A M o n u m e n tu a n :

- 9.00: Foru Plazan bildu ondoren monumentura igoera.

• 11.00' M e z a S a n tu a e ta lo re e s k a in tz a .

-12.00: Aurreskua eta txistularien emanaldia. * 13.00: Hirirajaitsiera.

F o ru P lazan:

-11.30: A r tz a in e n jo la s a k .

-12.00: T x a ra n g a .

-17.00: D a n tz a ja ía ld ia , "Arantzarte, dantza taldea”, de Arratia.

-18.30: B ilb o k o S an A n to n O rfe o ia re n k o n tz e rtu a , Familia Sakratuaren elizan.

- 21.30: K e p a J u n k e ra re n k o n tz e rtu a .

-23.00: Su fe s ta k .

K o n ta k ta tz e k o te t e fc n o a k . K u ltu r a E tx e a 9 4 5 3 8 4S 61 • A te z a b a l 6 1 6 5 7 41 32

.

entenario de la Virgen del Txarlazo

Il

16 OCTUBRE 1904-16 OCTUBRE 2004 ACTOS C O N M E M O R A T I V O S ACTOS CULTURALES

• 16 SEPTIEMBRE-16 OCTUBRE. E x p o s ic ió n h ís tó ric o a rtís tic a ; "Monumento para el encuentro", Kultura Etxea.

• 24 OCTUBRE: F e s tiv a l d e co m e ta s , con "LauHaizetara".

- Por la mañana: En el Txarlazo.

- Por la tarde: En Orduña.

S E M A N A DEL CENTENARIO

• 10 OCTUBRE-17 OCTUBRE: E x p o s ic ió n fila té lic a .

Colegio Nuestra Sra. De La Antigua.

• C iclo d e c o n fe re n c ia s , 19.30 en Kultura Etxea:

-1 6 SEPTIEMBRE: " M o n u m e n to , re v o lu c ió n e n la c o n s tru c d ó n * . 0. Joaquín Cárcamo, ilustre Colegio de arquitectos vasco-navarro.

- 21 SEPTIEMBRE: "O rd u n ia , lim e s e s t". Dña. Marisa Bergón Guaresti.

- 23 SEPTIEMBRE: "Im a g e n d e N u e s tra S ra. De La A n tig u a , su S a n tu a rio *. D. José Iturrate, parroquia de Murgia.

- 30 SEPTIEMBRE: “ La c o fra d ía d e U A n tig u a , in s titu c ió n m e d ie v a l". D. José Ignacio Salazar, Ayuntamiento de Portugalete.

- 7 OCTUBRE * A n d r a M a ris , u n te s o r o e n Euskal H e rria '. D. Alberto Gónzalez de Langaríca, parroquia de San Vicente, Vitoria-Gasteiz.

-1 4 OCTUBRE "E rm ita s y m o n u m e n to s e n las d m a s d e Euskal H e rria ” . D. Jon Ander Bengoetxea, club montaña Juventus de Bilbao.

ACTOS MUSICALES

• 2 OCTUBRE C o n c e n tra c ió n c o ra l co m a rc a l, 18.30 en Santuario de La Antigua.

• 9 OCTUBRE: C o n c ie rto sacro, grupos musicales orduñeses, 20.30 en Iglesia Sagrada Familia.

• 17 OCTUBRE C o n c ie rto B a n d a S a n ta C ecilia, 13.30 Foru Plaza.

A C TO S DEPORTIVOS

• 3 OCTUBRE C ross r u r a l p o p u la r Ruzabal Sierra de Orduña.

• 17 OCTUBRE: M a rc h a re g u la d a por Sierra Salvada.

OTROS

• 8, 9 y 10 OCTUBRE Jorreadas e n t o r n o a l e c o s is te m a flu v ia l.

• 8 octubre: "E rre k a M a r i" , m a rio n e ta s d id á c tic a s , 18.00, Ludoteca.

• 9-10 octubre: " Ib a ia k a z te rtz e n , e x p o s ic ió n ".

-10 Octubre: "E rre k a E g u n a ".

• 11 OCTUBRE' J o rn a d a in fa n til, de 17.00 a 20.00 en Foru Plaza.

• Talleres alusivos al monumento.

- Animación callejera.

• Espectáculo infantil.

• 12 OCTUBRE: • E x h ib ic ió n d e a ve s ra paces, 11.00 a 14.00, Foru Plaza.

• E x h ib ic ió n d e t i r o a l a rco , 12.00 a 14.00, Club tiro al arco de Amurrio.

- D e p o rte ru ra l, 18.00 a 20.00, Foru Plaza.

• 13 OCTUBRE D ia p o ra m a s S ie rra S a lv a d a . Cristóbal Burgos, 19.30 Kultura Etxea.

- “ Sierra Salvada, cuna del monumento".

- "Sierra Salvada, especies micológicas“ .

• 14 OCTUBRE: "E rm ita s y m o n u m e n to s e n la s cim a s d e E uskal H e rr ia ", 19.30, Kultura Etxea.

• 15 OCTUBRE: "A l H im a la y a , e l país d e lo s s h e rp a s ", Julen Reketa, 19.30 en la Kultura Etxea.

16 OCTUBRE: D IA DEL CENTENARIO En e l m o n u m e n to :

- 9.00. Concentración en Foru Plaza y ascensión hacia el monumento.

-11.00: S o le m n e M is a y O fr e n d a fio r a i.

• 12.00: Aurresku de honor, amenización txístulariak.

-13.00 Descenso a la dudad.

En F o ru Plaza:

-11.30: J u e g o s d e p a s to re s .

-12.00 A n im a c ió n T x a ra n g a .

• 17.00: F e s tiv a l d e d a n z a s , "Arantzarte, dantza taldea", de Arratia.

• 18.30 C o n d e ito , " O r fe ó n San A n t ó n " d e B ilb ao, Iglesia de La Sagrada Familia.

- 21.30 K e p a J u n k e ra , e n c o r K ie r to .

23.00: E s p e c tá c u lo p iro té c n ic o .

T e lé fo n o s d e c o n ta c to . K u ltu r a E tx e a 9 4 5 3 8 4 8 61 - A te z a b a l 6 1 6 5 7 41 32

CxAkoU ■a L t. fc fc rr.^ i*x n él^oiztuuko, c6itfiA. (JOoòvC^mòtzicniÌcAiìiegitcn í>íígu kArnvAnt,

€t cs XAfnCmt. «Uwigc* con cncAttto i)c AUAMKO CXAKOCmA.

G a ra je Yos Iritxusi. 1 • Tel. 945 890 334 • 01470 Amurrio

1

9 7.9. t-lm islà n d e C O , (g /k m ): d e 159 1190.

( il m a t> un n: c o n s u m o m m lk) (I/IOO km ): d e S . i

www.garo|«yas.com

n nuew ai ara un^ej rvicio

Nuevos con y lo que tu H A R P ID E T Z A K / S u s c rip c io n e s AVNIA aldizkariaren hatpidedun izan nahi baduzu edo norbaiti oparitu nahi badiozu hauexek dirá jakin beharrekoak: LAU aldizkari dirá HAMAR euroren truke, bidaiketa gastuak barne. Atzerrian eskuratu nahi izanez gero, bere kostua, HAMAZAZPi eurokoa izango da, bidaiketa gastuak handiagoak direlako.

Sar ezazu, zure izenpean, behar duzun diru-kopurua (10 € ohikoaeta17€ atzen-ikoa) hauetako kontu batean: CAJA LABORAL 3035 0245 11 2451006516 BBK 2095 0569 10 9104488715 CAJA RURAL 3084 0053 77 6300022351 VTTAL KUTXA 2097 0221 57 0104528590 Deitu iezaguzu telefonoz {945 891 97$), e-posta bat {etxean@aunia.org) edo gutun bat {Torrea, 16 01408 LUIAONDO) bidali adieraziz: * Aldizkaria hartu nahi duzun helbidea * Zein da hatpidetzaren bidez eskuratu nahi duzun lehenengo alea * Zure banku'kontuaren hogei zenbakiak, egoki baderitzozu, hurrengo ordainketak bideratzeko. * Zure telefonea edo emposta (balizko arazoak konpontzeko).

Si quieres suscribirte a la revista AVNIA o deseas hacer un regalo diferente, lee con atención los siguientes puntos: Son CUATRO números por DIEZ euros, gastos de envío incluidos. Si lo quisieras en el extranjero su precio sería de DIECISIETE euros, ya que se encarecen los envíos.

Ingresa con tu nombre y en una de las siguientes cuentas bancarias la cantidad correspondiente (10 € normal o 17 € extranjero): CAJA LABORAL 3035 0245 11 2451006516 BBK 2095 0569 10 9104488715 3084 0053 77 6300022351 CAJA RURAL CAJA VITAL 2097 0221 57 0104528590 Llámanos por teléfono {945 891 976), envíanos un e-mail {eUean@aunia.org) o una carta {Torrea, 16 01408 LUIAONDO) indicándonos; • La dirección en la que deseas recibir la revista.

• A partir de qué número deseas recibirla por suscripción.

• Si quisieras, los veinte dígitos de tu cuenta bancaria para tramitar siguientes cobros.

• Tu teléfono o e-mail (para solucionar posibles problemas).

Baireiiadores, golpeadores de tieiTa dura Meategietako langile-taldeen artean sortu zen harri gehien zeinek zulatuko zuen erronka bitxia. Galduta zegoela, hartutako lekukotasun batzuen bitartez, berriro heldu da gure artera kirol hau disfrutatzeko aukera.

\ %

TEXTOS; Hugo Larrazabal FOTOS: J. JesĂşs Sanz

E l p o l v o d e p ie d r a d e ja u n r e s to a r e n o s o e n la p ie l.

H o m b re s m d o s , m a g n í f ic o s g o lp e a d o r e s d e tie r r a d u ra .

La expresión del p oeta expresa y da fe de un d e p o rte n ob le a u n q u e el ba> rrenador. en si, no fuese sino un tra b a ­ ja d o r d e la m o n ta ñ a , un s u frid o m inero más. Su tra b a jo consistía en g olp ear la roca y p e rfo ra rla con una b a rre n a , en ir haciendo un a g u jero d o n d e posterior­ m e n te se in troducían los cartuchos de d in a m ita . D e esta fo rm a , ro m p ían o ag ran d a b a n la m ina para la extracción dei m ineral.

Pero vayam o s hacia el pasado. Si pa­ seamos p o r los m ontes d e Triano, O rtu e lla y Ga-

Harta, a m p liá n d o lo a to d a la zo na de En­ cartaciones, p u e d e sentirse en to d o este te rrito rio la presencia del hierro: p e q u e ­ ñas y grandes piedras d e m ineral, así com o el sabor d e las aguas d e sus m a ­ n antiales nos recuerdan un pasado de esplendor in d u strial, q ue tra n s fo rm ó to ­ d a Bizkaia a p a rtir de m ediados del siglo XIX. En aquellos tie m p o s los trabajado res d e las minas su frían una situación p e n o ­ sa, alojados en lúgubres barracones en los q ue, incluso, h ab ían de a ltern arse en el uso d e la cam a y a q u e m ientras un m i­ n ero tra b a ja b a , e l o tro d o rm ía. Tampoco estaba p e rm itid o salir del cam p a m e n to a p a rtir de las n u e v e d e la noche e inclu­ so estaban o blig ad o s a com er en can ti­ nas instaladas p o r unos patronos que, p ara e v ita r q u e se les fuese de ias m a ­ nos la más m ín im a can tid ad d e dinero, p a g a b a n los sueldos

Las pruebas de los desdicha­ dos trabajado res cori vales de la tó n can­ jeables en sus cantinas, tiendas, etc. en vez de con d in e ro co n ta n te y so­ n ante.

Así de cruda era la vida diaria dei m inero: sudor, esfu erzo y p ob reza. Pero, d e e n tre to d o el colectivo, siem pre hay trabajado res q ue viven m e jo r q u e otros y éste era el caso del barrenador. Éste vivía b astan te m ejor q u e el resto de los m ineros y si era buen golpeador, sus condiciones de vida m ejo ra b a n n otable­ m e n te. En efecto, el ritm o de tra b a jo y el esfu erzo q u e se requería p ara u tiliza r la barrena, le o to rg ab a ciertos privilegios, ya q ue era im posible tra b a ja r la to ta li­ dad d e la larga jo rn a d a laboral, que ro n dab a las diez horas diarias. Por ello, su h orario d e tra b a jo era sensiblem ente in fe rio r al d e sus com pañeros.

La p o b re z a y e l m a le s ta r d e la población m inera era el caldo d e cultivo p erfecto p ara q u e , p rin c ip a lm e n te en las cantinas y en las plazas d e los barrios m ineros, se a zu za ra n y cruzaran apues­ tas e n tre las d ife re n te s cuadrillas d e ba­ rrenadores. Así, lo q ue en un principio ta n sólo buscaba un m o m e n to d e desa­ hog o , p ro n to se co n virtió en un acon­ te c im ie n to en el q u e a flo ra b a n las e te r­ nas rivalidades e n tre cuadrillas, muchas veces au m e n ta d a s p o r la d is tin ta proce­ dencia re g io n a l d e sus trab ajad o res; co m en zó a m o verse el latón del m inero, p rim ero , y el d in e ro de los p o te n ta d o s después. En efe c to , esta a ctivid ad rigu­ rosam ente celebrada fu e ra del h o ra rio laboral, co m en zó a a tra e r la aten ció n de los patronos, q uien es en segu ida e n tra ­ ron a fo rm a r p a rte de la espiral de e n ­ vites, lleg an d o incluso a p ro m o cio n ar

A

A

7

>

»

51 E 0

\

sus cuadrillas fre n te a las d e otras em presas y m unicipios. Se dice q u e en aq uello s tie m p o s la barrena m o v ía m ucho d in e ro e Incluso más de alg ú n caserío lleg ó a cam b ia r de m an o p o r a lg u n a d e s a fo rtu n a d a apuesta.

Ortuetia: ayer y hoy de tas pruebas de barrenadores.

viy

O rtu e lla fu e sin d u d a un p u n to neurálgico d e n tro d e estas pruebas. La com petición más a n tig u a d e la q ue se tie n e constancia fu e en 1893 y la más reciente, en boca d e personas q u e lo recordaban, en 1917. Tras 81 años de o lv id o , en 1998, es ta m b ié n e n O rtu ella d o n d e se recupera aq u e lla la b o r del tra ­ b ajo en las m inas, tra s fo rm a d a h oy en p ru e b a d e p o rtiv a de c o m p e tic ió n y exhibición. Para 1999 ya se llevaro n a

cabo seis p ru ebas de b arren ad ores y a p a rtir d e entonces, se p otencia hasta q u e en el 2 0 0 4 se crea incluso u n a liguiila estable en la zo n a del G ran Bilbao.

A dem ás d e las h abituales e x h ib i­ ciones, está ia lig uilla con pruebas que se celebran d u ra n te las fiestas p a tro ­ nales d e los d istin to s pueblos d e la zona m inera y Bilbao. A p a rtir de éste añ o. las d ife re n te s exhibiciones ta m b ié n serán ten id as en cu en ta, p u n tu a n d o en el c ó m p u to fin a l d e ia liguilla.

Las manos se deslizan sobre la barra húmeda del stfdor.

El aguador increpa al barrenador.

Este aprieta las'tmnos, se agarrotan, sefimden con el acero.

Los cam peonatos y exhibiciones de barrenadores consisten básicam ente en realizar el m a yo r n ú m e ro d e agujeros posibles en un tie m p o de m ed ia hora. La p ro fu n d id a d del orificio se especifica de an te m a n o au n q u e n o rm a lm e n te suele ser de d iez centím etros. Será un ju e z ayu d ad o de un m e d id o r quien com ­ p ru eb e si se ha conseguido la p ro fu n d i­ dad exig id a. C uando la perforación se da p o r v á lid a, se introduce en ella un tro z o de p a p el d e periódico como te s ti­ g o de su a p titu d .

Los equipos se c o m p on en de varias personas, p u d ien d o ser d e n ueve, diez, doce... Pero e n la p ru eba en sí, ta n sólo actúan s im u ltá n e a m e n te cinco m ie m ­ bros; tres b a rre n a d o re s , el b o tille ro en carg ado de in trod u cir a g u a en el a g u ­ je ro p ara e n fria r la b arren a y desalojar el p o lvo y o tro m iem b ro del eq u ip o q ue actuará d e ju e z con los otros equipos.

A l ig u al q ue sucede con cualquier o tra m o d a lid a d d e p o rtiv a , la p rep ara­ ción de ios barrenadores actuales se asienta en unos e n tre n a m ie n to s especí­ ficos co nsisten tes en ejercicios con pesas, aeróbicos.

92 AVNIA

etc. Pero, p rin cipalm en te, se e n tre n a n con las piedras, haciendo m uñecas y bus­ cando la p ostura ergonòm ica q u e p e rm i­ ta ai d ep o rtista ap ro vechar la m a y o r can­ tid a d de e n e rg ía en cada g o lp e y d e p u ­ rar hasta la perfección su p u n tería.

Tam bién apreciarem os en las com ­ peticiones cóm o en algunos equipos, ca­ d a b a rre n a d o r se especializa en un tip o d e g olp e o acción. Así, m ientras unos exclu sivam en te abren agujeros, otros se lim itan a p ro fu n d izarlo s. En resum idas cuentas, cada e q u ip o desarrolla su estra­ te g ia y es la experiencia acu m u lad a en las com peticiones la q ue m arca el m odo d e actuar de las d ife re n te s cuadrillas.

Pero a q u í n o existen ni e n tre n a m ie n ­ to s ni tácticas m ilagrosas q u e a lig e re n la d u reza del b arren o . Ya a p a rtir del tercer orificio, el e s fu e rzo se d eja v e r en el ros­ tr o del a n g u s tia d o d epo rtista. Ei a g u a y el polvo se encarg an m o strar u n aspecto más dantesco si cabe del espectáculo, e m b a rran d o la cara del aguador. En el caso del b a rren ad or, p o r et co ntrario, será el a b u n d a n te s u do r

í

a.

W

/

' (? }

l

yT

' 1 ' ------------p ro v o ­

cado p o r el re p e n tin o e in te n s o esfu erzo el q u e desfigure su rostro.

La barrena Es esta la única h e rra m ie n ta de la q ue se va le el depo rtista para hacer fre n te a la d u reza de la roca. Consiste en una barra d e acero cuya lo n g itu d suele variar pero con un peso ap ro x im a d o de 12 kilogram os. U no d e sus dos extrem os presenta fo rm a de quilla y valiéndose d e la m ism a y de la h abilid ad del golpe d e riñón y del buen ju e g o d e m uñeca, el b arren ad or irá haciendo el ag u jero en la roca caliza, n o rm a lm e n te e x tra íd a d e las cercanas canteras de Encartaciones.

V isitan do el M u seo M in e ro de G a­ llarla, se pued en ver en tre los restos de m aq u in aria y utensilios p ara la extrac­ ción de m ineral, asi com o el tip o de p iedra q u e em p lea n para su e n tre n a ­

m iento los barrenadores d e la zo n a . N o deja d e ser im presio n ante el v e r rocas de m ed ia to n e la d a p artidas o agujereadas co m o si d e q uesos d e g ru y e re se tratasen .

C om o co lo fó n direm os q u e , en sí, la com petición es un espectáculo en el que básicam ente se conjugan ia fu e rz a y la resistencia. El v e r cóm o se tu rn a n su­ b ie n d o y b ajan d o d e la p ied ra, a d v e rtir cóm o cam bian d e a g u je ro según el ba­ rre n a d o r q u e suba u o ir los sonidos g u ­ tu ra le s d e éstos aco m p añad o s p o r el m a rtilla r d e la barren a, no d eja d e ser al­ g o sobrecogedor. H om bres con las m i­ radas puestas en ia roca y descargando to d a la tensión d e sus músculos en cada c ertero g o lp e . V er las caras del e q uip o g a n a d o r asi com o la del a c e rtan te d e la apuesta: con un b o le to , con un euro, consigue llevarse la recaudación to ta l.

Com o vem os, se sigue m a n te n ie n d o ia pasión de la ap uesta, a u n q u e sóio sea p ara recordar el pasado...

.'W N fíA

93

HISTORIAEZAGUTU, CONOCERLA HISTORIA, ETORKIZUNA PRESTATU PROYECTAR EL FUTURO

m

" h í

Iruña Okako Aztarnategi Arkeologiko Erromatarra Yacimiento ArqueolóiJ¡ico Romano de Iruña de Oca BISITA ORDUAK: U niaren 16tik apirílaren 30era: Asteartetik larunbatera lltOOetatik 15:00etara.

Igande eta jaiegunetan 10:00etatik 14:00etara.

Astelehenetan itxita.

Maiatzaren letik urriaren ISera: Asteartetik ostiralera lliOOetatik 14:00etara. eta 16:00etatik 20:00etara.

Larunbatetan ll:OOetatik 15:00etara. [gande eta jaiegunetan 10:00etatik 14;00etara.

Astelehenetan itxita.

HORARIOS DE VISITA: Del 16 de octubre al 30 de abril: Martes a sábado, de 11:00 h. a 15:00 h.

Domingos y festivos, de 10:00 h a 14:00 h.

Lunes, cerrado.

Del 1 de mayo al 15 de octubre: Martes a viernes, de 11:00 h. a 14:00 h. y de 16:00 h. a 20:00 h.

Sábados, de 11:00 h. a 15:00 h.

Domingos y festivos, de 10:00 h. a 14:00 h.

Lunes, cerrado.

945 18 19 18 652 720 947 -

doan

herria

E U S K O J A U R IA R IT Z A

un país en m archa G O B IE R N O

VASCO

v

m

.

ELKARLAN U ftP

asesores Los Fueros, 2 - 01470 AMURRIO - Araba Tfns.; 945 39 33 51 - 945 89 15 96 - Fax: 945 39 33 62 www.etkarlan.com Lamuza, 12 • 01400 LAUDIO • Araba Tfno.; 94 672 21 37- 94 672 74 28 - Fax:94 672 21 37

^íMCmoA if ^teó>t«eió»UA

A ÍiV L A S tü id .

Aiala kalea. n.° 3 01470 AMURRIO Alava

Tfno. y Fax: 945 89 09 36 Tfno. m óvil: 609 55 45 50

r .

_ W P _

cainak 23: Errom eii^U^lfn?)ziálak €kainirfr2é: 'GorzeafTíGortídak<y Paxke. jjjere .jzefcá>tá n< erakusket». iSiOOétím OpozkQj50^At>esbátZ3 emapáfdla fipntoia; i^ean: 0ÍS\XHÍ

O R b Z Ite fe L M U S E Q A

•I

EÓIÁ:^

,

.

ituralanefT7./ ukiufin /

eta/tóktí«t3n } ) u e ^ í^w^bes; 10:00 -

. ■, Z^^ue^n/shj^c^^ílOsQO - 14:00/17,*0p - 19KX) ^ffltéka i ú j ' .......

a

t

e ^

a n - \^ ÍX f sl^í-híttartyak'/

VQsÍMsroritérta^ry' '

.9 ^ ^ 8 2 3 '

AjgftHtJjak/jhtoiTju^mJ í^ x jtti^ iw a U .c o m , ' Zubiaur pl¡

Duela gutxi berreraiki eta herritarrentzat ireki berri da Bizkaian dagoen burdinola garrantzitsuenetakoa: El Pobal. ErabilĂ­tako azkenetakoa izan zen eta, aurri egoeran zegoela, ondo bideratutako zaharberritze lanek gureganatu digute bere egoerarik onenean erakusteko.

« !

f. r

TEXTO:

Mari Jose Torrecilla

)TOS: Diputación Forai de Bizkaia

J m

if

^

\i

Estamos d e en h o rab u en a; un p ro ­ yecto de divulgación p a trim o n ia l lar­ g a m e n te esperado ha visto la luz hace poco tie m p o . Con la inauguración del enclave fe rro -m o lin e ro de El Pobal, en M uskiz (B izkaia), el leg ad o p atrim o nial de las ferrerías vizcaínas cuenta desde ah o ra con un re fe re n te in te rp re ta tiv o al q u e p o d e r acercarnos para conocer ese pasado centenario.

UN POCO DE HISTORIA La fe rre ria de El Pobal la construye­ ron a principios del siglo XVI los Salazar de M u ñ ato nes, en sustitución de o tra q ue te n ía n aguas ab a jo en El V ado . Este im p o rta n te lin aje e n c a rta d o e x p lo tó desde época b ien te m p ra n a los b e n e fi­ cios de la extracción, transform ació n y com ercialización del h ierro, y llegaron a poseer hasta seis ferrerías más en la co­ m arca. Sin em b arg o , El Pobal no siem ­

pre estuvo en sus manos. D u ra n te buena p a rte del siglo XVI la fe rre ría pasó a los mercedarios del C onvento de Burceña, en B a ra k a ld o , d e cuya iglesia eran patronos los Salazar y a quienes cedieron los derechos d e explotación en v irtu d de una donación o to rg a d a p o r Ochoa de Salazar. Pero com o los m onjes se vieron desbordados p o r la adm inistración del ingenio, d e b id o a las costosas y p erió d i­ cas rep aracion es q u e e x ig ía , p re te n ­ diero n v en derla. La sucesora del linaje original, Á n g e la de Velasco, la re-com ­ pró a cré d ito en 1619. La h e re d a ría más ta rd e su n ie to , Juan Francisco d e Salazar y O ta ñ e z, q u ie n p o r dificultades econó­ micas p e rd ió su p ro p ied ad en subasta pública en 1692. La a d q u irió su cuñado.

Simón d e Horcasitas y A vellan ed a, y su viuda la v e n d e ría a Simón de la Q u ad ra y M e d ra n o .

La fa m ilia de La C uadra desde 1739 ostenta el títu lo de M arqueses de V i­ narias, y co nvirtió El Pobal en p a rte in te ­ g ra n te d e su m ayo razg o , u n o d e los pa­ trim onios fam iliares más notables, ex­ tensos e in flu yentes del Señorío de V iz­ caya. M a n tu v ie ro n la p ro p ie d a d en acti­ vo a través d e sus adm inistradores o m a­ yordom os b a jo la fó rm u la d e arriendo.

La ú ltim a fa m ilia a rre n d a ta ria , los Pérez Ib arron d o , c o m p ró a los V illanas el con­ ju n to d e El Pobal en 1942, quienes la siguieron e x p lo ta n d o co m o fra g u a y ta lle r hasta los años 60 del siglo X X . En 1990 pasó a manos de la D ip utació n Foral d e B izkaia, que dio co m ien zo a las prim eras obras de reh ab ilitació n.

Una vida activa ta n larga, ha tra íd o com o consecuencia una larga lista de elem entos y vestigios en el enclave. Así, de la fe rre ría o rig inal se h an localizado pocos restos: p a rte de un h o rn o anterior, los cim ientos del m u ro q u e lim ita b a el ta lle r o rig in a l y un p o rtillo estrecho y a p u n ta d o q u e en la a ctu alid ad fla n q u e a la p u e rta de ingreso. Al lado d e la fe ­ rrería se construyó más ta rd e el m olino,

jt ft ^

P% , -

31

t - i ^ ¡Í* ^ A

adosado al canal y en condición de sub­ sidiarlo: es decir, ei a g u a p rio rita ria ­ m e n te se destinaba a la lab ran za del hie­ rro y, cu and o había escasez, ei m olino era el p rim ero q ue d ebía cesar su activi­ dad.

Ju n to al ingenio los p ro pietario s e d i­ ficaro n su residencia, un p alacete ta rd o gótico, inspirado en las an tig u as torres banderizas. P osteriorm ente se em b u tió en u na o b ra de m ayores dimensiones, un caserío q u e venía a a u m e n ta r la ca­ pacidad residencial y de alm acenaje del in m u eb le y cuya función era d a r cobijo a los arren d ata rio s de tierras de labor, m o­ lino y /o fe rre ria.

A fines del siglo X VII la fe rre ria asis­ tió a un fu e rte proceso d e renovación, que al parecer afectó no sólo al edificio y a su disposición In terna, sino ta m b ié n a la o b ra hidráulica y en especial a la a n ­ te p a ra q u e se re fo rz ó c o n v e n ie n te ­ m e n te adosándole p o te n te s machones a m o d o d e co ntrafu ertes p ara d arle m ayor solidez.

ción m etálica o fra g u a m ecanizada, q ue es com o sería conocido en activo hasta m ediados del siglo XX.

A lo largo del siglo X V III y en especial d u ra n te el X IX y p arte d e l X X El Pobal fu e c am b ia n d o p ro gresivam en te de as­ pecto, con la adición de nuevos espacios y la supresión d e otros. A dem ás pasó de producir h ierro a p a rtir del m ineral a convertirse en un ta lle r d e tra n s fo rm a ­

La finca q u e hoy fo rm a p a rte del co nju nto d e El Pobal es sólo u na p a rte de las tierras q u e dispuso en su época de m ayor esplendor. Así, las explanadas q ue se abren d e la n te d e la fe rre ria eran u ti­ lizadas p ara alm a c e n a r m ineral, m acha­ carlo y calcinarlo. Las tierras anejas a la

■■ r^ >••

1 vHÉ' ^ /• • „

.

4

casa solar estaban dedicadas al cultivo d e h o rtalizas y árb o les fru ta le s . Sin em b arg o , en el pasado. El Pobal te n ía adscrito m ucho más te rre n o , que incluía m ontes, minas, árboles, bortales, etc.

Precisam ente p ara el acceso al cercano coto m in ero de su p ro pied ad se d ebió construir en el siglo X V II el esbelto p u e n te q u e se en cuen tra a pocos m etros río ab ajo y q u e ha p erd id o p a rte de la o bra original.

LA INFRAESTRUCTURA HIDRÁULICA U no de los elem entos d e m ayor ¡mportancia en cu alq u ier establecim iento hidráulico es la infraestructura q u e per­ m ite su accionam iento. En nuestro caso los elem entos fu n d a m e n ta le s a conside­ rar son la presa, el canal (comunes a m ­ bos p ara m o lin o y fe rre ria), la an te p a ra , el tú n e l h idráulico d e la fe rre ria y los canales d e desagüe.

de la misma en su caída hacia el tú n e l.

Bajo la a n te p a ra se dispone el tú n e l hidráulico, la rg o paso in fe rio r ab o v e d a ­ do d o n d e se a lo jan las grandes ruedas verticales y sus correspondientes "g u zu raskas" o estructuras q ue em bocan el ag ua hacia las palas. C uan d o es nece­ sario, desde el in te rio r se accionan las cadenas q u e p e rm ite n le v a n ta r los tap o nes de los chimbos, unas piezas de m ad era q u e cierran el co nd u cto por d o n d e se precipita el líq uid o sobre las palas de la rueda.

La presa es un sencillo d iq u e de pie­ dra q u e retien e y eleva el nivel de agua para desviarlo hacia el canal. El canal, excavado en la lad era izq u ierda del B arbadun, conduce el líquido hasta la fe rre ría. Cerca de ésta encontram os, en un lateral el "cam arao ", cubo o depósi­ to del m o lin o. El canal m u ere en un pe­ q ueñ o depósito de regulación q ue da paso a la an te p a ra. Esta es una balsa col­ gada, construida en m am postería q ue alm acena el ag ua y a u m e n ta la presión

LA FERRERIA La fe rre ría se o rg an iza en dos espa­ cios situados en p aralelo al tú n e l h id rá u ­ lico: el ta lle r y las carboneras, separados p o r un m u ro cortafuegos q ue sirve para p reven ir la propagación de posibles in ­ cendios a to d o el edificio.

Las carboneras eran dos, dispuestas transversalm ente al eje del taller, con una más estrecha al fo n d o , q u e se car­ g aba ap ro vechan d o el desnivel del ca-

m ino. La d e la n te ra era a lg o más am plia, y se llen aba g rad as a una escalera de piedra e x te rn a (patín), adosada a la f a ­ chada. D u ra n te el ve ra n o se alm acenaba to d o el carbón posible, para q ue en la te m p o ra d a d e tra b a jo (2 9 d e setiem bre 23 d e ju n io ) no faltase la m a te ria indis­ pensable ya q ue en b uen a p a rte del in­ vierno los caminos se volvían intransita­ bles.

El ta lle r tie n e ta m b ié n dos estancias, separadas por el m u ro b e rg a m a zo o m u ­ ro en q u e apoya el h o rn o o "sutegi". En la p a rte d e la n te ra está el m a zo acciona­ do por el eje que m u eve la rueda de palas, e n cajad a en el tú n e l. En este caso se ha reproducido el sistema q u e Idearon los últim os propietarios: un eje de hierro de sección circular q u e se sujeta y gira sobre dos cojinetes ta m b ié n metálicos con un ta m b o r de levas constituido con viejos trozos de raíles.

En el ex tre m o del m a rtillo encon­ tram os el yu n q u e . A su lad o se encuentra la p ileta d e ag ua, e le m e n to q ue p erm ite disponer d e un pocilio en el in te rio r del taller, p ara e n fria r ia h e rra m ie n ta de tr a ­ bajo cuando es necesario y coger líquido p ara las ta re a s d e o b te n c ió n de la "a g o a " o masa de m e ta l can den te.

A dosado al m u ro b e rg a m a zo está el h o rn o b a jo o "su teg i". Es el habitu al en las ferrerías vizcaínas y cántabras, p o r­ que se dispone sem i-excavado en el sue­ lo d e tra b a jo (a unos 4 5 cm por d eb ajo de la cota) y reproduce el ú ltim o horno de reducir m ineral q u e fu n cio n ó en E! Pobal.

El h o rn o se cargaba con capas a lte r­ nas de carbón veg etal y m ineral de hie­ rro. U na laboriosa o peración d e recocido y sem i-fusión d e la ven a p e rm itía o b te n ­ er m e ta l d e hierro, en fo rm a d e masas pastosas ("a g o a s "). Extraídas del fo n d o del h orno , se tro c e a b a n y se g olp eaban en el m a zo en caliente, p ara proceder a la fo rja d e los tochos. El fo rja d o p erm itía a fin a r el producto, e lim in a n d o las im-

purezas q ue no se habían licuado con la escoria y com pactando las partículas de h ierro. El resultado, el to ch o, era el pro­ ducto de la terrería m ayor o de o b te n ­ ción de m etal en bruto.

El h o rn o necesita aire q u e avive el fu e g o . Para ello, la pared del fo n d o se levanta en ladrillo refractario y se recu­ bre con arcillas naturales. En este m urete, encajado b ajo un arco d e sillares, se e m b u te la to b e ra, pieza q ue recoge el aire q u e producen los mecanismos situa­ dos en la p arte trasera.

En esta zo na del fo n d o del ta lle r estuvieron hasta m ediados del siglo X IX los barquines o fuelles de cuero, que se accionaban gracias a la segunda rueda.

Su m a n te n im ie n to resultó siem pre cos­ toso p o r los gastos derivados de su re­ paración. En otras terrerías se ad o p ta ­ ron, en especial d u ra n te el siglo XVIII, los fuelles construidos ín te g ra m e n te en m a ­ dera, q u e resultaban m ucho más caros de ejecución pero de m e n o r coste en conservación. En el caso de El Pobal el cam bio se pro du jo a m ediados del siglo X IX y se pasó de los fuelles d e cuero al sistema q u e en la actualidad podemos ver: los "barquines de p ie d ra ". Son dos grandes cilindros huecos de piedra caliza q ue llevan en su in terio r u na pieza circu­ lar d e 15 cm de grosor q ue actúa como un pistón. Al desplazarse d e arriba hacia ab ajo com prim en e im pulsan el aire ha­ cia los cañones de m etal q u e llevan el aire a la to b e ra del horno. La rueda hace g irar el eje m etálico, sim ilar al del m a r­ tillo , y sus dos juegos de levas metálicas a lte rn a tiv a m e n te com prim en y liberan los brazos de biela q ue sujetan los ém b o ­ los interiores. Así, cuando uno sube, to ­ m an d o aire, el o tro desciende, em p u já n ­ d o lo hacia el cañón q u e em boca la to b e ra .

Fue un sistema q ue se puso en prác­ tica ya a fines del X V III, y tu v o una re la ti­ va difusión en el X IX en terrerías ta n to cántabras com o navarras o burgalesas.

En el Pobal el m ecanism o no tu v o m ucho éxito, y ya p ara 1873 estaba en desuso.

Se d ebió in trod u cir entonces el sistema de tro m p a o " h a ize -a rk a ", cuyos restos aparecieron en el e x te rio r del taller. Las m ayo r p a rte d e sus elem entos, sin e m ­ bargo, no se han conservado (cañones y caja de presión). D ebió inyectar aire a un h o g a r e x te rio r de obtenció n d e hierro esponja, construido hacia 1874, q u e m a r­ cará el a b a n d o n o d e fin itiv o del horno b ajo tradicio n al y sus llam ativos "fuelles de p ied ra".

La fe rre ria co n tó ta m b ié n con un es­ pacio d e o ficin a o lu g ar d o n d e se pasa­ ban las cuentas adm inistrativas. Es la pe­ q u e ñ a estancia cerca del h o rn o q u e se a b re hacia el ta lle r en a m p lio arco de m e d io p u n to y dispone de dos alacenas o arm aritos em butidos. Esta "o fic in a" no es singular ya q u e num erosas terrerías vascas presentan ese m ism o hueco.

Finalm ente, e n la segunda m ita d del siglo X IX se p ro d u jo la am pliación del espacio ed ificad o, adosando dos nuevos huecos o estancias a las carboneras o ri­ ginales, destinadas a lonjas o alm acenes de producto acabado (ias dos salas q ue

H

4'

kVVv'

r ^ -;

a h o ra ocupa la exposición). Tam bién en­ tonces en la carbonera m ayor se insta­ la ro n unas frag u as tra d ic io n a le s de m anipulación de hierro d o n d e tra b a ja ­ ban s im u ltán eam en te cu atro oficiales y sus aprendices. En a d e la n te buena parte del pro du cto de El Pobal será, no ya la o btenció n de hierro, sino la m anipu­ lación del mismo y la fac tu ra de produc­ tos acabados.

EL MOLINO Los datos sobre el m o lin o de El Pobal son más bien escasos. Parece que su cons­ trucción se d ebe a la gestión de Gim ena Á n g ela de Salazar, en las prim eras d é ­ cadas del X V II. Hasta los años 40 del siglo X X se m olía en este viejo ingenio tra d i­ cional, accionado con el concurso del ag u a y a él acudían los labradores del e n to rn o , p ero se d esm an teló y fu e susti­ tu id o p o r un m o lin o eléctrico que estuvo e n tre el caserío y la ferrería.

La D ip utació n ha reconstruido el vie­ jo m o lin o fluvial en su p rim e r em p laza­ m ie n to , con d o b le par d e muelas: una p ara m aíz/pienso y o tra para trig o . La sala de m o lien da ocupa to d a la planta del m o lin o p ro p ia m e n te dicho. Se ac­ ciona d a n d o paso al ag ua a través de los

sifones o cañones m etálico s q u e se en cuen tran en la estancia in fe rio r o "es­ to ld a " . El a g u a g olp ea sobre los rodetes o ruedas h orizo n tales y hace g ira r el eje de m adera q u e tra s m ite el m o v im ie n to a las muelas superiores o volanderas. El g ra n o se desliza desde tas tolvas o reci­ pientes de m a d e ra superiores, y ai pasar e n tre las m uelas de piedra, se tritu ra n y van convirtiéndose en h a rin a. En la p a rte

fro n ta l del banco de m o lie n d a se sitúan las "askas" o harineros, cajones de m a­ d era fijos d o n d e se recoge la harina que va rebosando d e cada p a r de piedras o muelas.

EL POBAL HOY A c tu a lm e n te ia fe rre ría de El Pobal in te n ta re fle ja r una de sus fases e v o lu ti­ vas. D e la investigación d o cu m en tal y a r­ queológica y de la consideración d e va­ rios criterios de m usealizaclón, se llegó a la conclusión de recrear el a m b ie n te fa ­ bril de un ta lle r de m ediados del siglo X IX para explicar ta n to los procesos de transform ació n del m ineral com o los de m an ipulación del hierro y fabricación de h erram ien tas recu p eran do los e le m e n ­ tos más significativos d e cada p erio d o d e su historia (el horno d e reducción, el m artillo , los ém bolos, las fra g u a s ...).

El m o lin o se ha reconstruido In te r­ n a m e n te en su to ta lid a d , p o r lo q u e se ha recurrido a d o c u m e n ta rlo de acuerdo a los m odelos frecuentes en la comarca en cartad a y q ue aún están en fu n c io n a ­ m ien to .

Todo ello se ha c o m p le ta d o con la adición d e elem entos y herram ientas que p e rm ite n "recrear una atm ósfera"; las m aterias primas, los mecanismos, los espacios y los útiles d e tra b a jo q ue nos acercan a las condiciones d e tra b a jo y a los instrum entos q ue fa c ilita ro n d u ra n te más de c u a tro siglos la lab ran za del hie­ rro en B izkaia y la m o lie n d a tradicional

B IB L IO G R A F I A ALMUÑIA, J. A ntigua i hierro, Bilbao 1975 DIAZ GARCIA, S. La m o li cional en Las Encartaci 1998 IBAÑEZ, M . et allí Arq

Industrial en Bizkaia, Bil LEGORBURU, E. La labranza del hierro en ei País Vasco, Bilbao 2000 TORRECILLA, M . J. La ferrerfa de El Pobai, Bilbao 2002 URTEAGA, M . Dir El -n-atado de M etalurgia de las Comisiones Segundas d e la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, 17651773, Donostia-San Sebastián 2000 URIARTE, R. Estructura, desarrollo y cri­ sis de la siderurgia trad id o n al vizcaí­ na (1700-1840).

r

oCรถ

LA BATALLA DE

AN DAGO SI E (KUARTANGO, ÁLAVA).

M iS M s s iÊ M

UN PRECEDENTE DELAS GUERRAS CÁNTABRAS EN EL PAÍS VASCO La apertura de una zanja y los ojos expertos del arqueólogo J. A. Ocharan pusieron al descubierto uno de los sucesos más insólitos de la historia no sólo vasca sino peninsular. Se trata de los restos de una batalla en la que unos 1500 soldados romanos fueron derrotados en un ataque sorpresa protagonizado por atacantes indígenas. Se trata además, de la primera constatación de romanización en Euskadi.

Et citado arqueólogo, su esposa, el amurriarra Juan Ramón Ruiz y Mikel Unzueta han sido testigos de las muchas aportaciones materiales del yacimiento. De la mano de este último, nos acercaremos a conocer más esta impresionante historia de hace dos milenios.

TEXTOS: M ikel Unzueta FOTOS: M ikel Unzueta y J. A. Ocharan INFOGRAFIA: Fernando G. Baptista

Se ha vinculado tra d ic io n a lm e n te la ocupación de las tierras costeras del C antábrico o rien tal, Bizkaia y zona m o n ­ tañosas d e n o rte de Burgos y Álava, con el largo proceso bélico d e las Guerras Cántabras (26 a 19 a.C.), q ue supuso la c o n s ig u ie n te in te g ra c ió n del n o rte peninsular en la ó rb ita rom ana.

R. Syme esbozó, d e n tro de su h ip ó te ­ sis principal para explicar la Guerras Cán­ tabras, u na reflexión sobre el m o m e n to histórico en el q ue fu e ro n conquistadas las tierras situadas e n tre los Pirineos y la actual C antabria. A trib u ía la ocupación d e estos territo rio s a supuestos m o vi­ m ientos de tropas, procedentes del sur d e Francia o de la zo na burgalesa ribe­ reña del Ebro. Este a u to r p lan tea la posi­ b ilid ad de q u e en el p rim e r añ o de la ofensiva augustea (26 a. C.) o en fechas In m e d ia ta m e n te anteriores, d e p e n d ie n ­ d o del alcance q ue se p re te n d a d a r a la cam paña de pacificación realizada por Mésala Corvino sobre A q u ita n ia (29-28

a. C.), sea ocupada la fra n ja de tierras costeras q u e se sitúa e n tre los cántabros y los vascones, q u e d a n d o d e fin itiv a ­ m e n te incorporado a Roma.

La reciente localización d e un cam po de b a ta lla d e cronología ta rd o rre p u b licana en el té rm in o de A ndagoste, d e n ­ tro del m unicipio de K u a rta n g o (Álava), ha p la n te a d o una nueva perspectiva de estudio p ara el proceso d e asimilación de los te rrito rio s del n o rte de Híspanla en el seno d e Roma.

EL ASENTAMIENTO TARDORREPUBLICANO El lu g a r d e A ndagoste es una suave elevación (6 2 4 mts.) q u e se sitúa en el centro del valle de K u a rta n g o sobre la confluencia del río Bayas, q u e procede del n orte, con su p e q u e ñ o a flu e n te el V adillo, q u e corre desde el oeste. A n d a ­ goste es u n o d e los escalones más bajos de la Sierra de G illarte, divisoria de

Piezas aparecidas en la excavación.

aguas e n tre la cuenca del N ervión y la del Bayas, a tiu e n te del Ebro. Las salidas este y n o rte d e b en de salvar los altos de Izarra y A ltu b e, sobre la divisoria de aguas e n tre las vertientes atlántica y m e­ d ite rrá n ea. C uartan go es p o r ta n to un p u n to estratégico para el control del paso norte-sur e n tre la fra n ja costera vizcaína y la cuenca del Ebro.

Los principales indicios para estable­ cer la natu raleza d e A ndagoste son ante to d o las evidencias de m aterial numis­ m ático, de arm am en to , de objetos de o r­ n ato o vestim enta. Es significativo indicar la presencia de un alto n úm ero de ele­ m entos de sujeción para correajes en fo r­ m a de hebillas, tensores, pasadores e incluso fragm entos de diferentes m o d e­ los de fíbulas e n tre los q ue detectam os varios ejem plos del tip o "Alesia".

Tam bién hem os de destacar de e n tre el co n ju n to de evidencias, por su alta frecuencia (569 piezas) y su am plia dis­ persión, un tip o d e rem ache de hierro o tach u ela de cabeza hem isférica rebajada y p eq u eñ o vástago de sección cuadrada, cuyo extrem o , en caso de conservarse, está d o b lad o fo rm a n d o un ángulo. Pre­ senta su cara in ferio r un m o tivo tra b a ja ­ d o en relieve q ue p a rtie n d o del vástago

LA BATALLA DE KUARTANGO Los legionarios romanos fueron derrotados por las tribus locales entre los aĂąos 40 y 30 antes de nuestra era

Estacas

El ‘castra aestiva'

Tribus en el Norte de Híspanla

Era un cam pam ento para poco tiem po, realizado en pocas horas y con las arm aduras puestas

Lado Norte: 102 metros y continuo

*v

, - ' Berones nes Turmogos

/

'■ .

Formado por dos lados de una empalizada y un foso

Kuartango

Foso

Celtíberos

Punta de flecha de una 'balista'

Lado Este: 92 metros parece discontinuo

(tjfliaffo real)

'Soliferrum', lanza de dos metros de hierro

/

Los romanos fueron destMrdados y la lucha se

trttla^al interior

Las legiones Una legión constaba de diez cohortes (unos 5 .0 0 0 soldados) i i i i i h

Illllll X

V

I T

,

llllll m

ill

m

ill

m

m

m

m

m

m

m

m

m

m

'i '

-

Las estacas de la Wipalizada eran clavadas en el terreno y unidas con cuerdas

V

,

/

4,

\.y

^

Escudo ibero 'caetra'

La primera cohorte constaba de diez centurias

Las otras nueve tenian seis centurias

Cada centuria estaba formada por ochenta hombres, y mandada por un centurión

FUENTES: 'Las legiones romanas' (Anaya), 'Ejércitos espalóles enemigos de Roma' (Osprey), 'Imperial Rome at war' (Concord) y 'Greece and Rome at war' (Greenhili Books).

GRAFICO: FERNANDO (}. BAPTISTA

central tra za , m e d ia n te cu atro radíos, cu atro cuartos de círculo. D en tro de ca­ da u na de estas cartelas y en el centro ha sido dispuesta una p e q u e ñ a semiesfera en relieve. T anto por la fo rm a de la cabe­ za co m o por la característica d o b le z del vástago podem os suponer q ue se tra ta n d e rem aches para guarniciones de cuero ya d e sandalia, de escudos o de correajes (n“ 1 1 y 1 2 ).

Junto al m aterial c ita d o recuperam os un lo te d e arm as ofensivas, sobre to d o proyectiles. Llama la aten ció n la presen­ cia de varias arm aduras de d ard o para balista en hierro, ta m b ié n resulta ta m ­ bién significativa la presencia de una p u n ta d e pilum , así com o varias de fle ­ chas, q u e red u nd a en el carácter m ilita r del c o n ju n to (n ° 1 a 6).

El lo te más llam ativo y útH, ta n to por su ab un d an cia com o p o r la inform ación que p u e d e extrapolarse d e su dispersión,

lo fo rm a el co n ju n to glandes, proyectiles d e honda fu n did os en p lo m o , de los que se han recuperado un to ta l de 1 1 0 e je m ­ plares. Se tra ta de piezas, siem pre a n e p i­ gráficas de fo rm a h o m o g é n e a que, con ligeras variantes, se ap ro xim an a los per­ files bicónicos y losángicos (n® 7 y 8).

EL CAMPO DE BATALLA DE ANDAGOSTE En fu n ció n de la dispersión de los m a ­ te ria le s ,

hem os es ta b le c id o

la lo cali­

zación del yacim ien to sobre la zo na alta y las laderas n orte, este y sur de la co­ lina, o cup an d o una superficie to ta l de

66.000 m 2 .

Es la distribución de los glandes la cir­ cunstancia q u e más nos p u e d e ayudar a aproxim arnos a la realid ad de A ndagos­ te . Creemos q u e resulta a lta m e n te signi­ ficativo el hecho q ue supone la distribu-

Proyectiles de honda.

xO

ANDAGOSTE

x 5 cm.

E.G.Z.

AVNIA 117

Excavación del foso defensivo y puntas de flecha localizadas.

tio n ue lo i p ro y eaiie s suore la zo n a per­ iférica del área; de m o d o q u e el espacio en el q ue se concentran q ued a c o n fo r­ m ad o co m o u na fra n ja d e ap ro xim ad a­ m e n te 60 mts d e ancho q u e rodea la co­ lina de A n d a g o s te en su to ta lid a d , d e fin ie n d o lo q u e creem os fu e el fre n te d e batalla.

A! co ntrario, en fu n c ió n de la to ta l ausencia d e glandes, se d e fin e o tra área, in tern a a la anterior, de fo rm a com pleja q u e consta de una superficie de ap ro xi­ m a d a m e n te 23 .000 m 2., q u e consider­ amos d e b ió de corresponde a la ubi­ cación de la posición defensiva m ilita r rom ana.

La única estructura hallada resulta ser el foso defensivo p e rim e tra l. U na ex­

cavación ta lla d a en la roca d e caliza de la colina. Consta d e una a m p litu d en la bo­ ca de 2 ,4 0 mts. (a p ro x im a d a m e n te ocho pies) y 0 ,6 0 mts. de p ro fu n d id a d (2 pies), con lados en án g u lo de 4 5 ® y fo n d o plano. La prospección geofísica y las ca­ tas han p e rm itid o lo calizarlo tres d e las cu atro esquinas del recinto defensivo. La a m p litu d del foso y la inclinación de las paredes cu m p len con el m ó d u lo habitual en este tip o d e defensa p e ro no ha sido re m a ta d o en e l característico p erfil en V, por lo cual pensam os q u e p u e d e tratarse d e un m o d e lo m en o s fre c u e n te o, quizás, d e u na obra inconclusa.

RecreaciĂłn del equipamiento de campaĂąa de un legionario romano.

EN TORNO A LA CRONOLOGÍA DEL YACIMIENTO El io te d e monedas, 36 piezas - d e las cuales más del 50 % son p artidas-, re­ coge m ateriales de procedencia hispana, la m ayo ría de cecas son ribereñas al Ebro, y d e cronología am p lia , situada en los s. II y I a. C. Se tra ta de cuños com o Boiskan, B aitolo, Bilbilis, Kelse, Untikesken, T am an iu y un único e je m p la r de Erkavika. A pesar de esta dispersión de tipos y dataciones, llam a la atención ia repetición y la alta frecuencia de los cuños más recientes en ejem plares de Cneo P om peyo (46-45 a. C.), de Kelse (45 a 35 a. C) y un d en ario fo rra d o de Julio Cesar (46 -45 a. C.).

Por to d o ello consideramos q u e la o cup ación d e A n d a g o s te d e b ió de realizarse d u ra n te ia década q u e dis­ curre e n tra los años 4 0 al 30 a.C., si a te n ­ dem os a las características de la m oneda más re c ie n te : un as e m itid o p o r la Colonia Lepida (Velilla d e Ebro) (Col. Vic. luí. Lep) cuya cronología se establece, en térm in o s generales, e n tre los años 4 4 a 35. a. C

CONSIDERACIONES FINALES Si ac e p ta m o s la d a ta c ió n a rrib a p ro p u e s ta , n o resu lta p osible vincu­ la r la re a lid a d d e e ste y a c im ie n to , e n base a su c ro n o lo g ía , ni con las G uerras C á n ta b ra s (2 6 a 19 a.C.), ni con las in te rv e n c io n e s previas re a l­ izadas p o r

los g e n e ra le s d e

Au­

gusto: S ta tilio T a u ro (2 9 a . C.), Calvisio S a b in o (2 8 a. C.), o S exto A p u leyo (2 7 a. C.) c o m o p re lu d io la g ra n o fe n s iv a del a ñ o 2 6 a.C. En n uestra o p in ió n resu lta m ás co n vin ­ cen te, a ju z g a r p o r las evidencias m o n e ta le s ,

buscar sus o rig e n

en

a lg u n a s d e las cam p añ as lanzadas p o r los le g a ti d e A u g u s to q u e g o b ­ e rn a ro n H ispania e n la d é c a d a a n ­ te rio r. Si, e n cam b io , vem os co m o más real la p osib ilid ad d e q u e b a jo los g o b ie rn o s de C. N e rb a n o Flaco (3 6 -3 5 a. C.), L. M a rc o Fiiipo (3 4 a.

C.) o A . C la u d io P ulcher (33 a. C.), q u e c e le b ra n sus victorias d e un m o d o g e n e ra l ex

H ispania

(A cta

T riu m p h a lia ), q u e d e e n m ascarad a la re a lid a d re fle ja d a e n A n d a g o s te ; p u d ié n d o s e esta b le c e r un p u n to cro n o ló g ic o de re fe re n c ia p a ra la co nq u ista d e l e n to rn o g e o g rá fic o p ró x im o : las tie rra s d e B izkaia, G i­ p u z k o a y la z o n a m o n ta ñ o s a del n o rte d e Burgos y d e Á la v a .

ysK.

La magia d( lo inesperado Ustekabekoaren lilura Ttl.: KH5 SO89 ' www.(iÂŤ4rill<^fUiu.K

AKAZKI G A R B IK E T A , S . L

S Q Z to iíJ ó jj

t£fc T X

.

U S E R ÍA S

ÁRAZKÍ

MAPAS EXCURSIONISTAS

G ordoniz, 44 ■ i * Dpt. 4 - 48002 Bilbao T e L y fa x ; 9 4 4 1 0 46 28

IMPRESOS EN MATERIAL PLÁSTICO

n o n d ik @ n o n d ik .c o m

Aiara ^

b e re b o s t s e n tim e n e ta n y sus cinco sentidos

Aiara

Ayala

TURISMO 6ULEG0A / OFICINA K TURISMO • 94S 39 37 04 • atun$rnoOteMioe.e5 AIAM XO K U A O ftIllA / CUADRILLA D£ AVALA • 94S 39 91 22 AftESPAlDITZA / R tS M U »^

"Mundu berri bat bizi behar da. azaldua izan baino lehen' ■'Un mundo nuevo debe ser vivido antes de ser explicado"

ESTOS SON N U ESTR O S S E R V IC IO S MedicinoAsUtenciol ScMwkxiot Pe HehoMUoción Mktlwco "SonJo»é" lid d ic M M t di OidúénB

Hoipital dt Santiago YÍMgarribw

X Medicina P r e v w tiv Q

Dpto. de Prevención

Otro» Servicioi

ReconodnMRtot perió^ce»

Segufi^

Canlralod e Análiiif

ICompañosPreyentiva*!

d in ic M

Aieioria Juftdka leliauinei de Ewgfew Aiiiteiniu Social

M in U A D E A C C ID C N T E S D E T S A I A J O Y E H « ÍM fD A D e S P R O fE S IO N A l£ S O S lA S S .N

TUBACEX

'2

TUBACEX

LIDER EN TUBO INOXIDABLE SIN SOLDADURA

Ergonomio/ Pwcotocieleflia Seguridod I Haiene Indu^rial I

IVioaoneiodeloSoludi

A j.

T X r jf ttJ A itt tJ t

ckl /#

JON ANDER EGAÑA D ire c to r d e T ecnologia F un da ción A 2 T I -U n id a d d e In v e s tig a c ió n A lim e n ta ría

i/ f .

Hegaiuzearen zi edo atun zuria janaririk zapore

:an daĂŹtc

EL PEZ El bonito del Norte, de nom bre científi­ co Thunnus alalunga tam bién denom ina­ do albacora, atún blanco, ojón, germón o zanja, es un pez que pertenece a la fam ilia de los Escómbridos, que se compone de 15 géneros y 49 especies. D entro de esta fa ­ milia encontramos el grupo de los atunes con 13 especies distintas, siendo el bonito ju n to con el atún una de las especies más evolucionadas, con numerosas a d a p ta ­ ciones especializadas entre la que cabe destacar su capacidad de regular la te m ­ peratura corporal. Esta característica hace que el bonito posea una tem peratura cor­ poral varios grados por encima del agua que la rodea, generalm ente por encima de los 15®C.

huevos en las aguas someras de este mar de las que salen las larvas q ue crecen rápi­ d am en te permaneciendo en la zona hasta el siguiente año.

Los bonitos g eneralm ente se agrupan en bandos de individuos de la misma talla y realizan dos tipos de migraciones du­ rante su ciclo de vida, que se diferencian claramente por su estado de madurez.

SU BIOLOGÍA

Tras su prim er año de vida, cuando alcanzan un tam año de unos 40 cm de lon­ gitud, comienzan su migración hacia aguas del Este en tre las Azores, M adeira y Ca­ narias donde pasan el invierno. Al segundo año, coincidiendo con el final de ia pri­ mavera y cuando los jóvenes bonitos mi­ den aproxim adam ente m edio metro, los cardúmenes migran en busca de alimento por aguas superficiales, llegando al Golfo de Bizkaia persiguiendo a los bancos de otros peces más pequeños de los que se ali­ m entan como anchoas y sardinas. Per­ manecen en nuestras costas hasta el otoño m om ento en el que inician el retorno a sus lugares de origen coincidiendo con la entrada de frentes en el G olfo de Bizkaia que hacen q ue las recalentadas aguas su­ perficiales se mezclen con las de capas inferiores más frías.

El lugar de nacimiento de los bonitos se sitúa en el m ar de los sargazos, lugar ai que migran los ejemplares adultos para realizar la puesta en la primavera. Cada hembra llega a poner de dos a tres millones de

Esta migración trófica se repite durante dos años más. El tercer año, cuando llegan a un ta m a ñ o entre 85 y 90 cm alcanzan la m adurez sexual y se vuelven más solitarios, adentrándose en aguas más profundas.

Es un pez de cuerpo fusiform e que se caracteriza por la longitud de sus aletas pectorales, de ahí su nom bre científico alalunga o en euskera, hegaluze. Presenta una coloración azul oscuro metálico en el dorso, mientras que los flancos y el vientre son plateados; ambos colores aparecen generalm ente separados por una banda de color azul iridiscente.

LA PESCA DEL BONITO El bonito del norte es uno de los pilares de la economía de nuestros arrantzales y es una de las especies de mayor interés comercial. En los meses de verano, cuando los cardúmenes de bonito se adentran en las recalentadas aguas del Goffo de Bizkaia, es cuando nuestros arrantzales pescan los bonitos uno a uno utilizando métodos tradicionales selectivos y ecológicos. Es lo que se conoce como la costera del Bonito, que va desde el día de San Pedro a finales de junio, hasta bien entrado octubre, cuando se enfrían nuestras aguas y los bonitos migran a sus zonas de invernada.

En estas épocas, parte de nuestra flota se desplaza a aguas del Mediterráneo, sudoeste de Portugal, Islas Canarias e Islas Azores para conti­ nuar pescando bonitos en sus zonas de invernada.

Los modos de pesca utilizados son dos, el de la cacea o curricán y el de cebo vivo, introducido en los años 40.

Existen así mismo dos flotas dedicadas a la costera del bonito, las merluceras que utilizan el sistema de la cacea y las boniteras, que utilizan primero el método de la cacea cuando los cardúmenes están todavía dispersos y posterior­ mente el del cebo vivo cuando se agrupan en grandes bancos.

m

i?

Es de destacar la calidad del bonito pescado artesanalmente y que es rápidamente refrigerado con hielo a bordo y cuidadosamente apilado.

Este tratamiento exquisito que se da al pesca­ do garantiza la calidad y frescura del bonito del norte, cosa que no ocurre con otras artes de pesca menos selectivas como son las artes de deriva, donde el pescado puede permanecer varias horas muerto en la red y donde sufre un peor tratamien­ to.

Pesca a la cacea (gra ba do de la derecha) La captura del bonito a la cacea (del castellano “dar caza") o curricán (del euskera “korrikan”) es uno de los sistemas de pesca más antiguos de los practicados por los pescadores vascos, que ya lo empleaban en el s. XVI. Este método se utiliza con la embarcación en marcha, arrastrando cierto número de aparejos cuyos anzuelos se recubren con señuelos que encienden la voracidad de los peces. Los señuelos han ido evolucionando a través de los tiempos, y los primitivos engaños hechos con plumas, trapos y panoja de maíz han sido sustituidos por los actuales, confeccionados con plásticos de colores.

Í-‘ í

T'-:-

Cambian entonces su ruta m igratoria para desplazarse a las costas de América a realizar la puesta y volviendo siempre a invernar hacía la zona de Azores.

CURIOSIDADES • El récord de captura de un bonito es de un ejem plar capturado en 1977 en las Islas Canarias que llegó a pesar 40 kg y m edir 123 cm de longitud.

• El bonito del norte tiene una espe­ ranza de vida de 7 u 8 años.

COMPRA, CONSERVACIÓN Y CONSUMO DEL BONITO En épocas estivales podremos encon­ tra r bonito fresco en nuestros mercados, que al ser un producto m uy perecedero deberá estar rodeado de hielo para evitar que crezcan bacterias y se estropee. Una vez adquirido a de ser conservado en re­ frigeración perfectam ente limpio y con­ sumirlo d en tro de las 48 horas siguientes a su compra.

• Los huevos miden en tre 0,8 y 0,9 mm y las larvas al nacer no superan los 10-15 mm.

Es un pescado que ad m ite bien la con­ gelación (-18®C), para lo cual se recomien­ da envasarlo previam ente al vació o cubrir­ lo con un film alim entario para evitar que se reseque y transm ita olores a otros ali­ mentos. Podremos entonces m antenerio en óptimas condiciones durante unos tres meses.

• La zona roja de su carne o sangacho es el músculo que utilizan los bonitos para desplazarse continuam ente en sus m igra­ ciones. Necesita gran cantidad de oxigeno por lo q ue está fuertem en te irrigado de sangre, de ahí su color rojo debido a ta hem oglobina.

La carne del bonito es de gran calidad, m uy clara y de sabor exquisito que lo d ife­ rencia de los demás atunes, a la vez que posee una textura y jugosidad incompara­ bles. Es un pescado de fácil lim pieza y es de destacar la fa lta de espinas, que hace que su consumo sea más agradable.

• N adando puede alcanzar una veloci­ dad de 80 km/h.

La parte comestible del bonito supone en to rn o a un 58% , una vez eliminadas las

• Los ejemplares que se capturan en el Golfo de Bizkaia son ejemplares jóvenes, no adultos.

,28 AVN(A

VALOR NUTRITIVO El bonito del norte es un pescado azul cuya composición nutritiva es similar a la del atún común y aporta unas 140 Kilocalorías por cada 100 gr.

Presenta un elevado contenido en grasa, en torno a un 6 % que puede variar en función de la época de captura, aunque es m enor que en el caso del atún común.

Su grasas contienen gran cantidad de áci­ dos grasos poliinsaturados, entre los que destacan los ácidos grasos om ega 3, que tienen capacidad para reducir los niveles de LDL-colesterol o "colesterol m alo", así como de disminuir la viscosidad de la san­ gre y de inhibir la formación de trombos. visceras, piel, aletas y cabeza. En fresco, lo encontraremos generalm ente en form a de rodajas.

La fo rm a más habitual de consumo del bonito es en conserva, siendo la única especie comercializable bajo el nom bre de "Bonito del N orte" o "A tún Blanco". Son diversos los form atos en los que nos podemos encontrar las conservas de boni­ to así como el líquido de cobertura. Las conservas más apreciadas son las que lle­ van como líquido de relleno el aceite de oliva, por el sabor que le aporta y por sus reconocidas propiedades nutricionales. La form a más habitual de conserva de bonito es ia lata ovalada o redonda, aunque cada vez es más frecuente su envasado en tarros de cristal. Estas han sido rellenadas una a una m anualm ente y son las que alcanzan precios más elevados en el mercado.

DESPIECE DEL BONITO a) Ventresca o ijada: La ventresca es la parte correspondiente a las bandas musculares procedentes de la pared abdominal del pescado. Es la parte más sabrosa del bonito debido a su mayor contenido graso y su fino sabor. b) Cola: Corresponde al extrem o cau­ dal del pez, una vez obtenidas las roda­ jas. Es la parte más espinosa del bonito, aunque no por eso menos sabrosa. c) Cogote. Es, tras la ventresca, la zona más jugosa del bonito, situado jus­ to detrás de la cabeza. d) Rodajas: Se obtienen del corte transversal de la zona central del bonito.

Presenta un alto contenido en proteí­ nas, en to rn o a un 2 1 % , de elevado valor biológico, ya q ue co n tien e todos los aminoácidos esenciales. A porta unos 50 mg de colesterol por cada 100 gr de por­ ción comestible.

Destaca su contenido en vitaminas liposolubles como A y D, y en vitaminas hidrosolubles como B3, que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas. También aporta, aun­ que en cantidades menos significativas, otras vitaminas como B12 y ácido fólico.

Entre los minerales destaca el fósforo, constituyente de huesos y dientes, así co­ mo magnesio y yodo, que se encuentran en m enor proporción.

DIFERENCIAS CON OTROS ATUNES • El bonito del N orte es el único que puede ser comercializado con este nom ­ bre, tam bién conocido como atún blanco.

• Como atú n claro solam ente se puede comercializar el rabil (Thunnus albacares), tam bién apreciado por su carne, algo más oscura que la del bonito.

• Bajo la denominación general de con­ servas de atún se engloba a tres especies distintas que suelen ser: el atún común (Thunnus thynnus), el patudo (Thunnus obesus) y el listado (Katsuwonus pelamis).

• La carne del Bonito del N orte se dife­ rencia del resto por su color, mucho más claro, su textura y su sabor, siendo el tú n id o más apreciado por los consumi­ dores.

• En fresco perm ite diversas aplica­ ciones culinarias, como el conocido marmita k o o asado a la brasa. En conserva, se reserva su uso para los platos de mayor ca­ lidad gastronómica.

BONITO CON TOMATE Ingredientes (para 4 personas): - 1 kg de B onito del N orte - U na cebolla pequeña - Aceite - Un bote de to m a te de 1/2 kg - Harina - Una cucharadita de azúcar

Preparación: Las rodajas de bonito se enharinan y se pasan por la sartén, con el aceite bien caliente. En una cazuela de barro se dora la cebolla picada y se añ ade el to m a te con una cucharadita de azúcar y un poco de sal. Se deja cocer a fu e g o len to d u ra n te 20 minutos. Para finalizar, se incorporan las rodajas de b on ito a la cazuela y se deja hervir d u ra n te 10 m inutos, tam b ién a fu eg o lento. Reposar, servir y on egin.

MARMITAKO In g re d ie n te s (p a ra 4 personas): - 1 / 2 kg d e B on ito d e l N o rte - U n a cebolla roja g ra n d e - U n vaso de aceite d e o liva - 2 p im ie n to s choriceros

- 1 kg d e p atatas -S a l Preparación: Se d o ra o se pocha la cebolla picada en tro zo s pequeños. M ie n tra s ta n to , en o tros recipientes se p o n e n p o r un lado los p im ien to s choriceros p ara q ue d en un h e rv o r y, p o r o tro , se cuecen las espinas del b o n ito con u n a cucharada d e sal.

Se in co rp o ran las p atatas peladas y tro cead as a la cazuela d e la cebolla, donde

se

re m u e v e

to d o

con

u na

cuchara d e m a d e ra . A co n tin u ació n se a ñ a d e n los p im ien to s choriceros, a los q u e se les ha q u ita d o la piel y las sem i­ llas, y el caldo q u e hem os p re p a ra d o , c u b rie n d o to ta lm e n te

las p atatas. Se

d eja h ervir a fu e g o le n to unos 20 m in u ­ tos. Se a ñ a d e el b o n ito tro c e a d o en dados y se sigue cociendo d u ra n te otros 10 m in u to s más. A co ntin u ació n , re tira r la cazu ela del fu e g o y d e ja rlo reposar 10 m in u to s antes de servir. O n eg in .

Con este curso, organizado por el INSTITUTO ALAVÉS DE ARQUEOLOGÍA con la colaboración de AUNIA KULTURA ELKARTEA, se pretende dar a conocer cúal es la metodología utilizada en arqueología, desde que se Inicia la labor prospectora hasta su finalización con la publicación de los resultados. Es un largo proceso en el que intervienen, no solamente el arqueólogo sino un completo equipo de investigadores de diferentes ramas del saber, en una labor interdisciplinar de conjunto.

A ■

I

A

■■

ÍVIE r O D O L O G I A A R K E O L O G I K

1 6 octubre, sábado l Í | E T O D O L O e i A A C Q U E O L O G I

INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA L e g is la c ió n . L im it a c ió n d e la s a c t u a c io n e s .

A M ELIA BALDEÓN. M u s e o de A rqueología de Álava.

NtPULACIÓN Y CONSERVACIÓN DE MATERIALES. SOBRE EL TERRENO M a t e r ia le s r e c u p e r a d o s .

PALOMA LÓPEZ SEBASTIÁN. ISABEL ORTIZ DE ERRAZTI. S ervic io de res ta u ra c io n e s de la D iputación Foral de Álava.

PROSPECCIÓN Preparación de los trabajos. Recogida de inform ación.

T op o n im ia. In ven ta rio s . F u e n te s e s c rita s . Fotografía a é re a . C arto g rafía.

En el te rre n o : co lo racion es. V egetación. E structuras.

C am inos.

P ro c e d im ie n to s m a g n é tic o s y e le c tro m a g n é tic o s .

PAQUITA SÁENZ DE URTURI.

EXCAVACIÓN Y REGISTROS DE LA INFORMACIÓN S on d eo s. Preparación de los trabajos. M étod o s W hiler y H arris.

Diarios^ Inventarios.

A G U S T ÍN AZKARATE. U n iv e rs id a d d e l P a ís V as c o .

20#4

16-17-23 LUWONDO fAlAVA)

1 7 octubre, domingo CIENCIAS AUXILIARES. ANALITICAS^ A n á lis is z o o ló g ic o s , b o tá n ic o s , p o lín ic o s , e tc .

A n á lis is te c n o ló g ic o s : lític o s , c e r a m o ló g ic o s , a rq u eo m e talú rg ic o s ...

JAVIER FERNÁNDEZ ERASO. Universidad del País Vasco.

DATACIONES. R e la t i v a s . E s t r a t ig r a f í a , t ip o lo g ía , c o r o lo g ía .

A b s o lu ta s . D end ro cro n olo gía, C arb on o 1 4 , PotasioArgón...

A N D O N I SAEZ DE BURUAGA. U n iv e rs id a d d e l País Vasco.

INTERPRETACIÓN Y DIFUSIÓN DE LOS RESULTADOS. P re p a ra c ió n de o rig in a le s . P u b lic a c ió n : Im p re s a , in fo rm á tica , audiovisual.

A RM A ND O LLANOS. In s titu to A lavés d e A rqueología

23 octubre, sábado SALI DA

DE

P RÁCT I CAS

PROSP E CCI ÓN.

L as c la s e s te n d r á n lu g a r e n L u ia o n d o (Á la v a ).

Inform ación: • INSTITUTO ALAVÉS DE ARQUEOLOGÍA T el. 9 4 5 2 7 0 1 5 5 . w v /w .e u s k a ln e t.n e t/la a - a a i • AUNIA Tel. 9 4 5 8 9 1 9 7 6 . w /vw .aunia.org

ARKEOLOGIA METODOLOGIARI BURUZKO IKASTAROA

CURSO DE METODOLOGÍA ARQJJEOLÓGICA Luiaondo - 2004

ARAKO V. JARDUNALD H STORIKOAK V JORNADAS HISTÓRICAS DE AVALA

6, 13, 20, 27 noviembre H

I I T Z A

I - D

I A

K

-

O O IM ffs -E R E IM O IA S

azaroak 6 noviembre (18:30): "Cómo era nuestra vida en el Paleolítico'' JESÚS EMILIO GONZALEZ URKIJO Arqueólogo

azaroak 13 noviembre (18:30): "Instrumental de sílex: evolución de las técnicas de talla en ia prehistoria' Conferencia y demostración práctica. MIKEL AGIRRE Arqueólogo

azaroak 20 noviembre (18:30): "El origen y transformaciones en los caseríos" ALBERTO SANTANA Etnógrafo

azaroak 27 noviembre (18:30): "El pastoreo. Generalidades y especificidades" FERMÍN LEIZAOLA Etnógrafo Okondo

LAUDIO

Lezama

Urduña

LEKUA / lugar: N egorta d o rre txe a - Zuhatza - Alara

tU S K O lA U R lA R IT Z A r !]

G O B IE R N O V A SC O NeW arua eu Ananua Depanameno de Agnculuia y

Peta

Kultura Elkartea A ia r a k o U d a la

A yu nta m ie n to de Ayala

Árbol muy conocido y frecuen­ te, tam bién llamado fresno de Biz­ kaia, en donde lo encontramos en abundancia. Árbol muy empleado antiguam ente para fabricar varas de carro e instrumentos agrícolas, así mismo bueno para nuestras chi­ meneas por su alto poder calorífi­ co. Sus hojas en tiempos de escasez se em plearon como planta forra­ jera para el ganado y sus frutos en racimos colgantes se daban a las ovejas y cabras. Árbol sagrado para los pueblos del norte, símbolo de inm ortalidad y de comunicación con las fuerzas de la naturaleza. Lo utilizamos en muchos lugares por San Juan, colocándolo en nuestras puertas como símbolo de salud y protección contra los malos espíri­ tus. Tal vez poco utilizado en nues­ tra medicina popular, pero con ex­ celentes propiedades como depu­ rativo del hígado y para reducir el ácido úrico. Sus hojas en infusión tam bién nos van a prestar ayuda en el estreñim iento. No nos vamos a olvidar de sus propiedades anti­ inflamatorias, que nos mejoran las artritis, reumas y gota. Por último, m encionaremos sus propiedades diuréticas, sudoríficas y febrífugas.

Para aprovechar estas virtudes del fresno coceremos las hojas (30 gr por litro) en agua durante 3 min. y luego las dejaremos reposar 10 min. antes de tom arlo. Podemos beber dos o tres vasos al día. Tam­ bién adm ite mezclas con plantas depurativas y antirreumáticas (orti­ gas, diente de león, zarza....), en­ riqueciéndose la infusión.

Vino de fresno: Cocer a fue­ go lento un puñado de hojas de fresno en Ilitro de vino d urante 15 min. Dejar re­ posar hasta enfriar y envasar.

Tomar una copita todos los días en cada comida.

Savia de fresno:

Poner un tro zo de fresno verde al fuego. La savia sudada por el tronco se recoge en un reci­ piente y se guarda en sitio fresco (receta antigua). Lo em plearem os en las otitis (recién elaborado y tem pla­ do) y como loción para los dolores reumáticos.

Kantauriko Urkidetza, consorcio de aguas Kantauriko Urkidetza es el consorcio de aguas de la comarca de Aiara, formado por los municipios Laudio-Llodío, Aiara-Ayala, Amurrio, Artziniega y Okondo, y Diputa­ ción Foral Álava. La mayoría de concejos de Aiara también han solicitado su adhe­ sión y últimamente ha suscitado el interés de participación de Gobierno Vasco. Está ubicado en Izoria y gestiona el alta del servicio de abastecimiento, desde que se recoge el agua hasta el fin de su tratamiento para el consumo público.

Más de 5 años en la comarca El consorcio nace en 1999 para dar respuesta a la necesidad de crear un ente gestor de nuestros recursos capaz de impulsar el desarrollo de la comarca.

Se guía por tres objetivos; garantizar el suministro de agua a toda la ciudadanía de la cuadrilla, ofrecer un agua de la mayor calidad y sensibilizar a la pobla­ ción para que realice un consumo responsable.

Un impulso para Aiara Gracias a esta e n tid a d te n e m o s la

m e jo r a g u a t o d o el a ñ o . K a n ta u r ik o U rkid etza a tra e inversiones a la comarca destinadas a la mejora de nuestras infaestructuras.

K a n ta u r ik o U r k id e tz a d e s a rro lla u na im po rtante la b o re n la com arca. El consor­ cio s u p o n e un im p u lso p ara so lu c io n a r problem áticas locales de A iara, com o las fu g a s de a g u a , los a lto s c o n s u m o s , las alertas por restricciones, etc.

Kantauriko Urkidetza despliega todos sus medios para el aprovecham iento óptim o de los recursos comarcales, explotando, m an­ teniendo y renovando sus instalaciones.

O tr a d e las d if ic u lt a d e s q u e s u fría la com arca era el ab astecim ien to regular de ag ua. Sin em b a rg o , en los últim os años, estas situaciones de alerta roja han dismi­ n u id o c o n s id e ra b le m e n te y ei consorcio prevé q ue con la m ejora de las infraestruc­ turas y de la gestión de la d e m a n d a , se

P ublirreportaje

red u zcan al m ín im o los e fectos de una eventual m eteorolog ía adversa.

Convenio de actuaciones K antauriko U rkidetza impulsa el desarrollo de obras e infraestructuras para eliminar situaciones de alerta roja durante los meses más secos en la comarca de Aiara.

Ha firm ad o un im po rtante convenio de actuaciones financiadas por la Diputación Forai de Álava y G obierno Vasco en A lto Nervión para alcanzar sus objetivos.

El consorcio d isp o n e de un la b o ra to rio propio con sistema de gestión ISO 9 0 0 1 : 2000 p ara an alizar el ag ua y controlar y g a ra n tiz a r su calid ad. Por o tra p a rte se erige co m o unidad de control, vigilancia e in fo rm a c ió n de la c alid ad de ag uas de consum o público.

K a n ta u riko

u

C ontoroo d « Aguas Uren Partzuergoa

Depende de ti Lo que tiene claro es que la labor ha de ser conjunta, ta n to entre instituciones com o con la ciudadanía. Y añ o tras añ o el consorcio se dirige a la población a través de campañas de sensibilización.

El balance de las mismas se considera positivo, teniendo en cuenta la alta partici­ pación de la ciudadanía, ahorrando su g ota de agua. Se ha observado cóm o los consumos de ag ua descienden paulatina­ m en te. Y es q ue en Ayala venía registrán­ dose un prom edio de consum o superior a los 3 5 0 litros por persona al día.

"El valor del agua no depende del envase... d ep en d e de ti" es el slogan que hem os podido leer en la etiqu eta de unos botellines de ag ua que Tantatxo -la masco­ ta del consorcio- ju n to a una azafata repartieron el Día de La Cuadrilla.

' K

c

o

i s

i a

s

EL C A M IN O D EL VASCUENCE EUSKARAREN BIDEA (R a m a i B iz k a in o - B izk a ik o A d a r r a ) B e rm e o - Sa n M illà n José Ignacio Gorostidi y otros

E d ita : A s o c ia c ió n C u ltu ra l L A M iN IT U R R i K u itu r T a id e a Este libro de 140 páginas llenas de fotografías, planos, perfiles de ruta, mapas y cuadros detexto, propone un recorrido de ocho etapas, desde Bermeo en Bizkaia hasta San Millán en La Rioja, para profundizar más en la cultura de una lengua milenaria como es el euskera, cuyos orígenes escritos coinciden con los del castellano, con quien convivió y se mezcló sin complejos en el devenir diario del comercio y de las relaciones socio-politicas. Una propuesta para caminantes, m ade in La R ioja, donde la cultura y el conocimiento del euskerá se convierte en cauce para estrechar lazos entre territorios.

LA SIERRA DE LA DEAAANDA . 2 5 IT IN E R A R IO S

I 'V , , “-vít-.

E d ita : El S e n d e ris ta A lo largo de 191 páginas y 25 itinerarios bien, documentados con mapas y fotografías se nos des­ cribe ur^a geografía oculta entre las tierras de Burgos y La Rioja de enorme belleza y atractivas posibilidades montañeras. Excursiones todas ellas que nos permitirán descubrir rincones tan apasio­ nantes como el A lto Tirón. San Millán, Mencilla, Pozo Negro, A lto Oja, San Lorenzo o Pancrudos. Sin duda, una de las mejores opciones para este otoño.

ÍA ÙÌMAHÙA

LOS * ^

A u to re s : R u fo G a n u z a y A lic ia S a n z d e ' Acedo

i

D E itio n io s ^ pELAGUP&pA

LOS DEAAONIOS DE LA G U AR D A A u tp r : José Luis U r r u t ia E d ita : T x a la p a r ta P.V.P: 13 € N o v e la h is tó ric a

En el siglo XV dos linajes vascos, los Abendaño y los Mujica-Butrón, enfrentados a muerte durante -generaciones, unieron sus fuerzas para desafiar ia autoridad del rey de Castilla. Intrigas, venganzas y oscuras relaciones entre grandes personajes se suceden ai tiem po que se nos muestra el lado de los humildes, encarnado en Juantxo de Sola, hijo de campesinos de Aramaiona y en cuyas manos quiso poner el azar la oportunidad de decantar el desenlace de la contienda.

LA BRUJA DE PEÉK5 COLORADAS A u t o r : Jo s é A n to n io O c h a ra n E d ic io n e s M e n sa je ro N o v e la P.V.P: 12 € A principi!^ del siglo XIX Europa es un campo de ba­ talla desde Moscú a Lisboa Pero, en el remoto y cerra­ do valle alavés de Cuar tango, el aisU m ient^ ha servido para librarlo de los horrores de la guerra hasta que la retirada del ejércKo francés rompe esa calma se­ cular, Historia real, leyen­ das, tradiciones populares, creencias mágicas y vida campesina se entremezclan en esta fición que va atra­ pando al lector capítulo tras capítulo. Ocharan, arqueó­ logo y viajero, nos presenta aquí su o p e ra prima, una historia que no podía rete­ ner por más tiempo dentro de si mismo y que ha sabido contarla.

M U S K IZ

M us h is to ria y to p o n im iíi de un O onccio d f l

V c tlle d c S ^ iiig iT O S t r

H is to ria y t o p o n im ia d e u n c o n c e jo d e l V a lle d e S o m o rr o s tro A u to r: C a rlo s G ia ria E d ita : A y u n ta m ie n to d e M u s k iz ^De la idea original de realizar un estudio filológico de la toponimia de Muskiz, el autor pasó a presentar esta constelación de nombres recogi­ dos como parte de una realidad histórica, cultural y geográfica sobre la que se asienta Muskiz. sin olvidar su pertenencia ai Valle de Somorrostro y a su vez a las Encartaciones vizcaínas. Así, ha elaborado un texto de lec­ tura sencilla que interesa no sólo a filólogos, sino a todo aquel que desee profundizar en la toponimia, en la etnografía y en la historia de esta zona en particular y del País Vasco en general.

SANTIAGO ¡BARRA S in t iig o ib a r r a :

H is to ria d e u n in m ig r a n te va sc o Euskal e t o r k in b a te n h is to ria

‘

HitíorUdtuninmgrtsxUV**^' E u ílu l« w rk ín baten hUW ru

A u to r: Á n g e le s d e D io s A ltu n a d e M a r t in a E d ita : E usko J a u rla ritz a - G o b ie rn o Vasco

P .V P : 9 €

Santiago Ibarra, natural de Begoña (Bilbao), escribe sus memorias en 1954. bajo el título de Un R ecuerdo. En ellas relata no sólo su vida en el caserío hasta 1904, sino también el viaje que llevara a cabo hasta Argentina como un emigrante más y la posterior estancia en aquel país. La carta autobio­ gráfica y el trabado de investigación llevado a cabo por la autora han con­ tribuido no sólo al conocimiento de diversos aspectos de la historia de la región del Chaco y de la propia Argentina, sino tam bién del perfil de un emi­ grante vasco que se destacó como un observador de su tiem po y un peculiar cronista.

¿O / p / ió x im

Apa uíA óel Rte ománico en e l amino óe antiaqo

o /

t & u í s la / d e y

s u & 4 y ü j2 í a t e s y

m

o jz a ^

(^ u

ío

lu v

'

e i/

de^

r:i

d e ' S a n íia t ^

AVN lA

139

i

C

t

ü

í

i

a

í

il

k

i i ) H

í

' ^

u

U

i c

a

ò

ò

Si quieres conseguir alguna de estas publicaciones haznos el ingreso correspondiente (ver n.® de cuenta en la pag. 85) con tu nombre y comunícanos a qué dirección deseas que te la enviemos.

rte reun'í**'

^ a M b iá h

fsm iú s U

üÿ

AVN 1A é«Las U U iú ia c a s

ARABA • Agurain • Alegría-Dulantzi • Amurrio • Aramaio-lbarra • A rraía-M aeztu • Artziniega • Asparrena • Bastida • Eltziego • Foru Artxibategia • Gobiaran • Guardia • iruña 01(3 • Kanpezu • Lantaron • L^ntziego • ilu d ió • Legutiano

BIZKAIA • • • • • • • • • • •

Lezo Moreta Oion Oicondo Puentelarra Urizaharra Url(abustaíz Villar Zalduondo Zuia Sancho el Sabio

• • • • • • • • • • • • • • •

Arantzazu Astrabudua-Erandio Baralcaldo Astarioa (Aldundia) - Bilbao Begoña-Bilbao Bidebarrieta-Bilbao Elorrio Erandio Gorliz iurreta Leioa Mungia IViuskiz Ondarroa Sodupe-Gueñes

CIPUZKOA • • • • • • •

Azkoitia Azpeitia Elgoibar Errenteria Eskoriatza Hondarribia Ordizia

,

para ir lejos

La mayor red de cajeros de Bizkaia, con más de 600 puntos.

Servicios gratuitos de compra de entradas.

Compra de billetes de transporte sin coste adicional.

Entradas para San Mamés en exclusiva en nuestros cajeros y sin comisión.

Seguros de robo, accidentes y fraude.

Promociones, sorteos y descuentos.

ibatíble

tarjetas

b b K

a mano

U/ ^

Ufi ¿ 1/ b /*/ i k ¿ ^ \ I ^ sij I^ JrlAfi

f'^ >( i ^ ^ r

I(^ 1< ■

Derrochar eì agua HOY, MAÑANA nos puede pasar factura

J1

u ;