Tengo algo que decirte...! Homilía del domingo 11º Ordinario ciclo C, 16/6/13
El fariseo es aquel que vive enjuiciando a los demás, que los tiene a todos clasificados, a todos los parientes, a todos los vecinos, a todos los compañeros, a todos los que conoce. Quién se salva de esto? Todos somos fariseos. Leer Lucas 7, 368, 3
Fariseos Para la reflexión de hoy vamos a partir de un ejercicio de imaginación (no tanto, porque es nuestra realidad, pero vamos a tratar de meternos). Ustedes saben que Jesús está Vivo. Está vivo? Si. Y dónde vive Jesús? En los corazones de la gente, me dicen acá...! Vive en nuestro corazón. Entonces, ahí tenemos que apuntar el Evangelio de hoy. Jesús vino a mi vida, está compartiendo la vida conmigo, vino a comer conmigo. Dice el texto de hoy:
"vino a comer a casa de un fariseo"; soy medio fariseo..., somos medio fariseos..., o somos enteros fariseos..! Yo diría, entre comillas, "hay un fariseo escondido en mí...!"; por qué? porque el fariseo es aquel que vive enjuiciando a los demás, que los tiene a todos clasificados, a todos los parientes, a todos los vecinos, a todos los compañeros, a todos los que conoce. Quién se salva de esto? Todos somos fariseos. Y cuando nosotros juzgamos nos colocamos en un lugar que no nos corresponde. Fariseo y Publicano Jesús nos muestra la oración del fariseo y del publicano, en un texto del evangelio para que captemos a dónde va la cosa. Dice "el fariseo estaba adelante en el templo, y decía a Dios: <<Gracias Señor, porque no soy como ese, que es un pecador>> Terrible lo del fariseo! Qué decía el publicano? <<Señor mío, ten piedad de mí, porque soy un pecador>> Dice Jesús que sale del templo el publicano perdonado, en cambio el fariseo, sigue en la suya. Etiquetados Los pecadores son los otros. Yo soy el bueno, los otros son los pecadores. Entonces yo tengo a todos etiquetados, entonces tengo: Hugo es tal cosa, lo tengo ya...; Troyano, tal cosa, todos, cada uno. Los tengo marcados en mi cabecita, los tengo ahí, ya los tengo juzgados. Este Jesús, que está comigo, que está en mi interior y está comiendo conmigo, cuando se acerca a mi otra persona, yo ya la estoy etiquetando: "este es tal cosa", y Jesús también me está mirando. Tengo algo que decirte...! Veamos lo que dice el Evangelio de hoy: (ahí vamos a poner el nombre nuestro...!), "Simón, tengo algo que decirte...!" Y bueno, aqui, Juan José, tengo algo que decirte...! ¿Qué me irá a decir?, Jesús nos dice: "Yo no vine a condenar, sino a salvar. No vine a señalar con el
dedo, y podía hacerlo! No vino a eso. Vino a tendernos la mano. Y a hacer que aquellos que el mundo despreció sean tenidos en cuenta igual que los demás. Y aquellos que desprecian a los demás, descubran que son iguales a los demás. Despreciados En tiempos de Jesús, unos de los que estaban así excluídos eran las prostitutas, otros de los que estaban excluídos eran los publicanos, los leprosos, y también las mujeres. Las mujeres eran consideradas nada. Que dice el Evangelio: "Junto con los doce también había un grupo de mujeres que lo acompañaban". Jesús no dice: "váyanse!, no tienen que estar aquí!". La actitud de Jesús es la de "abiertos a todos". Conversa con la Samaritana. No tiene problemas de conversar con una extranjera, o con Poncio Pilato, otro extranjero. Cuando un judío conversaba con un extranjero se hacía impuro. No se si entendemos lo que esto significa. O sea, rompe todas las barreras que no hacen al otro hermano, y una de las barreras que hacen que el otro no sea mi hermano, es el juicio. Yo no soy así Mi juicio. Yo cuando le digo a alguien: "este es tal cosa", estoy diciendo algo más. Aunque no lo digo, esto está estudiado en psicología, cuando digo este es tal cosa lo que estoy diciendo es: "Yo no soy así", "Yo soy mejor", Obviamente. Yo soy mejor. Y aquí entramos a otro tema. Argentinos Ustedes saben como son considerados los argentinos en el mundo? Como qué nos ven a nosotros? Soberbios. ¿Qué son los soberbios? Los que se creen más de lo que son.
“Somos los campeones del mundo. Por supuesto, si somos los mejores! Qué duda hay?” ¿Quién nos puso en ese lugar? Somos hermanos. Los que compiten allí en este o aquel deporte, o lo que sea, son hermanos. Creemos: "pobrecitos estos que tienen que jugar con nosotros..."; son hermanos. Como nos creemos que somos mejores que todos, ahí está un poco el fariseo escondido en mí. Este fariseo que se hace hasta social, hasta pueblo se hace. ¡Cuánto tiene para decirnos Jesús a nosotros! Sin embargo, no vino a juzgarnos, sino vino a hermanarnos, Cuando nos hermana, nos dice vos sos igual que los demás. Nos baja los humos. Hermanos Y al que está considerado en nada, al último de todos, a ese lo levanta, a ese también le dice, vos sos igual, vos también sos hermano, hijo de Dios. Y entonces miro, éste es igual que yo? No yo soy mejor...; ahí nos enojamos nosotros. El fariseo dice: "si fuera profeta este, sabría quién es esa que está ahí, cómo va a dejar que lo toque? El juicio. Jesús vino a hacer que todos seamos hermanos. Y cuando decimos Padre nuestro, estamos poniendo una palabra tremenda. estamos diciendo somos todos iguales Y eso es lo que nos cuestiona profundamente. Conclusión Pero también es lo que nos libera. Nos libera de creernos que somos más, que somos mejor, que estamos arriba, que somos iguales, hermanos. Y a los que se consideran menos, por ser despreciados por los demás, Jesús les dice: "vení, hermano, Dios es tu Padre, te ama, sos digno. Y estos son tus hermanos, porque son iguales. Así que hay un fariseo dentro nuestro, Jesús vino a comer con nosotros, le abrimos la puerta, entra a nuestra vida y empieza a mirar: "¿qué es todo esto?" "¿qué es todo esto de que somos los mejores del mundo...?", ¿qué es esto..? Por allí va la cosa. Por allí vamos a decir con mucha más soltura: Padre Nuestro!, nuestro!, y va a decir al otro, hermano, hermano mío. Porque somos de la misma madera, no somos de mejor calidad nosotros, somos iguales, no es que hay un color que sea mejor que otro, quién nos dijo eso? Los hombres somos hermanos.
ver en: http://pquiacristoredentor.blogspot.com.ar/2013/06/tengoalgoquedecirte.html